• Daniel y su tres amigos(1)

    [Da 6:10]

    20-03-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • La Escritura de Hoy

      Daniel 6:10 "Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes."
      Antes del mensaje, permítanme leerles una carta de agradecimiento que he recibido de China. Se trata de la hija de una hermana de esta Iglesia de nacionalidad china. Y dice así:
      Amado Padre: Bueno ya tengo una hija más.
      Soy hija de la diaconisa Kim, quien dio su testimonio en la Revista Manmin. No sé cómo expresar mi agradecimiento por la bendición que he recibido de Dios. Estoy tan feliz porque luego de 5 años he podido ver a mi madre a través del Internet.
      Hermanos: La mamá dejó a su hija en China y vino a vivir a Corea. Realmente me siento impactado cuando pienso en estas dos damas. Les cuento: La mamá vino a Corea por amor a Dios y a su pastor; y la hija al verla por Internet después de 5 años me ha escrito esta carta.
      Prosigue la misiva: Cuando escuché el testimonio de mi madre, pude finalmente entender cuánto había sufrido ella por su cáncer. Nunca quiso preocuparnos. Y por eso no dejó que supiéramos de su enfermedad.
      Hasta ahora no había podido comprender porque deseaba tanto viajar a Corea. Pero ahora ya lo sé. Y por ello estoy muy agradecida a Dios.
      Por el poder de su oración, que trasciende el tiempo y el espacio, toda mi familia es salva. ¿Cómo podría retribuir esto? Si no fuera por usted, no hubiera podido volver a hablar con mi mamá.
      Lo que quiere decir es que estuvo a punto de perder a su madre por el cáncer.
      Continúa la carta: Pero ahora, gracias a Dios, he podido ver el rostro de mi mamá. Ahora soy cristiana. Y mi madre y yo compartimos la misma fe. Cada vez que hablamos por teléfono, nos animamos en el amor de Dios. Gracias Reverendo. Ha salvado a mi familia. Y aun cuando mi padre natural ya murió; ahora tengo otro padre. Usted.
      Hermanos: Ella está agradecida porque me puede llamar padre.
      Prosigue la nota: Reverendo: Espero verlo pronto. Mi anhelo es permanecer cerca de usted y vivir una buena vida cristiana.
      Doy gracias a Dios por sanar a mi mamá y salvar a mi familia. También deseo agradecerle a usted, Reverendo, por haber orado por nosotros. Mi deseo es que toda mi familia sirva al Señor.
      Gracias nuevamente. No tengo palabras para expresarle mi agradecimiento.
      Hermana Chang
      Hermanos: Nuestro Dios es todopoderoso. Su poder va más allá del tiempo y del espacio. Personas del extranjero reciben mi oración con fe; y Dios las sana de cáncer y de otras enfermedades terminales. Dios ha salvado otra familia.
      Una hija se llegó a enterar del sufrimiento de su madre por el reportaje aparecido en nuestra revista Manmin.
      La madre no quería que su hija supiera que tenía cáncer. No quería que sufriera lo que ella estaba sufriendo.
      Sin embargo, fue sanada por el poder de Dios manifestado a través de mi oración. Y quiso venir a Corea. En ese momento, la niña no podía haber entendido esa decisión. Pero ahora, ya sabe toda la historia y pudo entender a su mamá. Ahora vayamos al mensaje
      Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público:
      Esta es la sexta prédica de la serie Bondad. Hoy les hablaré de Daniel y de sus tres amigos. Daniel y sus tres amigos pertenecían a la realeza y provenían de familias nobles de la tribu de Judá.
      Cuando el rey de Babilonia, Nabucodonosor, invadió el reino de Judá en el año 605 antes de Cristo, Daniel y sus tres amigos fueron llevados cautivos a Babilonia.
      Y aun cuando eran esclavos y no tenían ningún privilegio ni posición en un reino extranjero y gentil, llegaron a ocupar una posición de prestigio y fueron exaltados por Dios.
      Daniel, en particular, fue continuamente favorecido por diferentes reyes. Y llego a ser el segundo en autoridad después del rey. Esto fue porque Daniel y sus tres amigos tenían un buen corazón ante Dios y porque mostraron con hechos su bondad.
      Deuteronomio 28:1 "Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra."
      Ahora bien: ¿Qué clase de bondad tuvieron Daniel y sus tres amigos que hizo que Dios los favoreciera y exaltara de esa manera? Oro en el nombre del Señor para que, luego de escuchar este mensaje, puedan imitar la bondad de Daniel y de sus tres amigos y así disfrutar de todas las bendiciones que Dios ha preparado para ustedes.
      Estimado Público:
      La primera característica de bondad que mostraron Daniel y sus amigos fue que aborrecieron lo que Dios aborrecía.
      ¿Que quiero decir con esto? Escuchen: Cuando recién llegaron cautivos, el rey de Babilonia procuró integrarlos a su sociedad. El rey había traído algunos israelitas de la realeza y de familias nobles; es decir, jóvenes sin defecto, bien parecidos, inteligentes, e idóneos para servir en su palacio.
      Por tres años se les enseñó las letras y la lengua de los caldeos y se les asignó una ración diaria de alimento y de vino de la mesa del rey.
      Daniel y sus tres amigos fueron escogidos entre los mejores. En esa época, eso era considerado un gran honor. Sin embargo, Daniel tuvo un sentir en su corazón. Se propuso no contaminarse con los alimentos de la provisión del rey, ya que podrían haber sido ofrecidos a ídolos o ser de animales inmundos.
      En la Biblia podemos encontrar que Dios prohibía comer carne de ciertos animales considerados como inmundos así como también la carne ofrecida a ídolos.
      En el Antiguo Testamento, cuando el Espíritu Santo aún no había venido a este mundo, era muy importante cumplir la Ley. Por eso, se consideraba pecado comer carne de animales inmundos o alimento ofrecido a ídolos.
      Volviendo a la prédica: Daniel le pidió al jefe de los eunucos que él y sus amigos sólo comieran vegetales en vez de la ración asignada por el rey. Y que luego comparara sus rostros con los de los muchachos que comían de la ración del rey.
      El oficial del rey consintió y probó por 10 días, y sus rostros lucieron más saludables y más robustos que los otros muchachos. A partir de ese momento, no tuvieron que comer de la porción del rey. Y Dios los bendijo porque habían tenido temor de Él y habían guardado Sus mandamientos.
      Al respecto, Daniel 1:17 cita "A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños." Por ello, fueron elegidos para servir al rey.
      Dice la Palabra que en todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey les consultó, los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino. Hermanos: Escuchen bien: No sólo dos veces mejor; sino 10 veces mejor. Se imaginan lo inteligentes que deben haber sido.


      Hermanos:
      Si estuvieran en la situación de Daniel; es decir, si lo hubieran llevado cautivo y lo hubieran tratado bien: ¿Habría rehusado recibir el alimento de la mesa del rey? En esa época, eso no era permitido ni aceptado.
      Los esclavos no podían elegir lo que querían; y por cierto, no podían tampoco rechazar el alimento asignado por el rey simplemente porque no querían.
      Daniel y sus tres amigos sabían que la ración del rey era alimento contaminado para Dios y no cedieron diciendo que era algo que no podían evitar. En realidad, ellos aborrecían lo que Dios aborrecía porque tenían temor de Él.
      Ahora, no les puedo explicar todo esto en detalle. No obstante, sólo mencionaré que, de acuerdo a la Ley, Dios prohibió a Su pueblo comer alimento sacrificado a ídolos o carne de animales contaminados.
      No se debe comer carne sacrificada a ídolos. Además los animales que Dios considera como inmundos son dañinos, harán daño a aquellos que los ingieran. Por ejemplo. La carne de cerdo, es dañina para su salud.
      Cuando Dios prohíbe algo a Su pueblo, es por amor a ellos y para su bien. Cuando vive de acuerdo a la buena voluntad de Dios, será aprobado por Él.
      Entre los que dicen creer en Dios, algunos hacen lo que Dios les dice que no hagan aun cuando saben que no deben hacerlo. Es porque actúan de acuerdo a su propio criterio. El primer y segundo mandamiento y muchos otros versículos en la Biblia nos previenen estrictamente de adorar ídolos.
      Dios nos prohíbe esto porque solo Él debe ser glorificado. De hecho, el único que merece ser glorificado, honrado y alabado es Dios.
      No obstante, algunos adoran ídolos ignorando este hecho. No podrán ser bendecidos y al final irán camino de la muerte eterna. Por eso, Dios nos prohíbe estrictamente adora ídolos.
      Este es el verdadero amor del Padre quien no desea que ninguno de Sus hijos se pierda.
      Actualmente, algunos creen que son justos y rectos y por eso no obedecen la voluntad de Dios. Y guían a la perdición a miles de almas engañándolas con palabras tentadoras de paz mundial y de paz entre las religiones.
      Espero que puedan mirar su vida pasada a ver si se han comportado conforme a la bondad que Dios manda; o de acuerdo a su propio criterio humano de bondad.
      Aun cuando Dios nos dice que no hagamos esto o que nos despojemos de aquello, algunos juzgan la Palabra de Dios conforme a su propio criterio de bondad y dicen que vivir de acuerdo a la voluntad de Dios no es necesario. Algunos obedecen al pie de la letra la voluntad de Dios. Pero otros la rechazan.
      Deben recordar esto: La Palabra que está escrita en los 66 libros de la Biblia es la Palabra de Dios. Es Su ley y Su mandato.
      Es lo mismo con la regla que hay en la Iglesia entre hombres y mujeres. Siempre se ha advertido que no es conveniente que un hombre esté solo con una mujer en una oficina, ambiente o recinto. Ni que estén tomados de la mano, excepto en ocasiones especiales.
      Hasta que no tenga un corazón totalmente espiritual, todavía tendrá ciertas tendencias carnales; y Dios nos advierte de ese peligro porque podrían pecar en esa clase de situación. Una pregunta Hermanos: ¿Han obedecido completamente la Palabra de Dios en este aspecto?
      Igualmente, Dios ha prevenido a los tesoreros de cada Grupo o Misión de esta Iglesia que no usen con fines personales el dinero recaudado como ofrenda para Dios, no importa lo urgente del caso.
      Y aun cuando lo usen a escondidas, sin que nadie más lo sepa y lo repongan luego, sin importar lo pequeña de la cantidad, es como si hubieran deseado robar lo que le pertenece a Dios.
      Si alguien le roba a Dios, pondría en gran peligro a su salvación: Dios nos advierte esto. Espero que cada uno mire sus actos en el pasado y vea si su corazón ha estado siempre dispuesto a no hacer lo que Dios estrictamente prohíbe.
      Y aunque las personas aparentan obedecer la Palabra de Dios, el interior del corazón de cada uno es diferente. Por ejemplo: Algunos entienden la buena voluntad de Dios en Su Palabra; y voluntaria y alegremente la obedecen.
      Algunos otros saben la buena voluntad de Dios y la obedecen por un sentido del deber porque tienen temor. Y otros, porque no la conocen, procuran obedecerla por obligación y sienten que es una carga vivir según la Palabra. Si algunos desobedecen la Palabra de Dios, eso prueba que están lejos de la bondad de Dios. Les pido en el nombre del Señor Jesucristo que comprendan e imiten la bondad de Daniel y de sus tres amigos, quienes aun siendo cautivos, prefirieron comer vegetales, dejando de lado los manjares de la mesa del rey.
      Hermanos: Si anhelan de todo corazón ser bondadosos e intentan vivir en la verdad, Dios les dará sabiduría de lo alto y al final los bendecirá.
      Querido Público:
      La segunda característica de la bondad en Daniel y en sus tres amigos es que mantuvieron su fe y no se comprometieron con el mundo a pesar que sus vidas fueron amenazadas.
      Desde su niñez se abstuvieron con firmeza y fe de comer alimento de animales inmundos o sacrificados a ídolos. No importó el tiempo transcurrido ni su posición, su corazón fue siempre el mismo: Inquebrantable.
      No nos olvidemos que vivían en un entorno gentil; es decir, una cultura mundana, material, carnal; y apartada de Dios. La idolatría imperaba en esa sociedad.
      Sin embargo, Daniel y sus tres amigos, con un corazón constante y recto, buscaron y obedecieron la voluntad de Dios. Y por eso Dios los consideró justos.
      No obstante, como cita 2 Timoteo 3:12 "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;..." Todos ellos enfrentaron pruebas en su fe.
      A los tres amigos se les ordenó postrarse para adorar una imagen de oro. Si no lo hacían, serían arrojados a un horno de fuego. Sin embargo, no cedieron ante esa amenaza, y escogieron morir antes que desobedecer a Dios.
      El rey muy furioso ante la firmeza de su actitud hizo que sus hombres calentaran siete más de lo normal el horno. Los ataron y arrojaron al horno de fuego ardiente.
      Pero, un ser divino cuyo aspecto era semejante a hijo de los dioses estuvo con ellos dentro del horno. Y ninguno resultó dañado: Ni uno solo de sus cabellos se había quemado y ni siquiera olor de fuego tenían.
      Les cuento algo Hermanos: Cuando vamos a cruzadas en el extranjero, pasamos por muchas cosas. Todos ustedes lo han visto por Internet o por la pantalla.
      Dios me ha enviado a naciones donde está prohibido predicar el evangelio de Jesucristo. ¿Saben por qué? Es porque cualquiera puede ir a predicar a países donde está permitido hacerlo. Pero no todos pueden ir donde está prohibido el evangelio. Por eso, Dios con Su poder me ha enviado a esos lugares. Y por ello, hemos sido amenazados.
      Pakistán es un ejemplo: Igual que India, Dubai y otras naciones del Oriente Medio. Todas ellas tenían diferentes religiones: Budismo, Hinduismo o Islamismo.
      He ido a esos lugares en el nombre del Señor Jesucristo. Y me han rechazado. No han querido que entre a su país. Satanás ha querido obstaculizarme. Han difundido mentiras sobre mí.
      Pakistán autorizó que realizara una cruzada en el país. Pero luego, cambiaron de parecer y cerraron la puerta del estadio. Pero, Dios siempre gana. Dios obró para que el evangelio pudiera entrar a esa nación.
      Ese mismo viernes Dios tocó el corazón de un funcionario para que abriera las puertas del estadio y el evangelio pudiera ser predicado en ese país.
      No conocían de Jesús. Pero infinidad de ellos vinieron al estadio y muchos tuvieron que quedarse afuera. Incluso, la policía y los soldados nos ayudaron. Nos protegieron de los terroristas. Se ubicaron en los techos para cuidarnos. Y muchas personas fueron sanadas. E infinidad de otras se convirtieron.
      Hermanos: Cuando no cedemos ante las presiones del mundo, y sólo obedecemos la voluntad de Dios, Él nos bendecirá. Por eso, uno de los consejero más cercanos al presidente de Pakistán ha venido a esta Iglesia. Es también Jefe del Partido Islámico de Pakistán. Acaba de venir para verme. Esta clase de cosas suceden.
      Lo mismo sucedió en la India. No querían que fuera a su país. No querían que predicara el evangelio. Sabían que soy un poderoso siervo de Dios. Incluso emitieron una ley para que no realizara la cruzada. Justo a partir de octubre, se prohibió toda reunión cristiana.
      Cambiaron la ley para así arrestar a todo aquel que asistiera o apoyara una reunión cristiana. Pero como Dios estaba con nosotros, nadie podía obstaculizarnos. Dios obró y más de 3 millones de personas asistieron a la cruzada. Hermanos: ¿Quién podía detenernos?
      Además: No había llovido en 3 años. Ni una sola gota en 10 meses. Sin embargo, apenas llegamos comenzó a llover. Dios bendijo a ese país.
      Toda la ciudad protestaba contra el gobierno porque no tenían agua para beber, ni para lavar. Todas las tiendas estaban cerradas.
      No obstante, Dios hizo llover desde que llegamos. Y la lluvia calmó la sed de los habitantes.
      Millones de personas se juntaron para oír la Palabra de Dios. Se imaginan: ¿Cuántas personas se habrán convertido al cristianismo? Dios hizo que incluso el gobernador de la provincia perdiera la elección para que la ley anti conversión fuera abolida. Todos ustedes saben esto porque lo vieron. ¿Cierto?
      En el Medio Oriente tampoco aceptan a Jesucristo. Prohíben completamente el cristianismo. ¿Cómo podrían desear que visitara su país? Pero Dios me ordenó que fuera y así lo hice. Y miles de personas fueron sanadas.
      Volviendo a la prédica: Repito: El rey al ver dentro del horno de fuego vio a un ser cuyo aspecto era semejante a hijo de los dioses. Y ninguno de los tres amigos de Daniel resultó herido: Ni uno solo de sus cabellos se había quemado y ni siquiera olor de fuego tenían.
      No importa las amenazas que recibamos, si Dios nos dice que vayamos, iremos a dónde Él nos mande. Dios nos protegerá para que nada nos suceda.
      En ese momento, el rey estaba tan asombrado que confesó que el Dios de Daniel era el único y verdadero Dios y- dice el pasaje- que engrandeció a esos tres hombres. Gracias a Dios, hermanos, todos aquellos que en alguna ocasión me han ayudado han sido abundantemente bendecidos por Dios.
      Han sido honrados y promovidos a cargos importantes. Muchas iglesias que nos ayudaron en las cruzadas han experimentado un gran avivamiento. Dios las ha bendecido para que sean apreciadas por las demás.
      Continuando con la prédica: Durante el reinado del rey Darío de Persia, Daniel fue nombrado como uno de los tres gobernadores sobre todo el reino. En ese momento su fe fue probada.
      Entre estos tres gobernadores, el rey designó a Daniel como primero sobre los demás por su fidelidad y por tener un espíritu superior.
      Resulta ser que algunos de estos gobernadores tenían envidia de la confianza y favor que el rey le tenía a Daniel; y por eso, le pidieron al rey que promulgara un edicto real para tenderle una trampa a Daniel.
      Este edicto establecía que cualquiera que en el espacio de treinta días pidiera algo a cualquier dios u hombre fuera del rey, debía ser echado al foso de los leones.
      Por cierto, esta disposición era parte de un complot de estos oficiales para acusar a Daniel, quien siempre oraba tres veces al día con las ventanas abiertas hacia Jerusalén. Por eso, le pidieron al rey que firmara esta ley para que no pudiera ser revocada.
      Pero: ¿Qué hizo Daniel cuando se enteró que el edicto había sido firmado? ¿Qué es lo que usted hubiera hecho de ser Daniel? Hermanos: Aprovechen este momento para confrontar su fe.
      Daniel 6:10 nos dice lo que Daniel hizo cuando se enteró que el edicto había sido firmado. Y cita la Escritura "Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes."
      Por eso, y conforme al edicto, Daniel fue echado al foso de los leones. Pero, Dios envió a sus ángeles quienes cerraron la boca de los leones para que no dañaran a Daniel.
      Cuando el rey Darío vio este milagro, exaltó al Dios de Daniel grandemente y echó a los que habían acusado a Daniel al foso de los leones.
      Hermanos:
      ¿Que harían ustedes si su fe fuera probada como la de Daniel y de sus tres amigos?
      ¿No hubieran cedido ante las presiones del mundo o hubieran confiado en Dios aun cuando ello significada arriesgar su vida? Creo que muchos de ustedes podrían responder con un "AMÉN."
      Si en una situación normal, toma una decisión buscando su propia conveniencia, entonces, en una circunstancia difícil que amenace su vida, no podrá mantener su fe ni su confianza en Dios.
      Eso lo dice la Escritura en Lucas 16:10. Que cita: "El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto."
      Daniel y sus tres amigos sabían que sólo la gracia de Dios los llevaría a ocupar una mejor posición en un reino extranjero.
      Y como lograron fama y poder por esa gracia, no podían dejar de cumplir la voluntad de Dios solo por evitar algún problema. Los de buen corazón jamás olvidan la gracia de Dios.
      Además, si no obedece la voluntad de Dios- quien es el único Dios y el Creador- y cede ante el mundo: ¿Cómo podría ser eso un acto de bondad ante Dios?
      Pero no fue sólo en los momentos duros y difíciles; es decir, cuando eran esclavos, que Daniel y sus amigos vivían por la Palabra o buscaban a Dios. No.
      También lo hicieron cuando fueron prosperados y promovidos cerca del rey. Siempre vivieron firmes en la voluntad de Dios.
      !Se imaginan la firmeza de sus convicciones para dar testimonio de su fe aun en una situación de tanto peligro!
      Tan solo póngase en el lugar de Dios. ¿Acaso no estaría impactado por ese comportamiento? Espero que, de la misma manera, todos ustedes lleguen a conmover el corazón de Dios.
      Hermanos: Cuando Daniel abrió de par en par las ventanas de su habitación para orar con dirección a Jerusalén como solía hacerlo; aun sabiendo que el rey ya había firmado el edicto prohibiendo hacerlo: ¿Se imaginan con qué gozo debe haber recibido Dios el aroma de su oración?
      Dios debe haber estado feliz al ver el resultado del cultivo en Daniel. Nuestro Padre desea esta clase de verdaderos hijos. Dios cultiva al ser humano para obtener verdaderos hijos.
      Yo estoy muy conciente de esto, y por eso, jamás he desobedecido la voluntad de Dios desde que he creído en Él. Cuando Dios me ha encomendado hacer algo que era imposible para el hombre, yo he creído en la buena voluntad de Dios implícita en ese mandato.
      Siempre he creído que Dios en un Dios amoroso quien da poder y fortaleza a los que confían y dependen de Él completamente. Por ello, nunca he recurrido a métodos humanos sino que he confiado sólo en Dios, incluso cuando he estado al borde de la muerte.
      Algunas veces sabía que iban a venir pruebas de fuego. Sin embargo, he obedecido a Dios y valientemente he predicado la verdad. Nunca he dudado en ir a países donde sabía que iba a enfrentar peligros, como si me fueran a arrojar al foso de los leones.
      Jamás puse pretextos. Nunca le dije a Dios: "Sabes Dios, hay una ley que prohíbe que predique el evangelio de Jesucristo. Tal vez me metan a la cárcel. ¿Qué debo hacer?"
      Jamás oré así. Sólo dije AMÉN y obedecí. Todos ustedes son testigos.
      Al igual que Daniel -quien aun sabiendo que el rey ya había firmado el edicto prohibiendo que orara; y aún así: Se postró y oró- yo valientemente he proclamado que Dios es el Creador, que Jesucristo en el único Salvador, aun sabiendo que predicar el evangelio estaba legalmente prohibido.
      Hermanos: El evangelio de Jesucristo se llegó a difundir por todo el mundo a costa de la preciosa sangre derramada por el pueblo de Dios y por sus mártires. Sin la fe de esos mártires, el evangelio no se hubiera podido esparcir al mundo entero.
      Cuando realicé la cruzada en la India, un país predominantemente hindú, el gobierno emitió una ley prohibiendo la conversión a otra religión y la puso en vigencia a partir del primer día de la cruzada.
      Si predicaba la verdad del cristianismo, muchos hindús podrían creer en Dios y convertirse en cristianos. Y yo sería arrestado.
      Numerosos policías fueron destacados al lugar de la cruzada. Yo ni temblé ni me acobardé ante esas amenazas y llevé a cabo una campaña de tres días en la que el poder de Dios se manifestó extraordinariamente.
      Ahora bien: ¿Qué le pasó al gobierno de turno? El primer ministro y su partido que osaron interferir con nuestra cruzada en la India y emitieron esa ley de no conversión obligatoria, perdieron las últimas elecciones. Y esa ley fue abolida.
      El gobernador, quien propuso esa norma legal para obstaculizar nuestra cruzada, ahora esta leyendo la Biblia.
      Hermanos: Yo he vuelto a la vida por el poder de Dios; y cada día vivó fortaleciéndome en mi Dios. Por eso, no puedo ni imaginar desobedecer la voluntad de Dios solo por evitar alguna pérdida o daño.
      Al igual que yo, muchos de ustedes también han recibido la gracia y el amor de Dios y están bajo Su protección.
      ¿Se habrían sacrificado voluntariamente si eso hubiera ayudado a cumplir la voluntad de Dios? ¿Cuánto de su corazón, tiempo y dinero han ofrecido a Dios?
      Y si lo han hecho: ¿Lo han hecho sólo por un sentido del deber? ¿Lo han ofrecido de todo corazón y con gratitud? O ¿Se han sentido mal porque no han podido dar más de lo que han dado?
      Espero que puedan examinar su vida y ver si en realidad han sacrificado algo para Dios y para Su reino.
      Termino el mensaje:
      Amados Hermanos y Estimado Público: Les he explicado dos características de la bondad en Daniel y en sus tres amigos.
      La primera: Odiaron todo lo que Dios odia. No lo pensaron. Tan sólo aborrecieron inmediatamente lo que Dios aborrecía. Y debido a ello, pudieron despojarse y desechar fácilmente toda maldad.
      Cuando Dios prohíbe algo, aquellos que creen que es la buena voluntad de Dios y obedecen, serán aprobados por Él.
      La segunda: No cedieron ni se comprometieron ante ninguna situación por más peligrosa que fuera para mantener su fe.
      Aun si por la gracia de Dios tenemos vida eterna, pero desobedecemos, buscando nuestro propio provecho o por evitar alguna molestia, pérdida o peligro, esa actitud nunca podrá ser buena ante Dios.
      Así como las personas bondadosas revelan su bondad en su comportamiento, los que con gozo se sacrifican en pequeñas cosas por el reino de Dios, podrán también sacrificarse en las cosas más grandes.
      Daniel y sus tres amigos demostraron una perfecta bondad al punto de ofrecer sus vidas porque tenían una fe perfecta en Dios y tenían bondad en sus corazones.
      En la siguiente prédica veremos la clase de bondad que demostraron Daniel y sus tres amigos que los llevó a sacrificar sus propias vidas.
      Espero que puedan atesorar esta clase de bondad en su corazón hasta llegar al nivel más alto de bondad. Los animo a buscar esta bondad. La misma bondad que Dios tiene para con nosotros.
      Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que todos sean amados y bendecidos por Dios de la misma manera como lo fueron los padres de la fe en la Biblia.

      [AMEN]


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