[1 Corintios 4:1-2]
22-02-2009 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje Bíblico
1 Corintios 4:1-2
"Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel."
Introducción
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Este servicio corresponde al Servicio Devocional de los Líderes Distritales, de Grupos, y de Células 2009. Démosle gracias y Gloria a Dios el Padre quien nos ha bendecido para llegar a realizar este servicio devocional.
Agradezco a todos los devotos quienes se han preparado para este servicio con todo su corazón, mente y alma. Este año, Dios el Padre nos ha dado un mensaje titulado "Fruto Verdadero."
¡Todos los devotos, por favor repitan el título del mensaje de hoy, "Fruto Verdadero"!
Como está escrito en el pasaje bíblico de hoy en 1 Corintios 4:1-2, ustedes son servidores de Cristo. Ustedes tienen a su cargo la labor del liderazgo distrital, de grupos, de células, así como de líderes asistentes de células.
En el verso 2 dice que lo que se requiere de cada uno de ustedes como líderes es que sea hallado fiel. Dios el Padre anhela que ustedes sean fieles en calidad de sus servidores y que produzcan frutos verdaderos.
Anhelo que a través de este mensaje ustedes lleguen a comprender en lo profundo de su corazón el tipo de fidelidad y de frutos que Dios anhela en realidad de parte de ustedes; siendo así, ruego en el nombre del Señor que, ustedes den Gloria a Dios produciendo frutos preciosos, tanto en lo material como en lo espiritual durante este "2009, el Año de Bendición."
Mensaje
Amados devotos y demás miembros de la iglesia,
¿Cuál es el fruto verdadero que Dios el Padre anhela en realidad?
Primero, es el fruto del corazón con el cual ustedes aman a Dios el Padre verdaderamente. Ustedes deben venir a recibir sus cargos y tareas debido a su amor por Dios el Padre; debido a que desean dedicar sus vidas en un intento de retribuir la gracia y el amor que han recibido.
Ustedes han llegado a ser servidores del Señor al tratar de recompensar la gracia que han recibido y entregando todo lo que tienen; y de acuerdo a la fe y experiencia que cada uno de ustedes ha demostrado, se han convertido en líderes distritales, de grupo y de células.
Mientras cumplen sus tareas, ¿cuánto amor por Dios el Padre del que tenían en un comienzo tienen aún? Pues mientras se gana experiencia y se sube de posición, su amor por Dios el Padre debe crecer más fervientemente.
No obstante, ¿existe alguno entre ustedes a quien le interese alguna cosa más que amar a Dios el Padre? Al decir "alguna cosa" no solamente se refiere a las cosas buenas de este mundo. Usted debe examinarse a sí mismo para descubrir si considera o no su posición o fama como líder como algo más importante.
O, ¿no ha trabajado usted pensando que debe cumplir por lo menos aquellas tareas en la posición de liderazgo a fin de entrar a la Nueva Jerusalén?
¡Por supuesto! Usted debe considerar su labor como algo muy preciado y debe esperar las recompensas celestiales.
Sin embargo, lo que Dios el Padre anhela verdaderamente de su parte por sobre todas las cosas es su amor por Él; quiere que usted considere su labor como muy preciosa debido a su amor por Él. Además desea que usted anhele la Nueva Jerusalén por su grande amor por Él, con la esperanza de encontrarse con Él ahí.
Las tareas o las recompensas son externas y observadas desde el exterior, pero aquellos que aman verdaderamente a Dios el Padre considerarán lo que no han visto como cosas verdaderas en lugar de cosas observadas desde el exterior.
Si usted medita y ora acerca de las razones por las cuales usted ha estado realizando la tarea de líder distrital, líder de grupo, o líder de célula, lo que Dios el Padre realmente anhela de usted mediante esa tarea, y aquello que usted debe alcanzar y buscar por medio de su tarea, entonces usted podrá recibir la respuesta a su interrogante sobre "la razón."
¿Cuál cree usted que es la respuesta?
Por sobre todas las cosas, es la prosperidad de su alma. Es engrandecer la vasija de su corazón, e incrementar su generosidad y amor. Eventualmente, lo más importante constituye el hecho de llegar a ser un hombre de Espíritu Pleno quien refleje al Señor. El cumplimiento de las tareas es simplemente una herramienta para que esto ocurra.
Aquellos que aman a Dios verdaderamente entienden con claridad lo que es importante y lo que es secundario, y actúan de acuerdo a ello. Es decir, ellos conocen que el punto primario es la prosperidad de su alma, y que lo secundario en importancia es el cumplimiento de sus labores.
Por lo tanto, ¿qué debe hacer usted para alcanzar la prosperidad de su alma?
Su carne debe morir y su espíritu debe nacer a través del Espíritu cada día. Morir cada día para la prosperidad del alma es una cuestión de fidelidad espiritual. Esta fidelidad espiritual es más importante y preliminar a la fidelidad a su tarea en sí.
Mediante esta fidelidad espiritual también puede producir el fruto del amor en su corazón para poder amar a Dios el Padre verdaderamente.
Cuando usted descubre sus limitaciones, las reconoce sin vacilar y se arrepiente por ellas. Esto es lo que está haciendo el Reverendo Myong ho Chung, presidente de la denominación "Santidad" en África, y él está siendo utilizado por Dios en gran manera, pero si se da cuenta de alguna limitación a la luz de la Palabra, él inmediatamente envía una carta de arrepentimiento.
Él incluso se inclinó y se arrepintió ante sus misioneros subalternos; esto debido a que él entiende bien lo que Dios el Padre anhela de su parte, que él llegue a ser un hijo perfecto y verdadero. Debido a su amor por Dios él desea llegar a ser más perfecto y la persona que Dios desea de él.
¡Sucede lo mismo con usted! El cumplimiento de la labor es importante en verdad, pero lo más importante es que usted ame a Dios. Aquellos que aman a Dios el Padre verdaderamente llegarán a ser buenos y entregarán amor reflejando al Padre Dios.
¿Pero acaso existe alguno entre ustedes quien esté causando situaciones incómodas a su alrededor debido a que está más preocupado por el cumplimiento de la tarea en sí? ¿Cuánto observa usted a su alrededor y cuánto beneficio para los demás busca?
Usted nunca debe ofender o herir los sentimientos de los demás, ni tampoco debe causar que tropiecen por no entender su corazón. Usted no debe insistir en su propia opinión dentro de su marco de pensamiento y justicia egocéntrica causando así dificultades para los demás.
Luego de que cosas semejantes ocurran, usted no debe decir: "Esto sucedió así mientras yo intentaba cumplir con mi labor en mi posición de liderazgo." Esto comprueba que usted considera solamente el cargo exterior, y que no está entendiendo la voluntad de Dios al otorgarle aquella tarea; finalmente demuestra que usted no está produciendo el fruto del corazón que consiste en amar a Dios el Padre verdaderamente.
En el ejército los soldados dicen ocasionalmente: "¡Dejemos de lado el rango y luchemos!" Del mismo modo, si usted deja de lado todos los cargos y analiza quién tiene la mayor magnitud de amor por Dios el Padre, ¿cómo serían las cosas?
Dios el Padre mira el corazón del hombre y no concede puntos adicionales en un tablero de puntajes simplemente porque usted tiene una posición importante, sino que, mientras más alta sea su posición, más se le demandará, y por consecuencia, Dios quizás se decepcione mucho.
Por lo tanto, les animo a producir el fruto en su corazón del amor verdadero para Dios el Padre. Este aroma del corazón que ama a Dios verdaderamente es el primer fruto verdadero del corazón que Dios anhela que usted produzca.
Amados devotos y miembros de la iglesia,
El segundo fruto verdadero que Dios anhela de ustedes es el fruto de la bendición que ustedes producen al recibir el amor de Dios el Padre.
¡Dios nos amó primero aun siendo pecadores!
Romanos 5:8 dice: "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros."
Nosotros no hicimos nada para merecer recibir la gracia de la salvación, mas Dios nos dio su gran amor primero y dio a su Hijo Amado en sacrificio por nuestra salvación.
Nosotros ni siquiera sabíamos que existía tan grande amor, pero Dios nos alcanzó primero y perdonó todos nuestros pecados. No teníamos nada que constituyera un poco de amor dentro de nosotros, sin embargo Dios el Padre nos dio un amor grande y sorprendente.
Proverbios 8:17 dice: "Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan." Dios el Padre lo amó incluso cuando usted ni siquiera lo conocía, y le dio la bendición de la salvación. Si usted ama a este Dios quien está lleno de amor, Él le mostrará un amor aun mayor hacia usted.
Es decir, Él lo hará próspero en todas las cosas, y lo bendecirá en su entrada y su salida. Esta es la promesa de Dios y uno de sus atributos es mostrar que Él es amor en sí. Es por eso que Dios siempre busca aquellos a quienes Él puede amar como consecuencia de su verdadero amor hacia Él.
Yo anhelo que ustedes como líderes de células sean personas como éstas. Les animo a los líderes de los grupos y a los líderes distritales a ser personas que Dios pueda amar por su amor hacia Él. Y ustedes recibirán el amor de Dios y producirán el fruto de bendiciones a la medida en que produzcan el fruto del corazón que ama a Dios.
Recientemente muchos miembros de la iglesia testificaron que han recibido bendiciones por entregar sus diezmos completos y por guardar el Día del Señor. Ellos mostraron un poco de evidencia de su amor a Dios al guardar sus mandamientos básicos, y Dios les dio bendiciones como evidencia de su amor por ellos.
Yo creo que ustedes, devotos, han estado guardando estos mandamientos básicos. Si aman a Dios simplemente un poco más de lo que lo aman hoy, existen muchas bendiciones que Él ha preparado para ustedes.
Por ejemplo, ¿por qué no intenta desechar algún fruto de la carne con su amor por Dios? Entonces, la dimensión de las bendiciones de Dios sobre usted será completamente diferente. Su prosperidad será diferente, y el ritmo de la solución a sus problemas también será diferente.
Supongamos que antes usted sembró 10 y cosechó 15 con su trabajo, pero ahora usted puede cosechar incluso 30 o 60 veces más de lo que ha sembrado. Este es el fruto de bendición producido por recibir el amor de Dios.
Algunos no creyentes trabajan muy duro y reciben bendiciones, pero los hijos de Dios deben recibir las bendiciones de parte de Dios el Padre. Las bendiciones deben recaer sobre ellos como evidencia de su amor verdadero para Dios y del amor de Dios hacia ellos.
Los devotos, en especial, trabajan duro por la salvación de las almas. Algunos de ustedes dejan sus hogares en la mañana, visitan y cuidan a los miembros durante el día, y regresan a casa al atardecer. Pero en casa no pueden tomar un descanso porque están ocupados preparando la cena para la familia.
Aunque no puedan tomar un descanso, ustedes llegan a la iglesia para la reunión de la Oración de Daniel, al igual que los líderes de las células de hombres, de grupos, y líderes distritales. Ustedes trabajan muy duro durante el día, y durante el corto tiempo libre después del trabajo, ustedes visitan a los miembros y se reúnen en los servicios de adoración de las células.
Estando ustedes trabajando tanto, ¿por qué Dios el Padre no anhelaría bendecirlos?
Si existen hijos e hijas que emanan el grato olor del verdadero amor por el Padre, ciertamente Él los bendecirá abundantemente.
Yo anhelo que muchos de ustedes produzcan este fruto de bendición, dando Gloria a Dios con sus testimonios; y ruego en el nombre del Señor que ustedes se conviertan en gran gozo para Dios el Padre quien observa a sus hijos siendo prosperados.
Amados devotos,
En tercer lugar, el fruto que Dios anhela es el fruto de salvación de las almas producido mediante sus obras realizadas a través de sus corazones espirituales.
Si ustedes aman a Dios verdaderamente y reciben su amor, ustedes tendrán un avivamiento en el área a su cargo. Dios guiará a la gente hacia la salvación por medio de las células, los grupos y los distritos.
El Salmo 3:8 dice: "La salvación es de JEHOVÁ; Sobre tu pueblo sea tu bendición."
Jonás 2:9 dice: "La salvación es de JEHOVÁ."
Juan 6:44 dice: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero."
El fruto de la salvación de las almas viene de parte de Dios. Entonces, ¿significa aquello que los obreros no deben hacer algo? ¡Por supuesto que no! Pues, con el corazón que tienen los padres cuando buscan a un hijo perdido, debemos dar a conocer a las personas que aún no lo conocen, que el Padre verdadero de sus espíritus es Dios.
Debemos hacerles conocer que Dios mismo es el Padre que concede la vida eterna y bendiciones verdaderas; y cuando ellos lleguen a Dios nosotros debemos preparar un lugar de reposo espiritual para ellos con el fin de que se sientan a gusto.
Debemos aceptarlos y cuidar de ellos con amor cálido para que las heridas de sus corazones sean sanadas y para que los corazones endurecidos se vuelvan blandos. Dios el Padre obra en las personas a la medida en que los obreros están preparados para esto.
Dios les da el don del Espíritu Santo y cambia sus corazones, Él los guía hacia la salvación. Cuando Dios ve un obrero quien posee amor espiritual verdadero, Él le envía las almas. Dios conoce al obrero de las células que no se dará por vencido con ningún alma hasta llevarla a la salvación.
Dios el Padre tiene un deseo ferviente de salvar el mayor número de almas que sea posible. Por lo tanto, cuando hay un obrero que tiene amor espiritual, Dios el Padre le envía muchas almas.
No obstante, algunos obreros han trabajado más con su esfuerzo físico que con amor espiritual. En ese caso, ellos han visitado a los miembros y han predicado el evangelio, y quizás ha habido un incremento del número de aquellos a su cargo.
Pero las almas en aquellos grupos no crecen apropiadamente en lo espiritual. Ellos asisten a la iglesia por insistencia del líder, mas sus corazones no se disponen con facilidad. Asimismo, ya que no reciben el amor espiritual necesario, finalmente dejan la iglesia.
Dios el Padre anhela que todos ustedes, obreros, lleguen a ser grandes vasijas que aceptan a todo tipo de personas. Él no desea que les causen momentos difíciles a los demás con su propia justicia y marco de pensamiento, sino que las lleven a la salvación mediante su amor cálido y sus buenas obras.
Dios envía almas a aquellos obreros que proveen un lugar de descanso espiritual para ellas. Es así como se produce el fruto del avivamiento, que es el tercer fruto que Dios el Padre anhela que ustedes produzcan.
Conclusión
Amados devotos y demás miembros de la iglesia,
Les he hablado acerca de los tres frutos que Dios desea de parte de ustedes.
Primero, el fruto de un corazón que ama verdaderamente a Dios.
Segundo, el fruto de la bendición producido al recibir el amor de Dios el Padre.
Tercero, el fruto producido al llevar a las almas a la salvación a través de nuestro actuar con un corazón espiritual.
Juan 15:1-2 dice: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto."
Si ustedes en realidad desean producir el fruto, primeramente deben purificarse a sí mismos; ¡esta es la prueba de que ustedes en verdad aman a Dios! Si ustedes desean producir mayores frutos, deben llegar a ser uno con Dios amándolo aún más.
Juan 15:5 dice: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer."
No podrán producir el fruto verdadero solamente con su propia diligencia y esfuerzo. El fruto que Dios concede es un fruto verdadero y perfecto; y Dios el Padre ciertamente muestra la evidencia de su amor a aquellos que lo aman.
¡Esta promesa es cierta e inmutable! Por eso anhelo que todos ustedes lleguen a amar a Dios el Padre con mayor perfección.
¡Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes lleguen a producir abundantes frutos de bendición y de salvación de almas en este "Año de Bendición"!
[AMÉN]