• Jonatán

    [1Sa 19:4-5]

    18-03-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • La Escritura de Hoy

      1 Samuel 19:4-5 "Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo; pues él tomó su vida en su mano, y mató al filisteo, y Jehová dio gran salvación a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste; ¿por qué, pues, pecarás contra la sangre inocente, matando a David sin causa?"

      Amados Hermanos en Cristo, Estimado Público y miembros de las miles de iglesias que están presenciando este servicio en Corea y alrededor del mundo, a través del satélite, por Internet, por la televisión o que lo están escuchando por cintas de audio o por la radio en el mundo entero.
      Esta es la cuarta prédica de la serie "Bondad". Hoy el mensaje va a tratar de Jonatán. En la próxima prédica hablaremos del rey David.
      Jonatán era el hijo de Saúl, el primer rey de Israel. Y era su sucesor natural. Sin embargo, luego que Dios desechara a Saúl, David fue ungido para ser el próximo rey de la nación. Sólo podía haber un sucesor. Por ello, la lógica decía que David y Jonatán debían ser rivales.
      No obstante, 1 Samuel 18:1 señala "Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo."
      Dice la Escritura que: Jonatán quería a David como a sí mismo. No creo que ni el amor entre esposos pueda compararse con esta amistad. Los esposos se juran y perjuran amor eterno. Pero creo que ese amor no puede compararse con la estima que le tuvo Jonatán a David. Tal era su amistad, que uno podía dar la vida por el otro.
      Jonatán nunca vio a David como un enemigo, más bien lo quería como a sí mismo.
      Por favor. Hermanos. Piensen un momento: Se suponía que Jonatán iba a ser el próximo rey. Pero debido a David, él no lo podía ser. Aún así; Jonatán quiso a David como a sí mismo.
      Esto fue posible porque Jonatán tenía un corazón bondadoso y llegó a discernir la bondad de David. Podemos concluir, entonces, que entre personas bondadosas se llega a establecer una relación estrecha.
      Ahora bien: La bondad de Jonatán hizo que se mantuviera alejado de las intrigas por ocupar el trono, buscando su propio beneficio; sino más bien lo llevó a obedecer la voluntad de Dios.
      David sabía que había sido designado por Dios para ocupar el trono después de Saúl. Como tenía un corazón bueno, sólo actuó con bondad para que Dios Mismo obrara y cumpliera Su voluntad.
      David ya había sido ungido como el próximo rey de Israel. Y sabía que esa era la voluntad de Dios. Pero no trató de actuar en su propia carne para que se cumpliera ese propósito. Sólo obedeció la voluntad de Dios. Aun cuando su vida corría peligro, incluso cuando tuvo la oportunidad de matar a su enemigo, el rey Saúl, David no actuó de acuerdo a su propio criterio. Todo lo dejó en manos de Dios. Esto es verdadera fe. Si Hermanos. Verdadera fe.
      En este mensaje y en el próximo, al hablarles de la bondad de David y de Jonatán, es mi deseo que hagan suyos estos principios de bondad y los apliquen en sus vidas.
      Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que, debido a ello, Dios los alabe diciéndoles: "Hijo: Tienes un corazón conforme al mío."
      Hermanos:
      David era un joven pastor. No obstante, luego de derrotar a Goliat, llegó a ser famoso en Israel.
      Venció a Goliat. El filisteo que hacía temblar a todo el ejército de Israel. Y David era tan solo un jovenzuelo. ¿Cómo no iba a ser famoso después de eso?
      Al principio, Saúl se alegró cuando David derrotó a Goliat y así salvó el reino. Por eso, lo ascendió a comandante. Sin embargo, surgió un problema cuando Saúl y David regresaron victoriosos de la batalla.
      Dice la Biblia que las mujeres de todo Israel salieron a recibir al rey Saúl.
      1 de Samuel 1:7-9 cita "Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles. Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David."
      Más tarde, cuando David tocaba el arpa para que un espíritu malo dejara de atacar a Saúl, el rey trato de matarlo arrojándole una lanza. Pero, David logró escapar. Eso sólo aumentó el temor y los celos de Saúl hacia David.
      El rey en su afán por matar a David lo enviaba a lo más duro en las batallas, incluso para que se casara con su hija le pidió que matara a 100 filisteos; y por último, ordenó a sus soldados que lo buscaran y lo mataran.
      Jonatán al ver que Saúl, su padre, trataba de matar a David sin razón alguna, no cerró sus ojos ante el pecado de su padre; es decir: No se hizo el desentendido.
      En 1 Samuel 19:4-5, Jonatán reivindica a David y trata de persuadir a Saúl de no matarlo. Le habló muy bien de David a su padre. Y cita el pasaje: "Y Jonatán habló bien de David a Saúl su padre, y le dijo: No peque el rey contra su siervo David, porque ninguna cosa ha cometido contra ti, y porque sus obras han sido muy buenas para contigo; pues él tomó su vida en su mano, y mató al filisteo, y Jehová dio gran salvación a todo Israel. Tú lo viste, y te alegraste; ¿por qué, pues, pecarás contra la sangre inocente, matando a David sin causa?"
      Si usted hubiera sido Jonatán: ¿De qué lado hubiera estado: De David o de Saúl?
      Si sabe discernir entre lo bueno y lo malo, debería estar de lado de David. Pero: Como ser humano tal vez podría pensar: Saúl era el padre de Jonatán y además era rey de la nación. Desde el punto de vista humano, si Jonatán desobedecía a Saúl y apoyaba a David, deshonraba a su padre.
      Además, como heredero del rey, Jonatán tenía que renunciar al trono porque David había sido ungido por Dios como sucesor de Saúl. En un sentido natural, la muerte de David hubiera beneficiado a Jonatán.
      No obstante, Jonatán entendió la voluntad de Dios. Por eso, hizo lo indecible por detener a su padre de cometer ese pecado tan grave que era matar a David y desobedecer la voluntad de Dios. Y aun cuando Saúl no hizo caso de su consejo, Jonatán nunca se dio por vencido.
      Y debido a su insistencia para que no matara a David, Saúl se enojó en gran manera con él. Pero como no le tenía temor a su padre: Le preguntó:
      ¿Por qué intentas matar a David? ¿Qué es lo que ha hecho?
      El rey, aun cuando era su padre, lo podía haber mandado matar porque estaba lleno de ira. Se pueden imaginar esta escena: En frente del iracundo rey que sólo pensaba en asesinar a David, está Jonatán hablando a favor de él. Llevado por esa bondad y por el aprecio que sentía hacia David, Jonatán le ruega a su padre que no cometa ese pecado.
      Eso casi le cuesta la vida. Ya que el rey intentó matarlo.
      Ahora bien: Hablemos de la bondad de Jonatán.
      En primer lugar: El tenía un corazón dispuesto a obedecer la voluntad de Dios sin ningún apego a lo material.
      Jonatán sabía que Dios había desechado a su padre y que la voluntad de Dios era que David fuera el próximo rey.
      No nos olvidemos hermanos que Jonatán tenía el derecho de sucesión al trono, pero aceptó la voluntad de Dios sin anteponer sus propias aspiraciones. Más aún, animó a David para que cumpliera la voluntad de Dios.
      Hermanos: Recuerdan la actitud de Juan el Bautista cuando comprendió que Jesús era el Salvador. ¿Recuerdan cómo se sintió cuando vio a sus discípulos seguir a Jesús?
      ¿Acaso se lamentó? No. ¿Se molestó? Tampoco. Juan 3:30 nos dice su respuesta. Juan dijo: "Es necesario que él crezca, pero que yo mengue." Y lo dijo de todo corazón.
      Igualmente, cuando de buena gana renunciamos a toda fama y honor por cumplir la voluntad de Dios, eso lo considera Dios un acto de bondad.
      Muchos hermanos y siervos piden que se cumpla la voluntad de Dios y que su reino se extienda. Pero en realidad, la mayoría de ellos dudan cuando llega el momento para sacrificarse y renunciar a lo que tienen.
      Les voy a dar un ejemplo: Supongamos que hay 2 departamentos u oficinas que hacen una labor similar. El Departamento A ha estado trabajando con mucho empeño en un proyecto específico por mucho tiempo.
      En un momento dado, el Departamento B plantea realizar un gran proyecto para el reino de Dios en corto tiempo si dispone de todo el trabajo previo realizado por el Departamento A. En consecuencia, solicita toda la información, personal e infraestructura del Departamento A.
      En esa circunstancia, el Director y el personal del Departamento A deberían complaciente y gentilmente proporcionar todo lo que tienen al Departamento B.
      Pero, si piensan: "Nos hemos esforzado tanto para lograr todo esto. ¿Y ahora la otra oficina se lo quiere llevar tan fácilmente? Si ese es el caso, entonces deben chequear su corazón.
      Eso probaría que aun cuando dicen que han trabajado como simples instrumentos para el reino de Dios, en realidad, tienen intereses propios.
      Volviendo a la prédica: Jonatán y Juan el Bautista tenían esa misma actitud de menguar hasta desaparecer para que la voluntad de Dios se cumpliera aun cuando ellos no obtuvieran ningún reconocimiento. Esto es bondad ante Dios.
      Aun cuando para mí signifique perder algo. Aunque no sea de ningún provecho para mí; daré lo que es mío. Daré lo que tengo. Y buscaré el beneficio de los demás y no el mío. Este es un corazón lleno de bondad. Un corazón en verdad bueno.
      Si cumple con sus deberes y se consagra con esta clase de corazón, aun si no se le reconoce ningún mérito, Dios jamás olvidará lo que ha hecho y lo recompensará.
      Estimado Público:
      La segunda característica de Bondad que podemos hallar en Jonatán es que hizo todo lo posible por impedir que sus seres queridos pecaran.
      No tuvo ningún reparo en presentarse ante su furioso padre y procurar una y otra vez disuadirlo de pecar pidiéndole que no matara a David. Lo hizo porque amaba a su padre con todo su corazón a pesar que Saúl era malo.
      Jonatán intentó persuadir a su padre una y otra vez de no continuar pecando aun cuando por ello su padre lo llegara a odiar.
      Hermanos: En la antigüedad, los siervos leales, que realmente amaban al rey, no dudaban en advertirle de alguna equivocación aun si ello significa su muerte.
      No obstante, los siervos hipócritas calculaban bien lo que debían decir para sacar provecho de la situación en vez de intentar ayudar al rey honestamente.
      ¿Y qué me dicen ustedes Hermanos?
      ¿Cómo se comportan cuando sus padres, hermanos u otros familiares están yendo camino al infierno? ¿Se están esforzando por guiarlos al camino de la vida eterna?
      ¿Cuántas horas doblan rodillas por ellos?
      ¿O han sido indolentes y se han dado por vencidos, mientras pregonan a los cuatro vientos que han encomendado todo a Dios en oración? Las mismas preguntas se la deben hacer todos los líderes, y todas las oficinas y departamentos de la Iglesia.
      ¿Qué es lo que hace cuando ve a su líder haciendo algo que no es correcto? Va corriendo donde otros hermanos para contárselos. Sobre todo. NO DEBE HACER ESO. Si realmente aprecia a su líder no debe murmurar a espaldas de él.
      Proverbios 17:9 cita: "El que cubre la falta busca amistad; mas el que la divulga, aparta al amigo."
      Si juzga o murmura de sus líderes cuando cometen algún error; déjenme decirles que están muy lejos de mostrar bondad y amor.
      Escúcheme bien: Aun si su líder hace algo que va en contra de la voluntad de Dios, si lo comenta con otros, eso no ayudará a que se cumpla la obra de Dios. Eso sólo daría pie a las acusaciones de Satanás.
      Por otra parte, si tan sólo dice que no es asunto suyo, tampoco eso es bondad. Si ve que la obra de Dios va mal y no hace nada al respecto, eso no es amar a Dios. Debe reflejarse a sí mismo en estas circunstancias.
      La pregunta es: ¿Qué nos manda hacer la bondad? Hermanos: Sobre todo, debe hablar con sinceridad la verdad sin temor a que lo critiquen.
      Debe poseer la sabiduría que da la bondad para aconsejar a los líderes sin ofenderlos y sin que eso interfiera en sus deberes.
      Como son hermanos mayores, no debe herir sus sentimientos ni ofenderlos. A través de la oración, recibirá sabiduría. Y con amor y bondad, podrá aconsejarlos con palabras sabias y amables.
      La verdad reconoce la verdad. Si les da un consejo con gentileza, amor y gracia, no se sentirán ofendidos sino que escucharán lo que dice. Si previene a sus líderes y hermanos de algún pecado y los anima a vivir en la verdad, con su gentileza ganará almas y será recompensado en el cielo.
      Santiago 5:19-20 "Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados."
      Yo en lo personal, porque los amo, he hecho lo indecible para que no caigan en el pecado, sino para que vivan conforme a la verdad.
      Desde el púlpito les he enseñado la buena voluntad de Dios y les he mostrado claras evidencias de la veracidad de la Palabra. Sin embargo, no estoy satisfecho con lo que he hecho. He orado día y noche sin cesar por cada uno de ustedes.
      Y cuando era necesario que les demostrara mi amor en la práctica, lo he hecho con obras para que pudieran correr la buena carrera de la fe sin pecar.
      Si hubiera podido evitar que pecaran, lo hubiera hecho con agrado. Si me ha sido posible ayudarlos, lo he hecho. Incluso ayuda económica, si con ello he podido evitar que pequen.
      En lo que respecta a este punto, siempre he ayudado más allá de sus necesidades. Por ejemplo, si necesitaban cierta cantidad de dinero, siempre les daba más.
      Y es porque pensaba que podían gastarse todo el dinero en sus necesidades y no dar el diezmo a Dios por su débil fe. Por ello, les daba más de lo que necesitaban para que pudieran diezmar. Y aun cuando he hecho todo lo posible por ayudarlos a vivir según la verdad, algunos continúan pecando.
      ¿Cómo creen que me siento: Hermanos? ¿Acaso debo dejarlos? De ninguna manera. Medito una y otra vez cómo puedo consolarlos. Y algunos cometen pecados que son de muerte.
      Llevó la carga de esas almas en mi corazón y le pido a Dios que los perdone con ese inconmensurable amor que sobrepasa Su justicia. Y cuando oro por ellos, mi corazón sufre y me quebrantó rápidamente debido a la tristeza.
      Como Pablo, tengo dolores como de parto sólo por salvar un alma más y evitar que pequen otra vez; y poder ayudarlos a continuar por la senda de la vida. Hermanos: La bondad consiste en hacer todo lo que está al alcance de uno para evitar que sus seres queridos pequen y vayan por el camino equivocado.
      Queridos Hermanos:
      La tercera característica de bondad que podemos aprender de Jonatán es que cumplió hasta el final con su deber hacia su padre.
      Las personas de buen corazón no disfrutan viendo a alguien pecar, más bien se mantienen alejados de la maldad.
      Más aún, se entristecen cuando ven a algún familiar pecar.
      Aun cuando Jonatán sufrió debido a la maldad de su padre, no dejó de cumplir su deber como hijo. Discernió lo bueno de lo malo en las acciones de su padre. No obstante, lo hizo con amor y bondad.
      Sabía que Dios había desechado a su padre. Y aun así no lo abandonó. Al final, murió con Saúl en el campo de batalla contra los filisteos.
      Jonatán estuvo con su padre en la vida y en la muerte. No lo abandonó. Cumplió con su deber de hijo. Tuvo bondad con su padre.
      En este punto debemos ser claros. No es bueno quedarse hasta lo último con alguien malvado a quien Dios ha abandonado, asumiendo que es un deber que debe cumplir.
      Jonatán conocía la maldad de su padre Saúl y le advirtió que no volviera a pecar.
      Estuvo con su padre hasta el último momento ya que como hijo no podía ver que su padre fuera por la senda de la muerte. No lo hizo porque compartía la maldad de su padre ni tampoco porque la ignoraba. Lo hizo porque quiso cumplir con su deber como hijo.
      Espero que ninguno de ustedes piense que ser bondadoso es quedarse hasta el final con alguien quien no quiere darse cuenta de su pecado y que no desea alejarse de él.
      Hermanos:
      Se supone que la gente se casa por amor. No obstante, luego de casados, enfrentan muchos problemas que no pueden superar. ¿Actualmente cuántos matrimonios se divorcian?
      ¿Acaso no sabían al casarse que eran diferentes? Provienen de diferentes familias. Crecieron en diferente entorno. Han tenido diferente educación y diferentes vivencias. ¿Cómo podían pensar que iban a tener la misma personalidad y el mismo carácter?
      Debían haber imaginado que serían diferentes. Su personalidad, su trasfondo educacional, su formación y su familia. Todo es diferente. Lo sabían. Y aún así se casaron. Entonces, se dieron cuenta que no tenían los mismos gustos y sacaron la conclusión que tenían incompatibilidad de carácter.
      Una pregunta Hermanos: ¿Hay alguien entre ustedes que haya pensado en divorciarse porque su cónyuge no tiene la misma religión?
      Si lo ha hecho, 1 Corintios 7:12-13 nos da una respuesta clara sobre este punto. Y cita la Escritura: "Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone."
      La razón se explica en el siguiente versículo 14: Que dice: "Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer,..." En otras palabras: cuando la esposa evangeliza a su esposo: ¿No lo santifica? ¿No es salvo acaso? Continúa la cita.
      "...y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos." Repito:"Pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos."
      Supongamos que se divorcian. Sus hijos van a sufrir y no podrán vivir una buena vida cristiana. ¿Verdad? Guardarán rencor a sus padres. Presten atención hermanos a la cita: "...pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos."
      Si obedecen esta palabra, serán un matrimonio feliz. Los esposos serán salvos y los hijos serán santos. Cuando lee una palabra como esta, debe entenderla bien y hacer de ella su pan espiritual.
      Hay quienes dicen que la Biblia no permite la separación. Afirman que la Biblia considera la separación como pecado. Me pregunto: ¿En qué parte de la Biblia se dice esto? La Biblia no señala que la separación está prohibida. Tampoco afirma que es un pecado.
      Desobedecer la Palabra de Dios es pecado. Dios lo dice. Si el cónyuge, que es incrédulo, no desea separarse. Entonces, Dios dice que no se separe, sino más bien que lo guié a la salvación.
      No obstante, si el cónyuge no es creyente y le impide ir a la iglesia y la acosa. ¿Qué debe hacer? Pregúntese: ¿Qué haría si su cónyuge le dice que escoja entre él y la iglesia? Hermanos: Si escoge a su cónyuge irá al infierno. ¿O acaso piensa que a Dios le agradará eso? Dios desea que Sus hijos sean salvos. Jamás desearía que, tentados por Satanás, fueran al infierno.
      Repito: Si su cónyuge desea vivir con usted, entonces, no debe separase. Vivan juntos. Sobre esto, no hay discusión alguna. Pero si la golpea, abusa y no la deja venir a la Iglesia, entonces, deberá elegir el camino de la vida y no ir al infierno con él.
      Pero si puede sobrellevar esa situación, y por sus oraciones, guiar a la salvación a su esposo, entonces, deberá quedarse con él. Aun si tiene que soportar algunos inconvenientes, incluso algún maltrato, si a través de eso, conduce a su esposo a la salvación, entonces, orando podrá salvar al padre de sus hijos. ¿No es eso amor?
      Deberá orar con mucho amor. Debe tener amor. Si salva a su esposo aun cuando él la maltrate: ¿Se imagina la recompensa que recibirá en el cielo? Debe elegir este camino. Pero si no puede vivir una vida cristiana, si se le obliga a dejar la Iglesia: ¿Qué deberá hacer? Ya sabe la respuesta. ¿Verdad?
      Estos versículos nos enseñan que el esposo o la esposa no deben separarse de su cónyuge si éste desea permanecer casado; porque así podrá evangelizarlo, aun si en ese momento no vive una vida de fe.
      Si su esposo la ama y desea vivir con usted. ¿Acaso la golpearía? Es cierto que hay casos muy particulares. Tal vez el cónyuge sea tan perverso que no llegue a recibir el evangelio, y más bien lleve a la esposa a una situación tan difícil en la que incluso ella no pueda ser salva. En este caso, no es aconsejable que permanezca unida a su esposo hasta el final.
      Termino el mensaje:
      Amados Hermanos y Estimado Público:
      Hemos visto tres aspectos de la bondad en Jonatán.
      Primero: Jonatán obedeció la voluntad de Dios con bondad y gentileza sin tener en cuenta su propio interés.
      Segundo: Hizo todo lo posible por evitar que sus seres queridos pecaran. Y
      Tercero: Cumplió con su deber hasta el final.
      Antes de continuar: Creo que debería explicar un poco más lo que acabo de decir. Si usted llega a una situación tal en la que no le queda otra alternativa sino la del divorcio. ¿Qué es lo que Dios dice? ¿Por qué no se separan por un tiempo antes de pensar en el divorcio? Cuando se separan, podrán orar y confirmar sus sentimientos hacia su cónyuge. Pregúntese: ¿El divorcio es acaso un acto de bondad? ¿Debo hacerlo o No? ¿O es mejor soportar la situación y volver a vivir junto a su cónyuge?
      Al estar separados, tal vez puedan darse cuenta de cosas que antes pasaban desapercibidas para ambos. Quizás, se sienta sola. O extrañe a su esposo o a su esposa. Y decidan volver a unirse. Tal vez se hallen a sí mismos. Por eso, Dios dice que se pueden separar por un tiempo y orar antes de pensar en el divorcio.
      Volviendo al mensaje: Repito Jonatán cumplió con bondad hasta el final su deber. Por ello, jamás se dio por vencido en su intento de salvar a su padre. No lo dejó. Y como sabía que David era justo, lo defendió aun oponiéndose a su padre. Sin embargo, reitero, jamás lo abandono. Esto es verdadera BONDAD.
      Hay algo más que debemos resaltar. Es que nuestros pecados pueden causar un gran dolor a aquellos que nos aman. Una pregunta hermanos: ¿Quién siente más dolor cuando peca o hace algo malo? Desde luego, es Dios y nuestro Señor Jesucristo.
      Romanos 8:26 cita "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."
      Nuestro Señor Jesucristo fue crucificado para redimirnos de nuestros pecados. Entonces: ¿Cómo podríamos hacer que nuestro Señor y el Espíritu Santo giman de dolor porque pecamos?
      Se pierde mucho. Hermanos. Aún cuando nos arrepintamos, se pierde mucho. Afectará nuestra recompensa en el cielo y será un obstáculo para que lleguemos al nivel del espíritu.
      Sucede lo mismo en el mundo. Un jefe y su subordinado tienen una muy buena relación de mutua confianza. Sin embargo, de alguna forma esa relación se rompe. Y ambos intentan recomponerla. No obstante, ello demandará que ambos pasen por momentos difíciles debido a esa mala experiencia. Procuraran confiar en el otro; pero les tomará tiempo recuperar esa mutua confianza.
      La primera parte de 1 Juan 5:18 señala "Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado,..." Y el que no peca es bendecido como lo señala la segunda parte de este mismo versículo: Que cita: "...pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca."
      Satanás ni el diablo nos podrán tocar y aun si vienen algunas pruebas, seremos prosperados si creemos en el Dios viviente y si confiamos completamente en Su poder.
      Espero que se animen unos a otros y continúen avanzando en el fluir del espíritu hacia el nivel del espíritu y del espíritu perfecto y sean llenos de amor.
      Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que todos lleguen a alcanzar el nivel de la perfecta bondad y así puedan recibir la gloria y las bendiciones que Dios ha preparado para ustedes.

      AMEN


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