• Rut

    [Ru 1:16-17]

    17-03-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • La Escritura de Hoy

      Ruth 1:16-17 "Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos."

      Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público:
      El Salmo 119:68 cita "Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos."
      Cuando nos asemejamos a nuestro buen Dios y tenemos un corazón bueno y limpio, llegamos a ser verdaderos hijos de Dios.
      Por eso, Dios envió a Su único Hijo, Jesucristo, a este mundo y dejó que padeciera todos esos sufrimientos que nadie más hubiera podido soportar.
      Lo que Dios desea no sólo son hijos justificados por la fe en Jesucristo, sino también hijos que tengan un corazón recto, bueno y puro.
      En la prédica pasada, les explique la bondad que Dios acepta y reconoce. A partir de hoy, les compartiré los aspectos básicos de la bondad citando ejemplos de personajes en la Biblia.
      Hermanos: La generación de hoy está llena de tanta maldad que frecuentemente oímos noticias de hechos que atentan contra la moral.
      Un hijo asesina a su padre sólo para cobrar el seguro de vida; o un hermano mata a otro por envidia. Tan sólo oír estas noticias hace que nuestro corazón se desaliente.
      En este mundo de maldad: ¿Creen que podemos esperar ver actos de bondad como cuidar con amor a una madrastra malvada; o exponer su propia vida para salvar la de sus padres? Tal vez piense que esto sólo puede pasar en los cuentos de hadas.
      Sin embargo, ahora que ya saben lo que es la perfecta bondad que Dios acepta, debe también saber que, como hijos de Dios, pueden y deben alcanzar esta clase de bondad.
      Hoy, les hablaré de Ruth. Ella fue una persona que cumplió hasta el final su deber con bondad.
      Espero que a través del ejemplo de ella, puedan examinarse y ver si realmente están cumpliendo con sus deberes en forma cabal.
      Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que sus vidas lleguen a ser hermoso aroma de bondad para su familia y amigos; y así lleguen a evangelizarlos y se conviertan en luz y sal a muchas almas.
      Hermanos: Primero, permítanme brevemente contarles de Ruht. Ruht era una mujer gentil nacida en Moab, casada con un israelita, que había huido a Moab para escapar de una severa sequía en Israel.
      Luego de un tiempo, todos los varones de la familia murieron sin dejar descendencia. Y sólo quedaron Ruth con su suegra, Noemí, y su hermana, Orfa.
      En esas circunstancias, la suegra de Ruth, Noemí, oyó que Jehová había venido para ayudar a su pueblo y proveerles de alimento. Por eso se preparó para regresar a su tierra. Y les dijo a sus nueras: "Id y volveos, cada una a la casa de su madre."
      Noemí tuvo compasión de sus nueras quienes estaban condenadas a vivir en una familia donde no había más varones. Por eso, les aconsejó no seguirla a la tierra de Judá, sino más bien que regresarán a su país. Orfa, lloró y dejó a su suegra. No obstante, Ruth continuó con ella.
      Noemí insistió que Ruth siguiera a su otra nuera de regreso a Moab.
      Noemí no fingía. Ella en verdad quería que sus nueras volvieran a su tierra. Lo decía de todo corazón. Pero, Ruth mostró su verdadero corazón al seguir a su suegra y expresó unas palabras realmente vivificantes.
      El pasaje de hoy en Ruth 1:16.17 describe perfectamente esta circunstancia: Y cita la Escritura: "Y Ruth respondió: No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti."
      ¡Qué bellas palabras! ¿Verdad?
      Podemos sentir lo profundo del amor de Ruth por su anciana suegra, quien no tenía a nadie más de quien depender. Su amor era tan grande que deseaba quedarse con Noemí por el resto de sus días.
      Ahora bien: ¿Qué hubiera hecho Ruth de ser egoísta?
      Hubiera dicho sólo un par de veces que no quería dejar a Noemí, y luego la hubiera abandonado, dejando entrever que su suegra la había forzado a ello.
      No obstante, Ruth tenía un corazón lleno de bondad. Su intención por cumplir con su deber nunca cambió. Esta actitud debe haber sido de gran alivio y consuelo para Noemí.
      Cuando Noemí vio que Ruth, que no era su hija sino solo su nuera, quería servirla aun cuando su hijo ya había muerto, su corazón debe haber cobrado ánimo.
      Estimado Público: El aspecto que vamos a aprender de Ruth es: "¿Cómo cumplir nuestro deber con bondad?"
      Cada persona tiene obligaciones que cumplir; y eso forma parte del orden natural de las cosas.
      Los hijos sirven a sus padres, los hermanos a sus hermanos; y los jóvenes deben respetar a los mayores. Cuando las personas cumplen estos aspectos, podemos decir que están llevando a cabo su deber o función.
      Por ello, cada uno tiene un deber que cumplir y eso es algo que deberíamos hacer en forma natural. Entonces: ¿Por qué el ejemplo de Ruth es tan importante?
      En primer lugar: Porque Ruth eligió cumplir con su deber cuando no le era de ningún beneficio. Es decir, escogió cumplir con algo que significaba sacrificarse ella misma.
      Al escuchar este mensaje, les pido que se comparen con Ruth. Si hubieran estado en su lugar. ¿Qué cosa habría dicho o hecho? Procuren pensar en esto mientras escuchan esta prédica.
      Si Ruth no hubiera seguido a su suegra, sino que hubiera regresado a su pueblo, se podría haber casado de nuevo y vivir feliz el resto de su vida. Sin embargo, si seguía a su suegra: ¿Qué cosa le habría de esperar?
      Para Noemí, la suegra, Judá era su tierra de origen. Pero para Ruth era un pueblo extraño. No iba a vivir segura allí. Además, su suegra ya era una mujer de edad y Ruth tendría que hacerse cargo de ella.
      Y si Noemí fallecía, Ruth se quedaría sola en tierra extraña sin esposo ni familia que la ayudara.
      La perspectiva de regresar o de seguir a su suegra eran claramente opuestas. Y en ese momento ella debía tomar una decisión.
      En el sentido humano, era elegir entre el sufrimiento y la felicidad.
      Ahora bien: ¿Qué hubiera hecho de ser Ruth? Esta pregunta también es para los caballeros.
      Además, incluso Noemí pensó en el bienestar de su nuera y le dijo que regresara a su tierra a rehacer su vida.
      Aun así, a Ruth no le importo eso. No buscó su propio provecho; sino que valientemente eligió el camino del cumplimiento de su deber para servir a su suegra que se había quedado sola.
      ¿Hubiera hecho lo mismo que Ruth en su situación?
      En el caso de la gente del mundo, cuidar a los padres ya ancianos resulta ser un gran problema que genera incluso conflictos familiares.
      Más aún, si los padres sufren de Alzheimer o de alguna otra enfermedad senil, la situación resulta ser todavía más problemática.
      En la Iglesia, hay una dama quien cuida a su suegra. La suegra sufre de Alzheimer.
      No obstante, cuando ella le dice esto a la familia; no le creen. Tan solo dicen: Mi madre no puede tener Alzheimer. Lo niegan en su cara. No quieren creerlo. Ahora bien. Yo me pregunto: ¿En realidad, no le creen o no quieren creerle para evadir su responsabilidad? He visto casos así muy frecuentemente.
      Los hijos menores discuten con los mayores a ver quien se hace cargo de los ancianos. El mayor dice que no lo puede hacer solo así que todos los hermanos se deben turnar.
      Hoy en día, los hijos se turnan cuidando a sus padres. Ha sido una tradición en Corea que los hijos varones siempre debían cuidar a sus padres. Pero ahora también las hijas deben hacerse cargo de ellos. Pienso que eso no es bueno.
      No obstante, en tanto tengan un corazón dispuesto para cumplir con sus obligaciones, eso no representará ningún problema y lo podrán asumir en paz.
      Hay muchos hermanos en la Iglesia que voluntariamente se han ofrecido a hacerse cargo de sus padres aun no siendo su obligación. Y lo han hecho para guiar a sus padres a la salvación. Doy gracias por su ejemplo.
      Hay padres que prefieren vivir en el campo. Quieren vivir en el pueblito donde nacieron. Y no desean mudarse a la capital. Incluso si los hijos le ofrecen traerlos a la ciudad para evangelizarlos, sus padres se niegan. Por ello, esos hermanos oran a Dios pidiéndole sabiduría para servirlos; para saber cómo llegar a sus corazones y cómo evangelizarlos.
      Vienen para que ore por ellos. Me dicen: "Rev. Por favor ore por mí. Me gustaría vivir con mis padres para cuidarlos y que sean salvos. Pero no me escuchan. Me dicen que mejor me quede a vivir aquí y ellos en su pueblo. Incluso las nueras vienen y me piden que ore por ese mismo pedido. Eso me conmueve.
      Estimado Público:
      La bondad que se requiere para cumplir con nuestras obligaciones no sólo abarca a nuestra familia sino también incluye el lugar donde trabaja.
      Algunos hermanos a veces me hacen esta pregunta: Rev. Me han ofrecido un empleo con un mejor sueldo. ¿Qué debo hacer?
      Me hacen esta pregunta porque desean vivir conforme a la buena voluntad de Dios antes de aceptar algo que tal vez podría ser de beneficio para ellos. Y yo les pregunto si el hecho de dejar su actual empleo causaría algún tipo de inconveniente a la compañía.
      Si a usted lo han ayudado cuando ha estado en dificultades; o si ha aprendido alguna carrera técnica en esa compañía, o si ocupa un puesto importante; debería pensar con detenimiento la decisión que es la realmente correcta.
      Cambiar de empleo por un mayor sueldo o comportarse en forma recta e íntegra. Si aún así persiste en la idea de cambiar de trabajo, no deberá perjudicar a la empresa que antes le ha dado empleo.
      Sin embargo, si deja de lado su propio beneficio para cumplir con su deber creyendo en Dios, entonces con toda seguridad Dios se lo retribuirá con mejores cosas.
      He oído numerosos testimonios en este sentido. Cuando no han escogido el beneficio propio sino han optado por el camino recto, Dios los ha bendecido.
      Incluso en la fe, podemos ver a los que con buen corazón cumplen sus obligaciones, crecer más rápido espiritualmente. Como están agradecidos por la gracia del Señor y por el amor de Dios, viven de acuerdo a la Palabra.
      Por ejemplo: Una vez que se dan cuenta que la voluntad de Dios es que guarden todo el día domingo santo para el Señor, sin trabajar, inmediatamente dejan de hacerlo para así obedecer y vivir según la Palabra de Dios.
      Hay muchos hermanos que han dejado el trabajo porque no podían venir a la Iglesia el domingo y han crecido en fe. Han cambiado de trabajo aun cuando les pagan menos porque quieren consagrar todo el día domingo santo al Señor. Y luego de 6 meses o de 1 año, Dios los bendice abundantemente.
      Tal vez para un nuevo creyente, podría parecer una pérdida dejar de trabajar el domingo, pero los de corazón agradecido obedecerán la voluntad de Dios pensando: "El Señor me ha salvado. ¿Cómo voy a ser tan egoísta de buscar mi propio provecho e ir en contra de Su voluntad?
      El Presidente de la Asociación de Ancianos de la Iglesia, jamás ha dejado de venir a un servicio el día domingo. Salvo una vez que no lo pudo hacer debido a un accidente. Que yo recuerde esa fue la única vez. Jamás ha dejado de orar.
      Por eso, pase a visitarlo de regreso a mi casa el domingo por la tarde. Hacía años que no iba a su casa. Me dijo que se sentía muy apenado por no haber asistido a la Iglesia el domingo. Había visto el servicio por Internet. Pero me dijo que no era lo mismo. Tenía problemas con su vista. Me dijo que ahora se daba cuenta de lo maravilloso que era ir a la iglesia el domingo para adorar a Dios.
      Me dijo que se arrepentía por no haber sido agradecido. Dios le había devuelto la vista y la salud para que viniera a la Iglesia y así guardar el día domingo santo para el Señor. A través de este incidente, Dios en Su gracia le permitió mirar su pasado, arrepentirse, y humillarse.
      Tuvo un accidente que le afectó temporalmente la vista y también su rostro. Por eso, tuvo que presenciar el culto por Internet por primera vez en su vida.
      Hermanos. Quisiera preguntarles: ¿Qué clase de vida cristiana está viviendo? ¿Cuántas veces no ha venido a la Iglesia el domingo? ¿Una o dos veces al mes? ¿En qué nivel de fe se encuentra? Hay hermanos en esta Iglesia que no han faltado ni un solo domingo desde que aceptaron al Señor.
      En cuanto a mí. Jamás he dejado de venir a un servicio el día domingo, excepto cuando me desangré hasta morir. Incluso, cuando he ido a la montaña de oración, asistía al culto allí. Pero cuando me desangré, no pude venir. Muchos hermanos fueron testigos de ello. Me vieron desangrar de esa manera. Excepto en esa ocasión, y cuando son situaciones inevitables, como mis viajes al extranjero, JAMAS he dejado de asistir al culto del domingo.
      Sucede lo mismo con los diezmos. Si tiene un buen corazón, cumplirá con su obligación. No pensará que es un desperdicio diezmar a Dios. Si experimenta la gracia de Dios a través del Espíritu Santo, sabrá que todo lo que tiene le pertenece a Dios. Y no le será ninguna carga obedecer la Palabra de Dios que le pide dar el 10 por ciento de sus ingresos como una evidencia de su fe.
      Desde que soy cristiano, me he hecho el hábito de dar el 20 o el 30 por ciento de diezmo. Si realmente es un buen cristiano deseará dar además del diezmo, ofrendas de agradecimiento a Dios.
      Por ello, incluso los nuevos creyentes, desde que comienzan su camino en la fe, si tienen un buen corazón, guardarán santo todo el domingo para el Señor y darán el diezmo completo a Dios como corresponde.
      Como tienen un corazón bondadoso para cumplir con su deber, crecerán rápidamente en la fe.
      El vivir por la Palabra de Dios, es una muestra que creo en Dios, que le amo y que tengo una relación personal con Él.
      Si se deciden a obedecer la voluntad de Dios y cumplir con sus obligaciones, Dios con toda seguridad se manifestará en ustedes y hará crecer su fe, y ese es el camino para ser bendecido.
      La segunda razón por la que decimos que Ruth es ejemplo de bondad es porque cumplió su deber con sinceridad y transparencia, y no simplemente por un sentido del deber.
      Ruth fue a la tierra de Judá siguiendo a su suegra. Jamás lo lamentó. Y cuidó de su suegra con un corazón sincero.
      Hermanos: Uno opta por algo porque cree que es lo correcto. ¿Acaso nunca se han lamentado por alguna decisión que han tomado? Una vez que han tomado una decisión, pensando que era la más correcta, entonces, no deberá de lamentarse. Si lo hace, o si su corazón cambia, es que no hay sido la decisión correcta.
      Volviendo a Ruth: Cuando ella llegó a Judá, inmediatamente fue a buscar algo para comer. Afortunadamente, era la época de la cosecha de la cebada. Y yendo detrás de los segadores, ella pudo recoger del campo los granos que caían de los manojos. No era mucho aun cuando ella había recogido todo el día.
      No obstante, estaba feliz de poder cuidar a su suegra con lo que había obtenido y ser fiel en el trabajo que había hecho. En esto, podemos ver la sinceridad de Ruth con su suegra.
      Luego de la jornada diaria, trajo el producto de lo que había recogido y le dijo a su suegra lo que le había pasado.
      Cuidó de su suegra con fidelidad y amor. Procuró entender su corazón y obró conforme a él. Noemí también amó mucho a Ruth viendo en ella a una hija. Este comportamiento de Ruth fue conocido en todo Belén y fue alabada por todo el pueblo.
      Al final, un hombre influyente de nombre Booz, quien era el pariente más cercano, tomó a Ruth como esposa. Ruth fue bendecida espiritual y materialmente.
      Ruth fue madre de Obed. Y Obed fue el abuelo de David. Y por eso, Ruth está en la genealogía de Jesús aun cuando era una mujer gentil.
      Dios está buscando a esta clase de personas.
      Hermanos: ¿No creen que la bondad de Ruth conmovió el corazón de todo el pueblo? Lo que ella hizo debió haber sido comentado por todos. Por ello, Ruth agrado a Booz, quien era el pariente más cercano que la podía redimir y se casó con ella. Y así Ruth pudo estar en la genealogía de Jesucristo.
      Amados Hermanos:
      Aquellos de buen corazón no cesarán de hacer el bien. Como la voluntad que agrada a Dios es sacrificarse a uno mismo en beneficio de los demás y cumplir con el propósito para el cual hemos sido creados, harán, como Ruth, buenas obras con un corazón sincero.
      Hacer lo bueno constantemente y en toda circunstancia es cumplir la perfecta voluntad de Dios, Actualmente, esta clase de personas son muy raras de hallar. Son muy pocos los que hacen la buena voluntad de Dios. Aun resulta más raro encontrar a alguien que actúe siempre con bondad.
      Hay un dicho que refleja esta actitud: "Cuando la enfermedad de los padres es larga, son pocos los buenos hijos." Aun cuando los hijos deben cuidar de los padres cuando están enfermos, si esa enfermedad dura mucho tiempo y si cuesta mucho dinero, el corazón de ellos cambiará.
      Su cariño y amor también desaparecerá. Las dificultades resultantes del cuidado de sus padres se manifestarán en palabras y actos que destrozarán el corazón de ellos. Los padres ya se sienten mal por ser una carga para sus hijos. Sin embargo, las palabras de enojo de sus hijos harán que se sientan peor.
      ¿Como reaccionarán los padres en esta situación? Algunos se sentirán muy decepcionados. Otros expresarán su amargura diciendo: "Ahora no se acuerdan de todo lo que pasamos para criarlos. ¿Cómo nos pueden hacer esto?
      Desde luego, es una obligación natural de los hijos servir a sus padres aun si ello es un sacrificio. No obstante, de acuerdo a la perspectiva de los padres: ¿Cuál sería una verdadera actitud de bondad y amor?
      Hay una historia que nos hará reflexionar sobre este punto: Érase una vez, hace mucho tiempo, un país donde había una ley que establecía que los padres mayores de 70 años debían ser abandonados en lo profundo de una montaña.
      En ese lugar, había un hijo con su mamá de más de 70 años. El hijo no podía soportar la idea de abandonar a su madre en la montaña. Pero debía acatar la ley.
      Un día, le pidió a su madre ir de paseo y la llevó cargada. La mamá, aun sabiendo lo que iba a pasar; es decir, que su hijo la iba a abandonar, lo acompañó sin ningún reparo.
      Era un trayecto largo y tuvieron que descansar varias veces. La madre estaba preocupada al ver a su hijo cansado y que tal vez no iba a encontrar el camino de regreso. Por eso, rompió varias ramas y las dejo como señal en el camino.
      Finalmente, llegaron a su destino y ya casi cuando estaba por anochecer, el hijo le dijo a su madre: "Mamá quédate aquí, mientras voy a casa a traerte comida." La madre, quien ya sabía que el hijo la abandonaría le dijo: "Hijo. ¿Puedes encontrar el camino de regreso? Si en caso te pierdas, sigue las ramas rotas que encuentres en el suelo. Las puse como señal cuando veníamos."
      Estimado Público:
      Aun cuando no sabemos si esta historia es real, en el mundo de hoy, donde el amor entre padres e hijos se ha enfriado, a través de este relato pienso que podremos llegar a entender el verdadero amor.
      Si tenemos esta clase de amor, ya habremos cumplido con nuestro deber. En muchos de estos cuentos antiguos, podemos encontrar a personajes, quienes sin conocer a Dios, han tenido este verdadero amor o que han mantenido sus principios hasta la muerte.
      La pregunta es: Nosotros que conocemos a Dios y la Palabra de verdad: ¿Cómo deberíamos actuar como hijos de Dios?
      Somos salvos por gracia de Dios y ahora tenemos la promesa de la vida eternal. De alguna forma nuestro deber es retribuir esa gracia que hemos recibido.
      Incluso ahora, de vez en cuando, le envío saludos al pastor a quien serví antes de ordenarme como pastor. También recuerdo y saludo al pastor que me enseño en el seminario. Y también soy agradecido a otras personas que me han ayudado. Entre ellas, a mi hermana mayor, quien me guió a los pies del Señor Jesucristo.
      Deseo en este momento que se examinen a ver si como hijos de Dios han cumplido con su deber haciendo lo que a Dios le agrada.
      En especial, aquellos ministros y siervos que han prometido ofrecer sus vidas a Dios, examinen a ver si en el camino su corazón ha cambiado ¿Han mantenido siempre el gozo y una actitud de agradecimiento aun en tiempos de prueba y difíciles?
      En Habacuc 3:17.19, el profeta hace la siguiente declaración: "Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar."
      Los animo firmemente a creer que Dios ha preparado lo mejor para ustedes, si viven una vida de fe procurando cumplir con sus deberes como Ministros, siervos e hijos de Dios, dando gracias en todo y por todo lo que han recibido.
      Hermanos: NUNCA deben olvidar el amor de Dios y Su gracia. Ni el amor y la gracia del Señor Jesucristo. JAMÁS deben olvidar a aquellos que los han ayudado.
      Termino el mensaje: Amados Hermanos y Estimado Público:
      En la prédica de hoy, en base al ejemplo de Ruth, les he compartido el aspecto de la bondad que lo lleva a cumplir con sus obligaciones y deberes. Les he explicado las dos razones por las que las acciones de Ruth se consideran buenas y bondadosas, aun cuando el cuidar de su suegra era un deber natural para ella.
      Cuando predico estos mensajes, muchas señoras o padres que tienen hijas, generalmente mueven sus cabezas dudando. ¿Por qué creen que lo hacen? Porque siempre buscan el lado que más le conviene. Primero ven su felicidad. No quieren hacer nada que les resulte molesto.
      Saben cuál es su deber; y sin embargo, no lo hacen. Incluso dicen: "Sé que es nuestra obligación hacerlo. Pero, si mi hija se encontrara en esa situación, le aconsejaría que no lo hiciera."
      Yo en lo personal creo que muchos de ustedes viven una vida de bondad. Buscan hacer lo bueno. Desean ser como Ruth.
      Dicen: "Quiero ser un buen hijo de Dios." Muchos de ustedes ya viven en este nivel de fe.
      Resumiendo Hermanos:
      Primero: Ruth eligió cumplir con su deber sabiendo que no iba a obtener ningún beneficio por ello, sino más bien que iba a sacrificarse.
      Segundo: Ruth sirvió a su suegra no solamente por un sentido del deber, sino lo hizo con sinceridad sin cambiar de ánimo ni de manera de pensar.
      Creo que deben ver si están cuidando a su familia con ese mismo corazón de bondad.
      Gálatas 6:6 cita "El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye."
      Hermanos: Vean si están cumpliendo o no con ese deber natural hacia aquellos que les dan de comer.
      Pero, por sobre todo, debe cumplir con su deber como hijo de Dios. Si alguno de ustedes no llega a cumplir con sus obligaciones hacia su familia, no podrá decir que está cumpliendo su deber como hijo de Dios.
      1 Juan 4:20 cita "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?"
      Si odia a alguien. O si no ama a su hermano, hermana, a algún familiar, a su cónyuge, a su prójimo o a cualquier persona, entonces decir que ama a Dios es una completa mentira.
      Dios nos dice que debemos amar a nuestros enemigos. Pero, si no podemos amar a nuestros enemigos: ¿Cómo podremos amar a Dios? Si. ¿Cómo podremos amar a Dios que es invisible?
      Si de verdad amara a Dios, podría orar pidiéndole que ponga amor en su corazón.
      Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que lleguen a la total y completa bondad y así cumplan con su deber como Ruth lo hizo y reciban la gracia que Dios ha preparado para los que son bondadosos.

      AMEN


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