[Hebrews11:17-19]
28-03-2009 | Rev. Jaerock Lee
La Escritura de Hoy
Hebreos 11:17-19
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, (18) habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; (19) pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público
Esta es la prédica número 14 de la serie Bondad. Y hoy continuaremos hablando de la Bondad de Abraham.
En la última prédica les explique 2 de las características de la bondad en Abraham: Siempre fue gentil y estuvo dispuesto a ceder; y trató toda situación con sabiduría, honestidad y rectitud, sin nada de egoísmo.
La tercera característica de la bondad en Abraham fue que demostró su fe con hechos de perfecta obediencia. No me es posible detallar en una sola prédica todos estos hechos de obediencia por fe que mostró Abraham y que lo llevaron a ser llamado el Padre de la Fe.
Por ello, hoy compartiré con ustedes por qué se considera un acto de bondad obedecer a Dios por fe; y -a la luz del concepto de bondad espiritual- les diré cómo Abraham llegó a obedecer por fe.
Dios nos dice en la primera parte de Hebreos 10:38 "Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma."
Es mi deseo que todos lleguen a comprender lo que es vivir por fe. Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que constantemente agraden a Dios y así Él les conceda los deseos de su corazón.
Estimado Público;
¿Por que Dios dice que obedecer por fe es una muestra de bondad? Les voy a dar una ilustración muy simple al respecto. Cuando sus hijos obedecen. Usted los felicita. ¿Cierto?
O cuando les pide que hagan algo: Acaso les dice: "Eres un buen niño. Por favor, obedece y haz lo que te digo" Los niños de buen corazón obedecerán a sus padres sin dar ninguna excusa. Por ello, sus padres dirán que son buenos y obedientes.
Hermanos: ¿Han escuchado a sus padres o abuelos decir que ustedes de niños eran buenos y obedientes?
Sucede lo mismo con las leyes espirituales. Cuando obedece la Palabra de Dios, el Padre de nuestro espíritu, lo considerará un hijo bueno y obediente. Cuando obedece la Palabra de Dios eso indica que realmente cree en Dios.
Santiago 2:22 cita ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Si no vive por la Palabra de Dios, y no anda en la luz, ni guarda los mandamientos, y dice que tiene fe entonces está mintiendo. ¿En qué parte de la Biblia se menciona esto? ¿En qué libro?
Si. 1ra de Juan señala que si no vive por la Palabra de Dios, ni anda en la luz y no cumple los mandamientos, y dice que ama a Dios o cree en Él, está mintiendo.
Hay diferentes niveles para creer y obedecer la Palabra de Dios. Algunos desde que la oyen por primera vez, la obedecen completamente. Mientras que otros son como niños que obedecen sólo cuando se les dice que lo hagan. ¿Y ustedes Hermanos: En qué nivel están? Es muy diferente si uno obedece a la primera vez, o si lo hace a la segunda o tercera vez. Cuando educan a sus hijos, y les pide que hagan algo y lo hacen inmediatamente. ¿No es eso maravilloso? Eso quiere decir que son buenos hijos. Pero si hacen como si no lo hubieran oído o simplemente no le obedecen, o tan sólo dan pretextos como: "Estoy muy ocupado haciendo mis tareas" ¿Cómo se sentiría?
Algunos otros dicen que si van a obedecer. Pero no hacen lo que se les dice y obedecen solo cuando se les obliga. Sin embargo, hay hijos que si obedecen inmediatamente. Otros, obedecen sólo cuando los ven. Pero, cuando nadie los está viendo, no lo hacen. ¿En que categoría situaría a Abraham? El decía "Si" a todo lo que Dios le decía y obedecía inmediatamente. Hacía lo que Dios le decía. Nunca hizo lo que él creía ni actuó por su propia cuenta. Esto es muy importante: A Dios le agrada cuando sus hijos dicen "Si" y obedecen. No es bueno si usa su propio criterio o depende de sí mismo.
Abraham, cumplía fielmente la Palabra de Dios, sea que los demás lo observaran o no. Cuando Dios prometió bendecirlo, él lo creyó al pie de la letra y jamás dudó sin importar las circunstancias.
Abraham tenía un corazón bueno y bondadoso. Su fe en Dios era perfecta, porque su corazón también lo era. Su fe era como el oro puro: Es decir; no tenía ninguna impureza y no cambiaba bajo ninguna circunstancia.
Desde un principio el corazón de Abraham fue puro como el oro. Por ello, no tuvo que despojarse de muchas cosas negativas. A través de unas pocas pruebas pudo desechar todo criterio propio y llegar a ser ese vaso perfecto de oro. Entonces, llego a ser el "Padre de la fe."
Ahora les daré algunos ejemplos ilustrativos de cómo Abraham creyó y obedeció por fe la Palabra de Dios. Hermanos: Les pido que se comparen con Abraham y examinen su vida a ver si han prestado atención a la Palabra de Dios.
Primero: Abraham obedecía inmediatamente por fe cualquier cosa que Dios le decía. Si piensa conforme a la carne, como menciona Romanos 8, no podrá obedecer completamente la Palabra de Dios y eso lo llevará a dudar de ella, a no agradar a Dios y por último a ir en contra de la Palabra. Por ello, Romanos 8 menciona las cosas de la carne.
Cuando Abraham no entendía por qué Dios le pedía algo, no cuestionaba ni argumentaba sino obedecía inmediatamente.
En Génesis 12:1 Dios le dijo: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Abram obedeció rápidamente.
En ese momento no le fue fácil obedecer el mandato de Dios y dejar su tierra, su pueblo y su familia. Hermanos: La obediencia requería que él saliera de su zona de seguridad, se alejara de la base de su sustento económico y dejara sus relaciones amicales y familiares.
Para aquellos que siguen su propio criterio, salir de su lugar de origen sin saber a dónde ir, sería algo impensable. Jamás podrían obedecer el mandato de Dios. Abraham, sin embargo, nunca dudo. Desde esta primera prueba, en la que dejó a su familia y su tierra, hasta la última, su obediencia fue constante.
Esta última prueba fue cuando Dios le pidió que ofreciera en sacrificio a su único hijo. Al hijo que Dios le había dado a la edad de 100 años. Al día siguiente que Dios le pidió esto, Abraham preparó todo para ir al lugar donde ofrecería en sacrificio a Isaac, tal como Dios se lo había pedido.
Para obedecer perfectamente a Dios, Abraham elaboró un plan. No le comentó nada a su esposa. Es decir, no le dijo nada a la madre de su hijo. ¿Por qué? Es porque ella podía oponerse y desobedecer a Dios. Me pregunto: ¿Cómo podría Sara haber entendido eso y estar de acuerdo con la idea de dejar que el hijo que Dios le había dado a Abraham a la edad de 100 años fuera sacrificado como holocausto a Dios? ¿Acaso Dios no le había prometido un hijo a Abraham y le había dicho que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo?
¿Como es que ahora tenía que sacrificar a su único heredero?
Hermanos: ¿Creen que Sara se hubiera quedado quieta sin hacer nada? Claro que no. Le hubiera echo tremendo escándalo a Abraham y no lo hubiera dejado partir. Por ello, Abraham no le dijo nada a su esposa. Tampoco le dijo nada a Isaac ni a los criados que iban con él.
Cuando Dios le decía algo, Abraham nunca anteponía ningún criterio carnal ni dudaba. Obedecía inmediatamente. La obediencia de Abraham en el caso de Isaac, fue mucho mayor que la que tuvo cuando Dios le pidió que dejara su tierra.
En el primer caso, obedeció incondicionalmente sin llegar a comprender perfectamente la voluntad de Dios. No obstante, cuando Dios le pidió que sacrificara a su único hijo, Abraham ya entendía y conocía bastante bien el corazón de Dios y aun así obedeció. Hebreos 11:17-19 expresa el corazón de Abraham. Y cita el pasaje: "Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; (Presten atención Hermanos: No dice que sólo ofreció a Isaac. Dice que lo ofreció por FE. Continúa la cita) y el que había recibido las promesas (Abram recibió inmensas promesas tales como que los reyes se inclinarían ante él y que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo. Prosigue la Escritura) ofrecía su unigénito,...
(Dios le había prometido un hijo. Sin embargo, cuando se lo pidió, Abraham no dudó en dárselo. Su corazón era tan puro como el oro. Limpió y puro. No importa lo que fuera, si era Palabra de Dios, Abraham sólo respondía AMÉN y obedecía sin poner pretexto alguno. Esta actitud es la que más agrada a Dios. Finaliza el pasaje)
(18) habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; (19) pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.
Isaac era la simiente de la promesa. Por ello, Abraham creyó que si obedecía a Dios y ofrecía a Isaac como sacrificio, Dios era poderoso para levantarlo aun de entre los muertos.
Creía que aún sacrificando a su hijo y cortándolo en pedazos, Dios lo volvería a levantar. ¡Que tal fe! ¿Verdad? Y Dios obró conforme a su fe. Los hijos que siempre obedecen son amados por sus padres. ¿Se imaginan entonces lo amados que serán aquellos hijos que llegan a comprender plenamente el corazón de sus padres, les creen y además les obedecen en todo?
Hermanos: ¿Han comparado su fe y obediencia con las de Abraham? Dios nos dice en Colosenses 4:2 "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias." ¿Obedece usted la Palabra de Dios, persevera y se esfuerza en la oración y tiene siempre una actitud de agradecimiento en toda circunstancia?
La Biblia muchas veces enfatiza que debemos orar todo el tiempo sin cesar.
No obstante, muchos no oran en forma regular ni sistemática aun cuando han asistido a una iglesia por muchos años. Postergan la oración hasta que terminen con lo que tienen que hacer. No obedecen la Palabra de Dios inmediatamente.
No importa lo difícil que parezca, si tan sólo obedece una vez la Palabra de Dios, Él cambiará la situación. Ustedes han escuchado infinidad de testimonios al respecto. Por ello, jamás deben decir que no tienen tiempo para orar. Deben obedecer la Palabra de Dios y darle la prioridad a su tiempo de oración. Entonces, Dios hará que cumplan su labor, servicio o tarea en menos tiempo y de mejor manera.
Y no sólo se trata del mandato de orar, sino también de todos los otros mandamientos de Dios que son para nuestra prosperidad. Si obedecen Sus preceptos, será de bendición para usted. Sin embargo, muchos dicen que creen en Dios pero no obedecen Su Palabra y se quejan porque Dios no los bendice.
Es lo mismo con un hijo que no obedece a sus padres, pero se queja con ellos porque no le dan lo que quiere. Ese no es un buen niño.
Hermanos: Espero que, de ahora en adelante, puedan obedecer rápidamente todo lo que Dios les pida, sea grande o pequeño, o que esté o no de acuerdo con su forma de pensar.
Desde que se fundó esta Iglesia, los hermanos que han permanecido conmigo, son testigos de cómo me he comportado. ¿Alguna vez me han visto desobedecer? Jamás. Incluso si Dios toma mi vida, todo lo dejaría en Sus manos. ¿Acaso no creemos que la vida y la muerte, la dicha y la desdicha están en las manos de Dios?
Por eso, me han visto encomendar todo en las manos de Dios, aun sabiendo que me hubiera sido más fácil depender del mundo. Ustedes han visto que Dios me devolvió a la vida. Me desangré totalmente y ya no respiraba. Pero Dios me volvió a la vida en ese mismo instante. Todos lo vieron.
Esa es obediencia. Obediencia a la Palabra de Dios, y no depender del mundo ni del médico, sino mostrar una verdadera fe. ¿Acaso no oramos diciendo que Dios es todopoderoso? Algunos dicen que Dios es el Director de los Hospitales y que por eso es bueno ir a los hospitales. ¿Cómo pueden decir eso?
Oran diciendo que Dios es todopoderoso. No obstante, apenas se enfrentan a una dificultad, corren hacia el mundo y no confían en Dios. Y aun así, siguen orando: "Dios. Tú eres todopoderoso. Eres Onmisciente y Onmipresente. Todo lo puedes. En Tus manos está la vida y la muerte." Sin embargo, repito, en cuanto enfrentan una dificultad, recurren a los métodos del mundo.
Si obedece será bendecido. Y si experimenta esta clase de bendición un par de veces, entenderá el corazón y la voluntad de Dios y comprenderá porqué Dios nos manda a depender sólo de Él. Así podrá obedecer con fe aun lo que parece imposible para el ser humano. Y Dios al ver su completa obediencia, le concederá los deseos de su corazón.
Lo mismo sucede entre las personas. En las familias. Entre padres e hijos. Cuando un hijo obediente le pide algo a sus padres, éstos gustosamente se lo darán si está a su alcance. Una pregunta: ¿Qué creen que Dios haría si somos obedientes? Si dependemos de Dios, creemos en ÉL y le obedecemos sólo a Él: ¿Creen que Dios no responderá a nuestras peticiones?
¿Acaso 1 de Juan 3:21-22 no dice que, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquier cosa que pidiéremos la recibiremos de él? Oro en el nombre del Señor para que lleguen a tener una relación personal de mutua confianza con Dios y así ser guiados por el camino del éxito y de la bendición.
Queridos Hermanos:
En Segundo lugar: Abraham creyó firmemente hasta el final la promesa de la bendición de Dios. Los padres algunas veces no cumplen lo que prometen a sus hijos y les dicen que lo harán "la próxima vez". Algunos niños bromeando les preguntan: "¿Cuándo vas a cumplir tu promesa, papá?" Insisten para que cumplan lo que han prometido. Si los padres no lo hacen, los niños se quejarán y reclamarán.
Por el contrario, también hay hijos que saben esperar el tiempo apropiado porque creen que sus padres cumplirán lo que han prometido. Algunos padres no cumplen sus promesas porque son pobres. Si los niños son buenos procuraran consolarlos diciéndoles que pueden hacerlo después.
Algunos de ustedes no cumplen sus promesas porque no tienen la capacidad para hacerlo. En ese caso, no podrán ganarse la confianza de sus hijos. No obstante, si los niños son buenos, les recordarán, no directa ni bruscamente, su promesa. Entonces, los padres dirán: "Me he olvidado de la promesa que hice a mis hijos." Y harán todo lo posible por cumplirla. Aun así, si los padres son dignos de confianza, entonces, los hijos confiarán en ellos y sabrán esperar.
Pero nuestro Padre celestial es el Todopoderoso, el que todo lo puede. Si nos promete algo, de seguro nos lo dará; así que sólo tenemos que esperar con fe. Cuando la bendición parece demorarse más de lo que usted esperaba, no deberá dudar de la promesa; sino ver la voluntad de Dios y esperar Su respuesta con gozo y agradecimiento. Se imaginan lo complacido que estará Dios con su actitud.
Abraham lo hizo así. En Génesis 13:16 y Génesis 15:5 Dios le promete a Abraham que hará su descendencia como el polvo de la tierra y como las estrellas en los cielos. Sin embargo, esa promesa no se cumplió inmediatamente. Pasaron más de 3 años y su esposa no quedaba embarazada. Ni después de 5 ni de 10 años salió embarazada.
Sin embargo, Abraham jamás dudó de la promesa de Dios. Luego de 10 años de habitar en Canaán, su esposa le dijo a Abraham que tuviera un hijo con su esclava Agar. Debía tener un descendiente. Abraham tenía 86 años en ese momento.
Más de 13 años transcurrieron y Abram ya tenía 99 años y Sara 89. Finalmente, Dios le prometió que Sara iba a dar a luz un hijo en un año. Abram ya había esperado bastante. Una pregunta: Si usted tuviera que esperar tantos años por su promesa y Dios no le hubiera dicho cuánto tiempo iba a tardar en cumplirla; y si los años siguieran transcurriendo, tal vez se hubiera cansado y hubiera dejado de orar. ¿Cierto?
Hermanos. Les cuento algo: Cuando empecé esta Iglesia, Dios me mencionó la misión de evangelización mundial, el Gran Santuario y muchas otras cosas más. Nunca dudé de eso. Y oré por todo ello. Y ahora pueden ver que Dios ha estado cumpliendo una a una esas promesas y las ha prosperado a su debido tiempo.
En 1980 Dios me dijo que esta Iglesia iba a dar origen a una gran denominación. Los que estaban aquí ese año deben recordarlo. Y ahora: ¿Acaso no somos una Mega Iglesia? Tenemos más de 8 mil iglesias en todo el mundo. SOMOS UNA DENOMINACION MUNDIAL. Y hay cientos de iglesias más que desean afiliarse a la nuestra.
Como no dude lo que Dios me dijo, sino que creí, entonces, Dios me mostró la forma de llevar a cabo la misión de evangelización mundial. ¿Han visto cuántas estaciones de televisión y de satélite han transmitido nuestras cruzadas internacionales? ¿Acaso no saben que estas cruzadas han ocupado las primeras páginas de los diarios a nivel mundial? Dios nos ha dado más de lo que esperábamos.
Cuando Dios me dijo para lanzar la estación de televisión GCN; es decir, la Red Global de Comunicaciones Cristiana; yo obedecí inmediatamente. ¿Por qué? Porque no había tiempo que perder. Al principio parecía imposible. Pero cuando obedecí, Dios abrió el camino. Todos lo han visto.
Volviendo a la prédica: A la edad de 89 años Sara ya había dejado de menstruar, por lo que no podía engendrar. Para nosotros hubiera sido imposible que Sara tuviera un hijo. Dios le había dado una verdadera bendición. Debía haber saltado en un pie de alegría. No obstante, cuando pensó con su mente carnal, no lo pudo creer.
Se imaginan Hermanos: Abraham tenía 100 años y ella 90. No podía creer que Dios le había dicho que iba a tener un hijo. Ella misma pensó: "¿Cómo puede ser eso posible?".
Sin embargo, para Abraham la situación era totalmente diferente.
Romanos 4:19- 21 cita "Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido.
Una pregunta, hermanos: ¿Tienen esta clase de fe? Si es así, cada vez que enfrenten una dificultad o aflicción, oraran con fe y esperaran la respuesta de Dios. Abraham le creyó a Dios cuando le dijo cómo iba a ser su descendencia. Por eso, pudo creer cuando todo parecía imposible. Y su fe se hizo realidad.
Así, a la edad de 100 años tuvo a su hijo Isaac. Y por Isaac, nació Jacob y por Jacob, las 12 tribus de Israel. Abraham llegó a ser el padre de la fe y su innumerable descendencia nació por fe. En otras palabras: Lo que Dios dijo que iba a cumplir, lo cumplió.
Hermanos: ¿Su fe y su obediencia son iguales a las de Abraham? Muchos están gozosos cuando Dios cumple su promesa. Pero no se olviden que Dios responde de acuerdo a Su amor y a Su justicia. Cuando nos hemos preparado como un vaso apropiado para recibir Su respuesta, Dios hará que esa promesa se haga realidad.
Algunas veces Su promesa tarda en cumplirse debido a Su especial providencia como en el caso de Abraham. Hermanos: ¿Cuántos años ha sido cristiano? Si es un siervo o un obrero de la Iglesia, probablemente ha sido creyente 10 o 15 años.
Algunos dicen que han sido cristianos desde el vientre de su madre. Ya no estamos en el tiempo del Antiguo Testamento. Ahora el Espíritu Santo nos ayuda a cumplir los mandamientos de Dios y a caminar en la luz. ¿Por qué, entonces, les toma tanto tiempo llegar al nivel del espíritu y tener la fe que agrada a Dios? Algunos reciben la promesa de Dios con gozo y agradecimiento, pero luego dudan de esa promesa y su corazón se confunde. Si estuvieran en el lugar de Abraham, seguramente se hubieran dado por vencidos porque la promesa parecía imposible de cumplirse.
En la revista Manmin, ustedes van a tener la oportunidad de ver a una hermana a quien no le daban más tiempo de vida. Estaba muriendo por una enfermedad a los pulmones. Ambos pulmones funcionaban solo parcialmente. Muchos hermanos la querían. También su familia. Todos esperaban noticias de ella.
No obstante, toda su familia se unió y mostró una gran fe. Dependieron sólo de Dios. Si moría, moriría en el Señor. Y si sanaba sería por el poder de Dios. Únicamente dependían de Dios.
Entonces, Dios puso Sus manos sobre ella. Y en un instante, aun cuando parecía imposible, ellos mostraron su fe. Y ella dijo: "Aun si Dios no me salva. Moriré creyendo en Dios." Su familia también dijo lo mismo. Su corazón ni su fe variaron.
¿Se imaginan lo doloroso que debe haber sido? Ella tosía toda la noche. No podía dormir. Cada vez que tosía no podía soportar el dolor en su cuerpo. Perdió tanto peso que era solo hueso y pellejo. No tenía ni fuerzas para orar. Su familia la veía morir. Aun así su corazón no cambió. Su fe se mantuvo firme.
Ninguno de su familia pidió que la llevaran al hospital. Y Dios vio su fe. La pregunta es: ¿Por qué Dios permitió esa prueba? Lo hizo porque a través de ese refinamiento, ella se pudo despojar de toda atadura al mundo. Entendió que todo lo material es vano e insignificante.
Sólo dependió de Dios y halló el camino para llegar a la Nueva Jerusalén. Ahora está viviendo una vida humilde y gentil. Camina en la luz. Ama solo a Dios, al Señor, a su pastor y a su ministerio en la Iglesia. Ha cambiado completamente.
Antes tenía un buen corazón. Pero ahora su corazón es aún mejor. Dios esperaba eso. Y cuando el tiempo llegó, Dios la puso en mi corazón para que orara por ella. Cuando oré por ella, desde ese mismo día, Dios comenzó a obrar en ella.
Ahora, está totalmente sana. Está muy ocupada en las cosas de la Iglesia. Hermanos: Es muy importante tener un corazón recto y constante. No darse por vencido en ninguna clase de situación.
Números 23:19 menciona "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?"
Espero que miren su vida pasada y se pregunten si hasta ahora han confiado o no en las promesas que Dios les ha hecho y si han obedecido Su Palabra. Dios dice que el año que viene es un año de Gloria, de Bendición y de Cosecha para todos ustedes.
Y nos pide que veamos todo con ojos de fe. De fe espiritual. Con esta fe todo será posible. Desde que se inició esta Iglesia, nunca he dudado de las promesas de Dios. Más bien cada situación la he visto con ojos de fe. Me he esforzado en toda oración y ruego para obedecer.
Desde 1982, Dios me dijo que orara por la misión de evangelización mundial. Y así lo hice. Desde el año 2000 comencé esa misión. Y Dios obró como fuego abrasador. Para cumplir con esa misión, requería del poder más alto de Dios. Y Dios me dio ese poder y obró en mí. Todos ustedes han sido testigos de ello.
Cuando enfrenté dificultades que parecían imposibles de resolver, nunca me di por vencido, sino que con una fe firme espere y recibí la respuesta de Dios. Por eso, Dios nos ha bendecido con miles de Iglesias alrededor del mundo y a través de la Red Mundial de Médicos Cristianos se ha podido recopilar y difundir testimonios de médicos que confirman las poderosas obras de sanidad de Dios.
Y en los aniversarios de nuestra Iglesia, han venido a felicitarnos reyes y gobernantes de las naciones. Una inmensa gloria y bendición, como jamás hubiéramos imaginado, ha comenzado a descender sobre nosotros.
¿Recuerdan la Palabra que Dios nos ha dado? Nos dijo que viéramos con fe la gloria y bendición que iba a derramar sobre nosotros y también que anheláramos con fe nuestra santificación. Es decir, debemos anhelar con fe llegar al espíritu y al espíritu perfecto en este próximo año de gloria y de bendición.
Si obedecen, podrán hacerlo. Muchos decían que no podían llegar al nivel del espíritu a pesar que se habían esforzado por hacerlo, porque todavía no podían despojarse de lo carnal que había en ellos. Pero ahora, tienen la plena seguridad de poder hacerlo. Ahora pueden declarar victoria.
Cuando Dios nos dio esta palabra, muchos confesaron victoria llenos de esperanza. Y Dios los ha guiado en ese fluir del espíritu y cuando se arrepintieron les dio dones espirituales. Por ello, ahora deben andar en ese fluir del espíritu y alcanzar el nivel del espíritu perfecto.
¿Acaso hay alguien entre ustedes que esté desanimado porque está siendo disciplinado para despojarse de lo carnal y de la maldad que hay en usted y así poder llegar al nivel del espíritu? ¿Hay alguien quien dude que pueda superar toda frustración y llegar al nivel del espíritu antes de 3 meses si tiene este tipo de corazón y de fe?
No ha pasado mucho tiempo desde que Dios nos prometió Su bendición. Pero si está frustrado y piensa negativamente, entonces, no tiene la misma fe de Abraham. Espero que se aferren con fe a esta promesa de Dios, que reciban poder espiritual orando intensamente y lleguen al nivel del espíritu.
¿Hay algo que usted ha pedido a Dios y no ha tenido respuesta? Por favor. Piensen en esto y pregúntense si ha sido realmente agradecido a Dios. Si se ha preparado como un vaso de honra para ser bendecido por Dios. Y en que nivel del espíritu está. Mediten en esto y podrán hallar la respuesta a su interrogante.
Llegar al nivel del espíritu significa prepararse como un vaso de honra para Dios. Creer y orar es prepararse como ese vaso de oro para Dios. Si ha hecho eso: ¿Por qué todavía Dios no le ha respondido? Solo hay dos opciones: Que su bendición está en camino o que Dios está esperando por usted.
Pero no se pregunte: ¿Por qué Dios no lo bendice si no ha obedecido Su Palabra? Si no se ha esforzado para llegar al nivel del espíritu. Ni se ha despojado de la maldad que hay en usted. Ni ha llegado a santificarse. ¿Aun así espera que Dios le bendiga?
Dios me ha dado no sólo la misión de edificar el Gran Santuario y la evangelización mundial, sino también la importante tarea de guiar a la mayor cantidad de almas posible a la Nueva Jerusalén. Por ello, debo conducir, con amor y fe, a esas almas al nivel del espíritu y del espíritu perfecto.
Espero que con fe lleguen a alcanzar su santidad y no se den por vencidos. Es mi anhelo que obedezcan en todo al Espíritu Santo. Dios siempre cumple Sus promesas. Ustedes han sido testigos de ello en esta Iglesia. Una vez les dije que nuestros pastores, siervos y líderes irían al mundo entero a ministrar sanidad con el pañuelo ungido. Y eso se ha cumplido.
¿En cuantas naciones se han realizado campañas de sanidad con el pañuelo ungido? ¿Cuántas personas han sido sanadas y han dado gloria a Dios por ello? Numerosos países nos piden que efectuemos cruzadas en sus naciones. Pero no podemos responderles. En este mismo instante, uno de nuestros siervos está realizando una campaña de sanidad en alguna parte del mundo. Cuando Dios me dijo esto, todos lo creímos por fe. Y en el tiempo propicio, Dios comenzó a actuar.
Estas cruzadas se han realizado en Rusia, India, Nepal en muchas ciudades en China, Japón. En África. En Europa.
Igualmente, en Filipinas, Indonesia, en la ciudad de Washington, de los Estados Unidos, en Canadá, Honduras, Perú, el Reino Unido. Miles de personas han sido sanadas.
Si entrega su vida y su voluntad a la dirección del Espíritu Santo con una perfecta fe y obediencia, no sólo experimentará el mundo espiritual en forma tan real como si estuviera caminado en esta tierra, sino también llegará al nivel del espíritu muy rápidamente.
Termino el mensaje: Amados Hermanos
He compartido la tercera cualidad de la bondad en Abraham. Su perfecta obediencia por fe agradó a Dios. Sin importar lo que Dios le mandaba, jamás antepuso su opinión ni su propio criterio, más bien obedeció inmediatamente a Dios. Confió hasta el final en Dios y en Su palabra sin fluctuar ni dudar.
Y al final, Abraham fue reconocido como un verdadero hijo de Dios y fue llamado "Fuente de Bendición" y "Padre de la Fe." Más aún, llegó a conocer lo íntimo y profundo del corazón de Dios y Él lo llamó Su amigo, con quien podía compartir Su amor.
¡Qué honra y privilegio que le llamen a uno amigo de Dios! ¿Quién puede dar esta clase de calificativo? Sólo Dios.
Espero que todos sigan el ejemplo de Abraham y lleguen al nivel de la perfecta bondad producto de una perfecta fe.
Es mi sincero deseo que todos lleguen a ser verdaderos hijos de Dios sin ninguna forma de maldad y que también sean sus verdaderos amigos, con quienes pueda compartir los profundos secretos del mundo espiritual y tener una íntima comunión.
Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que lleguen a morar eternamente cerca del trono de Dios y sean su permanente deleite.
¡Amén!