16-03-2009 | Rev. Jaerock Lee
Capítulo 26
El Regreso del Señor
1. El Segundo Advenimiento
Hace 2000 años atrás Jesucristo, quien vino a este mundo para salvar de la muerte a toda la humanidad, fue crucificado, resucitó, y ascendió a los Cielos. El Señor llegó a ser el primer fruto de aquellos que duermen. Él ascendió a los Cielos, se sentó a la diestra del trono de Dios, y regresará al mundo en la misma manera en la que los discípulos lo vieron ascender.
Todas las profecías escritas en la Biblia se han cumplido hasta ahora, y sólo faltan unos pocos eventos que tomarán lugar en un futuro cercano. Estos son el Segundo Advenimiento del Señor, los 7 años de la Gran Tribulación, el Milenio, y el Juicio del Gran Trono Blanco. Por lo tanto, aquellos que tienen una fe verdadera anhelarán la venida del Cristo con la esperanza del Cielo, porque ellos creen en la resurrección, el regreso del Señor, y en la existencia del Cielo.
1 Corintios 15:19 dice: “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.” Debido a que los hijos de Dios no ponen su esperanza en este mundo, crucifican la carne con sus pasiones y deseos, se esfuerzan contra el pecado al punto de derramar sangre, y guardan los mandamientos de Dios. De esta manera, se sacrifican ejerciendo dominio propio para llegar a ser personas que no tienen nada de que ser culpados ante Dios. Así, el momento adecuado del regreso del Señor causa gran interés a todos los creyentes; no obstante, hay algunas personas que tienen miedo de esto e incluso condenan a aquellos que testifican del regreso del Señor y su pronta venida según lo que está escrito en la Biblia.
Pero si nosotros verdaderamente creemos la Palabra de Dios, debemos ser lo suficientemente sabios para comprender que el Segundo Advenimiento del Señor está tan cerca, según está escrito en muchas partes de la Biblia, y si no estamos alertas, el día del Señor vendrá como un ladrón y no nos salvaremos.
1 Tesalonicenses 4:16-17 dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con Él.”
¿Qué tipo de eventos tendrán lugar específicamente cuándo nuestro Señor, el Rey de reyes y el Señor de señores, regrese con gran honor y gloria de vencedor?
a. Resurrección de Aquellos que Murieron en el Señor
Aquellos quienes aceptaron a Jesucristo, tuvieron fe, y murieron, resucitarán en el momento del regreso del Señor en las nubes, por eso la Biblia los llama 'los que durmieron' (1 Corintios 15:20) y sus espíritus se unirán con el Señor en su venida en las nubes. En ese momento los cuerpos que estaban en las tumbas resucitarán en forma de cuerpos imperecederos y se levantarán hasta las nubes. Estos se unirán con los espíritus que vinieron con el Señor para llegar a ser cuerpos resucitados perfectos. Así, al regreso del Señor, los muertos en Cristo resucitarán primero (1 Tesalonicenses 4:14-16).
b. Rapto de Aquellos que Tienen Vida en el Señor
Después de la resurrección de los muertos en Cristo, todos los creyentes en este mundo serán transformados, levantados en las nubes, y recibirán al Señor en el aire (1 Corintios 15:51-58, 1 Tesalonicenses 4:17).
En la naturaleza podemos experimentar indirectamente la resurrección y el rapto cuando las orugas que se mueven despacio se convierten en mariposas, o cuando Dios recoge gotas de agua que destilan como la lluvia de la neblina. A través de esto podemos imaginar la resurrección y el rapto, pues por el poder de Dios, no es difícil en lo absoluto resucitar y ser arrebatados en el aire.
2. Profecías Bíblicas del Segundo Advenimiento
La Biblia dice: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amos 3:7), y dice también: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3).
Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8), y los días de nuestra vida son setenta años; y por causa de la fuerza de estos serán ochenta años (Salmo 90:10). Por lo tanto, el regreso del Señor está tan cerca de nosotros para quiénes estamos viviendo durante los últimos días de la historia humana, pues incluso desde la perspectiva de Dios, el Segundo Advenimiento se cumplirá pronto.
La Biblia nos dice en muchos de sus versos que el Señor regresará pronto. Hebreos 10:37 dice: “Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.” Filipenses 4:5 dice: “Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.” En Santiago 5:8 leemos: “Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.” Apocalipsis 3:11 expresa: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” Asimismo, en Apocalipsis 22:20 leemos: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.”
De igual modo, en muchos versos de la Biblia se enfatiza que el Segundo Advenimiento está cercano. Sin embargo, si nosotros decimos en la actualidad que el Señor va ha regresar pronto, no sólo los incrédulos sino incluso algunos creyentes discuten al respecto. Aquellos que son como trigo, quienes aman a Dios y guardan Sus mandamientos, esperan con emoción el regreso del Señor. Pero aquellos que son cizaña, quienes aman este mundo, se sentirán asustados del Segundo Advenimiento.
La Biblia nos dice que el Señor es nuestro novio y nosotros somos la novia. ¿Y qué novia no esperaría a su novio? Afortunadamente los ministros y creyentes que están alertas se comunican con Dios y sienten que el tiempo está cercano, por lo tanto están intentando adornarse a sí mismos como novias muy hermosas. Pero debemos saber lo que dice Mateo 24:36 donde leemos: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” Por consecuencia, debemos ser cautelosos de aquellos que dicen que el Señor regresará en cierta fecha o a cierta hora. Asimismo, si nosotros no estamos andando en la oscuridad, el día del Señor no vendrá como un ladrón, pero si lo estamos entonces si vendrá como un ladrón (1 Tesalonicenses 5:2-4). Entendiendo esto, debemos ser bastante sabios para estar siempre alertas.
Las personas en el tiempo del diluvio de Noé no comprendieron hasta el día en que él entró en el arca. Pero Noé, quien era un hombre justo, caminó con Dios y obedeció su orden de construir el arca. Finalmente, Noé y su familia pudieron salvarse. Por lo tanto, al meditar en este evento de la Biblia, siempre debemos escuchar la voz del Señor y debemos estar alertas según lo escrito en Mateo 24:37: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.”
3. La Parábola de la Higuera
La parábola de la higuera es preciosa porque nos habla de la voluntad de Dios a través de la historia de Israel. Según la profecía bíblica, la maldición que cayó sobre la higuera se hizo realidad en la caída y destrucción de Israel. “Cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas” es una profecía que se cumplió con la independencia de Israel. Jesús dijo: “cuando vean todas estas cosas sepan que el tiempo está a las puertas” y por esto deberíamos creer que la venida del Señor está cerca.
En Mateo 21:18-19 leemos que Jesús estaba volviendo a la ciudad de Jerusalén, y viendo que la higuera no tenía fruto le dijo: “Nunca jamás nazca de ti fruto,” e inmediatamente la higuera se secó. ¿Por qué Jesús, quién no quebraría la caña cascada ni el pabilo que humea, maldijo la higuera que no tenía fruto? Los Fariseos y escribas en ese entonces no tenían fe espiritual con la cual pudiesen creer en el corazón, sino solamente fe como conocimiento, y sólo enfatizaban en guardar la ley exteriormente. Pero la fe sin obras es muerta (Santiago 2:17), y no podemos entrar al Reino de los Cielos si es que no hacemos la voluntad de Dios quien está en los Cielos (Mateo 7:21), por eso, Jesús dijo en la parábola que esas personas no se salvarían.
Por último los judíos no aceptaron a Jesús quien es el Hijo de Dios sino que lo crucificaron y su sangre recayó sobre los judíos y sus descendientes, es decir, la maldición de Dios cayó sobre ellos. Como resultado de esto Israel fue destruido por el Imperio Romano en el año 70 D.C., así como también el Templo de Jerusalén del cual no quedó una piedra sobre otra y el pueblo de Israel fue esparcido alrededor de todo el mundo (Mateo 24:2, Juan 19:23). En ese entonces el Imperio Romano dejó la pared lateral oriental de la ciudad como un monumento conmemorativo que es actualmente el Muro de los Lamentos donde muchos Israelitas oran con lágrimas.
Después de eso los Israelitas no se olvidaron de Dios sino que guardaron la ley, y como consecuencia sufrieron muchas penalidades, pero incluso cuando 6 millones de judíos fueron masacrados por los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial, ellos buscaron a Dios. Cuando se dio el momento propicio Dios reunió a las personas dispersas y les permitió tener independencia según lo que Él había prometido. En un pequeño territorio desértico rodeado por enemigos, Israel se estableció el 14 de mayo de 1948, y Dios los bendijo para que llegaran a ser uno de los países más desarrollados en un corto período de tiempo (Isaías 49:8, Ezequiel 38:8).
Igualmente, la independencia de Israel después de 1900 años desde su destrucción completa, constituye el cumplimiento asombroso del verso en el que se escribe: "Cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas". Así como sabemos que el verano está cercano cuando de la higuera brotan sus hojas, Dios nos está diciendo que la Segunda Venida del Señor está cerca, ya que Israel ha conseguido su independencia y se ha convertido en un país desarrollado.
También esta dicho: “no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.” En este verso “esta generación” puede interpretarse de muchas maneras, como por ejemplo, que nuestra generación vive con la independencia de Israel, o el Júbilo, o un Israel dónde todo se ha recuperado y se disfruta de la libertad. Como está escrito en la Biblia, a través de muchas señales que tienen lugar en estos días debemos comprender que la segunda venida del Señor está cerca y debemos prepararnos como su novia.