[John3:28-30]
31-03-2009 | Rev. Jaerock Lee
La Escritura de Hoy
Juan 3:28-30
"Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo mengue."
Amados Hermanos y Estimado Público y miembros de las miles de iglesias que están presenciando este servicio en Corea y alrededor del mundo, a través del satélite, por Internet, por la televisión o que lo están escuchando por cintas de audio o por la radio en el mundo entero.
Esta es la prédica Nro. 17 y la última de la serie Bondad. Durante estas prédicas, les he hablado de los diferentes niveles de Bondad citando la bondad de Ruth, Jonatán, David, de Daniel y de sus Tres amigos, de Naamán, del apóstol Pablo, de Moisés, Abraham y de Elías.
Si llega al nivel de la bondad de estos personajes, incluyendo a Naamán, no importa la enfermedad que pueda padecer, por más severa que sea, usted podrá sanar. Dios es TODOPODEROSO y todo lo puede. Él está buscando a aquellos que tienen este buen corazón para sanarlos de cualquier enfermedad incurable. Por ello, deseo que todos anhelen llegar a este tipo de bondad.
Además de estos siervos, podría continuar hablando de la bondad de muchos otros personajes que cita la Biblia. Como por ejemplo: María Magdalena, José y Enoc quienes también alcanzaron el máximo nivel de bondad.
Pero antes he querido explicarles la bondad de estos siervos; y si siguen el ejemplo de bondad de estos 12 personajes que he mencionado en esta serie, podrán también alcanzar el nivel más alto de bondad.
Una pregunta Hermanos: En el transcurso de estos 16 mensajes: ¿Han tenido la oportunidad de ver cuánto les falta para alcanzar esta perfecta bondad? Si todavía sienten que les falta algo, les pido que escuchen estos mensajes otra vez, oren; y hagan de ellos su pan espiritual.
Ahora compartiré la tercera prédica sobre la Bondad de Elías. La primera característica de la Bondad en Elías era que tenía un corazón humilde y que nunca discutía con los demás porque no tenía arrogancia.
Los que discuten y tienen conflictos con otros deben saber que eso sucede porque son arrogantes. Elías parecía ser de naturaleza débil. Sin embargo, a través de las pruebas que Dios permitió en su vida, se volvió valiente y fuerte. Luego de la primera prédica de la bondad en Elías: ¿Quiénes pudieron encontrar los versículos que hablan de su naturaleza y su carácter débil?
Después que Elías hizo que Dios enviara fuego del cielo en el Monte Carmelo, la reina Jezabel al oír la noticia que el profeta había degollado a los profetas de Baal y de Asera; juro matarlo.
¡Se imaginan que tontería! A pesar que ella no creía en Dios sino que adoraba ídolos, debió haberse dado cuenta la clase de persona que era Elías al oír la noticia del gran milagro que él hizo. Hermanos: Elías había hecho que cayera fuego del cielo. ESO NO ES CUALQUIER COSA.
Los 850 profetas que estaban bajo el control de la reina trataron sin resultado de hacer lo mismo. Ninguno de ellos puedo hacerlo. No obstante, UN SOLO HOMBRE- ELÍAS- LO HIZO. Jezabel debió haber entendido esto. No debió haberlo maldecido ni haber procurado matarlo. Debió haber aceptado que el Dios a quien Elías adoraba, era el verdadero Dios. En vez de ello, juró matarlo. ¡Qué terca y obstinada! ¿Verdad?
Hermanos: Espero que ninguno de ustedes sea como Jezabel. Estas actitudes solo conducen a la muerte y a la perdición. La reina Jezabel no era sabia. Más bien era necia y terca. Si ella había oído las noticias del poder de Dios, debió haber caído de rodillas y humillarse. Por el contrario, le mandó decir al profeta que iba a matarlo. ¡Que necia!
1 Reyes 19:3-4 dice "Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres."
Hermanos: En algunos desiertos no hay un lugar donde poder descansar. Cuando viajamos de Egipto a Israel, todo lo que vimos era un desierto interminable. Sin embargo, a partir del Mar de Galilea hacia la orilla oeste hay bosques espesos.
Volviendo la mensaje: Dios envió un ángel a Elías para que lo alimentara con: "...una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua;..." Y gracias a esa comida el profeta pudo recuperar sus fuerzas y caminó por 40 días y 40 noches hasta llegar a Horeb.
Cuando Elías hizo descender fuego del cielo y degolló a los 850 profetas de ídolos, parecía muy valiente y fuerte. Sin embargo, una mujer de nombre Jezabel juró matarlo y Elías huyó y llegó a pedirle a Dios: "Basta ya, oh Jehová, quítame la vida." ¿No le da la impresión de temor y debilidad? No podemos encontrar esa debilidad de carácter en el apóstol Pablo por ejemplo.
La segunda cualidad de la bondad de Elías fue que demostró su gran amor por Dios con obras y en verdad. Con ese perfecto amor a Dios, Elías pudo, mientras vivía en este mundo, cumplir valientemente y sin temor alguno la misión que Dios le había encomendado. Incluso después de ser llevado al cielo, su amor y anhelo por el Dios Trino se hizo mayor.
Quizás algunos de ustedes se pregunten cómo fue que este Elías, que valientemente se presentó ante el rey Acab, pudo sentir tanto temor que huyó ante la amenaza de una mujer.
Hermanos: Primero debemos entender la situación en la que se encontraba Elías. Elías había estado huyendo del rey Acab por mucho tiempo. Acab había dado orden a todo el pueblo de hallar a Elías. Por ello, tuvo que ocultarse del rey por todo ese tiempo.
No obstante, cuando Dios le dijo que se presentara ante el rey, Elías se puso nervioso. Poco después, Dios hizo que obtuviera una impresionante victoria en guerra espiritual contra los 850 falsos profetas, luego de haber hecho descender fuego del cielo, y haberlos degollado.
¡Se imaginan lo victorioso que se debe haber sentido! Incluso le dijo al rey:"Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye." Y como había dicho: Una lluvia grande cayó. Y la mano de Jehová estaba sobre Elías, el cual salió y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel. Ahora bien: Elías pensaba que a partir de ese momento iba a tener un poco de descanso. El rey lo iba a temer y el pueblo buscaría a Dios.
Pero no tuvo ningún descanso. Y para su sorpresa, la reina Jezabel, juró matarlo. De hecho, Elías necesitada descanso para renovar sus fuerzas. Sin embargo, antes que pudiera hacerlo, Jezabel lo amenazó. Por eso, el profeta dijo: "Basta ya, oh Jehová, quítame la vida."
Elías no tenía temor por su vida. No dijo eso porque tenía miedo a la muerte. Debe entender su situación. Incluso antes de subir al cielo, al amor y el anhelo de Elías por el Dios Trino fue intenso. Cuando Elías llegó a conocer la misión de Dios Hijo, su anhelo por el Señor llegó a ser aún más ferviente y llegó a confesar: "Haré todo lo que me pidas. Mi Señor."
Entonces, Elías aceptó la tarea de volver a esta tierra y preparar el camino al Señor. Volvió a este mundo, como Juan el Bautista. Y fielmente cumplió con su deber de preparar el camino al Señor, muriendo como un mártir.
La tercera característica de la Bondad de Elías fue que cuando regresó a este mundo como Juan el Bautista cumplió con la misión que Dios le había dado de preparar el camino al Señor.
Esta tercera cualidad de la bondad de Elías es esencial para quienes vivimos en estos días finales y anhelamos el regreso de nuestro Señor.
Oro en nombre del Señor para que este mensaje se haga vida y poder en cada uno de ustedes y lleguen a ser hijos preciosos para Dios como lo fue el profeta Elías.
Estimado Público:
En la última prédica, les explique cómo Elías, quien había sido llevado vivo al cielo, pudo nacer otra vez en este mundo.
En el momento en que fue concebido el nuevo ser que había sido preparado para Elías, Dios envió el espíritu de vida que contenía el corazón de Elías. Así como el hijo hereda las características de sus padres, Dios escogió una pareja que, en ese tiempo, tenía el más alto nivel de bondad.
Cuando todo lo físico de la concepción se cumplió, entonces, Dios envió el espíritu de vida a ese cuerpo. A través de ese proceso, Dios puso el corazón de Elías en el espíritu que envió al cuerpo de esa nueva vida. Por ello, a través de ese espíritu en el que Dios había soplado el corazón de Elías, la naturaleza del profeta iba a ser revelada.
Así como una nueva vida es concebida por medio de la unión del espermatozoide y del óvulo, ese nuevo ser también contiene las características hereditarias de los padres. Ahora bien: Ninguna maldad debía entrar en la naturaleza del embrión que iba a dar vida a Juan el Bautista. Por eso, Dios hizo que Juan el Bautista naciera de unos padres que es esa época eran considerados justos e irreprensibles.
No obstante, una cosa que deben entender es que el Elías que estaba en el cielo no desapareció. Una parte del corazón de Elías se trasmitió a Juan el Bautista.
Hermanos: Elías está en el cielo. Cuando Juan el Bautista murió como mártir, su espíritu fue al cielo y volvió a ser uno con el espíritu de Elías. El Dios Trino: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo pueden dividir Su espíritu.
El espíritu del hombre no puede dividirse. El ser humano tiene un solo espíritu. Pero el corazón del hombre es diferente. Dios hizo que el corazón de Elías se dividiera en 2. Me explico Hermanos:
Suponga que está viendo televisión y al mismo tiempo está comiendo algo. Puede hacer ambas cosas. Lo hace porque su corazón está enfocado en ambas acciones.
También, puede separar sus pensamientos. Algunos tienen la capacidad de separar sus pensamientos dirigiéndolos hasta en 3 direcciones. Pero no pueden hacerlo en más. Otros no lo hacen en forma correcta.
En resumen: Su corazón puede enfocarse en 2 o hasta en 3 direcciones. Les doy un ejemplo: Imagine que tiene mucha hambre y que delante suyo hay muchos deliciosos manjares. El hermano que ora por los alimentos se demora mucho en la oración. En ese momento, ustedes están escuchando la oración, pero por su mente, al mismo tiempo, vienen diferentes pensamientos. Y quisieran que la oración terminara pronto. Díganme AMÉN si me están entendiendo.
Queridos Hermanos:
Hoy les voy a explicar cómo Elías, luego que fue llevado vivo al cielo, regresó a esta tierra como Juan el Bautista.
Los padres de Juan el Bautista fueron el sacerdote Zacarías y su esposa Elizabeth. Lucas 1:6 no dice de ellos "Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor."
Algunos mal interpretan este versículo diciendo que la Biblia señala: "No hay justo ni uno." Alegan que aun cuando nuestro Señor tajantemente dijo que no había ni uno justo hay algunos que se autoproclaman justos. Lo dicen porque todo lo entienden de acuerdo a su punto de vista y todo lo critican. Todos ustedes deben saber por qué la Biblia menciona que no hay ni uno justo.
La pregunta es: ¿Realmente no hay ni uno justo? Hermanos: Ha habido personas justas y rectas. Podemos encontrar muchas, incluyendo a Noé y Abraham, entre otros. El sacerdote llamado Zacarías y su esposa Elizabeth ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
Si Hermanos. Dios los consideraba justos. Ninguno debe mal interpretar esto, diciendo porqué alguien se atreve a autoproclamarse justo, si la Biblia dice que no hay justo ni uno. Deben comprender la Biblia como un todo o unidad. ¿Por qué, entonces, la Biblia dice que no hay justo ni uno? Ustedes saben la razón. ¿Verdad?
Cuando nace, usted hereda las características de sus padres, incluyendo su naturaleza pecaminosa. Por eso, se le transmite el pecado original. Y en el transcurso de su vida, usted comete pecados propios. Por ello, la Biblia dice que no hay justo ni uno.
Sin embargo, luego de nacer cada persona se diferencia de la otra. Y con el paso del tiempo, algunos se vuelven malvados y otros buenos. La diferencia la hacen los padres y el entorno en el cual han crecido y se han desarrollado.
Si sus padres han sido buenos y le han enseñado la palabra de verdad, podrá con mayor facilidad extirpar toda pequeña maldad que pudiera haber heredado. Lo podrá hacer más fácilmente que otros.
Si desde bebé solo se le ha enseñado cosas buenas, la Palabra y los mandamientos de Dios, todo lo que tiene que hacer para santificarse es echar fuera toda pequeña maldad que quede dentro de usted. Entonces, ya no tendrá maldad. Y al no tener maldad, Dios lo considerará justo.
Si Hermanos: No hay justo ni uno. Pero podemos cambiar y llegar a ser justos por la Palabra de Dios. Podemos llegar a ser justos por fe. La Biblia nos dice que con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Si cree con el corazón, no sólo andará en la luz y guardará los mandamientos, sino también echará fuera todo pecado y toda forma de maldad, Entonces, será justo y podrá confesar con sus labios que Jesús es el Señor y será salvo.
Si cree con una fe sólo de conocimiento o sólo con su mente, no llegará al nivel de la justicia, ni tampoco podrá ser llamado justo. Esa fe, es una fe muerta y es como no tener fe. Con este tipo de fe no podrá ser salvo.
Volviendo al mensaje: Zacarías y su esposa Elizabeth andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor." No obstante, Elizabeth era estéril y ellos no tenían hijos aun cuando eran de edad avanzada.
Entonces, el arcángel Gabriel se le apareció a Zacarías y le dijo que pronto iban a tener un hijo.
Lucas 1:13-17 cita "Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
Poco tiempo después, Elizabeth quedó embarazada y dio a luz un niño tal como el ángel lo había anunciado. Hermanos: Hoy en día muchos dan su testimonio que me he aparecido en sus sueños y he orado para que Dios los bendiga. Y luego han sido bendecidos.
Si. Dios hizo que su esposa Elizabeth resultara embarazada y diera a luz un niño.
Se imaginan lo fielmente que deben haber criado a este niño, recordando siempre las palabras del arcángel Gabriel. Ambos tenían un buen corazón y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Juan el Bautista fue educado por ellos. Podemos imaginar la manera tan perfecta en la que criaron a su hijo.
Lucas 1:80 señala "Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel."
Elías era débil en ciertos aspectos. Pero, luego de finalizar su ministerio en la tierra y ser llevado vivo al cielo, llegó a conocer todo. Por ello, ya no tuvo temor de nada. Se volvió fuerte y valiente.
Este corazón fuerte y valiente de Elías es el que se transmitió al corazón de Juan el Bautista. Por eso, Juan el Bautista fue diferente a Elías. Me estoy explicando Hermanos.
El arcángel profetizó que el niño iría delante del Señor con el poder y el espíritu de Elías. Al decir que Juan el Bautista "viviría en lugares desiertos" significa que iba a vivir una vida separada del mundo. Sus padres sabían quien iba a ser este niño; y por ello le enseñaron a vivir en "lugares desiertos" apartado del mundo, para no contaminarse.
Fue lo mismo con nuestro Señor. Desde que nació, la Virgen María y su esposo sabían quien iba a ser Jesús. Lo habían oído, también, a través del ángel del Señor y por las profecías de Elizabeth, madre de Juan el Bautista. Todo eso lo guardaba María en su corazón.
Ella había recibido varias señales que le habían permitido saber quien era Jesús. Cuando Jesús nació en un establo, 3 magos vinieron del oriente a adorarlo. Además, unos pastores le habían dicho que ángeles habían anunciado que en la ciudad de David, había nacido un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Por eso, la Virgen María y José ya sabían esto muy bien. Dios los guió paso a paso. El ángel del Señor los hizo huir hacia Egipto y luego les hizo saber que el rey que había tratado de matar al bebé ya había muerto. Tal vez alguno se pregunte: ¿Por qué José –sabiendo quién era Jesús- le había enseñado el oficio de carpintero? Jesús nuestro Señor tenía que dedicarse a preparar Su ministerio público y cumplir la providencia de Dios. José nunca le enseño la labor de carpintería a Jesús.
Actualmente, la mayoría de pastores enseñan a su congregación que Jesús aprendió de José el oficio de carpintería y le ayudó en su trabajo.
Anteriormente yo también les había enseñado esto porque lo aprendí antes de establecer esta Iglesia. Sin embargo, por revelación, Dios me hizo conocer la verdad. La Virgen María jamás hubiera tratado en forma inadecuada a Jesús ni se hubiera dirigido a Él de manera indebida. Tampoco José lo hubiera hecho.
Jesús siempre iba a orar a una montaña cerca de su casa para prepararse para Su ministerio. Y esperaba el tiempo que Dios había determinado para Él. Escudriñaba las Escrituras y oraba constantemente. Y –repito- esperaba el tiempo destinado por Dios.
Juan el Bautista vivió en lugares desiertos y estuvo separado del mundo. Por ello, tuvo una constante comunión espiritual con Dios y sabía exactamente cuando debía manifestarse a Israel. La pregunta es: ¿Sabía Juan el bautista que era Elías?
Cuando se le preguntó a Juan el Bautista si era Elías, él responde en Juan 1:21 "No soy." Juan no tenía idea que era Elías. Es porque cuando recibió el espíritu de vida que contenía el corazón de Elías, todo ello se nubló debido a las características hereditarias provenientes de sus padres.
En el caso de Jesús, como el corazón del Señor era el Espíritu Mismo, y como no había recibido ninguna influencia heredada de sus padres, Jesús desde muy temprana edad claramente sabía Su identidad y el propósito por el cual había venido a este mundo. Sabemos esto debido a un incidente que ocurrió cuando Jesús tenía 12 años.
Recuerdan hermanos: Jesús tenía 12 años. Y la Virgen maría y José lo llevaron a Jerusalén conforme a la costumbre de la Pascua judía. Por una distracción, Jesús se quedó en Jerusalén y pocos días después al regresar lo encontraron en el Templo. Cuando la Virgen María le dijo que habían estado afligidos buscándolo, el Señor respondió: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?"
Les cuento como fue: Al regresar ellos, acabada la fiesta, Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. Pensaron que estaba entre los parientes y conocidos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles.
La Virgen María le preguntó: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Jesús, quien tenía sólo 12 años de edad, les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Me explico Hermanos: Jesús les preguntó a sus padres porqué lo estaban buscando aun cuando sabían quien era Él. No los rechazó sino los ayudó a entender mejor todo.
En tanto Jesús sabía claramente quién era desde muy temprana edad, Juan el bautista no lo sabía. Apenas tenía conciencia de la clase de vida que iba a vivir porque el corazón de Elías estaba en el espíritu de Juan el Bautista; es decir, estaba en su corazón. Y mientras vivía una vida apartada del mundo y en constante comunión con Dios, Juan el Bautista llegó a entender su misión. Esperó el tiempo en el que debía de manifestarse a Israel y poco a poco entendió en su corazón lo qué debía de proclamar y lo que debía de hacer.
En Mateo Mateo 3:4 leemos que Juan el Bautista hace su pública aparición. Y cita la el pasaje: "Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre."
A fin de cumplir fielmente su deber de preparar el camino para el Señor, Juan el Bautista, vivió una vida solitaria y de domino propio.
Aun cuando no había entendido completamente quién era, Juan el Bautista vivió una vida apartada porque entendió, al menos en forma vaga, por qué había venido.
Y cuando su tiempo llegó, proclamó: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Y predicó el bautismo de arrepentimiento.
Al respecto, Mateo 3:5-6 señala Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
Hermanos: El pueblo no solo era bautizado. Cuando Juan los bautizaba en el río Jordán, ellos confesaban sus pecados.
Las profecías de Dios cesaron momentáneamente luego del profeta Malaquías. Después de 400 años apareció Juan el Bautista proclamando la voluntad de Dios. Por ello, el pueblo lo buscaba, como busca el ciervo la corriente de las aguas.
Escucharon la voz de Juan el Bautista, se arrepintieron y recibieron el bautismo para perdón de pecados. En Lucas 3:15 leemos lo siguiente "Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo."
En el siguiente versículo 16, Juan le responde a la multitud: "Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego."
Juan ciertamente sabía que su misión era preparar el camino al Señor y no fue más allá de esos límites.
Se imagina el anhelo tan ferviente que sentía Juan el Bautista por el que iba a venir que decía: "El que viene tras mí, es más poderoso que yo."
Para el pueblo, Juan era un gran profeta de Dios. Y luego de haberlo escuchado decir que no era digno de desatar la correa de sus sandalias, ya se pueden imaginar la gran expectativa que había por ver a Aquel más poderoso quien iba a venir.
Las cuerdas de las sandalias son similares a los actuales pasadores de los zapatos. El pueblo ciertamente se preguntaría: Quién podría ser ese gran hombre ante el cual Juan mismo se humillaba, llegando incluso a decir que no era digno de desatar las cuerdas de sus sandalias.
Y mientras Juan el Bautista preparaba el camino al Señor; y el tiempo de Dios para Su escogido llegaba, Jesús inició Su ministerio. Entonces, muchos de los que seguían a Juan ahora comenzaron a seguir a Jesús.
Sobre esto, Juan 3:26 nos narra lo que dijeron los discípulos de Juan: "Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él."
Se han preguntado qué pasaba por la mente de Juan en ese momento. ¿Creen que se hubiera sentido desconsolado? Y habría dicho: "Que triste. Ya termino mi tiempo." ¿Creen que se hubiera sentido decepcionado?
Cuando Juan bautizaba para arrepentimiento, muchos lo consideraban un gran profeta, salían a buscarlo y eran bautizados por él confesando sus pecados. No obstante, tan pronto Jesús inició Su ministerio, el pueblo se juntaba alrededor del Señor. ¿Creen que eso habría frustrado o descorazonado a Juan?
El pasaje de hoy en Juan 3:28-30 describe muy bien el corazón y la actitud de Juan. Y cita la Escritura: "Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo mengue."
Es decir; Juan reprendió a sus discípulos, meditó en su misión y verdaderamente se regocijó cuando Jesús empezó Su ministerio. No podemos hallar un solo rastro de egoísmo o arrogancia en Juan, sino sólo su amor espiritual por el Señor y su gozo en la verdad.
El amor de Juan el Bautista por el Señor permaneció igual incluso luego que lo encarcelaron y lo ejecutaron como un mártir. Dios considero justo y bueno a Juan el Bautista por haber cumplido fielmente con la misión de preparar el camino al Señor.
Hermanos:
Estamos viviendo los días finales y todos los cristianos tenemos el deber de preparar el camino al Señor quien vuelve pronto. Así como Juan el Bautista preparó el camino al Señor para quienes creyeron que Jesús es el Cristo; cada uno de nosotros debemos guiar un alma más a creer en Jesucristo y prepararnos para encontrarnos con nuestro Señor cuando regrese.
Para esto, Dios nos ha asignado deberes específicos, en especial, a la Iglesia Manmin. Cuando cumplamos todos unidos en un solo corazón, estas tareas, esto será haber preparado el camino al Señor.
Difundir el evangelio a todo rincón de la tierra y cada paso que demos para llevar a cabo la construcción del Gran Santuario, ambas tareas están directamente relacionadas con la salvación de las almas.
Por ello, todas las dependencias de la Iglesia así como todos los hermanos deben cumplir fielmente con su deber: En otras palabras: La Iglesia como un todo debe cumplir con su misión. Por eso, recuerden que cumplir con su labor es sinónimo de preparar el camino al Señor. Incluso si no tiene una tarea específica señalada, todos- repito- todos los creyentes tienen el deber de predicar el evangelio y ser sal y luz en el mundo.
Y déjeme decirle que estas no son tareas sin importancia. No importa la labor que se le ha asignado, si cada uno cumple fielmente su trabajo de la misma forma que lo hizo Juan el Bautista, habrá preparado el camino al Señor.
Si no es fiel en cumplir sus deberes, es porque su corazón se ha vuelto arrogante. O es porque se ha desviado de su propósito original, buscando su propio beneficio debido a su egoísmo.
Debe ser humilde y no tener egoísmo en su corazón y sólo engrandecer y alabar al Señor tal como Juan el Bautista y así llegar a ser vasos precisos de honra para Dios.
Cuando hacemos algo que glorifica a Dios, Él nos exaltará aun más, Por ello, no debe buscar fama y honor. Con ello, no quiero decir que no debe esperar recompensas celestiales. Lo que quiero decir es que debe hacer todo sólo para la gloria del Señor con un corazón fiel sin ningún deseo egoísta de exaltarse a sí mismo.
De hecho, los hijos de Dios debemos buscar glorificar a Dios en todo lo que hacemos, sea en la forma que comemos, bebemos, hablemos, caminemos, etc. Debemos consagrarnos a Dios. Ninguno debe buscar satisfacer deseos egoístas personales o placeres carnales.
Más aún, si son siervos o líderes que prestan algún servicio en la Iglesia, deberían incluso poder ofrecer a Dios con sinceridad y agradecimiento todo derecho adquirido. Eso es tener en verdad un corazón grande.
Si realmente ama a Dios de todo corazón, debería pensar en cómo revelar más la gloria de Dios, en vez de pensar cuantas horas debe trabajar para el Señor. Este es el corazón de alguien que busca la gloria del Señor en vez de la suya propia.
Cuando se designa a nuevos líderes, si cada uno tuviera un corazón como el de Juan el Bautista, habría una paz sobre abundante en toda área de la Iglesia y podríamos glorificar más a Dios.
Deberá desear fervientemente que los mejores líderes sean elegidos para el reino de Dios y para gloria del Señor. Esto es diferente a no tener celo por el Señor o a haberse enfriado en su celo por Dios.
Una pregunta: ¿Cómo reaccionaría con "Bondad" un siervo si alguien menos capaz que él es elegido como líder? Cuando ayuda al líder a cumplir con su labor, sin decir a los demás lo que ha hecho, eso se considera verdadera bondad.
En toda organización humana hay un orden que se debe mantener: En el hogar, en el trabajo, en el país. Incluso en el colegio, el subdirector y los profesores, respetan al director.
Si un padre no es bueno y tiene fallas: ¿Acaso podrían sus hijos despreciarlo y negarlo? DE NINGUNA MANERA. De acuerdo al orden que hay en la familia, los hijos deben obedecer al padre y los hermanos menores a los mayores.
Es lo mismo en la iglesia. Los hermanos deben obedecer al líder designado por la iglesia. Ningún hermano debe desobedecer al líder. Si lo hace. ¿Cómo podría funcionar la Iglesia? Ninguna familia, empresa, ni país podría permanecer firme.
Si no obedece, es porque es arrogante y no respeta el orden ni guarda la paz. Finalmente Dios se enojará. Si tiene un buen corazón y es maduro en la fe, jamás se sentirá incomodo o disgustado si un siervo con menos capacidad o experiencia ha recibido mayor reconocimiento que usted por su labor. No tendrá celos incluso si un siervo es más amado y es más popular que usted. Todo lo contrario, se regocijará con él porque tiene el corazón de un padre.
Esto es exactamente lo que siento cuando envió a los pastores a realizar cruzadas de sanidad. Oro por ellos para que puedan superar con fe toda prueba. Y es porque sé que los malvados odian la luz y aborrecen cuando el poder de Dios se manifiesta. El diablo podría interferir y causar dificultades.
Me gozo y doy gracias a Dios de todo corazón cuando esos pastores glorifican a Dios en esas campañas. Jamás he pensado que han hecho todo eso gracias a que han usado el pañuelo sobre el cual he orado.
Más bien, he sido agradecido a Dios por el poder que han manifestado y he deseado que más pastores posean ese poder de sanidad. Más aún, he dado la gloria sólo a Dios por los extraordinarios milagros, que Dios ha manifestado a través de la Iglesia Manmin, iguales a los descritos en la Biblia. Jamás he querido exaltarme a mi mismo. Mi único y solo deseo es darle toda la gloria a Dios.
En Juan 14:12 Jesús nos dice: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Hasta el día de hoy he corrido la buena carrera de la fe aferrándome firmemente a la Palabra. Dios ha manifestado prodigios y milagros extraordinarios. Pero jamás me he irrogado esas obras como si fueran mías.
Por 7 años sufrí terribles enfermedades y estuve al borde de la muerte. Y sé muy bien que si estoy hoy aquí parado delante de ustedes es sólo y únicamente porque Dios tuvo misericordia de mí y porque el Señor Jesucristo me limpió de todos mis pecados con Su preciosa sangre.
Jamás he pretendido quedarme con algo de la gloria de Dios. Siempre he dicho que toda la gloria es para el Señor Jesucristo y para Dios.
A Dios le ha agradado la sinceridad de mi corazón. Y Él hará aun mayores maravillas en esta Iglesia.
Termino el mensaje:
Amados Hermanos y Estimado Público
En Mateo 11:11 Jesús nos dice De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
Este versículo nos menciona la diferencia entre el espíritu y la carne. No podemos comparar a Elías, estando en carne en este mundo, con alguien en el cielo.
Pero ahora ya deben saber por qué Jesús dijo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista. Quiso decir que Juan el Bautista es el mayor entre toda la creación.
Las revelaciones de Dios son todas exactas. Infinidad de veces han visto lo exactas que han sido las profecías que Dios me ha dado. A través de esas revelaciones, les he explicado quien es el mayor en el reino de los cielos. A ver Hermanos: ¿Quién es el mayor de todos en el reino de los cielos?
Este versículo nos da la respuesta. Juan el Bautista; es decir, Elías ha sido el mayor entre todos los que han nacido por la unión de un hombre con una mujer. Él fue el mayor entre los que han nacido de mujer en esta tierra. Y por ello ha ocupado el lugar de mayor honor en el reino de los cielos.
En el Antiguo Testamento, como Elías, fue perfecto ante Dios y fue llevado vivo al cielo; y en el Nuevo Testamento, como Juan el Bautista, cumplió en forma completa su misión de preparar el camino al Señor y además murió como mártir del evangelio. ¿Se imaginan la gran recompensa que tendrá en el cielo?
Solo un ser humano cumplió fielmente su misión dos veces tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y alcanzó el perfecto espíritu. Durante estas 3 últimas predicas, les he compartido la razón por la que Dios eligió a Elías.
Elías tuvo el más alto nivel de bondad: Vivió en paz con todos y se despojo de todo su EGO, demostrando su amor por Dios con hechos y en verdad. Y con constancia y fidelidad cumplió su misión y propósito.
Si realmente anhela el regreso del Señor, le animó a obedecer y a vivir cada día de su vida hasta el retorno de nuestro Señor, de acuerdo a la Palabra de Dios revelada en esta serie de mensajes sobre "Bondad."
Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que cada uno de ustedes se dedique en forma completa a preparar el camino al Señor y así lo puedan recibir con honor y gloria y permanezcan junto a Él en eterno gozo.
AMEN