• La vida en el Lugar de Espera del Cielo

    [1 Corintios 9:24]

    26-11-2006 | Rev. Jaerock Lee

    • Lectura de la escritura: 1 Corintios 9:24

      «¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.»


      Esta es la tercera sesión en la serie de sermones titulada “Cielo”

      La vez pasada les explique acerca de las afueras del Paraíso que es el lugar de espera del cielo. Hoy les hablaré acerca de la vida de las personas salvas que viven en las afueras del Paraíso.

      Ustedes y yo tenemos la esperanza que seremos arrebatados en el aire, vivos, y nos reuniremos con nuestro Señor allí. Entonces, no tendremos que quedarnos en el lugar de espera del cielo.

      Almas innumerables, que han sido salvas desde el inicio de la cultivación humana, permanecen en el lugar de espera. Si ustedes se enteraran sobre sus vidas allí, entenderían que el reino de los cielos no es sólo un mundo espiritual oscuro, sino que sabrían cuan ordenado y sistemático lugar es el reino de los cielos.

      También les hablaré sobre la vida de algunos miembros que han entrado al lugar de espera. Espero que todos ustedes miren atrás y vean su fe y la comparen con sus vidas de fe y se preparen apropiadamente como novias hermosas.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Después del Gran Juicio del Trono Blanco, muchas de las almas del lugar de espera entrarán a sus propios lugares de morada de acuerdo a sus niveles de fe. Hasta entonces ellos siguen precisamente el orden espiritual del lugar de espera.

      Por ejemplo, aquellos de niveles de fe más bajos muestran su respeto a los de un nivel de fe más alto, inclinando su cabeza.

      ¿Cómo pudo este orden ser establecido allí aún antes del juicio de Dios?

      Podemos ver nuestra fe como creyentes ilustrada en la Biblia como una carrera. Cuando muchos atletas salen al mismo tiempo o de acuerdo a los tiempos regulares y finalizan su carrera, los tiempos de todos los atletas son medidos exactamente y registrados.
      Su carrera es medida con mucha precisión y registrada exactamente al minuto y cortada al segundo, entonces de acuerdo a ello se decide su posición de clasificación.

      Los ganadores recibirán sus premios en la ceremonia de premiación, pero ellos ya saben la posición que ocuparon al terminar la carrera. En otras palabras, al acabar la carrera son informados de la posición que ocuparon según los registros.

      Nuestra fe es muy similar a este ejemplo de la carrera.

      1 Corintios 9:24 dice: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.”

      La velocidad de cada atleta se registra en la carrera, pero ¿Qué se medirá y se registrará para cada persona de acuerdo a nuestra fe?

      Ello es ¿Cuanto tiempo han vivido una vida religiosa o los títulos que han recibido?

      O, será ¿Cuantas ofrendas han dado o cuantas tareas han realizado?

      Todas estas cosas están relacionadas con su recompensa celestial, pero ninguna de ellas es el patrón definitivo para el registro de su fe.
      El primer patrón de medida para la fe que es aceptable a Dios es, cuanto han logrado la santificación y cuanto se parecen a la imagen de Dios.
      El Segundo patrón de medida es cuan fieles han sido en todos los aspectos de toda la casa de Dios.

      De acuerdo a estos dos patrones, la fe de cada alma es exactamente medida y registrada cuando los creyentes dan su último aliento sobre esta tierra.

      Cuando el espíritu-alma de los creyentes ha terminado la carrera de fe y permanece en el lugar de espera, sabe que su posición se ha decidido desde el principio hasta el final según el registro de su propia fe.

      Ahora la historia de la cultivación humana no ha terminado y vivimos en los tiempos finales del mundo, entonces tenemos más tiempo para que podamos mejorar el registro del nivel de nuestra fe.

      Pueden ver y aprender de las obras de fe de los Padres de la Fe que están en una posición de clasificación más alta que la de ustedes. Entonces podrán conseguir un registro de fe de creyente mucho mejor de acuerdo a la actitud de su corazón.

      Así, Jesús dijo en Mateo 11:12: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”

      Algunos pueden pensar que las almas que son salvas todas son hijos de Dios y se preguntan ¿Por qué hay posiciones de clasificación en el cielo, y por qué se dan lugares de morada diferentes, casas y otras recompensas a cada uno de ellos?

      La Biblia nos dice claramente que cada uno de los que son salvos estarán en diferentes niveles de jerarquía.

      Unas sesiones después les explicaré esto detalladamente, así que hoy permítanme sólo explorar esto.

      Mateo 5:19 dice: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado grande en el reino de los cielos.”

      Así como 1 Corintios 15:41 dice: “Una es la Gloria del sol, otra la gloria de la luna y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria”

      Las diferentes posiciones y diferentes glorias que se dan a cada uno en el cielo, se hacen según la justicia de Dios.
      Si las almas que son salvas apenas antes de morir y las almas que han dedicado su vida entera al Señor, como el Apóstol Pablo, son tratadas de la misma forma, ¿Es esto justo?

      Si fuera así, ¿Quién estaría dispuesto a dedicar su vida a nuestro Señor?

      Ellos serían tibios en su fe si creyeran que todos serán tratados de la misma manera.

      Es la justicia y el amor de Dios que recompensará a cada hombre de manera diferente de acuerdo a lo que ha hecho y ha sembrado en la tierra.

      Jesús dijo claramente en Mateo 16:27 “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.” y en Apocalipsis 22:12, “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.”

      Tanto como ustedes hayan logrado santificar su corazón, se sentarán en el lugar más alto y disfrutarán de mejores lugares para morar y mayores recompensas en el cielo.

      Les daré una ilustración actual. Hace unos días hubo un examen de admisión para las universidades.

      Aproximadamente 600,000 (Seiscientos mil) estudiantes dieron examen y cada uno de ellos recibió su posición de ingreso según su puntaje.

      Debido a que hay un número extremadamente grande de postulantes, si un estudiante gana o pierde un sólo punto en una pregunta importante, el estudiante que gane o el que sólo pierda un punto puede cambiar su posición en la clasificación general, subiendo o bajando decenas o incluso cientos de posiciones.

      Así que ¿Pueden imaginarse cuantas almas han sido salvas hasta ahora?
      Su clasificación ha sido decidida, pero su posición puede cambiar según su esfuerzo.

      En la medida que desechen lo malo de su corazón y logren un corazón bueno, su posición espiritual puede subir tan alto como miles o decenas de miles de posiciones en clasificación general.

      Pensemos en algunos ejemplos. Supónganse que antes han juzgado negligentemente a otros, pero ahora han cambiado e intentan comprender a todos con bondad, y anteriormente han albergado hostilidades cuando fueron maltratados, pero ahora dan gracias en cualquier tipo de tratos.

      Entonces, su posición espiritual en el cielo diferirá enormemente con aquel pequeño cambio en su espíritu y su bondad.

      Por lo tanto, les insto a dar gracias durante el tiempo de cultivación humana con la esperanza para el cambio continuo en el espíritu.

      La posición de las almas que han terminado su vida sobre la tierra y que ahora permanecen en el lugar de espera ya no puede cambiarse.

      Ellos tienen que vivir para siempre en la posición que les han dado de acuerdo a su santificación y su fidelidad en toda la casa de Dios.

      Cuando uno entra en el cielo, sólo el espíritu que él ha logrado en su corazón mientras vivía en la tierra podrá entrar allí.

      En otras palabras, se permitirán la bondad y el amor que está en el corazón espiritual, porque ningún mal puede consentirse entrar allí. Así que, no habrá ningún reclamo o queja sino sólo paz y acción de gracias.

      Así, cuando uno encuentre a alguien cuyo corazón espiritual está en una posición más alta en espíritu, sentirá amor y respeto por esa persona, y cuando encuentre a otra persona que está en una posición más baja en espíritu, nunca ignorará o despreciará a esa persona, porque ya no hay ningún mal en su corazón.

      En el cielo las órdenes no se cumplen por mandamiento u obediencia forzada, sino por amor mutuo y respeto que vienen del corazón.

      La Gloria de cada individuo y las recompensas se darán después del Gran Juicio del Trono Blanco, pero la posición espiritual de cada espíritu-alma individual ya se ha decidido y correctamente logrado al entrar en el lugar de espera.

      En el lugar de espera, algunos son nombrados como administradores y así todo está en perfecto orden.

      Así, muchas almas salvas permanecen juntas allí, pero ninguna de ellas siente incomodidad porque todo está en orden.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      ¿Que piensan que hacen las almas salvas en el lugar de espera?

      En primer lugar, aprenden el conocimiento espiritual de los profetas. Llegan a conocer de Dios, del reino de los cielos, y de muchas otras leyes del reino espiritual.

      Algunos de ellos han sido salvos sin conocimiento de la palabra de verdad de Dios porque creyeron y aceptaron a Dios por fe. En el lugar de espera, ellos aprenden sobre la providencia de la salvación humana y la medida de fe.

      Y les enseñan del reino de los cielos en el cual ellos entrarán después del Gran Juicio.

      En el lugar de espera las almas adquieren calificaciones fundamentales y modos de vida para la vida eterna en el cielo así como los novatos tienen que asistir y aprender en su orientación escolar.
      A diferencia del aprendizaje terrenal, el aprendizaje del conocimiento espiritual en el lugar de espera no es aburrido ni difícil. Al contrario, están llenos de mucha gracia y alegría cuando aprenden.

      Ahora, entre ustedes, aquellos que anhelan el cielo y el reino espiritual se llenan del Espíritu y de gozo cuando oyen testimonios sobre el cielo y el reino espiritual.

      Supónganse que están oyendo el testimonio de uno de los padres de la fe registrado en la Biblia.

      Supónganse que Abraham, el Padre de la Fe, les hable sobre el tipo de corazón que él tenía cuando ofreció a su único hijo Isaac y como él pudo mostrar acciones perfectas de fe.

      Y que Elías, Daniel y el Apóstol Pablo estén con ustedes y les cuenten sus testimonios. ¡Que conmovedor y feliz momento!

      Así que, no es aburrido ni pesado aprender el conocimiento espiritual en el cielo.

      En el cielo hay tantas cosas excepcionales que no las podemos experimentar en la tierra, de modo que aprender algo en el cielo es nuevo cada día y el aprendizaje es interminable.

      Mientras las almas permanecen en el lugar de espera, aprenden conocimiento espiritual pero desean saber que está pasando en la tierra.

      No quiero decir que tengan curiosidad sobre las cosas mundanas. Ellos se preguntan que estará pasando con sus iglesias, cuanto habrá cumplido la iglesia las tareas asignadas por Dios, y cuanto ha logrado la misión de evangelismo mundial.

      Ellos no pueden venir a la tierra. Así que Dios entiende sus corazones y les permite oír noticias actuales de la tierra, a través de algunos de los ángeles que están autorizados a venir a la tierra y a través de algunos profetas cuya fe está en un nivel más alto.

      Más tarde explicaré sobre los profetas.

      Es un placer para las almas que permanecen en el lugar de espera cuando los ángeles y los profetas les dan las noticias actuales de la tierra.

      Dios me reveló sobre algunas almas que solían asistir a esta iglesia y que ahora permanecen en el lugar de espera.

      Las almas que asistieron a la Iglesia Manmin permanecen en una parte separada del lugar de espera. Así como Jesús dijo en Mateo 18:18: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.” Las almas que sirvieron al mismo pastor y a la misma iglesia tienen un compañerismo especial en el cielo.

      Las almas que asistieron a esta iglesia y fueron salvas permanecen en un lugar separado en el lugar de espera. Ellos siempre se preguntan qué está pasando en esta iglesia.

      Ellos oran por la evangelización mundial y la construcción del Gran Santuario que son las providencias asignadas por Dios a nuestra iglesia.

      Una diaconisa principal que falleció en la providencia de Dios este año había orado por la iglesia y el pastor algunas veces cada día como una devota de la oración. Ahora ella siempre está orando en la misma forma en el lugar de espera.

      Así que, las almas que asistieron a esta iglesia y se salvaron viven juntas, oran por la iglesia y el pastor, se regocijan cuando oyen buenas noticias sobre nuestra iglesia.

      Cuando oyen algunas noticias especiales sobre las cruzadas en el extranjero donde dimos gran gloria a Dios, se regocijan y danzan como en una fiesta.

      Igualmente, las almas que permanecen en el lugar de espera del cielo se regocijan y tienen un tiempo feliz cuando oyen noticias sobre la tierra.

      Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

      Hay algunas almas que no permanecen en el lugar de espera del cielo.

      Esto se refiere a los espíritus-almas que se perfeccionaron completamente y ganaron las calificaciones por las cuales ellos pudieron entrar en la Nueva Jerusalén, el mejor lugar para morar en el cielo. Ellos no permanecieron en el Sepulcro Superior en los tiempos del Antiguo Testamento, o en el lugar de espera del cielo, sino que entraron directamente en la Nueva Jerusalén.

      Asimismo, las almas que alcanzaron el nivel de espíritu perfecto no permanecieron en el Sepulcro Superior o a las afueras del Paraíso sino que entraron directamente en la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén.

      Pero ellos aún no han podido entrar a su propio lugar de morada debido a que el Gran Juicio del Trono Blanco no se ha llevado a cabo.

      Ellos permanecen en un lugar separado en la Nueva Jerusalén y ayudan a Dios con su ministerio para los seres humanos.

      El lugar separado preparado para las almas es uno de los espacios especiales que Dios puso en la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, cuya longitud, anchura y altura son en total 6,000 (Seis mil) Ri. (Ri es una unidad tradicional coreana para medir la distancia; 1(un) ri es aproximadamente 400 (cuatrocientos) metros, o 437 (cuatrocientos treinta y siete) yardas)

      Elías, Enoc, Abraham, Moisés, el Apóstol Pablo, el Apóstol Pedro, el Apóstol Juan, David y Samuel lograron la santificación completa en sus corazones y fueron fieles en las responsabilidades de toda la casa de Dios.

      Ellos y algunos más permanecen en el espacio separado en la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén y ayudan a Dios con sus trabajos.

      Esto no significa que ellos no puedan o no desciendan a las afueras del Paraíso.

      Ellos pueden descender no solo al paraíso sino también a la tierra con el permiso de Dios.

      Por ejemplo, cuando Jesús se transfiguró en la montaña durante su ministerio público, Elías y Moisés descendieron para hablar con Jesús.

      En conclusión, las almas que lograron perfeccionar su espíritu y se salvaron permanecen en la Nueva Jerusalén y trabajan según las tareas específicas asignadas a cada uno de ellos.

      Algunos de ellos sirven al lado del Trono de Dios mientras que algunos otros descienden al lugar de espera del cielo en las afueras del Paraíso y enseñan a las almas salvas el conocimiento espiritual.

      Abraham, el Padre de la Fe, cuidó las almas salvas en el Sepulcro Superior hasta que nuestro Señor Jesús resucitó y ascendió al cielo.

      Los profetas que he mencionado anteriormente no permanecen en el lugar de espera del cielo. A la inversa, algunas almas permanecen en el lugar de espera, el Sepulcro Superior para siempre jamás.

      Ellos son las almas que murieron en el vientre de su madre y se salvaron.

      La mayoría de almas que mueren en el vientre se salvan pero sólo algunos no se salvan.

      ¿Que tipo de almas no pueden salvarse entre las almas que mueren en el vientre? Y ¿Por qué las almas que mueren en el vientre y se salvan tienen que permanecer en el Sepulcro Superior para siempre?

      Realmente las almas no tienen una forma perfecta como un ser humano en el vientre. ¿Qué tipo de cuerpo espiritual tendrán ellos?

      ¿Qué tipo de cuerpo espiritual tendrán las almas que se salvaron por medio de la cultivación humana y que permanecen en el lugar de espera?

      Esto será explicado detalladamente la próxima vez.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Hoy les he explicado que tipo de vida viven las almas que permanecen en el lugar de espera.

      Ellos han terminado la carrera de la fe, es decir, la cultivación humana y les han asignado su propia posición según los registros de sus hechos y trabajan y viven en el orden decidido.

      Además de las almas que lograron perfeccionar su espíritu y han entrado a la Nueva Jerusalén, y no están en el lugar de espera del cielo, y que ayudan a Dios con sus trabajos, hay también aquellos que permanecen en el Sepulcro Superior para siempre.

      Tienen que comprender cuan grato es experimentar la cultivación humana en la tierra.

      Ustedes pueden derramar lágrimas por algunos dolores o sentir pena en su corazón aquí en la tierra. Pero a través de todo esto podrán descubrir la verdadera y eterna fuerza que conduce hacia el reino de los cielos.

      ¡Pueda cada uno de ustedes entender claramente que su posición celestial se medirá y se decidirá según la medida de su espíritu y puedan entrar en el espíritu y perfeccionar el espíritu rápidamente, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo yo oro!


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