• Oración Ferviente - Devocional de los Devotos de Oración

    [Santiago 5:16]

    31-05-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Santiago 5:16
      "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho".

      Este es el Servicio Devocional 2009 de los Devotos de Oración.
      Démosle gracias y Gloria a Dios el Padre quien nos ha bendecido para que podamos realizar este servicio devocional. Agradezco también a todos los devotos quienes se han preparado para este servicio con todo su corazón, mente y alma.
      Amados devotos,
      Dios el Padre nos ha dado el mensaje titulado "Oración Ferviente".
      Devotos, por favor repitan después de mí: "Oración Ferviente".
      ¿Oran ustedes fervientemente?
      Ustedes, devotos presentes, son los devotos de la oración quienes claman en oración día y noche.
      Entonces, ¿cuál es la razón por la que Dios el Padre nos ha dado el mensaje con este tema?
      Es para que ustedes examinen nuevamente qué tipo de aroma de oración están ofreciendo a Dios en calidad de devotos de oración.
      Siendo devotos de la oración me gustaría que examinen si están ofreciendo a Dios devoción verdadera, si tienen o no un muro de pecado interponiéndose entre Dios y ustedes, y cuán fragante es el aroma de la oración que están ofreciendo a Dios.
      Al iniciar este servicio devocional anhelo que ustedes sean devotos de oración de los cuales Dios el Padre esté complacido.

      Mensaje

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, y demás miembros de la iglesia,
      ¿Qué es la oración ferviente?
      Es la oración levantada ante Dios en plenitud e inspiración del Espíritu Santo, y ofrecida en acuerdo a la voluntad de Dios.
      La segunda parte de 1 Corintios 2:10 dice: "porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios".
      Romanos 8:27 dice: "Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos".
      El Espíritu Santo conoce bien lo que Dios el Padre anhela en realidad en cada situación.
      Él conoce bien en qué momento usted debe orar, aquello por lo que debe orar, y la forma en la que debe orar. Por lo tanto, usted puede orar de acuerdo a la voluntad de Dios si usted recibe la guía del Espíritu Santo.
      Dios aceptará con gozo la oración que está en acuerdo con Su voluntad.
      Si Dios está complacido, ese gozo se transmitirá a través del Espíritu Santo al corazón de aquel que está orando.
      Entonces, el que está orando será lleno con mayor plenitud e inspiración del Espíritu Santo.
      El corazón y cuerpo de aquella persona serán puestos en llamas por el Espíritu, y rebosarán de felicidad y gozo.
      Aquella oración es una "oración ferviente".
      Si usted se ha adentrado en lo espiritual podrá ser lleno con la plenitud e inspiración del Espíritu Santo con tan sólo concentrarse en la oración por un tiempo corto.
      Entonces usted podrá ofrecer una oración espiritual y ferviente a Dios, que sea aceptable ante Él.
      ¿Significa eso que usted no puede ofrecer una oración ferviente antes de adentrarse en lo espiritual?
      ¡Por supuesto que no!, usted sí puede hacerlo.
      Yo anhelo que ustedes mantengan en mente los siguientes tres aspectos de modo que puedan ofrecer oraciones espirituales y fervientes.
      Primero: No debe orar con sus propios pensamientos.
      Será difícil recibir la plenitud del Espíritu si ora con sus propios pensamientos.
      Solamente cuando esté lleno del Espíritu Santo podrá ofrecer una oración de acuerdo a la voluntad de Dios por medio de la guía del Espíritu Santo.
      Pero si usted ora con sus propios pensamientos, estará orando según sus propios deseos.
      Usted hará su oración de acuerdo a su propia voluntad diciendo: "Deseo que Dios me responda de este modo. Espero que Dios me bendiga de esta manera".
      Supongamos que usted está orando por la situación económica de la iglesia.
      Permítame hacer la comparación entre la oración con nuestros propios pensamientos y la oración de acuerdo a la voluntad de Dios.
      Primero: se trata de una oración que se hace con nuestros pensamientos.
      Usted quizás planifique mentalmente, con sus propias ideas, la manera en que la iglesia debe recibir su bendición financiera.
      "Cierto jefe de tal corporación tiene esta o aquella enfermedad. Si tan sólo viniese a la iglesia podría recibir sanidad por medio de la oración. Hay otra autoridad que tiene este otro problema. Que él también venga y reciba la solución a su problema. Y de este modo la iglesia tendrá millones de dólares en ofrendas".
      Este es un tipo de oración que se levanta en nuestros propios pensamientos.
      Por supuesto, la voluntad de Dios para los reyes de las naciones es que lleguen a experimentar el poder de Dios y que estén dispuestos a ayudar a nuestra iglesia.
      Pero no nos corresponde decidir quién debe venir en qué momento y en qué manera mientras oramos.
      ¿De qué manera debemos orar?
      Primero: debemos recordar la Palabra de Dios el Padre acerca del fluir abundantes y de la bendición financiera.
      Es correcto que los reyes de las naciones experimenten el poder de Dios y que de esa manera se cumpla Su promesa.
      Pero no podemos tratar de decidir, de acuerdo a nuestros pensamientos, el momento en el tiempo ni la manera en que algo debe suceder.
      Debemos orar que todas las cosas se den cuando Dios lo desee y de acuerdo a Su voluntad.
      Asimismo, debemos orar pidiendo que Dios el Padre nos guíe hacia Su voluntad recordando que Él es nuestro pastor.
      Usted debe orar que todo sea hecho de acuerdo a la voluntad del Padre porque Él es el único que sabe quién vendrá y en qué momento.
      Además, aquellos que oran con la inspiración del Espíritu Santo se darán cuenta de la voluntad de Dios en los asuntos financieros.
      Es decir, se darán cuenta del tipo de bendiciones espirituales que Dios desea darnos a través del proceso por el cual se reciben las bendiciones económicas.
      El principio espiritual nos dice que todas las cosas irán bien y que tendremos salud así como prospera nuestra alma.
      Por tanto, usted debe darse cuenta de que lo que Dios anhela en realidad es el crecimiento de la fe y la santidad del corazón de los miembros de nuestra iglesia, y que oremos en acuerdo.
      Si usted ora con la inspiración del Espíritu Santo podrá hacerlo de acuerdo a la voluntad de Dios en cualquier petición de oración.
      Pero si usted ora de acuerdo a sus propias ideas, quizás ore por algo muy diferente a la voluntad de Dios.
      Siendo así sus oraciones no tendrán un olor grato y aceptable ante Dios, y le será difícil recibir la plenitud del Espíritu.
      También le será difícil ofrecer una oración espiritual y ferviente.
      Es por esto que anhelo que ustedes no ofrezcan una oración parcial, solamente con sus propias ideas, sino que oren en un solo sentir con el Espíritu Santo.
      En Mateo 18:19 leemos: "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos".
      En este verso, al decir "si dos de vosotros" se refiere a la persona que está orando y al Espíritu Santo en esa persona.
      De modo que si usted ora mientras está en unión con el Espíritu Santo, siguiendo Su dirección, significa que ambos están orando en acuerdo.
      ¡El poder de esta "oración en acuerdo" es realmente grandioso!
      Dios el Padre cumplirá todo aquello que se está pidiendo en oración.
      Yo anhelo que no solamente los devotos de oración, sino todos los miembros de la iglesia, oren en acuerdo con el Espíritu Santo de modo que puedan recibir todo lo que pidan en oración.
      Amados devotos y demás miembros de la iglesia,
      Para poder orar de manera espiritual y ferviente:
      Segundo: Debe desechar la maldad del corazón.
      Ustedes escuchan en cada servicio devocional que se debe orar de acuerdo a la voluntad de Dios solamente luego de desechar la maldad del corazón.
      Al hablar de maldad en el corazón no me refiero a algunas de las cosas malas que permanecen en aquellos que corren hacia la santificación, pues quienes lo hacen pueden se dan cuenta de ello y se arrepienten de corazón.
      Aunque no son santificados por completo, ellos no tienen muros de pecado contra Dios.
      Pero, aunque la maldad se revela en lo exterior, existen algunos que ni siquiera se dan cuenta de ella.
      Por ejemplo, ellos quebrantan la paz por causa de su propia justicia. O se quejan de la iglesia, o de sus líderes, o guardan rencor en sus mentes.
      Si una persona a quien consideran menor que ellos recibe reconocimiento, ellos se desalientan y se quejan.
      También critican y juzgan a quienes han recibido reconocimientos, o se desaniman y pierden su entusiasmo, aunque no hablen de ello.
      Todos estos pensamientos de la mente, las palabras de sus labios, y los hechos de su comportamiento son causados por la maldad.
      Aunque tienen tales cosas tan malas, ellos no se dan cuenta. Cuando oran con tanta maldad en el corazón, aquella oración no puede ser aceptada por Dios.
      No debería existir ningún devoto de oración que caiga en esta categoría.
      Pero el problema está en que piensan que se han liberado de la maldad, mientras aún tienen maldad en ellos.
      Asimismo, debido a que continúan orando con tanta fuerza en lo físico, piensan que tienen confianza ante Dios.
      Pero al quebrantar la paz en cualquier momento por insistir en la propia justicia, es necesario darse cuenta de que se trata de gran maldad.
      Si usted ora simplemente dentro de su marco de pensamiento sin darse cuenta de la maldad, aquella oración no será aceptable ante Dios.
      Proverbios 15:29 dice: "Jehová está lejos de los impíos; pero él oye la oración de los justos".
      Proverbios 15:8 dice: "El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo".
      En el Salmo 66:18 leemos: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado".
      Por lo tanto ustedes, devotos de oración, deben esforzarse aún más por desechar toda maldad del corazón, más que los miembros comunes.
      Si ustedes oran con maldad en su corazón, su oración será inútil, sin importar por cuánto tiempo han orado.
      El rol de los devotos de oración en nuestra iglesia es muy importante.
      La oración de ustedes, la cual es un clamor de día y noche, ha sido de gran fortaleza desde el inicio de esta iglesia hasta este momento de gran crecimiento.
      Pero hay cosas más importantes delante de nosotros.
      Ustedes deben ofrecer oraciones con aroma intachable para poder recibir la promesa en dirección a los tiempos finales.
      Es por eso que Dios mismo ha escogido a algunos de ustedes para que puedan orar de manera más específica.

      Asimismo, les ha dado la libertad de escoger otro camino diferente al de la oración en caso de que se hayan sentido no calificados lo suficiente.
      Ahora que ha pasado cerca de un año y medio, ¿cuánto han anhelado la santificación y han desechado la maldad del corazón?
      Ustedes no deben tener envidia, celos, ni deben juzgar con maldad.
      Ustedes no deben insistir en su propia justicia, causando dificultades a los demás, y quebrantando la paz.
      Ustedes son devotos de oración, y deben ofrecer un buen aroma de oración.
      Si oran como lo hacen los nuevos creyentes, será algo embarazoso ante Dios.
      Si ustedes confiesan palabras negativas sin pensar, o si dicen mentiras como aquellos que no son creyentes, crearán un gran muro de pecado.
      Por lo tanto, les animo a que circunciden sus corazones diligentemente y a que se despojen de toda forma de maldad.
      Anhelo que toda su fidelidad en la oración de día y de noche se eleve ante Dios con un aroma perfecto.
      Amados devotos,
      Para poder orar fervientemente:
      Tercero: Deben orar con amor perfecto hacia la iglesia, el pastor, y las almas.
      Como devotos de oración, ustedes siempre deben orar por la iglesia, por el pastor, y por las almas.
      ¿Existe alguien entre ustedes quien ora con un sentir de que es una obligación?
      ¿Hay alguien que ora como lo es usual solamente para cumplir con una responsabilidad?
      Por ejemplo, cuando usted ora por su pastor, debe hacerlo con amor por él y con un deseo sincero de que él cumpla con todas las promesas de Dios para los últimos tiempos.
      Pero mientras ora por su pastor, por favor examine si su mente se encontraba pensando en otras cosas y si sus labios estaban recitando una oración de memoria.
      ¿Qué sucede si usted no tiene amor o un corazón sincero en oración por su pastor?
      ¿Está usted orando por alguna cosa totalmente diferente cuando se supone debe estar orando por su pastor?
      Usted debe creer en su corazón que la promesa de Dios para el pastor se cumplirá, por eso debe orar fervientemente.
      Pero si usted ora con falta de fe, entonces sus oraciones no tendrán un aroma que llegue hasta Dios.
      Lo mismo sucede con las oraciones por la iglesia y por las almas.
      Ustedes no deben orar como una simple repetición, sino que deben orar por la iglesia y por las almas con gran fe en sus corazones y con gran amor por las almas.
      La tarea de ustedes como devotos de oración es la de cumplir con la medida de oración del pastor en su lugar.
      Por tanto, cada vez que oran, deben hacerlo con el mismo corazón del pastor.
      Por ejemplo, cuando oran por las almas, ustedes deben tener el corazón del pastor, quien anhela guiar a un alma más hacia la salvación.
      Ustedes deben tener el corazón del pastor quien no desea que su rebaño sea tentado o que cometa pecados nuevamente en este mundo lleno del pecado.
      Me gustaría que ustedes oren con el corazón del pastor quien está sosteniéndose de Dios tan desesperadamente con tal de llevar a la salvación a un alma más, aunque él mismo tenga que morir.
      Sucede lo mismo con todas las obras de la iglesia.
      Anhelo que ustedes puedan tener el deseo al igual que el pastor, quien solamente anhela poder dar gloria a Dios en todas las cosas.
      Si ocurre cualquier cosa que no le agrada a Dios, aun si es algo insignificante, yo les animo a orar con gran vergüenza ante Dios.
      Esto también sucede con la construcción del santuario.
      ¿Cuán perfecta es la fe con la que ora por ello?
      ¿Ora usted simplemente deseando que ojalá todo salga bien?
      Anhelo que ustedes crean que el Padre ya lo ha cumplido, y que aquello por lo que creemos en fe, será revelado en la realidad.
      Si ustedes aman al Padre, considerarán la construcción del edificio de la iglesia como si fuese su casa propia, y orarán con mucho amor y esfuerzo.
      Al orar con todo su corazón todas las oraciones tendrán el aroma perfecto y se elevarán ante Dios el Padre, sin importar el asunto de la oración.
      Ustedes recibirán la recompensa en proporción al aroma que han ofrecido en oración.
      Ya que ustedes se están preparando al mismo tiempo como devotos de oración, definitivamente deben desear levantar un aroma perfecto al 100% ante Dios.
      ¡Depende de ustedes!
      Depende de cuánta fe y amor ustedes tengan para orar por la iglesia, por el pastor, y por las almas con fe más perfecta y amor más profundo.
      Permítanme concluir este mensaje...
      Amados devotos y demás miembros de la iglesia,
      En este mensaje les he hablado acerca de tres maneras para orar fervientemente en espíritu.
      Primero: no se debe orar con nuestros propios pensamientos.
      Segundo: se debe desechar toda maldad del corazón.
      Tercero: se debe orar con un corazón perfecto por la iglesia, por el pastor, y por las almas.
      Si ustedes guardan estas tres cosas en mente y las practican, podrán orar en la gracia de Dios el Padre y con la dirección del Espíritu Santo.
      Podrán ofrecer un perfecto aroma de oración a Dios, el cual Dios el Padre aceptará con gozo.
      Su dedicación por el clamor en oración día y noche será almacenada con las recompensas celestiales.
      Ustedes saben bien que los devotos de oración tienen que concentrarse en la oración.
      Por eso, examinen si su mente está divagando en otro lugar o si están pensando en otras cosas en lugar de orar.
      Anhelo que ustedes, devotos de oración, siempre levanten las oraciones fervientes y espirituales que Dios desea.
      Yo clamo en el nombre del Señor que, al hacer esto ustedes reciban muchas recompensas y reconocimientos de parte de Dios el Padre.


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