22-12-2008 | Rev. Jaerock Lee
Capítulo 5
¿Quién es Jesucristo?
1. Jesucristo es Uno con Dios
Juan 1:1-3 proporciona una explicación acerca de Jesucristo. Dice así: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Nos dice que Jesucristo es uno con Dios el Creador.
Asimismo, Juan 1:14 dice: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:18 dice: “A Dios nadie le vio jamás\; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”. Esto testifica que Jesucristo es Dios, quien a su vez se hizo carne y habitó entre nosotros como el único y unigénito hijo de Dios.
Por lo tanto, cuando Felipe, uno de los discípulos, le preguntó: “Señor, muéstranos al Padre, y será suficiente para nosotros”, Jesús le respondió: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre\; entonces como pueden decir, “¿Muéstranos al Padre?”
Jesucristo es uno con Dios, pero vino a este mundo en carne para mostrarnos a Dios quien es invisible. El cumplió la voluntad de Dios por completo, y podemos ver al Dios verdadero por medio de Jesús.
En Marcos 6:31-56, vemos que Jesús alimentó a cinco mil personas con cinco panes y dos peces, caminó sobre el agua y se subió al bote de los discípulos, y calmó la tormenta. Cuando los enfermos tocaban el borde de su manto, ellos sanaban.
Podemos creer que Jesús es uno con Dios, ya que El realizó cosas que no podían ser realizadas por habilidad humana, sino solo por el poder de Dios. Él aceptó los sufrimientos de la cruz para salvar a la humanidad pecadora y guiarla hacia el camino de salvación. Se sacrificó a Sí mismo para darnos bendiciones. Igualmente, podemos reconocer que Él es uno con Dios desde que Él nos dio el tipo de amor que el hombre no puede dar.
Por lo tanto, Colosenses 1:15-17 testifica que Jesucristo es uno con Dios al decir: “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles\; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades\; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.”
Asimismo Jesucristo, quien es uno con Dios, vino a este mundo en carne a fin de testificar al Dios invisible. Él llegó a ser para nosotros la manera en la que podemos conocer el poder y amor de Dios, no solamente mediante la Palabra de Dios, sino también por medio de Su vida misma (Juan 14:6).
2. Jesucristo es el Salvador
Mateo 16:13-16 retrata una escena en la que Jesús le hace una pregunta a sus discípulos. Él les preguntó: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista\; otros, Elías\; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
Jesús es un nombre personal que significa “Él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21). Cristo es el vocablo de Su título\; es una palabra griega que traducida al vocablo hebreo “Mesías”, significa “el Ungido” (Hechos 4:27).
Dios derramó aceite y ungió a aquellos que establecía como reyes, sacerdotes o profetas (Levítico 4:3, 1 Reyes 19:16, 1 Samuel 9:1). El aceite simboliza el Espíritu Santo, y por eso Dios lo derramó sobre aquellos a quienes establecía. Es por esta razón que Dios designó a Jesucristo como el rey, el sacerdote y el profeta antes de que empezara el tiempo de salvar a la humanidad pecaminosa. Jesús vino a este mundo como el hijo de Dios y llegó a ser el Salvador en calidad de Cristo bajo la unción de Dios.
Aquellos que reconocen esta voluntad de Dios hacen una confesión similar a la de Simón Pedro, quien dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente.” Entonces Jesús respondió: “…porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 16:17). Nosotros podemos confesar esto solamente cuando Dios nos da la capacidad para reconocerlo.
La Biblia enfatiza que Jesucristo es el único Salvador. Juan 14:6 dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida\; nadie viene al Padre, sino por mí.” Hechos 4:12 dice también: “Y en ningún otro hay salvación\; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
3. Jesucristo es la Cabeza y el Fundamento de la Iglesia
La iglesia es el conjunto de personas quienes han llegado a ser hijos de Dios al aceptar a Jesucristo. El vocablo griego de iglesia es “ecclesia”, el cual significa “uno que es llamado”. Esto es así ya que somos llamados a salir del mundo a través de Jesucristo. Por lo tanto, Jesucristo es el fundamento y la cabeza de la iglesia.
Mateo 16:18 dice: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia\; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
¿Qué significa la palabra “roca” mencionada en el verso?
1 Corintios 3:11 dice: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
Y en 1 Corintios 10:4 dice: “y todos bebieron la misma bebida espiritual\; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.”
¡Jesucristo es el único fundamento y roca!
Dios edificó la iglesia sobre la roca que es Jesucristo, quien es la cabeza de la iglesia. Colosenses 1:17-18 dice: “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten\; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia.”
Igualmente, Jesucristo es el único fundamento y cabeza de la iglesia. Él nos da seguridad mediante la fe y nos guía para vencer al mundo y vivir una vida de santidad como hijos de Dios.
4. Jesucristo es el Primer Fruto de la Resurrección
El Antiguo Testamento menciona muchas veces la existencia de Jesucristo. En Miqueas 5:2 se profetiza que Él nacería en Belén de Judá. Isaías dice que Él nacería como un hijo y eso se cumplió (Mateo 2:1, Lucas 1:31).
En Gálatas 4:4-5 dice: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” Esto se cumplió con la resurrección de Jesucristo.
Lucas 4:18 cita la profecía del Antiguo Testamento acerca de Su ministerio: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres\; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón\; A pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos\; A poner en libertad a los oprimidos.”
Él vino a este mundo en carne. Él recorrió enseñando en las sinagogas, predicando el evangelio del Reino, y sanando todo tipo de enfermedad y todo tipo de dolencia entre la gente (Mateo 4:23). Asimismo, Él obedeció al punto de morir, diciendo: “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28).
Finalmente, como está escrito en Filipenses 2:6-11: “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres\; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra\; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
¡Él permitió que todos se inclinen ante Su nombre y den gloria a Dios!
Él cumplió la promesa de salvación al ser crucificado y convertirse en el primer fruto de la resurrección, quebrantando la autoridad de la muerte. Ahora toda la humanidad puede obtener la victoria sobre el pecado y la muerte a través de la fe.
1 Juan 3:8 dice: “El que practica el pecado es del diablo\; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” Asimismo, 1 Corintios 15:17 dice: “y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana\; aún estáis en vuestros pecados.”
La resurrección de Jesucristo es un evento histórico que tuvo lugar frente a los discípulos y muchas otras personas (1 Corintios 15:22). Este evento da testimonio de la vida eterna (1 Tesalonicenses 4:17).
Aquel que acepta a Jesucristo, cree en Él con sinceridad y lo confiesa, será perdonado de sus pecados y será justificado. Entonces recibirá salvación y resurrección de vida para disfrutar de la vida eternal.
¡Es por esta razón que la resurrección se convierte en excelentes noticias para la humanidad que antes debía ir al infierno!