[1 Corintios 13:4]
07-10-2008 | Rev. Jaerock Lee
La Escritura de Hoy
1ra de Corintios 13:4 "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece"
Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público Televidente
Esta es la 7a prédica de la serie "Amor Espiritual". En los mensajes anteriores he compartido con ustedes el significado del amor en nuestra vida cristiana: ¿Por qué el amor es lo más grande que hay?
A partir de hoy, les hablaré del "concepto de amor", esto es, la idea general de lo que es el amor. Desde luego, se trata del amor espiritual, el amor que todos ustedes anhelan alcanzar.
Mucha gente en este mundo desea disfrutar del verdadero amor; pero no logran experimentarlo debido a que no saben lo que es el amor verdadero y espiritual.
Otros dudan que exista el verdadero amor, por eso no pueden aceptar la gracia de la salvación que nos ha sido dado libremente por nuestro Señor. Por el contrario, rechazan y critican a los que predican el evangelio. Todo esto no hace sino comprobar que estamos en el fin de los tiempos y que difícilmente podremos hallar el verdadero amor en cualquier lugar.
Sin embargo usted ha aprendido, a través de la palabra de Dios, lo que es el verdadero amor; es decir, el amor espiritual.
Tal como cita Romanos 5:5: "La esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." Podrá sentir el amor de Dios a través del Espíritu Santo que mora en usted.
Espero que, a través de este mensaje, todos ustedes lleguen a entender claramente lo que es el amor espiritual y puedan sentir ese amor en su corazón.
Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, para que alcancen este amor espiritual en su corazón, y que por medio de ese amor, todos aquellos que estén sedientos de verdadero amor lo lleguen a sentir y así puedan declarar que en realidad el verdadero amor existe.
Queridos Amigos y Hermanos:
Como cita la primera parte del versículo de hoy: "El amor es sufrido." La palabra sufrido aquí significa: Paciente. En otras palabras: El amor debe ser paciente. La pregunta es: ¿En que debe ser paciente el amor? En primero lugar, tiene que ser paciente en las diversas pruebas por las que pase para alcanzar el verdadero amor y también debe ser paciente consigo mismo.
Algunas veces, cuando uno trata con amor a alguien, le responden clavándole una puñalada por la espalda. En verdad, uno llega a pensar que nadie puede amar a ese tipo de personas, más bien parece que rechazaran todo intento de amor.
Si quiere obedecer la palabra de Dios y llegar a tener amor espiritual, tendrá que ser paciente incluso con esa clase de personas.
Incluso si alguien lo difama y lo odia sin ninguna razón, tendrá que controlar sus emociones y amarle con paciencia.
Por tanto, cuando obedece la palabra de Dios y procura amar a esas personas, podrá ser paciente en toda clase de pruebas y dificultades. Entonces se podrá decir que tiene la paciencia del amor espiritual.
Por medio de este mensaje, es mi intención que entienda la diferencia que hay entre la paciencia del amor espiritual y la paciencia como fruto del Espíritu que se menciona en Gálatas 5:22.
Gálatas 5:22-23 cita: "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley". Aquí "paciencia" es uno de los nueve frutos del fruto del Espíritu Santo y le exhorta a ser paciente en todo por el reino de Dios y Su justicia.
Y es porque esta paciencia es más amplia que la paciencia del amor espiritual, la cual es necesaria para que en Cristo se amen unos a otros.
La paciencia como uno de los 9 frutos del Fruto del Espíritu Santo puede ser dividida en tres categorías:
La primera de ellas es: "Ser paciente para echar fuera la falsedad y para cultivar el corazón con la verdad"
¡Se imaginan la paciencia que deberá tener para echar fuera toda la falsedad que tiene dentro de usted, hasta que se reúna con el Señor!
Todos tenemos un corazón diferente. Algunos nacen con un corazón más bueno que otros. Y es porque sus padres también tuvieron un corazón bueno y han heredado ese corazón. Y también porque crecieron sin ver mucha maldad en su entorno.
Por eso, hay personas que tienen un corazón semejante a una buena tierra. Asimismo, tenemos la tierra que está llena de espinas, el suelo rocoso y el terreno que está al lado del camino. Nuestro Señor clasificó el corazón en estas 4 categorías.
Si su corazón es como la tierra que se encuentra al lado del camino, entonces no importa cuantas veces oiga la palabra, su corazón no aceptará la verdad. Por eso, es difícil que sea salvo. Entre los 12 discípulos del Señor, Judas Iscariote fue el único cuyo corazón no cambió, aun viendo las milagrosas obras de Dios. Al final, vendió a si maestro por una insignificante suma de dinero. Su corazón era semejante a la tierra que se encuentra al lado del camino, y por eso no pudo cambiar, aun cuando vio -repito- muchas señales, milagros y maravillas y el poder de Dios en acción. Hay un tipo de tierra; es decir, de corazón, que nunca podrá aceptar lo espiritual, sino que tan solo se quedará en lo carnal y material. Estos casos son pocos y no muy comunes.
Luego, tenemos el suelo rocoso o lleno de piedras. Este puede cambiar a un terreno de espinas y luego llegar a ser una buena tierra. Esto es, si oye la Palabra de Dios, se esfuerza en cambiar, resiste la tentación y no peca. Si va más allá, entonces, llegará a tener un buen corazón. Debe transformar su corazón en uno bueno. Si tiene en esta clase de buena tierra en su corazón, podrá aceptar la verdad con un "SI" y un "AMÉN".
Si se le predica el evangelizo a alguien con esta clase de corazón, aceptará al Señor con un "SI" y con un "AMÉN." Por eso, esa persona podrá llegar muy rápidamente al nivel espiritual y al espíritu completo.
Lamento decir esto hermanos. Pero entre ustedes no he encontrado muchos que tengan buena tierra en su corazón. Aun si la persona vive en la mentira, pero tiene un buen corazón, desde el momento en que oye la verdad, echará fuera toda maldad. Hará lo que se le diga hacer. Y no hará lo que se le diga no hacer. Cumplirá aquello que se le diga debe cumplir y dejará todo lo que se le diga debe dejar. Llegará rápidamente al espíritu y al espíritu perfecto. Por eso, hasta que su corazón no cambie y se transforme en buena tierra, tendrá que ser paciente y continuar hacia delante.
La segunda es: "Ser paciente en comprender a los que no son como usted, ayudándolos y viviendo en paz con ellos".
Repito: Entender a los que no son como usted. Cuando llega a comprender a los demás, no tendrá resentimiento ni odio. No los verá de acuerdo a su criterio, más bien los comprenderá poniéndose en su lugar. Si tiene buenos pensamientos: ¿A quién no podrá comprender? Entenderá a cualquier persona. Buscará siempre el beneficio de los demás. Pensará primero en los demás y luego en usted. Esa es la paciencia que lleva a la paz.
La tercera y última categoría es: "Ser paciente hasta que Dios cumpla sus promesas". Esto incluye esperar la respuesta a sus oraciones. Tiene que esperar pacientemente sin que se perturbe su corazón hasta recibir respuesta a sus oraciones.
La paciencia que se menciona en el "Capítulo sobre el Amor" es necesaria para que ame a su prójimo, por eso se incluye dentro de la paciencia como fruto del Espíritu Santo.
Algunos versículos parecen tener el mismo significado, pero ese concepto puede ser interpretado en forma diferente por la inspiración del Espíritu Santo.
Si comprende esta diferencia y la aplica apropiadamente en cada situación, le podrá ser de gran provecho y utilidad. Por ejemplo: Tenemos la frase "En el principio" que se cita en el Libro de Génesis y también el Capítulo uno del Evangelio de Juan. Lo que quiero decir es que el significado de ambos es diferente. En Génesis la frase: "En el principio" se refiere al momento en que Dios creó los cielos y la tierra. Sin embargo, la misma frase: "En el principio" que se cita en el primer capítulo de Juan se refiere al tiempo anterior a la creación.
Veamos en detalle lo que significa el término "Paciencia".
En Mateo 5:44, Jesús nos manda: "Amad a vuestros enemigos (¿Quién nos dice esto? Si. Nuestro Señor nos lo dice. Continúa la cita) y orad por los que os persiguen".
¿Están haciendo esto hermanos? No creo que tengan enemigos. Pero si lo tuvieran: ¿Los amarían o No? ¿Oran acaso por los que los critican y condenan?
Yo lo hice. Aun si alguien tratará de matarme, me traicionara, o incluso me acusará falsamente; no podría odiarlo. No importa lo mucho que me hayan criticado, yo oraba por ellos para que se arrepintieran y fueran salvos. Nunca ore pidiéndole a Dios que los castigara porque me estaban causando daño. Siempre oré por ellos de todo corazón, no sólo de labios. Ustedes deben tener esta clase de amor. Entonces podrán tener paz con los demás y llegar al nivel del espíritu y del perfecto espíritu.
¿Quién es su enemigo? El Diccionario define la palabra "enemigo" como "persona que activamente se opone o es hostil a alguien o algo"
La pregunta es: ¿Puede amar a un enemigo que activamente se opone a usted o que le es hostil? ¿Puede orar por aquellos que sin razón alguna lo insultan y lo condenan porque es cristiano y predica el evangelio?
Nuestro Señor Jesús vino a esta tierra por los pecadores, y nos mandó que amáramos a nuestros enemigos y oráramos por aquellos que nos persiguen. Doy gracias a Dios por los hermanos que están respondiendo con un "AMÉN"
¿Quién es el enemigo de Jesús? Su enemigo son las fuerzas de maldad de las tinieblas y los pecadores que las siguen. Podemos decir entonces, que ustedes, en un tiempo, fueron enemigos de Jesús antes que lo aceptaran como su Salvador. Y desde que Adán pecó, todos los hombres han obedecido al maligno, esto es, han seguido al enemigo de Dios, y todos ellos también pecaron. Así que, eran hijos del maligno y vivían en pecado, yendo en contra de la voluntad de Dios.
Jesús vino a este mundo para salvar a la humanidad, que estaba marcada por este pecado. Pero, ¿Qué hicieron ellos?
Jesús predicó el evangelio del reino de los cielos, sanó a muchos enfermos y obró siempre con amor compartiendo el alimento con ellos. Jesús sólo hizo lo bueno.
Sin embargo, como no pudieron entender que Jesús llevó la carga de nuestros pecados, lo crucificaron. Se burlaron de Él, lo humillaron y lo crucificaron en una cruz. Incluso le decían: "Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo; y desciende de la cruz y creeremos." Los siervos de los sacerdotes le abofeteaban, le escupían el rostro y le insultaban.
Jesús soportó todo esto en silencio y como se menciona en la primera parte de Lucas 23:34, el Señor oró por ellos clamando, "Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen". Cuando el Señor entró en Jerusalén, la multitud exclamaba: "Hosanna" y tendían sus mantos a su paso. Pero pronto cambiaron; y luego pedían que lo crucificaran. No obstante, nuestro Señor oró al Padre pidiéndole que los perdonara.
El Señor Jesús tuvo una inmensa paciencia con el ser humano, que era enemigo de Dios, y amó a cada uno de ellos. No obstante ¿Qué ha sido de la humanidad?
Todo aquel que cree en Jesús como su Salvador y lo acepta es liberado de la esclavitud del maligno y se convierte en hijo de Dios por esta extraordinaria y maravillosa obra de la salvación. De ese modo vemos que el poder del amor que es sufrido y paciente es inmenso.
Ahora bien: ¿Es usted paciente? ¿Tiene paciencia con aquellos que lo difaman y lo odian y puede llegar a amarlos? ¿O le es difícil ser paciente con su esposa, o su esposo, o con sus hijos, o con sus hermanos en Cristo?
Cuando oigo que hermanos o hermanas en la Iglesia discuten por dinero o por alguna otra cosa y se vuelven enemigos, aun cuando dicen que andan en la luz y en la verdad, me siento muy, pero muy, triste.
En Mateo 5:39-40 Jesús nos manda, "Pero yo so digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa".
Imagínense, ¿Qué clase de persona en este mundo le querrá quitar la camisa o túnica? Y sin embargo, se la debemos dar. Y también debemos darle la chaqueta o capa. Esto es añadir amor al amor. Actualmente, muchas personas le siguen juicios a otras por la mínima razón, ya sea personal o financiera. En algunas ocasiones demandan a sus esposas, esposos, a sus padres e hijos. Si son pacientes y no responden a esas acusaciones, las personas a su alrededor los califican de tontos.
Sin embargo, nuestro Señor nos dice que debemos poner la mejilla izquierda cuando alguien nos golpee en la derecha, y si esa persona quiere enjuiciarlo y quitarle la camisa, debe darle también el abrigo. Si alguien lo abofetea en la mejilla derecha, ¿Le dolería más si lo golpeara también en la izquierda? Incluso si lo abofetean, pero aun así puede mantener la paz con los demás: ¿Nos sería esto mejor?
El Señor nos insta a que no devolvamos mal por mal, sino a ser pacientes y a tratar a los demás con bondad. Tal vez haya alguno entre ustedes que diga que no podría hacer esto, si alguien lo acusara falsamente, porque le guardaría rencor. Sin embargo, si tiene fe y amor, podrá hacerlo.
Ahora bien ¿En qué debe tener fe y creer? Debe de creer en el amor de Dios Padre, quien ha sido infinitamente paciente y misericordioso con usted; y quien envió a Su único Hijo Jesús para ser crucificado por sus pecados.
Si realmente cree que ha recibido ese inmenso amor de Dios, podrá perdonar y comprender incluso a aquella persona que le ha causado el mayor dolor y la mayor herida. Más aun, hemos recibido es enorme amor del Dios todopoderoso, quien es la imagen misma de la bondad, sin mancha y sin pecado. Entonces: ¿Habrá alguien a quien no podremos amar? Debemos estar paz con todos.
Incluso, predicándoles la verdad repetidas veces; me pongo muy triste cuando veo a quienes todavía actúan en la carne, con amargura, ira y enojo y dicen que guardan los mandamientos. Si tan solo pudieran llegar al nivel del espíritu, sería una gran bendición y alcanzarían una mejor morada en el cielo. No se enfermarían ni sufrirían accidentes ni percances.
Incluso, aun enseñándoles continuamente la Palabra de Dios, no eligen vivir por la verdad sino en la falsedad que lleva al infierno. ¡Que triste es eso! ¿Verdad? Van camino al infierno tan solo porque desean experimentar los placeres de la carne y del mundo. !Qué tontería! Y ¿Qué es lo que dirá Dios? Tan solo dirá que es un necio y un tonto.
Si ama a Dios, quien le ha amado de tal manera que dio a Su único Hijo; y ama a nuestro Señor, quien entregó Su vida por usted, entonces: No habrá nadie a quien no pueda soportar y amar. Ahora bien. Algunos se preguntaran: ¿Hasta que punto debe ser paciente?
Algunos de ustedes deben haber luchado para reprimir su enojo, ira, odio, su mal temperamento; hasta que un buen día llegó al límite de su paciencia y estalló. Explotó de ira. Y todas esas emociones salieron a relucir.
Si es introvertido, no expresara sus emociones, sino que sufrirá internamente por el odio que siente hacia otros. Entonces, tendrá fuertes dolores de cabeza, desordenes mentales o enfermedades provocadas por el estrés o la tensión. Cuando llevo a cabo Cruzadas o Servicios de Sanidad, algunas veces me piden que ore para que sean sanados de ira y de amargura. Se imaginan la vergüenza que tendría si me llegara a enojar fácilmente. Pregúntense: ¿Por qué viven amargados? Si reprime temporalmente su enojo, se volverá como un resorte que en cualquier momento podrá saltar y volver a la posición original. La paciencia espiritual que nuestro Señor desea que tenga, lo hará siempre paciente.
Como no guarda odio ni malos sentimientos en su mente sino más bien echa fuera toda raíz de maldad que pueda provocar resentimiento y amargura; y transforma su corazón en uno de misericordia y amor, podrá entonces tener paciencia espiritual. Lo que estoy diciendo es que no basta con sacar la falsedad. La paciencia se formará en usted en el proceso mismo de echar fuera toda esa falsedad. Deberá resistir mientras se despoja de esa maldad; y entonces ya no tendrá necesidad de ser paciente.
Si ha echado fuera completamente toda clase de falsedad de su corazón, incluyendo el odio, la envidia y los celos, y en lugar de ello, lo ha llenado sólo de amor espiritual; es decir, si ha llevado su corazón al nivel del espíritu, nunca pensará que es difícil amar a sus enemigos.
¿Por qué tienen celos? ¿Por qué son envidiosos? Cuando a alguien le va bien o prospera, ¿Por qué lo envidia o se pone celoso? Me dirijo ahora a los estudiantes: Si su profesor tiene alguna preferencia por un alumno; ¿Por qué le tiene rencor al profesor a al alumno? El estudiante solo obedece lo que el profesor le dice. Entonces: ¿Por qué odia al estudiante? Pero: ¿Por qué odia también al profesor? Al contrario, le debe estar muy agradecido por no preferirlo, ya que eso haría que los demás alumnos le tuvieran celos. Por eso debe estar agradecido a su profesor. Y ¿Por qué tiene celos de alguien que tiene una educación superior a la suya? ¿Por qué siente celos de alguien que tiene un buen negocio? Tal vez porque a usted no le va bien y al otro si, aun cuando ambos venden lo mismo.
Usted debería de orar a Dios de esta forma: "Padre te doy gracias, aun cuando mi negocio no va muy bien. Tú has querido bendecir el negocio de mi vecino. Gracias. Porque sé que lo amas también a él." Si es una persona que da amor a otros, de seguro que será bendecido.
Incluso Dios también bendice a quienes no creen en Él. Por eso, aquellos de entre ustedes que aún no ha echado fuera los celos y la envidia. Pregúntense: ¿Por qué tienen celos y envidian a otros? ¿Por qué tienen ese corazón tan malo?
En el Libro de Génesis, vemos que Caín mato a su hermano menor Abel debido a que le tenía celos y envidia. Desde el principio de la Biblia, los celos y la envidia han sido causa de muertes y asesinatos. ¿Por qué, entonces, tienen esos sentimientos tan perversos de celos y envidia?
Si su corazón está lleno de falsedad que incluye el odio, la disensión, la envidia, y los celos, sólo mirará los defectos y las debilidades de los demás y comenzará a sentir odio y antipatía hacia ellos aún si son buenas personas. Es como cuando usa lentes oscuros y ve todo oscuro. Intenten ver con esos lentes para el sol. Si la luna es azul, todo lo verá azul. Y cuando la luna es transparente, todo lo verá en su color natural.
De la misma forma. Verá todo transparente si su corazón es transparente. Y verá todo negro si su corazón es negro. Todo lo verá bueno, si su corazón es bueno. Si está acostumbrado a mentir, entonces le será fácil y natural pensar que los demás también mienten, aun cuando digan la verdad.
Sin embargo, si su corazón está lleno de amor, llegará a apreciar aún a aquel a quien no puede entender. No importa las fallas y defectos que tenga, no le tendrá rencor ni antipatía. Incluso si esa persona le odia y le hace alguna maldad, no sentirá rencor. Esta paciencia espiritual la encontramos en el corazón del Señor, quien no quiebrauna caña cascada ni apaga un pabilo que humea.
También hallamos este corazón lleno de paciencia en Esteban cuando oró a Dios, diciendo, "¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!"; refiriéndose a aquellos que lo estaban apedreando porque les estaba predicando el evangelio. Esteban predicó el evangelio. Pero a la gente no le agradaba porque les señalaba sus pecados. ¿Qué dijo de malo? Dijo: "He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios" Aun si los judíos quisieran ver los cielos abiertos, no podían hacerlo. Y sin embargo, Esteban lo dijo. Hay muchos hermanos en esta iglesia que pueden ver los cielos abiertos. Esteban sabía que la situación era crítica y no debió de haber dicho que los cielos estaban abiertos. Pero tenía un corazón sincero y veraz. Por eso dijo lo que estaba viendo. Y así cuando declaró: "He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios." Lo apedrearon hasta matarlo.
Y en el caso del Señor: ¿Acaso le fue difícil amar a los pecadores? No. ¡De ninguna manera! Su corazón era la misma imagen de la Verdad. En Mateo 18:21, Pedro le pregunta a Jesús: "Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Pedro le hace esta pregunta al Señor con un corazón amplio para perdonar. Y como estaba dispuesto a perdonar 7 veces y no 4 ni 5, pensó que tenía un buen corazón y creyendo eso le dijo al Señor: "Deseas que perdone hasta 7 veces." Jesús le contestó, "No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete".
Esto no significa que tenemos que perdonar setenta veces siete; es decir, 490 veces. El número "7" significa "perfección". Así que, cuando Jesús le dijo: "Hasta setenta veces siete", ello significa "Perdonar a alguien completamente".
Este diálogo confirma la infinita misericordia y perdón de nuestro Señor Jesús. Es cierto que no se puede cambiar en un solo día el odio en amor. Tiene que esforzarse sin descanso para lograrlo.
Efesios 4:26 cita: "Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Si usted se enoja, es que está en el 1ro o en 2do nivel de fe. Ni siquiera está empezando el 3er nivel de fe.
Algunos ancianos y líderes de la Iglesia se me acercan enojados. Y me dicen: "Rev. Yo soy un anciano o una líder de la Iglesia. ¿Cómo es posible que me falten el respeto? Se enojan por cosas sin importancia. Por ejemplo: Un anciano de la iglesia estaba a cargo de la construcción de un local. Pero el vecino se quejaba sin razón, aun cuando todo estaba en regla. Entonces, este hermano se enojó y tuvo una discusión muy fuerte con la otra persona. Imagínense. Un anciano o una líder de la iglesia Manmin, discutiendo en frente de otros. El que es realmente siervo de Dios, no debe demostrar –al menos exteriormente- su disgusto. Sin embargo, esta persona no pudo soportar su amargura interior. ¿Les parece que esto tiene algún sentido? Claro que NO. El siervo que enseña la Palabra de Dios NO DEBE COMPORTARSE DE ESTA MANERA. Por favor: Ancianos, diáconos, líderes de la Iglesia NO SE ENOJEN. Aun cuando sus opiniones no sean compartidas por los demás en el servicio o en la obra de Dios, aun cuando crea usted que está en lo correcto, NO SE ENOJE- REPITO- NO SE ENOJE.
Saben algo hermanos. Si no se enoja, sus manos van a estar quietas. Sin embargo, cuando alguien se disgusta inmediatamente sus manos comienzan a agitarse. No quiere decir que esté golpeando a la otra persona. No obstante, levanta sus manos. Cuando alguien se enoja, levanta no solo la voz sino también sus brazos y manos. Y también su cuerpo comienza a agitarse por la cólera. Esto significa que su enojo está creciendo. Algunos en ese momento piensan: "Debo controlarme. Y romper con este carácter violento." Y logran echar fuera esa ira. Sólo entonces el Espíritu podrá controlarlo y será bendecido. No importa lo mucho que pueda sembrar, Dios esperará hasta ese último instante en el que, en verdad, desee echar fuera esa maldad de su corazón y ser lleno del Espíritu. Entonces, Dios le bendecirá.
Si realmente ama a Dios, deberá despojarse de toda maldad y ser lleno del Espíritu. Entonces, todo lo que ha sembrado le será retribuido al 30, 60 100 y más veces.
Incluso si llega a enojarse porque su fe todavía es débil, no deberá guardar ese enojo hasta el día siguiente sino echarlo fuera. Si está todavía enojado al día siguiente es que aún se encuentra en el 2do nivel de fe. Ahora bien. Supongamos que está en el 3er nivel de fe, no tendría ninguna razón para estar molesto todo el día por algo que ya pasó. Ni siquiera por un momento debería estar disgustado
Esto quiere decir que deberá hacer constantemente su mayor esfuerzo, de acuerdo a su nivel de fe, para echar fuera toda maldad de su corazón, incluyendo el resentimiento y el temperamento violento.
Si se ha despojado de toda esa falsedad, no habrá maldad en usted y no guardará en lo absoluto nada de rencor ni de odio. Entonces, jamás se enojará porque ya no habrá que sacar de su carácter nada de odio ni de rencor.
Estimado Público y Hermanos en Cristo:
Se ha preguntado alguna vez si en el cielo deberá tener paciencia. En el cielo no habrá lágrimas, ni tristeza, ni dolor. Porque en el cielo no habrá nada de maldad sino sólo bondad y amor. No odiará ni se enojará con nadie y no tendrá temperamento violento. Por eso, no tendrá necesidad de reprimir ni controlar sus emociones.
Cuando vaya al cielo, no existirán los diferentes idiomas que ahora hay en la tierra. No serán necesarios. Desparecerán. ¿Y que hay del odio? Como no habrá odio, ni siquiera existirá esa palabra. Y como no necesitaremos ser pacientes, los términos como celos, envidia, etc. desaparecerán de nuestro vocabulario. ¿Por qué? Simplemente porque en el cielo nadie envidiará a su prójimo, ni le tendrá celos. Muchas de las palabras que ahora usamos y conocemos en esta tierra, simplemente desaparecerán de nuestro léxico. Cuando entremos al cielo, toda palabra carnal desaparecerá.
Por cierto, Dios no tiene que ser paciente en nada, porque Él es la imagen mismo del amor. La razón por la que la Biblia dice que el amor es paciente, es porque, como seres humanos, tenemos alma, pensamientos y una determinada forma de pensar. Dios nos quiere ayudar a entender Su Palabra. Mientras mayor sea la parte de bondad que una persona tenga en su corazón no necesitará ser paciente, ya que no habrá maldad en ella.
¿Y que me dice usted? ¿Con cuantos hermanos o hermanas necesita ser paciente? Entre más se haya despojado de la maldad y haya cultivado la bondad, necesitará menos ser paciente. En la medida en que tenga amor espiritual, estará más dispuesto a ser paciente con aquellos que tienen alguna debilidad, y podrá -pacientemente y en paz- esperar con amor a que cambien.
Si se encuentra en una situación en la que tiene que ser paciente con alguien ya sea que quiera o no, por favor aférrese a la palabra de verdad y confíe en el amor de Dios, para que pacientemente sobrelleve y supere cualquier circunstancia.
Entonces, la verdad llenará y ministrará su corazón y su amor espiritual crecerá. La naturaleza pecaminosa oculta en lo profundo de su corazón sólo podrá ser echada fuera si está lleno del Espíritu Santo y si ora intensamente en el Espíritu.
Al mismo tiempo, deberá esforzarse por mirar a esa persona; a quien le tiene odió, con ojos de amor y tratarla con bondad. Esto es tan importante como lo anterior.
A través de este proceso, el odio desaparecerá y llegará a amar a esa persona. Se sentirá tan feliz que le parecerá estar en el cielo.
Nuestro Señor Jesús dijo en Lucas 17:21, segunda parte: "...porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros"
Generalmente se dice que cuando uno es feliz es como si estuviera en el cielo. De la misma manera, cuando se dice que el reino del cielo está entre nosotros, se refiere a que uno ha desechado toda falsedad del corazón y lo ha llenado con la verdad, el amor y la bondad.
Entonces ya no necesitará ser paciente, porque siempre estará feliz y gozoso y lleno de gracia, pues ama a todos los que están a su alrededor. Nuestro Padre y Dios se regocija mucho cuando Sus hijos son buenos y abundan en amor.
Y en Hechos 13:22 nos dice: "Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero"
David fue un hombre conforme al corazón de Dios. Ahora bien. ¿Cómo tuvo David un corazón conforme al de Dios? David no se opuso al malvado, sino que lo trató con bondad. Al igual que Jesús, quien nos pidió que pusiéramos nuestra mejilla izquierda cuando alguien nos golpeara en la derecha.
En el caso de David, el rey Saúl procuró matarlo desde el momento en que fue exaltado y favorecido por el pueblo más que él. David tuvo que huir de Saúl y pasó por muchas dificultades. En el Capítulo 24 de 1ra de Samuel vemos al rey Saúl persiguiendo a David, quien había huido al desierto de En-gadi. Saúl siempre enviaba al ejército para perseguir a David. Y en esta ocasión, también iba al mando de su ejército.
En un momento de descanso en la persecución, Saúl entra a la cueva donde se había escondido David y sus seguidores. El rey Saúl y sus hombres no sabían que David y sus partidarios estaban en la parte más profunda de la cueva. Era una excelente oportunidad para que David acabara con Saúl.
Si alguna vez visitan Israel, se darán cuenta que en las montañas hay muchas cuevas. La Biblia incluso nos menciona el monte de la transfiguración. En la Revista o MAGACIN MANMIN de nuestra Iglesia hemos visto que este monte tiene 700 metros de altura. En realidad no es tan alto. Incluso en Corea tenemos montañas más altas. Sin embargo, la Biblia nos menciona que el Monte de la Transfiguración es alto. ¿Por qué? ¿Sabe la razón? Si van a Israel se darán cuenta del por qué. Y es que en Israel no hay muchas montañas de gran altura. Sólo en Monte Sinaí es alto. Excepto este monte, no hay montañas grandes. Por eso en Israel al Monte de la Transfiguración, se le considera una montaña alta. La Biblia es absolutamente correcta. Como no hay montañas de gran altura en Israel, la Biblia nos dice que ese monte era alto.
Volviendo a la prédica: En el versículo 4 del mismo capítulo 24 de 1ra de Samuel, los hombres de David le dijeron, "He aquí el día de que te dijo Jehová: He aquí que entrego a tu enemigo en tu mano, y harás con él como te pareciere". Le pedían a David que matara a Saúl. Los generales y partidarios de David tenían maldad en su corazón. Si David hubiera tenido siquiera un poco de maldad, se hubiera dejado llevar por sus generales.
Entonces-continúa el relato- David se levantó, y mientras Saúl dormía, sin que nadie se diera cuenta, cortó el borde de su manto. David no le hizo ningún daño a Saúl y sin embargo su conciencia le perturbaba por haber cortado la orilla del manto de Saúl. David sabía que Dios había abandonado a Saúl. Aun así, continuaba siendo el rey ungido. David no quería ser el causante de la muerte de Saúl. Aun cuando Dios lo había dejado, era todavía el ungido. Y David tuvo que detener a sus hombres que querían matar a Saúl diciendo, "Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová".
Después de esto, cuando Saúl se levantó y salió de la cueva para seguir su camino, David le llamó diciendo, "¡Mi señor el rey!". Y cuando Saúl miró hacia atrás, David le saludó inclinando su rostro hacia el suelo.
A partir del versículo 9 en adelante, David le llama a Saúl "¡Padre mío!" y le dice que no tiene la mínima intención de matarlo. Saúl persiguió al inocente David para matarlo. Y sin embargo David se humilló a sí mismo llegando a calificarse como un perro muerto y como una pulga.
Este buen accionar y estas buenas palabras de David tocaron el corazón malvado de Saúl. Los siguientes versículos 16-17 citan, "Y aconteció que cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David?". Luego Saúl alzó su voz y lloró. Y le dijo a David, "Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal."
El bien siempre triunfa sobre el mal. La mayoría de los hombres malvados son tocados por la bondad y el amor.
Les cuento algo: Es el caso del hijo de un hombre millonario. No obstante el padre no quería ayudarlo. Creo que no confiaba en su hijo. Pero al final, como se trataba de su hijo, le ayudó. Compró un edificio e invirtió en el negocio de su hijo. Sin embargo el negocio no tuvo el éxito esperado y por eso el hijo vino a verme. Tenía miedo que su padre le pidiera que devolviera el edificio. Y por eso, quería venderlo. Lo exhorté a que devolviera el edificio a su padre si se lo pedía, ya que le pertenecía a él.
Incluso si se lo había regalado, continué diciéndole, si se lo pedía, debía devolvérselo. Entonces, le dije, el corazón de su padre será tocado y pensará: "Antes no podía confiar en mi hijo, pero estaba equivocado. Aun cuando este edificio representa todo su capital, en cuanto se lo he pedido me lo ha devuelto." Y su padre se arrepentirá por no haber creído en usted. Le explique que su padre sería impactado de esta manera.
No le he preguntado cuál fue el resultado de todo esto, pero pienso que todo le ha ido muy bien. Si ha seguido mi consejo, y debido a esa muestra de bondad, Dios le habrá bendecido aun mucho más en su negocio. Incluso su padre le habrá ayudado dándole más dinero que antes. Si escoge comportarse con bondad, Dios le ayudará.
Volviendo al mensaje: David conmovió, con su amor paciente y sufrido, el corazón malvado de Saúl. Por eso, Dios dijo que David tenía un corazón conforme al suyo y lo designó como el próximo rey de Israel. A través de David, Dios prosperó a Israel.
Dios nunca olvida sus buenas acciones, más bien le retribuye todo aquello que ha hecho. Aún más, hace que Su reino prospere por las buenas acciones de Sus hijos.
Desde su fundación, los miembros de la Iglesia Central Manmin y yo hemos sido humillados, perseguidos y acusados sin razón. Y todo porque aquí se manifiestan señales, prodigios, milagros y el poder de Dios. Sin embargo, nosotros jamás nos hemos quejado ni hemos condenado a los que nos han perseguido, sino más bien los hemos tratado con bondad y con amor paciente, precisamente como Dios nos dice que amemos a nuestros enemigos.
Permanecer en silencio contra esa gente malvada, tal vez parecía ser al principio una pérdida de tiempo y algo tonto, pero nuestro Padre nos ha retribuido con creces, manifestando en esta Iglesia las maravillosas obras del Espíritu Santo y trayendo un gran avivamiento.
Queridos Hermanos y Amigos:
Dios realmente ama y se regocija con aquellos hijos que pueden demostrar paciencia y amor con quienes actúan con malicia en su contra.
Es porque Dios es Amor, tal como está escrito en Mateo 5:45: "Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos"
Dios incluso anhela y espera que el malvado cambie, y por esa inmensa paciencia que tiene para con el ser humano, Él hace salir el sol aún sobre los malvados y hacer llover también sobre ellos. Él es el Dios de toda Misericordia y de Amor Incondicional.
Si paga mal por mal, será llamado malvado como cita el Salmo 37:8. Que dice: "Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo." Por eso, el quejarse lo hace ser una persona malvada. Pero si perdona y ama con paciencia a los malos, poniendo sus ojos sólo en Dios, quien de seguro le recompensará, heredará una bella morada; es decir, irá a un mejor lugar en el reino de los cielos como menciona el siguiente versículo 9: "Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra".
Es mi anhelo que todos ustedes hagan de este mensaje una esperanza viva en sus vidas y que, asimismo, llenen sus corazones con este amor espiritual.
¡Oro en el precioso nombre de nuestro amoroso Señor Jesucristo para que las numerosas almas que no creen ni conocen el verdadero amor, lleguen a sentir el amor de nuestro Dios y Padre; y así regresen al seno de nuestro Señor!
AMEN