• No hablarás contra tu prójimo falso testimonio

    [Éxodos 20:16]

    22-10-2006 | Rev. Jaerock Lee



    • Estimados hermanos y hermanas en Cristo, miembros de las más de 4,600 iglesias en rama de Corea y el mundo incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Honduras, Perú, Bolivia, El Salvador, Argentina, Alemania, Francia, la Rusia, Bélgica, Países Bajos, China, Japón, Pakistán, Nepal, Indonesia, Filipinas, el Taiwán, India, Mongolia, Egipto, Israel, Kenya, Uganda, la República Democrática de Congo, Burundi, Ruanda, Tanzania, Nigeria, Swazilandia, África del Sur, Botswana, Costa de Marfil, miembros de los santuario locales, aquéllos que están asistiendo al servicio por Internet alrededor del mundo y público televidente.

      Ésta es la décima sesión sobre los Diez mandamientos, hoy les hablaré sobre el noveno mandamiento que dice, “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.”

      Algunos de nuestros miembros y personas del mundo dicen que no mienten, pero realmente esas personas generalmente dicen mentiras pequeñas y grandes.

      La suciedad no puede verse en la oscuridad, pero cuando el brillo de la luz la ilumina, se puede ver toda la suciedad y las manchas. De la misma manera, ante los ojos de Dios que es la verdad misma, la mayoría de las personas mienten.

      Por consiguiente, les insto a que se examinen a través de este mensaje viendo si tienen o no alguna falsedad.

      Haciendo esto, oro en el nombre del Señor para que ustedes sean reconocidos como hijos de luz que no tiene falsedad ante Dios.

      Estimados hermanos y hermanas en Cristo,

      falso testimonio significa, primeramente, decir algo que no es verdad, al decir que no han hecho algo que hicieron o que hicieron algo que no han hecho.

      En una corte judicial, podemos ver muy claramente cuan malo es el falso testimonio.

      En la corte, las palabras del testigo afectan el veredicto directamente y tienen efecto inmediatamente. Debido a un falso testigo, una persona inocente puede ser condenada, e incluso puede decidirse la vida o la muerte de esa persona.

      Por eso Dios dice que el testigo y el juez que están escuchando al testigo deben tener mucho cuidado.

      Deuteronomio 19:15 dice: “No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.”

      Esto nos dice que nosotros no debemos escuchar a un sólo testigo sino a muchas personas y debemos entender la situación correctamente.
      También, los versos siguientes, del 16 al 20 nos dicen el castigo para los falsos testigos. “Y los jueces inquirirán bien; y si aquel testigo resultare falso, y hubiere acusado falsamente a su hermano, entonces haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. Y los que quedaren oirán y temerán, y no volverán a hacer más una maldad semejante en medio de ti.”
      Nos dice que castiguemos al testigo falso con el castigo que el injustamente acusado podría haber recibido. Pero este mandamiento sobre el testimonio falso no sólo es para cosas legales o jurídicas. Los hijos santos de Dios deben liberarse de todo tipo de mentiras en sus vidas, hasta de las más insignificantes
      Aunque esas mentiras no causen daño a otros, todavía son falsedad.

      A veces, cuando alguien no dice una mentira directamente pero se queda callado cuando debería decir la verdad, ésto también es un hecho de falsedad.

      Por ejemplo, si ven a alguien que está siendo acusado injustamente por alguno error y se quedan callados sobre él, no pueden decir audazmente, "yo no he mentido."

      O, puede existir lo siguiente: cuando compran algunos artículos, el cajero les puede dar por equivocación cambio extra, y si lo toman en codicia sabiéndolo, no pueden ser personas que viven en la verdad. Dios no quiere que simplemente no digamos mentiras, Él quiere que nuestro corazón sea verdadero para que todas nuestras palabras y hechos sean verdaderos.

      Hay cosas que las personas a veces llaman "mentiras blancas".

      No es una mentira que dicen por codicia o para causar daño a otros sino que la dicen para el beneficio de otros.

      Por ejemplo en Corea, cuando alguien le pregunta a otra persona que si ya comió, la persona le dice que ya comió y en realidad no ha comido.

      Esa persona dice eso en consideración de la otra persona, para que no tenga trabajo extra.

      Podemos ver este tipo de caso en la Biblia. Por ejemplo, cuando Saúl trataba de matar a David sin razón, los que rodeaban a David dijeron mentiras para salvarlo. En 1 Samuel Capitulo 20, Jonatan, el hijo de Saúl, escondió a David en el campo, pero no le dijo la verdad a su Padre Saúl, le dijo que se había encontrado con sus hermanos.

      Como Saúl estaba a punto de matar a David y la vida de David estaba en gran peligro, Jonathan no pudo decir la verdad debido a su posición.

      Claro, esto no es algo perfecto.

      Pero desde su posición, Jonathan, hizo lo mejor de su parte para salvar a David cuya vida estaba en peligro.

      Cuando no buscan su propio bien y dicen una mentira con verdaderamente buena intención del corazón, Dios no los condena incondicionalmente por esa mentira.

      Pero a medida que entren en un nivel más alto de bondad, este tipo de situaciones no sucederán. Sin tener que decir una "mentira blanca" podrán tocar el corazón de la otra persona y Dios obrará evitando tales situaciones.

      Pero algunas personas dicen una mentira siguiendo su propio beneficio, después de eso dicen que dijeron la mentira con intenciones buenas y para otra persona.

      Pero no pueden engañar a Dios, El puede ver lo interior del corazón.

      Espero que tengan un corazón verdadero y que reciban la sabiduría de lo alto para que siempre puedan decir palabras virtuosas y de gracia.

      Hermanos y hermanas,
      en segundo lugar, el falso testimonio incluye agregar o quitar algo cuando se entrega un mensaje.
      Cuando no dicen con exactitud lo que les dijeron, le agregan o quitan algo con sus pensamientos o sentimientos, y comunican un mensaje diferente.

      Si tratan de entregarlo de una manera buena, es mejor, pero lo entregan en una mala forma y causan equivocaciones o malos entendidos.

      Aun cuando digan las mismas palabras con exactitud, pero con el tono y la forma de decirlo, el significado puede ser diferente.

      Por ejemplo, si dices "¿Por qué es eso? ", con un tono de preocupación, o "¡Por qué es eso! " con un tono enfadado; los dos tendrán significados completamente diferentes.

      Claro, es muy difícil decir a alguien exactamente el mismo mensaje tal como lo recibimos, como una grabadora. Sin embargo deben intentar entregar la intención original de las palabras tan precisamente como puedan.

      También, pueden entregar la intención correctamente, pero si el mensaje no es cortés, edificante y moralmente bueno o no es verdad, no deben decirlo.
      Aunque estén entregando el mensaje con buenas intenciones, el corazón del oyente se romperá, y esto producira una diferencia entre las personas.
      Mateo 12:36-37 dice: "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado."
      Espero que no hablen palabras que no benefician, palabras que no edifiquen o palabras que causan dolor a otros, sino que sólo hablen palabras llenas de gracia y edificación como hijos virtuosos ante Dios.

      En tercer lugar, si hablan palabras para juzgar y criticar a alguien sin realmente saber su corazón, también es testimonio falso.

      Hay personas que ven las caras y acciones de otros, u oyen sus palabras y no los aceptan como son. Con sus propios pensamientos y sentimientos, juzgan el corazón e intenciones de otras personas.

      Piensan que la persona dijo algo porque tenía algo particular en mente, o que esa persona actuó así con un cierto tipo de intención. Por ejemplo, suponga una situación dónde un menor o un subordinado no se relaciona mucho con una persona mayor por el respeto que le tiene. Sin embargo esa persona mayor puede entender de otra forma al joven.

      La persona mayor puede pensar, "Él tiene algo contra mí, porque lo regañe.” O “Está haciendo eso porque tiene resentimiento contra mí."

      Tal vez alguien tiene una vista mala o puede estar pensando en otra cosa, y no ve a una persona conocida cuando pasa. Esa persona puede decir, "Me ignoró." o, "tiene malos sentimientos contra mí"

      También, mirando a una persona que padece de un dolor severo, uno puede pensar, "Está exagerando"

      Él dice que ha sufrido de la misma enfermedad y el dolor no debe ser tan grande.

      Pero aún en la misma situación, los sentimientos y los pensamientos son diferentes de persona a persona; aunque sea la misma dificultad, las personas tienen fuerzas diferentes para superarlos. También, aunque ustedes tengan un buen carácter y sean muy cercanos a alguien, es difícil entender el corazón de esa persona por completo.

      Pueden haber malos entendidos incluso entre una pareja de casados que han vivido juntos durante décadas. Hay muchas personas que entienden mal, juzgan y tienen sentimientos hostiles en contra de otros. Calumnian y sólo critican a otros según sus propios estándares personales.

      Otras personas no tienen esta mentalidad, pero creen firmemente que ellos tienen razón siempre, por eso muchas veces esparcen algo que no es verdad, y por consiguiente, esto se vuelve en un falso testimonio.

      Cuando ustedes dicen algo que no es verdad, hay algunas personas que creerán lo que dijo y participaran juzgando y extendiendo las cosas malas sobre otros. No es sabio participar en falsos testimonios.

      Hermanos y hermanas, aquéllos que juzgan y calumnian a otros según sus propias normas deben comprender que la condenación de los que condenan será para ellos. La mayoría de los hombres carnales actúan mal en ciertas situaciones, y piensan que otros actuaran de la misma forma en la misma situación.

      En otras palabras, como ellos tienen una mente engañosa, dudan de otros y creen que los están engañando. También si tienen algún pensamiento malo al ver algo, piensan que otros tendrán el mismo tipo de pensamientos cuando vean la misma cosa.

      Como tienen la mentalidad de ver a otros, mal interpretan la conducta de otras personas y dicen, "Está ignorándome” o “Me esta viendo para juzgarme".

      Si pasaran por cualquier experiencia en la que otros les mal interpretan, entenderían cómo es de doloroso y difícil ser condenado y juzgado injustamente.

      Por consiguiente, les insto a no juzgar o condenar a alguien con sus pensamientos y normas personales.

      Mateo 7:12 dice: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

      Mateo 7:1-5 dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”

      Si ustedes hablan de las fechorías de otras personas y las critican, deben comprender que tendrán un mal mayor que ellos. Podrán discernir los males de otras personas solo cuando se hayas liberado de su maldad y se santifiquen.
      Pero de hecho, si se liberan de todo mal en su corazón, no verán los males de otros. Solo verán las cosas buenas de esa persona, y aun cuando hagan mal los apoyarán para que se rectifiquen.

      Santiago 4:11 dice: “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.”

      Esto nos dice que juzgar y condenar a los hermanos esta mal porque intentamos ser como Dios, el único juez.

      Les insisto en el nombre del Señor para que ninguno de ustedes cometa este tipo de gran mal acto.

      Una cosa más que deben recordar aquí, es que no deben juzgar la palabra de Dios con sus pensamientos. Con su poder, Dios puede hacer incluso cosas que son completamente imposibles para los hombres.

      Por consiguiente, les insto en el nombre del Señor a que nunca digan que algo está mal en la palabra de Dios con sus pensamientos.

      Hermanos y hermanas, aunque las personas no tienen intenciones malas, muchas veces dicen mentiras insignificantes.

      Por ejemplo, las personas en sus pensamientos, exageran o recortan cosas sobre algo en particular.

      Si alguien dice, "he comido mucho", ellos dicen, "Se comió todo." O si alguien dice, "todavía hay un poquito", ellos dicen, "Ya no hay nada."

      Ustedes pueden escuchar a personas que dan la misma opinión, y vienen y dicen: "todos los días tiene la misma opinión sobre esto."

      O cuando dicen algo de otros, dicen algo completamente diferente de acuerdo a sus propios pensamientos.

      Una vez, en una mesa dónde estaba comiendo con muchas personas, dije, "La mesa no parece suficientemente abundante."

      No me referí al número de platos que teníamos, quise decir que la cantidad de comida en cada plato no era suficiente.

      Como muchas personas estaban comiendo juntas, deseaba que cada plato tuviera suficiente comida para todos.

      Pero alguien me oyó decir esto y le dijo a otra persona, "el pastor general dice que no hay sufriente carne en la mesa”.

      Cuando dije que la mesa no era suficientemente abundante, la persona interpretó que yo quise decir que no había ningún plato de carne. Aunque pensó que estaba diciendo algo que yo nunca dije, esa persona no comprendió que estaba diciendo una mentira.

      Claro, estas cosas pueden parecer triviales. No hacen daño a otros. No están diciendo mentiras contundentes o intentando juzgar a otros con el mal. No obstante, si agregan o quitan palabras de lo que otro dijo, deben comprender que el problema fundamental está en ustedes porque están mintiendo.

      Si su corazón está lleno sólo con la verdad, no agregarán ni omitirán nada, aun en las cosas mas pequeñas.
      Aun en el caso dónde el oyente quiera oír más y no tienen más que decir, sólo deben decir lo que saben. No le agreguen sus sentimientos y pensamientos haciendo que algo falso parezca verdadero.

      Deben aceptar la verdad como es y deben decirla como es.

      Por consiguiente, si les falta veracidad en sus palabras, aunque sean cosas pequeñas, deben comprender que su corazón no está lleno con la verdad y que todavía tienen una naturaleza de falsedad. Si no se han liberado de raíz de toda falsedad, en situaciones extremas podrían decir una mentira que cause daño a otros.
      Espero que no solo ignoren las cosas pequeñas, sino que echen fuera cualquier falsedad en un su corazón, para que poco a poco se perfeccionen.



      Estimados hermanos y hermanas en Cristo, hoy, les hablé del noveno mandamiento que nos dice: “No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.”
      Todo tipo de mentira que las personas normalmente dicen, agregando u omitiendo algo, juzgando, condenando y criticando el corazón de otras personas todas son falsos testimonios ante Dios.
      Espero que todos ustedes tengan un corazón limpio sin nada de falsedad aun en las cosas pequeñas como hijos de Dios que es luz.
      Por eso como dice Salmos 84:11: “Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.”
      Oro en el nombre del Señor que Dios ilumine sus caminos, sea escudo en sus dificultades y que derrame abundantemente buenas cosas en sus vidas al caminar en la verdad.


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