• Nueva Jerusalén 13

    [Juan 13: 32]

    31-08-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • : Cielo (55) – Nueva Jerusalén ⑬
      :
      “Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará”.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Esta es la 55ª sesión de la serie de sermones sobre el ‘Cielo’. En la última sesión, les expliqué sobre el área de la Nueva Jerusalén que le corresponde al Señor. Esta área está ubicada a la diestra y de cierto modo bajo el trono de Dios. En el centro de ella está ubicado el castillo del Señor, y los castillos de Sus discípulos están situados en sus alrededores. No solamente los discípulos del Señor, sino todos aquellos de la época del Señor que cultivaron el espíritu perfecto, han entrado al área del Señor.

      Este día, les hablaré sobre el área que le corresponde al Espíritu Santo. La era del Espíritu Santo abarca desde el Pentecostés hasta la segunda venida del Señor. Aquellos que escucharon el evangelio, recibieron al Espíritu Santo y que llegaron al espíritu perfecto durante este período, irán al área del Espíritu Santo.

      Si ustedes alcanzan el espíritu perfecto, llegarán a esta área. Así que, nuestro verdadero hogar está en esta área del Espíritu Santo, la cual les presentaré ahora.

      Los salmones nacen en los ríos pero viven sus vidas en el mar, sin embargo ellos regresan al lugar donde nacieron antes de morir. Después de vivir en el vasto mar, regresan al río donde nacieron cuando el tiempo llega. Es difícil nadar río arriba, pero ellos nunca se rinden a pesar que pueden morir en su travesía. Si este simple pez también regresa a su lugar de origen, entonces, ¿Qué debemos hacer nosotros como hijos de Dios?

      Hebreos 6:19 nos habla sobre la esperanza que “tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo”.

      Por medio de este mensaje, espero que todos ustedes se aferren firmemente a la cuerda de la esperanza y pongan el ancla de su alma en la Nueva Jerusalén. Al hacer esto, yo oro en el nombre del Señor para que ustedes logren alcanzar el área del Espíritu Santo.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el área del Espíritu Santo está ubicada al lado izquierdo, y debajo del trono del Dios.

      En la parte central de esta área hay edificios de diferentes tamaños con lo que es llamado las ‘bóvedas de la cebolla’. Ese es el castillo del Espíritu Santo.

      En general, si ven el castillo del Espíritu Santo, este tiene una apariencia suave y cálida como el seno de una madre. En el centro hay un edificio enorme y magnífico cubierto con sardio, también llamado cornalina. Este es el edificio principal del castillo del Espíritu Santo. El río de agua de vida que fluye del trono de Dios pasa por este edificio principal del castillo del Espíritu Santo y corre hacia cada esquina de esta área. Esto también es igual en el área del Señor. El río de agua de vida se origina en el trono de Dios y pasa por el edificio principal del castillo del Señor y va hacia cada esquina del área del Señor. Fluye alrededor por todas partes y finalmente regresa al trono de Dios. El área de terreno que se entrega a cada individuo es muy grande, y los edificios también son muy grandes y magníficos.

      Por ejemplo, la extensión de terreno que cubre el área de la ciudad de Seúl o quizá aun mayor será entregada a una persona. Entonces, ¿Cuántos edificios y jardines e instalaciones tendrán esa área? Bueno, entre ellos, habrá castillos que destacarán más que los castillos de cualquier individuo en su tamaño y esplendor. Estos son los castillos del Señor y del Espíritu Santo. Más que un castillo parecen una ciudad.

      El área de la Nueva Jerusalén es 58 veces más grande que Corea del Sur, así que el área del Señor y del Espíritu Santo es 19 veces más grande que Corea del Sur, la cual es un tercio de la Nueva Jerusalén. Su estilo de construcción es único, y podemos sentir el delicado toque de Dios Padre en cada detalle. Los otros edificios y lugares de morada fueron construidos por los ángeles bajo la supervisión del Señor, pero los castillos del Señor y del Espíritu Santo han sido construidos por Dios mismo.

      Hay un puente en forma de arco entre el castillo del Señor y el castillo del Espíritu Santo que conecta ambos lugares. Este puente es muy bello y espléndido. Está hecho con nubes que producen luces claras y brillantes. En el centro del puente hay un bello lugar de reunión donde se reúnen el Señor y el Espíritu Santo para conversar. Hay una mesa de piedras preciosas donde Ellos se sientan y departen. Esta mesa también tiene una sombrilla brillantemente luminosa con los colores del arcoiris suspendida sobre ella. Solamente el Señor y el Espíritu Santo pueden entrar a este lugar. Ninguna otra persona, incluso de la Nueva Jerusalén, puede entrar a este lugar. Es un lugar muy exclusivo. Algunas veces el Señor llega primero y espera por el Espíritu Santo, y hay ocasiones que el Espíritu Santo llega primero y espera por el Señor. Los dos conversan como verdaderos hermanos.

      Bajo el puente fluye el río de agua de vida que es claro y tan bello como el cristal. Ellos hablan sobre sus ministerios en la tierra.

      Hermanos y hermanas, de una manera bella y colorida alrededor del castillo del Espíritu Santo están las casas de aquellos que alcanzaron el espíritu perfecto durante los tiempos del Espíritu Santo.

      La construcción de algunas de las casas ha sido ya terminada mientras que en otras está casi por finalizar. Otras están en medio del proceso de construcción. Muchos ángeles decoran distintas partes de estas casas con bellas joyas. Para algunas de ellas, los terrenos son muy grandes debido a que el propietario guió a más personas hacia la salvación. Entonces, los ángeles construirán nuevos edificios en la propiedad agrandada. Aquellos que han llegado al espíritu perfecto lo hacen todo para glorificar a Dios, ya sea comer, beber o cualquier otra cosa que hagan. Así que, desde el momento que llegamos al espíritu perfecto, todos nuestros hechos y acciones serán almacenados en el cielo como nuestras recompensas.

      Imagínense a un hombre de espíritu perfecto y a otro hombre en el tercer nivel de fe que hicieron el mismo trabajo durante el mismo período de tiempo. Sin embargo, las recompensas en el cielo serán diferentes. ¿Por qué sucede esto? Aquellos que están en tercer nivel de fe continúan teniendo atributos carnales. Por lo cual, cuando trabajan para Dios, en ocasiones lo hacen con un corazón gozoso y agradecido, pero en otras ocasiones no.

      Por ejemplo, cuando ellos realizan algún trabajo voluntario, al principio lo hacen con un corazón agradecido, pero a medida que el trabajo se vuelve más duro y difícil, y que sus compañeros de trabajo no trabajan tan afanosamente como ellos, podrán dar paso a un sentimiento de inconveniencia y de incomodidad en su corazón. Podrán incluso tener pensamientos carnales como, “Nadie reconoce mi trabajo, ¿Por qué tengo que trabajar tan duramente? Además, si ellos tienen opiniones diferentes a las de sus compañeros, ya no desean hacer más esa clase de trabajos. Y más adelante, podrán incluso continuar con el trabajo solamente porque se sienten obligados a ello.

      Podrán incluso quejarse abiertamente y transmitir su inconformidad a otros. Si tienen corazones carnales, el corazón agradecido y gozoso que tenían al principio puede cambiar más tarde. Lo que Dios Padre recibe de nosotros no es el trabajo mismo, sino el aroma de nuestros corazones. Pero mientras tengamos atributos carnales, el aroma de nuestro corazón habrá momentos donde no podrá ser perfecto. Además, aunque almacenemos algunas recompensas, podremos también cancelarlas al pronunciar palabras de queja y de resentimiento.

      Por supuesto, no todos los que están en el tercer nivel de fe actuarán de esta forma. Sin importar en que nivel de fe nos encontremos, si estamos llenos del Espíritu Santo, podemos trabajar con el aroma perfecto del corazón para ese momento. Y tenemos un corazón gozoso y agradecido sin importar la situación, y cumplimos nuestras obligaciones motivados por nuestro amor hacia Dios y por la sinceridad de nuestro corazón. Si trabajamos de esa forma, esto ser convertirá en nuestra recompensa completa en el cielo. Pero hasta que lleguemos al espíritu, no es fácil conservar esta llenura del Espíritu Santo todo el tiempo.

      Podremos estar llenos del Espíritu Santo algunas veces y otras no. En ocasiones trabajamos duramente y en otras no. Cambiamos tanto como tengamos atributos de la carne en nuestro corazón. Y, al grado en que desechemos la carne de éste y que cultivemos un corazón espiritual, esta clase de cambios desaparecerán. Si llegamos al espíritu de una forma completa, siempre trabajaremos con gozo y agradecimiento, por lo tanto alcanzaremos grandes recompensas en el cielo.

      En el cuarto nivel de fe, cuando uno ha cultivado el espíritu en el corazón, la persona ama a Dios al más alto grado. Por lo tanto, Dios Padre paga 30 o 60 veces más de lo que un hombre de espíritu ha hecho. Lo mismo se aplica a las recompensas celestiales. Es más, un hombre de espíritu perfecto que se encuentra en el quinto nivel de fe puede agradar a Dios en todas las cosas. Y Dios Padre paga al menos 60 veces, e incluso 100 veces más por lo que un hombre de espíritu perfecto ha hecho.

      Es por eso que yo les estoy rogando que busquen llegar al espíritu y al espíritu perfecto rápidamente. Puesto que ustedes están trabajando para Dios con todas sus energías de todos modos, ¿Cuánto mejor sería si pudieran recibir 30, 60 o 100 veces más bendiciones y recompensas por lo que están haciendo? Además si desean llegar a la Nueva Jerusalén, obviamente tienen que almacenar muchas recompensas.

      El área de terreno que será entregado a un individuo es tan grande, más allá de nuestra imaginación. Para construir varios edificios y decorarlos con diversas joyas, tienen que almacenar muchas recompensas. Yo espero que puedan comprender este principio espiritual y que trabajen fielmente en todos los aspectos para que puedan llegar al espíritu y al espíritu perfecto rápidamente.

      Hermanos y hermanas, Dios Padre nos ha permitido saber sobre las casas celestiales de algunas personas. Estas son las recompensas que serán entregadas si alcanzan el espíritu perfecto y cumplen con sus obligaciones.

      Primero, les hablaré sobre la casa de una persona que ora fervientemente día y noche por el reino de los cielos y por la justicia de Dios, fortaleciendo mucho la iglesia. La casa de esta persona será construida con el aroma de la oración y la perseverancia. Está decorada con joyas brillantes desde la entrada, y de una forma especial, hay una enorme perla.

      Esta persona tuvo muchos momentos difíciles hasta que renunció a las cosas que ella consideraba más valiosas. Pero oró diciendo, “Padre, te amo tanto que te he ofrecido las cosas que más amo. Por lo tanto Padre, ¡Por favor muéstrame la evidencia que Tu me amas también!”. Hasta que su corazón estuvo lleno con el amor del Padre, ella pasó muchos días entre oraciones llenas de lágrimas y en perseverancia. Dios Padre recuerda que ella marchó invariablemente en su carrera de la fe cargada de momentos agonizantes.

      Él está haciendo su casa celestial a manera que se ajuste a sus gustos y a su personalidad para que ella se sienta provista de consuelo y de felicidad eterna. De acuerdo a la gozosa armonía de la dulzura de su personalidad, cada esquina de la casa está íntimamente decorada en completa armonía con esta alegre dulzura.

      Por ejemplo, el jardín es muy cómodo y hay bonitas decoraciones que le dan felicidad al dueño. Bellas flores de diversos colores y formas hacen que cada esquina del jardín se vea muy bello. En una esquina del jardín hay una mesa donde puede compartir el te con sus seres amados. Hay personas con quienes ella deseaba permanecer en la tierra pero no podía hacerlo porque estaba ocupada trabajando para Dios. Ella puede invitar a estas personas a este lugar. Una pequeña esquina del jardín también tiene este delicado amor y consideración de Dios Padre.

      Y ¿Cómo podrá ser la casa principal? Para cuando ella cumpla totalmente con su tarea, Dios está preparando recompensas celestiales que van más allá de nuestra comprensión. Y esto es igual con todos ustedes. Yo espero que ustedes crean que Dios hará sus casas en el cielo de acuerdo a lo que hayan hecho en la tierra para que se ajuste a sus personalidades y gustos.

      Permítanme presentarles la casa de otra persona. Esta persona ha contribuido mucho al reino de Dios a través de publicaciones. En la casa principal de esta persona hay muchas habitaciones, y entre ellos hay una especial. Ésta tiene una mesa dorada, una bella silla con decoraciones de oro, y un candelero dorado. Hay una librería con muchos libros. Esta es la recompensa otorgada a esta persona por dar la gloria a Dios a través de las publicaciones. Dios Padre recuerda que ella ama los libros y le da un estudio que se ajuste totalmente a su corazón.

      Finalmente, permítanme hablarles sobre las recompensas que le serán entregadas a un pastor cuando cumpla con su deber de convertirse en un mártir. Cuando él cumpla con la tarea del martirio y vea su casa en el cielo, no podrá pronunciar palabras mientras las lágrimas de gozo y de asombro inundan sus ojos. Al pasar por la puerta y mientras observe los alrededores de la casa su asombro casi lo llevará a un estado de éxtasis. Primero, estará sorprendido por el tamaño del terreno donde su casa está ubicada. Luego, estará sorprendido por el jardín que está tan bien cuidado lleno de bellas flores y de árboles.

      Desde el portón principal a través del jardín y hasta llegar a la casa principal hay una calle dorado. Mientras él camina por esta calle, las flores en las orillas del camino ofrecerán su esencia para alabar el meritorio servicio de su señor. Ellas consolarán al pastor por los sufrimientos que tuvo que atravesar en la tierra para convertirse en mártir. Luego, desde el corazón de este pastor brotará el amor del Señor como un fuerte aroma. Él hará una confesión desde lo profundo de su corazón pensando, “¡Me permitió hacerla para que yo pudiera morar en este amor del Padre!”.

      Mientras él camina hacia el cobertizo de la casa principal, puede ver las paredes decoradas con diversas piedras preciosas. Entre ellas, las luces de la cornalina que tiene un color parecido a la sangre y el zafiro con un color azul profundo, sobresalen. La cornalina representa que este pastor trabajó fielmente hasta que entregó su vida con su apasionado amor por el Señor. El zafiro conmemora que él tuvo la fidelidad de su fe incluso bajo los peligros de su vida.

      En la parte externa de la pared en la casa principal están grabados los contenidos de las pruebas vencidas y especialmente de las cosas sobre el martirio. Ésta también tiene un escrito que declara el día, el mes y el año que se convirtió en mártir\; la razón y el camino de su martirio\; y cómo cumplió completamente la voluntad del Padre. En esta casa está todo lo que este pastor quiso tener en la tierra.

      En la pared interna de la sala hay enormes pinturas de diferentes escenas. Estas pinturas explican cómo este hijo cambió después de encontrarse con el Señor. Las enormes pinturas de pared muestran el proceso de su cambio al espíritu y al espíritu perfecto. Éstas expresan cuánto él amó al Señor, qué clase de asuntos espirituales comprendió en diferentes momentos, y qué fue lo que hizo y cuál fue su actitud en cada momento.

      Dios Padre también preparó un regalo especial para darle a este hijo. Él colocó diferentes clases de equipos para ejercicio en una esquina de su jardín. Nosotros no tenemos que ejercitar nuestro cuerpo en el cielo, entonces, ¿Por qué hay algo como esto allí? Se debe a que el Padre sabe que a él le gustaba hacer ejercicios en la tierra. Sin embargo, cuando se convirtió en pastor, no practicó esto por mucho tiempo a causa de su trabajo para el Señor. Debido a que amaba al Señor, renunció incluso a aquellas cosas en las que podría haber participado para poder trabajar más diligentemente por el Señor. Y Dios paga todas estas cosas de esta manera.

      Es como un recuerdo o algo que puede ser una remembranza tangible. Cuando este hijo vea esto, su corazón se volverá cálido una vez más y expresará su agradecimiento por el amor del Padre. Alabará el delicado amor del Padre quien paga todo, sin olvidar un poquito del gozo. Que las cosas sean un recuerdo no significa que él solamente puede mirar el equipo, también lo puede usar.

      Este equipo de ejercicios está hecho de un material especial. Un par de pesas de mano, por ejemplo, está hecho con un material especial del Padre, para que éstas puedan lucir como una joya brillante. Algo sorprendente es que el peso de estos instrumentos está controlado automáticamente según la persona desea. Si la persona desea que sean más pesadas, automáticamente se vuelven más pesadas.

      La Nueva Jerusalén es un espacio donde todo está hecho según lo que alguien alberga en corazón.

      En la próxima sesión, les presentaré la casa de otra persona que fue a la Nueva Jerusalén, y la casa más grande en el área del Espíritu Santo.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, este día, les expliqué sobre el área del Espíritu Santo en la Nueva Jerusalén.

      Y brevemente les presenté las casas de algunas personas en esa área. Aquellos que lleguen a la Nueva Jerusalén han vivido de acuerdo a la voluntad de Dios mientras estuvieron en la tierra. Ellos renunciaron a las cosas que amaban, a lo que les gustaba, y a lo que deseaban tener y vivieron solamente para el Señor. Tienen la voluntad de sacrificar incluso sus vidas por el Señor.

      Dios Padre, quien tiene un delicado amor, recuerda todas estas pequeñas cosas y no olvida ninguna de ellas. Él paga todo con recompensas celestiales. El pasaje de este día en Juan 13:32 dice, “Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y en seguida le glorificará”. Él nos da consuelo y amor desbordantes, así que ese auto-control para renunciar a lo que nos gusta y el abstenernos nosotros mismos, y todo será recompensado. Aquellos que buscan esta clase de honor celestial no sentirán cargoso renunciar a su ‘yo’. Al contrario es algo lleno de gozo y de agradecimiento.
      Espero que todos ustedes con una enorme esperanza desechen todos las cosas mundanas y que obtengan solamente cosas de lo alto, el honor celestial.

      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes también tengan su casa eterna en el área del Espíritu Santo en la Nueva Jerusalén.
      [Amen]


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