[Salmo 141: 3]
14-06-2009 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje
[Salmo 141: 3]
"Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios."
. Dios Padre quiere derramar Sus bendiciones sobre Sus hijos.
Él es el Dios bueno que desea acercarnos Su misericordia y paz.
Él, en especial, ha proclamado este año como el "Año de Bendición", y está diciéndonos en detalle la manera en que podemos recibir esas bendiciones.
Él nos ha revelado en detalle cómo resolver nuestros problemas de base.
Ahora es mi anhelo que todos ustedes reciban bendiciones tanto espirituales como materiales.
Espero que ninguno de ustedes caiga en enfermedad o en pobreza económica, sino más bien, que cosechen 30, 60 y 100 veces más frutos de los que sembraron en fe.
La siembra no sólo encierra la ofrenda económica. También su servicio y las obras voluntarias les traerán bendiciones, sus almas prosperarán y tendrán salud física.
Pero todas las respuestas y bendiciones son entregadas conforme la justicia y el amor de Dios.
Es decir, Dios les dará las respuestas cuando la cantidad de sus obras de fe alcance la medida de la justicia de Dios.
La cantidad de obras de fe dependerá de la respuesta que esperamos recibir de Dios.
Sin embargo, algunas personas simplemente echan por tierra las obras que han estado acumulando.
En realidad, nadie quiere hacer eso.
Pero lamentablemente, la realidad es que muchas personas sí destruyen las obras que habían acumulado al no poder controlar sus bocas.
Claro está, si cometemos pecado, eso levanta un muro de pecado y así no podemos recibir ninguna respuesta ni bendición.
Mas aunque en realidad no cometamos pecado, en ocasiones, nosotros demoramos las repuestas y bendiciones debido a las palabras que salen de nuestras bocas.
Algunas palabras inapropiadas echan a perder las obras de obras de fe que habíamos acumulado.
Debemos continuamente edificar en la fe; sin embargo, entramos en un círculo vicioso de edificar y destruir una y otra vez.
Por eso, en este servicio, les compartiré un mensaje titulado "Pon Guarda a mi Boca".
Es mi anhelo que, a través de este mensaje, sean vivificados y fortalecidos, para que puedan recibir todas las respuestas y bendiciones que Dios Padre ha preparado para ustedes.
Principal
Amados hermanos y hermanas en Cristo, por favor repitan el titulo de este mensaje en voz alta, "Pon Guarda a mi Boca".
Un "guarda" es alguien que cuida y guarda algo". También eso puede significar una persona que trabaja muy duro en algún aspecto en particular.
Entonces, si ponemos guarda a nuestra boca, siempre podremos controlar nuestras palabras.
Pero Mateo 15:18 dice, "Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre."
Mateo 12:35 también dice, "El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas."
Por lo tanto, si ustedes están llenos del Espiritu, sólo estarían llenos de bondad, sin lugar a la maldad, y no tendrían necesidad de poner guarda a sus bocas.
De ese modo, ustedes tendrían dominio de ustedes mismos por completo, y así podrían controlar automáticamente las palabras que salen de sus bocas.
Serian capaces de decir las palabras apropiadas conforme el lugar, tiempo y oyente.
Pero debido a que queda algo de maldad en ustedes antes de que entren en el espiritu, es que deben poner guarda a sus bocas.
Incluso por más buenas que sean las palabras si no se las controlan, no edificarán ni glorificarán a Dios.
Asimismo, puede incluso haber en ustedes una buena intención cuando hablan, pero quizás quien los escuche no lo entienda del mismo modo.
Por lo tanto, los animo a que pongan guarda en sus bocas hasta tanto sean perfectos en espiritu.
Ahora bien, ¿qué significa "poner guarda a mi boca"?
Durante este tiempo, les voy a dar tres pautas y espero que las tengan presente.
Si ustedes recuerdan y prestan atención a estas tres pautas con cada palabra que dicen, entonces será como "poner guarda a sus bocas".
En primer lugar, no deberíamos decir nada que no fuera provechoso.
Hay palabras que no son provechosas ni para el que habla ni para el que escucha.
Todas las palabras que son mentiras a medias no son favorables. Tengan presente el par de ejemplos que voy a darles y cuídense de ellos.
Primer ejemplo, decir una mentira es una desventaja, y no sólo eso, resulta perjudicial tanto para la persona que la dice como para la persona que la escucha.
Decir una mentira es engañar a los demás, y eso hiere a quien escucha.
El oyente puede llegar a sufrir algún daño material o sicológico si cree que esa mentira es verdad.
El decir una mentira también perjudica a quien la dice.
El decir mentiras es una obra de la carne; y por lo tanto, es un pecado ante Dios también.
Por lo tanto, espero que ustedes no digan ni siquiera una mentirita, o que por tratar de ocultar algo, mienten.
"Respuestas Irrelevantes" son también palabras que inoportunas.
"Respuestas Irrelevantes" son respuestas que no tiene ninguna relación con la pregunta.
La persona que hace la pregunta no obtiene ninguna respuesta si se le da "respuesta irrelevantes".
Se puede seguir con una conversación sólo en el caso que la pregunta tenga una respuesta.
Especialmente, esto sucede con la consejería epiritual.
Para que el consejero pueda ayudar a la persona aconsejada, debe existir un claro entendimiento sobre el problema del aconsejado.
Porque cuando un consejero hace preguntas, y sólo obtiene respuestas irrelevantes, se hace muy difícil comprender el problema.
Resulta mucho más dificultoso para el aconsejado solucionar su problema.
Entonces, eso no sólo es una pérdida de tiempo para el consejero, sino que el aconsejado no logra resolver nada. ¡Eso es realmente inútil!
Espero que ustedes intenten cambiar el hábito de dar respuestas irrelevantes.
Ustedes pueden disminuir las respuestas irrelevantes con sólo escuchar atentamente a la otra persona.
En numerosos casos, ustedes dan respuestas irrelevantes porque no se concentran en lo que otra persona les está diciendo, sino más bien escuchan sus propios pensamientos.
El dar respuestas irrelevantes tampoco es un pecado tan grave, pero si es algo totalmente inútil y sin sentido.
Claro está, en ocasiones esas respuestas irrelevantes contienen mentiras o palabras que vuelcan la culpa sobre los demás.
Esas palabras son aún más indebidas ante Dios.
Es mi anhelo que recuerden minuciosamente lo inservibles que son las respuestas irrelevantes.
Incluso para los creyentes, las bromas o algunas expresiones populares del mundo tampoco tienen sentido.
El hacer una broma es decir o hacer algo para despertar la risa en los demás.
Las personas que hacen muchas bromas no pueden ser tomadas muy en serio.
Esas personas no parecen muy confiables; por lo tanto, se nos hace difícil compartirles algún secreto o encomendarles algún trabajo importante.
Es complicado para aquellas personas que les gusta hacer bromas y contar chistes vivir en el espiritu.
Por ejemplo, algunas personas hacen reír a otras avergonzando a una persona en particular y reírse de esa situación.
Si la persona burlada se enfada, los bromistas sólo dicen, "Era una broma nada más", y ni siquiera se lamentan por eso.
En el andar hacienda bromas, hay muchas exageraciones y cosas que no están realmente bien.
Todas esas palabras no están bien para los hijos de Dios que son santos.
Efesios 5:4 dice, "Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias."
Lo mismo sucede con las expresiones populares de este mundo. Se puede descubrir las tendencias de este mundo en esas palabras.
Cuando ustedes emplean esas expresiones, pueden llegar a ser influenciados por las costumbres mundanas.
Aunque esas expresiones puedan no contener significados malos, es mejor no pronunciarlas si realmente esperamos con ansia la Nueva Jerusalén.
Existe otra razón importante por la cual ustedes no deben emplear palabras inútiles ni sin sentido.
En Mateo 12:36, Jesús dijo, "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio."
Por supuesto, si ustedes se arrepienten, esas palabras sin cuidado ni sentido también serán perdonadas.
Mas el problema es que hay tantas palabras ociosas que ustedes dicen y que luego sólo se olvidan.
Es mi anhelo que ustedes se cuiden mucho más de decir tales palabras.
Los exhorto a que desarrollen el hábito de pensar antes de decir cualquier cosa, para que puedan determinar si lo que se va a decir es de provecho tanto para el que habla como para el que escucha.
Proverbios 10:19 también dice, "En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente."
Ahora bien, ¿cuáles vendrían a ser palabras de provecho para los hijos de Dios?
Efesios 4:29 dice, "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes."
Tal como la Palabra lo dice, las palabras provechosas son aquellas que edifican y dan gracia a quienes las escuchan.
Son palabras que glorifican a Dios, infunden fe y vida en los demás.
Anhelo que ustedes sean capaces de pronunciar esas buenas palabras todo el tiempo.
Otra cosa que deben recordar es que no deben involucrarse en conversaciones mundanas estando en la iglesia, ni siquiera en sus alrededores.
Espero que sólo mantengan conversaciones espirituales que sean de gracia y mutual edificación.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, para poner guarda a nuestras bocas, nosotros deberíamos cuidarnos de no pasarnos de la raya.
Pasarse de la raya significa cruzar los límites del cargo o posición.
Entonces, es probable que algunas personas arrogantes digan cosas que cruzan los límites.
En cambio, aquellos que son humildes no van a decir nada que vaya más allá de los aceptable dependiendo de cada situación.
Palabras de juicio y condenación son ejemplos precisamente de esas palabras que cruzan los límites.
Lo mismo sucede con la crítica hacia otros.
Los seres humanos, como simples criaturas, no tenemos ningún derecho a juzgar o condenar a alguien.
Ese derecho de juicio y condena le pertenece exclusivamente a Dios Creador.
Santiago 4:11-12 dice, "Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?"
Si los hijos de Dios, quienes han sido salvados, se quejan y manifiestan resentimiento, ese es otro ejemplo de ir más allá de los límites.
Nos hubiésemos ido directo al fuego del Infierno de no haber conocido a Dios. Pero hemos sido salvados por la gracia de Dios y ahora, podremos ir al hermosos reino de los cielos.
Podemos estar agradecidos por tan sólo ese hecho.
Pero si nos quejamos por lo difícil de nuestras situaciones o lo duro de nuestro entorno, o si le guardamos rancor a alguien, entonces eso significaría que hemos olvidado la gracia de Su salvación.
Mas los que entienden que han sido salvados del fuego del Infierno, son los que conocen los límites de sus propias posiciones, son los que dan gracias aún en medio de situaciones difíciles.
Ellos dice, "Estoy agradecido por sólo ser salvo. Agradezco el amor de Dios Padre que me enseña aún a través de esta dura situación".
Lo mismo sucede cuando hacemos algo para el reino de Dios.
Aquellos que son humildes y conocen sus posiciones y responsabilidades han de aceptar cualquier tarea con gratitud y obedecerán.
Esas personas dirán, "Gracias por darme esta tarea a alguien como yo".
"Estoy agradecido por poder hacer algo para el reino de Dios."
Mas por otro lado, también están las otras personas que dice, "¿Por qué me dan a mí esta tarea tan insignificante? ¿Por qué debo hacer este tipo de trabajo?"
En vez de aceptar con gratitud, sólo se quejan.
Esas palabras de queja e ingratitud son ejemplos de las que "se pasan de la raya".
¿De qué manera reaccionó la Virgen María cuando escuchó decir que ella concebiría y daría a luz a un niño?
Resulta imposible para la mente humana lograr comprender cómo una virgen está embarazada.
Lo que es más, en aquellos tiempos, si una mujer soltera quedaba embarazada, eso significaba que sería condenada y apedreada.
Aun así, la Virgen María lo aceptó y dijo, "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra."
Vemos lo mismo con la mujer cananea cuya hija fue librada de posesión demoniaca.
Para poder poner la fe de la mujer en evidencia, Jesús le dijo, "No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos."
En otras palabras, Él comparó a esa mujer gentil con un perro, pues ella no era judía.
No obstante, ella no se desalentó, no se rindió, ni se enfadó pensando que la estaba insultando y rechazando.
Por el contrario, en Mateo 15:27 ella dice, "Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos."
Se humilló a sí misma por complete ante Jesús, quien podía resolver su problema, y le pidió con una fe inmutable.
Como resultado, ella recibió la completa solución al problema de su hija. Espero que, mediante los ejemplos anteriores, ustedes puedan comprender y hallar la manera de resolver sus problemas y ser bendecidos.
Amados hermanos y hermanas en Cristo, en tercer lugar, para poner guarda a nuestras bocas, nosotros debemos usar palabras positivas y hacer confesiones de fe en toda situación.
¿Por qué no intentan dejar de hacer cualquier comentario negativo en sus vidas diarias?
Es mejor evitar decir, "Eso parece que no va a funcionar. No creo que sea posible."
Les sugiero que se hagan el habito de sólo decir palabras positivas y confesiones de fe tales como, "Esto sí va a funcionar bien. Nosotros podemos hacerlo. Nada es imposible para los que creen."
Si sus labios pronuncian palabras negativas, eso también afectará de forma negativa a los demás.
Eso creará un ambiente sombrío y pesimista.
Eso barrerá con la motivación y causará desaliento.
En cambio las palabras positivas crearán un ambiente más optimista y alentador.
Esas palabras les otorgan a quienes las escuchan confianza y fortaleza para continuar.
Proverbios 18:21 dice, "La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos."
Por lo tanto, mientras más palabras pesimistas ustedes digan, más difícil se tornarán las cosas.
Mas con palabras optimistas de fe, incluso las cosas complicadas resultan bien.
También hallamos muchos ejemplos bíblicos de eso.
David no puso su mira en la realidad ni dijo nada negativo cuando se enfrentó contra Goliat.
Él sólo fijó sus ojos en el Dios Todopoderoso y avanzó con una declaración de fe.
1 Samuel 17:45-47 dice, "Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos."
David venció a Goliat con una Honda y una piedra. La piedra hirió a Goliat en la frente.
Dios se agradó de la fe de David y le concedió la Victoria a Israel muy fácilmente en una batalla que en realidad era muy difícil.
Como podemos ver, la confesión de fe es muy poderosa.
Mas también hubo personas que enfrentaron consecuencias espantosas a causa de sus palabras negativas.
Tal es el caso de los diez espías, entre doce que eran, que fueron enviados a inspeccionar la tierra de Canaán.
Dios les había prometido a los hijos de Israel en muchas ocasiones que les daría una tierra donde fluía leche y miel.
Pero diez de los doce que fueron enviados hablaron de manera pesimista cuando regresaron.
Números 13:32-33 dice, "Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos."
Este reporte negativo por parte de los diez espías rápidamente influyó a la mayoría del pueblo.
Provocó en el pueblo pensamientos pesimistas, y pronto comenzaron a quejarse y expresar su resentimiento.
Pero hubo dos personas que sí hicieron confesiones positivas entre el pueblo.
Se trataba de Josué y Caleb.
Números 14:7-9 dice, "y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis."
Espero que mientras más difícil sea la situación que estén enfrentando, más se puedan parecer a Josué y Caleb.
No deben parecerse jamás a los otros diez espías que sólo llevaron al pueblo a la destrucción con sus repostes negativos.
Es mi anhelo que ustedes reciban respuestas y bendición con palabras positivas de fe, tales como, "Cuando Dios se agrada de nosotros, nada no es imposible. Cuando Dios está con nosotros, todo es posible. "
Si ustedes están a punto de decir algo negativo, quizás hasta deseen taparse la boca antes de decirlo.
Si realmente se lo proponen y siempre hacen declaraciones positivas, sus corazones y entorno también cambiará.
Conclusión
Permítanme finalizar este mensaje. Amados hermanos y hermanas en Cristo, Proverbios 13:2 dice, "Del fruto de su boca el hombre comerá el bien..."
Les he hablado sobre tres formas de poner guarda a nuestra boca para que de esa manera podamos disfrutar abundantes bendiciones.
Primero, debemos decir palabras que sean de provecho y no sin sentido y necias. Segundo, no debemos decir cosas y pasarnos de la raya. Y tercero, siempre debemos pronunciar palabras positivas de fe.
Podremos poner guarda a nuestra boca si tenemos siempre presente estos tres puntos, y somos cuidadosos al respecto.
Espero que ahora de verdad pongan guarda a sus bocas y sean diligentes en cuanto a lo que dicen.
Para que al hacerlo, y oro en el nombre del Señor, ustedes reciban todas las respuestas y bendiciones, y glorifiquen así a Dios.
(Amen)