Parte sexta: Vida preciosa

1. Mirando hacia atrás
2. Ayer
3. Hoy
4. Mañana
5. Dando gracias a Dios por todo




5. Dando gracias por todo

""Dios no es hombre, para que mienta. Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?"" (Nm. 23:19).
¿Cómo no podré dar gracias al Señor por sus bendiciones?
Nuestro Señor Jesús dijo a Simón Bayona que era pescador.
""Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia\; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos\; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos (Mt. 16:18-19).
No puedo menos que dar gracias al padre por mostrarme un milagro a fin de experimentar su poder y por darme una fe grande de una vez. Siendo estúpido, ¿cómo podría entender la voluntad profunda del Señor y sus obras realizadas por su sabiduría?
¡Mi padre Dios que respondió a mis oraciones, me guió y me dio alegría en las pruebas y tribulaciones!
No puedo menos que dar gracias a Dios por guiarme para cumplir su gran voluntad como siervo y por otorgarme el poder para llegar a hacerlo. Doy gracias al Señor por darme el sueño de la misión en el mundo y por convertir en trigo a muchas ovejas que me ha mandado.
Mi segunda hermana mayor oró intensamente a Dios para que su hermano, que no conocía a Dios. Sin la ayuda de sus oraciones, ayunos y vigilias de oración por mi alma y mi salud, ¿podría existir actualmente el pastor Jae-Rok Lee? Sin su fe: ""Si Jae-Rok Lee únicamente se dirige a Dios, todas sus enfermedades se curarán por la gracia de Dios"", ya que no hubiera ocurrido el milagro por mi mismo.
¡Padre Dios! Estoy rebosante de tu bendición. ¿Qué estaría haciendo si mi hermana mayor no hubiese orado por mi? Yo tenía que ir al infierno por no descubrir el amor de Dios y no creer en Jesús.
Ahora mi hermana mayor me respeta como pastor. Doy gracias a mi hermana por guiarme a Jesús y por seguir orando por mí.
También quiero dar gracias a mis padres, hermanos, parientes y vecinos por su amor y ayuda. Agradezco a los parientes que me proporcionaron la comida, vestido y alojamiento\; a los vecinos que me resolvieron muchos problemas\; y a los amigos que me ayudaron a encontrar el trabajo para llevar una nueva vida. Sin ellos, yo no podría entender la voluntad de Dios ni su amor. También quiero agradecer al pastor Young-Hoon Lee que me aconsejó para ser buen siervo del Señor\; y a los hermanos y hermanas en Jesús que me ayudaron cuando yo estaba convirtiéndome en un siervo de Dios. También quiero expresar mi profundo agradecimiento a los profesores y compañeros del Seminario.
Hay una persona muy preciosa para mí, ella es mi esposa, quien compartió conmigo la tristeza y el dolor y trabajó duro para mí. Ella no sólo es la esposa de un pastor, sino también directora de la Casa de Oración de Man-Min.
La felicidad de una mujer depende de su esposo, pero mi esposa tuvo que pasar siete años, cuidando a su esposo enfermo. Su dolor era grande puesto que tenía que ejercer el papel de jefe de familia, dirigiendo la tienda. Sin embargo, después de conocer a Jesús, vivía alegre en Él\; incluso en la pobreza. Ella oró y dependió de Dios a pesar de todas las dificultades.
Sin su ayuda devota, no abría podido estudiar para ser el siervo del Señor. Por creer en Dios todopoderoso, mi esposa me ayudó y ahora es una de las que oran mucho por mí.
Le agradezco de todo corazón por su labor, paciencia y oración.
A veces mirando hacia atrás contemplo mis motivos de desarrollar la iglesia y doy gracias a Dios. Yo bendigo a los hermanos fundadores que obedecieron la voluntad de Dios de establecer la Santa Iglesia de Man Min, y siento especial amor por ellos.
Dios que dio a Moisés, a Aarón y Hur, me dio también los compañeros de la oración. Nosotros oramos unidos intensamente y Dios nos mostró su gloria al responder nuestras oraciones. Muchas almas fueron salvadas y nuestra iglesia experimentó un crecimiento enorme, ya que sus bases eran firmes.
Doy gracias a ellos puesto que sus sudores y lágrimas salvaron a muchas almas.
Los treinta obreros, fueron seleccionados para hacer oraciones y sacrificio a Dios. Ellos se reúnen para orar por los enfermos todos los días en la iglesia, empiezan a orar a las diez de la mañana y vuelven a hacerlo nuevamente, después del almuerzo.
Los miembros del ""Santo Grupo de Oración"" son soldados preciosos de la cruz y se dedican a orar gratuitamente en señal de agradecimiento por el amor de Dios.
Doy sinceras gracias al ""Santo Grupo de Oración"", por su incondicional servicio en bien de la salvación de las almas y el reino de Dios.
Aunque el pastor trabaja duro, si las ovejas no obedecen, el milagro de Dios no se realiza. Dios ha mandado a muchas almas a nuestra iglesia y está convirtiéndolos en hombres de Dios a través de las pruebas.
Muchos ancianos, diaconisas mayores, diáconos, diaconisas, obreros y todos los miembros de la iglesia están luchando por dejar sus pecados para vivir de acuerdo con la Palabra de Dios. Ellos obedecen y sirven al pastor por creer en Dios todopoderoso. Les doy gracias por vivir en fe en estos días en que es difícil encontrar la fe\; y por vivir con alegría y amor. Quiero expresarles mi profundo agradecimiento puesto que ellos están orando más de tres horas todos los días.
Por último, doy gracia a los siervos del Señor, mis compañeros que cuidan a las ovejas y oran para recoger más granos.
Con la esperanza y el premio en el reino de Dios, yo marcho adelante con mis hombres valiosos hacia donde ahora vemos oscuridad, pero con el tiempo contemplaremos claridad\; para los días en que recibiremos más amor de Dios en nuestro hermoso pueblo natal.