• El Sexto Mandamiento

    [Éxodo 20: 13]

    24-09-2006 | Rev. Jaerock Lee

    • El pasaje:
      Éxodo 20: 13 "No matarás."


      Introducción:

      Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

      En los servicios del domingo por la mañana, estoy compartiendo mensajes sobre los Diez mandamientos.

      Hasta ahora, han escuchado 7 mandamientos, ¿Cómo encuentran los mensajes?

      Ahora ¿Pueden decir confiadamente que verdaderamente guardan los Diez Mandamientos, y que no toman el nombre de Dios en vano, que guardan el Día de Reposo completamente en el sentido espiritual y que no matan?
      Si no aprenden los significados espirituales de esos mandamientos, muchos de ustedes no podrían guardarlos apropiadamente hasta que el Señor regrese, sin embargo pensarán que sí están guardando los Diez mandamientos.

      ¡Pero ahora que han comprendido la voluntad de Dios, deben estar muy agradecidos!

      Hoy, les hablaré del 8vo mandamiento, que nos dice, “No hurtarás.”

      Incluso en este mandamiento, hay significados espirituales que normalmente las personas no entienden.

      Espero que tengan presente este mensaje, y oro en el nombre del Señor que a través del mensaje, lleguen a ser hijos de Dios perfectos que no tienen ninguna tacha o mancha.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el mandamiento que nos dice que no robemos, tiene dos significados principales.

      Primero, es el robo físico. Es decir, tomar por la fuerza o robar algo que no es suyo.

      Incluso los inconversos saben muy bien que esto es pecado y un crimen.

      También, si ustedes le dicen a alguien que es un ladrón, tal persona se sentiría muy incómoda o incluso se haría la víctima.

      Pero en muchos casos, hay personas que roban cosas, pero que simplemente no lo comprenden.

      Debido a que no entienden que están pecando, se convierten en ladrones.

      Por ejemplo, muchas veces, hay gente que usa cosas ajenas, sin permiso y sin reflexionar mucho en ello. Como son amigos íntimos del dueño o piensan que lo que toman no es algo muy valioso, creen que está bien usarlo sin pedir permiso. Así que, no sienten remordimiento de conciencia por ello.

      Asimismo, cuando usan las cosas ajenas sin permiso, deberían devolverlas inmediatamente, pero a veces ni siquiera las devuelven.

      Tal actitud no sólo afecta al dueño, sino que el no respetar lo ajeno también es de muy mala educación.

      Aun cuando sea algo muy pequeño o simplemente un poco de comida, y aunque sean amigos muy íntimos, si usan algo sin el permiso del dueño, ante los ojos de Dios están robando.

      También, cuándo necesitan algo, usan las cosas ajenas, sólo después de decir. “¿Puedo usarlo?” o “¿Puedes prestármelo?”

      Pero hay algunas personas que dicen “¿Me lo prestas?” y entonces usan lo que tomaron hasta gastarlo. Además, aun cuando lo usen y lo devuelvan, si esa cosa se reduce en la cantidad o se gasta, significa que están causando daño a la otra persona.

      También es realmente algo vergonzoso tener que pedirle a alguien prestado algo. Si ustedes tienen limpia conciencia, tendrán cargo de conciencia, aún si toman una cosa pequeña de alguien más.

      Aunque realmente no roben o se lleven la posesión de alguien más a la fuerza, si toman algo injustamente, también están robando.

      Por ejemplo, si reciben soborno por su posición y autoridad, o si un comerciante hace sobrecargos al cliente para tener ganancias indebidas, los que tengan buena conciencia no tendrán la conciencia tranquila.

      Aunque ustedes no robaron las cosas de alguien, debido a que tomaron injustamente algo que no deberían haber tomado, en el sentido estricto realmente es un robo.

      Hermanos y hermanas, en segundo lugar, hay robo espiritual, y es robar lo que pertenece a Dios.

      Si usted roba algo que pertenece a Dios, tiene una relación directa con su salvación. Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de Jesús, estaba a cargo del dinero de la ofrenda que los creyentes daban después de recibir la gracia de Jesús.

      Pero él no era honrado manejando este dinero. Él era un ladrón, y finalmente, Satanás obró en el, e incluso vendió a Jesús.

      Él fue llamado como uno de los discípulos de Jesús y tenía la oportunidad para recibir gloria honorable más adelante, pero debido a que amontonó pecados sobre pecados, ni siquiera pudo recibir espíritu de arrepentimiento. Finalmente tuvo que enfrentar un fin miserable y se suicidó.

      Es lo mismo hoy. Hay algunos creyentes que tocan el dinero de Dios.

      Incluso los incrédulos tienen cierto miedo de robar algo en el santuario de Dios. Y si los creyentes roban y si se atreven a tocar el dinero de Dios, ¿Realmente tienen fe para recibir la salvación?

      En apariencia, pueden parecer que están llevando una vida cristiana buena y que cumplen sus deberes ante Dios también, pero como tienen un gran muro de pecado, ni siquiera comprenden el grave pecado que están cometiendo.

      Aun cuando su pecado no se revela ante otras personas, y no estén disciplinados por eso, esto realmente es algo más temeroso.

      La gente no puede saberlo, pero Dios certeramente los está viendo, y cuando el tiempo venga, pagarán el precio de acuerdo a la justicia.

      Si no se arrepienten antes del fin, y caen en los 7 años de Gran Tribulación como ladrones que robaron de las cosas de Dios, ¿cuántos se lamentarán y rasgarán su corazón?

      Seriamente los insto en el nombre del Señor a que no haya ninguno entre ustedes escuchando este mensaje que cause este desastre en sus vidas.

      Hermanos y hermanas, aun cuando usted no roba las ofrendas directamente, si usa las cosas santas de la iglesia de forma incorrecta o gasta el dinero de la iglesia irracionalmente, esto también puede resultar en un robo a Dios.

      Permítanme darles ejemplos específicos.

      Ustedes no deben gastar una cuota para grupos misioneros a su disposición, y si su grupo misionero o su departamento recibe algún apoyo financiero de afuera, un individuo no puede gastar ese dinero a su voluntad.

      También, algunos obreros piden papelería para el uso de la iglesia, pero después la usan en cosas personales, esto no debería pasar.

      Hay muchos otros casos: algunas personas desperdician las cosas de la iglesia pudiendo haber ahorrado más; si sobra dinero después de hacer una actividad de la iglesia, y no lo devuelve inmediatamente y lo usa para otros propósitos; todo aquello es usar el dinero de Dios a su disposición.

      Es lo mismo al usar el teléfono de la iglesia y otros materiales para el uso personal. Si tuvieran que pagar por esos gastos, hay muchas cosas que no usarían. Pero sólo porque está en la iglesia, fácilmente lo usan o lo desperdician. Este tipo de cosas sorprendentemente pasan a menudo.

      Pero si usted de verdad ama a Dios y lo respeta, usted querrá cuidar Sus cosas aun más que sus propias pertenencias.

      También, los padres que traen a sus niños pequeños a la iglesia deben educarlos y enseñarles a no doblar o rasgar por diversión los sobres de la ofrenda, los boletines semanales o periódicos de la iglesia. Debemos ser buenos mayordomos.

      Todas estas cosas pueden parecer triviales en el sentido físico, pero cada una de ellas puede crear un muro de pecado ante Dios en el sentido espiritual.

      Hermanos y hermanas, en el robo espiritual, Dios nos advierte especial y estrictamente de no robar los diezmos y las ofrendas.

      Malaquias 3:8-9 dice, “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.”

      El diezmo es dar a Dios una décima parte de nuestros ingresos en reconocimiento de la soberanía de Dios sobre las cosas materiales. Esto es prueba que creemos y reconocemos que Dios gobierna nuestras vidas.

      Así que, si ustedes no dan el diezmo y proclaman su fe en Dios, están robando a Dios, y las maldiciones caerán sobre ustedes.

      No es que Dios los maldecirá por no dar los diezmos, sino que Dios no los protegerá de las acusaciones de Satanás, por eso les vendrán dificultades financieras, pruebas y enfermedades.

      Pero algunas personas dan sus diezmos pero no son protegidos. Esto sucede cuando no dan los diezmos apropiadamente. Un diezmo no sólo es una décima parte del sueldo recibido sino que es la décima parte de todos los ingresos.

      Si usted tiene cualquier ingreso extra, o dinero de bolsillo, o un regalo que recibió de otros, también son ingresos, tenemos que dar los diezmos por esas cosas, también.

      Muchas personas excluyen muchos otros ingresos y apenas dan el diezmo de su sueldo básico. Incluso del sueldo, deducen impuestos y otros gastos, y sólo dan el diezmo del resto.

      Además, en algunos casos, calculan el diezmo, pero no lo dan como diezmo, lo dan como ofrenda para misiones o trabajo caritativo; como les parece mejor.

      Pero todas estas cosas, después de todo, son un robo de los diezmos de Dios.

      La iglesia decidirá dónde gastar las ofrendas; y nosotros cuando demos, debemos dar nuestros diezmos como diezmo.

      Sobre dar los diezmos apropiadamente, han escuchado otros mensajes, por favor estudien esos sermones anteriores.

      Luego, otras ofrendas aparte del diezmo son un agradecimiento. Los hijos de Dios que son salvos tienen muchas cosas que agradecer.

      Estamos agradecidos porque somos salvos y podremos ir al reino de los cielos, hemos recibido un deber y estamos acumulando recompensas, Dios está protegiéndonos y está bendiciéndonos en cada cosa. Aun en las dificultades o pruebas, debemos creer que Dios hará que todas las cosas obren para bien, así que nosotros siempre estamos llenos de agradecimiento en nuestras vidas.

      Por consiguiente, Mateo 6:21 dice, "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón." Como se ha dicho en cada servicio del domingo, no debemos venir ante Dios con manos vacías, debemos traer ofrendas de agradecimiento, aun en nuestras festividades o cuando tenemos algo especial debemos estar agradecidos, debemos dar ofrendas de agradecimiento.

      Esto es algo obvio y hasta lógico. Incluso entre las personas, si usted recibe un poco de gracia de alguien o si alguien le hace un favor, simplemente no dice gracias, sino que expresa su agradecimiento con un hecho o con algo.

      Sobre todo en el cumpleaños de alguien o en festividades especiales, recordamos a esa persona y expresamos nuestro agradecimiento.

      Este no es un deber forzado, pero si conocen el deber y la obligación de los hombres, lo harán de corazón. Y si Están llenos de esperanza por el reino de los cielos y verdaderamente agradecidos por la gracia de la salvación que han recibido. ¿Cómo pueden ser avaros ante los ojos de Dios?

      Siempre que ustedes sientan que la gracia de Dios los está protegiéndo cada semana, y siempre que obtengan frutos en respuesta de su oración, desearán dar a Dios con un corazón más agradecido.

      Pero en algunos casos, hay personas que han proclamando su fe en Dios pero sienten que malgastan el dinero cuando dan ofrendas de agradecimiento a Dios. En el caso de los diezmos, unos lo dan por miedo porque oyen que está directamente relacionado con la salvación. Y en otras ofrendas, son egoístas. Otros dan renuentemente las ofrendas pensando en los ojos de otras personas.

      Pero Mateo 6:24 dice, "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas."

      Si son egoístas ante Dios, significa que su corazón no está lleno de amor y de esperanza por reino de los cielos, sino que está lleno de amor al dinero y la codicia de este mundo.

      Podría ser aceptable si fuera el caso de un nuevo creyente, pero si habiendo sido cristiano por mucho tiempo todavía tienen este corazón, definitivamente su fe no crecerá sino que decaerá.

      Poco a poco se olvidará de la gracia que recibió, y los sentimientos de agradecimiento también disminuirán. Por eso, la actitud de robar las ofrendas de Dios afectará su salvación.

      Claro, la medida de fe de cada persona es diferente, y Dios conoce todos los pensamientos y lo profundo del corazón de cada uno, Él no mira la cantidad de la ofrenda sino el corazón del que da.

      Así como la viuda que dio dos pequeñas monedas de cobre fue reconocida por Jesús, Dios quiere recibir un agradecimiento verdadero y un aroma de fe de nosotros.

      Si agradan a Dios con su aroma de gratitud hacia Él, recibirán mucho más abundantemente, y lo que dieron no se comparará con lo que recibirán.

      Dios permitirá que nuestra alma prospere, nos dará más razones para agradecerle y nos bendecirá 30, 60, y 100 veces más.

      Espero que cada uno de los miembros de completamente lo que pertenece a Dios y que lo hagan con abundante fe; y que disfruten de las bendiciones de Dios como de una fuente donde sobre abunda el agua.

      Hermanos y hermanas, otro tipo de robo espiritual es robar la palabra de Dios. Es hablar falsas profecías en el nombre de Dios.

      Algunas personas hablan del futuro de otros, como adivinando, diciendo que han oído la voz de Dios. Había una persona que constantemente fracasaba en sus negocios, y alguien le dijo, “Usted debe hacerse pastor, por eso Dios ha permitido que fracase en sus negocios.”

      También, Si tienen un sueño personal y dicen que el sueño se lo dio Dios, o si ven una visión de sus propios pensamientos y dicen que Dios les mostró esa visión, también están robando espiritualmente la palabra de Dios.

      Es tomar el nombre de Dios en vano como lo dice el 3er mandamiento.

      Jeremías 23:30-32 dice, " Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová."

      Claro, es bueno entender la voluntad de Dios a través de la inspiración del Espíritu Santo y proclamarlo, pero antes de eso, primero deben evaluarse a sí mismos para ver si verdaderamente son dignos de ser usados como instrumentos para proclamar la palabra de Dios.

      Dios simplemente no permite que cualquiera escuche su voz, Él escoge a aquéllos que no tienen maldad y son limpios de corazón y les permite proclamar Su voluntad.

      Espero que todos guarden sus labios con discreción y que nunca roben la palabra de Dios usando sus pensamientos humanos.

      Estimados hermanos y hermanas en Cristo, hoy les he hablado sobre el mandamiento que nos dice: No hurtarás.

      Expliqué acerca de usar las cosas ajenas sin permiso, tomar algo injustamente, y sobre robar las cosas que pertenecen a Dios.

      También, si al tomar algo sienten remordimiento de conciencia o un sentimiento de vergüenza, definitivamente deben examinarse a sí mismos.

      Debido a que están buscando su propio beneficio y están tomando algo que no es suyo, el Espíritu Santo se lamenta y por eso tienen remordimiento en la conciencia.

      Por ejemplo, aunque no roben nada, pero si reciben un pago para hacer cierto trabajo o reciben una tarea de parte de Dios pero son muy perezosos para hacerlo y no están haciendo su trabajo en forma adecuada, y si tienen una buena conciencia sentirán remordimiento.

      Asimismo, si un cristiano pierde tiempo valioso para con el Señor, está perdiendo tiempo en el reino de los cielos, robando tiempo a Dios, y por eso, le remorderá su conciencia.

      Esto no solo se aplica para el reino de Dios. Las empresas y las personas en todo el mundo usan bien el tiempo no desperdiciándolo en cosas que no son de provecho.

      Espero que sean liberados de toda codicia y egoísmo en sus mentes, y que siempre busquen el beneficio de los demás con un corazón verdadero y fiel teniendo una buena conciencia.

      Oro en el nombre del Señor que todos ustedes se conviertan en hijos perfectos de Dios, limpios y puros en la verdad.


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