[Apocalipsis 21: 18-19]
06-04-2008 | Rev. Jaerock Lee
“El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda”.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, miembros
Este es la 45ª sesión de la serie de sermones sobre el ‘Cielo’. Hablé con ustedes, en la sesión anterior, sobre la forma y el tamaño de las murallas de la ciudad de la Nueva Jerusalén en una manera general. Las luces de la ciudad de la Nueva Jerusalén son como aquellas de las piedras preciosas. De entre las piedras preciosas, los muros eran como de jaspe y de cristal que emanaban luces azuladas y transparentes. La Nueva Jerusalén es un cuadrado con su ancho, largo y alto de 6,000 Ri o 2,400 kilómetros. Hay un total de doce puertas, tres a cada lado, el norte, sur, este y oeste. Además, había también doce cimientos.
Este día aprenderemos sobre las murallas de la ciudad en más detalle. El muro de la ciudad, los materiales de sus puertas, y la naturaleza de las piedras que conforman los cimientos están todos escritos en la Biblia. Dios puso un significado en cada cosa de la Nueva Jerusalén cuando la creó. Él la hizo de manera que los requisitos espirituales para entrar a ella estaban implícitos en cada una de esas cosas. Aquellos que reúnen los requisitos que están contenidos en las murallas de la ciudad, en las puertas y en los cimientos podrán entrar dentro de ella. En otras palabras, esto quiere decir que el proceso para entrar a la Nueva Jerusalén está oculto en las diferentes partes de las murallas de la ciudad. Vamos ahora a indagar en los significados incluidos en las murallas de la ciudad y en las piedras de los cimientos.
Espero que uno por uno, como si estuvieran armando las piezas de un rompecabezas, encuentren las llaves de la Nueva Jerusalén y las hagan suyas. Al hacer esto, Yo oro en el nombre del Señor para que puedan valientemente ir a la Nueva Jerusalén.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, la primera llave para entrar a la Nueva Jerusalén está oculta en las murallas de la ciudad. El pasaje de este día en el versículo 18 dice, “El material de su muro era de jaspe”.
En esta tierra, nosotros podremos usar madera o alguna clase de bambú o caña, pero en su mayoría usamos ladrillos para construir un muro. Pero la ciudad de la Nueva Jerusalén es de jaspe. ¡Cuan grandioso tiene que ser el paisaje ya que las murallas de la ciudad, que miden 2,400 kilómetros en ancho, largo y alto son todas de jaspe!
Así como les expliqué en la última sesión, el jaspe del cielo es diferente del que hay en esta tierra. El jaspe de esta tierra no es transparente. Los colores varían; pude ser verde, rojizo, verde amarillo o rojo, y algunos de ellos tienen colores mezclados. El jaspe en esta tierra es relativamente económico en comparación a otras joyas. Si es sometido a un golpe fuerte, puede también quebrarse.
Pero el jaspe del cielo nunca cambia ni se quiebra. Éste es blanco azulado y es muy claro y transparente. Para hacer una mejor comparación con las cosas de esta tierra, es como la luz azulada brillante que es producida cuando la luz del sol se refleja sobre olas de agua muy clara.
¿Cuál es la razón por la que Dios Padre escogió este jaspe como material para las murallas de la ciudad de la Nueva Jerusalén? Es porque el Jaspe representa espiritualmente la fe. La fe es la cosa más básica y esencial en la vida Cristiana. Sin fe no podemos ser salvos ni podemos agradar a Dios. Para ir a la Nueva Jerusalén, tenemos que tener la fe para agradar a Dios. Es decir, tenemos que tener el quinto nivel de fe, el cual es el nivel maduro y crecido de la fe.
Así como construimos una muralla poniendo un ladrillo tras otro, al poner el jaspe, que simboliza la fe más alta y más alta, fue construida la muralla de la ciudad con una altura de 2,400 kilómetros. Esto significa que nosotros podemos ir a la Nueva Jerusalén solamente cuando alcanzamos ese nivel de fe, el más alto nivel de fe.
Les he explicado en detalle como pueden entrar al quinto nivel de fe. El muro de la ciudad de la Nueva Jerusalén que está hecho de jaspe, brilla con la luz de la gloria de Dios. Hay diferentes clases de diseños en la superficie de los muros y también hay bellas decoraciones. La muralla es transparente algo parecido a estarse mirando en el agua, pero por el exterior, no se puede ver el interior.
Sin embargo, desde el interior pueden ver el exterior claramente. El muro de la ciudad con seguridad está allí pero pareciera que no lo está. Así que, a pesar que el alto del muro de la ciudad es de 2,400 kilómetros, ellos no se sienten como si estuvieran encerrados.
Hermanos y hermanas, ahora, permítanme hablarles sobre la segunda llave que se necesita para entrar a la Nueva Jerusalén. La primera llave estaba oculta en la muralla de jaspe de la ciudad. La primera llave es el Quinto Nivel de Fe, la fe para agradar a Dios. La segunda llave está oculta en las piedras de los doce cimientos.
Los doce cimientos están hechos de doce diferentes joyas. Cada una simboliza una clase específica de corazón espiritual. Las Bienaventuranzas en Mateo capítulo 5, el amor espiritual en 1 Corintios capítulo 13, y los nueve frutos del Espíritu Santo en Gálatas capítulo 5 están contenidos todos en las doce joyas. Así que, cuando consolidamos todos los corazones de estas doce joyas, esto se convierte en el corazón de Dios Padre y en el corazón de Jesucristo. Además, cada una de las doce joyas representa las diferentes clases de corazones espirituales, y la consolidación de estos corazones espirituales será el ‘amor perfecto’.
El Señor perfeccionó la Ley con este amor perfecto. Y para alcanzar el amor perfecto, tenemos que tener fe y también sacrificio. Además, tenemos que tener pasión, fidelidad, compasión, y algunas veces dominio propio. De la misma forma, el cristaloide de las diferentes clases de corazones espirituales es amor perfecto. Por consiguiente, Dios no hizo los doce cimientos con una joya solamente. Él lo hizo con doce diferentes joyas que representan los diferentes aspectos del corazón espiritual. Si ustedes alcanzan también este corazón espiritual como una joya en su corazón, pueden ir a la Nueva Jerusalén.
En resumen, la segunda llave para ir a la Nueva Jerusalén es el amor perfecto. Este amor perfecto es la consolidación de los corazones espirituales que están contenidos en las doce piedras que conforman los cimientos. Cuando ponen juntas las piezas de un rompecabezas, todas ellas tienen que ser colocadas en el lugar correcto para completar la imagen. Asimismo, para que la segunda llave de la Nueva Jerusalén funcione apropiadamente, tiene que estar acompañada por las doce clases de corazones espirituales. A partir de este punto permítanme decirles qué clase de corazón espiritual está contenido en cada una de las doce piedras de los cimientos. Yo espero que puedan revisar cuánto corazón espiritual, como las joyas, han cultivado en su corazón.
La primera piedra cimiento es el jaspe. El aspecto del corazón espiritual que es representado por este jaspe es la ‘fe’. El material del muro de la ciudad también es de jaspe. Y esta fe que representa el jaspe en la muralla de la ciudad es el Quinto Nivel de Fe, la cual es la fe para agradar a Dios. La fe que el jaspe simboliza en una de las piedras de los cimientos es la fe espiritual, la cual es contraria a la fe carnal.
¿Qué clase de fe es la fe espiritual? Es la fe para creer completamente cada una de las palabras de Dios desde lo profundo del corazón. Con la fe carnal, la persona cree solamente lo que está de acuerdo con sus pensamientos, teorías y conocimiento. Aquellos que tienen fe espiritual continuarán creyendo sin cambiar. Pero aquellos que tienen fe carnal dicen creer inicialmente, pero si no reciben la respuesta, no pueden mantener su fe. Por lo tanto, ellos no pueden obedecer la palabra de Dios. Podrán practicar la palabra en un par de ocasiones pero dejan de hacerlo.
Aquellos que tienen fe espiritual creen en la palabra de Dios sin cambiar, así que siempre tienen obras de obediencia. ¿Quién viene a su mente cuando escuchan sobre creer invariablemente la palabra de Dios y mostrar completamente acciones de obediencia?
Hay muchos patriarcas de la fe, pero estamos hablando ahora del Padre de la Fe, Abraham. Él fue llamado el ‘Padre de la Fe’ por haber mostrado obras perfectas de fe invariablemente. Recibió una palabra de gran bendición de parte de Dios cuando tenía 75 años. La promesa de Dios fue que haría una gran nación a través de Abraham y que él sería la fuente de bendición. Abraham creyó esta palabra y dejó su tierra, pero no pudo tener un hijo que se convirtiera en el heredero por más de 20 años.
Mucho tiempo pasó y Abraham y su esposa Sara se volvieron demasiado viejos para tener un hijo. Pero incluso en esta clase de situación, dice Romanos 4:10-20, “Tampoco dudó, por incredulidad”. Aquí dice que “se fortaleció en fe, dando gloria a Dios. Abraham creía la palabra de Dios completamente, y tuvo a su hijo Isaac a la edad de 100 años.
Pero hubo una ocasión más donde la fe de Abraham emitió su luz con mayor intensidad. Esto fue cuando Dios le ordenó que ofreciera a su único hijo, Isaac, como un sacrificio. Abraham no dudó de la palabra de Dios que decía que Dios le daría innumerables descendientes a través de Isaac. Porque tenía una fe firme en la palabra de Dios, él pensó que Dios reviviría a Isaac, aún cuando lo ofreciera en holocausto. Es por eso que obedeció inmediatamente la palabra de Dios.
Sobre este Abraham, Génesis 22:12 dice, “Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único”. Por medio de esto, Abraham estaba más calificado para convertirse en el Padre de la Fe. Además, a través de los descendientes de Abraham, fue formada la nación de Israel. Esto significa que el fruto de su fe fue llevado abundantemente en la carne también.
Debido a que nosotros creemos en Dios, creemos en Su palabra, y la obedecemos tal como es. Hermanos y hermanas, la fe espiritual es algo como esto. Aún cuando la palabra de Dios no está de acuerdo con nuestros pensamientos, si tenemos fe espiritual, podemos simplemente creer en ella y practicarla. Incluso si pareciera que nos enfrentaremos con problemas cuando practicamos la palabra de Dios, continuaremos simplemente obedeciéndola.
Ya que Dios está vivo, con la mayor seguridad muestra Su poder a aquellos hijos de Suyos que muestran su fe verdadera. Él demuestra que la palabra de Dios, de la que dependen Sus hijos, es verdadera. Por ejemplo, cuando Pedro creyó en la palabra de Jesús y obedeció, ¿Qué sucedió? Cuando Jesús le dijo que bogara mar adentro y que echara las redes, él obedeció, y atrapó tantos peces que su red se rompía. Además, Jesús le dijo a Pedro que fuera al mar y que pescara para obtener una moneda para pagar el impuesto del Templo. Él dijo que si Pedro abría la boca del pez, allí habría una moneda. Dios le mostró a pedro, quien creyó la palabra y obedeció, que la palabra de Dios siempre es verdad.
Asimismo, la fe espiritual tiene el sorprendente poder de hacer cosas que son imposibles para el hombre en cosas que son posibles. Ya que la fe espiritual es el tesoro de tesoros, es la primera de entre los doce cimientos de la Nueva Jerusalén.
Hermanos y hermanas, la segunda piedra de cimiento es el zafiro. Éste es de color azul oscuro y es transparente. ¿Qué corazón espiritual está contenido en el zafiro? Es la cualidad de la honestidad e integridad justa y sincera. Es el corazón de la verdad misma con el cual una vez la persona ha escogido la verdad de Dios, no se somete a ninguna tentación ni a los placeres de este mundo.
¿Quién es la persona que emana luces de verdad desde su corazón como este zafiro? Podemos hablar sobre Daniel y sus tres amigos. Primero, Daniel no obedeció la orden del rey cuando ésta se oponía a la voluntad de Dios. Él sabía que sería lanzado al pozo de los leones a causa de eso, pero nunca fue apartado de su decisión. Dios recibe esta integridad y rectitud de su fe con mucho agrado. Así que envía Sus ángeles para cerrar la boca de los leones para que Daniel no fuera dañado de ninguna forma.
En Daniel capítulo 3, podemos ver como los tres amigos de Daniel conservaron la integridad de su fe. Ellos fueron arrestados porque no obedecieron el mandato del rey de inclinarse delante de un ídolo. Porque el SEÑOR Dios es el único Dios y el único que merece adoración, ellos no podían de ninguna manera inclinarse delante de ningún ídolo. Pero ¿Podemos nosotros adorar a Dios en el corazón y solamente inclinarnos delante de un ídolo superficialmente para evitar esa peligrosa situación? No, no podemos. Esto es porque la Ley de Dios claramente dice que no tenemos que inclinarnos delante de ningún ídolo.
Aquellos que son rectos y que verdaderamente temen a Dios no pueden comprometerse. Los tres amigos de Daniel iban a ser lanzados al horno de fuego si no se inclinaban delante de un ídolo. Pero sus corazones no fueron conmovidos en absoluto. Incluso frente a las terribles amenazas del rey, ellos prefirieron hacer una muy valerosa confesión de fe.
Daniel 3:17-18 dice, “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado”
Cuan bello como joyas son sus corazones que no pueden abandonar su rectitud para Dios, ¡a pesar que podrían haber perdido sus vidas! Podemos sentir la sublimidad y nobleza del zafiro, el cual es recto y azul oscuro. Dios no abandonó a estas personas que conservaron su rectitud al entregar sus vidas. Los protegió completamente en el horno de fuego, de manera que no fueron dañados en lo absoluto. Ni siquiera uno los cabellos de su cabeza fue quemado y no había olor a quemado tampoco. Como resultado, incluso el rey reconoció a Dios y aquellos tres hombres fueron exaltados.
Hablaré sobre el tercer cimiento en la próxima sesión.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en esta sesión, les hablé sobre cuales son las llaves para entrar a la Nueva Jerusalén, y donde se encuentran localizadas.
La primera llave se encuentra en el muro de la Nueva Jerusalén, el cual está hecho de jaspe. La llave es la fe que el jaspe representa. Es la fe para agradar a Dios, el cual es el quinto nivel de fe. La segunda llave se encuentra en las doce piedras de los cimientos de la Nueva Jerusalén. La segunda llave es el ‘amor perfecto’, el cual es el cristaloide de los bellos corazones espirituales que son como bellas joyas incluidas en los cimientos. Esta segunda llave tiene que ser la consolidación perfecta de las doce clases de corazones espirituales que son como joyas. En cierto sentido esto es como un rompecabezas.
Examinamos la primera piedra cimiento de jaspe, el cual representa la fe espiritual, y la segunda piedra cimiento de zafiro, la cual representa la rectitud y la integridad.
¿Desean ustedes también tener corazones bellos que brillen como joyas? Ustedes todos deberían tener esa clase de corazón.
Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes alcancen el corazón de espíritu completo y se conviertan en almas que son más preciosas que cualquier joya a la vista de Dios.
[Amén]