• Nueva Jerusalén (7)

    [Apocalipsis 21: 19-20]

    08-06-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • : Cielo (49) – Nueva Jerusalén ⑦
      :
      “y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista”.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Esta es la 49ª sesión de la serie de sermones sobre el ‘Cielo’. Continuando con la sesión anterior, les hablaré sobre el significado espiritual contenido en las piedras de los doce cimientos de la Nueva Jerusalén. En la última sesión, llegamos hasta el significado de la piedra del octavo cimiento, el berilo. En esta sesión, les hablaré sobre el noveno y el décimo cimiento, formado por el topacio y el crisopaso respectivamente.

      La palabra de Dios misma es la luz. Así que, si la palabra de Dios mora en nosotros, emitiremos la luz desde nuestro interior. La luz espiritual no puede ser cubierta con algún objeto tal como una toalla. Ésta simplemente sale de forma natural y brilla a su alrededor. Pero la luz también tiene otra función importante además de iluminar en la oscuridad. La cual es producir calor para incrementar la temperatura. Por lo tanto, si nosotros emitimos luz espiritual, incluso un corazón que está congelado puede ser derretido.

      La luz espiritual que sale de la piedra de este cimiento, del cual les hablaré en esta ocasión, produce calor. Y es ésta la luz que se necesita desesperadamente en este tiempo cuando el amor se ha enfriado y la gente tiene mayor dureza en el corazón.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, la piedra del noveno cimiento del muro de la Nueva Jerusalén es el topacio. Esta piedra tiene color anaranjado rojizo y es transparente. Otro nombre para el topacio anaranjado rojizo oscuro es el de la piedra semipreciosa llamada “HYACINTHUS” o “Jacinto”.

      ¿Qué clase de corazón espiritual representa el topacio? Representa la bondad espiritual. La bondad es la cualidad de ser amable, colaborador y honesto. Pero el significado de la bondad espiritual es más profundo. También está la bondad entre los nueve frutos del Espíritu Santo, y ésta tiene el mismo significado de la bondad representada por el topacio. Entonces, ¿Cuál es el significado espiritual de la bondad? Éste es buscar la bondad dentro del Espíritu Santo.

      Cada persona tiene un estándar para juzgar entre lo correcto y lo incorrecto o entre lo bueno y lo malo. ¿Cómo se le llama a esto? Se le llama “conciencia”. El concepto de conciencia difiere en las distintas épocas, países y personas. Lo que el mundo llama conciencia es algo similar a la bondad espiritual dentro de la verdad. Pero el estándar para medir la magnitud de la bondad es solamente uno: la Palabra de Dios, la Verdad. Por lo tanto buscar la bondad desde nuestra perspectiva no es bondad espiritual. Buscar la bondad a la vista de Dios eso es bondad espiritual.

      Y el significado espiritual de la bondad es un poco más que eso. Mateo 12:35 dice, “El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas”. Así mismo, aquellos que tienen bondad espiritual la exteriorizarán naturalmente. A donde sea que vayan y con todo el que se reúnan, buenas palabras y buenas acciones les acompañarán. Así como aquellos que se rocían con perfume tendrán un agradable aroma, el aroma de la bondad emanará de los que tienen bondad. Es decir, ellos emiten el aroma de la bondad de Cristo. Por lo tanto, solo el hecho de buscar la bondad en el corazón no puede ser llamado bondad.

      Si tenemos el corazón que busca la bondad, luego de manera natural emanaremos el aroma de Cristo con buenas palabras y buenas acciones. De esta forma, debemos mostrar virtud moral y amor a las personas que nos rodean. Esto es bondad en un verdadero sentido espiritual.

      Entonces, ¿Qué es la ‘bondad dentro de la verdad’ la cual es el estándar para medir la bondad espiritual?
      De hecho, debido a que Dios mismo es bueno, la bondad puede ser hallada a través de toda la Biblia, la Palabra de Dios. Por lo tanto, la bondad es bastante amplia en significado. Pero también hay versículos en la Biblia que específicamente emiten con más intensidad los colores del topacio, es decir los colores de la bondad espiritual.

      En esta sesión, le hablaré sobre dos de ellos. Yo espero que puedan recordar estos dos puntos y que puedan revisar la magnitud de bondad que hay en ustedes en todo momento.

      Primero, en Filipenses 2:1-4 dice, “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.

      Aun cuando algo no está correcto de acuerdo a nuestros pensamientos y a nuestras personalidades, si buscamos la bondad en el Señor, nos acoplaremos con otros y aceptaremos sus opiniones. No pelearemos por nada. No tendremos ningún deseo de alardear ni de ser adulados por otros. Con corazones humildes, consideraremos a los demás mejores que nosotros desde lo profundo de nuestro corazón. Realizaremos nuestro trabajo fielmente y de una forma muy responsable. Seremos capaces incluso de ayudar a otros con su trabajo.

      En el capítulo 10 del evangelio de Lucas, Jesús hace una comparación sobre aquellos que son buenos y los que no lo son. La parábola dice lo siguiente: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

      Este Samaritano pudo no haber conocido muy bien la palabra de Dios, como conocimiento. Pero podemos ver que tenía el corazón que seguía la verdad. Esto quiere decir que tuvo la bondad espiritual siguiendo la bondad según la perspectiva de Dios. Aún cuando tengamos que gastar nuestro propio tiempo y dinero, tenemos que escoger la bondad que está de acuerdo al punto de vista de Dios. Esta es la bondad espiritual.

      Otro versículo Bíblico que emana más intensamente la luz de la bondad es Mateo 12:19-20. Este se refiere a la bondad de Jesús y dice lo siguiente, “No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz. La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio”. Como ya se dijo, aquellos que tienen bondad no gritarán ni pelearán con nadie. Además, mostrarán su bondad también en su apariencia. Como está escrito, “Nadie oirá en las calles su voz”. Aquellos que tienen bondad exteriorizarán su bondad y su humildad. ¡Cuan perfectos y sin mancha han sido los hábitos de Jesús en su conducta, sus gestos y su lenguaje!

      Él tuvo que haber tenido un verdadero conocimiento en etiqueta y buenos modales. Espero que traten de imaginar esta actitud de Jesús y que traten de reflejar incluso Sus gestos y sus acciones. Aquellos que buscan la bondad dentro de la verdad también tendrán palabras distintas en sus labios. Proverbios 22:11 dice, “El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey”. Yo espero que ustedes sean poseedores de esta gracia.

      Ahora, permítanme decirles qué es lo primero que tienen que recordar cuando hablamos sobre la bondad. Y esto es que nosotros “no debemos quebrar la caña cascada, ni apagar el pábilo que humea”. Estas palabras sustentan los puntos de referencia representativos de la bondad.

      Primero, una “caña cascada” representa a los que han sufrido muchas cosas a causa de este mundo y que están heridos en su corazón. Incluso las personas como éstas, aun cuando buscan a Dios con un corazón pobre, Él no los abandonará, sino que los aceptará. Este corazón de Dios y este corazón de Jesús representa lo máximo de la bondad.

      Luego, es similar con el corazón que no apaga el pábilo que humea. El pábilo es una pieza de tela o de hilo colocada en una lámpara, vela o estufa. Es la mecha que encendemos. Si el pábilo está humeando, significa que el fuego está muriendo, pero todavía queda una pequeña llama. Por lo tanto, un “pábilo que humea” es una persona que está tan manchada con la maldad que la luz de su espíritu está ‘humeando’. E incluso si esta clase de persona, tiene la menor posibilidad de recibir salvación, no debemos rendirnos con ella. Esto es bondad.

      Nuestro Señor no se rinde ni siquiera con aquellos que viven en pecado y que se oponen a Dios. Él continúa tocando a la puerta de sus corazones para permitirles alcanzar la salvación. Este corazón de nuestro Señor es la bondad. Si ustedes tienen esta clase de bondad, tratarán de guiar a toda clase de personas por el camino de la salvación. Aún cuando una persona reaccione con maldad en contra de sus buenas acciones, sentirán lástima por ella y no se rendirán.

      Hay personas que son como cañas cascadas y como pábilos que humean en la fe. Hay algunos que cuando caen en tentaciones a causa de su débil fe, no tienen la fortaleza para regresar a la iglesia de nuevo por ellos mismos. Quizá por algunos pensamientos carnales que no han desechado aun, han ocasionado daño a otros miembros de la congregación. Y debido a que se sienten avergonzados y apenados por esta situación, sienten que no pueden regresar a la iglesia.

      Así que en primer lugar tenemos que ir a ellos. Tenemos que extender nuestras manos hacia ellos y sostener sus manos. Esto es bondad. Además, hay personas que estaban adelante en la fe, pero más tarde están detrás en el espíritu. Algunos de ellos se convierten incluso en ‘pábilo que humea’. Algunos desean ser amados y reconocidos por los demás, pero esto no sucede. Así que, están heridos y la maldad en ellos es expuesta. Podrán estar celosos de otros que están adelante en espíritu, e incluso podrán difamarlos. Esto es como el pábilo que humea y que está produciendo humo.

      Si tenemos verdadera bondad, también podremos comprender a estas personas y aceptarlas. Pero si tratamos de discutir sobre lo que es correcto y lo que no lo es y sometemos a los demás a aceptar nuestra opinión, esto no es bondad. Tenemos que tratarlos bien con sinceridad y amor, incluso a los que demuestran maldad. Tenemos que derretir y conmover sus corazones. Cuando hacemos esto estamos actuando en bondad.

      Hermanos y hermanas, la piedra del décimo cimiento del muro de la Nueva Jerusalén es el crisopraso. El crisopraso en una clase de calcedonia, es semi-transparente y tiene un color verde manzana suave parecido al jade. En la Corea antigua, las mujeres consideraban esta piedra muy valiosa, pues representaba la pureza y la castidad de las mujeres.

      Entonces, ¿Qué clase de corazón espiritual representa el crisopraso? Éste representa la templanza o dominio propio.
      En Dios, la abundancia es buena en todo, pero para tenerlo todo en armonía y en una forma ordenada, tenemos que tener dominio propio. Si no tenemos dominio propio incluso en este mundo físico, esto provocará muchos resultados negativos. Por ejemplo, si comemos mucho y sin dominio propio, más adelante sufriremos. Además, si hacemos mucho ejercicio, nos dañará nuestro cuerpo. Así mismo, si carecemos de domino propio, aun en las cosas físicas, no es bueno.

      Y, ¿Cuánto más dominio propio debemos tener en este mundo si estamos anhelando por el espíritu?
      Tito 1:7-9 habla sobre los requisitos de los obispos, y uno de ellos es el dominio propio. Si los líderes de la iglesia no tienen dominio propio, habrá problemas en muchas áreas. Además, cuando otros miembros son moldeados siguiendo a estos líderes, la iglesia tendrá mayores problemas.

      En el Señor, todo lo que hacemos, tenemos que hacerlo con dominio propio, discerniendo las cosas con la verdad y siguiendo al Espíritu Santo. Si escuchamos claramente la voz del Espíritu Santo y la seguimos, podremos controlarnos cuando necesitemos hacerlo, con el propósito de no dar lugar a que ninguna clase de problema se origine. Además, simplemente tomamos el camino directo hacia la verdad, para que podamos ser prosperados. Pero, aquellos que no se controlan a sí mismos posiblemente tendrán problemas en sus trabajos y además se enfrentarán con diferentes dificultades.

      Incluso un hombre de espíritu puede ser un hombre de perfección a través del dominio propio. El último de los frutos del Espíritu Santo es la templanza o dominio propio, y esto se debe a que éste puede controlar todo lo demás con armonía. Por ejemplo, aun el gozo tiene que estar bajo control en algunas ocasiones. Si simplemente expresamos el gozo en cualquier momento y en cualquier lugar, solamente porque estamos gozosos, esto puede provocar problemas.

      El amor también tiene que ser controlado en algunos casos. Podremos estar dando amor espiritual de nuestra parte, pero algunas personas lo podrán recibir de una manera carnal. Además, no debemos actuar inmediatamente e incondicionalmente cuando tenemos alguna necesidad en nuestro corazón en el Espíritu Santo. Primero tenemos que discernirla con la verdad. Podremos tener una necesidad o pensamiento recurrente de darle a alguien algún consejo en la verdad. En este caso, una persona que tiene dominio propio puede hacerlo en el momento más apropiado. Sin embargo, alguien que no tenga dominio propio podrá hablar apresuradamente y provocar mayores problemas.

      Hermanos y hermanas, incluso para los que han llegado al espíritu, el dominio propio es una necesidad. Para aquellos que aun no han desechado sus atributos carnales, ¡Cuánto más necesitarán el dominio propio! Nuestro propósito al vivir en este mundo no es tener abundancia material, sino ganar las cosas eternales.

      Se trata de darle vida al espíritu a través del Espíritu Santo y convertirse en un hombre de espíritu, para que podamos aferrarnos al mejor lugar de morada celestial. Si tenemos este claro objetivo en la vida, tenemos que vivir una vida controlada en este mundo. ¿Quién mostró el ejemplo de dominio propio de entre los personajes Bíblicos?

      Hablaremos ahora de Juan el Bautista. Juan el Bautista sabía con claridad para qué había venido a este mundo. Él sabía que tenía que preparar el camino para Jesús, quien es la verdadera luz. Así que, hasta que cumplió con su deber, vivió una vida completamente apartada de este mundo. Se armó a sí mismo con la oración y con la Palabra mientras estaba en el desierto. Comía solamente langostas y miel silvestre. Tenía una vida muy apartada y estrictamente controlada.

      A través de este estilo de vida, él estuvo listo para preparar el camino del Señor, y llevarlo a cabo a plenitud. Además, en Mateo 11:11 Jesús habla sobre él, “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”. Así que, yo espero que ninguno de ustedes piense, ‘¡Ah, así que ahora me iré a lo profundo de las montañas o a algún lugar apartado y viviré una vida con dominio propio!’. Pensar de esta manera es demostrar que no tienen dominio propio. Interpretaron la palabra a su manera y pensaron demasiado. Es muy importante controlar su corazón en el Espíritu Santo. Si aún no han alcanzado el espíritu, tienen que controlar sus deseos carnales y seguir solamente los deseos del Espíritu Santo. Además, incluso después de haber alcanzado el espíritu, tienen que controlar la fuerza y la magnitud de cada uno de los corazones espirituales para tener una armonía perfecta en su totalidad. Este domino propio es mostrado con la luz del crisopraso.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en esta sesión, les hablé sobre las piedras del noveno y del décimo cimiento, el topacio y el crisopraso. El topacio representa la bondad espiritual, la cual es buscar la bondad dentro de la verdad. Y el crisopraso representa la templanza.

      Hasta aquí hemos aprendido sobre diez de las piedras preciosas de entre las doce. El corazón espiritual simbolizado en cada joya, es muy bello y bueno. Por lo tanto, el reino celestial no puede ser más que bello. Revelando un secreto les digo que, los corazones espirituales que representan estas joyas, y eso que ustedes cultiven en su corazón, serán los materiales que servirán para construir su casa en el cielo.

      Por lo tanto, las casas en el 1er reino de los cielos escasamente tendrán las personalidades de sus propietarios. Éstas serán como edificios de apartamentos que están construidos con el mismo diseño. Y esto se debe a que no producimos muchos frutos espirituales en el segundo nivel de fe. Pero aquellos que están en el tercer nivel de fe han permitido que nazcan ciertas características de corazón espiritual, hasta cierto grado. Es por eso que las casa individuales son entregadas a lo que van al 2º reino de los cielos. Es más, a los que están en el tercer reino de los cielos, aquellos que han alcanzado el corazón de espíritu, muchas clases de joyas les serán entregadas como materiales para construir su casa, por lo tanto las casas serán muy bellas.

      Pero las casas en la Nueva Jerusalén, incluso las mismas clases de joyas tienen diferentes cualidades tal como el brillo, y el número y las clases de joyas es mayor. Por lo tanto, las casas en la Nueva Jerusalén son las más bellas y brillan con mayor esplendor.

      ¿Con qué clase de materiales está siendo construida su casa en el cielo?

      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes cultiven completamente los corazones espirituales contenidos en las doce joyas y para que tengan una casa celestial que esté decorada con muchas clases de bellas joyas.
      [Amen]


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