• Fidelidad Total

    [Apocalipsis 2: 10]

    21-09-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • : “Fidelidad Total”
      :
      “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”


      Apreciados hermanos y hermanas en Cristo,

      Demos gracias y Gloria a Dios quien nos ha permitido tener este servicio.

      Amados miembros de la iglesia,
      Este año tenemos abundantes cosechas en los campos durante el otoño, y nuestra iglesia ha producido fruto abundante.

      Así mismo, a nivel individual ustedes han recibido abundantes bendiciones debido a que han producido fruto abundante y precioso en sus vidas.

      Cuando se forma un grano, existe un lapso de tiempo hasta que el grano se forma por completo.

      Es igual con usted. El recibir un cargo no significa llegar a un final.

      Usted podrá disfrutar de gran honra cuando usted entregue a Dios el mejor fruto por medio de la realización total de sus labores. En el pasaje bíblico de hoy, Apocalipsis 2:10, la segunda parte de este verso dice: “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

      Según dice, la corona de vida se dará a aquellos que trabajan fielmente hasta el final. Si la calidad de su trabajo es mejor, recibirán también la corona de oro y la corona de justicia.

      De modo que yo pido en el nombre del Señor que ustedes retengan los sentimientos y el gozo que proviene de la palabra que les ha sido dada hoy para que se mantengan fieles con gran pasión hasta que reciban tan gloriosas coronas.




      Amados hermanos y hermanas,
      Para ser fieles en sus posiciones de miembros titulares de la iglesia, ante todo ustedes deben tener un corazón lleno de amor a Dios.
      ¿Qué significa: “Sé fiel hasta la muerte”? Significa permitir que su ‘ser’ muera diariamente y obedecer la voluntad de Dios, lo cual es obedecer los mandamientos de Dios.

      Además, significa dedicar su ser al punto de ni siquiera luchar por su vida a fin de cumplir el reino de Dios. Juan 14:15 dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

      Según lo dicho, si usted ama a Dios, no le será difícil guardar los mandamientos. Usted los guardará con gozo.

      Así mismo, no le será difícil cumplir sus tareas.

      Para ser fiel hasta la muerte en sus tareas usted debe renunciar a sus propios deseos, satisfacción personal, y vida confortable.

      En algunas ocasiones usted no podrá descansar ni comer, usted hará un ayuno con oración. A veces usted llorará mucho por las almas.

      El trabajo para el reino de Dios es difícil y en ocasiones usted quizás experimentará dificultades y persecución por ninguna aparente razón. Desde un punto de vista seglar, este no es un camino fácil a seguir.

      Pero si usted ama a Dios, usted podrá seguir este camino con gozo. Ese fue el caso del Apóstol Pablo, quien es uno de los mejores ejemplos de una persona que trabaja para Dios fielmente hasta la muerte.

      A pesar de todo él confesó lo siguiente en Colosenses 1:24, diciendo: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia.”

      Él amó tanto a Dios que en lugar de lamentarse por las dificultades que enfrentó a causa de las almas, él se regocijó y proclamó su fe.

      No importó el tipo de amenaza que enfrentó, él no retrocedió ni tuvo temor, y al final, él dio su vida en calidad de mártir.

      1 Juan 4:18 dice: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor\; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Debido a que Pablo amó a Dios, él no temió a nada. En cuanto a mí, en calidad de Pastor General de esta iglesia, he tenido que poner en riesgo -inclusive mi vida- en muchas ocasiones hasta hoy.
      Pero, debido a que amo a Dios quien me ha concedido gracia y amor tan grandes, he podido superarlo todo.

      Yo sé que cada uno de ustedes tiene el amor y la gracia que han recibido de parte de Dios.

      Ustedes tienen la gracia de Dios la cual ha sido dada a cada uno en particular, como la gracia de salvación\; la gracia que les da una esperanza en los cielos\; la gracia que elimina los pesos de la vida y que los libera de la enfermedad, y la gracia que los conforta en sus angustias y los llena de gozo.

      Además, ustedes y yo hemos recibido amor especial de parte de Dios.

      Dios nos ha guiado a comprender claramente el significado del perfeccionamiento humano.

      Él no solamente nos ha permitido conocer acerca de la Nueva Jerusalén donde está situado el trono de Dios, sino que claramente nos ha mostrado la manera de llegar hasta ahí.

      Nos ha dado tareas y oportunidades preciosas para trabajar fielmente para Él. ¡Cuán grandioso e impresionante es este amor!

      A la medida en que sentimos este amor y llenamos nuestro corazón con él, es que seremos fieles hasta la muerte.

      Si usted experimenta dificultad para guardar los mandamientos de Dios y serle fiel, es porque su amor para Dios en su corazón está escaseando.

      Por tanto, yo anhelo que ustedes recuerden siempre la gracia que han recibido de modo que jamás le den a Dios el amor carnal que cambia, sino el amor espiritual que nunca cambia.

      Yo ruego en el nombre del Señor que a pesar de las dificultades que ustedes encuentren, ustedes sean obreros fieles que no consideren tales dificultades como sufrimiento cuando sea todo por causa de su amor a Dios.



      Apreciados miembros de la iglesia,
      En segundo lugar: A fin de llegar a ser totalmente fieles, ustedes deben tener un corazón lleno de verdad.

      Al recibir un cargo, muchos confiesan emocionalmente lo siguiente: “¡Estoy tan agradecido de recibir la salvación, y además el Señor me ha dado esta preciosa tarea. Seré fiel por amor al Señor y a las almas!”

      Pero con el pasar del tiempo, en muchos casos ese primer amor y pasión de su corazón y aquella confesión cambian de acuerdo a las circunstancias.

      Supongamos que usted trabaja duramente y nadie le agradece por ello. Usted puede llegar a decepcionarse un poco o puede llegar a cansarse.

      Si usted observa a alguien en una posición similar a la suya, quien está avanzando más rápido que usted, o si usted tiene deficiencias en su posición de líder, usted puede llegar a desanimarse mucho.


      Usted debe hacer todo con un simple ‘Sí’ y ‘Amén’, pero usted tiene la tendencia a retroceder si algo no le es en realidad de beneficio.

      Usted se alegra solamente por las tareas que le son de beneficio y que le agrada realizar.

      Entonces significa que usted no está cumpliendo su tarea a cabalidad. Usted quizás no está donde debería estar, o quizás usted piensa que está cumpliendo sus tareas, pero no presenta frutos sustanciales para demostrarlo, así que usted se desanima.

      Además, quizás usted incluso se arrepiente de haber aceptado la tarea o quizás piensa que desea renunciar.

      ¿Porqué tales cambios? Es debido a que usted confiesa con su boca que está trabajando fielmente por su amor a Dios, pero en realidad su corazón no es veraz.

      Es decir, en un rincón de su corazón usted desea ser reconocido por los demás y quiere cumplir sus deseos personales.

      Pero si su amor por Dios es verdadero, aquel corazón que usted tuvo al recibir su cargo no cambiará.

      Usted agradecerá y se regocijará por el simple hecho de que Dios lo ha hecho un obrero del Señor.

      Aún cuando no haya recompensa, aún si pasa por persecuciones y adversidades sin razón alguna y debido a sus tareas, usted estará agradecido.

      Así como en la parábola del ‘siervo inútil’ en Lucas capítulo 17, usted simplemente pensará que eso es lo que usted debe hacer.

      Aún cuando usted reconoce sus limitaciones, usted no se desalienta, sino que pide con humildad el poder de Dios.

      Su confesión sale de lo profundo de su corazón y es sincero al decir: “Yo soy nada”.

      Igualmente, lo mejor es tener un corazón veraz primero y recibir la posición después, pero a veces no sucede de esa manera.

      Entonces, mientras cumple con sus responsabilidades, su corazón cambia de acuerdo a su propio beneficio.

      Aún así, usted no debe desanimarse y su pasión no debe apagarse. Un verdadero obrero de Dios seguirá intentando despojarse de aquellas cosas y cambiar.

      Si ustedes diariamente intentan hacer que su confesión sea más veraz, podrán llegar a ser obreros espirituales con mayor rapidez y facilidad.

      ¡El aroma de su corazón será más agradable y su fruto será más abundante!

      Yo anhelo que usted considere todas las situaciones desfavorables como oportunidades de las cuales pueda producir veracidad en su corazón.


      Pido en el nombre del Señor que al hacer esto usted cumpla con su labor sin tener un cambio en su corazón al estar en la mitad del camino, para que usted logre ganar los elogios de parte del Señor.


      Amados hermanos y hermanas,
      En tercer lugar: Para ser totalmente fieles se debe orar desde lo más profundo del corazón.

      Para ofrecer fidelidad total a Dios, dije anteriormente que ustedes deben amar a Dios y tener un corazón veraz.

      Yo sé que todos ustedes desean tener este tipo de corazón\; pues, para desarrollar tal tipo de corazón hermoso es necesario orar con sinceridad.

      No tiene sentido que todo lo que usted hace sea simplemente escuchar y almacenar conocimiento.

      Estoy seguro de que ustedes han escuchado ese mensaje muchas veces antes de ser consagrados\; pero, si usted tiene falta de amor a Dios o de un corazón veraz, significa que usted carece de la oración necesaria desde el interior de su ser.

      A pesar de que usted escuche la Palabra y reciba de ella la Gracia de Dios, pues usted no podrá poner en práctica lo que escucha sin orar con plena sinceridad.

      Por tanto, luego de que usted haya escuchado el mensaje, usted debe clamar en oración ante Dios con la determinación de cultivar en usted la palabra que ha escuchado y de ser un fiel obrero espiritual.

      Si usted diariamente acumula este tipo de oración sincera su amor por el Señor crecerá cada día más.

      Usted sentirá el amor de Dios en su interior a la medida que desarrolle un corazón espiritual cumpliendo la palabra en usted por medio de la oración.

      También, al orar con toda sinceridad, usted se presentará ante Dios con un corazón veraz que no tiene falsedad.

      Usted podrá reconocer sus limitaciones y depositarlas ante Dios sin esconder nada.

      Dios puede darle de Su gracia y fortaleza para que usted pueda cambiar solamente una vez que usted haya orado verdaderamente con toda sinceridad.

      Entonces dirá: “Te amo Dios”, no solamente cuando usted se siente lleno del Espíritu, sino también cuando siente que tiene falta de ciertas cosas.

      La fortaleza para cumplir sus tareas no proviene del conocimiento humano, de su talento físico, ni del dinero. Pues proviene de la sabiduría y fortaleza dadas por Dios.

      Al aumentar diariamente la oración desde el fondo del corazón y al aumentar el amor y veracidad, finalmente se convertirá en un obrero poderoso.

      Es por eso que, si usted dice: “Yo no tengo la habilidad para realizar esta tarea” sin antes haber orado con toda sinceridad, entonces, no es más que una excusa.

      Yo ruego en el nombre del Señor que todos ustedes lleguen a ser grandes y poderosos obreros mediante la oración desde el fondo de sus corazones.




      Amados hermanos y hermanas,
      El Apóstol Pablo dijo en 1 Timoteo 1:12: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio.”

      Yo creo que esa confesión es la de ustedes también. Yo creo así mismo que aquellos de ustedes que ya han recibido un cargo confesaron lo mismo.

      Pero como expliqué en el mensaje, ustedes deben recordar que la corona de vida será otorgada solamente a aquellos que son fieles hasta la muerte.

      Además, si ustedes llegan a ser santificados completamente y si son fieles en todo en la casa de Dios, ustedes recibirán la corona de oro y la corona de justicia en la Nueva Jerusalén.

      Y, para ser fiel hasta la muerte usted debe cultivar el amor y la verdad mediante la oración desde lo profundo de su corazón.

      Con toda sinceridad anhelo que usted se sujete firmemente a este mensaje de manera que en el Día Final usted pueda confesar delante del Señor: “¡Gracias por darme tan preciosa labor y por permitirme venir a este lugar tan hermoso y honroso!”, esto pido en el nombre del Señor Jesucristo.

      [Amén]


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