• Apocalipsis 3

    [Apocalipsis 1:4-8]

    27-10-2006 | Rev. Jaerock Lee

    • Apocalipsis 1:4-8
      [4] Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono,
      [5] y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre
      [6] y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
      [7] He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
      [8] Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

      Encontrarán la palabra ‘trono’ en la lectura de esta noche. Pero no deben tomar este trono como una simple ‘silla’.

      El trono donde se sienta Dios es realmente espectacular.

      1 Reyes 22:19 dice, “Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda”

      Junto con los arcángeles, innumerables seres celestiales, ángeles, querubines, y otros seres más están a la derecha y a la izquierda de Dios.

      Además, así como pueden hallar en Apocalipsis Capítulo 4, alrededor del trono están los 24 tronos de los ancianos, y delante del trono está algo como un mar de vidrio semejante al cristal.

      Y en el centro y alrededor del trono están cuatro seres vivientes mostrando una apariencia majestuosa.

      Pero aún más espectaculares que todas estas cosas ya mencionadas, están las grandiosas luces que salen del trono, y el arcoiris que lo rodea.

      Luces inexpresablemente claras y brillantes de diferentes colores que son emanadas del trono, y la brillantez de las luces emitidas por el arcoiris que rodea el trono.

      El apóstol Juan vio este trono de Dios en su visión.
      Y vio los siete Espíritus, de los cuales les hablé brevemente en el mensaje anterior.

      Les dije que los siete Espíritus son los Espíritus que proceden de Dios. Ellos son el corazón de Dios, y observan todas las cosas con el mismo corazón de Dios.

      Cada Espíritu representa uno de los muchos aspectos del corazón de Dios, y escudriñan y miden la vida creyente individual desde el punto de vista de estos 7 aspectos, y deciden lo referente a las respuestas y a las bendiciones.

      Ellos son como una escala para medir, a fin de obtener una respuesta. Estos siete Espíritus miden la fe de un individuo, y cuando es apropiado según los estándares que Dios ha establecido, la respuesta es dada al individuo.

      Las categorías que los siete Espíritus miden son fe, gozo, oración, agradecimiento, obediencia a los mandamientos, fidelidad y amor. Todas estas serán explicadas en detalle cuando lleguemos al capítulo 5 de Apocalipsis.

      Ahora, los versículos 5 y 6 dicen, “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.”

      Aquí, ‘el testigo fiel, el primogénito de los muertos’ se refiere al Señor, Jesucristo.

      Jesús es el Señor quien fielmente obedeció y administró Su deber dado por Dios, al punto que Él fue crucificado sobre la cruz en obediencia a la voluntad de Dios.

      Él es el verdadero ejemplo de ‘fidelidad’.

      Espero que ustedes tomen este momento para revisar si son testigos fieles de Dios, y para examinar que tan bien se han dedicado a Dios.

      Tienen que mirar hacia atrás a su pasado y ver que tan valiosos han considerado sus deberes asignados por Dios, y que tan bien se han conducido en su posición, y que tan fielmente han cumplido con sus deberes.
      .
      Si realmente aman a Dios Padre, tienen que seguir el ejemplo del Señor quien fue fiel al punto de sacrificar Su vida.

      Cuando Jesús obedeció a Dios sacrificando Su vida a fin de ser fiel a la vista de Dios, Dios mismo trajo de nuevo a Jesús a la vida de los muertos.

      El Señor se convirtió en el Primer Fruto de la Resurrección.

      ¿Cómo creen ustedes que Dios trató al Señor, quien fue obediente hasta la muerte, y quien resucitó de entre los muertos?
      Filipenses 2:9-11 dice, “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
      La escritura de esta noche también dice que el Señor se convirtió en ‘el soberano de los reyes de la tierra’.

      Un rey representa a un país y es la cabeza de su pueblo.

      Por lo tanto, ‘el soberano de los reyes de la tierra’ significa que Él es el Rey de reyes y el Señor de señores.

      Aún cuando Él era el Rey de reyes y el Señor de señores, sin embargo, no buscó de ser servido, ni hizo alarde de Sí mismo.

      Para ser llamado verdadero rey, en lugar de buscar ser servido o de alardear de su autoridad, el rey buscará fuertemente la prosperidad de su pueblo.

      Deseará traer la paz y la felicidad a su gente aún sacrificándose a sí mismo.

      Este es el verdadero rey.

      Jesús vino a la tierra, sacrificó todo lo que tenía solamente por nosotros, y nos trajo gracia y paz.
      Él dice en Mateo 11:28-30, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”
      Debido a que usted tiene odio en su corazón, se siente angustiado. Y por su arrogancia, siente agonía. Y como tiene la carga del pecado, no puede tener paz o tranquilidad en su corazón.

      Entonces, Jesús tomó nuestra pesada carga del pecado, y fue crucificado en la cruz. Y es por esto, que nosotros llegamos a tener un camino para la verdadera paz.

      Debido a que toda la gente que ha aceptado al Señor como su Salvador ha llegado a conocer el verdadero amor de Dios, ellos tienen que desechar el ‘YO MISMO’ y echar fuera uno por uno los sucios y feos pecados, y ponerlos delante del Señor.

      Un verdadero camino para que nosotros seamos salvos del pecado pudo ser posible gracias al derramamiento de la sangre de Jesús y por Su muerte en la cruz.

      Ahora, la escritura de esta noches dice, “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre”

      ‘Nos ha hecho reyes’ significa que el reino de Dios está establecido dentro de los corazones de la gente que ha recibido al Espíritu Santo y que se han convertido en hijos de Dios.

      Cuando ustedes y yo aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador, nuestros pecados son perdonados, y recibimos al Espíritu Santo como un regalo.

      Luego, nuestro cuerpo se convierte en Templo Santo donde mora el Espíritu Santo de Dios.

      Y nuestro corazón que guarda al Espíritu Santo se convierte en el reino de Dios.
      Lucas 17:20-21 dice, “Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”
      Además, la iglesia donde entran los cuerpos santos que tienen el reino de Dios en sus corazones también se convierte en el reino de Dios.

      Luego, dice la escritura, ‘nos ha hecho sacerdotes’. Podrán preguntarse si esto aplica solamente a los siervos de Dios de estos días, por la palabra ‘sacerdotes’. Pero todos ustedes pueden convertirse en ‘sacerdotes’.

      1 Pedro 2:9 dice, “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

      En otras palabras, usted, como un hijo de Dios, puede convertirse en linaje escogido, real sacerdocio, y en nación santa donde existe el Espíritu Santo. Puede convertirse en pueblo adquirido por Dios.

      Luego, ¿Cómo pueden todos convertirse en sacerdotes?

      Antes que Jesús muriera en la cruz, solamente los sacerdotes podían entrar en el templo.

      La gente ordinaria no podía entrar al santuario, sino solamente adorar en el patio exterior del templo.

      Pero cuando Jesús murió en la cruz, el velo del templo fue rasgado en dos partes.

      Marcos 15:38 dice, “Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo”

      A partir de ese momento, la gente ordinaria ha podido pasar al interior del templo, que es el santuario de la iglesia en la actualidad, y ofrecer allí su adoración.

      Debido al Espíritu Santo, que mora en el interior del corazón, todos nosotros nos convertimos en sacerdotes que pueden comunicarse con Dios directamente.

      Por lo tanto, no sólo los siervos de Dios, sino también todas las otras personas que han recibido al Espíritu Santo pueden convertirse en sacerdotes.

      Pero hay un significado diferente cuando la Biblia dice, “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre”.

      Esto significa que los hijos de Dios serán usados para el reino de Dios de acuerdo a sus propias vasijas.

      El cuerpo de Cristo, donde el reino de Dios está establecido, está dentro de la gente que forma la iglesia y ellos son usados para el reino individualmente.

      Hay personas que son usadas como sacerdotes, pero también hay otros a quienes se les han entregado diversos deberes y posiciones, y son usados apropiadamente en el reino de Dios.

      Desde que el Apóstol Juan reconoció este hecho, él confesó que deseaba la gloria y el imperio por los siglos de los siglos para el Señor quien salvó a los pecadores, quien los hizo nación santa y sacerdotes, y que los bendijo para que fueran usados para el reino de Dios.

      Por supuesto, la gloria y el imperio no son para el Señor solamente porque el Apóstol Juan deseaba que así fuera; es natural que las personas sean del Señor. Pero al hacer esta confesión, él expresó cuan desesperadamente lo deseaba, y cuanto se complacía en ello.

      El versículo 7 dice, “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”.

      Cuando el Señor regrese para llevarnos, Él vendrá en las nubes. Las nubes no son nubes ordinarias.

      Estas son las nubes de gloria la cuales son bellas y resplandecientes.

      Después que el Señor resucitó, cuando estaba ascendiendo al cielo, Hechos 1:9 dice, “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos”. Luego en el versículo 11, dos ángeles dijeron a la gente que estaban con sus ojos puestos en el cielo, “Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”

      El Señor que ascendió a las nubes de esta forma vendrá con estas nubes. Es por eso que la lectura de esta noche dice, “He aquí que viene con las nubes”.

      Como está escrito en 1 Tesalonicenses 4:16-17, el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios.

      Luego los muertos en Cristo resucitarán primero, y las personas que estén vivas y que hayan aceptado al Señor como su Salvador, serán arrebatos junto con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire.

      Likewise, the Lord’s ascending into the sky and the descending in the air are very closely related with the clouds. The fact is that the clouds play a role like a tunnel which connects the fleshly world to the spiritual realm.

      Además en los tiempos del Antiguo Testamento, cuando Dios descendía, las nubes ciertamente aparecían junto con Él.

      Cuando el Señor regrese en el aire, Él vendrá en las nubes. Y en la escritura de esta noche leemos, “y todo ojo le verá”.

      Esto significa que ya sea que las personas sean creyentes o no, todos verán al Señor viniendo entre las nubes.

      No digo que toda la gente verá la venida del Señor directamente con sus ojos físicos. Sino que todos conocerán de la Segunda Venida y de que el Señor ha regresado.

      Hay alguno que dirá, “La Biblia dice ‘el día del Señor vendrá como un ladrón’, ¿Cómo es que toda la gente sabrá sobre esto?”

      Por supuesto, la Biblia dice el día del Señor vendrá como un ladrón.

      2 Pedro 3:10 también dice, “Pero el día del Señor vendrá como un ladrón”

      Pero esto aplica solamente para aquellos que no están listos para reunirse con el Señor.

      Aquellos que no tienen aceite par sus lámparas, en otras palabras, quienes no se adornaron para el Señor, Él vendrá en un tiempo inesperados así como un ladrón.

      Apocalipsis 3:3 dice, “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. Esto dice que el Señor vendrá como un ladrón, si no se arrepiente o si no se despierta.

      Por el contrario, 1 Tesalonicenses 5:4-6 dice, “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios”. Esto dice que el día del Señor no los sorprenderá a ustedes como un ladrón, si ustedes se despiertan, y si se adornan para reunirse con el Señor.

      Cuando Jesús vino a la tierra, Él fue pobre porque vino a tomar nuestros pecados. Pero cuando Él regrese en el aire, será majestuoso con toda la autoridad pues viene a recoger a los hijos de Dios que son salvos como el Rey de reyes y el Señor de señores.

      La escritura dice, “Incluso los que le traspasaron le verán; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por Él”. Aquí, ‘aquellos que le traspasaron’ no se refiere solamente a los que actualmente lo persiguieron y lo clavaron en la cruz.

      También se refiere a aquellos que persiguen a Jesucristo en la actualidad, aquellos que persiguen las iglesias y a los Cristianos, y a los que deshonran a Dios, que se oponen a Dios, y los que no creen en Dios.

      “Todos los linajes de la tierra” se refiere no solamente a los que no creen y que se oponen a Dios, sino también a los que no viven de acuerdo a la palabra de Dios, y a los que son como cizaña. Estos son los que harán lamentación por Él.

      Aquellos que no han creído en el Señor se lamentarán diciendo, “¿Por qué no acepté al Señor cuando fue evangelizado?” y “¿Por qué perseguí a los Cristianos?”. Los que no han vivido de acuerdo a la palabra de Dios aún cuando profesan que creen en Dios se lamentarán diciendo, “¿Por qué cometí los pecados que los inconversos cometen?”.

      Y la lamentación no se detendrá allí. Continuará durante los siete años de Tribulación, y en el fuego del Infierno después del juicio del Trono Blanco.

      No tiene que haber ninguno de ustedes que sea tan tonto como esa gente.

      El versículo 8 dice, “Yo soy el Alfa y la Omega”, dice Dios el Señor, “quien es y era y que ha de venir, el Todopoderoso”.

      Cuando muchas personas escuchan que Dios el Señor dice ‘Yo soy el Alfa y la Omega’, ellos creen que Dios es el principio y el fin.

      Creen que Apocalipsis 21:6 “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin”, y 22:13 “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin”, son iguales.

      Pero si realmente tienen el mismo significado, ¿Por qué Dios permitió que fueran repetidos en la Biblia?

      “Alfa y Omega”, “el primero y el último” y “el principio y el fin” tienen diferentes significados.

      Desde el principio, Dios no tiene primero ni último.

      Dios no tiene lo primero y lo último que lo carnal pudiera creer.

      Él estaba antes del principio, y estará después de la eternidad.

      Cuando este Dios dice, “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin”, tiene que haber un significado espiritual contenido en ello.

      Esta noche, les explicaré el significado de “Alfa y Omega”.

      Alfa y omega son la primera y la última letra del alfabeto Griego.

      Ellas son como la A y la Z del Español.

      Estas letras están directamente relacionadas con el desarrollo de la civilización.

      A fin de desarrollarse y para difundir la civilización, la gente tenía que tener ‘letras’ como una herramienta.

      La mayoría de las civilizaciones en la historia humana lograron grandes adelantos debido al descubrimiento de las letras.

      Por lo tanto, todas las letras, incluyendo Alfa y Omega, tienen un simbolismo representando todas las civilizaciones de la tierra.

      Y la primera y la última letra del alfabeto representan el principio y el final de toda la civilización.

      Cuando Dios se llama a Sí mismo ‘Alfa y Omega’, no significa que hay un principio y un final para Dios. Esto quiere decir que el principio y el final de la civilización que la humanidad ha desarrollado son también porque Dios lo ha permitido.

      Esto significa que la suma de todo el conocimiento de los seres humanos viene de Dios quien es el origen de todo el conocimiento y que todo esto está bajo la supervisión de Dios.

      Pero cuando la gente hace uso del conocimiento que viene de Dios, son empujados por Satanás y lo usan en maneras para las cuales no fue proyectada.

      No hay falsedad en el conocimiento que viene de Dios. El conocimiento fue dado a las personas para ser usado apropiadamente en la bondad. Pero son inducidos por Satanás, y eventualmente ésta toma el rumbo equivocado.

      En el versículo 8, Dios se llama a Si mismo ‘quien es, quien era y quien ha de venir, el Todopoderoso’. Dios era desde el principio, y Él continúa vivo y obra en la actualidad.

      ‘Quien ha de venir’ se refiere al Señor, pero como Dios la Trinidad es originalmente uno, es por eso que esta escrito de esta forma.

      Así como dice, ‘ellos son Todopoderosos’, Dios la Trinidad son creadores. Ellos todos son Todopoderosos.

      En el próximo mensaje, estudiaremos el trasfondo de los escritos del Apóstol Juan a las siete iglesias, y de la situación cuando él recibió la revelación en su visión.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

      Cuando el Señor regrese en el aire, habrá con seguridad una escena espectacular.

      Aquellos que se han preparado para este momento serán transformados en cuerpos espirituales, y serán levantados en el aire.

      Y disfrutarán con el Señor durante 7 años el banquete de bodas en un lugar que está preparado para los hijos de Dios que son salvos.

      Pero esto aplica solamente a los que han preparado el atuendo santo para recibir al Señor.

      El atuendo santo se refiere a ‘el corazón limpio’, y bendecidos son aquellos que lavan su ropa a fin de ponerse este vestido santo.

      Para hacer esto, ustedes tienen que circuncidar su corazón y desechar toda maldad de su corazón.

      Así como les mencioné en el primer mensaje sobre el Apocalipsis, la razón por la cual Dios permitió este mensaje del Apocalipsis es porque Él quiere que todos aquel que lo oiga circuncide su corazón y se adorne para el Señor.

      Aun cuando todos escuchan el mismo mensaje, dependiendo de cuan profundamente guarden la Palabra en su corazón y la cultiven en espíritu, así serán de diferentes al darle la bienvenida al Señor.

      Por lo tanto, les ruego que tomen la determinación y que hagan de este un tiempo lleno de gracia cada vez que oigan este mensaje del Apocalipsis.

      Puedan ustedes estar en los brazos del Señor el día que se encuentren con Él sin nada que les avergüence, ¡Yo oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo!



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