• Sabiduría de Arriba 6

    [Santiago 3:17]

    14-09-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • < Título >: “La Sabiduría de lo Alto (6)”
      < Pasaje >: < Santiago 3:17 >
      “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.”

      < Introducción >
      Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

      En Daniel capítulo 5, vemos un verdadero incidente extraordinario.
      El rey Belsasar de Babilonia hizo algo pafra mofarse de Dios mientras él tenía una fiesta. Él trajo las vasijas de oro que fueron sacadas del templo, la casa de Dios la cual estaba en Jerusalén. Él bebió de ellas y alabó a sus idolos.

      En ese mismo momento, los dedos de la mano de un hombre surgieron de repente y empezaron a escribir algo en la pared del palacio del rey.

      Después de ver este evento extraordinario, el rey estaba tan conmocionado que temblaba de miedo.

      Él dijo que daría una gran recompensa a la persona que pudiese interpretar la escritura, pero nadie podía siquiera leerla o interpretarla.

      En ese momento, había algunas personas que pensaron en Daniel el cual había recibido la sabiduría de Dios.

      Cuando Daniel fue citado, él fue capaz de leer que era “MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN,” y también pudo explicar el significado.

      El significado era que el rey Belsasar actuó arrogantemente ante Dios y él trató Dios desdeñosamente. Debido a ello, su reino sería entregado a los Medos y a los Persas. El rey estaba satisfecho con la interpretación y le dio grandes premios.

      A saber, el rey le vistió de púrpura y le hizo el tercer gobernante en el reino.

      Pero algo es extraño aquí.

      ¿Qué hubiesen hecho ustedes si fuesen el Rey Belsasar?

      Si realmente creyeran lo que Daniel dijo, la preocupación principal no serías las recompensas, pero sería resolver el problema que enfrentamos.

      En el caso de que ustedes recibiesen la declaración de Dios concerniente a su inminente destrucción debido a su arrogancia, ustedes podrían considerar en primer lugar la necesidad de arrepentirse completamente y cambiar primero.

      Pero el Rey Belsasar lo consideró como si fuese el asunto de otra persona, y estaba satisfecho con la interpretación, que él simplemente le dio a Daniel grandes recompensas.

      Él no se arrepintió delante de Dios sino que siguió disfrutándo de la fiesta. Daniel 5:30 dice, “La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos.”

      En esa misma noche, él fue asesinado por las fuerzas enemigas como Dios lo había dicho.

      Dios le advirtió de antemano a través de tan extraordinario incidente, y Daniel le explicó con maravillosa sabiduría, pero, ¿cuál era el uso de ella?

      Porque el rey no aplicó la sabiduría a él mismo, él no podría recibir ningún beneficio de él.

      Él estaba feliz de escuchar la sabiduría, pero al final él fue por el camino de la insnsatez.

      Hay muchas personas que son como él inclusive hoy día. Les gusta escuchar las historias de sabiduría. Leen muchos libros e intentan mantenerse cerca de aquellos que son sabios.

      Incluso en la fe, cuando hay personas que hablan acerca de la sabiduría del reino espiritual, algunos de ustedes tratan escucharlos tanto como sea posible. Al ustedes seguirles y escucharles, y cuando escuchan la verdad, se regocijan.

      Pero algunos de ustedes son muy lentos para aplicar esa verdad a ustedes mismos y lentos en cambiarse.

      Aun cuando ustedes se regocijen escuchando mucho la palabra, ustedes realmente no pueden hacerla completamente suya solamente escuchándola.

      Nosotros no podemos ganar sabiduría conociendo la verdad como conocimiento. Para ganar verdaderamente la sabiduría tenemos que aceptarla en nuestros corazones y practicarla y entonces cambiaremos conforme a ella..

      En el servicio de la mañana, ustedes escucharon acerca de la familia de Cornelio, pero ¿todos sus familares serían como sus familiares porque ustedes escucharon acerca de ello?

      Sí, por supuesto, puede ser así.

      Pero solamente escuchando acerca de algo así no puede suceder.

      Usted tiene que esforzarse en cambiar, y cambiar su entorno con buena sabiduría. Entonces, los miembros de su familia y las personas a su alrededor entraran a la gracia de Dios a través de ustedes.
      Ésta es la sexta sesión de “la Sabiduría de lo Alto.”

      En esta sesión y a través de este mensaje acerca de la sabiduría, yo espero que el interior de sus corazones pueda ser cambiado.

      Yo oro en el nombre del Señor que las bendiciones que Dios ha preparado desciendan en abundancia en sus vidas.

      < Principal >
      Estimados hermanos y hermanas en Cristo, la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica y amable y benigna.

      Y la benignidad es cuando lo bueno y hermoso del aroma del corazón se muestra como buenos frutos de las palabras y de los hechos.

      Yo estaba explicando acerca de la tercera característica de esta benignidad y no pude terminar porque el tiempo había terminado.

      Aquéllos que cultivan la benignidad no solamente obedecerán la palabra de Dios, sino que harán más de lo que se supone deberían hacer.

      Cuando vemos los hechos y confesiones del apóstol Pablo, podemos ver que él había llevado frutos de benignidad en abundancia.

      Incluso antes de que él conociera al Señor, él guardó la Ley de Dios completamente.

      Además después de que él tuvo un encuentro con el Señor, él se entregó de lleno y él no gozó inclusive de las cosas en las cuales él podría haberse gozado por causa del Evangelio.

      Por ejemplo, 1 Corintios 8:13 dice, “Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.”

      Esto lo dijo cuando él estaba respondiendo una pregunta acerca de comer carne que había sido entregada primeramente a los ídolos.

      En ese momento, había mucha idolatría en Corinto, y en muchos mercados ellos vendían la carne que había sido ofrecida a los ídolos.

      Supongamos que un creyente compró un poco de carne del mercado y la comió, y esta carne ha sido ofrecida una vez a un ídolo.
      ¿Sería esto inaceptable para Dios? Por supuesto, si el creyebnte sabía que había sido ofrecida a los ídolos, sería mejor que él no la comiera.

      Pero, si él no es capaz de comprobar de donde viene la carne cada tiempo, y si él necesitara comer algo de carne, entonces aun si él comiese la carne no sería pecado.

      Él solamente la estaba comiendo como carne, no como parte de la participación en la idolatría.

      1 Timoteo 4:4-5 dice, “Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias\; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.” Pero para aquéllos que tenían fe débil, ellos podrían haber detestado comer lo que fue ofrecido una vez a los ídolos.

      También, cuando un creyente que tenía fe comía algo que había sido sacrificado a los ídolos, aquéllos que lo veían podrían cometer un pecado.

      Por ejemplo, sólo por verle él comer esa comida, ellos pudiesen pensar que él estaba participando en idolatría. Ellos podrían haber pasado juicio y condenación sobre él pensando, “Él es un creyente y ¿cómo puede él hacer eso?”
      O, ellos podrían haber pensado, “Oh, si una persona como Pablo puede comer comida que ha sido sacrificada a los ídolos, entonces yo también puedo comerlas.”

      En este sentido, yo ya expliqué que comerla estaba bien cuando la otra persona piensa que es sólo comida, y no sabía que fue sacrificada a un ídolo.

      El problema se levanta que cuando una persona sabe que fue sacrificada a los ídolos, tiene remordimiento de conciencia, pero todavía lo come. Él está causando acusaciones sobre sí mismo poque él sabe que él no debería hacerlo pero simplemente sigue adelante y lo hace de todas formas.

      Romanos 14:23 dice, “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe\; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.”

      También, si hacemos algo sabiendo que no debemos, puede insensibilizar nuestra conciencia hacia el pensamiento u la acción.

      Así que, la próxima vez, aun cuando nosotros realemente cometamos un pecado, posiblemente no sentiremos no debemos hacerlo.

      Porque el apóstol Pablo supo muy bien estas cosas, él no dijo que él comería lo que se sacrificó a los ídolos porque él tenía la fe.

      Él no comería ese tipo de comida por temos de que alguien que lo viera pudiese tropezar.

      Él dijo que él quería escoger no comer carne jamás para no poner tropiezo a ninguna alma.

      Del mismo modo, Pablo tenía la fe y autoridad para hacer cualquier cosa, pero él entregó muchas cosas.

      De esta manera él tenía una gran confianza delante de Dios.

      Dios estaba complacido con Pablo y le permitió manifestar obras más poderosas que los discípulos de Jesús.

      También, Dios le dio una inspiración más clara y mayor sabiduría.

      Si nosotros cultivamos apacibilidad y benignidad, podemos discernir la voluntad de Dios claramente no importa cuan complicada pueda estar la situación.

      En los días de la Iglesia Primitiva el evangelio se había extendido pero la Biblia no había sido terminada como ahora.

      Así que, muchos creyentes tenían muchas preguntas acerca de cómo aplicar su fe en sus vidas diarias.

      No era solamente acerca del sacrificio a los ídolos sino acerca del matrimonio, el divorcio, problemas familiares y de trabajo, acerca de los dones del Espíritu Santo, y los asuntos relacionados con la Santa Cena.

      Yo no puedo dar respuesta a todas estas preguntas aquí, así que por favor refiéranse a la serie de conferencias en 1 Corintios.

      El apóstol Pablo podía darles respuestas claras a cada una de las preguntas con sabiduría y entendiendo.

      Su palabra estaba garantizada por las obras poderosas y él pudo salvar a innumerables almas.

      A través del Padre él podía dar nacimiento a la vida y guiar al rebaño al camino que Dios quería.

      Estimados hermanos y hermanas en Cristo, ustedes, también, algunas veces pueden renunciar a aquello que ustedes pueden disfrutar para predicar el evangelio. Ustedes tratan de actuar en la verdad siempre, pero cuando su prójimo sabe que es creyente, ustedes tratan de comportarse más apropiadamente.
      Ustedes están siendo cuidadosos para no permitir a su prójimo decir algo como, “¿Por qué un creyente actuaría así?”

      Incluso si ustedes están en posición de señalar la falta de los demás, simplemente sonríen y no lo mencionan.

      Cuando tratan de evangelizar al dueño de una tienda en su vecindario, ustedes algunas veces intencionalmente compran algunas cosas de esa tienda aun cuando sea algo caro allí que en otras tiendas.

      Esto puede ser considerado como un aspecto de la benignidad.

      Pero si ustedes tienen benignidad en su corazón, pueden escoger el camino de la bondad todo el tiempo, no solamente cuando intentan extender el evangelio. Ustedes no lo hacen porque tengan una segunda intención, sino más bien porque quieren agradar a Dios.

      Ustedes no piensan en cierto modo como, “Si hago esto, puedo ganar esto, y esta persona reaccionará bondadosamente, también.”

      Ustedes mostrarán simplemente sus palabras y hechos que contienen bondad que llena su corazón completamente.

      Los pastores o líderes deben tener benignidad aún más porque ellos tienen que poner el ejemplo delante del rebaño.

      Porque ustedes tienen que poner el ejemplo, algunas veces, no pueden hacer lo que quieren cuando están a la vista de otras personas.

      O, algunas veces, ustedes hacen algo para la gloria de Dios aunque no sea algo que deberían hacer.

      Por ejemplo, los pastores y líderes tienen que verificar su vestimenta o su cabello solo para ir al supermercado delante al frente de la casa. Por supuesto ellos solamente pueden ir con una apariencia más cómoda, pero ellos deben tener cuidado de manera que ni un miembro de la iglesia pueda tropezar.

      También, ellos son aún más cuidadosos cuando están a la vista de la iglesia.

      Esto no significa que ellos deben ser hipócritas, pretendiendo ser santos en la parte externa solamente, no echando fuera la carne del corazón.

      Simplemente estoy diciendo que aun cuando ellos pueden hacer solo algo que no es pecado en la fe, ellos no lo hacen por otras personas.

      Justo después de la apertura de la iglesia, yo me ponía una insignia cruzada y los miembros de la iglesia hicieron la misma cosa.

      Pero algunos de los creyentes que tenían la fe débil actuaron en cierto modo que no era realmente edificante.

      Así que, yo simplemente me detuve de utilizarlo. Algunas personas me regalaron piza corbatas, pero no utilizaba ningun de ellos por temor a que los miembros de nuestra iglesia también desearan disfrutar cosas lujosas.

      Comenzando con estas pequeñas cosas, me limité en todos los aspectos de mi vida porque soy un pastor al cual los miembros de la iglesia siempre miran como guía y como ejemplo.

      Por ejemplo, hasta que yo cumplí los 50, yo ni siquiera le daba la mano a miembros femeninos.

      Yo preocupaba que si yo lo hacía, se volvería común entre los hombres y las mujeres y yo inclusuve no podría tomar sus manos calurosamente, porque esto podría causarle problemas a otros.

      También, una o dos veces por año, cuando teníamos conferencias de pastores u otras conferencias de liderazgo, teníamos el tiempo para descansar por un día.

      Debido a que ellos trabajan durante todo el año para el Señor, yo quería que ellos fuesen capaces de relajarse solamente durante un día.

      Pero cuando fui al boliche para conseguir algo de ejercicio en este tipo de día de descanso, esto se difundió rápidamente en la iglesia. Ellos no solamente jugaron una o dos veces al año para tomar un descanso, pero algunos de ellos quisieron tomar cosas carnales a menudo.

      Así que, dejé el boliche, también.

      También, si me encuentro con los miembros de la iglesia, haciendo visitas hogareñas, compartir una porción de comida juntos y tener conversaciones con ellos más a menudo, ¡yo estaré muy contento, también!

      Pero porque yo tengo que cumplir con cosas mayores que aquéllas, no hago ni siquiera esas cosas. Yo simplemente enfrento a la pared para orar todos los días.

      Incluso en el retiro de verano que tenemos una vez al año, no puedo participar al menos que tenga un permiso especial de Dios.

      Cuando la iglesia tuvo que ir por un presupuesto ajustado, yo reduje el número de platos a tres.

      Y durante algún tiempo, yo comí sólo salsa de soya y pasta de chile picante con arroz.

      Yo podía comer bien para trabajar más vigorosamente para Dios, pero quise pedir la compasión de Dios limitándome de esa manera.

      Cuando yo me limité de esa manera y realicé las cosas que podían mover el corazón de Dios, Él me bendijo abundantemente.

      Él me dio poder sobre poder y me permitió cumplir la evangelización mundial más grandemente.

      Él me permitió recibir amor desbordante de Dios el Padre y de los miembros de la iglesia.

      Porque Dios recibió cada uno de mis actos agradablemente, Él me permitió tener gozo en cosas que desde mi punto de vista yo ni siquiera necesitaba regocijarme realmente.

      En 1 Corintios 9:27, incluso un poderoso Apóstol como Pablo dice, “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

      Pablo estaba tan seguro de sí mismo que él incluso pudo decirle a los creyentes que fuesen imitadores de él.

      Pero detrás de esa confianza él se controlaba a sí mismo al punto de desaparecer “él mismo.”

      Yo espero que ustedes puedan disfrutar de la libertad en la verdad, y todavía siempre se miren a ustedes mismos.

      Aun si ustedes lo están haciendo con fe en verdad, será su bendición si ustedes pueden mirar a tras en ustedes una vez más.

      Yo espero que actúen con corazones piadosos pensando y orando, “¿Padre, es esto realmente correcto? ¿Realmente escogí lo que es más apropiado delante de ti?”

      Cuando se humillan delante de Dios de esta manera y se verifican, y escogen la manera que es más agradable a los ojos de Dios, ganarán más perfección.

      < Conclusion >
      Estimados hermanos y hermanas en Cristo, si tienen que abstenerse de hacer las cosas que ustedes pueden hacer solamente por el beneficio de otros, pensarán que están bajo muchas restricciones.
      Por supuesto, ustedes lo hacen conforme a su medida de la fe, y Dios no obliga a todos los creyentes a que sean perfectos ahora mismo.

      Pero si pueden escoger lo que más agrada a Dios restringiéndose ustedes mismos, esto es verdadera sabiduría.

      En la medida en que ustedes no tengan motivos egoístas, ganarán sabiduría y entendimiento para ser capaces de discernir todo claramente.

      También, cuando Dios tiene gozo por causa de sus hijos, Él no se regocija calladamente.

      Él nos lo devuelve con bendiciones desbordantes en la tierra y en el cielo. Si ustedes hacen dos cosas al mismo tiempo en lugar de hacer una que tenían hacer solamente, Dios el Padre estará complacido con esto y les pagará aun 30, 60, o 100 veces más.

      Mateo 19:29 dice, “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.”

      Como dice, Dios nos da mejores cosas de las que nosotros hemos dado.
      Dios nos da mucho consuelo y felicidad en la tierra, pero sobre todo en el cielo, Él nos da a nosotros muchas cosas buenas para consolar nuestros corazones.

      Cuando hay algunas cosas que ustedes pueden tomar pero no las toman por el Señor, Dios recuerda todas esas cosas.

      Así que, cuando ustedes ven su casa y sus recompensas en el cielo, ustedes darán gracias y amor a Dios el cual recordó inclusive el más minimo de sus deseos. Yo espero que ustedes no solamente vean las cosas que son visibles ahora mismo sino las eternas y verdaderas cosas en el reino celestial.

      Yo oro en el nombre del Señor que ustedes sean verdaderamente personas sabias quienes toman verdaderas bendiciones.

      [amén]


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