• Vasijas Dispuestas

    [Lucas 10: 2]

    16-11-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • : Vasijas Dispuestas
      :
      “Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos\; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.”

      Hoy es el Domingo de Acción de Gracias.
      El salmo 136:1 dice, “Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia”.

      Creo que esa es tanto la confesión de ustedes como la mía.

      Démosle a Dios toda la gloria y gratitud por proveernos todo lo que necesitamos en su infinita compasión\; y por guiarnos y acompañarnos hasta ahora.

      También quiero agradecer a todos los que han adornado el altar con sus ofrendas y servicio voluntario.

      Un labrador ha de contar cada cosecha del año y se preparará para el cultivo del siguiente año.
      De la misma manera que este labrador, anhelo que ustedes cuenten los frutos que han nacido en su interior en este Día de Acción de Gracias.

      Oro en el nombre del Señor, que al hacer esto, ustedes lleven más abundante frutos después.


      Queridos hermanos y hermanas en cristo.
      Dios que es el buen labrador cumple fielmente con sus planes y providencia cada año.

      Asimismo, este año, ha recibido la gloria en gran manera por Su voluntad y providencia.

      En otras palabras, Él nos ha mostrado Sus planes asombrosos para la conclusión de la cultivación humana.

      De la misma manera que Dios protegió a los israelitas en Gosén, aún en medio de las Diez Plagas que acosaron Egipto\; de igual modo, nos protege a ustedes y ami en los lugares espirituales.
      Él nos envío enjambres de libélulas y también buen clima en los momentos apropiados.

      A pesar de que la ciencia y la medicina han evolucionado, las enfermedades y accidentes siguen en aumento en este mundo. Pero Él nos ha guardado en salud y seguridad. En especial, en este año, creo que ustedes sintieron una dimensión del poder de Dios completamente diferente a tiempos anteriores.

      Dios nos permite experimentar muchas veces que lo imposible se vuelve posible.

      Dios también ha permitido que llevemos fruto abundante en la evangelización de Israel.

      Inclusive, Él nos ha permitido preparar en detalle la construcción del Santuario de Canaán.

      “Dios nos ha dado suficientes motivos de agradecimiento en nuestras vidas.”

      Sin embargo, ¿no existe alguien que piense por qué la palabra dada no se cumple rápidamente, y por qué las bendiciones no llegan tan pronto? Si hay alguien entre ustedes con ese tipo de dudas, es mi anhelo que logren darse cuenta del porqué al escuchar este mensaje detenidamente.

      A decir verdad, nosotros ya contamos con todas las condiciones para recibir bendición. Somos más que capaces en el poder de Dios de llevar fruto abundantemente en lugares espirituales.

      “Pero lo principal es que cada uno debe estar dispuesto a ser una vasija que Dios pueda usar.”

      Simplemente, pensemos en el momento en los hijos de Israel cuando entraron a la tierra de Canaán.

      Dios Mismo los guío, pero no les permitió que entraran así nomás a la tierra. Únicamente, cuando ellos se habían santificado y obedecido, Dios les permitió que pisaran la tierra prometida. Y de acuerdo con la medida de fe que cada tribu demostró, pudieron conquistar la tierra y tomarla como herencia.


      Lo mismo sucede cuando alcanzamos las metas que Dios le ha dado a esta iglesia.

      “Tal es el caso también del Santuario de Canaán.”

      Lo que tenemos que lograr no es sólo el edificio visible. Debemos de contar con una medida de fe, una organización como iglesia, el sistema y los trabajadores capacitados que sean acordes a la dimensión del Santuario de Canaán.

      Únicamente al tener todo eso, seremos capaces de llevar a cabo todas las obras de Dios junto al Santuario de Canaán.

      Dios está sentando las bases para todas estas cosas, y está buscando apresuradamente vasijas preparadas. Existen muchos lugares donde estamos necesitando obreros. Mas si las vasijas preparadas no se disponen pronto, el establecimiento del reino de Dios se verá demorado.

      A esta altura, muchos de ustedes deberían disponerse como vasijas preparadas.

      En este mismo fluir, uno de los títulos de oración dados por Dios para este año era
      “La Persona Dispuesta”

      Entonces, ¿qué tipo de vasija están preparando para que Dios use?

      La vasija debe estar dispuesta de tal modo que de frutos abundantes en el reino de Dios y también en nuestras vidas personales.

      De seguro, tienen muchos motivos para estar agradecidos. Pero si no han dispuesto sus vasijas, tendrán menos cosas por las que agradecer y menos frutos que dar.

      Por supuesto, el Dios bueno nos ha estado guiando a cada uno de la mejor manera de acuerdo con nuestra condición y fe.

      Y además es mi deseo que den gracias de todo corazón por la gracia y el amor que Dios nos ha dado como iglesia y también a cada uno individualmente.

      En este mensaje, quiero hablarles sobre tres condiciones para ser una vasija dispuesta.

      Y es mi anhelo que consideren una vez más sobre cuál es el tipo de vasija dispuesta que agrada a Dios. Del mismo modo, también espero que puedan mirar hacia dentro, hacia su corazón y lograr ver cuánto de esa vasija dispuesta hay o no en ustedes.

      Hermanos y hermanas.
      La vasija dispuesta, en otras palabras es un obrero dispuesto.

      Es en primer lugar, alguien que no se deja llevar por sus pensamientos carnales. Dios está buscando desesperadamente ese tipo de obrero.
      Dios está buscando obreros con pensamientos espirituales, que sólo busquen y sigan la voluntad de Dios cuando trabajen para el reino de Dios.

      En el pasaje de hoy, vemos que Jesús dice, “Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos\; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.

      Es evidente por lo que leemos, que hay pocos obreros. Pero a su vez, también significa que Jesús está en una búsqueda desesperada de obreros que trabajen según Su voluntad.

      Jesús dice esas palabras luego que designara a los 70 y los enviara de dos en dos a cada ciudad y lugar que luego Él iría.

      Jesús les dice en detalle la manera en que debían comportarse en cada lugar. Es probable que el Señor deseara que esos obreros pudieran entender Su voluntad y actuar conforme la misma. Sin embargo, si aquellos obreros no se movían de acuerdo con la voluntad de Dios, sino que los dominaban sus pensamientos carnales, el número de obreros ya no tenía importancia.

      “Lo mismo sucede hoy en día.”

      Porque a pesar de ser designados como obreros del reino de Dios, si nos dejamos llevar por los pensamientos carnales y no por la voluntad de dios, es lo mismo que nada.
      Por supuesto, que el deseo de todo obrero es hacer la voluntad de Dios.

      Pero Romanos 8:7 nos dice, “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios\; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.”

      Mientras haya en nosotros pensamientos carnales que son contrarios a Dios, no podremos seguir la voluntad de Dios. Por lo tanto, debemos desechar todos los frutos de la carne. Ya hemos compartido enseñanzas sobre cómo hacerlo. Debemos despojarnos de toda clase de maldad y mentira, que es el pecado original.

      “Y debemos buscar ser llenos de toda verdad\; es decir, de bondad y amor. Luego, podremos escuchar la voz del Espíritu Santo y recibir Su guía, y nuestros pensamientos estarán cubiertos de bondad y amor.”

      Por esa razón, les pido que revisen cuanto de carnal hay en ustedes para poder desecharlo.

      Permítanme darles un ejemplo de como revisarse a ustedes mismos. Digamos que les doy a los obreros una serie de instrucciones que quizás resulten difíciles de entender en lo natural.

      En el caso de que ustedes sean esos obreros, ¿dirían “amén” al pedido sin pensarlo siquiera? Aún si ustedes no entendieran en el momento, de seguro orarían para que el Espíritu Santo les guiara. Y si ustedes oran, ciertamente Dios les permitirá entender algo. Si obedecen de esta manera, seguramente darán buen fruto en este asunto particular.

      Pero, ¿qué sucede si prevalece la carne?

      Entonces, perderán la paz de sus corazones, y de seguro, cometerán errores en el camino.

      Las obras de Dios no se logran por pensamiento de hombre, aunque sus pensamientos y caminos sean muy sabios.



      Permítanme reiterarles, que espero que puedan verificar si están siguiendo sus propios pensamientos o los de Dios en todas las cosas.

      Oro en el nombre del Señor Jesús para que puedan llegar a negarse a ustedes mismos y sólo aferrarse a la voluntad de Dios en sus vidas para convertirse en vasijas dispuestas.

      En segundo lugar, queridos hermanos y hermanas en Cristo. Una vasija dispuesta es aquel obrero que tiene un buen corazón y que no hace acepción de personas. Es decir, Dios está en búsqueda de obreros de corazón bondadoso y generoso, dispuestos a abrazar a todo el que lo necesite.

      Construir el Santuario de Canaán y trabajar en pos de la evangelización mundial significa que deseamos que cada vez más almas sean salvas. Y más almas en este lugar no sólo significan que serán almas de bendición a la iglesia por la bondad de sus corazones.

      Por supuesto, que habrá de esas almas que amarán a Dios y serán de fortaleza a la iglesia, sino también de las otras almas que sólo se las puede aceptar y amar de corazón por medio del Señor.

      La gente que llegará a la iglesia lo hará de diferentes trasfondos educacionales, sociales, familiares y personales.

      “Ellos tendrán diferentes medidas de fe.”

      Habrá también de quienes se lleguen con otros propósitos que no son buscar y creer en Dios.

      Debemos estar dispuestos a aceptar a esas personas y a guiarlos por el camino de la salvación. Para poder hacer esto, debemos preparar nuestra vasija para aceptarlos.

      Jesús mismo nos dice en Lucas 5:32, “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”.

      Nosotros también debemos tener esa misma actitud que Jesús tuvo.


      Debemos armarnos de bondad y generosidad para llegar a ser obreros poderosos para transformar las vidas de todos los que lleguen a la iglesia.

      Pero si aun mantenemos peleas entre nosotros, ¿cómo vamos a aceptar a toda la gente que va a llegar a la iglesia?

      Hasta que nuestra iglesia llegara a estar como hasta hoy, me he topado con muchísima gente de todo tipo. Ha habido tanta gente que ha pagado mi buena actitud con maldad, e inclusive con traición. Algunos de ellos, hasta han dañado bastante el reino de dios. Y por ese motivo, algunos miembros de la iglesia y yo hemos sufrido gran tristeza.

      Sin embargo, jamás desee que Dios les castigara de alguna manera. Siempre que querido que se arrepintieran y se volvieran de su mal camino. He orado por su salvación hasta con lágrimas. Porque todavía espero que algún día regresen, nuestras puertas permanecerán abiertas.

      “Y cuando veo a los que regresan mi corazón se regocija.”

      Cuando levantamos obreros para que trabajen en el reino de Dios, sólo hacemos con fe, amor, y esperanza. Inclusive de aquellas personas que han cometido muchos errores, nunca dejé de pensar que podrían ser muy buenos obreros.
      Siempre creí y esperé que Dios los convirtiera en buenos obreros, y por mi parte, les di todo lo que pude. Anhelo que ustedes sean grandes vasijas que puedan contagiar y cambiar aun ese tipo de personas. Entonces, podrán ver cómo la gente que está alrededor de ustedes va cambiando de una manera preciosa.

      Oro en el nombre del Señor que inclusive los que están lastimados y débiles puedan, a través de ustedes, alcanzar nueva vida.

      Y en tercer lugar, una vasija dispuesta es aquella persona que da gracias en toda circunstancia.



      En nuestro caminar y trabajo con el Señor, enfrentamos algunas situaciones en las que en lo natural jamás podríamos dar gracias.

      Y la diferencia entre las vasijas dispuestas y las que no lo están puede verse claramente en medio de las circunstancias.

      Las vasijas dispuestas tomarán esas circunstancias y la volverán algo por lo que dar gracias y gloria a Dios.

      Un ejemplo de eso ha sido el ministerio del Apóstol Pablo.
      -A ojo de hombre, las circunstancias se prestan más para las quejas que para los agradecimientos.

      No obstante, el Apóstol Pablo cambio esas situaciones en motivos de gratitud.
      Por ejemplo.
      - Cuando Pablo fue apresado a causa de predicar el evangelio, él dio gracias a Dios y lo alabó. Y entonces, fue cuando las puertas de la cárcel se abrieron y Dios fue glorificado en gran manera.

      Fue a través de este incidente, que él llevó el fruto del evangelio, predicándole la salvación al carcelero y a su familia. Cada vez que se encontraba en situaciones donde humanamente no podría dar gracias, él las convirtió en motivos de gratitud.

      Hechos 5: dice, “Y ellos [apóstoles] salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre"". No resulta nada fácil dar gracias por ser golpeado y encarcelado y condenado por causa del evangelio. Sin embargo, los apóstoles daban gracias.

      “Dios está tras ese tipo de obreros.”

      Humanamente hablando, nuestra iglesia ha tenido que enfrentar situaciones por las que no podría darse gracias.

      Cuando marchamos llevando con nosotros el evangelio con toda nuestra fuerza y vida, habrá mucha gente que se nos oponga y nos estorbe en el camino.
      Pero únicamente cuando marchamos en fe y gratitud, logramos tocar el corazón de Dios.
      Entonces Él revierte las circunstancias.

      Nosotros hemos experimentado tantas veces que Dios recibe la gloria.

      Espero que puedan llegar a dar gracias en aquellas situaciones por las que no podrían hacerlo jamás. Pero si se quejan sobre por qué tiene que pasar esas situaciones difíciles aunque ustedes lo intenten, no podrán dar ningún fruto, salvo el de la queja.

      Mas si las consideran oportunidades de bendición y marchan en fe, entonces recibirán las bendiciones que confesaron y Dios recibirá gran gloria.

      Recientemente, cuando el antiguo santuario fue vendido, muchas organizaciones afiliadas se mudaron al nuevo santuario. Pareciera que hemos sido colocados en situaciones un tanto incómodas. Pero si nos quejamos del por qué, vamos a tener que soportar el descontento porque el Santuario de Canaán se está levantando.
      ¿Qué clase de fruto vamos a llevar?

      Esto no agrada a Dios, sino que la queja frena la obra de dios más aun. Y en lo personal, no podemos experimentar ningún crecimiento espiritual.

      Entonces algunos oran más fervientemente por el Santuario de Canaán debido a estas situaciones, en las cuales no buscamos nuestro propio beneficio, sino el de otros. De ese modo, seremos santificados de manera rápida y ensancharemos nuestra vasija a nivel personal.

      Muy especialmente, si ustedes son obreros ¿no deberían confesar con fe como lo hicieron Josue y Caleb?

      Oro en el nombre del Señor para que al dar las gracias y confesar con fe puedan experimentar un milagro de Dios.




      Queridos hermanos y hermanas en Cristo.
      Dios ciertamente cumplirá con su providencia.

      Pero siendo así, ¿por qué parecerá que está demorado?

      “Esto es porque el amor de Dios Padre quiere que todos vengamos a ser vasijas dispuestas.”

      Dios todopoderoso puede lograrlo todo muy rápidamente.

      Pero primeramente.
      - Dios guía nuestras almas para que verdaderamente prosperen, en vez de darnos frutos visibles del momento.

      “Esto se asemeja a cuando uno hace una base firme antes de construir un edificio más tarde, un edificio puede permanecer de pie y firme únicamente cuando tiene buena base.”

      “Lo mismo sucede con nuestro espíritu.”

      Nosotros debemos preparar bien las vasijas para que de ese modo, las bendiciones que recibamos pueden durar más tiempo.

      Espero que logren entender cuán profundo es el amor de Dios, y le den gracias desde lo profundo de sus corazones en este Día de Acción de Gracias.

      Los animo a que se muestren como vasijas dispuestas ahora, para que de ese modo Dios pueda usarlos grandemente para Su gloria y lleven así mucho fruto.

      Oro en el nombre del Señor que sean reconocidos y reciban gran galardón en el día del Juicio Final, y que sean participes de la gloria del Padre.


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