< Título >: “Sabiduría de Arriba (1)”
< Pasaje >: < Santiago 3: 17 >
“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”


Queridos hermanos y hermanas en Cristo.

En sus vidas, ustedes han pensado alguna vez, “¿yo desearía ser más inteligente y desearía ser más sabio?” No es necesaria la sabiduría solamente para que los estudiantes estudien bien.

Es necesaria en toad nuestra vida diaria. Nosotros podemos tener preguntas como, “¿Cómo puedo aumentar mi negocio y ganar más dinero? ¿Cómo puedo hacer algo grande y ser promovido rápidamente? ¿Cómo puedo conseguir la atención de mi jefe y ganar su aprobación?” Si tenemos sabiduría, todas estas preguntas pueden contestarse muy fácilmente.

Hay algunas personas que pueden hablar fácil sabiamente para confortar el corazón de otras personas y ellos están bien y bendecidos incluso en crisis.

Pero hay otros que pierden sus posibilidades y las oportunidades debido a palabras tontas habladas que resultan en nada más que problemas y turbación.

Además, sólo porque lo que nosotros estamos haciendo es correcto, o simplemente porque nosotros somos muy trabajadores, no significa que las cosas irán bien. Aun cuando nosotros tengamos el conocimiento para lograr ciertas cosas, nosotros necesitamos utilizar ese conocimiento.

Nosotros no debemos hacer simplemente nuestro trabajo y nada más. Nosotros también debemos ser capaces de considerar las situaciones y ser considerados por otras personas para que el trabajo en conjunto vaya bien.

Aquéllos que tienen sabiduría saben como cambiar las situaciones y el corazón de las personas alrededor de ellos para conseguir lo que ellos quieren y lograr lo que ellos desean.

Ellos no tienen que empujar a algunos diciendo, “Esto es correcto, y nosotros tenemos que hacerlo de esta manera.”

Ellos ganan la cooperación de las personas que ellos necesitan y parece que hacen las cosas fluir como corrientes de agua logrando buenos resultados.

Pero aquéllos que son imprudentes causarán oposiciones para levantarse incluso cuando ellos están haciendo un buen trabajo. Ellos tendrán problemas con otros y estarán involucrados en situaciones difíciles.

No sólo cuando vivimos en este mundo, pero en nuestras vidas cristianas también necesitamos sabiduría.

Cuándo ustedes tienen preguntas acerca de las obras de Dios tales como, “¿Cómo puedo recibir más bendiciones en nuestro lugar de trabajo y glorificar más a Dios? ¿Cómo puedo mover el corazón de los miembros de mi familia y permitirles aceptar al Señor más rápidamente? ¿Cómo puedo abrir el corazón de aquéllos con fe débil y permitirles aceptar la verdad? ¿Cómo puedo llevar más almas al camino de la salvación?”

Si tenemos sabiduría, podemos asumir un mayor fruto.

Si nos falta sabiduría, en comparación con la cantidad de nuestro esfuerzo y trabajo, el fruto será relativamente menos.

Algunas personas pueden ver grandes cosas alrededor de ellos. Algunas personas llevan más frutos de lo que ellos han sembrado y glorifican a Dios.

Pero algunos otros, aunque oran e intentan fuertemente, ellos llevan menos fruto que los otros. Pero por supuesto, si nosotros sembramos con fe y amor, habrá ciertamente algunos frutos nacidos de ella.

Habrá respuestas recibidas en la misma medida en que oramos con fe y los actos de fe que nosotros mostramos.

Pero cuando nosotros hacemos eso, aquéllos que tienen sabiduría aprenden las maneras de agradar a Dios más fácilmente.
Incluso cuando ellos oren, ellos dicen la oración en cierto modo que se adapte exactamente al corazón de Dios el Padre.

Además, ellos pueden aprovechar las oportunidades en el fluir espiritual para recibir muy bien la gracia. Por otra parte, ellos logran que esas oportunidades de gracia ocurran por sí mismas.

Pero si nosotros no tenemos sabiduría, no sabemos como agradar muy bien Dios. Incluso cuando oramos, podemos decir algo negativo o algo no bueno para decepcionar a Dios. Algunas veces, nosotros incluso creamos trampas para nosotros mismos a través de la oración y causamos pruebas que vienen sobre nosotros.

Algunas veces, tenemos una oportunidad para recibir las bendiciones a través de nuestra oración, pero perdemos la oportunidad porque no lo comprendemos. Entonces, aun cuando oramos e intentamos fuertemente, las respuestas a veces se tardan.

En su jornada de fe, ¿quieren ustedes tomar el atajo, y no seguir el camino que envuelva alrededor mucho? Para esto ustedes necesitan sabiduría.

En las respuestas que recibimos a nuestras oraciones, dando fruto, y recibiendo bendiciones, y finalmente para entrar a las mejores moradas celestiales, si tenemos sabiduría podemos tomar el atajo.

Así que, en la Biblia Dios enfatiza la importancia de la sabiduría muchas veces.

Leamos Proverbios 3:13-17 como ejemplo. Dice, “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.”

Significa la longevidad [largura de días, riquezas, honor, gozo y paz todos están en la sabiduría.

También, Proverbios 4:7 dice, “Sabiduría ante todo; adquiera sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.”

¿Les gustaría adquirir sabiduría? Yo espero que ustedes todos lo hagan.

Para que ustedes adquieran esta sabiduría, en los servicios de la tarde, yo voy a entregar mensajes bajo el título ‘Sabiduría de lo Alto’.

Yo espero que ustedes ganen la sabiduría dada por Dios a través de estos mensajes.

Habrá alguno que piense, “yo no soy tan inteligente, y no era bueno académicamente en la escuela?”

Ustedes no tienen que preocuparse por ello.

Si ustedes reciben sabiduría dada por Dios, incluso la persona más tonta en el mundo puede volverse el más sabio en el mundo.

Es por ello que el título del mensaje no es solamente sabiduría sino ‘sabiduría de lo alto’.

1 Corintios 1:25 dice, “Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.”

Incluso aquéllos que tienen menos sabiduría pueden ser más sabios una vez que la sabiduría de Dios le sea dada.
Esta sabiduría de lo alto es tan preciosa porque es garantizada por Dios.

Hay muchas personas sabias en el mundo, pero su sabiduría nunca pueden ir más allá de los límites humanos. Aun cuando ellos puedan pensar que ellos están viendo el camino claramente, nadie puede garantizar el resultado final.

Aun cuando ellos intentan fuertemente con planes muy detallados, ellos pueden enfrentar cosas inesperadas y fallar.

Pero cuando Dios nos da sabiduría, Él garantiza ambos el resultado y su fruto, también.

Incluso cuando nosotros nos enfrentamos dificultades, Dios nos da la sabiduría para prevenirlos. Dees hoy en adelante aprendamos los secretos para adquirir la sabiduría de lo alto uno por uno.

< Cuerpo>
Estimados hermanos y hermanas en Cristo, el primer secreto para adquirir sabiduría es la santificación.

El pasaje de hoy en Santiago 3:17 dice, “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

Habrá alguno allá afuera que esté pensando ahora, “Usted dijo que usted estaba hablando acerca de la sabiduría, y por qué usted habla de repente acerca de la santificación?”

Como ya he explicado brevemente, la sabiduría de lo alto es la sabiduría de Dios, la cual es diferente a la sabiduría de las personas mundanas.

Para adquirir sabiduría de Dios es muy similar a ser entrenados para escuchar y recibir la inspiración del Espíritu Santo.

Escuchar la voz y recibir la inspiración del Espíritu Santo, a saber, comunicarse con Dios, la condición más básica es que nosotros no tenemos maldad en nuestros corazones.

Cuando nosotros recibimos sabiduría, nosotros podemos recibir más delicada y profunda sabiduría en la medida en que tenemos bondad en el corazón.

Además, todos los caminos de sabiduría de Dios son los caminos que pertenecen a la bondad. Para practicar la sabiduría en la bondad y ganar beneficios, debemos tener un corazón santificado. Aun cuando se nos ha dado la sabiduría en la bondad, nosotros no podemos fácilmente practicar esa sabiduría si nosotros tenemos maldad en nuestros corazones.

Por lo tanto, echar fuera la maldad de nuestros corazones es la manera de recibir sabiduría, y podemos ganar beneficios a través de esa sabiduría.

Permítanme darles un ejemplo.

Yo he dicho que algunas personas decepcionan a Dios cuando ellos oran porque oran sin sabirduría.

Dios es Bondad y Él es el Amor. Él es el Padre que ama a Sus hijos. Él también tiene la humanidad para ser movido por cosas que son buenas.

Si sabemos esto y si somos sabios, oraremos de cierta manera que podamos mover el corazón del Padre.

Por ejemplo, supongan que ustedes son líderes de un grupo celular. Aun cuando ustedes intenten, el avivamiento es lento, y algunos miembros de la célula se quejan de ustedes. Cuando ustedes oran acerca de esta situación, ustedes pueden agradar Dios a través de su oración en la medida en que no tenga maldad en su corazón.

Permítanme darles el ejemplo de tal oración. “Padre Dios, yo estoy agradecido por solamente por ser salvo, y tu me has guiado a una preciosa iglesia para encontrarme con un precioso pastor.”

Por otra parte, ¡cómo es que ustedes pueden confiar a una persona como yo esa preciosa labor como ser un líder celular y llevando el rebaño del Señor! Yo estoy tan agradecido y esta labor es tan preciosa para mí.

Pero, para devolver el pago de esta gracia, yo debo llevar más fruto, y yo debo ser capaz de poder agradar a los miembros del grupo celular con un mejor servicio.

Padre, aun cuando no soy perfecto ahora, yo trabajaré con tus fuerzas. Dame tu poder y fuerza. Yo tengo el amor del Señor y las lágrimas de mi pastor. Puedo cambiar en el espacio espiritual, y puedo preparar mi vasija y llevar fruto.

Permítame comprender mis limitaciones y cambiar. Permítame agradecidamente aceptar el consejo de mi grupo celular que ellos me ofrecen de su amor por mí. Permítenos estar unidos y llevar más fruto.

Yo te amo, y te agradezco. Permíteme darte toda la gloria y ser gozo para mi pastor.”

Ustedes deben orar de esta manera que es lo apropiado a los ojos de Dios Padre.

Cuando las personas tienen conversaciones, aquéllos que no tienen ninguna maldad usarán buenas expresiones buenas y considerarán los corazones de otros.

Ellos usarán palabras que son corteses y buenas para todos.

Por lo tanto, aun cuando ellos oren, ellos evitarán expresiones que pueden afligir naturalmente el corazón del Padre.

Pero, ¿qué si tenemos maldad en nosotros? Aquéllos que son desconsiderados con otros y aquéllos que se quejan pensando acerca de sus puntos de vista solo actuarán de la misma manera delante de Dios. Ellos podrán saber que ellos deben ofrecer buenas y bellas oraciones a Dios, pero su malvado corazón sale a través de sus oraciones.

Ellos oraran de la siguiente manera: “Dios Padre, yo estaba agradecido para la labor preciosa que tu me has dado, y he intentado hasta ahora, gastando mi propio tiempo y dinero.

He intentado mi mejor esfuerzo, pero los miembros de mi grupo celular quebrantan la paz, ellos se quejan y me dan un tiempo duro. Yo inclusive he deseado renunciar.

Dios tenga misericordia de mí y fortaleceme. Permite que los miembros de la célula cambien. Envíame nuevos miembros para tener un avivamiento. Dios, tú eres omnipotente y lleno de amor, y yo creo que tú responderas mi oración.”

Si ustedes oran de esta manera, ¿cómo se sentiría Dios en cuanto a esto?

Estas personas saben que la labor es preciosa. Ellos también dicen que ellos creen en el Dios omnipotente y ellos saben que Dios contesta nuestras oraciones.

Así que, puede parecer que ellos estan agradecidos por sus deberes y ellos están haciendo confesiones de fe.

Pero de cada palabra de su oración, nosotros podemos ver que ellos no han cultivado la bondad en su corazón y no tienen fe en ellos.

De hecho, ellos se decepcionan y se descorazonan ante Dios porque no hay ningún avivamiento aunque ellos piensan que ellos lo intentaron.
Ellos están juzgando a los miembros del grupo celular que dicen cosas acerca de ellos.

Ellos saben acerca de la sabiduría para orar en bondad, pero ellos no pueden hacerlo porque ellos tienen estos sentimientos malvados en sus corazones.

Permítanme darles otro ejemplo. Algunas veces, cuando ustedes hacen buenos trabajos de Dios, ustedes pueden sufrir algunas malos entendidos de otras personas, porque ellos dicen que ustedes han hecho algo que ellos nunca dijeron.

O, ustedes hacen algo con buena intención pero otros lo interpretan de una manera diferente y ellos le critican.

En este tipo de casos, en lugar de intentar establecer lo que es correcto y o incorrecto, mucho mejor quedarse callado. Entre más excusa ustedes den para ustedes, más rumores acerca de ustedes serán creados.

Aun cuando ustedes revelan su inocencia a través del argumento, esto revelará las faltas de los otros, y puede dañar las relaciones.

Ustedes pueden tener frustraciones mientras argumentan y también levantan su voz, y se sienten incómodos con los demás. Asimismo, aquellos que les malentendieron y les juzgaron se sentirán heridos en su orgullo porque su falta ha sido revelada, y ellos tendrán malos sentimientos hacia ustedes.

2 Timoteo 2:23 dice, “Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.” En este tipo de situaciones, si ustedes solamente se quedan callados y aceptan a otros, sus corazones se fundirán, y ellos podrán tener una confianza profunda en ustedes, cuando ellos más tarde averigüen acerca de esto.

Además, cuando Dios permite que tales cosas les sucedan a ustedes debe ser por alguna razón; Él quiere que ustedes comprendan algo a través de ello. Proverbios 3:6 dice, “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.”

Si usteds no intentan demostrar su inocencia o dar excusas pero calladamente intentan comprender la voluntad de Dios, la gracia de Dios caerá en ustedes y ustedes podrán comprenderse.

Ustedes comprenderán lo que les falta para que ustedes no pudiesen protegerse. Ésta es una bendición para que ustedes cambien más hacia la perfección. Aun cuando ustedes sean acusados injustamente, no importa.

Porque Dios les está mirándo, Él reembolsará la pérdida, y se volverá sólo bendiciones espirituales y materiales.

Pero no importa cuánto nosotros escuchamos de este tipo de sabiduría, nosotros no podemos hacerla nuestra propia si nosotros tenemos maldad en nuestros corazones.

Sentimos que nuestro orgullo ha sido herido y estamos enojados por ello, así que nos quejamos con palabras. Ésto es faltar a la prueba.

Nosotros debemos intentar controlarnos, pero nosotros nos sentimos bien solo cuando vamos a la otra persona y le hablamos sobre la materia.

Sólo cuando nosotros echamos fuera este tipo de maldad y nos santificamos podemos disfrutar el fruto de la sabiduría.

Permítanme darles un ejemplo de una figura Bíblica que tenía la sabiduría sin santificación. Absalom el hijo de David era de apariencia hermosa y tenía excelente sabiduría. Pero el problema era que, porque él era malvado, él utilizó su sabiduría de una manera malvada.

Absalom tenía rencores en contra de su medio hermano Amnon debido cierto asunto.

Él también guardó rencor en contra su padre David por no castigar a su hermano.
Entonces, él empezó a planear una rebelión.

Él tenía un plan muy detallado. Primero, para quitar la cuatela de Amnon hacia él, él no expresó sus rencores en lo absoluto.

Y durante mucho tiempo, él trabajó para ganar los corazones de las personas.

Él ganó popularidad entre las personas mientras les hacía sentirse como su padre, David, no los amó, aunque lo hizo.

Finalmente, él aprovechó la oportunidad y con sus planes forjados él mató Amnon, y entonces él se rebeló en contra de su padre, el Rey David. Ahora David tuvo que huir rápidamente. Absalom también había ganado el apoyo de Ahitofel que era un consejero muy bueno y sabio de David.

Este Ahitofel era tan sabio que si él tuviese cualquier plan, sería de la misma manera de Dios.

Parecía que el plan era excelente y que estaba procediendo muy bien, como lo había planeado. Pero la rebelión de Absalom acabó en fracaso. Dios trabajó para David, y Dios causó que la sabiduría de Absalom fallara. Ahitofhel le dio un camino de victoria segura a Absalom, pero Absalom no la tomó.

Pero en lugar de seguir el consejo de Ahitofel, él siguió el camino sugerido por uno de los espías de David que David había favorecido.

Absalom era muy inteligente, pero una vez que Dios hizo su juicio débil, en un momento él escogió el camino de la destrucción. Desde ese momento, los hombres de David ganaron tiempo para prepararse para un contraataque.

Finalmente, Absalom murió de una muerte miserable en el campo de batalla.

Él tenía excelente sabiduría y entendiendo, pero ¿cuál era el beneficio de ello para él?

Con esa sabiduría, él mató a su hermano, se rebeló en contra de su padre, se paró en contra de Dios, y cayó en la destrucción. La sabiduría como a tal sin santificación es inútil.

En la próxima sesión, vamos a ahondar con más detalles acerca de la santificación mediante la cual podamos ganar verdadera sabiduría.

< Conclusión >
Estimados hermanos y hermanas en Cristo, si ustedes tienen buena sabiduría dentro de un corazón santificado, ustedes serán capaces de discernir entre las cosas que ustedes tienen que hacer y qué cosas ustedes no deben hacer.

Sus palabras y sus hechos serán garantizados por Dios y ustedes tendran el fruto de la respuestas y bendiciones. Yo espero que todos ustedes anhelen tener esta sabiduría de santificación y adquirirla.

Yo oro en el nombre del Señor que ustedes puedan ganar la victoria todos los días y vivan una vida bendecida dándole gloria a Dios todo el tiempo.
[Amén]