• La Alabanza que Dios acepta - Servicio Devocional del Comité de Artistico

    [Isaías 43:21]

    28-06-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Isaías 43:21
      "Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará".

      Démosle gracias y Gloria a Dios el Padre quien nos ha bendecido con la realización de este Servicio Devocional 2009 del Comité de Artistico
      También agradezco a todos los devotos quienes se han preparado con todo su corazón, mente y alma para este servicio.
      Amados devotos,
      El título del mensaje de hoy es "la Alabanza que Dios acepta". El pasaje bíblico de hoy, Isaías 43:21 dice: "Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará". Dios se regocija mucho en la alabanza.
      Dios dijo que la razón por la que nos ha creado es para recibir su verdadera alabanza; sin embargo, Él no acepta todas las alabanzas sino que deben ser alabanzas aceptables a Su vista.
      Se supone que las personas deben alabar a Dios con sus talentos, pero algunas escriben música para su propio deleite y placer; escriben melodías y letras que son de carácter sensual y que estimulan la lujuria.
      Por otro lado, a Lucifer también le agrada recibir adoración, y él también incita a la gente a crear música que contiene tinieblas. Él recibe adoración mediante aquella música y cultura, guiando a la gente por medio de ella a mayor oscuridad.
      La alabanza que Dios acepta es completamente diferente de lo que es la música del mundo por sus cualidades de gracia y belleza. Por lo tanto, aunque un vocalista excelente cante un himno con una voz hermosa y resonante, no significa que Dios lo ha aceptado.
      Tampoco significa que un autor muy talentoso puede escribir un cántico de alabanza de muy alta calidad y que Dios estará complacido con eso. Por supuesto que es bueno que los cantantes de alabanza tengan talento y habilidad, sin dejar de lado el perfeccionamiento personal, pero lo más importante es el aroma producido por el corazón del cantante.
      La alabanza que agrada a Dios debe producir un aroma que es claro, transparente, puro y santo. Aquellas alabanzas abrirán la puerta para que la gente reciba la plenitud, inspiración, y fraternidad del Espíritu Santo.
      La espiritualidad del escritor quien escriba los cánticos de alabanza, el tipo de corazón que las produzca, y el tipo de corazón que las cante son los indicadores de la aceptación de tales alabanzas por Dios.
      Al usar hoy la expresión "cántico de alabanza" no hablamos solamente de canciones, sino también de los instrumentos musicales, las danzas, y todas nuestras artes escénicas. Pero en algunos casos los participantes se enfocan en demostrar sus talentos y habilidades en lugar de adorar a Dios.
      Algunos quizás digan que son tocados por la letra y melodías que no agradan a Dios, pero de hecho, el Espíritu Santo no se mueve en ellas. Parece que estuviesen cantando muy apasionadamente, pero en realidad lo están haciendo con sus propias emociones mas no con la inspiración y gracia del Espíritu Santo.
      Dicen estar alabando a Dios, pero la cultura del mundo los ha influenciado tanto, y entonces para Dios se convierten en algo desagradable en lugar de placentero. En algunas ocasiones son tan detestables ante Él que voltea Su rostro hacia un extremo.
      Aquellas letras y melodías no purifican el corazón sino que hacen que la gente caiga más profundamente en la carne, o abren la puerta para aceptar la oscuridad en sus corazones. Este es el mundo espiritual corrupto del fin de los tiempos, pero Dios nos ha llamado porque quiere recibir gloria a través de la alabanza verdadera.
      Él nos está dando aquella gracia que nos permite darle verdaderas alabanzas; Él mismo nos está dando cánticos de alabanza. Ya que ustedes han recibido aquella gracia grandiosa, deben lograr discernir entre lo bueno y lo malo por medio de la clara inspiración del Espíritu Santo.
      Ustedes no deben participar de las cosas del mundo sino darle a Dios el tipo de alabanzas que Él anhela. Ustedes han recibido esta tarea tan importante y anhelo que renueven sus corazones una vez más durante este servicio devocional.
      Yo ruego en el nombre del Señor que todos los miembros del Comité de Artes Escénicas glorifiquen a Dios con alabanzas y adoración puras, y que lideren la cultura cristiana del mundo entero.

      Mensaje

      Amados devotos y demás miembros,
      Lo primero que deben examinar para poder ofrecer alabanzas que agraden a Dios es el "amor". El aroma de sus oraciones podrá ser de agrado para Dios solamente al cantar con un corazón lleno de amor verdadero por Dios.
      Por supuesto que ustedes han llegado a involucrarse en esta labor porque aman a Dios de una u otra manera, pero ¿es su amor verdaderamente amor espiritual?
      En 1 Corintios 13:4-7 dice: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
      Si a usted no le falta alguna de las cosas descritas en estos versos, entonces sus alabanzas siempre serán de gozo para Dios. Si usted siente que es muy difícil cultivar el capítulo del amor espiritual en usted, le invito a que examine solamente una cosa: ¿Es su amor inmutable y veraz?
      Algunas personas empiezan con un anhelo grande de alabar a Dios, pero cuando pierden la llenura del Espíritu quieren dejar esa tarea de lado; algunos confiesan inicialmente con lágrimas diciendo: "¡Padre y Señor, Tú eres todo para mí. Te alabaré todos los días de mi vida!", pero muy pronto cambian de opinión.
      Empiezan a fijarse en las cosas del mundo que se ven atractivas y a llenar sus corazones con ellas, pero el tipo de amor del cual nos habla Dios no es un tipo de amor humano. Este amor no es improvisado o emocional; Él anhela compartir el amor verdadero que nace desde el fondo de nuestro corazón y que se profundiza cada vez más.
      Si ustedes tienen aquel tipo de amor en sus corazones, será tan solo cuestión de tiempo antes de que se encuentren cultivando todas las características del amor espiritual.
      Ustedes conocen bien que Pablo y Silas alabaron a Dios mientras eran azotados y encarcelados. A ellos los azotaron con varas y los golpearon en todo su cuerpo, pero cuando Pablo pensaba en la cruz de Jesús se avergonzaba de sí mismo, aun de quejarse del dolor.
      Él no se desanimó ni siquiera al escuchar las burlas y el desprecio de mucha gente, sino que se armó de valor pensando en la gracia del Señor quien le había perdonado, y desde el momento que él conoció al Señor hasta el momento en que fue decapitado, su amor fue en aumento.
      ¡Anhelo que ustedes también tengan este tipo de amor dentro de sí! Con este amor en ustedes, anhelo que sus alabanzas sean siempre aceptadas por Dios con un aroma hermoso y envolvente.
      Amados devotos y demás miembros,
      Lo segundo que deben examinar para poder ofrecer alabanzas que agraden a Dios es la "fe". Usualmente la fe que es plena y completa es semejante al oro puro.
      Supongamos que usted ofrece a Dios una vasija de oro como una ofrenda. Podría ser de oro puro (24 quilates) o de menor quilataje, es decir de un 80%, 50%, o 25% de oro. Podría ser también una vasija muy barata de metal niquelado, o de cerámica enchapada en oro.
      Podríamos decir que todas son vasijas de oro, pero su valor es totalmente diferente según su pureza.
      ¿Qué tipo de ofrenda les gustaría ofrecer a Dios? Obviamente deseará ofrecerle una ofrenda de oro puro.
      Me gustaría que examinen con cuánta fidelidad creen en la Palabra de Dios y cuánto están tratando de practicar la Palabra de Dios. Supongo que todos los devotos presentes hacen fielmente las cosas básicas de la vida cristiana, tales como asistir a los servicios de alabanza y orar.
      Asimismo, ustedes han escuchado muchos sermones y conocen cómo discernir entre lo verdadero y lo falso. Aparentemente la mayoría de ustedes parecen estar en el tercer nivel de fe, pero de hecho, algunos aún están en el segundo nivel de fe, a incluso más abajo.
      Quizás ustedes piensen erróneamente que su fe es mayor porque han escuchado y saben muchas cosas mientras su nivel de práctica de la Palabra llega al de un nuevo creyente. Y por supuesto, podrán darse cuenta si su nivel de fe es muy bajo, si cometen obras evidentes de la carne, pero tampoco podemos decir en conclusión que su fe es buena solamente porque no comete tales pecados.
      Permítanme darles algunos ejemplos: Supongamos que se sienten incómodos cuando los demás reciben reconocimientos y alabanzas más que ustedes. Entonces empiezan a decir palabras que lastiman el corazón pretendiendo estar dando consejos con buenas intenciones.
      Si un líder les llama la atención, ustedes se sonrojan, y se quejan de que aquella persona está causando dificultades a su gente. También hablan mal de los demás en su propia justicia y marco de pensamiento, pero no se dan cuenta de que todo eso está mal, sino que piensan estar diciendo la verdad.
      Ustedes se ven llenos de gracia en el altar, pero sus expresiones faciales, palabras y acciones cambian mucho de acuerdo a la emoción de cada momento, y si las cosas no se dan como lo desean, no sentirán agrado ni felicidad en el corazón.
      También me gustaría que examinen las palabras que salen de sus bocas. Algunos de ustedes hablan mucho acerca de los buenos restaurantes, de los lugares para ir de paseo, de las películas nuevas, de la moda y los maquillajes, acerca de los famosos, de las personas con las que desean salir, de los últimos rumores, y utilizan expresiones populares del mundo.
      Cuando se encuentran con alguien que no les es de agrado, muestran una actitud fría. Rompen promesas fácilmente, y cambian de parecer a menudo de acuerdo a su propio beneficio incluso después de haber tomado una decisión de corazón.
      Por otro lado, quisiera que examinen la manera en que los demás piensan de usted en su grupo celular o de estudio. ¿Se refieren a usted diciendo: "Ella tiene tantas ocupaciones, pero se esfuerza mucho para mantener su posición y compartir de la Gracia con sus testimonios. Ella es una obrera amorosa que sirve a los demás con humildad"?
      O quizás dicen: "Solamente la vemos un par de veces al año. El tenerla en el grupo no significa nada. En calidad de líder de un grupo de estudio, no me siento cómoda con solicitarle que trabaje con nosotros o que nos ayude en algún proyecto".
      Si alguno pertenece al grupo del segundo ejemplo, es vergonzoso decir que tiene fe. No importa cuán bien cante, el aroma de aquella alabanza no será bueno si canta sin fe. Incluso si canta un cántico que contenga versos bíblicos, o si usted observa ángeles danzando y danza igual a ellos, solamente será como una vasija de barro con enchapado de plata de baja calidad.
      Solamente cuando se anhela la Palabra de Dios y se intenta obedecerla se podrá ofrecer alabanzas que sean aceptadas con un aroma de fe.
      Amados devotos y demás miembros,
      Lo tercero que debemos examinar para ofrecer alabanzas que agraden a Dios es la "esperanza". En el mundo muchas personas quieren convertirse en entretenedores, probablemente debido a que pueden llegar a ser adinerados y ganar fama, pero también debido a que quieren demostrar su talento.
      Pero ganar dinero y fama no es una razón por la que ustedes han llegado a ser cantantes de alabanzas; no es para jactarse de sus talentos o apariencia frente a los demás, sino solamente para dar gloria a Dios.
      Sólo con esperanza es que glorificamos únicamente a Dios en este mundo y que podremos alabarle por siempre ante el trono de Dios en la Nueva Jerusalén. Si ustedes están llenos verdaderamente con este tipo de esperanza, entonces siempre pensarán en el Cielo con su corazón.
      Pensarán en los colores, sentir, y aroma del Cielo, así como también en las cosas que son santas, espirituales, puras y limpias. Entonces, el brillo de sus rostros, las palabras de sus bocas, sus apariencias, su peinado, su maquillaje, y sus vestidos emitirán el aroma del Cielo.
      También podrán compartir con los demás la plenitud de la esperanza del Cielo mediante sus alabanzas. Por supuesto que es importante aprender técnicas y otras destrezas del mundo para mejorar; se debe tener un entrenamiento básico para pararse en un escenario, así como para saber adornarse en lo exterior, porque estamos alabando a Dios.
      Deben tener talento, destreza, y habilidad semejante a la de los entretenedores del mundo o incluso mejor. Puede tomar lo bueno del mundo, pero debe desechar aquello que es mejor desechar y nunca dejarse manchar por el mundo.
      Incluso al tomar del mundo aquello que es necesario, siempre debe examinar qué tipo de actitud y corazón se tiene. Si uno no está despierto lo suficiente, quizás se tome de la carne con el pretexto de estar "alabando a Dios".
      Quizás ustedes tengan interés en las tendencias del mundo y tomen con la codicia de la carne, de los ojos, y del orgullo jactancioso de este mundo; sin embargo, quizás se justifiquen alegando que lo hacen para mejorar el ministerio de alabanza.
      ¿Para quién cantan ustedes? ¿Por qué embellecen su apariencia externa? Por supuesto que muchos dirán que cantan para el Señor y que embellecen su apariencia externa para verse hermosos ante Dios, mas les invito a que examinen una vez más lo que tienen realmente en el fondo del corazón.
      Ustedes deben tener la capacidad de discernir si lo hacen para verse hermosos ante la gente, o si lo están haciendo con un corazón puro que puedan ofrecerlo a Dios. Por supuesto que deben mejorar sus habilidades con diligencia, pero si están llenos de la esperanza del Cielo anhelarán más las cosas espirituales.
      También podrán discernir entre las cosas espirituales y las cosas corruptas de la carne en el obrar del Espíritu Santo. Por ejemplo, supongamos que ustedes han aprendido a cantar y que tienen la habilidad de tocar un instrumento.
      Cuando ustedes quieran aplicar estas habilidades a un cántico de alabanza, aquellos que estén orando y que tienen esperanza del Cielo, serán tocados por el Espíritu Santo, y por medio de Él podrán discernir si aquel sonido tendrá un aroma claro y hermoso ante Dios o si será un ruido sensual y carnal.
      Incluso las personas del mundo derramarán sus lágrimas o aplaudirán con gozo y danzarán de acuerdo a sus emociones, por eso, ustedes deben poder discernir el tipo de melodías que proveerán a las personas de la inspiración del Espíritu Santo o que tocarán sus emociones humanas.
      Deben saber discernir si tan solo un movimiento de la mano está ofrecido con un aroma claro y puro o si involucra sentimientos humanos, lo cual se aplica también a los peinados, apariencia externa, y maquillaje.
      Ustedes quizás se vean modernos y encantadores según la opinión del mundo, pero su apariencia quizás cause que los ángeles se frunzan; o quizás su cántico parezca excelente, pero en su corazón quizás haya más orgullo por su talento que deseo por glorificar a Dios.
      ¡Este tipo de alabanzas nunca podrán ser de agrado para Dios!
      La razón por la que Dios mismo nos inspira los cánticos de alabanza es para permitirnos que le alabemos con cánticos que no están manchados por el mundo. Dios dijo que purificaría los labios y corazones de aquellos que cantan un corazón sincero por medio de estos cánticos.
      Mientras los corazones llegan a ser más puros, Dios nos podrá dar los cánticos que se asemejas a las alabanzas en el Cielo. Dios ha dicho asimismo que nos enseñaría danzas celestiales.
      Mientras los corazones llegan a ser más puros, Dios nos dará cada vez más cánticos de alabanza que Él desee que cantemos.
      Alguna vez les dije que hay cánticos de alabanza que el Padre inspiró en mí justo después de la apertura de la iglesia. Siempre lamenté no poder grabarlas o escribir sus notas musicales.
      Dios dijo que me daría cánticos de alabanza cuando llegue el momento propicio, pero estos cánticos son un poco diferentes. Los cánticos que hemos tenido hasta ahora son para que glorifiquemos al Padre, pero hay otro tipo de cánticos también.
      Son los cánticos que el Padre canta a Sus hijos. ¡Cuán feliz sería Él si pudiésemos escuchar los cánticos que canta a Sus hijos e hijas amadas, a ustedes!
      Cuando las alabanzas de nuestra iglesia se purifiquen una y otra vez, y cuando alcancen cierto nivel, Él nos dará estos cánticos y hay una instrucción específica de parte de Dios para la distribución de estos cánticos.
      Se trata de no hacer ningún arreglo ni cambio a la letra de estos cánticos para prevenir que los cánticos inspirados por Dios pierdan su fluir original, pues pueden presentarse melodías o expresiones que a Dios no le agraden al hacer algún arreglo o cambio en la letra.
      Uno debe tener pleno entendimiento musical, pero si uno no siente la melodía que Dios anhela, Dios no podrá utilizar ese talento. Podemos pensar que podemos mejorar los cánticos con técnicas más sofisticadas, pero entonces no tendría sentido que Dios nos de sus cánticos si es que nosotros les añadimos melodías humanas.
      Siendo así Dios solamente los aborrecerá y volteará Su rostro, es por eso que Él ha designado a cierta persona quien puede hacer los arreglos que Él anhela, con un buen entendimiento de la melodía original.
      Dios ha entrenado a esta persona hasta ahora de modo que ella pueda hacer los arreglos de modo que los cánticos se mantengan con la melodía que Dios anhela y que no se añada nada que no sea de agrado ante Dios.
      Pero hay personas que no se sienten a gusto con esto. Por ejemplo, algunos dicen: "¿Por qué debemos hacer esto? Pienso que este tipo de cántico quedaría mejor de esta otra manera, incluso para que los de afuera la canten".
      Pero quienes están inconformes con esto solamente revelan sus limitaciones, mostrando que no entienden el anhelo del Padre. Estos están únicamente causando problemas sobre sí mismos porque no están participando en el fluir del Espíritu.
      Les animo a que intenten entender una vez más cuán importante es estar unidos de corazón con Dios mientras lo alaban.
      Les animo a tener completa esperanza del Cielo y un corazón cristalino y puro que sepa distinguir claramente lo que pertenece al mundo. Anhelo que al hacer esto ustedes no se manchen con el aroma o color de la carne, sino que glorifiquen a Dios solamente con el aroma claro y brillante del Cielo.

      Conclusión

      Permítanme concluir este mensaje.
      Amados devotos y demás miembros,
      Ustedes conocen bien a Josafat, el rey de Judá, quien enfrentó una gran batalla. ¡Él no tuvo una fuerza especial armada con lanzas y escudos, pero sí tuvo un coro alabando a Dios al frente de la batalla!
      ¿Se han puesto ustedes alguna vez en los zapatos de aquel coro? Ellos estaban ciertamente en una guerra verdadera.
      Alabar a Dios en el campo de batalla mientras se marcha hacia las fuerzas del enemigo que intentan matarlos es una historia completamente diferente a estar cantando en el templo. Además, incluso los soldados mejor entrenados y equipados tendrían que pensar en la posibilidad de morir al pararse al frente de la batalla, ellos están completamente expuestos al ataque del enemigo y son el blanco de las flechas.
      Ahora, si ustedes tuvieran que ir a un campo de batalla sin armas o armamento, tan solo cantando alabanzas, ¿qué tipo de aroma de alabanza ofrecerían a Dios? ¿Acaso no se paralizarían sus labios y temblarían sus voces por el temor?
      Cada miembro del coro de Josafat tenía una fe muy firme basada en las promesas de victoria de parte de Dios que les habían sido dadas por medio del profeta. También tenían amor por Dios y la esperanza de disfrutar de gloria, y es por eso que ellos pusieron sus vidas en riesgo y alabaron a Dios.
      ¿Cuán agradable fue este coro ante los ojos de Dios?
      En 2 Crónicas 20:22 dice: "Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros."
      El ejército de Dios empezó a moverse cuando ellos empezaron a cantar, y el resultado de la batalla se decidió en ese mismo instante.
      ¡Qué escena tan impresionante! ¡Anhelo que sus alabanzas sean así!
      Les animo a que alaben a Dios con fe, esperanza y amor, con su vida misma, y que obtengan la victoria en todas las batallas espirituales de este mundo.
      Anhelo que abran las puertas del reino espiritual, que muevan al ejército de Dios, y que alcancen las promesas de Dios en el fin.
      ¡Yo ruego en el nombre del Señor que ustedes también glorifiquen a Dios por siempre en el glorioso escenario de la Nueva Jerusalén!


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