: “El Poder de Dios el Padre” (4to Motivo de Oración)

:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”


El título de este mensaje corresponde al cuarto motivo de oración para este año: “El Poder de Dios el Padre”. En los últimos tres servicios que hemos tenido, ustedes han llegado a entender la voluntad de Dios el Padre.

¡Dios nos dice que el año 2009 será un año de bendición a pesar de la crisis económica mundial!

Como un fruto de esa bendición, Dios nos ha dado la gran visión de que nuestra iglesia será establecida sobre todas las naciones.

En el servicio de esta mañana, ustedes escucharon sobre las bendiciones espirituales y materiales que recibiremos a través de la construcción del Santuario Canaán y del Gran Santuario y para que aquellas cosas se cumplan debemos tener algo más, el “Poder de Dios el Padre”, que constituye el cuarto motivo de oración para este año.

Jeremías 32:27 dice: “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne\; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” ¡Nuestro Padre Dios todo lo puede!

Como está escrito en el pasaje bíblico de hoy, Aquel quien creó los cielos y la tierra es Dios nuestro Padre. Si Él alberga algo en Su corazón, aquello se realizará\; si Él ordena algo con Su palabra, aquello también se realizará.

No hay nada que sea imposible para Dios, y oramos para que ese poder de Dios se manifieste en nuestra iglesia en mayor magnitud durante este año. Yo ruego en el nombre del Señor que nuestras familias, lugares de trabajo, y escuelas reciban abundantes bendiciones mediante el poder de Dios el Padre.





Amados hermanos y hermanas en Cristo,
¿Qué tipo de poder es el “Poder de Dios el Padre” del que Dios nos ha dado el cuarto motivo de oración para este año?

Ustedes entienden ahora más ampliamente acerca de lo que es el espacio y las dimensiones. Dios el Padre existió originalmente como luz emitiendo un sonido como el de campanas. Entonces, para iniciar la cultivación humana Él dividió el cielo que originalmente era uno en diferentes espacios con diferentes dimensiones.

Él estableció el primer mundo dimensional, -el mundo físico-, como primer cielo, el segundo mundo dimensional como segundo cielo, y el tercer mundo dimensional como tercer cielo. Luego, Él estableció el cuarto mundo dimensional, el cual corresponde al cielo original, como el cuarto cielo.

También estableció la justicia que dicta que las dimensiones superiores gobiernan sobre las dimensiones inferiores\; y Dios el Padre mora en el cuarto cielo, el cual es el espacio de la cuarta dimensión. Dios el Padre creó todas las cosas en el cielo y en la tierra con Su palabra.

Sucedió tal como está escrito en Génesis 1:3 que dice: “Y dijo Dios: Sea la luz\; y fue la luz.” Mientras Dios el Padre pronunciaba las palabras, la obra de creación tomaba lugar.

El tercer cielo, el segundo cielo, y el primer cielo se hicieron según lo que Él albergaba en Su corazón y según Sus palabras. ¡Este es el Poder de Dios el Padre!

Él crea cosas de la nada y puede dar vida a lo que está muerto… ¡Él todo lo puede!

Esto es debido a que Dios el Padre posee el espacio del cuarto cielo, el cual trasciende todas las demás dimensiones. En el cuarto cielo, la substancia sólida puede llegar a ser líquida, o lo líquido puede llegar a ser gas, o el gas puede llegar a ser una substancia sólida. Asimismo, Él puede decidir el punto exacto en el tiempo en el que se realizará aquello que ha albergado en Su corazón.

Por ejemplo, la creación en 6 días y los 6 mil años de cultivación humana se cumplen por decisión de Dios el Padre. Pero cuando Dios el Padre hace algo, Él no simplemente lo hace como a Él le agrada, sino que lo hace de acuerdo a la justicia del cuarto cielo.

Por lo tanto, si hay alguien que está en lo correcto de acuerdo a la justicia del cuarto cielo, Dios puede cubrirlo con el espacio del cuarto cielo. Entonces, algo que pertenece al cuarto cielo también puede darse en el primer cielo.

Es decir, las cosas pueden ir más allá de la justicia del primer cielo, y obras tales como las de la creación y la resurrección de los muertos pueden darse. Esto es así ya que la justicia de Dios incluye también el hecho de que si alguien está correcto de acuerdo a la justicia del cuarto cielo, Dios puede cubrir a esa persona con el espacio del cuarto cielo. Estar en lo correcto de acuerdo a la justicia del cuarto cielo significa estar calificado para operar en el espacio de la cuarta dimensión.

Por ejemplo, nosotros llamamos “Espacio Cibernético” al espacio que se conecta con el internet. El espacio cibernético está abierto para todo el mundo, pero la magnitud de uso difiere según la persona. Aquellos que están familiarizados con las computadoras y que conocen el internet pueden disfrutar de mayores ventajas diariamente. Por ejemplo, uno puede operar artefactos electrónicos en su casa aún desde un lugar distante.

Asimismo, uno puede realizar operaciones bancarias en el internet desde su casa, sin la necesidad de presentarse físicamente en el banco. Uno puede comprar y vender cosas en el mercado del espacio cibernético sin tener que movilizarse a un mercado.

Aún en este mundo, la gente utiliza el espacio cibernético y obtienen ventajas en sus vidas diarias según sus necesidades. Ustedes pueden disfrutar de tales ventajas a la medida de sus conocimientos y destreza de aquel espacio.

De manera similar, podemos utilizar el espacio de la cuarta dimensión a la medida de nuestro entendimiento y aprendizaje de la justicia del cuarto cielo.

Jesús es Dios mismo desde el origen y Él posee el espacio de la cuarta dimensión por completo. Por ende, aun durante el tiempo que estuvo en la tierra, Él estaba cubierto del espacio de la cuarta dimensión.

La razón por la cual Jesús mostró tantas señales y milagros en su vida pública fue porque Él poseía el espacio de la cuarta dimensión y todo se cumplía según lo que albergaba en Su corazón y según sus ordenanzas.

Él caminó sobre el mar que tenía fuertes vientos y olas, Él calmó aquel viento y aquellas olas. Él alimentó a miles de personas con dos peces y cinco panes. Él hizo revivir a los muertos y sanó muchas enfermedades incurables.

¡Todas estas señales y milagros se dieron porque Jesús poseía el espacio de la cuarta dimensión!

Pero Jesús dijo en Juan 14:12: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también\; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”

Aquellos que creemos estas palabras podemos hacer lo que el Señor hizo e incluso cosas mayores si podemos utilizar el espacio del Señor, el espacio de Dios el Padre. De hecho, Pedro –el discípulo de Jesús- mostró señales en el espacio del Señor.

En Hechos 3, vemos que una persona había nacido lisiado, y en Hechos 3:6 leemos: “Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy\; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”

Cuando Pedro extendió su mano y lo levantó, sus pies y tobillos recibieron fuerza y logró caminar por sí solo. Este tipo de obra solamente es posible cuando los nervios muertos de la pierna reciben vida. Es decir, esto solamente es posible en el espacio de la cuarta dimensión.

Dios el Padre abrió el espacio de la cuarta dimensión en ese entonces por causa de Pedro quien creyó y dependió totalmente en el Señor.



Hermanos y hermanas,
Ustedes también han experimentado estas señales en esta iglesia en muchas ocasiones.

Muchas veces han visto las cosas que no pueden darse en el primer cielo porque solamente pueden darse en el cuarto cielo. Es decir, muertos han sido resucitados, aquellos con nervios ópticos completamente muertos y que no podían ver han recibido la vista, aquellos cuya habilidad para escuchar estaba destruida llegaron a escuchar nuevamente. Aquellos que no podían moverse por sí mismos debido a parálisis o a degeneración de los nervios, se recuperaron y volvieron a la normalidad.

¡Estas son cosas que la ciencia médica de este mundo no las puede explicar!

Estas cosas solamente son posibles en el cuarto espacio dimensional, el cual corresponde al cuarto cielo. Hasta ahora, Dios el Padre ha abierto el cuarto espacio dimensional a la medida que hemos estado en lo correcto de acuerdo a la justicia del cuarto cielo.

Para aprender sobre la justicia del cuarto cielo y para poder utilizar el cuarto espacio dimensional se necesita tiempo. Debemos pagar el precio necesario para estar de acuerdo a la justicia, es decir que debo tomar todos los pasos del estudio y entrenamiento espirituales.



En otras palabras, en lo personal, Dios me ha permitido aprender acerca de la justicia del cuarto cielo y me ha dado el tiempo de entrenamiento para practicar todo esto.

Mientras más justicia del cuarto cielo se adquiere, ustedes creyentes experimentarán las obras del poder de Dios en diferentes dimensiones. La justicia de la cuarta dimensión trasciende a la justicia de todas las demás dimensiones.

Por ejemplo, puede incluso trascender la ley de la naturaleza del primer cielo y es por eso que hemos podido cambiar el curso de los tifones o incluso debilitarlos. Asimismo, ya que trasciende la justicia del segundo cielo, también podemos controlar el poder del diablo enemigo y Satanás\; pues cuando le ordenamos que se vaya, tiene que obedecer y salir.

Este mismo principio se aplica al hecho de que las huestes celestiales, los ángeles y los espíritus de otros antepasados de la fe pueden entrar y salir de esta iglesia. Esto se da porque cumplimos la justicia del cuarto cielo, la cual trasciende a la justicia del tercer cielo.

También podremos manifestar en el primer cielo las cosas que son posibles solamente en el cuarto espacio dimensional a la medida en que aprendamos acerca de la justicia del cuarto cielo.

¿Por qué quiere Dios el Padre que mostremos las cosas de las dimensiones superiores a través de esta iglesia?

¡Es por la promesa de lo que Él quiere cumplir a través de esta iglesia en los tiempos finales!

Dios quiere ganar innumerables hijos mediante nuestra evangelización mundial y Él anhela recibir toda la gloria en gran manera por medio del Santuario Mayor. Ya hemos alcanzado la evangelización mundial hasta cierto punto con las obras poderosas que se han manifestado hasta hoy. Estamos asimismo predicando activamente el evangelio de Jesucristo, el evangelio de santidad a Israel, que constituye el fin de la tierra.

Por supuesto, el evangelismo en Israel ha sido posible porque hemos tenido el poder de Dios el Padre, es decir el poder de la creación. No solamente la sanidad de enfermedades incurables, sino también el cambio de los corazones de los judíos ortodoxos que son como una roca, han sido posibles solamente por el poder de Dios.

No es fácil cambiar la mentalidad de una persona. Dios el padre ha concedido libre albedrio a cada uno, y si logramos cambiar la libre decisión a nuestro parecer simplemente para cumplir la promesa de Dios, no será correcto de acuerdo a la justicia.

El hecho de lograr cambiar algo que está en contra de la justicia sin ponernos en contra de ella es una obra del poder de Dios. Las obras del poder de Dios son imprescindibles para cambiar el corazón de las personas y para construir el Santuario Canaán y el Santuario Mayor –que es nuestra meta principal.

Dios el Padre me está permitiendo ser entrenado para esto en la etapa final de mi entrenamiento espiritual.

Para construir el Gran Santuario debemos recibir ayuda de parte de líderes de todo el mundo quienes tienen grandes riquezas y poder social. Sin embargo, aunque Dios nos ama mucho, Él no puede aparecer de repente ante ellos y decirles que ayuden a la iglesia Manmin.

Eso no sería correcto de acuerdo a la justicia, mas si ellos reciben un toque en su corazón y deciden ayudarnos voluntariamente, eso no estaría en contra de la justicia.



¡Eso es lo que necesitamos hacer! Podemos crear las situaciones y circunstancias en las cuales las personas reciban un toque en su corazón y se muestren dispuestas a ayudarnos voluntariamente\; esta es la razón por la cual el fluir de las situaciones mundiales va en relación con las cosas de nuestra iglesia.

No obstante, ya hemos experimentado algo similar a esto anteriormente, pues algunos líderes de otros países nos han ayudado voluntariamente. Por ejemplo, nos fue posible realizar la Cruzada Pakistán 2000 con la ayuda de un ministro quien era como el brazo derecho del presidente en aquel entonces.

Habíamos recibido un permiso de parte del gobierno para utilizar cierto local para la conferencia de pastores antes de la cruzada, pero la mañana de aquel día el permiso se canceló de repente. La razón de esto fue la existencia de peligro de ataques terroristas por parte de musulmanes quienes estaban en contra de la realización de una reunión de cristianos.

Había muchos oficiales de policía y el lugar estaba completamente cerrado. Afortunadamente ni a nuestro equipo misionero ni a mí nos restringieron la entrada al local.

Hablando en un sentido físico, todo esto era deprimente y parecía que no había nada más que hacer, pero yo tuve paz en mi mente, recibí un toque en mi corazón y confesé que iniciaríamos la conferencia al atardecer.

Al llegar al mediodia , una puerta del lugar se abrió de repente.

-¿Qué pasó? -Un ministro en Pakistán escuchó acerca de nosotros y se encargó del asunto.

A él se le había asignado un viaje a otra ciudad esa mañana, pero él lo había aplazado para poder venir hasta el lugar donde nos encontrábamos. Él nos ayudó porque previamente había visitado nuestra iglesia en Corea y había tenido una buena impresión.

Asimismo, Dios concedió Su gracia con anterioridad a aquellos que nos ayudarían posteriormente de modo que pudiesen ser nuestra ayuda substancial según nos era necesario.

Algo muy similar sucedió en la Cruzada Perú 2004. El permiso para utilizar el local para la cruzada fue concedido la mañana misma del primer día de la cruzada por causa de los trámites administrativos, pero alguien ayudó a solucionar el problema.

Aquel hombre no era simplemente adinerado sino también respetado por varios grupos de personas, al punto que algunos lo llamaban “padre”, pero cuando llegué en Perú, él se encontraba en el listado de los más buscados de la agencia policial debido a falsas acusaciones.

Aún así él se me acercó y recibió mi oración, exponiéndose al peligro de ser arrestado, pero al siguiente día Dios tocó el corazón de un juez y su nombre fue eliminado de aquel listado. Ya que él había tenido esta experiencia, él nos ayudó de manera eficaz para la realización de la cruzada.

Algo similar también sucedió en la Cruzada Congo 2006. Tuvimos la cruzada en el estadio los dos primeros días, pero al tercer día –el último día de la cruzada- tuvimos que movilizar a lugar de la cruzada por una razón inevitable.

Un partido de fútbol muy importante se iba a realizar en el estadio, por lo que el ministro de deportes nos solicitó respetuosamente que cambiáramos de local. Fue algo muy complicado, pero aceptamos su solicitud para mantener la paz\; pero el problema residía en que también debíamos obtener el permiso para el nuevo local.



Nosotros deseábamos utilizar la calle llamada “Triumph Boulevard” (Boulevard del Triunfo) y el área libre en sus alrededores. Para usar aquel lugar debíamos cerrar las calles y ellos decían que aquel boulevard se había cerrado solamente una vez en la historia para un evento ofrecido por el presidente del país.

En el mismo día ellos tenían un evento nacional importante en la República Democrática de Congo. No era fácil cerrar el boulevard ya que estaba muy cercano al Parlamento, pero eso era posible solamente con permiso exclusivo de parte del presidente.

No obstante, Dios ya había tocado el corazón del presidente. Antes de iniciar la cruzada se nos citó a una reunión con el presidente de la Rep. Dem. de Congo y mediante esa reunión él llegó a tener una actitud positiva hacia mí y con respecto a la cruzada.

Él quería ayudarnos, y su hermana mayor, quien cumplía el papel de primera dama, también asistió a la cruzada. Por supuesto, el permiso para el nuevo local se concedió en el tercer día, y logramos alojar a muchos asistentes más que en los dos primeros días.



Hermanos y hermanas,
Es así como lograremos la construcción del Santuario Canaán y del Gran Santuario – ¡tocando el corazón de las personas!

Tenemos que tocar y mover el corazón de las personas dentro de la justicia, empezando con los residentes del área en la cual construiremos el santuario, así como los funcionarios, los líderes de países, y los reyes de las naciones.

Dios el Padre nos ha mostrado que Él ha designado a personas desde hace mucho tiempo atrás para que nos ayuden, e incluso hay algunas que son secretas.

Mientras posea más de la cuarta dimensión, ellos se manifestarán, uno por uno, y nos pondremos en contacto\; como resultado de esto, la gran promesa de Dios que Él anhela lograr a través de nosotros será cumplida en su plenitud. Por eso les animo a orar continuamente con amor durante este año.




Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Dios el Padre nos ha concedido Isaías 60:1 que dice “¡Levántate! ¡Resplandece!” como el lema de nuestra iglesia.

Entonces, Dios nos ha prometido lo que dice en el verso 3: “Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.”

Por medio de las naciones y de los reyes que vendrán hacia nosotros, el tesoro de las naciones vendrá a esta iglesia y podremos construir el Gran Santuario\; pero para que estas cosas sucedan debemos aprender sobre la justicia de la cuarta dimensión… ¡y ya mismo lo logramos!

Yo he aprendido extensamente sobre la justicia de la cuarta dimensión mediante mucho entrenamiento espiritual y he llegado a utilizar el espacio de la cuarta dimensión.

Nosotros manifestaremos las obras incluso ante la gente del mundo, y serán obras más allá de la imaginación humana, obras que el hombre no puede imitar, de esta manera veremos las promesas de Dios contenidas en la Biblia y las palabras dirigidas a nosotros se cumplirán en realidad.


Yo les pido que oren por esto aún más. Aquellos que han unificado su corazón en oración disfrutarán del fruto de gloria que se revelará posteriormente.

Asimismo, estos podrán viajar en el espacio espiritual con el pastor, y recibirán la bendición de poder cambiar su corazón por completo.

Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes le den la gloria a Dios en la tierra y que moren en la Nueva Jerusalén por la eternidad.

(Amén)