[Malaquías 3: 7-10]
18-01-2009 | Rev. Jaerock Lee
“Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa\; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. ”
Éste es el quinto sermón de la serie “Diezmo Completo y Ofrendas”. Hoy en día, muchas personas están demasiado interesadas en administrar sus bienes\; en otras palabras, de su dinero. Eso se debe a que ellos creen que si administran muy bien su dinero, ese dinero genera más dinero. Inclusive, hay expertos profesionales que manejan el dinero de otros también.
Llevan a cabo sus trabajos de investigación y desarrollan sus diferentes formas y teorías para poder predecir si va a ser bueno invertir en un negocio o no. Luego, en base a eso, les hacen las sugerencias a sus clientes.
En Nuestro Dios se halla el origen de la sabiduría, Él es quien realmente puede guiarnos por el mejor camino para alcanzar la prosperidad.
Y la mejor manera es invirtiendo en el reino de Dios, dando el diezmo completo y las ofrendas. Esa es la manera más segura de ser prosperados.
Ahora bien, existen dos principios fundamentales en esto. Primero, debemos sembrar la semilla de la fe.
Segundo, hemos de cosechar abundantemente sólo si sembramos abundantemente. 2 Corintios 9:6 dice, “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente\; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.
Por lo tanto, los animo a que den el diezmo completo y las ofrendas, y que los ofrenden de manera abundante y llenos de fe.
Oro en el nombre del Señor para que al hacer eso, puedan experimentar la mano de dios derramando bendiciones sobre sus vidas hasta que sobreabunden.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hasta la última sesión, les estuve explicando los siete diferentes puntos a tener en cuenta a la hora de dar el diezmo completo.
En esta sesión, les daré algo de información adicional, respondiendo así a algunas preguntas que me han hecho. Y luego, entraré al tema de las ofrendas completas.
Entonces, primero, permítanme darles información adicional sobre cómo dar el diezmo completo en el caso de que ustedes saquen un préstamo.
Si ustedes dan el diezmo ni bien se les otorgado el préstamo, cuando les toque devolver el préstamo con el dinero que ganaron, no tendrán que dar el diezmo nuevamente por la suma que se les prestó.
Supongamos que obtiene un préstamo por 10 millones de won, y dan el diezmo que corresponde de 1 millón de won. Entonces, cuando ustedes devuelven el préstamo de sus ganancias, no tienen que dar el diezmo nuevamente por 1 millón de won.
En el caso de que ustedes devuelvan el préstamo en cuotas todos los meses en vez de hacerlo de una sola vez, entonces tampoco deben dar el diezmo porque ya lo hicieron al principio.
Por ejemplo, sus ingresos mensuales son de 1 millón de won, y la cuota del préstamo es de 300.000 won cada mes, entonces ustedes no deben diezmar de esos 300.000.
Eso se debe a que ustedes ya supieron dar el diezmo cuando les fue otorgado el préstamo, sólo diezman de los 700.000 restantes.
Hubo otras preguntas también.
Como parte de la política de vivienda, el gobierno paga el depósito para las casas alquiladas al dueño de las mismas en nombre de los inquilinos, para que de ese moso aquellos con bajos ingresos puedan vivir allí por cierto período de tiempo.
Pareciera que estos inquilinos hubiesen obtenido un préstamo\; pero en realidad, no lo es. No es un préstamo del gobierno ya que las personas pueden disponer de ese dinero como quisieran.
Dicho dinero es paran el uso exclusivo del pago del deposito de las viviendas. Y luego de un tiempo, el dinero volverá al gobierno de forma directa.
Por lo tanto, no podemos considerar ese dinero como un préstamo común\; así que, no debemos dar el diezmo de este tipo de ingreso.
Pero por supuesto, dependiendo de nuestra fe y si nuestra situación lo permite, podemos agradecer el hecho de tener un lugar para vivir mediante ofrendas. Luego esas ofrendas darán como fruto bendición.
Cuando reconocemos que la ropa que vestimos, la comida que comemos y el lugar donde vivimos vienen del Señor, todo lo demás viene por añadidura.
Dios es muy preciso. Él no nos dará cosecha de algo que no hemos sembrado. Si hay en nosotros un corazón generoso que confía en Dios, no nos será difícil dar el diezmo.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, permítanme contestarle algunas de las preguntas que he recibido por parte de aquellos que tienen negocios.
Alguien que maneja un negocio me preguntó si debía calcular el diezmo antes o después de pagarle a sus empleados.
En este caso, ambas maneras están bien.
En este caso, los sueldos son parte del gasto operativo del negocio. Por consiguiente, se puede dar el diezmo del ingreso neto luego de pagar los sueldos a los empleados. .
Claro está, que hay personas de fe que separan el diezmo del ingreso bruto del total de las ventas y recibir más bendición.
Pero eso no significa que todo el que maneja un negocio debe hacerlo así.
En el caso que de ustedes tengan la fe y la confianza que han de recibir mayor bendición, y si ustedes son la autoridad máxima de la empresa o negocio, pueden intentar diezmar de esa manera.
Entonces, Dios ciertamente bendecirá sus negocios de acuerdo a la fe con que han sembrado.
En el caso del presidente y vicepresidente del grupo de misión de hombres de negocio de nuestra iglesia, ellos diezman del ingreso de la empresa todo el tiempo.
El vicepresidente, además, también diezma del sueldo que la empresa le da. .
Ambos hombres tiene autoridad sobre las ganancias de sus empresas.
Pero aún así, consideran que sus negocios son de Dios, y ellos simplemente buenos administradores.
Ya que trabajan sólo para el Reino de Dios, son de mucha bendición para la iglesia\; sus muchos testimonios bendicen y fortalecen a la iglesia.
Sin embargo, en ocasiones hasta los Presidentes no tiene la total autoridad sobre las ganancias de la empresa.
Por ejemplo, a pesar de que la ganancia por año de la empresa puede alcanzar los mil millones o un millón de millones de won, el Presidente recibe únicamente su sueldo y algunos dividendos de sus acciones.
En esta situación, el Presidente sólo da el diezmo de su ingreso personal.
Dios ha declarado que este año es el año de la bendición. Hoy, es mi anhelo que este mensaje los llene de fe, y que también desafíe a aquellos que manejan sus propios negocios.
Hermanos y hermanas, luego, permítanme hablarles sobre el diezmo de los grupos o organizaciones, tales como los grupos de misión y las iglesias.
Las organizaciones y los grupos que se reúnen en el nombre del Señor también tienen ingresos. Y la fuente principal de ingreso es la cuota de membresía.
Debido a que cada organización en la iglesia se reúne en el nombre de Dios, las cuotas de membresía y las donaciones también se invierten en obras para Dios. Asimismo, dan el diezmo de dichos ingresos.
Por supuesto, luego de separar el diezmo de sus ingresos, los miembros dan la cuota de la membresía. No obstante, las cuotas de membresía son el ingreso de cada organización, y el diezmo se debe dar a nombre de cada organización.
Pero en el caso de cada grupo de misión, los grupos pequeños tienen que dar parte de su cuota de membresía a los grupos de misión y a los grupos de misión unidos.
Así que, si los grupos pequeños ya han separado el diezmo de sus cuotas de membresía, los grupos de misión y los grupos de misión unidos no deben diezmar de nuevo.
En el caso de las donaciones, si han de gastarse a su criterio, como pagarle la comida al personal, deben separar el diezmo.
Más hay donaciones que se entregan con un propósito dado.
Por ejemplo, en el caso de los grupos de interpretación, las donaciones tienen propósitos especiales, tales como comprar los trajes o darles su sostén.
Dicho ingreso no puede ser gastado a criterio de los grupos. Y es por ello, que no deben diezmar de ese dinero. Pero de las donaciones que sí pueden usar a su criterio, sí deben dar el diezmo.
En el caso de los grupos y organizaciones, la mejor manera de diezmar es dando más de lo necesario.
Espero que ustedes reciban abundantes bendiciones de Dios al darle más de lo que deberían darle.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, ahora les hablaré de cómo dar las ofrendas completas.
A Dios no sólo le damos el diezmo sino también ofrendas, que pueden ser de dinero o de otro tipo.
En el libro de Levítico, podemos hallar diferentes clases de ofrendas: ofrenda quemada, ofrenda de grano, ofrenda de paz, ofrenda por el pecado y ofrenda por la culpa. Asimismo, el libro explica en detalle sobre los becerros, corderos, cabras, tórtolas y palomas que se ofrecían a Dios.
Hoy en día, no tenemos la necesidad de ofrecer sacrificios y ofrendas como lo hacían en los tiempos del Antiguo Testamento, pero aún debemos tener el espíritu y guardar el significado de las mismas asistiendo a los servicios de adoración y dando ofrendas.
En el caso de las ofrendas, nosotros podemos dar ofrendas de gratitud, de paz, las misioneras, para los servicios de adoración de las células, para festejos, para caridad y para la construcción de la iglesia.
Del mismo modo, podemos ofrecer ofrendas de arroz y otras cosas a Dios que son necesarias para Su reino.
En el pasaje de hoy, Dios nos dice que es robarle a Él si no le damos nuestros diezmos y ofrendas.
Eso se debe a que si no damos nuestras ofrendas, eso también prueba que no tenemos fe verdadera. Y los miembros que tienen fe deben de ofrecer a los diezmos y las ofrendas a Dios.
En Mateo 6:20-21 encontramos que, “sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Si de verdad tenemos esperanza del reino de los cielos, no acumularemos tesoros en esta tierra pasajera, sino para el reino eterno de los cielos.
Si damos ofrendas, ciertamente tendremos nuestra recompensa acumulada en los cielos. Y en la tierra, Dios guardará a nuestras familias, lugares de trabajo y negocios.
En especial, el dar ofrendas de gratitud y otro tipo de ofrendas de fiestas es un acto de reconocer que todas las bendiciones provienen de Dios.
Deuteronomio 16:16-17 dice, “Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías\; cada uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado”.
En otras palabras, Dios nos dice que nos acerquemos a Él y le mostremos nuestra gratitud, pero no con manos vacías sino trayendo nuestras ofrendas ante Él.
El no dar las gracias significa que no creemos que Dios sea quien nos provee todas las cosas.
Hay personas que consideran que por estar en una situación difícil no tiene qué dar. Pero en realidad, ¿Cuántas son las personas que de verdad no tienen nada para dar?
Todos podemos dar aunque sea una pequeña ofrenda. El monto de la ofrenda no es lo que realmente le importa a Dios. Sino más bien, el corazón y el amor que esa ofrenda encierra.
Es por eso, que Dios permite que algunos den ofrendas de corderos y otros de palomas.
En Lucas 21, vemos cómo Dios reconoce la ofrenda de una viuda que sólo tenia dos monedas y las ofrendó.
Jesús tuvo en cuenta el corazón de ella y el amor con el que dio, sin importar el monto. Él dijo que ella había dado más que cualquiera.
Entonces, ¿de qué manera podemos dar ofrendas completas e integras, aceptables para Dios?
En primer lugar, debemos ofrecerle a Dios ofrenda sin mancha. En el Antiguo Testamento, Dios hizo muchas veces énfasis en que la ofrenda no debía tener defecto.
Malaquías 1:8 también dice, “Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe\; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos”.
Incluso cuando nos damos regalos entre nosotros, o si tenemos que hacerle un regalo a alguien importante, no le vamos a dar algo manchado o defectuoso. Le damos algo de la mejor calidad, con un hermoso envoltorio.
Y ¿cuánto más precioso y perfecto debe ser si es para Dios? Una ofrenda sin macha significa que el corazón de la persona que ofrenda y la ofrenda no deben tener defecto.
2 Corintios 9:7 dice, “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.
Pero si damos con un corazón tacaño o quejándonos por obligación, ¿cómo puede Dios agradarse de esa ofrenda?
Del mismo modo, si ofrendamos pero hay un muro de pecado que nos separa de Dios, o tenemos conflictos con los hermanos, entonces nuestra ofrenda no es agradable ante Dios.
Por lo tanto, cuando damos ofrendas a Dios, debemos hacerlo primeramente con corazón gozoso.
Si hay algún pecado o iniquidad, debemos arrepentirnos y derribar el muro de pecado, reconciliarnos con nuestros hermanos primero, y luego presentar nuestras ofrendas para que de ese modo, sean aceptables ante Dios.
No sólo el corazón debe estar sin macha, también nuestra ofrenda. Por ejemplo, cuando ustedes presentan ofrendas a Dios, ¿qué clase de billete traen ante Dios?
Yo creo que ustedes tratan de no presentarle billetes sucios o rotos\; sino más bien, nuevos y limpios.
Inclusive en las ofrendas, no deberíamos dar simplemente de lo que nos sobra, sino separar de antemano las ofrendas como en el caso de los diezmos.
Cuando yo tengo un billete nuevo, no lo gasto porque me gusta dárselo a Dios.
Así que, cuando tengo billetes nuevos, los coloco con cuidado en un sobre de ofrenda, le escribo mi nombre y lo guardo en el cajón donde dejo mis ofrendas.
Y cada vez que presento mis ofrendas ante Dios en los servicios de adoración, yo presento ante Dios lo que de antemano preparé.
Entonces, no tengo que apurarme para preparar las ofrendas, y evito de esa manera, la situación de no dar porque no tenía preparado.
Les sugiero que ustedes hagan lo mismo. Y Dios dirá que sus ofrendas son “olor grato” y las aceptará complacido.
En segundo lugar, para dar ofrendas integras y perfectas, no debemos cambiar de pensamiento sobre lo que hemos decidido dar.
Deuteronomio 23:23 dice, “Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y lo cumplirás, conforme lo prometiste a Jehová tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca”.
Lo que dispusimos dar como ofrenda de gratitud, debe ser presentada de esa manera. Lo mismo sucede con las ofrendas para la construcción de la iglesia, y también las demás ofrendas.
Por ejemplo, supongamos que se han comprometido con una ofrenda para la construcción, y después resulta que ese monto lo destinaron a una ofrenda de caridad o a cualquier otra, eso no es lo correcto.
Si el monto que se habían dispuesto a ofrendar para la construcción, se entrega a otro tipo de ofrendas, eso significa que la ofrenda para la construcción todavía no se ha dado. Del mismo modo, el monto de la ofrenda tampoco puede cambiarse.
Tampoco se puede cambiar la ofrenda, aún si se tiene algo mejor que lo dispuesto anteriormente. Todo lo que deciden entregar a Dios, desde el mismo momento de la decisión, pertenece a Dios.
Levítico 27:9-10 dice, ‘Y si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que de los tales se diere a Jehová será santo. No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno\; y si se permutare un animal por otro, él y el dado en cambio de él serán sagrados”.
Si de verdad quieren darle algo mejor a Dios, entonces presenten ambas ofrendas a Dios.
Tercero, lo que le damos a Dios debe ser presentado ante el altar y se debe orar sobre eso.
Aún a las ofrendas presentadas en el Antiguo Testamento, los sacerdotes las tocaban y tenían control sobre ellas.
El imponer manos sobre las ofrendas tiene muchos significados, no sólo era volcar el pecado de las personas sobre ellas.
Uno de los significados es que son marcadas que pertenecen a Dios. Es por eso que en los servicios de adoración hoy en día, los pastores imponen sus manos sobre las ofrendas y oran.
Es para consagrar las ofrendas a Dios, para que sean aceptables ante Él lo que los creyentes ofrendan.
Por lo tanto, lo que se ofrenda a Dios, debe ser hecho en el altar y se debe orar sobre eso para que sean aceptables ante Dios, y Él derrame de su bendición sobre el dador alegre.
Asimismo, las ofrendas se vuelven parte de las finanzas de la iglesia, y luego se gastan de acuerdo con la voluntad de Dios.
Espero puedan tenerlo siempre en cuenta.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy damos por finalizada la serie de sermones sobre los diezmos completos y las ofrendas.
Les he hablado en detalle durante estas cinco sesiones sobre el diezmo completo y las ofrendas.
Es una bendición muy grande conocer la voluntad de Dios Padre y la Verdad que guía nuestras vidas correctamente. Los mandamientos de Dios no son algo gravoso.
Podemos llegar a pensar que estamos haciendo la volunta de Dios, pero en realidad, estamos haciendo lo contrario. ¡Qué triste ese eso!
Sólo podemos llegar a gradar a Dios, y recibir Sus bendiciones cuando entendemos correctamente Su voluntad y vivimos de acuerdo a ella en nuestra vida diaria de creyentes.
Sobre todas las cosas, tenemos la certeza de la salvación, lo que podemos marchar seguros hacia el reino de los cielos llenos de gozo.
Dios nos ha prometido que nos bendecirá sobreabundantemente y guardará nuestros negocios si le damos el diezmo completo.
También, Malaquías 3:12 dice, “Y todas las naciones os dirán bienaventurados\; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”.
A medida que pasan los días, este evangelio de santidad será predicado a más almas hasta lo último de la tierra. Luego ustedes se convertirán en modelos a seguir por aquellos que abracen la fe, y serán bendecidos por seguir la voluntad de Dios.
Malaquías 3:16-17 dice, “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero\; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe\; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve”.
El dar los diezmos completos y las ofrendas es el acto de reverenciar a Dios y glorificar Su nombre.
Es mi anhelo que ustedes reciban las bendiciones que Dios ha prometido tras obedecer la Palabra de Dios y presentarle ofrendas perfectas a Él.
Oro en el nombre del Señor para que al hacer eso, sean apartados como verdaderos hijos de dios para la Nueva Jerusalén.
[Amén]