[Hebreos 11:1]
18-01-2009 | Rev. Jaerock Lee
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Esta es la quinta sesión de la serie “Espacio y Dimensión.” En la sesión anterior les hablé acerca de los casos en los que las personas eran protegidas en el espacio de la tercera dimensión.
Les expliqué que si uno está cubierto por el espacio espiritual, no sufrirá ningún daño aunque pase por el agua o por el fuego.
1 Samuel 25:29 nos da la siguiente exclamación: “la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios.”
El espacio espiritual de la tercera dimensión es como “el haz de los que viven”.
A partir de ahora voy a hablarles acerca del espacio de la cuarta dimensión, lo cual es más que simplemente “el haz de los que viven”.
El espacio de la cuarta dimensión es aquel donde se realizan las cosas que uno anhela por fe, según lo escrito en el pasaje bíblico para hoy.
¡Anhelo que ustedes lleguen a entender este mensaje claramente, de modo que puedan utilizar el espacio de bendición, en este Año de Bendición!
Amados hermanos y hermanas en Cristo presentes en esta sesión,
Les voy a hablar acerca de dos casos en los que podemos ver a los seres del reino espiritual.
El primer caso corresponde a aquel en el que se abren nuestros ojos espirituales.
Para que nuestros ojos espirituales se abran, estos deben estar previamente cubiertos por el espacio de la tercera dimensión, siendo así, podremos ver seres espirituales como huestes celestiales y ángeles.
Por ejemplo, en 2 Reyes capítulo 6, vemos que Eliseo conoció con antelación las estrategias de Ben-adad a través de la revelación de Dios, e informó al rey de Israel.
Finalmente, el rey de Siria, junto con sus ejércitos, caballos y carros rodearon la ciudad en la que se encontraba Eliseo para capturarlo.
El siervo de Eliseo sintió temor cuando se percató de la situación, pero él le dijo: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.” Además, en 2 Reyes 6:17 dice: “oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró\; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.”
Dios protegió a Eliseo todo el tiempo, pero una situación especial como la anterior, Él también envió a Su ejército, y a través de la oración de Eliseo, los ojos espirituales de su siervo se abrieron y logró ver el ejército celestial.
Cuando los tres amigos de Daniel fueron lanzados al horno de fuego, los ojos espirituales del Rey Nabucodonosor también fueron abiertos. Él vio un hombre con apariencia de hijo de los dioses que estaba parado junto a los tres hombres.
Aquel que estaba junto a los tres hombres fue Dios el Espíritu Santo, y ese lugar en particular fue cubierto con el espacio de la cuarta dimensión. Si los ojos espirituales de una persona se abren, es decir, si los ojos de una persona son cubiertos con el espacio de la tercera dimensión, podrá mirar la cuarta dimensión también.
Sin embargo, no podrá verla con la misma claridad con la que observa los seres de la tercera dimensión. Esto por causa del resplandor de la tercera y cuarta dimensión, el cual difiere uno del otro.
Tenemos muchos miembros cuyos ojos espirituales están abiertos, pero tenemos muy pocos quienes han visto el rostro de Dios el Padre y del Señor con claridad ya que el resplandor de sus rostros es tan fuerte que es muy difícil verlos.
Podemos ver Su rostro hasta cierto punto solamente cuando Él cubre Su resplandor con algo similar a una cortina espiritual, pero aquellos quienes han cultivado la plenitud de espíritu pueden ver el espíritu del Señor con comodidad.
Es tal como está escrito en Mateo 5:8 que dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Entonces, ¿por qué abrió Dios los ojos espirituales de Nabucodonosor a pesar de que él no creía en Dios? Fue para permitir que se diera cuenta que el Dios de los tres amigos de Daniel es el único Dios verdadero.
¡El Rey Nabucodonosor se dio cuenta enseguida y alabó a Dios!
Daniel 3:28-29 dice: “Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. 29Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar\; por cuanto no hay dios que pueda librar como éste.”
Luego promovió a los tres hombres a posiciones mucho más superiores que las anteriores. Entonces, ¿por qué abrió Dios únicamente los ojos espirituales del rey? Pues, si el rey en persona se daba cuenta de la verdad y cambiaba, todos los hombres le obedecerían.
Asimismo, aunque los ojos espirituales de los demás hombres no se abrieron, ellos tenían la evidencia con la cual tenían que creer que las palabras del rey eran veraces. Los tres hombres salieron del horno ardiente vivos y sin un solo cabello chamuscado.
Anhelo que ustedes se den cuenta que la apertura de los ojos espirituales y la observación del reino espiritual se da por la justicia de Dios.
Ahora, permítanme hablarles acerca del segundo caso en el que se puede observar el reino espiritual.
El primer caso corresponde a aquel en el que un hombre que vive en el espacio físico es cubierto con el espacio espiritual, el espacio de la tercera dimensión. El segundo caso es en cierto modo opuesto al primero, pues si Dios cubre a un ser espiritual con el espacio físico, el ser espiritual puede ser observado por los ojos físicos.
Este fue el caso de los dos ángeles que aparecieron en Sodoma.
En Génesis 19 vemos que Lot los recibió en su casa y comió con ellos. Él no los vio en espíritu, sino que los consideró como personas con cuerpos materiales. Incluso la población de Sodoma logró ver a las dos personas entrando en casa de Lot.
Dios cubrió a estos ángeles con el espacio físico, por eso los hombres en la carne pensaron que eran simplemente personas. Dios hizo esto para salvar a Lot por petición de Abraham.
Cuando Lot se enteró de la inminente destrucción, se confundió tanto que no sabía qué hacer, al punto que incluso los dos ángeles tuvieron que insistir\; así que, para salvar a Lot, ambos ángeles en su cuerpo físico tuvieron que jalarlo para sacarlo de la ciudad.
Asimismo, al enviar a los dos ángeles, Dios confirmó una vez más que la ciudad debía ser castigada, ratificando así que sus habitantes estaban completamente manchados por sus pecados.
Dios, en Su justicia, cubrió a los dos ángeles con el espacio físico de modo que pudiesen ser observados por los hombres en la carne también, y algo similar sucederá a través de esta iglesia.
Dios cubrirá ángeles con el espacio físico según Su justicia para que ustedes los puedan mirar. Yo creo que ustedes ciertamente creerán que existe un reino espiritual si observan a ángeles en cuerpos físicos con sus propios ojos.
¡Yo creo que así ustedes desecharán la carne y se adentrarán en lo espiritual sin duda alguna!
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Permítanme ahora hablarles acerca del espacio de la cuarta dimensión.
Les hablé brevemente acerca del espacio de la cuarta dimensión en el mensaje concerniente al cuarto motivo de oración de este año, el cual es “El Poder de Dios el Padre.”
El espacio de la cuarta dimensión es aquel que tiene las características del cuarto cielo, el cual es el cielo original. En el cuarto cielo, las cosas pueden ser creadas de la nada, los muertos reviven, y todo se hace según el anhelo del corazón de Dios.
Una substancia sólida puede llegar a ser líquida, y el líquido puede llegar a ser gas, así como el gas puede convertirse en una substancia sólida sin pasar por un proceso de transformación.
Por lo tanto, cubrir o descubrir un ángel con el espacio físico es posible solamente cuando uno posee el espacio del cuarto cielo. En otras palabras, en el espacio del cuarto cielo, todo es posible, con la condición de que debe alcanzar la justicia del cuarto cielo.
Ahora, entre las características del cuarto cielo, permítanme que les hable acerca de la obra de creación. “Creación” es hacer algo que nunca antes ha existido. Cuando Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella con Su palabra, hizo uso de la obra de creación.
Dios pudo hacer aquellas obras debido a que Él posee el cuarto cielo por completo\; este corresponde al espacio de la cuarta dimensión. Jesús también poseía el espacio de la cuarta dimensión y manifestaba obras de creación.
Por ejemplo, la primera señal que Jesús manifestó en su vida pública fue una obra de creación. Me refiero a la conversión de agua en vino, la cual está descrita en Juan 2.
Jesús fue invitado a un matrimonio que tuvo escases de vino. La Virgen María le explicó la penosa situación y le pidió a Jesús que hiciera algo al respecto. Él no aceptó la solicitud de María inmediatamente, sin embargo, ella tuvo fe.
Ella creía que Jesús podía hacer algo, no para que la gente del mundo se embriagara, sino para ayudar al anfitrión de la fiesta. Ella no se desalentó, ni se desilusionó porque Jesús no aceptó su solicitud enseguida, sino que simplemente confió que ya había recibido aquello que había pedido. Luego les dijo a los siervos de la casa que hicieran lo que Jesús les ordenara que hagan.
Cuando Jesús vio la fe perfecta de María, Él les dijo a los siervos que llenaran las vasijas hasta el borde. Al terminar, Él les dijo que sirvieran a los invitados. ¡Jesús ni siquiera ordenó que el agua se convierta en vino!
El agua con la que se llenó las seis vasijas se transformó en vino de la más alta calidad porque Jesús abrigó ese deseo en su corazón.
Uno puede manifestar aquellas obras de creación solamente si se las abriga en el espacio de la cuarta dimensión.
Aunque Jesús poseía el espacio del cuarto cielo, él no exhibió tales obras de creación en cualquier momento, sino que se hicieron posibles solamente cuando estaban en acuerdo con la justicia espiritual.
En aquel incidente, la completa fe de María alcanzó la justicia espiritual. Ella creyó que Jesús podía hacer cualquier cosa y le pidió con fe, sin cambiar de actitud.
Este evento simboliza muchas cosas importantes, incluyendo los 6 mil años de cultivación humana y el ministerio de Jesús. Es por eso que Jesús manifestó aquel milagro como primera señal de su vida pública.
Para mayores detalles puede referirse al sermón que explica este pasaje de la Biblia en particular. También se explica su contenido en mi libro testimonial “Saboreando la Vida Eterna Antes de la Muerte.”
Jesús también alimentó a miles de personas con solamente cinco panes y dos peces, y en otra ocasión con siete panes y dos peces\; estos milagros también fueron obras de creación que se realizaron en el espacio de la cuarta dimensión.
Primero, más de 5 mil hombres adultos comieron de los cinco panes, y al recolectar lo que había sobrado, llenaron 12 cestas. Con los siete panes comieron 4 mil hombres adultos, y recolectaron 7 cestas. Si se incluye a las mujeres y niños, el número sería aún mayor.
Entonces, ¿qué fue lo que alcanzó la justicia espiritual al momento en que Jesús realizó aquellos milagros?
Mateo 15:32 dice: “Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer\; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.”
Estos miles de personas siguieron a Jesús durante tres días solamente por su anhelo por Él. Ellos deseaban la palabra que predicaba Jesús y se regocijaban juntos al ver que los enfermos recibían sanidad.
Eso significa que la fe de ellos en Jesús era perfecta, por lo menos en ese momento. La condición para tales obras de creación manifestadas se cumplió en base a su fe, añadiendo además su amor por Jesús.
Uno de los patriarcas de la fe también manifestó una obra de creación similar. En 1 Reyes 17, Elías realizó un milagro en bien de una viuda.
Dios le dijo a Elías: “Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí\; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente.”
La viuda en Sarepta no se encontraba en una buena situación. En lo físico, ella estaba al borde entre la vida y la muerte. Su provisión de alimentos se había agotado luego de pasar por una larga carestía, y lo único que tenía era un puñado de harina y un poco de aceite para cocinar una última comida.
No obstante, Elías le pidió que hiciese pan para él con esa harina y que se lo sirviese: “Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.”
Cuando la viuda de Sarepta escuchó aquello, ella obedeció sin presentar excusa alguna. Como resultado de eso, ella recibió una bendición, la misma que se explica en 1 Reyes 17:15-16: “Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías\; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”
Un puñado de harina y un poco de aceite no escasearon por muchos días, lo cual significa que las obras de creación tuvieron lugar continuamente. Las obras de creación se dan en el espacio de la cuarta dimensión, y solamente la Trinidad de Dios puede poseer el espacio del cuarto cielo.
Pero entonces, ¿cómo utilizó Elías el espacio del cuarto cielo para manifestar una obra de creación?
No solamente Elías sino también Abraham, Moisés, y el apóstol Pablo utilizaron el espacio de la cuarta dimensión, pero esto no significa que los patriarcas de la fe poseían el espacio de la cuarta dimensión, sino que entendían hasta cierto punto el corazón y la voluntad de Dios, quien posee el espacio de la cuarta dimensión.
Decir “hasta cierto punto” significa que ellos podían leer el corazón de Dios en ese momento con respecto a lo que Dios estaba haciendo. No entendían el corazón y voluntad de Dios por completo, sino la voluntad de Dios contenida en un asunto en particular.
Ellos tenían un corazón con plenitud de espíritu con el cual podían obedecer y confiar en Dios completamente, por tanto ellos cumplían la justicia para conducir el espacio espiritual que Dios poseía.
Cuando Dios les ordenaba algo, ellos podían leer y entender el corazón y la voluntad de Dios comprendidas en aquella ordenanza. Esto es así ya que ellos se conducían en el espacio espiritual que Dios poseía.
Entonces ellos podían sentir la forma en la que Dios obra. En este contexto, “sentir” es poder visualizar en el corazón algo que Dios va a hacer en el espacio espiritual. Así ellos obtenían su confianza.
Elías pudo hacer llover fuego del cielo porque su corazón fue conmovido y sintió la forma en la que Dios iba a obrar. Lo mismo sucedió cuando él le pidió a la viuda de Sarepta que le diera su última comida.
Dios fue quien envió a Elías, por tanto él solamente obedeció y se dirigió hasta ahí. Dios le dijo que se encontraría con una viuda que le serviría, y ya que él confiaba totalmente en Dios y le obedecía, pudo reconocer a la viuda inmediatamente.
Él también pudo ver claramente la manera en la que Dios iba a obrar en bien de ella, a pesar de que su situación presente no era buena en lo absoluto.
Además, la viuda de Sarepta mostró su fe y obediencia, lo que cumplió las condiciones de la justicia espiritual. Ella confió en Elías, el hombre de Dios, y creyó que sus palabras eran las palabras de Dios.
Ella no uso ninguno de sus pensamientos carnales, sino que simplemente obedeció sin duda alguna. De ese modo ella también pudo conducirse en el espacio espiritual al igual que Elías.
La segunda parte de 2 Crónicas 20:20 dice: “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros\; creed a sus profetas, y seréis prosperados.”
Solamente Dios puede poseer el espacio de la cuarta dimensión, pero Él puede poner este espacio sobre aquellos que están unidos con Él por fe y obediencia.
Asimismo, si existen personas que estén unidas como si fuesen uno con el varón de Dios que está cubierto con el espacio de la cuarta dimensión, entonces Dios también las cubrirá con este espacio.
Anhelo que ustedes entiendan este principio de modo que también reciban bendiciones sorprendentes en el espacio de la cuarta dimensión.
En la siguiente sesión continuaré explicando acerca de las cosas que tienen lugar en el espacio de la cuarta dimensión.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy les he hablado acerca de los casos en los que se puede observar a los seres espirituales.
Luego les hablé acerca de la habilidad para manifestar obras de creación, como una de las características del espacio de la cuarta dimensión, ya que “las obras de creación” le pertenecen originalmente a Dios.
Si uno está unido con Dios en fe, Él también le permitirá experimentar las obras de la creación. Dios les permite disfrutar del derecho de ser Sus hijos, no solamente de palabra sino en la realidad.
Anhelo que en este Año de Bendición 2009, las obras de creación que atraigan bendiciones se manifiesten en sus hogares, trabajos, y escuelas.
¡Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes reciban bendiciones sobreabundantes en lo material y espiritual, a fin de que den la gloria a Dios el Padre!
(Amén)