• Apocalipsis 80

    [Apocalipsis 20:1-6]

    31-10-2008 | Rev. Jaerock Lee



    • Apocalipsis 20:1-6
      [1] Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.

      [2] Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años\;

      [3] y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años\; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

      [4] Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar\; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos\; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

      [5] Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.

      [6] Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección\; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
      Cuando el Señor regrese en las nubes, se darán 7 años de Banquete de las Bodas en el cielo mientras que en la tierra se darán 7 años de Gran Tribulación.

      Guerras, hambre, desastres naturales extremos, y contaminación ambiental llevarán a la Tierra a convertirse en un lugar donde ningún hombre podrá vivir.

      Estando en aquella situación, las fuerzas del enemigo controlarán al mundo utilizando aplacamientos y persecuciones, pero cuando llegue el tiempo correcto, su autoridad llegará definitivamente a su fin.

      El Rey de Reyes, nuestro Señor, regresará a este mundo en las nubes y juzgará a las fuerzas del enemigo.

      La bestia y el falso profeta serán lanzados vivos al lago de fuego y azufre, y sus seguidores verán su fin y se matarán unos a otros.

      Entonces, un reino de paz se desarrollará en la Tierra donde el Señor reinará con los santos durante mil años, este es el Reino Milenario.

      Desde el inicio del estudio del libro de Apocalipsis, muchos de ustedes han estado esperando por este estudio acerca del “Reino Milenario.”

      De hecho, el libro de Apocalipsis es muy profundo y serio hasta el capítulo 19, y no está directamente relacionado con ninguna persona que tenga esperanza en la Nueva Jerusalén.

      Este libro está lleno del mensaje atemorizante y de advertencia para aquellos quienes no creen, y para aquellos quienes tratan al mundo como a un amigo mientras profesan su fe.

      Pero a partir del Capítulo 20 se encuentra el mensaje acerca del Reino Milenario, el Gran Juicio del Trono Blanco, y la Nueva Jerusalén, la cual tiene directa relación con nosotros como hijos de Dios.




      Este mensaje está lleno de luz y esperanza, en especial la palabra acerca del Reino Milenario, y es tan emocionante que es como estar mirando una película que bajo ninguna condición es ciencia ficción, pues registra lo que realmente sucederá ante nuestros ojos en el futuro.

      Ruego en el nombre del Señor que el mensaje que voy a dar en esta noche sea escrito profundamente en sus corazones y que enriquezca su esperanza en los cielos.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo.
      Luego de los 7 años del Banquete de las Bodas en las nubes, el Señor vendrá nuevamente a la Tierra junto con los santos y con innumerables seres celestiales y ángeles. Y el reino de paz, en el cual el Señor reinará con los santos durante mil años, empezará a desarrollarse.

      Justo antes de esto, las fuerzas centrales del anticristo (la bestia), el falso profeta, y los seguidores serán destruidos\; y en la escritura de esta noche, en Apocalipsis 20:1-3, veremos la escena de un ángel prendiendo al dragón y lanzándolo al Abismo.

      Esto significa que todos los espíritus malignos que controlaban la oscuridad de la Tierra, llegarán a su fin y no podrán seguir haciendo su trabajo.

      Con respecto al Abismo, ya se ha dado enseñanzas tanto en los estudios sobre el Infierno como en el de Génesis, pero brevemente voy a explicarles otra vez.

      Un “abismo” es un agujero muy profundo en la tierra. En el mundo espiritual se refiere al lugar más profundo en la oscuridad.

      ¿Recuerdan acerca de los dos triángulos que les mencioné durante la enseñanza referente al Infierno mientras explicaba sobre la estructura del cielo y del infierno?





      Desde la base hacia arriba, el triángulo ascendente tiene un orden (ascendente) que empieza con el Sepulcro Superior, el Paraíso, el Primer Reino, el Segundo Reino, el Tercer Reino, y la Nueva Jerusalén.

      Mientras más alta sea la posición, más cercana está al Trono de Dios. Si consideramos esto de manera simétrica, existe también un triángulo descendente debajo del Sepulcro Superior el cual representa el mundo espiritual que pertenece a la oscuridad.

      Desde la base del triángulo invertido, el orden descendente inicia con el Hades, y luego están el Lago de Fuego, el Lago de Azufre, y por último está el Abismo. En este caso, mientras más baja sea la posición, mayor es el nivel de oscuridad y llega a ser más temible.

      (Por supuesto, como les he dicho antes, estas dos representaciones en triángulos no constituyen la estructura real del cielo y el infierno. Yo utilizo este diagrama simplemente para ayudarles a entender el concepto de su estructura.)

      El Hades, el Lago de Fuego, y el Lago de Azufre son lugares donde aquellos de entre los descendientes de Adán quienes no sean salvos, recibirán castigo de acuerdo a sus pecados.

      Sin embargo, el Abismo no es para la humanidad, sino que es una prisión para Lucifer y otros espíritus malignos.

      No se ha especificado un tipo de tortura para Lucifer y los demás espíritus malignos en este lugar, pero el hecho mismo de que estén confinados a él los presiona a sufrir un dolor que parece ser más terrible que cualquier otro castigo en el infierno.

      Esta es la presión de no poder mover ni siquiera sus dedos a pesar de no estar atados con nada.

      Aún en este mundo, cuando se escala en las altas regiones alpinas, la gran diferencia de presión del aire cause dolor torturador en el cuerpo.


      No es exactamente igual al comparar esto con la presión del aire en este mundo, pero la densidad de cada reino celestial espiritual es diferente. Aquella densidad se convierte en tortura en el infierno y esta tortura llega a su punto máximo en el Abismo.

      El hecho de estar confinado al Abismo produce más dolor que el fuego del Lago de Fuego y Azufre en el Infierno.

      La escritura dice que un ángel prende al dragón, la serpiente antigua que es el diablo y Satanás.

      Ustedes conocen bien que el dragón no es una criatura imaginaria así como lo dice la gente del mundo. Esta sí existe en el mundo espiritual, y antes de que Lucifer se rebele en contra de Dios, solía rodear el Trono de Dios el Creador.

      Ésta solía ser una criatura magnífica adornada con joyas preciosas y su forma era de exquisita belleza y cabello largo y brillante. Sin embargo, el dragón traicionó a Dios cuando Lucifer traicionó a Dios, y fue confinado al Abismo junto con Lucifer.

      Por tanto, el interior del Abismo era originalmente para el cautiverio de Lucifer, sus ángeles caídos, el dragón y otras criaturas similares a bestias que le han servido.

      Con el pasar de los años, al llegar el tiempo correcto, Dios empezó a cultivar al hombre.

      Debido a que los malos espíritus eran necesarios para el cultivo del ser humano, Dios creó el aire en el segundo cielo, y liberó ahí a algunos espíritus malignos.

      Estos fueron Lucifer, el diablo, el dragón, y otras criaturas con forma de bestias debajo del dragón. Estas criaturas liberadas, el dragón y las otras, se llaman espíritus malignos que poseen el poder del aire y de sus siervos.

      Ellos tienen el poder sobre el aire, y conducen y guían a las personas en la carne en el primer cielo hacia el pecado.



      Es por eso que Efesios 6:12 dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

      El dragón que ha sido liberado al aire llega a ser uno con Lucifer, organiza a sus siervos, y supervisa las obras de la oscuridad. Satanás transmite los pensamientos de Lucifer a la gente mala para que tengan mentes y pensamientos de maldad.

      El Espíritu Santo induce la bondad en nuestros corazones y nos da la fortaleza para poder cumplir la voluntad de Dios.

      Por otro lado, Satanás incita lo malo en los corazones de la gente para que tengan pensamientos y mentes llenas de maldad, y el diablo es quien causa que estos pensamientos negativos sean puestos en marcha.

      Algunos de los ángeles caídos que están bajo el control de Lucifer juegan el rol de diablo.

      La mayoría de los ángeles caídos están confinados al Abismo del cual no podrán ser liberados jamás.

      Pero muy pocos de ellos fueron liberados para jugar el rol de diablos y mensajeros del infierno durante el curso de la cultivación del ser humano.

      1 Pedro 5:8 dice: “Sed sobrios, y velad\; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.”

      El diablo busca oportunidades, una vez que encuentra a una persona quien acepta la obra de Satanás y permite que ingrese en su corazón, el diablo conduce al hombre a transformar aquellos pensamientos en acciones pecaminosas.

      Por ejemplo, si usted medita en su corazón diciendo: “¿Por qué él me está ignorando?” y acepta la obra de Satanás, pronto su corazón se llenará de sentimientos perversos y de ira.
      Es en este punto donde la expresión de su rostro y de sus ojos empieza a cambiar si usted acepta la obra del diablo.

      La apariencia de su rostro tendrá aspecto de dureza y sus ojos eventualmente expresarán fiereza. El tono de su voz cambia de suave a descortés. Entonces, aunque no se está agrediendo físicamente a alguien, se está aceptando la obra del diablo (que se exhibe físicamente).

      Si existe la posibilidad de que haya alguien así entre ustedes, yo anhelo que ninguno continúe recibiendo la obra del diablo. Ustedes deben siempre mirar, escuchar y pensar en lo bueno, y apartarse de la obra de Satanás.

      Aún cuando pensamientos de mentira se entrometan en su corazón, usted debe apartarse inmediatamente para que no se desarrollen como obra del diablo.

      Ahora, ¿qué es la serpiente antigua?

      Esto se refiere a la serpiente que engañó a Eva y causó su caída en el Huerto del Edén.

      Cuando la hábil serpiente engañó a Eva para que cometiera pecado, lo hizo inducida a ello por Satanás. Aparentemente fue la serpiente quien causó que Adán sea engañado, pero en realidad Adán fue engañado por Satanás.

      Es así como Lucifer, el dragón, la serpiente antigua, y el diablo dirigen el mal juntos y en acuerdo. Trabajan como si fueran uno, en acuerdo con el deseo y objetivo de Satanás.

      En Apocalipsis 12:9 dice: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero\; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”

      Los espíritus malignos quienes tienen poder sobre el aire durante el período de cultivación del ser humano, serán conducidos a la Tierra en un tiempo específico durante los 7 años de la Gran Tribulación.


      A diferencia del tiempo en el que los espíritus malignos controlaban en el aire, cuando estos dirijan la maldad en la Tierra, la gente caerá en lo malo con mayor rapidez. Ya que estarán afectados directamente por los espíritus malignos, llegarán a ser más malos y depravados como nunca antes.

      Y finalmente, cuando inicie el Reino Milenario, Dios eliminará la autoridad de la oscuridad.

      Un ángel sosteniendo la llave del Abismo vendrá con una gran cadena en su mano, y luego los prenderá, los atará, los lanzará al Abismo y lo sellará.

      La frase “atado en grandes cadenas” tiene un significado espiritual. A fin de poder prender a todos los espíritus malignos y a su jefe, el dragón, este ángel debe tener gran autoridad.

      Los hijos de Dios tienen autoridad espiritual diferente. Los hijos de Dios deberían poder destruir la autoridad de la oscuridad, lo cual no se puede hacer con fuerza física humana.

      Por ejemplo, no se puede controlar al demonio prendiendo en cadenas ni golpeando a una persona poseída por él. Aún si se ata con cadenas a un hombre poseído por un demonio, este puede usar fuerza sobrenatural para romper las cadenas.

      Pero cuando un hombre que refleja al Señor y posee poder espiritual le da una orden a un demonio, este tiembla de miedo y huye.

      Sin embargo, a fin de poder mantener al demonio totalmente alejado, es necesario que el hombre quien fue poseído se arrepienta y arregle la raíz del problema.

      De todas maneras, en esta situación los demonios no tienen opción aparte de salir del hombre y alejarse al escuchar la orden de parte del hombre con verdadero poder espiritual.

      Debido a que el ángel con la gran cadena, el cual está descrito en la escritura de esta noche, tiene gran autoridad otorgada por Dios, los espíritus malignos podrán ser atados\; sin embargo, este no es el final.
      Apocalipsis 20:3 dice: “y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años\; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.”

      Al finalizar el Reino Milenario ellos serán liberados por un lapso de tiempo para hacer su trabajo. En un momento veremos más acerca de esto.

      Amados hermanos y hermanas.
      Cuando todos los espíritus malignos estén confinados en el Abismo, no habrá más maldad que provenga de la gente en el mundo.

      A pesar de que los atributos del mal residan en sus corazones, estos permanecerán escondidos silenciosamente ya que no habrá espíritus malignos que los controles y agiten.

      No importa cuan mala y arrebatada sea una persona, al tener una conversación con alguien con quien simpatiza, no se alterará su comportamiento. Esta podrá cubrir su maldad, y podrá actuar en bondad con una sonrisa en su rostro como si fuese una persona gentil.

      De igual manera, durante el período del Reino Milenario, la maldad que reposa en los corazones de la gente no saldrá a la luz, pues ahora todos están viviendo bajo la autoridad de la Luz.

      Entonces, ¿quién entrará en este Reino Milenario?

      Entre estos están la gente espiritual, aquellos que han sido salvos, y la gente que sobreviva durante los 7 años de la Gran Tribulación.

      (En este contexto, la gente espiritual no significa aquellos que han sido santificados y que se sumergen en lo espiritual, sino que son aquellos que han sido salvos y que han participado del Banquete de las Bodas\; estas son las personas que pertenecen al mundo espiritual).



      La primera categoría de la gente espiritual corresponde a las almas que son salvas mediante el Juicio de Conciencia. Estas son almas que han sido salvas de entre la gente del Antiguo Testamento y entre aquellos que murieron sin conocer al Señor, la gente que no tuvo la oportunidad de escuchar del evangelio y aceptar al Señor mientras vivieron en este mundo. Estas son personas con corazón bondadoso y correcto, reconocidas por Dios como gente que hubiese aceptado el evangelio si hubiesen escuchado de él.

      Estas personas serán salvas por medio del Juicio de Conciencia a pesar de que no conocen al Señor. Ellos permanecerán en el Sepulcro Superior hasta Su venida. Una vez que aceptan al Señor, serán transportados al Paraíso para permanecer ahí.

      La segunda categoría de personas quienes entrarán en el Reino Milenario son las almas quienes han llegado a conocer al Señor y lo han aceptado, esto a partir de los tiempos del Nuevo Testamento.

      La tercera categoría es la de las almas que serán llevadas en el Rapto cuando venga el Señor en las nubes debido a que han aceptado al Señor y se encontrarán con Él en vida.

      Y existen algunas almas que entrarán al Reino Milenario las cuales serán salvas por medio de la muerte en martirio por fe durante los 7 años de la Gran Tribulación. Estos constituirán la cuarta categoría.

      A pesar de que mueren como mártires y llegan a ser salvos durante los 7 años de la Gran Tribulación, no todos los mártires entrarán en el Reino Milenario.

      En los primeros estudios sobre el libro de Apocalipsis, les indique que existen dos tipos de almas que morirán como mártires durante los 7 años de la Gran Tribulación.

      Uno de estos grupos corresponde a las almas que no conocían al Señor antes, sino que luego aceptan al Señor durante los 7 años de la Gran Tribulación.

      Por ejemplo, estos son los 144.000 siervos de Dios y aquellos que aceptan al Señor por medio de ellos. Estos 144.000 son especialmente escogidos por Dios debido a su buen corazón.

      Antes del Rapto, estos no conocerán al Señor, solamente habrán escuchado acerca del Cristianismo. Entonces, al ver la situación luego del Rapto, llegarán a conocer a Jesucristo y se darán cuenta de que la Biblia es verdadera.

      Entonces ellos pondrán sus vidas en riesgo a fin de predicar el evangelio durante los 7 años de la Gran Tribulación y eventualmente morirán como mártires.

      Su fe expuesta mediante el martirio será reconocida y tendrán entrada la tercer Reino de los Cielos.

      Aquellos quienes acepten al Señor por medio de los 144.000 siervos serán diferentes.

      Entre estos están aquellos que superan la persecución y mueren como mártires, pero muchos de ellos morirán como resultado de las guerras o de los desastres naturales\; estos entrarán al Paraíso.

      Ahora, a diferencia de estas almas quienes no conocieron al Señor antes de los 7 años de Gran Tribulación sino que lo aceptaron después, habrá otras almas quienes sí conocían al Señor antes de la Tribulación.

      Estas ya han escuchado del evangelio, pero no han tenido fe verdadera. Estas son las almas que vivieron en calidad de “cizaña.”

      Son aquellas que lamentan con amargura mientras observan el Rapto, y para ser salvos mueren durante el curso de varias persecuciones y torturas.

      Sin embargo, el número de aquellos que serán salvos por medio de la muerte como mártires será muy pequeño. Es por eso que las persecuciones serán tan severas que pocos podrán resistir\; aunque estos apenas mueran como mártires, no podrán entrar en el tercer Reino de los Cielos\; permanecerán en las afueras del Paraíso.
      Aún después del martirio, no podrán participar en el Banquete de las Bodas en las nubes, simplemente permanecerán en un lugar separado en el segundo cielo.

      Cuando Apocalipsis 6:9 dice: “Vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían,” esto describe aquella situación.

      Estas personas quienes permanecen en este lugar separado no pueden participar en el Reino Milenario aún después de los 7 años de la Gran Tribulación\; tienen que esperar hasta el Día del Juicio.

      Recordemos estos hechos y miremos en Apocalipsis 20:4, dice: “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar\; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos\; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”

      ¿Quiénes son las almas de los decapitados y de los que no recibieron la marca de la bestia?

      Estos son los 144.000 siervos de Dios quienes no conocían al Señor antes de los 7 años de la Gran Tribulación y de aquellos quienes llegaron a ser salvos por medio de ellos.

      A diferencia de los creyentes que vivieron como cizaña pero que luego murieron como mártires, estos siervos entrarán al Reino Milenario junto con aquellas almas que fueron llevadas a las nubes.

      Ahora, entre la gente entrando en el Reino Milenario se encuentran también las personas en la carne.

      Algunos de estos son los que no fueron llevados a las nubes sino que cayeron al piso\; ellos han escuchado antes el evangelio, y por eso no han recibido la marca de la bestia.


      Sin embargo, estos no tienen la valentía suficiente para morir como mártires, ellos se esconden de las persecuciones durante los 7 años de la Gran Tribulación.

      El número de aquellos que sobrevivirán sin recibir la marca de la bestia es extremadamente pequeño.

      No importa cuán bien se escondan, nunca será fácil escapar de los mecanismos de búsqueda equipados con alta tecnología.

      Solamente aquellos que se escondan en lo recóndito de las montañas donde no se deje rastro de seres humanos podrán sobrevivir sin recibir la marca de la bestia. La mayoría de los Israelitas quienes se escondan en el refugio que Dios ha preparado, sobrevivirán y entrarán al Reino Milenario.

      Entre la gente en la carne que entrará al Reino Milenario, existen algunos que sobrevivirán aún después de haber recibido la marca de la bestia. Si ellos mueren durante los 7 años de la Gran Tribulación luego de recibir la marca de la bestia, caerán directamente en el Hades.

      Estos sobrevivirán a los terribles desastres, entrarán al Reino Milenario y extenderán su tiempo de vida. Sin embargo, cuando Satanás sea liberado temporalmente luego del Reino Milenario, ellos serán engañados por Satanás y eventualmente se levantarán en contra de Dios.

      Luego explicaré más acerca de esto.

      Apocalipsis 20:5-6 dice: “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección\; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”

      Aquellos que mueren sin alcanzar la salvación antes o durante los 7 años de la Gran Tribulación no podrán participar de la primera resurrección. Recibirán castigos mientras permanecen en el Hades, y luego del Juicio Final, caerán en el infierno.
      Hasta el Juicio Final, durante el período del Reino Milenario, permanecerán en el Hades.

      Entonces, ¿cuál es la segunda muerte?

      La primera muerte es una muerte física luego de que la gente haya vivido y muerto al finalizar su tiempo de vida en la Tierra.

      Después de esta primera muerte, aquellos que son salvos podrán participar en la resurrección, pero aquellos que no lo son llegarán a ver la segunda muerte.

      La segunda muerte sucede al ser lanzado al fuego eterno del infierno.

      Aquellos que son salvos no tienen nada que ver con la segunda muerte\; durante el Reino Milenario, estos serán los sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él.

      Usted debe entender esto correctamente.

      Aún entre los hijos salvos, no todos ellos reinarán con Cristo en el cielo. Para poder reinar en el cielo, es necesario entrar a la Nueva Jerusalén.
      A las almas en la Nueva Jerusalén se les proporcionará una casa similar a un castillo, la cual está equipada con instalaciones magníficas.

      Innumerables ángeles los sirven y los ciudadanos del cielo los aman y respetan.

      Pero las almas en el Paraíso no poseerán una casa individual, no tendrán recompensas personales, y no recibirán atención de los ángeles. Estas sí vivirán una vida pacífica y feliz, pero no podrán “reinar”.

      Sin embargo, sin tener en cuenta su morada en el cielo, todas las almas salvas reinarán con el Señor en el Reino Milenario.

      Esta es una expresión relativa. Significa que las personas del espíritu vivirán como reyes durante el Reino Milenario en comparación con la gente de la carne.

      La gente del espíritu enseña y organiza a la gente de la carne, y son respetados por ellos.
      Es por esto que la escritura dice que ellos reinarán. De esta manera, durante el Reino Milenario, la gente del espíritu vivirá en la Tierra junto con la gente de la carne.

      ¿Cómo es el estilo de vida en el Reino Milenario?

      ¿En dónde vivirán y qué harán?

      Estudiaremos más acerca de esto en nuestro próximo estudio.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo.
      Desde la Creación, el pecado de Adán, la Cultivación Humana, los 7 años de la Gran Tribulación, el Reino Milenario, el Juicio Final, hasta el cielo eterno, todo está bajo la administración de Dios.

      Cuando revele los secretos que ningún ser humano puede comprender, ¿qué tipo de vida vivirá usted? Usted debería estar capacitado para discernir una vida digna verdadera, y usted debería dedicar su tiempo y energía a las cosas verdaderas y eternas.

      Pregúntese: ¿El trabajo que realizo al momento, las palabras que hablo en este instante, los pensamientos que tengo en mi corazón\; pueden beneficiarme espiritualmente o pueden lastimarme?

      Usted debe ser lo suficientemente sabio para discernir estas cosas y poder escoger sabiamente.

      ¡Yo ruego en el nombre del Señor Jesucristo, que el Señor le bendiga para que utilice bien su tiempo y que en cada instante usted escoja el camino hacia una vida eterna bendecida!

      [Amén]


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