• Dios Trinidad

    [Génesis 1:1]

    10-07-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Génesis 1:1
      [1] En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Este es el tercer estudio de Génesis. En el estudio anterior les expliqué de qué forma el Universo Original, el cual era uno en un principio, llegó a dividirse en cuatro Cielos. Mientras se adhería la "Luz que contenía el Sonido", la cual se había esparcido por todo el Universo Original, se formaron espacios de diferentes dimensiones.
      También les expliqué la razón por la que Dios hizo cada dimensión de los Cielos de modo diferente; fue debido a que cada una de ellas serviría un propósito diferente en la Cultivación Humana. Por cierto, la Luz Original que se adhirió a la cúspide del Reino Espiritual se dividió en tres luces diferentes a fin de llegar a ser Dios Trinidad, que son Dios el Santo Padre, Dios el Santo Hijo, y Dios el Santo Espíritu. Este proceso se dio en un lugar especial del Cuarto Cielo.
      Luego de la división Dios Trinidad se ha mantenido fuera de este sitio y lo mantiene separado. La luz que llena este lugar es tan intensa que no se puede describir en nuestro idioma. Ningún ser puede ver esta luz, y ningún ángel o alma que tiene salvación puede acercarse a ella.
      Esta noche voy a hablar acerca de Dios Trinidad.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Luego de adherirse como una sola luz, Dios se dividió a Sí mismo en tres luces. Al decir que "una luz se divide en tres luces" la idea es diferente a si decimos que un bulto se dividió en tres partes, sino más bien es como que dos luces (idénticas) nacen a partir de la luz original.
      A pesar de que la Luz Original se dividió en tres, estas no están separadas ni son diferentes, sino que son todas la "misma" luz (original). Ya que la Luz Original había existido en un principio como una sola, las otras dos son luces de nueva existencia.
      Dios, la Luz Original que se adhirió como una, causó que dos luces más semejantes a Sí mismo llegaran a existir, y luego de dividirse en tres, las luces adoptaron una forma espiritual que es semejante a la forma del hombre.
      La Luz Original que había existido en el principio llegó a ser Dios el Santo Padre, y las otras dos llegaron a ser Dios el Santo Hijo y Dios el Santo Espíritu respectivamente.
      Posteriormente, en Génesis 1:26, Dios dice: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Las palabras "hagamos" y "nuestra" en este verso se refieren a Dios el Santo Padre, el Santo Hijo, y al Espíritu Santo; y luego un hombre fue creado a la imagen de este Dios Trinidad.
      Podemos ver que Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo adoptaron un cuerpo espiritual de forma humana. No obstante, Dios Trinidad no siempre permanece en el cuerpo espiritual a imagen de hombre.
      Como expliqué en el estudio anterior, entre los Cielos, Dios Trinidad posee el Cuarto Cielo (es de su propiedad exclusiva). En este espacio del Cuarto Cielo, Dios Trinidad puede cambiar de forma en cualquier cosa que anhele en su corazón.
      Colosenses 1:15 habla acerca de Jesús, Dios el Santo Hijo, diciendo: "El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación". Como está escrito, la Biblia prueba que Dios el Santo Hijo llegó a ser o existir antes que cualquier otra criatura.
      Lo mismo sucede con Dios el Espíritu Santo ya que llegó a existir de la misma manera que Dios el Santo Hijo. De este modo, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo fueron los primeros nacidos de Dios el Origen incluso antes de que todas las criaturas, ángeles y huestes celestiales fueran creados.
      Por lo tanto, la condición de Dios el Santo Padre es de un padre, y la condición de Dios el Santo Hijo, así como la del Espíritu Santo, es la de hijos. Muchas veces expresa la Biblia de manera muy directa que Jesús, Dios el Hijo, es el Hijo de Dios.
      Hebreos 5:5 dice: "Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy". Dios el Espíritu Santo nació de Dios el Origen en la misma manera que Dios el Santo Hijo.
      Por lo tanto, la relación de Dios el Espíritu Santo con Dios el Padre es la misma que la relación que la de un hijo de Dios con Dios el Padre y con Jesús.
      La Biblia también describe al Espíritu Santo como un Hijo de Dios. En Gálatas 4:6 leemos: "Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!". Este verso dice que Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones. ¿Y quién es este que ha venido a nuestros corazones? ¿Acaso no ha sido el Espíritu Santo?
      De este modo, la Biblia describe al Espíritu Santo como el "Espíritu de Hijo de Dios". Por supuesto que hay más explicaciones acerca del Espíritu Santo en la Biblia. Por ejemplo, el Antiguo Testamento lo llama "Espíritu Santo" o "Espíritu de Dios" en su mayor parte, y el Nuevo Testamento lo llama "Consolador" y "Espíritu de Verdad".
      Se utilizan diferentes nombres dependiendo del rol del Espíritu Santo en un momento dado. No obstante, el rol más básico del Espíritu Santo es como "Hijo de Dios", es por eso puede llamar ¡Abba, Padre! a Dios. El Espíritu Santo mora en aquellos de nosotros que hemos llegado a ser hijos de Dios por fe, por eso, quienes hemos recibido al Espíritu del Hijo, al Espíritu Santo, también podemos llamar ¡Abba, Padre! a Dios.
      Muchos creyentes creen vagamente que el Espíritu Santo es el corazón de Dios. Por supuesto que el Corazón de Dios, el Espíritu Santo, y el Corazón de Dios el Santo Padre es uno. No obstante, Dios el Espíritu Santo es también un ser independiente, que se levanta como un Hijo de Dios.
      Por lo tanto, Dios el Origen, Dios el Santo Hijo y el Santo Espíritu tienen la relación de un padre con sus hijos. ¿Piensan ustedes que Dios el Santo Hijo y Dios el Santo Espíritu son iguales en rango? ¿O acaso tienen rangos diferentes?
      Hebreos 1:6 describe a Dios el Santo Hijo, Jesús, como el "Primogénito". Por eso, en lo natural, Dios el Santo Hijo es el primero en rango, y Dios el Santo Espíritu es el siguiente. Del mismo modo, Dios el Santo Hijo y Dios el Santo Espíritu tienen rangos diferentes.
      Sin embargo, esto no significa que Dios el Santo Hijo ha establecido Su rango sobre Dios el Espíritu Santo ya que Dios el Santo Hijo y Dios el Santo Espíritu son como hermanos muy cercanos; ellos se aman entre sí, confían mutuamente, y sirven a Dios el Padre con un solo corazón.
      Debido a que Dios el Santo Hijo y Dios el Santo Espíritu son Hijos de Dios, la Biblia también utiliza el término "Hijos de Dios". Veamos lo que dice Job 1:6: "Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás".
      Y en Job 38:7 leemos: "Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios. Asimismo en Romanos 8:19 dice: "Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios".
      No obstante, al decir "Hijos de Dios" en el capítulo 6 de Génesis, se está refiriendo a seres diferentes. Yo hablaré más sobre este aspecto cuando estudiemos el capítulo 6. Algunas personas insisten en que la frase "Hijos de Dios" mencionada en la Biblia se refiere a los ángeles, e incluso cierta versión de la Biblia en Inglés traduce esta frase como "ángeles".
      Sin embargo, los ángeles nunca llegarán a ser hijos de Dios. Hebreos 1:5 dice: "Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?"
      ¡Dios nunca ha dicho "Eres Mi Hijo" a ninguno de los ángeles!

      Amados hermanos y hermanas,
      Les he explicado que la Biblia utiliza el término "Hijos de Dios" debido a que Dios el Espíritu Santo es el Hijo de Dios al igual que Dios el Santo Hijo. Por cierto, la Biblia también llama a Jesús como "el Unigénito Hijo de Dios".
      Basándonos en esto solamente podemos pensar que Dios tiene únicamente un Hijo, pero cuando la Biblia llama a Jesús "el Unigénito Hijo de Dios" lo hace en relación a la obra y al ministerio de Jesús. La Biblia utiliza este término para explicar que Jesús es el Único Salvador que vino a este mundo.
      En Juan 3:16 leemos: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Este verso es el complemento de Hechos 4:12 que dice: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
      Este verso explica que el único nombre mediante el cual podemos obtener Salvación al creer es en el del Señor Jesús. Al igual que la confesión de Pedro en Mateo 16:16, el Hijo del Dios Viviente, quien llega a ser también el Salvador, es únicamente Jesús.
      Por lo tanto, cuando la Biblia llama a Jesús el "Hijo Unigénito de Dios", está bien entenderlo como "el Hijo de Dios, quien vino a este mundo para llegar a ser el Salvador". Desde los días de Jesús, han existido muchos quienes se han hecho llamar a sí mismos como "salvador".
      Si la Biblia no hubiese llamado a Jesús, quien vino como el Salvador, el "Hijo Unigénito de Dios", habría muchos que estarían siendo engañados por esas mentiras. Es por eso que la Biblia declara con claridad que Jesús es el único Salvador, y que Él es el Unigénito Hijo de Dios.

      Amados hermanos y hermanas,
      Anteriormente les dije que luego de que Dios el Origen se dividió en Dios Trinidad, cada uno de tres se vistió con su propio cuerpo espiritual. Dios Trinidad no constituye tres entidades idénticas en forma y apariencia.
      Por supuesto que ellas tienen una apariencia muy similar; las tres personas son tan hermosas que no existe nada que pueda compararse con ellas. Dios el Padre se vistió de un cuerpo espiritual que muestra la condición y dignidad de un padre.
      Tanto Dios el Hijo como Dios el Espíritu Santo también se vistieron con cuerpos espirituales que son un poco distintos. Asimismo, ellos son un poco distintos el uno al otro, pero son uno de corazón, mente, amor, poder, y sabiduría.
      De modo que lo llamamos Dios Trinidad (o Dios Trino, que significa Tres en Uno). Podemos explicar este concepto al tomar el ejemplo de una vasija y sus contenidos. Si el cuerpo espiritual con el que Dios Trinidad se viste es una vasija, la forma de cada vasija es diferente.
      No obstante, los contenidos en la vasija son iguales entre los Tres. En otras palabras, el corazón, mente, amor, poder, y sabiduría de Dios el Padre, el Hijo, y Dios el Espíritu Santo son todos idénticos. Debido a que son Uno completamente, Dios el Padre sintió lo mismo que sintió Dios el Hijo cuando vino a este mundo como Jesús, y lo mismo sucede con el Espíritu Santo.
      Cuando Jesús sentía aflicción, Dios el Santo Padre, quien está en el Cielo, también sentía aflicción, y Dios el Espíritu Santo también lo sentía. Cuando Jesús sufría dolor en la cruz, Dios el Padre sentía el mismo dolor.
      Es por esto que, cuando Jesús fue colgado en la cruz, muchas cosas inexplicables ocurrieron: la oscuridad cubrió el mundo entero, la Tierra tembló, y las rocas se partieron. Todas estas cosas ocurrieron para expresar el corazón de Dios el Padre, quien sintió todo el dolor al igual que Su Hijo.
      Ya que Dios Trinidad surgió de un Origen, su núcleo es el mismo a pesar de la diferencia en sus cuerpos espirituales. Por el contrario, en el caso del hombre, aunque los gemelos son idénticos uno al otro, sus corazones y mentes no son las mismas.
      Ellos pueden ser muy parecidos si se los compara con sus hermanos, pero no son completamente iguales. Esto es así porque, aunque son gemelos, su núcleo, en otras palabras su espíritu, no es el mismo. Por otro lado, la apariencia de los cuerpos espirituales de Dios Trinidad no son los mismos, sin embargo su esencia verdadera, su espíritu, es el mismo.
      De todas formas sus características son un poco diferentes entre Sí, en el sentido de los atributos humanos. Al decir que sus características son diferentes no significa que los corazones, los cuales están originalmente contenidos en el cuerpo espiritual, son diferentes.
      Más bien significa que, entre los atributos de los corazones, aquellos que se presentan más externamente son diferentes para Cada Uno de Ellos. Digamos que existen dos hombres que están idénticamente llenos de amor; aunque estén rebosando de amor en sus corazones, dependiendo de cómo lo expresen, esta expresión parecerá diferente.
      Entre los atributos del amor espiritual tenemos la bondad, y el hecho de que no se regocija con la injusticia. Si una persona que ha alcanzado este amor espiritual, pero no demuestra externamente este atributo de no regocijarse con la injusticia, posiblemente se la considere una persona de personalidad fuerte.
      Por otro lado, si aquel demuestra su lado amable, quizás se la considere suave y apacible. Sin embargo, no es necesariamente cierto que un hombre de apariencia tranquila tenga más abundancia de amor espiritual que un hombre que se ve fuerte.
      Tampoco es necesariamente cierto que un hombre fuerte carezca de amor espiritual al compararlo con el hombre de apariencia suave. La diferencia está en la personalidad que se exhibe en lo exterior.
      Del mismo modo, Dios Trinidad es siempre Uno en todo. No obstante, en un sentido humano, sí son un poco diferentes. Dios el Padre mantiene perfecta armonía de divinidad e humanidad, aún así, algunas de las características de Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo obtenidas de Dios el Padre pueden expresarse en lo exterior como en mayor o menor cantidad.
      Por ejemplo, Dios el Hijo demuestra mayor cantidad de características de un primogénito, Él es responsable y fuerte. En otras palabras, para Dios el Hijo, la divinidad es más enfatizada que la humanidad.
      Por otro lado, para Dios el Espíritu Santo, la humanidad se manifiesta externamente más que la divinidad. Es por eso que Dios el Espíritu Santo demuestra más de las características delicadas, sensibles y suaves; debido a esta característica de Dios el Espíritu Santo, muchos pastores comparan el Espíritu Santo con una "madre".

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Dios el Padre seguramente tiene la capacidad de manejar la Cultivación Humana por sí mismo. Siendo así, ¿por qué permitió que Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo llegaran a existir? Porque es la profunda providencia de Dios quien desea lograr la Cultivación Humana dentro de la justicia perfecta.
      A través de toda la historia de la Cultivación Humana, Dios Trinidad dividió las responsabilidades de la Trinidad de acuerdo a las eras. Se repartieron y tomaron la responsabilidad asignada a cada uno para la Cultivación Humana de acuerdo a sus roles como Dios el Padre, Jesucristo, y el Espíritu Santo.
      Por supuesto, Dios el Padre es quien gobierna y supervisa toda la historia; Él ha organizado todas las responsabilidades tales como la de enviar a Dios el Santo Hijo al mundo como Jesús, y la de enviar al Espíritu Santo luego (de la resurrección).
      Además, en los días del Antiguo Testamento, Dios el Padre gobernó solo; Él habló y comunicó Su voluntad por medio de los profetas. Dios el Padre asignó el rol de Salvador, quien salvaría a los pecadores, a Dios el Santo Hijo, y el rol del cuidado de los hijos de fe a Dios el Espíritu Santo.
      En otras palabras, Dios el Hijo vino a este mundo en la forma de un hombre, y llegó a ser Jesucristo, el Salvador de la humanidad. Asimismo, Dios el Espíritu Santo asumió el rol de "Consolador", quien guiaría a los hijos de Dios en la verdad y cuidaría de ellos hasta que lleguen a la Nueva Jerusalén.
      Satanás no ha logrado ganar terreno para sus acusaciones porque Dios Trinidad se repartió y asumió sus roles individuales. Por ejemplo, Jesús es Dios, Él es El Vervo que vino a este mundo en carne, quien no solamente tuvo divinidad sino también humanidad; Él recibió la Cultivación Humana al igual que cualquiera de los hombres.
      No obstante, si Jesús hubiera tenido solamente divinidad de modo que no hubiera experimentado el dolor, la aflicción, o el hambre, le habría sido posible a Satanás presentar una queja contra Jesús ante Dios.
      Habría dicho: "Debido a Jesús es Dios, quien solamente tiene divinidad y no humanidad, Él no puede redimir a la humanidad de sus pecados. Jesús no tuvo que pasar por la Cultivación Humana, ¿cómo se dice entonces que Él está libre de pecado? Además, ya que Él tiene solamente divinidad y no humanidad, Él pudo vencer el dolor en la cruz, ¿verdad?"
      En cierto modo, con algo similar a esto Satanás habría acusado a Jesús ante Dios y habría insistido en que Jesús no calificaba para llegar a ser el Salvador, pero Dios sabía todo esto de antemano, por eso envió a Dios el Hijo como hombre de modo que pudiera experimentar la humanidad.
      Dios permitió que Su Hijo experimentara todo como hombre para que pudiera estar calificado para ser el Salvador. Por eso Satanás no puede presentar sus acusaciones ante el Señor; es más, él tendría que perder sus esperanzas sobre todos quienes creen en Jesús como su Salvador llegando a ser hijos de Dios.
      La razón por la que el Espíritu Santo debía venir a este mundo es la misma. En la era del Antiguo Testamento la gente llegaba a ser salva según sus obras en acuerdo a la Ley. No obstante, una vez que se abrió el camino a la Salvación a través de la cruz, todo el que crea en Jesucristo en su corazón tiene derecho a recibir la Salvación.
      Sin embargo, si Dios hubiera llevado las cosas en los días del Nuevo Testamento de la misma forma que en los días del Antiguo Testamento, Satanás una vez más habría tenido la oportunidad para acusar. Satanás podría haber dicho: "Dios, ya que Tú gobiernas todo por tu cuenta, la gente te teme y es por eso que creen en Jesucristo. Ellos en realidad no creen con todo su corazón, ¿o sí?"
      Pero Dios, una vez más, sabía de antemano, y por eso el Espíritu Santo se concede a Sus hijos quienes creen en Jesucristo. El Espíritu Santo ayuda a los hijos de Dios a conocer acerca del pecado, la justicia, y el juicio, así como también les ayuda a entender y sentir el amor de Dios el Padre y del Señor en todo tiempo.
      Al hacer esto, Él ayuda a los hijos de Dios a amarlo y a vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, haciéndolo por amor y no por temor o fuerza. Adicionalmente, a través de las obras del Espíritu Santo, el Evangelio ha llegado al mundo entero e innumerables almas han llegado a creer en Jesucristo y han alcanzado el camino a la Salvación.
      De este modo todo el proceso de la Cultivación Humana ha estado en el plan de Dios el Origen y cada paso se ha cumplido con precisión, sin el más mínimo error. En aquel plan y sabiduría, Dios el Origen se dividió a Sí mismo en el Dios Trinidad.
      En el próximo estudio explicaré acerca de "la Separación del Espíritu", la cual solamente Dios puede lograr.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En este estudio les he explicado cómo y por qué Dios el Origen, quien existía solo, llegó a ser Dios Trinidad.
      Dios preparó el camino para la Cultivación Humana dentro de la justicia y el amor perfecto, paso a paso, a fin de lograr hijos verdaderos.
      Él mismo hizo nacer a sus Hijos, y les asignó sus respectivas tareas. Cuando las personas llegan a tener un hijo, todas anhelan que su hijo llegue a ser una gran persona, y aunque sufran desean que sus hijos vivan una vida feliz.
      No obstante, cuando Dios hizo nacer a Sus Hijos, lo hizo solamente por nosotros. Uno de los Hijos de Dios nació para convertirse en el sacrificio expiatorio que nos redimiría de nuestros pecados. Al otro Hijo se le asignó la tarea de ayudar a las almas a alcanzar lo que les era imposible por causa de su debilidad.
      Debido a que Dios el Santo Hijo y Dios el Espíritu Santo son uno de corazón con Dios el Padre, estos obedecen completamente la Voluntad de Dios.
      ¡Yo anhelo que aquel amor de Dios Trinidad quede grabado de manera imborrable en sus corazones!
      ¡Yo ruego en el nombre del Señor Jesucristo que ustedes lleguen a amar a Dios Trinidad mucho más, desde el fondo del corazón, y que se levanten como frutos preciosos e hijos verdaderos!

      [Amén]


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