• Acción de Gracias

    [Juan 6: 53]

    16-11-2008 | Rev. Jaerock Lee

    • : Acción de Gracias
      :
      “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.”




      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Hoy celebramos el Domingo de Acción de Gracias y luego de este servicio celebraremos la Santa Cena. Dios el Padre nos ha dado este mensaje con el nombre de “Acción de Gracias.”

      Este Domingo de Agradecimiento representa el tiempo para dar gracias a Dios el Padre por los frutos que han nacido a lo largo del año.

      La razón por la cual podemos obtener el grano y los frutos de la cosecha es debido a que Dios el Padre ha provisto el calor del sol, el aire y el agua.

      Esta “cosecha” no solamente involucra la labranza de tierra sino todas las cosas.

      Dios el Padre nos ha dado salud y nos ha protegido de accidentes para que podamos vivir con seguridad en el transcurso del año.
      Asimismo, espiritualmente hablando, la razón por la cual nos fue posible aceptar nuestras responsabilidades encargadas por Dios es debido a la ayuda recibida por Dios el Padre.

      Podemos producir los frutos física y espiritualmente debido a que Dios el Padre nos ha concedido gracia y fortaleza. Entonces, ¿significa esto que aquellos quienes producen poco o ningún fruto no están en condiciones para agradecer?

      ¡Por supuesto que no! ¡Ellos deberían dar aún mayores gracias! Les diré por qué.

      Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes reciban mayores bendiciones y respuestas a sus oraciones mediante la Acción de Gracias.



      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En este mensaje voy a hablarles acerca de la Acción de Gracias en dos aspectos.

      Primero\; la acción de gracias es la vía de entrada a través de la cual atraemos las bendiciones de parte de Dios.

      Obviamente, cuando experimentamos condiciones que son buenas, todos damos gracias a Dios.

      Pero, cuando las circunstancias a nuestro alrededor no son buenas, muchas personas no agradecen.

      Mas, si podemos dar gracias aún en circunstancias en las que nos sería casi imposible hacerlo, Dios será movido y nos dará de Su gracia y bendiciones.

      Esto es debido a que dar gracias es algo que está en acuerdo con la justicia de Dios.

      1 Tesalonicenses 5:18 dice: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”

      Dar gracias en todo significa que debemos dar gracias por todo en cualquier circunstancia, sin importar cual fuere esta. Está claramente establecido que ésta es la voluntad de Dios para nosotros.


      Dar gracias en todo es una expresión de obediencia a la voluntad de Dios. Y los hijos de Dios no deben quedarse a este nivel de agradecimiento en obediencia a Su voluntad.

      Por el simple hecho de que somos salvos, debemos estar capacitados para dar gracias a Dios en todo. Sin la gracia de Dios caeríamos en el fuego eterno del infierno y sufriríamos por siempre.

      Al pensar en esto, podemos entender cuán grande don de Dios es el de recibir salvación. Por lo tanto, yo anhelo que ustedes den gracias en todo.

      Además, dar gracias es una expresión de fe en la palabra de Dios.

      Marcos 11:24 dice: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.”

      Si creemos en este verso debido a que creemos en Dios, no seremos decepcionados, aún si la respuesta no es inmediata.

      Debido a que creemos que Dios nos dará la mejor respuesta a lo que estamos pidiendo, y en el momento más oportuno, no importa si las condiciones físicas o la situación empeoran.

      Yo siempre he recibido las respuestas y bendiciones de parte de Dios con este tipo de fe. No solamente en las cosas que tienen que ver con la iglesia, sino también en lo personal.

      Por ejemplo, recientemente mis ojos se enrojecieron mucho, pero yo no me preocupé. Solamente agradecí confiando que Dios me daría una mejor visión. Y de hecho, mi visión mejoró.

      Asimismo, recientemente mi voz se tornó áspera y ronca, sentí como que tenía una rana en mi garganta.

      Mi voz no se tornó ronca ni siquiera durante las dos semanas continuas de las reuniones especiales de avivamiento\; pero, cuando eso ocurrió de repente y yo tuve dificultades para hablar, solamente agradecí al Padre confiando que él estaba, una vez más, dándome una mejor voz.


      ¡Yo siempre he dado gracias! Si yo doy gracias con fe por algún asunto en especial, ese acto de agradecimiento se convierte en una realidad.

      De la misma manera, dar gracias a Dios en todo es el secreto para recibir cosas mejores de parte de Dios. Debido a que creemos en Dios, no hay nada de qué preocuparse o decepcionarse.

      Nosotros creemos que Dios el Padre todo lo conoce y que Él nos dará las cosas buenas en el mejor momento. Al creer así podemos dar gracias naturalmente.

      Así también, el agradecimiento es una expresión de nuestra fe en la palabra de Dios y la expresión de nuestra obediencia a Su voluntad.

      Por lo tanto, al satisfacer la justicia de Dios mediante el agradecimiento, podemos atraer las respuestas de Dios.

      Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes entiendan que el agradecimiento es la vía de acceso para recibir las respuestas y ofrecer a Dios los sacrificios del agradecimiento en todas las cosas.



      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En segundo lugar\; el agradecimiento es el poder que nos transforma. Es decir, existe gran fortaleza en el cambio de nuestros corazones hacia lo espiritual.

      Permítame explicarle esto en relación con el significado de la Santa Cena, de la cual compartiremos muy pronto.

      En la Santa Cena compartimos el pan y el vino. El pan simboliza la carne del Señor, y el vino simboliza Su sangre.

      También, Juan 1:1 dice: “el Verbo era Dios.”

      Y Juan 1:14 dice que el verbo que se hizo carne es Jesús.

      Por lo tanto, comer el pan, es decir la carne del Señor, significa “comer” la palabra de Dios. Nosotros debemos llenar nuestros corazones con la palabra de Dios aprendiendo y escuchando diligentemente Su palabra que es verdad.
      Es decir, debemos desechar la mentira en nuestros corazones y llenarlo nuevamente con la verdad que es bondad y amor. Este es el significado espiritual de “comer la carne del Señor”, el pan.

      Ahora, ¿cuál es el significado de beber la sangre del Señor, la cual se representa con el vino?

      La sangre del Señor es la que posee el poder para limpiarnos de todo pecado, y es la sangre de vida que nos da vida eterna.

      Debido a este poder de la preciosa sangre del Señor de posar completamente sobre nosotros, debemos actuar en la luz.

      Esto es debido a que 1 Juan 1:7 dice: “…pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”

      Por lo tanto, el significado espiritual de beber la sangre del Señor es que debemos actuar de acuerdo a la palabra de Dios quien es luz.

      Y aquellos que comen la carne y beben la sangre del Señor con acción de gracias pueden cambiar hacia lo espiritual rápidamente.

      En muchos casos, cuando empezamos a entender la palabra de Dios y aprendemos su significado espiritual más profundo, nos alegramos y gozamos.

      Nosotros estamos agradecidos de poder escuchar la palabra espiritual y también de ser movidos por la misteriosa providencia de Dios contenida en la Biblia.

      Confesamos asimismo como en el Salmo 119:103 que dice: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.”

      Pero cuando nos sumergimos en el proceso de tomar la palabra de Dios en nuestro ser, la situación puede cambiar. Comer la carne del Señor es tener la verdad contenida en la palabra de Dios en nuestro corazón.

      Es decir que el odio, la arrogancia, y la falsedad deben ser desechados mientras que el amor, la humildad, y el agradecimiento deben tomar su lugar en nuestro corazón.

      Para lograr esto debemos pasar por diversas pruebas.

      Es similar al oro que tiene que ser refinado en fuego para eliminar toda impureza y obtener oro puro.

      Asimismo, para que nuestro corazón pueda convertirse en un corazón de verdad que es limpio y puro sin mancha ni defecto, debemos pasar por ciertos procesos.

      Primero, debemos reconocer en nosotros los pecados y la maldad en contra de la palabra de Dios, y debemos desecharlos.

      Pero en muchas ocasiones cuando se descubre la maldad en ellos, se pierde las fuerzas.

      Se piensa que se ha estado viviendo una vida cristiana de fe, y cuando se dan cuenta que tienen maldad en ellos, se sorprenden o se desalientan.

      Y aquellos quienes pueden agradecer en momentos, así pueden cambiar más rápidamente que aquellos quienes pierden sus fuerzas.

      Si no descubrimos la maldad en nosotros, simplemente permaneceremos como hombres de la carne, pero si la distinguimos, ¿cuán agradecidos somos?

      Filipenses 4:13 dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

      Si nos esforzamos por cambiar hacia la verdad, clamando en oración, Dios ciertamente nos dará gracia y fortaleza. También, el Espíritu Santo en nosotros nos ayudará a desechar las falsedades de nuestro corazón.

      Aquellos que prefieren el desánimo, y que no pueden dar gracias, están realmente perdiendo estas grandes bendiciones espirituales. Por supuesto que luego de cierto tiempo ellos recobrarán su fortaleza y se levantarán nuevamente, pero habrán perdido mucho tiempo.



      Por lo tanto, yo espero que ustedes superen cualquier tipo de prueba o dificultad de fe solamente con acción de gracias.

      1 Pedro 1:7 dice: “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”

      Aunque estemos pasando por pruebas como el fuego, nos será posible dar gracias y regocijarnos si es que nos apropiamos de este verso.

      Yo ruego que todos ustedes vengan a lo espiritual rápidamente con este poder derivado de la “acción de gracias.”



      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En este mensaje les he hablado acerca de los dos aspectos del agradecimiento.

      Primero, la acción de gracias es la vía de acceso para atraer las respuestas de Dios\; y segundo, es la fortaleza para cambiar nuestro ser.

      Yo anhelo que mantengan este mensaje en sus mentes y que den gracias en todo.

      Les animo a que den gracias por la gracia y amor abundantes de Dios y háganlo sinceramente de corazón y con obras.

      Les mencioné también que aún cuando tenemos algunas cosas por las cuales no podemos dar gracias en verdad, recibiremos mayores bendiciones y respuestas si damos gracias con fe.

      Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes den siempre gracias y Gloria a Dios el padre de esta manera.

      [Amén]


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