23-12-2008 | Rev. Jaerock Lee
Capítulo 6
¿Por qué es Jesucristo el Único Salvador?
1. El Camino de Salvación Escondido Antes que el Tiempo Comience. Dios conocía de antemano que Adán, el primer hombre, iba a desobedecer, y que por causa de eso el espíritu de todas las personas moriría y caería en la destrucción. Es por eso que Dios preparó el camino de la salvación a través de Jesucristo antes que el tiempo comience.
¡Este es el camino de la cruz! Dios lo mantuvo en secreto porque no le habría sido posible salvar a la humanidad si el diablo enemigo hubiese conocido este camino de salvación humana con antelación.
1 Corintios 2:7-8 dice: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció\; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.”
Así como cada país tiene sus propias leyes, también hay leyes en el reino espiritual. Para que los seres humanos que llegaron a ser hijos del diablo enemigo vuelvan a ser hijos de Dios, se debe cumplir con la ley del reino espiritual. Es por eso que Dios envió a Su hijo unigénito, a Jesucristo, a este mundo y dejó que lo crucifiquen para redimir los pecados de la humanidad de acuerdo a “la ley del rescate de la tierra”.
2. La Ley del Rescate de la Tierra.
Levítico 25:23-25 dice: “La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es\; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra. Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.”
La ley del rescate de la tierra dictaba, que incluso cuando alguien vendía sus tierras, este o un pariente cercano podía luego rescatarla. Entonces cuando alguien vende sus tierras en Israel, ellos registran el proceso de compra y venta del terreno y el contenido del rescate del mismo. El vendedor y el comprador ponen sus sellos en frente de testigos, guardan una copia del contrato en el depósito del Templo y ponen otra copia sin ningún sello en frente de la entrada del Templo para que puedan verla en todo momento. De modo que si alguno vende su tierra, y si tiene la habilidad y el deseo de recuperarla, puede rescatarla en cualquier momento de acuerdo a las reglas de rescate.
Asimismo, hubo un contrato de rescate por la tierra entre Dios y el diablo enemigo debido a la desobediencia de Adán. Adán tuvo que transferir toda su autoridad para gobernar sobre todas las cosas por causa de su desobediencia (Lucas 4:6)\; sin embargo, esto no podía venderse para siempre, sino que debía ser rescatado algún día.
Dios preparó a Jesucristo para ser el apropiado para el rescate de la tierra y abrir el camino de la salvación a través del sufrimiento en la cruz. Cualquiera que invocare el nombre del Señor sería salvo (Romanos 10:13) y ganaría la autoridad de un hijo de Dios (Juan 1:12).
3. Las Condiciones del Rescate de la Tierra y Jesucristo.
Para ser el apropiado de acuerdo a la ley del rescate de la tierra registrada en Levítico 25:23-25, alguien tenía que ser pariente del hombre y tener poder y amor para rescatar la tierra. Pero no había nadie en este mundo que fuese apropiado para rescatarla.
Apocalipsis 5:4 nos dice que existe un libro que registra que Dios transfirió la autoridad para gobernar la tierra al diablo enemigo debido a la desobediencia de Adán, pero que la autoridad sería devuelta a Dios si hubiese alguien quien pudiese redimirla.
El apóstol Juan lloró porque no había ninguno digno de abrir el libro, pero en el verso 5 dice: “Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.”
¡Jesucristo, el hijo de David, es el único digno para rescatar la tierra!
¿Cuáles son entonces las condiciones para rescatar la tierra?
Primero.- Debe ser un pariente de Adán, es decir un ser humano.
Romanos 5:12 dice: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Romanos 5:19 dice: “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”
Por lo tanto, si existe alguien quien pueda rescatar a la humanidad de sus pecados, los humanos podrán llegar a ser hijos de Dios liberados de las reglas del diablo enemigo.
De acuerdo a la ley de la redención de la tierra, aún si uno vende su tierra, no puede venderla perpetuamente. Si el vendedor la desea nuevamente, el comprador debe devolverla\; y si el vendedor no tiene la fortaleza para comprarla nuevamente, un pariente cercano puede rescatarla en nombre del comprador.
Por consiguiente, para rescatar a los hijos del diablo, el redentor tiene que ser un pariente de Adán, es decir un ser humano.
Entonces ¿reúne Jesucristo las condiciones de la ley para el rescate de la tierra?
Según lo que dice en Juan 1:14, el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros\; Jesús es el Verbo, quien es Dios, y quien vino a esta Tierra en carne como Hijo de Dios.
Él reúne la primera condición de la ley para el rescate de la tierra debido a que nació como un ser humano.
Segundo.- No debe ser un descendiente de Adán.
Debido a que Adán lleva sobre sí el pecado de la desobediencia, toda la humanidad que desciende de su linaje lleva consigo el pecado original.
Debido a que un pecador no puede rescatar a otro pecador, el redentor no debe ser un descendiente de Adán quien pecó. El apóstol Juan intentó encontrar a alguien con esta característica. Al observar los cielos encontró solamente ángeles\; al observar la Tierra encontró solamente pecadores quienes eran descendientes de Adán\; en el Hades encontró solamente al diablo enemigo\; así que no logró encontrar a alguien (Apocalipsis 5:1-3).
Entonces, ¿reúne Jesucristo los requisitos de la segunda condición de la ley para el rescate de la Tierra?
En lo humano, Jesús nació como descendiente de la familia del Rey David, pero no fue concebido por la unión de un hombre y una mujer y por lo tanto no tenía pecado original. Él nació como un hombre para redimirnos de nuestros pecados, y fue concebido por el Espíritu Santo en el cuerpo de la Virgen María\; por consiguiente, Él no es un descendiente de Adán (Mateo 1:18-21).
Tercero.- Debe tener el poder para rescatar la tierra.
Así como es inútil intentar pagar una deuda si no se tiene el poder para hacerlo, para rescatar la tierra se debe tener poder. Si el poder de la parte opuesta es mayor y si no desea devolver la tierra, no se la puede tomar. Por tanto se debe tener mayor poder que la parte opuesta.
En el reino espiritual, “poder” significa “ganarle al enemigo”, y para hacerlo uno debe estar libre de pecado.
Entonces ¿reúne Jesucristo los requisitos de la tercera condición?
Él no tuvo pecado original porque no fue un descendiente de Adán. Él tampoco cometió pecado alguno porque guardó la ley por completo durante los 33 años de su vida. Él fue circuncidado al octavo día después de su nacimiento. Guardó todos los mandamientos y respetó a Sus padres hasta la edad de 30 años, edad en la que se podía dejarlos. Desde ese entonces, Él inició su ministerio.
Debido a que Jesús no tenía pecado alguno, Él tenía el poder para rescatar la tierra. Finalmente, el diablo enemigo no tuvo otra alternativa aparte de devolver la autoridad.
Cuarto.- Debe tener amor.
A pesar de que se reúna todas las condiciones anteriores, si no tiene amor, que es lo más importante, no sirve de nada. Es como cuando un hermano menor tiene una deuda\; si su hermano mayor tiene mucho dinero, no sirve de nada si este no tiene amor para pagar la deuda de su hermano menor.
En Ruth 4:6 dice: “No puedo redimir para mí, no sea que dañe mi heredad. Redime tú, usando de mi derecho, porque yo no podré redimir.”
Podemos ver que este hombre tenía la habilidad de rescatar la tierra, pero no lo hizo. Finalmente, Booz, el siguiente pariente rescató la tierra de Noemí. Lo hizo porque tuvo suficiente amor. Él perteneció a la genealogía de Jesús como el bisabuelo de David.
Si Jesús no hubiese tenido el amor para sacrificar su vida en la cruz, ¿podría Dios haber recuperado a los seres humanos que llegaron a ser hijos del diablo a fin de que lleguen a ser Sus hijos?
Debido al amor de Dios, Jesús vino al mundo, proveyó perdón al pecador, sanó muchas enfermedades, desató las cadenas de injusticia, concedió paz, gozo y amor, y realizó solamente cosas buenas. Sin embargo, fue crucificado y derramó toda Su sangre en manos de Sus criaturas, a fin de abrir el camino hacia la salvación.
Debido a que Dios es amor, Él dio a Su hijo unigénito sin escatimar en absoluto. Asimismo, Jesús cumplió la voluntad de Dios y llevó la cruz con amor.
Por lo tanto, existe solamente un Jesucristo quien está calificado para rescatar la tierra. No podemos ser salvos a través de ningún otro nombre aparte del nombre de Jesucristo (Hechos 4:12).
Démonos cuenta de todo esto claramente, recuperemos la autoridad como hijos de Dios, vivamos una vida bendecida y próspera en todo teniendo la seguridad de la salvación, y démosle siempre la gloria a Dios.