[15] Confesión 2
I
Recuerdo cuando yo vivía allá en la tierra,
al entrar por la puerta de perla de la Nueva Jerusalén.
A pesar que yo no era nadie mi Señor me guió.
con gracia y su grande amor por mí derramando las lágrimas.
Con su amor y lamentación, ferviente oración,
guió corazones y mis ojos están
cubiertos por todas las lagrimas.
En la Nueva Jerusalén su luz brillante,
conmueve a mi corazón por su belleza.
Gracias Padre por tu amor
y también a ti mi Señor,
hasta llegar a la Nueva Jerusalén
me guió el Espíritu
me guió el Espíritu
Gracias le doy.
II
Un lugar junto al Río de Vida, el Señor preparó,
y la luz de las preciosas gemas fulguran al frente de mí.
El Señor conoce lo profundo de mi corazón,
me hizo una morada celestial en al Nueva Jerusalén.
Y con gozo y con gratitud a ti mi Padre Dios,
te doy la honra y la gloria por siempre,
al Señor le doy la gloria también.
En la Nueva Jerusalén su luz brillante,
conmueve a mi corazón por su belleza.
Gracias Padre por tu amor
y también a ti mi Señor,
hasta llegar a la Nueva Jerusalén
me guió el Espíritu
me guió el Espíritu
Gracias le doy.
Final:
Gracias le doy, lo amo a él.