• Diezmo Completo y Ofrendas 4

    [Malaquías 3: 7-10]

    11-01-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • : Diezmo Completo y Ofrendas (4)

      :
      “Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa\; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. ”


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

      Éste es el cuarto sermón de la serie “Diezmo Completo y Ofrendas”. Jacob, el patriarca de Israel, dejó su casa con las manos vacías. Pero para el tiempo que regresó a tu casa, después de 20 años, él se había convertido en un hombre muy rico.

      Cuando Jacob abandonó su casa, estaba huyendo de su hermano, Esaú, quien trataba de asesinarlo.

      Yendo de camino, se recostó a dormir porque estaba muy cansado, y usó una piedra de almohada. Y vio a ángeles de Dios en su sueño.

      Cuando se despertó, construyó en aquel lugar un altar y le hizo una promesa a Dios.
      Podemos ver esa promesa en Génesis 28:20-22 que dice, “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios\; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.
      Ciertamente, Jacob buscó a Dios para que lo protegiera y prosperara, pero le pidió que se lo diera incondicionalmente.

      ÉL le prometió que de todo lo que recibiese, le entregaría a Dios el diez por ciento.

      Jacob hizo tal promesa porque creía que Dios podía darle bendiciones, y porque conocía la ley espiritual de que uno cosecha lo que ha sembrado.

      Yo anhelo que todos ustedes se conviertan en personas sabias como Jacob.

      Aún estando en medio de situaciones difíciles, podemos resolver los problemas y ser bendecidos si reconocemos a Dios y confiamos en Su palabra.

      Retomaré la última sesión y continuaré explicando en detalle sobre cómo dar correctamente el diezmo completo.

      Oro en el nombre del Señor para que ustedes puedan recibir bendiciones asombrosas tal como lo hizo Jacob.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, haciendo un pequeño repaso, para dar el diezmo, primeramente, debemos calcular el diez por ciento del total de nuestros ingresos.

      Segundo, debemos separar el diezmo del resto de las ofrendas.

      Tercero, debemos entregar el diezmo a la iglesia de donde recibimos el pan espiritual.

      Cuarto, debemos darlo con el nombre de cada uno de nosotros de manera individual. Les hablé sobre estos cuatro puntos en la última sesión.

      Ahora bien, el quinto punto sobre dar el diezmo es que debemos darlo también de aquellos ingresos extras que no son regulares.

      Hay personas que sostienen que ellos no tienen trabajo, entonces no tienen ningún ingreso del cual dar el diezmo.

      No existe la persona que no tenga diezmo para dar porque todos recibimos comida, ropa para vestir, y hasta los gastos de transporte. Es porque las personas recibimos todo eso, que podemos seguir viviendo.

      Por ejemplo, en el caso de una pareja donde el esposo no es creyente, la esposa sí y ella es ama de casa y recibe todo lo necesario para cubrir los gastos de su esposo únicamente.

      Incluso en tal caso, no es cierto que ella no tenga ingreso alguno. Hay una parte de esos gastos que ella dispone para gastarlos en ella.

      Si ella se encuentra con sus amigos para almorzar o cenar, o si hace algo en su tiempo libre, esa clase de gasto viene a ser como “su ingreso”.

      Ella debe considera esa parte como su ingreso y diezmar de allí.

      Pero si ambos esposos son creyentes, el esposo deberá separa el diezmo del total en su ingreso, y luego darle a su esposa para los gastos de mantenimiento.

      En este caso, la esposa no debe dar el diezmo de nuevo, ya que la cabeza de la familia, y quien sostiene económicamente, ya separó el diezmo. No es necesario hacerlo dos veces.

      Sin embargo, tras haber cubierto los gastos de la casa, la esposa también puede separa el diezmo de ese dinero que ella destinará sólo para ella.

      Si la esposa hace esto con fe buscando recibir bendiciones, entonces será hecho conforme a su fe. Incluso, los niños pequeños también deberían separa su diezmo.

      Los niños reciben dinero en efectivo de sus padres o parientes, o quizás regalos de sus amigos.

      Pero en el caso de que reciban dinero para su colegio o para sus útiles escolares, como ese dinero tiene un uso especifico, no es considerado ""su ingreso”.

      Si ellos separaran el diezmo de ese dinero, entonces no les alcanzaría para pagar la cuota o comprar los útiles. Por lo tanto, no deben separar el diezmo de esa clase de dinero.

      En el caso de los niños muy pequeños que no pueden separa el diezmo, los padres deben hacerlo por ellos.

      Aún los niños pequeños reciben algo de dinero de sus parientes o de los amigos de sus padres, o regalos en su día 100 o regalos de cumpleaños.

      Los padres pueden dar el diezmo con el nombre del pequeño por este tipo de ingreso. Si bien este ingreso no proviene de los padres, pero sí son de los niños.

      Pero, ¿qué sucede en los siguientes casos?

      Digamos que un niño pequeño recibe un regalo de gran valor, como una computadora o un piano de sus amigos o de alguna agencia de bienestar social.

      Un niño pequeño no percibe un ingreso como comúnmente se conoce\; por lo tanto, se les hace difícil dar el diezmo.

      En este caso, los padres pueden averiguar el costo en el mercado de los regalos que el niño recibió y dar el diezmo a nombre del niño. Entonces, es lo mismo que si lo hubieran dado los niños.

      Pero quizás los padres no puedan dar el diezmo porque el monto de dinero es demasiado.

      Del mismo modo, en el caso de que el niño sí tiene fe pero sus padres no son creyentes, el niño, en realidad, no podrá dar el diezmo por sí solo.

      En este caso, ¿dirá Dios que estos niños no han dado el diezmo completo?

      Si los niños son agradecidos para con Dios por lo que han recibido y tiene la voluntad de dar el diezmo cuando crezcan, Dios aceptará sus corazones.

      Asimismo, en muchas ocasiones, miembros de la iglesia me peguntan sobre el diezmo de las becas que reciben, así que permítanme explicarles sobre eso brevemente.

      Si sus hijos reciben becas, ustedes pueden dar el diezmo a nombre de sus hijos.

      De la misma manera, si los padres están pagando la matricula de sus hijos, ustedes pueden dar el diezmo de la cuota de la matricula a nombre de los padres. Por lo general, existen dos clases de becas escolares.

      Una consiste en que en una eximición de un porcentaje de la cuota de la matrícula\; y la otra consiste en que se recibe el dinero equivalente o mayor a una cuota de matrícula.

      En esencia, debemos dar el diezmo de ambas clases de becas.

      Si ustedes reciben un descuento sobre la cuota de la matrícula, aunque no sea dinero en efectivo, sigue siendo ingreso porque ahora ustedes no tienen que pagar lo que normalmente deberían.

      Por lo tanto, ustedes pueden dar el diezmo del total del dinero descontado de la matrícula. Lo mimo sucede en el caso de una beca en efectivo.

      En algunas ocasiones\; sin embargo, los estudiantes se hallan en una situación económica difícil.

      Si reciben un descuento o dinero en efectivo que es igual al monto de la cuota de la matrícula, se les hace muy difícil dar el diezmo.

      Entonces, ¿qué deberían hacer? No pueden dejar de asistir al colegio por quitar el diezmo del dinero recibido, así que ¿deben aún darlo? No pueden dejar de estudiar. En este caso, está bien que lo den más adelante.

      Ellos pueden ahorrar dinero y dar el diezmo más adelante\; o en el caso de ser una gran suma de dinero, pueden darlo gradualmente y conseguirse un empleo que les genere un ingreso.

      El Dios de amor mira el corazón. En este caso, los estudiantes no pueden dar el diezmo inmediatamente. Entonces, Dios aceptará sus corazones llenos de gratitud y disposición de dar el diezmo.

      Igualmente, si ellos le piden de todo corazón con acción de gracias, amor y fe, Dios puede abrirles una puerta para que ellos puedan dar el diezmo.

      Después de todo, lo más importante es la fe. Nosotros debemos mostrar obras de fe en tratar de dar el diezmo que le pertenece a Dios, y creer que todo lo que tenemos y obtenemos es por pura gracia de Dios.

      Por lo tanto, en caso de que sí estemos en condición de dar el diezmo, pues no podemos posponerlo, pensando que podemos darlo cuando nos encontremos en una situación económica mejor. Esto se aplica en todos los casos.

      No conocemos el momento en el cual Dios nos llamará a Su presencia.

      Y el diezmo está íntimamente relacionado con la salvación. Si no lo damos aunque estemos en condiciones de hacerlo, ¿podemos estar seguros de ser salvos?

      Asimismo, nuestro enemigo, Satanás, puede venir a nuestras vidas acusándonos mediante accidentes, enfermedades o adversidades económicas.

      Es mediante caminos como éste que Dios nos brinda la mejor alternativa para la salvación de nuestras almas.


      Él nos está mostrando Su compasión, para que nosotros no levantemos un muro de pecado por causa del diezmo.

      Dios conoce lo más íntimo del corazón de cada persona. Por consiguiente, anhelo que cada uno de ustedes dé el diezmo en adoración y respeto hacia Dios.

      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, el sexto punto a considerar cuando damos el diezmo es que debemos hacerlo al más de una vez al mes. Hay personas que sólo dan el diezmo una o dos veces al año. Por lo tanto, quizás no puedan dar el diezmo completo.

      Dios nos da lo que necesitamos cada día. Es por ello, que deberíamos proponernos darle el diezmo al más de una vez al mes para que de ese modo, le demos el diezmo completo.

      Por supuesto que es bueno dar el diezmo cada vez que recibimos algún ingreso, o más de una vez al mes si perciben el ingreso más de una vez al mes.

      Cabe aclarar, que pueden existir excepciones también.

      Por ejemplo, los labradores en el campo pueden recibir sus ingresos únicamente después de que ellos levantan su siega y venden su cosecha, así que les puede resultar difícil dar el diezmo cada mes.

      Del mismo modo, hay personas que no tiene un ingreso de manera regular. Sólo obtienen un ingreso cuando tiene algún trabajo que hacer. Puede ser un ingreso o algunos meses en el año nada más.

      Exceptuando algunos casos como los anteriores, el diezmo debemos darlo de forma mensual.

      Inclusive aquellos que no reciben un ingreso regularmente, pueden recibir ingresos de otra fuente. No necesariamente tiene que ser ingreso de dinero en efectivo. Puede ser el ser invitados a comer o que les regalen obsequios.

      En estos casos, es mejor dar el diezmo mensualmente. Mas si no tenemos ningún ingreso extra, debemos dar el diezmo del ingreso tal como lo recibimos.

      El séptimo punto a considerar cuando damos el diezmo es que debemos apartarlo de nuestro ingreso pero deben ser antes de cualquier otro gasto.

      En algunos casos especiales, podemos dar el diezmo mas tarde, pero básicamente, debemos en primer lugar separa el diezmo del total de nuestros ingresos.

      Lo correcto es dar el diezmo primero de nuestros ingresos, y luego del resto, separar para los gastos.

      Si separamos el diezmo ni bien recibimos nuestro ingreso\; de ese modo, evitamos la situación de no poder dar el diezmo porque nos gastamos todo y no nos quedó para darlo. Hay personas que sostienen que debido a que son agricultores o porque tiene un negocio, y como después de que pagan a sus empleados e impuestos no les queda dinero sino más bien un déficit, por ese motivo no pueden diezmar.

      Pero si de verdad les queda un déficit, ¿de dónde sale el dinero para comprar comida y pagar el resto de los gastos para vivir durante el año?

      Si sacamos un préstamo para pagar nuestros gastos diarios, o para emprender algún negocio, o para comprar una casa, lo correcto es que ese dinero sea considerado nuestro ingreso.

      Ese es nuestro ingreso porque lo podemos gastar en lo que queramos\; ya sea, invertir en un negocio o comprar una casa. Si tenemos de verdad fe, sea que lo ganamos o que lo obtuvimos por medio de un préstamo, lo primero que haríamos sería separar el diezmo.
      Entonces, Dios nos cuidará y nos confirmará en todas las cosas.

      No tendremos ningún problema y prosperaremos. Eso es debido a que esas son las reglas del reino espiritual.

      Dios nos prometo que nos bendeciría y que llenaría hasta que sobreabunde nuestros graneros si le dábamos el diezmo a Él

      Debemos entender que si damos el diezmo después de haber gastado para nosotros mismos en primer lugar, entonces no seremos bendecidos por tener corazones avaros.

      Si pensamos en dar el diezmo después, eso significa que lo daremos cuando las cosas nos vayan bien, y no, cuando no sea así.

      Por lo tanto, anhelo que ante todo, le den en primer lugar el diezmo a Dios, y hagan de eso un riguroso mandamiento personal.

      Por supuesto, habrá ocasiones en las cuales no podrán apartar en primer lugar el diezmo. Algunos de ustedes me han preguntado en el caso de que les otorguen un préstamo.

      “Me otorgaron un préstamo para comprar una casa, pero sólo me dieron el monto exacto para comprarla. ¿Qué debo hacer entonces?”

      “Obtuve un préstamo para pagar los estudios, sólo tengo el dinero justo. Si doy el diezmo, no podré pagar la matricula. ¿Qué hago en ese caso?”

      Tómense un momento, y traten por si solos de hallar la respuesta. Supongamos que obtiene un préstamo para sus estudios. Ahora bien, ¿no tienen ningún otro ingreso a parte de ese préstamo?

      Además, en ese caso, hay que generar un ingreso para los gastos diarios, y se puede trabajar y ganar un sueldo, y así ustedes van a poder dar el diezmo del préstamo.

      Si de verdad tienen su fe puesta en Dios y Le aman, y si verdaderamente desean dar el diezmo, siempre se van a esforzar para darlo en primer lugar.

      En el caso de un préstamo, ustedes pueden pedir un poco mas para de allí dar el diezmo, pero es claro que no siempre es posible.

      Por lo tanto, está bien que continúen con sus planes para lo habían pensado en ese momento. Por ejemplo, ustedes ven una casa que les gusta mucho. Consultan en el banco y descubren que no pueden sacar un monto mayor de dinero sólo para dar el diezmo.

      En este caso, ¿cuál de las siguientes opciones sería la más correcta ante los ojos de Dios?, pensemos: "" compro primero la casa y luego doy el diezmo cuando me alcance el dinero"" o "" Voy a ahorrar mas dinero y luego voy a comprar la casa cuando pueda también dar el diezmo""

      Cuando corremos a satisfacer nuestros deseos egoístas, no vamos a ser prosperamos. Pero cuando oramos y nos disponemos primeramente a dar el diezmo, Dios nos muestra cuál es la mejor opción.

      Incluso cuando yo era un recién convertido, y había que hacer una promesa de ofrenda para la construcción de la iglesia, yo me comprometí con una suma grande de dinero. No obstante, yo no me hallaba en una buena situación económica\; de hecho, tenia grandes deudas.

      Así que tuve que pedir un préstamo para dar esa ofrenda que había prometido. Si hago una promesa de dar un millón de won, entonces debería pedir más de 1 millón para poder también de allí dar el diezmo.

      Entonces, separo el diezmo primero y luego le doy a Dios lo que le había prometido. Desde que supe sobre cómo dar el diezmo, siempre lo he dado completo y de manera correcta.

      El hecho de haber pedido un préstamo para dar mi diezmo, ¿me generó mayores problemas?

      ¡En lo absoluto! Siempre Dios me ha protegido y respaldado, y esa es la razón por la cual soy tan bendecido hasta el día de hoy.

      Aunque demos el diezmo tarde, pero aún así lo damos, Dios no nos dirá que es pecado porque Él conoce nuestro corazón.

      Pero en mi caso, yo prefiero dar el diezmo primero\; en realidad, es mi prioridad separa el diezmo.

      Me sentiría apenado y de alguna manera, avergonzado ante Dios porque lo que debo darle a Él está atrasado.

      En la próxima sesión, continuaré explicándoles algunas otras cosas que deben saber sobre el diezmo.


      Queridos hermanos y hermanas en Cristo, en los Estados Unidos, hubo una persona llamada Albert Alexander Hyde. Luego de que su negocio cayera en bancarrota debido a una crisis económica, y tras incurrir en una deuda de U$100.000, él se decidió a dar el diezmo.

      Cuando sacó un préstamo para dar el diezmo, sus empleados se le acercaron y le dijeron, “Debemos pagar primeramente la deuda. Lo que usted está haciendo no está bien desde el punto moral”.

      Mas él ante eso respondió, “Al momento de pagar mis deudas, mi principio no es pagar únicamente lo que debo, sino que primeramente debo pagar lo que me he robado”.

      Cuando sus empleados le preguntaron qué quería decir con eso, este hombre abrió el libro de Malaquías y les contestó, “Yo soy un ladrón que le he robado a Dios. Claro que es importante pagar lo que debo, ¿pero no es más importante devolver lo que he robado?

      Finalmente, cuando tantas empresas quebraron durante la depresión económica, su compañía no lo hizo. Se convirtió\; en cambio, en un hombre muy rico con su famoso medicamento Metholatum.

      El secreto de la recuperación de Hyde de la bancarrota fue que halló la solución a sus problemas en la Palabra de Dios.

      Él pudo darse cuenta que la razón por la cual tenia tantos problemas y no era bendecido era que le estaba robando a Dios al no dar el diezmo.

      Tras darse cuenta de su pecado, simplemente puso en práctica la Palabra de Dios sin poner los ojos en las circunstancias. .

      Entonces, el milagro sucedió. Aunque era imposible que su negocio se recuperara, lo hizo.

      Todos ustedes conocen muy bien esta ley espiritual. Es mi deseo que la pongan en práctica también llenos de fe, así podrán experimentar las obras poderosas del Dios Viviente.

      Oro en el nombre del Señor para que ustedes puedan traer sus diezmos completos a la casa de Dios, para que así, puedan recibir respuesta y solución a sus problemas y ser grandemente bendecidos.
      [Amén]


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