• Apocalipsis 1

    [Apocalipsis 1:1-3 ]

    13-10-2006 | Rev. Jaerock Lee

    • Título: Mensajes sobre el Apocalipsis
      Lectura: Apocalipsis 1:1-3

      Apocalipsis 1:1-3
      [1] La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la dio a conocer, enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan
      [2] el cual dio testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todo lo que vio
      [3] Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

      Muchas personas viven sus vidas con sentimientos de inseguridad y de temor por el futuro incierto.

      Esto se debe a que ellos no tienen ni la menor idea de qué clase de cosas desafortunadas pudieran sucederles mañana.

      Hay incluso personas que viven en temor y en ansiedades pensando en los tiempos finales de este mundo.

      Se preocupan porque no saben cuándo y cómo la tierra será destruida por los desastres naturales y por otras calamidades. A medida que el final del mundo se acerca más y más, ellos tienen temor de vivir en tormento y en sufrimientos.

      Y, por supuesto, hay personas que son optimistas sobre el futuro de la humanidad. Sin embargo, la realidad que la humanidad enfrenta en la actualidad no deja lugar a ningún pensamiento optimista.

      Cambios extraños del clima, destrucción ambiental resultante del desarrollo industrial, y los desastres naturales, el número creciente de enfermedades terminales e incurables, enfermedades recién descubiertas, la moralidad que se está extraviando, crímenes que son cada vez más crueles e inhumanos, los conflictos internacionales entre tribus, naciones y religiones; todos estos factores provocan que las personas vivan cada día en temor e inseguridad.

      Por esta razón las personas están siempre curiosas sobre todo lo que tiene que ver con el mañana, y tratan de hacer sus propios planes para el futuro.

      Pero no hay nada que pueda predecir lo que sucederá en el futuro. No importa que tan bien las personas se preparen para enfrentarlo, ningún plan puede ser perfecto.

      Dios controla la vida y la muerte del hombre, la fortuna y la desgracia. Si Dios toma la vida de alguien, cualquier cosa que esta persona haya preparado en sus habilidades carnales, será inútil.

      Entonces, ¿Qué sucederá cuando el final de los tiempos esté cerca? ¿Cómo debemos prepararnos?

      La respuesta puede ser hallada en el Libro del Apocalipsis.

      Con el propósito de que todo aquel que lea y oiga esta palabra pueda ser despertado en estos últimos días y para que sea adornado para el esposo, el Señor permitió que los eventos que ocurrirían en los últimos tiempos fueran escritos.

      Él también nos habló de la Nueva Jerusalén, el mejor lugar de morada en el cielo para que nosotros podamos tener la esperanza de llegar a ese precioso lugar.

      En la actualidad no hay muchas iglesias que prediquen sobre el Apocalipsis.

      Dicen que como la palabra en el Apocalipsis de Juan es difícil de comprender y de interpretar, no debe ser leída casualmente. Hay casos donde ni siquiera tienen contacto con este libro.

      También hay personas que critican a los que proclaman que el tiempo está cerca como está escrito en la Biblia. Los condenan como si ellos fueran escatoligistas de tiempo limitado.

      Cuando una iglesia les dice a las personas que estén alertas y que se adornen como novias, la gente se aleja porque no les gusta esta enseñanza.

      Naturalmente ellos se mantienen alejados de la profecía escrita en el Apocalipsis, y las palabras que hablan sobre el final de los tiempos se vuelven más y más confusas.

      Pero la enseñanza de ‘Cómo comer el cordero’ la cual está escrita en Éxodo 12:9-10 nos dice claramente cómo debemos hacer de la palabra de Dios nuestro pan.

      Esta dice, “No comeréis nada de él crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas. Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego”
      Comer su cabeza y sus patas juntos con sus entrañas significa que debemos guardar en nuestro corazón toda la palabra de Dios, los 66 libros de la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, sin omitir nada de ella.

      No deben leer o escuchar solamente las palabras que son agradables a sus oídos. Desde Génesis hasta Apocalipsis, no debe omitir nada, sino que debe comer todo el cordero.

      También dice, “Y no dejaréis nada de él para la mañana, sino que lo que quede de él para la mañana lo quemaréis en el fuego”. Esto significa que deben convertir diligentemente la palabra de Dios en pan, y adornarse ustedes mismos antes que llegue la mañana, lo cual significa ‘antes que el Señor venga’.

      Por lo tanto, si usted es un hijo de Dios, tienen que leer y aprender las palabras en el Apocalipsis, y hacer pan de ellas.

      Una cosa que debe recordar es que, cuando haga pan de la palabra de Dios, no debe interpretarla carnalmente.

      2 Pedro 1:20-21 dice, “Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios”
      Por lo tanto, cuando ustedes ‘coman el cordero’ ‘asado al fuego’ lo que esto significa es que deben comerlo asado con el fuego del Espíritu Santo.

      Ya que la palabra de Dios fue escrita en al inspiración del Espíritu Santo, deben leerla y escucharla en la inspiración y la llenura del Espíritu Santo.

      Yo mismo he acumulado innumerables oraciones y ayunos con el propósito de interpretar la palabra de Dios en la inspiración del Espíritu Santo.

      Este mensaje sobre el Apocalipsis puede ser llevado a ustedes porque Dios interpretó las palabras de este libro en respuesta a mis oraciones y ayunos.

      Una vez prediqué sobre el Apocalipsis en 1986.

      Por ser las palabras de profecía tan importantes y profundas, Dios me dijo que enseñara sobre el Apocalipsis en tres ocasiones.

      Pero ya no me queda tiempo para enseñar sobre esto una vez más. Así que, cuando les predique sobre estos segundos mensaje sobre el Apocalipsis, me prepararé muy bien con oraciones, y les daré enseñanzas profundas y detalladas como si lo estuviera haciendo por tercera vez.

      Además, les enseñaré sobre la relación con otras profecías del Antiguo Testamento para que los miembros de esta iglesia puedan comprender claramente las cosas que se llevarán a cabo en el futuro.

      Aún cuando estas preciosas palabras sean descifradas, lo más importante es su corazón y su actitud.

      En primer lugar, tienen que reconocer cuan bendecidos son al llevar una vida Cristiana que en sí misma es una condición para bendición.

      No importa cuan valioso sea algo que le han obsequiado, sería un desperdicio si usted no reconoce su verdadero valor.

      Así que, si hace de cada palabra algo precioso, reconoce su valor, y está agradecido con Dios por el hecho que Él interpreta la palabra de la profecía, entonces esto será verdaderamente valioso y significativo.

      Segundo, así como las palabras de la profecía en Apocalipsis son explicadas, tienen que reconocer que el tiempo está cera.

      Por lo cual, el hecho que Dios esté explicando las palabras del Apocalipsis en este momento impone un sentido espiritual muy revelador.

      Ya que no tenemos mucho para el final, Dios quiere que ustedes sean despertados y se preparen mejor para darle la bienvenida al Señor.

      Y como han presenciado la forma en que Dios ha cumplido Su providencia a través de esta iglesia en estos tiempos finales, y que esto se ha vuelto en una gran fe en ustedes, Dios desea que muchos puedan avanzar hacia la Nueva Jerusalén.

      Puedan ustedes comprender el corazón y la voluntad de Dios Padre, caminar en el fluir del Espíritu a través de estos mensajes sobre el Apocalipsis, y avanzar con esperanza y júbilo, ¡Yo oro en el nombre del Señor Jesucristo!

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

      “Juan” es conocido como el escritor de este libro del Apocalipsis, según está escrito en los versículos 1 y 9 del capítulo 1.

      Y este hombre “Juan”, es el Apóstol Juan, uno de los 12 apóstoles de Jesucristo.

      Se dice que el Apóstol Juan escribió el Evangelio de Juan, y los libros 1, 2, y 3 de Juan.

      En muchas partes del Evangelio de Juan, él se señala a sí mismo como ‘el discípulo amado de Jesús’.

      El Señor Jesús hizo que el Apóstol Juan, el discípulo que Él amaba, escribiera el libro de Apocalipsis, el cual contiene tantas cosas importantes.

      Sin embargo, el Señor no le dio estas profundas palabras de profecía al Apóstol Juan solamente porque era el discípulo qué Él amaba.

      A fin de que el Apóstol Juan recibiera estas profundas palabras de revelación, él tuvo que estar bien calificado para recibirlas.

      El requisito es estar santificados por medio de desechar toda forma de maldad, y tener un corazón que refleje el del Señor.

      Entonces, cuando él ofrece oraciones fervientes y llenas de fuego, podrá pasar el umbral del reino espiritual, y recibir las palabras secretas de la profecía en una comunicación espiritual.

      El apóstol Juan era el que estaba calificado según esta condición.

      En el año 95 D.C., cuando el Emperador Romano Domiciano, persiguió grandemente a los Cristianos, el Apóstol Juan fue arrestado y lanzado en una olla de aceite hirviendo.

      Sin embargo, él sobrevivió a este incidente.

      Entonces aquellos que habían tratado de matar al Apóstol Juan lo desterraron a una isla, llamada ‘Patmos’.

      Mientras estaba en la isla de Patmos, el Apóstol Juan escribió el libro del Apocalipsis.

      Sin embargo, hay algunos Cristianos que consideran que esta historia de que el Apóstol Juan sobrevivió a la olla de aceite hirviendo es pura ficción.

      Esto se debe a que ellos no pueden creer el hecho que un hombre pueda sobrevivir a la inmersión en aceite hirviendo sin rasgos ni cicatrices.
      Pero cuando le oré a Dios con referencia a esto, Dios me dijo que esta era un historia verdadera.

      Si ustedes buscan en el Libro de Daniel, los tres amigos de Daniel fueron lanzados a un horno de fuego que fue calentado siete veces más de lo normal, y ellos sobrevivieron sin sufrir ningún daño.

      Daniel 3:27 dice, “Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos habían sufrido daño alguno, ni aun olor del fuego había quedado en ellos”.

      El Señor quien es el mismo ayer, hoy y siempre pudo obrar no solamente con los tres amigos de Daniel sino también con el Apóstol Juan, y puede seguir obrando hoy en día.

      Pero el problema es que es muy difícil encontrar a alguien que pueda recibir un obrar como este de parte del Señor; es decir sobrepasar incluso la muerte de una persona.

      Así como el Apóstol Juan dice en 1 Juan 5:18, “Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios le guarda y el maligno no lo toca”, el Apóstol Juan fue uno de los que pudo ser protegidos por Dios.

      Por esta razón él pudo ser salvado incluso de una situación que pudo ocasionarle la muerte. Y es por esto que el Señor le dio las palabras de profecía al Apóstol Juan, quien estaba calificado a la vista de Dios, y Él le permitió escribirlas.

      Según la gente carnal que desterraron al Apóstol Juan a la isla de Patmos, todas estas cosas fueron hechas como ellos desearon, pero fueron cumplidas por Dios supervisando a estas personas de acuerdo a Su providencia.

      Dios arregló todas las cosas para que el Apóstol Juan pudiera ser completamente separado del mundo, entregarse a sí mismo a la oración, y comunicarse en el reino espiritual para poder recibir la revelación de Dios.

      De la misma manera, las personas carnales podrán pensar que las cosas son hechas de acuerdo a como ellos quieren. Pero cumpliendo el obrar de Dios, Él controla incluso a estas personas, y hace que todo sea para bien de tal manera que, hasta estas personas carnales puedan ser usadas como instrumentos.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

      El versículo 1de Apocalipsis dice que esta es “la revelación de Jesucristo’.

      Esto explica de quien proviene la revelación, y cómo la revelación pudo ser entregada.

      Ahora, ¿Qué es revelación?

      Esto es, ‘algo que, en la inspiración del Espíritu de Dios, ayuda a las personas a conocer y comprender la verdad de Dios que de otra manera no puede ser entendida’.

      Así como en Jeremías 33:3 dice, “Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces”, cuando un hombre que es apropiado y calificado ante los ojos de Dios clama en su oración, él puede comunicarse y recibir revelación en una inspiración.

      En la época del Antiguo Testamento el Espíritu Santo no estaba sobre la personas y el Espíritu de Dios movía a los profetas de ese tiempo dependiendo en cual era la voluntad de Dios para llevar a cabo su obrar y ellos recibían la revelación en la inspiración del Espíritu de Dios, y aquellos del tiempo del Nuevo Testamento, en la inspiración del Espíritu Santo.

      Además, cuando la revelación es proclamada, se convierte en la palabra de profecía.

      Ahora, la escritura de esta noche nos dice que esta es la revelación de Jesucristo. Esto significa que la revelación que Apóstol Juan recibió pudo ser posible por Jesucristo, y ésta vino de Jesucristo.

      Originalmente Adán, el primer hombre que Dios Creó, podía comunicarse con Dios todo el tiempo.

      No había necesidad de revelación; Adán podía aprender siempre todas las cosas directamente de Dios.

      Pero después que él pecó, la situación cambió.

      Debido a que el espíritu de Adán y de todos sus descendientes murió, ellos ya no pudieron comunicarse con Dios, quien es Espíritu.

      De allí que, Dios hizo que algunas personas que eran apropiadas a la vista de Él recibieran la inspiración del Espíritu de Dios y se comunicó con ellos a fin de permitir que las personas conocieran Su voluntad para guiarlos.

      Pero después que Jesús vino a esta tierra y tomó nuestros pecados para convertirse en una ofrenda de paz por nosotros, la situación cambió de nuevo.

      La barrera que solía estar entre Dios y las personas se calló, y el espíritu muerto revivió después que las personas recibieron el Espíritu Santo. Ellos están ahora conectados de nuevo con Dios, quien es espíritu.

      En otras palabras, debido a Jesucristo, fue posible tener de nuevo comunicación con Dios.

      Por lo tanto, cualquiera puede comunicarse con Dios si es un hijo de Dios por medio de recibir el Espíritu Santo. Y también es posible recibir la revelación si está calificado según la voluntad de Dios.

      1 Corintios 14:26 dice, “¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación”

      Aquí claramente dice que hay una revelación cuando las personas se reúnen en el nombre del Señor.

      En estos días del Espíritu Santo, la revelación llega por la inspiración del Espíritu Santo. Y la revelación es posible solamente por Jesucristo. De allí que el Apóstol Juan escribió que esta es la revelación de Jesucristo.

      Pero todo esto es solamente de Dios, y es por eso que el Apóstol Juan dice lo siguiente, ‘que Dios le dio’.

      Así como dice en Mateo 11:27, “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”, Dios nos dio la revelación solamente por Su hijo, Jesucristo.

      Y por medio de la revelación, Dios quiere que nosotros, como Sus hijos, conozcamos y aprendamos con más claridad sobre el Padre.

      A Dios no le agrada la idea de que Sus hijos no conozcan muy bien de Él o que le conozcan vagamente. Dios desea que Sus hijos se conviertan en hijos verdaderos que conozcan y comprendan bien y claramente sobre su Padre.

      Entonces, Dios busca a un hijo que pueda recibir la revelación de acuerdo con el deseo de Dios Padre y de Su hijo.

      Y cuando Él encuentra alguien que está calificado para recibir la revelación, hace que Su voluntad sea anunciada por medio de esta persona.

      La escritura de esta noche dice, ‘para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto’. De tiempo en tiempo Dios ha permitido que Su gente apropiada conozca de ante mano las cosas que se llevarán a cabo en la providencia de la cultivación humana.

      Es justo como dice en Amós 3:7, “Ciertamente el Señor DIOS no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas”

      Entonces, ¿Por qué Dios no nos permite conocer con anticipación cosas tan importantes como las que sucederán cuando el Señor regrese para llevarnos y cuando este próximo el final?

      Dios le dio al Apóstol Juan una clara revelación sobre estas cosas, y para este trabajo, Él envió a un ángel.

      La escritura dice, ‘y la dio a conocer, enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan’.

      Hay diferentes clases de ángeles en el cielo.

      Hay ángeles como soldados; hay ángeles como siervos; hay ángeles que alaban y tocan música, y otros que administran.

      Así como hay diferentes oficiales que tienen a cargo diferentes obligaciones en un país, en el vasto y enorme cielo, hay innumerables clases de ángeles y ellos realizan las tareas que les han sido asignadas.

      Hay órdenes y rangos en el mundo de los ángeles; hay ángeles ordinarios, hay ángeles que están a cargo de estos ángeles ordinarios; y hay arcángeles que son como los ministros de un gobierno.

      Judas 1:9 menciona sobre el arcángel Miguel, y Lucas 1:19 dice, ‘Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios’. Aquí Gabriel es también un arcángel.

      Hay innumerables ángeles en el cielo, pero no cualquiera de ellos puede estar en la presencia de Dios.

      Cuando un ángel está en la presencia de Dios, esto significa que el ángel es un líder. Un líder de los ángeles es un arcángel.

      Y hay muchos otros arcángeles a parte de Miguel y de Gabriel de quienes habla la Biblia.

      Ya que la revelación entregada al Apóstol Juan era muy importante, Dios escogió y envió un arcángel que pudiera comprender el corazón y la voluntad de Dios y entregarla correctamente.

      Es similar a la forma que el presidente de un país selecciona y envía alguien que verdaderamente pueda comprender la voluntad y el corazón del presidente y poner esto en acción, cuando el presidente desea manejar algo importante por medio de la mano de otra persona.

      Al mismo tiempo, el presidente selecciona alguien que también está en una posición de autoridad.

      De la misma forma, Dios escogió y envió un arcángel que estaba en tal posición.

      En el Libro de Apocalipsis se escribió claramente sobre la voluntad y la providencia de Dios, y sobre las cosas que pronto ocurrirán, con la revelación que Dios envió por medio del arcángel y con la visión que vio el Apóstol Juan.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

      La escritura de esta noche dice que las cosas escritas en el Apocalipsis son ‘las cosas que tiene que suceder pronto’.

      Algunos podrán estar curiosos y podrán decir, “El Libro de Apocalipsis fue escrito hace 1,900 años, y en esa época, las cosas eran ‘las cosas que tienen que suceder pronto’. Entonces, ¿Por qué no han ocurrido aún? ¿Por qué el Apóstol Juan escribió que las cosas pronto sucederían aún cuando todavía no han sucedido?”.

      Pero, fue Dios, el Señor de los Ejércitos, no un hombre quien dijo ‘el tiempo está cerca’ y ‘las cosas que tienen que suceder pronto’.

      No solamente en esos días sino también en estos días, sin importar cuanto tiempo vivan las personas, es difícil vivir más de 100 años.

      Y hay probabilidades de que las personas no tengan siquiera idea de los sucede en la actualidad, ni de lo que sucederá en el futuro, un mes o un año más adelante.

      Por lo tanto, si Dios llama y se lleva su alma y su espíritu, este es ‘el tiempo’ y este el tiempo de que las cosas se cumplan.

      Así que, todo aquel que lea y oiga estas palabras de la profecía debe estar listo para este momento aún cuando no sepan cuando va ha suceder.

      Aquellos que dicen, “¿Por qué el tiempo no ha llegado aún desde que el Señor dijo que el tiempo pronto llegaría?” Ya ha llegado ‘el tiempo’ (esto estaba designado).

      Entonces, ustedes tienen que guardar en su corazón que su tiempo está siempre cerca.

      Cuando Dios llama mi alma y mi espíritu, todo se cumple justo en ese momento, en ‘el tiempo’.

      El final de los tiempos cuando las cosas escritas en el Apocalipsis se llevarán a cabo está a la vuelta de la esquina. Muchas señales de los tiempos finales se están cumpliendo en cada lugar de la tierra.

      Así como el versículo 3 dice, “Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca”, puedan todos ustedes poner atención y aguardar por las cosas que escuchan, y ser bendecidos, ¡Yo oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo!

      [Amén]


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