• Que se haga la voluntad de Padre

    [Marcos 14: 32-36]

    16-03-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • Servicio del Domingo de Ramos por la Mañana
      : “Que se haga la voluntad de Padre”
      :
      “Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú”


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Este día es Domingo de Ramos. Es una semana antes de la Pascua, y el período de una semana a partir de hoy hasta el Domingo es la Semana de la Pasión. ¿Qué hizo Jesús en esta semana? Voy a explicarles sobre esto. Este Domingo hace 2,000 años atrás, Jesús entró a la ciudad de Jerusalén. Y habían muchas personas que estaban agitando ramas de palmera dándole la bienvenida. El día siguiente, Lunes, Él purificó el Templo de Jerusalén. Es decir, echó fuera a los que estaban vendiendo y comprando cosas y cambiando dinero. El Martes, se reunió con el sumo sacerdote en el Templo. Ellos le cuestionaron tratando de hallarle alguna falta y para levantar acusaciones en contra del Él. Pero Jesús les respondió con sabiduría y con autoridad. El día Miércoles, María, la hermana de Lázaro, derramó bálsamo sobre Jesús. El Jueves en la tarde celebró la Pascua en Jerusalén, y fue a Getsemani al Monte de los Olivos. Este es el momento descrito en el pasaje de este día.

      Jesús oró con todas sus fuerzas pero los discípulos no pudieron vencer su cansancio y se quedaron dormidos. Acercándose a la media noche del Jueves, Judas Iscariote apareció con los oficiales del sumo sacerdote. Mientras Jesús era arrestado y llevado por los oficiales, la media noche pasó y llegó el Viernes. Fue este Viernes, que Jesús fue sentenciado a muerte por Pilato y fue crucificado.

      A Jesús lo mataron el día Viernes, y al tercer día, temprano en la mañana del Domingo, quebrantó la autoridad de la muerte y resucitó. Les he explicado brevemente lo que Jesús hizo durante la Semana de la Pasión. Pero, ¿Cuál era su pensamiento en ese momento? El pasaje de este día nos habla del corazón de Jesús en ese momento. Expresa el sentir de Jesús y además nos da el contenido de Su oración.

      Por medio de este mensaje, espero que puedan comparar Su corazon con la actitud de ustedes cuando pasan por tribulaciones. Y al hacer eso, yo oro en el nombre del Señor para que tengan más pensamientos espirituales y buen corazón para enfrentar la Pascua después de esta Semana de la Pasión.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Jesús también sintió el dolor al ser azotado. Algunas personas piensan que Él no sintió ningún dolor aun cuando estaba atravesando por el sufrimiento. Además, hay algunos otros que dicen, “Jesús es el Hijo de Dios, así que tiene que haber sentido menos dolor que cualquier otro ser humano. Tiene que haber sido mucho más fácil soportarlo”. Pero esto no es cierto. Jesús también tenía la misma clase de cuerpo que nosotros. Él estuvo hambriento, y Sus pies posiblemente se inflamaban cuando caminaba mucho. Tenía que comer comida física y también tenia que dormir.

      Así que, cuando los oficiales golpearon Su cara con el puño y lo abofetearon, Él sintió el dolor tal como era. Además, cuando los soldados Romanos pusieron las espinas sobre Su frente, sintió el dolor de las espinas perforando Su cabeza. Sucedió lo mismo cuando fue azotado. En los látigos de los soldados Romanos había piezas de metal afiladas, y al final del látigo había un garfio afilado. Cuando el látigo era lanzado sobre Su cuerpo, este lo rodeaba completamente, y cuando era quitado de Él, Su carne era arrancada del cuerpo. Siendo azotado de esta manera con solo un par de veces, todo el cuerpo estaría cubierto de sangre. Jesús fue azotado muchas veces y ¡Cuan doloroso tuvo que haber sido! Todo su cuerpo estaba cubierto de sangre, y perdió todas sus fuerzas al grado de sentir dificultad para balancearse. Pero esto fue solamente el principio del sufrimiento. Ahora, Él tuvo que cargar la pesada cruz y subir hasta el Gólgota.

      Siendo clavado en Sus manos y pies, tuvo que soportar todo el dolor hasta que Su vida física llego al final. Aunado a este dolor físico, también tuvo dolor en Su corazón. Dios abrió el camino de la salvación entregando la vida de Su Hijo. Y Jesús tuvo un terrible dolor en Su corazon por causa de las personas que no reconocían el amor de Dios y que estaban marchando por el camino de la muerte. Si nosotros sabemos sobre el sufrimiento que Jesús recibió por nosotros, no podemos decir que nada es difícil aun cuando atravesamos por la pruebas.

      Desde la apertura de esta iglesia, también he pasado por diferentes clases de dificultades. Hubo muchas pruebas de conspiraciones para destruirme con falsos rumores y difamaciones. Cada vez, cuando pienso en el sufrimiento que Jesús tomó, el sufrimiento que me fue permitido recibir era nada. Yo estaba mas bien gozoso y agradecido pensando en cuan grande mis recompensas serian por haber sido motivo de burla y por haber atravesado dificultades por el amor al Señor. Dios siempre estimó esto como fe y me dio la victoria.

      Ustedes creyentes también han atravesado muchas clases de pruebas grandes y pequeñas mientras son cultivados como hijos de Dios en esta tierra. Pero no importa que clase de pruebas atraviesen, estas son solamente pequeñas cosas comparadas al sufrimiento que Jesús tomó. Esto significa que Jesús pasó por un dolor tan grande que no podrá nunca ser comparado con ningún dolor que ustedes puedan pasar en la pruebas. Por lo tanto, si realmente tienen fe, dirán, “El Señor tomó esta camino, y el pastor también lo hizo, así que yo también obtendré la victoria”.

      Esto no debe ser hecho con renuencia pensando que es demasiado difícil. Tienen que vencer las pruebas con gozo y con agradecimiento. Este es un creyente que realmente tiene fe.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, ahora basados en la escritura de este día, permítanme hablar con más profundidad sobre el corazón de Jesús cuando atravesaba por este sufrimiento.

      En la lectura de este día, podemos ver el corazón de Jesús en ese momento y la oración que ofreció al Padre. La noche antes de ser arrestado, Él fue a Getsemani con Sus discípulos; les pidió a ellos que oraran, y se separo de ellos una corta distancia y para orar solo. Antes que orara, en el versículo 34 de la escritura de este día, Jesús dijo, “Mi alma está muy triste, hasta la muerte”. Literalmente, parece que Jesús estaba diciendo que tenía tanto dolor en el corazón que estaba muriendo.

      ¿Qué creen ustedes? ¿Creen que Jesús haría una confesión tan negativa? Jesús no se refería al sufrimiento y al dolor con el sentir de un hombre carnal. Entonces, ¿Por qué dijo esto? Primero, ‘hasta la muerte’ significa que la crucifixión se llevaría a cabo el siguiente día. Esto es diferente a cuando la gente carnal comúnmente dice, “me estoy muriendo” cuando se enfrentan con dificultades. Jesús se refería al hecho de que Él iba a morir. Pero entonces, ¿Por qué describió su sentir con “Mi alma está muy triste”?

      Esto era para decirnos que la crucifixión no era algo fácil de cumplir, y que solamente era posible a causa del amor de Dios Padre. En ese momento, Jesús tenía muchos sentimientos en Su corazón. Justo antes de la crucifixión, Él pensó sobre la profunda providencia y el gran amor del Padre por la humanidad. Además, pensando en el tiempo que compartió con sus discípulos, tenía compasión por aquellos que dejaría en la tierra. E incluso en ese momento ellos seguían dormidos, no eran capaces de vencer las debilidades de la carne, y no sabían siquiera la clase de sufrimiento que vendría sobre Jesús. Y al disponerse a terminar Su vida en esta tierra, Él recordaba muchas cosas. Además, sintió un gran dolor en el corazón pensando en las criaturas que no eran capaces de reconocer el gran amor del Padre. Jesús experimentó y sintió los dolores y las tristezas de la humanidad mientras estuvo en la tierra.

      Esto fue un poco diferente a lo que Él esperaba cuando estaba en el cielo. Aunque tenía la divinidad junto a la humanidad como Hijo de Dios, el sufrimiento de la cruz no fue fácil. Si una persona tiene solo la humanidad seria comprensible que pasar por tal sufrimiento, seria con seguridad insoportable. Por esta razón Jesús dijo que Su alma estaba muy triste. Entre más corazón espiritual ustedes alcancen, mas de este corazón del Señor podrán comprender. Por la inspiración espiritual sentirán en su corazón por qué Jesús dijo esto en ese momento.

      Al pensar sobre el por qué Jesús hizo una confesión negativa como esa, algunas personas tienen pensamientos carnales. Esto significa que ellos no comprenden el corazón de Jesús, y también nos dice que no han cultivado espíritu en ellos. Es igual cuando ustedes leen la Biblia y escuchan los sermones en el servicio. Si usan sus pensamientos carnales mientras escuchan el mensaje y aun más, si juzgan el sermón, esto está muy distante del corazón de espíritu. Hombres de espíritu no juzgarán a otros simplemente por las palabras y las expresiones. Ellos sentirán el corazón de las otras personas contenido en las palabras, y comprenderán el significado por inspiración.

      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes alcancen aun más el corazón de espíritu, para que claramente reconozcan el corazón y la voluntad de Dios en todas las cosas, y para que obedezcan la voluntad de Dios completamente.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en el versículo 36 del pasaje de este día, vemos una línea de la oración de Jesús. El dijo, “Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú”. Al decir “aparta de mi esta copa (es decir la copa del sufrimiento de la cruz)” no era una plegaria para evadir el sufrimiento. Jesús conocía mejor que nadie más el amor de Dios y la providencia de la salvación. Pero Él también tenía humanidad. A la vista de esta humanidad, el camino de la cruz no era una cosa fácil. Jesús dijo esto para expresar que el camino era muy difícil tomarlo como hombre, pero aun así Él lo tomó solamente con Su amor por el Padre.

      Y continuó orando, “mas no lo que yo quiero, sino lo que tú”. Esto significa que sin importar la clase de sufrimiento que enfrentaría, Él segaría solamente la voluntad del Padre”. Jesús obedeció la voluntad de Dios completamente, y la cumplió gozosamente. Esto nos dice que en Su corazón tenía completa confianza y fe en la providencia de Dios.

      Hebreos 12:2 dice, “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. En la actualidad muchas personas dicen que oran a Dios con fe, pero ello no confía realmente todo en las manos de Dios, es decir, no tienen suficiente fe y confianza en Dios quien nos da lo mejor en el tiempo más apropiado.

      Algunos deciden por ellos mismos el tiempo y el método de recibir la respuesta dentro de sus propios esquemas y oran por ello. Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres. Por lo tanto, el hombre más sabio es aquel que confía todo en Dios. En este sentido, ¿Cómo oran ustedes cuando están pasando una prueba? Se quejan cuando oran de la siguiente forma, “Padre Dios, esto es muy difícil para mí. ¿Por qué me has dado esta prueba? Por favor permite que esto termine pronto”. Si así lo hacen, entonces, es como la oración de un niño inmaduro. Si tienen fe, su oración no será de quejas y resentimientos porque estarán tratando de encontrar la razón por la cual enfrentan la prueba. Es decir, cuando cometemos pecados o cuando caemos en un adormecimiento espiritual, Dios permite las pruebas. Si estamos enfrentando las pruebas a causa de nuestra propia falta, ¿Cómo debemos orar? “Dios Padre, si tengo que atravesar esto, lo haré. Pero pretéjeme de pruebas mayores. Y también permite que esta prueba pase pronto”.

      Algunos podrán orar de esta manera, pero esto todavía es bastante diferente a la oración de Jesús. Con palabras dicen que tomarán la prueba, pero realmente preferirían evadirla de alguna manera. Esta no es realmente una buena oración. La clase de oración que realmente toca el corazón de Dios es la confesión de bondad y la confesión de fe. Tenemos que dar las gracias desde lo profundo de nuestro corazón por permitirnos una prueba como esa, y tenemos que confesar con fe que con seguridad cambiaremos. Aun si no sabemos cuando la prueba va a terminar, tenemos que confiarnos nosotros mismos a Dios y orar para que Él nos cambie más completamente.

      Si se encuentran en una prueba difícil, por favor afórrense a esta oración de Jesús. Por qué no oran desde lo profundo de su corazón diciendo, “mas no lo que yo quiero, sino lo que tú”. Y si ustedes solamente obedecen la voz que sale de su corazón, Dios Padre les guiará hacia el mejor camino a seguir. No importa que clase de dificultad física tenga, yo dependeré de Dios en un 100%. No tengo ninguna voluntad propia. Además, al ofrecer a Dios oraciones de bondad que puedan tocar el corazón del Padre, la respuesta de Él puede descender más rápidamente. De esta forma puedo vencer muchas situaciones difíciles.

      Hermanos y hermanas, de ahora en adelante, permítanme presentarles algunas partes de la oración que Jesús ofreció en el Getsemani. Yo espero que puedan comprender más el corazón de Jesús a través de esta oración.

      “Abba Padre, Tu enviaste a Tu hijo a este lugar por Tu voluntad, y ahora el tiempo ha llegado en Tu providencia…
      Pienso en los días cuando estaba con mis discípulos para cumplir Tu providencia. Pero debido a las cosas que sucederán después que me vaya, estoy preocupado. Todas estas cosas son preocupaciones y angustias para mí. Yo deseo que aceptes este corazón Mío que está orando de esta manera. Se que es un gran honor para este Hijo tomar la cruz. Se bien cuan grande amor esto traerá a muchas personas. Pero la vida que he llevado en este espacio físico, la vida que he tenido con los hombres aquí, se convierte en Mis lágrimas ahora. Padre, yo creo que Tu los fortalecerás en la debilidad y los guiaras…
      Conozco la gracia que será entregada a ellos después que me vaya…
      Es obvio que seré crucificado por la gloria del Padre…
      Pero ¿Cuál es la razón de que todos estos días que he tenido durante mi ministerio público está llegando a Mí como angustia, y por qué llena tanto Mi corazón? Reconozco que este corazón mío el cual he conocido en esta tierra es diferente de aquel que tenia cuando estaba en el cielo. Tengo muchas cosas que me preocupan, Padre, por favor sostiene a estas personas. Permite que toda Tu providencia se cumpla completamente en Ti, Padre. Recibe toda la gloria inmensamente por medio de las cosas que serán cumplidas a través de este Hijo”.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, este día es el Domingo de Ramos, el primer día de la Semana de la Pasión, y hemos dado un vistazo dentro de la confesión de Jesús la cual hizo en Su oración del Getsemani. ¿Comprendieron el corazón de Jesús? También les presenté la oración que Jesús ofreció. Jesús tenía que permanecer en el glorioso cielo como el Hijo de Dios el Creador. Y Él vino a esta tierra y permaneció con Sus criaturas, especialmente con Sus discípulos y cumplió la voluntad del Padre. Jesús comprendió su mente carnal y aun así les amó.

      Por lo tanto, cuando se acercaba la hora de dejar esta tierra, Él estaba recordándose de muchas cosas del pasado. También estaba preocupado porque conocía la debilidad de los discípulos. Y mencionó esto al decir, “Mi alma está muy triste”. Ustedes pueden comprender más de este corazón en la medida que llegue más al espíritu.

      Además, comprenderán Su corazón aun más mientras estén a cargo de tareas de Dios más pesadas e importantes. Y, ¿Hay alguno que esté diciendo que es muy difícil cuando está atravesando las pequeñas pruebas para su santificación?

      Yo espero que ustedes puedan hacer solamente confesiones de fe al recordar el sufrimiento por el cual pasó Jesús. Él tomó calladamente el doloroso camino de la cruz en Su amor por el Padre. Espero que también puedan comprender este amor de Dios y la gracia del Señor para que caminen agradecida y gozosamente por este camino de la fe incluso en las pruebas difíciles.

      Yo oro en el nombre del Señor, para que, así como el Señor quien ha recibido la gloria de la resurrección, ustedes también reciban muchas respuestas y bendiciones a través de las pruebas de fe.
      [Amén]



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