[Malaquías 4: 2]
03-08-2008 | Rev. Jaerock Lee
“Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación\; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Dios dijo en Jeremías 29:11, “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Jesús dijo en Mateo 7:9-11, “¿Que hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
Si, este es el corazón de Dios Padre. Él desea que Sus hijos estén bien, y quiere darles solamente cosas buenas. Si nosotros, por lo tanto, depositamos nuestra confianza en Dios y le servimos a Él, recibiremos riqueza, fama, autoridad y salud.
Pero algunas personas no reciben estas bendiciones a pesar de ser creyentes. Ellos ni siquiera reciben la bendición de la salud, sin mencionar las bendiciones de la riqueza y la fama. ¿Por qué sucede esto? Nuestra iglesia está siempre llena del poder del Espíritu Santo, y muchas señales y maravillas se están realizando. Muchas enfermedades incurables han sido sanadas para dar gloria a Dios. Especialmente, en la sesión especial de sanidad de Mayo, ¿cuántas personas fueron sanadas? Pero incluso en esas ocasiones, hay algunos que no reciben respuesta a sus problemas.
Así que, en este momento, les explicaré cómo esas personas pueden recibir respuesta a sus oraciones. Y esto es igual con los otros problemas de la vida.
En realidad, la causa es la misma para los problemas en los negocios, en el lugar de trabajo, en la familia y con los hijos. Si la causa es la misma, la forma de resolver el problema también tiene que ser la misma. Esto es igual a cuando podemos resolver el mismo tipo de problema de matemáticas con la misma fórmula.
Por lo tanto, Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes reciban la respuesta a diversos problemas del cuerpo y del espíritu a través de este mensaje y que le den gloria a Dios.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje de este día en Malaquías 4:2 dice, “Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación\; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”.
¿Han visto alguna vez a un becerro saltando de la manada? Si un becerro es liberado de una manada pequeña, éste saltará vigorosamente por los alrededores. Este pasaje nos está diciendo que cuando la luz de la sanidad llega, aquellos que está atados por la enfermedad y las debilidades serán liberados y sanados.
Aquí, ‘debilidades’ no se refiere a tener una debilidad general del cuerpo, sino más bien, a una degeneración o parálisis de alguna parte del cuerpo ocasionada por problemas congénitos o por accidentes. Por ejemplo, ceguera, desórdenes de audición, parálisis infantil, parálisis cerebral, y otra clase de discapacidades son tales ‘debilidades’.
Cuando la luz de la sanidad de Dios llega a ellos, todos aquellos que tienen esta clase de problemas serán completamente sanados. Podrán caminar y saltar normalmente y podrán ver, escuchar y hablar normalmente. Pero para recibir la luz de la sanidad, hay una condición. El pasaje dice, “Más vosotros los que teméis mi nombre”. Dios da la luz de Su sanidad a los que le temen. Con seguridad les contestará sus oraciones y sus peticiones.
Entonces, ¿Qué significa temer a Dios?
Proverbios 8:13 dice, “El temor de Jehová es aborrecer el mal\; la soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco”.
Aquellos que verdaderamente temen a Dios aborrecerán naturalmente la maldad, la cual es opuesta a Dios. Entre los padres y los hijos, si hay amor y respeto entre ellos, ¿cómo deben tratarse? ¿Desearán los hijos hacer algo que sus padres aborrecen? ¿Tratarán los padres de hacer algo que dañe a sus hijos?
Es igual entre el esposo y la esposa. ¿Hará la esposa algo que su esposo aborrece mucho? ¿Hará el esposo lo mismo? Si se aman, no harán nada que su ser amado aborrezca. Si usted no ama a esa persona, entonces hará cosas que él o ella deteste.
Si ustedes realmente aman a alguien, no harán cosas que provoquen molestia o desagrado a esta persona. Desearán elegir algo que la otra persona desee y le darán gozo y paz. Si hay algo que deseen hacer que pueda ocasionar algún daño a alguien más, buscarán no hacerlo.
Entonces, ¿Cómo deberíamos actuar como hijos de Dios?
El amor de Dios Padre fue tan grande para sacrificar a Su único Hijo para salvarnos a nosotros que éramos pecadores. Él convirtió a Su Hijo inocente en el sacrificio expiatorio y abrió el camino para salvar a los pecadores. Él nos dio un amor que nosotros como seres humanos no podemos imaginar. Nosotros deberíamos amar naturalmente y permanecer maravillados de este Dios Padre. Y si realmente amamos y tenemos temor de Dios, entonces es algo natural no hacer lo que Él aborrece más.
Lo que Dios aborrece más es el pecado y la maldad. Por otro lado, el pecado y la maldad son cosas que al enemigo el diablo y Satanás le gustan más. Así que, nosotros que amamos y tememos a Dios deberíamos no solamente sentirnos desagradados con la maldad, sino que deberíamos odiarla totalmente.
En el pasado, si ustedes han sentido odio por alguien, ¿cómo han tratado a esa persona? Probablemente no querían ver a esa persona, ni hablarle ni estar cerca de él o ella. Si esa persona se encontraba en cierto lugar o reunión, probablemente no querían ir al lugar o asistir a esa reunión.
Nosotros tenemos que odiar la maldad de esta misma forma. Tenemos que odiar el mirar cualquier clase de maldad y odiar estar cerca de ella. Sin embargo muchas personas dicen que aman a Dios y que le temen, pero ellos no aborrecen la maldad. En sus pensamientos, podrán pensar que odian la maldad, pero continúan almacenándola, viéndola y mostrándola en palabras y en acciones. Y esto significa que ellos realmente no odian la maldad desde lo profundo de sus corazones. Y, a ese grado no pueden decir que aman a Dios ni que le temen.
Dios es perfectamente justo y Él es el Dios del amor perfecto. Todos los mandamientos que nos ha dado son para nosotros. Si obedecemos Sus palabras, nuestras almas serán prósperas, todo nos irá bien, gozaremos de salud y seremos prósperos en todas las cosas.
Por lo tanto nosotros deberíamos ser capaces de obedecer los mandamientos de Dios gozosamente. Además, ya que hemos recibido tan tremendo amor y gracia los cuales son imposibles de pagar, deberíamos reconocer que es solamente justo y apropiado obedecer. Y aquellos que desean recibir alguna respuesta tienen que aborrecer aun más la maldad. Debido a la maldad es que han caído en tentación, y por causa de los pecados la enfermedad vino a sus vidas. Así que, ¡ustedes deberían realmente odiar mucho la maldad!
Por ejemplo, supongan que a causa de su codicia por el dinero fueron tentados por alguien, y ahora han caído en alguna situación difícil. La razón por la cual la otra persona pudo engañarlos es a causa de su codicia. Entonces, ustedes no deberían odiar a la persona que los engañó sino más bien odiar la codicia en su corazón. En la medida que tengan esa codicia en ustedes, pueden caer de nuevo en tentación.
Santiago 1:14-15 dice, “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado\; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.
La forma más segura y sabia para resolver un problema es deshaciéndose de la causa misma del problema. Esto es igual con las enfermedades y las malformaciones físicas, y hay una causa fundamental para ellas.
Éxodo 15:26 dice, “Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti\; porque yo soy Jehová tu sanador”.
Todos aquellos que viven de acuerdo a la palabra de Dios serán protegidos por Él para que no adquieran ninguna enfermedad. Así que, si no hemos sido protegidos, esto significa que hemos hecho algo en contra de la voluntad de Dios. La acción de hacer algo en contra de la voluntad de Dios se ha convertido en una pared que nos separa de Él y que detiene la gracia y la protección que podemos recibir de Dios.
No se trata de que Dios no puede protegerlos porque no es capaz de hacerlo. Isaías 59:1-2 dice, “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír\; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
Por lo tanto, para recibir respuestas completas, la más importante destruir la pared de pecados que está interponiéndose entre Dios y nosotros. Es más, si nosotros acumulamos acciones de fe y de bondad que puedan agradar a Dios, podemos recibir la respuesta más rápidamente. Nuestro Padre Dios es misericordioso y compasivo, y Él desea darnos las mejores cosas.
De acuerdo a la medida de fe de cada uno, tan pronto como reunimos esa cantidad de acciones y de hechos de bondad, entonces Dios nos responde. Es por eso que los nuevos creyentes reciben las respuestas inmediatamente. Sin embargo, Dios desea algo más de aquellos que ya han experimentado Su gracia y que han sido creyentes por un período considerable de tiempo.
Él desea que nosotros tengamos más bondad y que mostremos más fe que antes. Es por eso que algunas personas piensan que la respuesta no llega a pesar que han estado orando, mientras tanto no están haciendo tanto como antes o lo mismo que antes. El propósito de lo que están haciendo es solamente por la sanidad de una enfermedad o por la solución de un problema. Lo que Dios Padre desea de nosotros no es eso solamente. Las respuestas a tales problemas son solamente subproductos. Lo que Dios valora como más importante es que Sus hijos vivan de acuerdo a la palabra de Dios y que crezcan en la fe.
Si nosotros alcanzamos la medida de fe que Dios desea de nosotros, Él nos dará respuestas según corresponde. Por lo tanto, si ustedes desean recibir una respuesta a su problema, deberían tener el punto de vista de Dios dentro de su problema. Deberían ver su problema así como lo ve Dios. No deberían desear solamente la solución para su problema actual, sino que tienen que pensar en cómo resolver su causa principal.
Entonces, mientras esperan por su respuesta, no se pondrán nerviosos o impacientes. Comprenderán que este tiempo es un tiempo de bendición para que ustedes alcancen el espíritu, y así puedan estar agradecidos. Sin embargo, algunos de ustedes están demasiado impacientes por obtener respuesta a la apariencia externa de su problema. Hacen las cosas que tienen que hacer según les conviene, y se preguntan por qué no están recibiendo respuestas. En ocasiones, se sienten decepcionados y resentidos, e incluso expresan su queja con palabras.
Entonces, lo que han hablado ocasiona que la pared entre ustedes y Dios crezca, por lo tanto la respuesta se aleja. Entonces se arrepienten y oran de nuevo. Así pues, mientras este ciclo se repite, no pueden recibir la respuesta completa.
Este es el caso de la persona de quien les hablaré ahora. Este hombre se vio involucrado en un accidente de tráfico, y como resultado quedó incapacitado para caminar. Después que vino a nuestra iglesia. Dios Padre le ha dado a él y a su familia mucha gracia. Dios perdonó los pecados que ellos habían cometido antes de aceptar al Señor. Particularmente, este hombre y su familia habían sido arrogantes y dijeron muchas palabras mirando de menos a otros. Además, muchas veces actuaron de una forma que no era buena.
De todas formas, Dios se encontró con ellos, y les dio de Su gracia. Además, poco a poco, Dios sanó a este hombre. Cuando ellos vieron el progreso, estaban agradecidos, pero por otro lado, tenían quejas y resentimiento porque las respuestas no eran como las esperaban. Ellos habían esperado más de lo que recibieron, y lo expresaron con sus palabras.
La cantidad de quejas era más que la cantidad de agradecimiento que le dieron a Dios por haber obtenido este progreso. Pero ellos se arrepintieron de nuevo y empezaron a orar y a asistir a las reuniones de sanidad.
Ellos mostraron esta clase de hechos, pero son solamente suficientes para destruir una pequeña parte de la pared de pecados que habían levantado con anterioridad. Para recibir respuestas completas, la pared de pecados tiene que ser demolida completamente. Pero ellos destruyeron la pared de pecados un poco y luego la levantaron de nuevo. Ellos repitieron esto una y otra vez.
Para facilitarlo, se los explicaré numéricamente. Imagínense que la pared que los separa de Dios es de 10 cm. de alto. En esa situación, ustedes oraron, ayunaron y se arrepintieron y destruyeron 5 cm. de ésta. Entonces, solamente quedan 5 cm. Aquí, deberían seguir destruyendo la pared hasta llegar a cero y de esa manera poder recibir la respuesta completa. Pero mientras continúan esos 5 cm., supongan que han finalizado sus oraciones prometidas o que hay una reunión especial de sanidad. Y entonces, ustedes piensan que pueden recibir la respuesta completa en esta ocasión porque se han esforzado con ayuno y oraciones. Pero de acuerdo a la medida de justicia, no es así.
Podrán mejorarse un poco más, pero no pueden recibir la respuesta completa aun, pues hay un remanente de la pared de pecado. Sin embargo, si ustedes no comprenden esto, podrán desilusionarse. Y dejarán de sentirse agradecidos porque no recibieron la respuesta esperada. Podrán incluso pronunciar palabras de queja. Y esto significa que están incrementando los 5 cm. de pared que tenían.
Las personas por lo general recuerdan muy bien lo que han tratado de hacer, pero parecen no recordar muy bien lo que han hecho mal. Así que, piensan que la respuesta está llegando tarde y que lo que han hecho no está funcionando realmente a pesar que se han esforzado por mucho tiempo. Y de esta forma se desilusionan. Entonces, ¿Cómo creen que se sentirá Dios con estas personas?
Tenemos que comprender que lo más importante son los cambios en nuestras vidas espirituales. Tenemos que creer y confiar en nuestro fiel Dios sin cambiar nuestra forma de pensar en el camino.
Solamente si pensamos cada palabra de Dios en bondad y aprendemos a ser pacientes, podemos recibir respuestas completas más rápidamente. Debido a que no estamos desperdiciando lo que hemos hecho con fe y bondad, podremos recibir la respuesta completa más rápidamente. Y no se trata nada más de la sanidad para una enfermedad sino de todo. Es la justicia donde todo nos va bien y donde tendremos salud así como prosperan nuestras almas. Entre más cultivamos el espíritu en nuestro corazón, más bendiciones de mayores dimensiones recibiremos.
Si no han cambiado mucho a pesar de que han sido creyentes por mucho tiempo, esto significa que no se está llevando a cabo su crecimiento espiritual. Nuestro espíritu puede crecer cuando desechamos la carne y nos llenamos con espíritu. Ustedes dicen que están anhelando el espíritu y que desean tomarlo. También dicen que están desechando diligentemente la carne. Pero por otro lado siguen tomando la carne. En ocasiones, recogen cantidades más grandes de cosas carnales que las cantidades de carne que desechan.
Debido a que tienen que esforzarse mucho para desechar la carne, ustedes podrán pensar que tienen que desechar mucho de la carne, aunque la realidad es que han desechado solo un poco. Por otro lado, tomar la carne de nuevo es fácil. Así que, ustedes podrían haber tomado muchas más cosas carnales de lo que creen. En esta situación, creen que está bien porque han tomado mucho del espíritu y solamente un poco de la carne. Pero en realidad, han tomado más carne que espíritu.
Es más, ustedes piensan, “¿Por qué no puedo desechar la carne a pesar que estoy orando mucho?”. Y se sienten decepcionados y desalentados. Pero aquellos que realmente aman a Dios estrictamente cortarán todas las cosas carnales. Saben que la carne perece y se corrompe, y ellos no toman nada de ella.
En lugar de eso, ellos anhelan el espíritu y lo toman, así que ¿pueden ustedes ver cuan rápidamente ellos logran llenar sus corazones de espíritu? Aquellos que caminan hacia el espíritu también recibirán respuestas y bendiciones muy rápidamente. Y cuando llegan al espíritu y al espíritu perfecto, ¡cuan grande bendición recibirán! Cuando siembren, podrán recibir al 30, 60 y 100 veces más.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Dios Padre es fiel, y Él lo hace todo dentro de la justicia y el amor.
Si ustedes realmente aman a este Dios y le temen, con claridad saben lo que tienen que hacer. Tienen que deshacerse de las cosas que se interponen entre Dios y ustedes, y no volverlas a recoger. Tienen que aborrecer la maldad y desecharla completamente. Tienen que tratar de llenarse con la bondad. Dios con seguridad dará la respuesta a los que actúan de esta forma y a los que demuestran su amor por Él. Les dará salud, riqueza, fama y cualquier cosa que pidan y en abundancia. Dios hará que lo imposible se vuelva posible y que lo posible se vuelva en algo mejor.
Incluso si la respuesta se demora, no es porque Dios no esté respondiendo, ¡Él solamente les está dando más tiempo para que acumulen la cantidad de fe y de bondad necesaria!
Yo oro en el nombre del Señor para que todos ustedes reciban respuestas completas y bendiciones mientras aman, temen fervientemente y permanecen maravillados por este fiel Dios.
[Amen]