[Hechos 10:34-35]
28-09-2008 | Rev. Jaerock Lee
<1 Samuel 16:7>
Y JEHOVÁ respondió a Samuel: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho\; porque Jehová no mira lo que mira el hombre\; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”
Apreciados hermanos y hermanas en Cristo,
Este es el Servicio por la Escuela Dominical para Niños 2008.
Demos gracias y gloria a Dios el Padre quien ha protegido y ha guiado a nuestros niños hasta este día para ofrecer este servicio devocional.
Así mismo doy gracias a los todos quienes han preparado este servicio con todo su corazón, mente y alma.
Amados niños en Cristo,
¿Saben ustedes a qué rey simboliza la bandera nacional de Israel? Al Rey David.
Dios envió al profeta Samuel a la casa de una persona llamada Isaí para designar a David como rey.
Tan pronto como Samuel vio a los hijos de Isaí, pensó: “El hijo mayor, Eliab, es hermoso y alto, ¡él va a ser el rey!”
Pero Dios dijo: “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
Entonces Dios le dijo a Samuel que el escogido no era Eliab sino el hijo menor, David, quien iba a ser el rey.
En ese entonces, David era un simple joven que pastoreaba ovejas. Pero luego él se convirtió en el rey más grande la historia de Israel.
Él también logró uno de los rangos más altos en el reino celestial. Entonces, ¿Por qué escogió Dios a David?
Fue porque David amó a Dios en lo más profundo de su corazón.
Veamos, ‘lo más profundo de su corazón’ es la parte del corazón a la que también se le llama ‘lo íntimo del corazón’.
Dios no mira las apariencias externas, sino el corazón. Él mira tus pensamientos: “¿Qué niño(a) me ama en su corazón?”
¿No te gustaría llegar a ser una gran persona como David? ¿Y no te gustaría entrar a la Nueva Jerusalén?
Aunque ustedes son niños, si ustedes aman a Dios con todo su corazón, ustedes pueden llegar a ser una gran persona igual a David.
Ustedes pueden llegar a ser príncipes y princesas en la Nueva Jerusalén.
Yo ruego en el nombre del Señor, que todos ustedes niños escuchen este mensaje con atención y que amen a Dios con todo su corazón así como David.
Amados niños en Cristo, para amar a Dios con todo su corazón, primeramente, ustedes deben adorar en espíritu y en verdad.
Yo creo que todos Ud. ya saben lo que es adorar en espíritu y en verdad. Pues es adorar por la inspiración del Espíritu Santo.
Yo les hablé sobre eso antes, ¿lo recuerdan?
Aquellos niños que mantienen el mensaje en su mente, no juegan con otros niños ni divagan durante los servicios de adoración, sino que se concentran en el mensaje.
Ellos adoran a Dios con rostros resplandecientes. Ellos oran con todo su corazón durante el tiempo de oración.
También ofrendan a Dios las ofrendas que han preparado cuidadosamente.
¿Suponen ustedes que hay niños que en realidad no adoran en espíritu y en verdad de esta manera?
Ellos vienen a la iglesia porque sus madres les dicen que deben asistir a los servicios de adoración.
Sus mentes son atrapadas entre muchos pensamientos. Ellos juegan con otros niños e incluso algunos se quedan dormidos.
Pero incluso aquellos niños pueden adorar en espíritu y verdad si empiezan a intentarlo desde ahora en adelante.
Si deseas adorar apropiadamente, debes cambiar tu manera de pensar.
No debes pensar así: “El servicio de adoración es difícil”, sino que debes pensar así: “¡El servicio de adoración es divertido!” Por favor repitan: “¡El servicio de adoración es divertido!”
Amados niños,
¿Por qué asistimos al servicio de adoración? Adoramos a Dios porque somos hijos e hijas de Dios.
¿Es divertido ir al parque de diversiones con mamá y papá? Claro que lo es, ¿verdad?
Mamá y papá les permiten subirse a juegos emocionantes, les compran golosinas deliciosas y juguetes, por eso es divertido.
De la misma manera, Dios el Padre también da muchos regalos a través del servicio de adoración.
Si ustedes adoran en espíritu y verdad, Dios les dará salud y él los protegerá de accidentes.
También les dará el alimento diario en sus hogares, y les dará sabiduría para estudiar bien.
Él les dará paz, felicidad y gozo en su corazón. Pero el mayor regalo de todos es el boleto para el reino celestial y en especial el boleto para la Nueva Jerusalén.
Por todo esto, el servicio de adoración debe ser ofrecido a Dios con una actitud de mayor gozo que cuando vas al parque de diversiones.
La adoración no es algo que se hace de mala voluntad como si fuese muy difícil.
¿Entienden ahora por qué adoramos a Dios? Entonces, desde ahora en adelante ustedes pueden practicar la adoración en espíritu y en verdad.
Cuando ustedes estén en el 6to grado, ¿qué pasaría si continúan adorando de la misma manera que lo hacían cuando eran pequeños bebés o como cuando estaban en 1er grado?
Mientras ustedes crecen en estatura y en edad, su actitud en adoración también debe crecer.
Aquellos que están en el 1er o 2do grado no tienen las actitudes maduras que tienen aquellos en el 5to o 6to grado.
Pero ustedes pueden seguir pensando: “Yo puedo adorar a Dios mejor que los niños del jardín de infantes.”
Ahora, supongamos que aquellos niños, quienes tienen cuatro o cinco años, se quedan dormidos mientras escuchan el mensaje. ¿Dirá Dios: “Ellos no me adoran en espíritu y en verdad”? Por supuesto que no.
Él dirá: “¡Te vez tan hermoso cuando estás en el santuario de Dios para adorar!” Dios acepta a cada uno de ustedes con gozo, cuando ustedes intentan adorar de acuerdo a su edad y a la medida de su fe.
Si ustedes intentan hacerlo de acuerdo a su edad y medida de fe cada vez más, ustedes tendrán la actitud apropiada en el servicio de adoración. Entonces después, asistir al servicio de adoración no les será difícil sino divertido.
Cuando ustedes crezcan más y lleguen a ser estudiantes del básico o del diversificado, y eventualmente lleguen a ser jóvenes adultos, ustedes continuarán adorando en espíritu y en verdad.
Si ustedes adoran en espíritu y verdad desde que son pequeños niños, Dios bendecirá sus vidas y concederá sus sueños.
Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes, niños, adoren a Dios en espíritu y en verdad con más felicidad.
Queridos niños en Cristo,
En segundo lugar\; para amar a Dios con todo su corazón ustedes deben orar con todo su corazón.
¿Oran todos ustedes con todo su corazón? Por favor mediten en su manera de orar.
¿Oran ustedes solamente porque sus padres les dicen que oren? ¿De repente te cansas y te quedas dormido cuando intentas orar?
¿Piensas en otras cosas cuando oras? O ¿te olvidas de aquello por lo que has orado? Entonces todo esto significa que no has orado con todo tu corazón.
Orar con todo el corazón significa orar sinceramente ante Dios con una actitud apropiada y con una mente concentrada en la oración.
Orar por un largo tiempo no significa orar con todo el corazón. Aún si oras por un corto período de tiempo, lo más importante es concentrarse y ser lleno del Espíritu Santo en oración.
Al orar con corazones gozosos sin sentir que es algo forzado, estarás orando con todo el corazón.
Amados niños,
¿Por qué tenemos que orar? Si ustedes no conversan con sus padres, tanto ustedes como sus padres estarán muy tristes.
¿Qué tal si ustedes no pudieran hablarles a sus padres acerca de lo que hicieron hoy?
¿Qué pasaría si no pudieran pedirles dinero para comprar un cuaderno que necesitan o si no pudieran pedirle la cena a su mamá?
Orar es conversar con Dios así como conversan con sus padres. Si ustedes no oran, en realidad es algo triste.
Dios puede darte lo que necesitas solamente cuando oras.
Por ejemplo, para ir a la Nueva Jerusalén, debes desechar todo tipo de cosas del ‘corazón negro’ que sean malas.
Para poder hacer eso tienes que orar a Dios y decir: “Dios, por favor dame fortaleza para hacer solamente lo bueno sin pecar. Aleja al demonio enemigo, Satanás.”
También, tienes que orar así: “Por favor mantenme a salvo en todo y dame sabiduría para que pueda estudiar.”
Dios está cada día esperando que le pidas, mientras piensa: “¿Qué puedo proveer para ellos este día?”
Entonces, también debes orar a Dios cada día con un corazón y mente gozosos. Y debes orar con todo tu corazón.
Así como en el caso del servicio de adoración, es muy importante tener la actitud correcta de oración.
Si tú te entrenas para orar con todo tu corazón, lo harás cada vez mejor. Y es importante hacerlo cada día.
Entonces, luego sentirás que es más extraño para ti el no orar.
Apreciados niños en Cristo,
Ahora podemos hablarle al Señor solamente a través de la oración, pero en la Nueva Jerusalén le hablaremos alegremente cara a cara.
Yo ruego en el nombre del Señor que todos ustedes vayan a la Nueva Jerusalén y hablen alegremente al Señor cara a cara.
En tercer lugar\; para que los niños amen a Dios con todo su corazón, los padres y los maestros deben enseñar correctamente a los estudiantes.
Desde la apertura de esta iglesia, hemos visto crecer a muchos niños.
Mi corazón siente dolor al ver a algunos niños quienes parecen tener una buena fe mientras son jóvenes, pero al crecer ellos abandonan su fe.
Esto se da porque ellos en realidad no han guardado ni se han nutrido del amor de Dios, ni de la palabra de verdad, y tampoco se han apropiado del poder de Dios.
Debido a que pensaron que vivir la vida cristiana es algo difícil, ellos finalmente tomaron el camino más fácil y cómodo hacia el mundo.
Por tanto, cuando los padres y los maestros alimentan a los niños con la comida espiritual, deben hacerlo de acuerdo a la medida de su fe y edad para que puedan digerirla bien.
Primero, debemos enseñarles quién es Dios y quién es el Señor, y permitirles entender por qué debemos asistir a los servicios de adoración y por qué debemos orar.
Al forzarlos a hacerlo, ellos van a formarse la idea de que Dios es un Dios terrible.
También, usted debe enseñarles detalladamente cómo pueden adorar a Dios y orar de acuerdo a su nivel.
No debe usted pensar que: “Ellos adorarán y orarán bien con sus amigos, ellos me obedecen en todo.”
También debe usted prestar atención, observar y saber exactamente en dónde y de qué manera están sus niños adorando y orando.
Por supuesto que es importante confiar en nuestros niños, pero también debe enseñarles aquello que ellos no saben y debe ayudarles a hacer aquello que ellos no son capaces de hacer.
Lo importante es la devoción de los padres y la guía de los pastores y maestros. Usted podrá discernir la fe de los niños a la medida que usted desarrolle un corazón espiritual. De esa manera usted podrá plantar en ellos el amor de Dios con sabiduría.
Y a pesar de que usted aún no haya desarrollado un corazón totalmente espiritual, usted podrá discernir la fe de ellos a la medida que usted ore y ayune por sus niños.
En realidad lo más importante es dar el buen ejemplo. Ninguna forma de educación es mejor que el aprendizaje natural, aprendiendo de lo que observan y escuchan mientras crecen.
El Salmo 127:3 dice: “He aquí, herencia de JEHOVÁ son los hijos\; cosa de estima el fruto del vientre.” Aquellos padres que educan a sus hijos para que amen a Dios recibirán grandes recompensas en el reino celestial.
Es igual con la guía de pastores y maestros. Yo espero que ustedes amen a los niños como si fueran sus propios hijos, de la manera que Pablo crió a Timoteo como a un hijo.
Mientras ustedes hacen eso, yo ruego en el nombre del Señor que los niños les puedan decir: “Yo logré entrar en la Nueva Jerusalén debido a mis padres y a mis buenos maestros.”
Amados niños en Cristo,
Podemos encontrar algunas cosas comunes en personas grandes y exitosas en el mundo.
Una de esas cosas es que ellos se enfocan en tener buenos hábitos. Los buenos hábitos en cosas pequeñas pueden cambiar el curso completo de la vida de una persona.
¿Qué hábitos son los más importantes para ustedes niños quienes creen en el Señor? Son los hábitos de la adoración y la oración.
Dios tendrá cuidado de las vidas de aquellos niños quienes adoran en espíritu y en verdad, y que oran con todo su corazón.
Dios les dará vida eterna.
Yo pido en el nombre del Señor que todos los niños, padres y maestros entiendan este punto de manera que puedan darle la gloria a Dios en la tierra y puedan alcanzar la Nueva Jerusalén.
[Amén]