[Nehemías 9:6]
23-11-2008 | Rev. Jaerock Lee
2008.11. 23. Servicio Dominical Vespertino
“Tú solo eres JEHOVÁ\; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos\; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.”
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Desde hoy voy a compartir una serie de sermones con el tema “Espacio y Dimensión” durante los servicios vespertinos.
El cielo y el infierno son una realidad en el reino espiritual. Una vez que hemos nacido y terminamos nuestras vidas en la Tierra, debemos ir a uno de estos dos lugares.
Pero no solamente la gente que ha muerto experimenta el reino espiritual. Aún en nuestras vidas cotidianas podemos experimentar los espacios en el reino espiritual.
El reino espiritual no es un lugar muy lejano en el último rincón del universo.
Si usted abre las ventanas de su casa o de su auto, usted puede observar el paisaje externo y puede sentir la brisa del aire.
Asimismo, si la puerta del reino espiritual está abierta en nuestro mundo físico, podemos experimentar el espacio espiritual que se encuentra ahí.
El espacio espiritual está muy cerca de nosotros. Si usted experimenta profundamente este espacio, usted se dará cuenta de que este mundo visible no es la única dimensión existente.
El propósito de la enseñanza de estos mensajes es el de permitirle sentir que existe un reino espiritual eterno y verdadero a fin de que usted intente desechar toda carnalidad indigna.
Explicaré también los métodos disponibles para que usted pueda hacer uso de el espacio espiritual.
Las dimensiones del reino espiritual son completamente diferentes a aquellas en el espacio físico. Así que las cosas que son imposibles en el espacio físico, pueden darse en el espacio espiritual.
Mientras el conocimiento y la tecnología avanzan, el hombre ha hecho algunos espacios artificiales en el ambiente de este mundo físico.
Por ejemplo, se construyen invernaderos para el cultivo de vegetales y flores aún en el invierno.
Se construyen espacios que son completamente diferentes a los exteriores a fin de conseguir los objetivos planteados.
En Números 17, vemos lo que se escribió con respecto a la vara de Aarón. Dios le permitió retoñar y produjo capullos\; luego, estos florecieron y salieron almendras.
En una vara de madera que no tenía vida sucedió esto en un lapso de 24 horas, lo cual fue posible porque Dios cubrió la vara de Aarón con un espacio espiritual.
Si ustedes pudiesen ser cubiertos por el espacio espiritual según la necesidad de sus vidas, las cosas imposibles en el espacio físico se harían posibles.
Muchos patriarcas de la fe utilizaron el espacio espiritual y lograron muchas cosas sorprendentes.
Y tales obras se están dando en nuestra iglesia actualmente.
Si usted mantiene este mensaje en su mente, usted podrá usar el espacio espiritual.
Anhelo que al hacer así usted experimente que las cosas imposibles se hacen posibles, y que lo posible se hace aún mejor.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Permítanme primeramente explicarles los conceptos de espacio y dimensión.
Primero, un espacio es un área vacía (usualmente encerrada de alguna manera dentro de alguna cosa). Según la Física significa el lugar donde existen las substancias materiales y donde varios fenómenos suceden.
Entonces, ¿qué es una “dimensión”?
El término “dimensión” en Física o Matemáticas se define como “el número de coordenadas que se necesitan para especificar un punto dentro de un espacio dado.”
Siendo así, un punto de una línea recta se expresa con una coordenada, y una línea recta tiene una dimensión.
Un punto en una planicie se expresa con dos coordenadas, de manera que una planicie tiene doble dimensión. De la misma manera, un punto en el espacio se expresa con tres coordenadas, por tanto tiene triple dimensión.
Por consiguiente, de acuerdo a la Física, este mundo físico en el que vivimos tiene triple dimensión.
Algunas áreas especiales dentro de la Física tratan con una cuarta dimensión con respecto al tiempo como otra coordenada.
Hasta ahora, este es el concepto de “dimensión” de este mundo.
Dios nos explicó acerca de “dimensión” una vez según el punto de vista del espíritu, alma y cuerpo.
Primero, las cosas inertes tales como las rocas, la tierra, el agua y el hierro no tienen dimensión, por eso las llamamos “no dimensionales.”
Segundo, las cosas que tienen vida y aliento pero que no pueden moverse por sí mismas pertenecen a la primera dimensión.
Por ejemplo los árboles y otras plantas\; pues, del grupo de espíritu, alma y cuerpo, estos tienen solamente el cuerpo.
Tercero, la segunda dimensión es la dimensión de las cosas que tienen aliento y que se mueven por sí mismas. Tienen un cuerpo y un alma. Los animales como las aves, peces e insectos pertenecen a esta segunda dimensión.
Cuarto, la tercera dimensión es la de aquellos quienes respiran, se mueven, y tienen el espíritu además del cuerpo y el alma. Estos son los seres humanos.
Por último, la cuarta dimensión es la de los seres espirituales, incluyendo a Dios, las huestes celestiales y los ángeles, los espíritus malignos quienes pertenecen a esta dimensión.
Hasta este punto llega el concepto de dimensión según la perspectiva del espíritu, alma y cuerpo.
Sin embargo, el concepto de “dimensión” en este mensaje recae en otra categoría.
Aquí, la dimensión está dividida por el “espacio”. Primero, el espacio físico que podemos observar constituye el primer mundo dimensional. El segundo mundo dimensional corresponde al reino espiritual.
El reino espiritual generalmente se puede dividir en espacios de tres dimensiones diferentes. Por lo tanto, tenemos un total de cuatro dimensiones desde la perspectiva de “espacio”.
Es decir, la primera dimensión es el espacio físico y la segunda, tercera y cuarta dimensión corresponden al reino espiritual.
La Biblia expresa de varias maneras la existencia de espacios de diferentes dimensiones. Deuteronomio 10:14 dice: “He aquí, de JEHOVÁ tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.”
También, el pasaje bíblico de hoy en Nehemías 9:6 dice: “Tú solo eres JEHOVÁ\; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos\; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.”
Es decir, Dios creó los cielos, la tierra, el mar, el sol, la luna, las estrellas y todo lo demás.
Y no dice “cielo” solamente, sino dice “cielos” y “cielos de los cielos”.
Aparte de esto, Jeremías 10:12 menciona los cielos, y Salmos 148:4 menciona los “cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos”.
La Biblia fue escrita por aquellos quienes fueron inspirados por el Espíritu Santo\; por ende, cada expresión tiene su significado específico.
De hecho, no existe solamente un cielo sino varios.
Cuando Dios existía y estaba solo en el comienzo, solamente había un cielo. Pero Dios sintió que debían existir espacios de diferentes dimensiones debido a la cultivación humana.
De manera que, cuando Él empezó la obra de la creación, él dividió aquel cielo en cuatro partes.
Esto significa que Él creó cuatro espacios diferentes con dimensiones diferentes. Y estos espacios con dimensiones diferentes se expresan como “cielos”.
En 2 Corintios 12:2, Pablo dice: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé\; si fuera del cuerpo, no lo sé\; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.”
Y en el verso siguiente, 2 Corintios 12:4, él continúa diciendo: “…que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”
En conclusión, el apóstol Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo y vio el paraíso.
El paraíso corresponde al reino celestial. Por lo tanto, podemos observar que el reino de los cielos está ubicado en el espacio llamada “Tercer Cielo”.
Si existe un tercer cielo, quiere decir que debe existir un segundo y un primero también.
El “Primer Cielo” es todo el espacio físico incluyendo la Tierra en la cual vivimos. El “Segundo Cielo” se expresa en la Biblia como “el aire”, y está dividido en un área de luz y un área de oscuridad.
Primero, el “área de luz” en el Segundo Cielo es el Edén, según se menciona en el libro de Génesis\; y es en este espacio donde Dios creó el “Huerto” llamado “Edén” para el primer hombre, Adán.
Por lo tanto, debemos recordar que el espacio llamada “Huerto del Edén” y “Edén” son dos cosas diferentes. Edén es la inmensa área donde se encuentra el Huerto.
Es igual que la Tierra, la cual corresponde al vasto espacio llamado “universo”. Algunas personas piensan que el Huerto del Edén existe en esta Tierra e intentan encontrarlo.
Pero el Huerto existe en Edén, en el segundo cielo.
Los 7 años del Banquete de las Bodas se van a realizar en esta área de luz en el segundo cielo. Es por eso que 1 Tesalonicenses 4:17 dice que seremos arrebatados en las nubes para recibir al Señor.
En el Segundo Cielo existe también el “área de oscuridad”, que es lo opuesto al área de luz. Este es el espacio donde moran los espíritus malignos.
Es por esto que Efesios 2:2 habla sobre “el príncipe de la potestad del aire” refiriéndose a los espíritus malignos.
Hasta ahora han escuchado sobre el primero, segundo y tercer cielo respectivamente.
Yo les dije que Dios creó cuatro espacios diferentes con dimensiones diferentes. Entonces, ¿cuál es el otro cielo? Es el Cuarto Cielo.
Este cuarto cielo es el cielo del origen. Antes de que Dios creara el primero, segundo y tercer cielo, Él moraba en el cuarto cielo. Este cuarto cielo es el espacio de la Trinidad de Dios.
Permítame resumir los conceptos acerca de las dimensiones categorizadas por el espacio.
La primera dimensión es el espacio del primer cielo, la cual corresponde al espacio físico en el cual vivimos.
La segunda dimensión es el segundo cielo, y tiene un área de luz llamada Edén y un área de oscuridad.
La tercera dimensión es el tercer cielo, y tiene el reino celestial en el cual viviremos luego por siempre.
La cuarta dimensión es el espacio del cuarto cielo, el cual es el cielo original, y es el espacio de la Trinidad de Dios.
Dios creó estos espacios de diferentes dimensiones para la cultivación humana.
El primer cielo es la base para la cultivación humana. El segundo cielo es el espacio donde moran los espíritus malignos los cuales son herramientas necesarias para la cultivación humana.
Por supuesto, Dios creó el espacio llamada Edén en el segundo cielo con un propósito específico.
El Tercer Cielo es el lugar donde los hijos de Dios morarán por siempre, los mismos que llegarán en calidad de “trigo” mediante el proceso de la cultivación humana.
Dios planificó todas estas cosas cuando empezó a planificar la cultivación humana.
Hermanos y hermanas,
Cuando Dios creó espacios diferentes con dimensiones diferentes, Él estableció una regla muy importante.
Concierne a la dimensión superior la cual puede gobernar sobre las dimensiones inferiores.
Es igual con las dimensiones en términos de espíritu, alma y cuerpo. La primera, segunda y tercera dimensión, es decir, las plantas, los animales y los seres humanos viven juntos en la mismo espacio llamada Tierra. Pero la dimensión de cada una de las vidas es completamente diferente.
Por ejemplo, supongamos que hay una semilla. El hombre puede hacerla retoñar o no retoñar. Pero la semilla en sí no sabe lo que el hombre está tratando de hacer con ella. Esta solamente retoñará si las condiciones son las correctas.
Asimismo, la dimensión superior puede gobernar sobre las dimensiones inferiores, y las dimensiones inferiores son subyugadas por la dimensión superior.
Lo mismo sucede con el concepto de los espacios.
Dios, quien está en el cuarto cielo, puede gobernar sobre el primero, segundo y tercer cielos.
También, se puede bajar desde el tercer cielo hasta el segundo o el primero, y desde el segundo hasta el primero.
Pero lo opuesto no es posible. Sin embargo, sobre los casos excepcionales les explicaré después, si es que tengo la oportunidad.
Entonces, ¿Está el segundo cielo por encima del primero, y el tercer cielo por encima del segundo?
A pesar de que las dimensiones están estrictamente separadas entre los diferentes cielos, no necesariamente el segundo cielo está conectado al borde del primer cielo.
Si se abre la puerta espiritual en cualquier lugar del primer cielo, podemos ir al segundo cielo. Tampoco significa que podemos ir desde el primer cielo hasta el tercer cielo solamente luego de haber pasado por el segundo cielo.
Desde cualquier lugar del primer cielo, podemos pasar al tercer cielo, si es que el espacio espiritual que lleva hacia allá se abre. El espacio espiritual se puede formar en el primer cielo de varias maneras.
Si el espacio espiritual se forma a manera de una tubería o manguera de agua, y si podemos transportarnos en eso espacio, podemos viajar una gran distancia física en un momento.
A veces el espacio espiritual se convierte en una especie de cortina.
Por otra parte, igual que en el ejemplo sobre el invernadero, el espacio espiritual puede cubrir cierta área de espacio físico.
Estas son las diversas maneras para utilizar el espacio espiritual.
Yo les voy a explicar más ampliamente acerca de esto con ejemplos específicos.
Las obras que siguen son muy diferentes dependiendo de cómo y cuál dimensión de espacio espiritual utilicemos.
Es decir, las obras que siguen son diferentes dependiendo si el espacio es del segundo cielo, del tercer cielo, o del cuarto cielo.
Esto es debido a que la dimensión de cada cielo es diferente.
El primero, segundo, tercero y cuarto cielos tienen luces diferentes, y el fruir del tiempo también es difiere el uno del otro. Estos dos elementos son los que determinan la dimensión.
Primero, el término “luz” en este contexto se refiere a la luz spiritual. La más brillante se encuentra en el cuarto cielo, y disminuye mientras va baja a través del tercero y el segundo cielos.
De esta manera, para formar un espacio espiritual en este mundo físico, primeramente debe rodeársela de luz.
Por ejemplo, para hacer algo que solamente es posible en el cuarto cielo, debemos formar el espacio de la cuarta dimensión rodeando el lugar con luz del cuarto cielo.
Es por eso que al orar siempre digo: “¡Ven luz!”
Con respecto al fluir del tiempo, cuando observamos el tiempo desde el primer cielo, parece que llega a ser cada vez más rápido mientras la dimensión sube.
Pero si uno se encuentra verdaderamente en esa dimensión, no parece ser más rápido.
Cuando usted está en un avión, usted no sabe cuán rápido el avión vuela a menos que usted mire por la ventana. Pero aquellos que están en la tierra verán que el avión se mueve a una velocidad muy alta.
Entonces, mientras más alta sea la dimensión, más rápido será el fluir del tiempo.
También tenemos un ejemplo de lo que es estar en el fluir del tiempo de el espacio espiritual que es más rápido que el de el espacio físico.
1 Reyes 18:46 dice: “Y la mano de JEHOVÁ estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.”
Acab estaba en un carro. Pero Elías corrió más rápido que el carro.
Esto no significa que de pronto Elías podía correr más rápido.
No importa cuán rápido corra un hombre, nunca podrá correr más rápido que los caballos.
Elías corrió a su velocidad normal, pero en ese momento fue cubierto con el espacio spiritual en la cual el fluir del tiempo era más rápido. Esto se expresa como “la mano del SEÑOR estuvo sobre Elías”
A partir de la próxima reunión, le explicaré la manera en que podemos utilizar el espacio espiritual con ejemplos específicos.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
En este sermón he explicado principalmente los conceptos de espacio y dimensión.
Hablé también sobre la justicia de parte de Dios al dividir los cielos, así como los dos elementos que definen una dimensión, es decir, la luz y el tiempo.
Estas fueron simplemente explicaciones introductorias, y luego entraremos en los detalles.
¿Cuál es la razón por la cual Dios dividió estos espacios con dimensiones diferentes?
La razón es la cultivación humana.
Dios, quien estaba solo en el cielo original, albergó el siguiente pensamiento:
“Si tengo a alguien en este vasto universo quien entienda Mi corazón y comparta su amor conmigo, cuando yo comparta Mi corazón con él, podrá recibir Mi corazón y darme el suyo\; entonces, ¡que relación tan feliz y llena de emoción sería esa!”
Con este tipo de corazón de Dios se hicieron los espacios de diferentes dimensiones e inició la creación de 6 días y la cultivación humana.
Fue finalmente realizado para ganar hijos verdaderos con los cuales Dios podría compartir de su verdadero amor.
La razón por la cual Él me permite predicar acerca de “espacio y dimensión” es la misma. Si usted aprende cómo utilizar el espacio espiritual, entonces podrá darle la gloria a Dios en gran manera a través de señales y milagros.
Pero lo más importante es que usted también pueda cultivar los niveles más altos de el espacio espiritual en su corazón.
Es decir, a la medida en la que usted llene su corazón con luz perfecta, una dimensión mayor de espacio espiritual morará en su corazón.
Entonces usted podrá caminar con Dios quien es espíritu aún en la Tierra.
Usted también morará cerca de Él en el reino celestial y estará con Él por siempre.
Yo ruego en el nombre del Señor que muchos de ustedes alcancen mayor profundidad en lo espiritual a fin de convertirse en gran gozo para Dios el Padre.
[¡AMÉN!]