• El Infierno (13)

    [1 Samuel 15: 22 -23]

    30-08-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [1 Samuel 15: 22 -23]
      "Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey."

      Éste es el 13vo sermón de la serie sobre El Infierno.

      Hoy en día, es habitual encontrar personas que padecen serias enfermedades.

      En el caso del cáncer, las estadísticas revelan que existen casi 500.000 pacientes en Corea.
      Resultado que significa que uno de cada cien coreanos es un paciente de cáncer.
      A medida que el cáncer avanza, el sufrimiento del paciente va en aumento.
      De ser posible, se interviene quirúrgicamente para extirpar el cáncer. Por lo general, remueven parte del órgano afectado con el cáncer.

      En caso de que reaparezca o surja otro problema, se debe operar nuevamente. Algunos son sometidos a operación más de una docena de veces.

      Allí no termina todo. Muchos son sometidos a tratamientos para combatir el cáncer tales como quimioterapia y radioterapia.

      En la mayoría de los casos, estos tratamientos son acompañados por complicaciones. Los pacientes sufren nausea, como si los intestinos se le fueran a salir, y un dolor en todo el cuerpo como si los apretaran y retorcieran.

      Comienzan a adelgazar mucho. Y también pierden todo el cabello hasta quedar pelados.

      Aquellos pacientes que ya no pueden ser sometidos a estos tratamientos, sólo les queda esperar, analgésicos de por medio, su muerte.

      Esto no sólo sucede con el cáncer, sino que también con otras enfermedades terribles.

      En algunos casos serios de diabetes, los pacientes sufren complicaciones en todo su cuerpo.

      Algunos de ellos quedan ciegos y otros tienen que sufrir la amputación de sus piernas.

      Esa enfermedad no se cura por completo y sigue avanzando; por lo tanto, los pacientes viven en dolor y nerviosismo a lo largo de la vida.

      No pueden comer todo lo que desean, y deben tomar medicamentos o inyectarse a diario.

      Van al hospital como si fuera su segundo hogar.

      También la vida de sus familiares se ve afectada, ya que se agotan mental y económicamente.

      En el caso del HIV(SIDA), el sistema inmunológico de la persona se debilita; y por consiguiente, contraen con facilidad cualquier tipo de gérmenes y virus.

      Entonces, sufren inflamaciones y tumores en todo el cuerpo.
      Llega un punto en sus vidas que sólo les queda esperar la muerte, y sus cuerpos parecen haber sido comidos por todas partes por gusanos.

      En el caso de la lepra, si sufre cortaduras o lastimaduras en cualquier parte del cuerpo, como la mano o pie, y si se infecta la persona puede perder el brazo o la pierna entera.

      Hoy en día, también hay ocurren muchos accidentes de tráfico y laborales. Hay muchas personas que han padecido la amputación de sus brazos o piernas.
      Otras personas sufren quemaduras severas en todo su cuerpo.

      Algunos de estos, ni siquiera pueden comer o dormir a causa del dolor por estos accidentes y desastres.

      Sólo logran conciliar algo de sueño cuando están bajo el efecto de los analgésicos, los cuales son como narcóticos.

      Si su estado empeora, ni siquiera los analgésicos surten efecto.

      Para aquellos que están sufriendo ese dolor sin esperanza, aún un segundo parece un largo tiempo.

      Algunos de ellos, hasta pierden su forma humana normal, sin mencionar la apariencia habitual. Y muchas veces al día piensan en el suicidio.

      Sin embargo, ni siquiera estas enfermedades ni heridas pueden comparase con los sufrimientos que se reciben en el Infierno.

      En este mundo, quizás puedan descansar al menos por un momento, y al morir, ese dolor en particular desaparecerá.

      Pero en el Infierno, los sufrimientos continuaran por el resto de la eternidad.

      Hermanos y hermanas, Jesús ha sanado tantas personas de un sinnúmero de enfermedades.

      Del mismo modo, Él también cargó con todos los sufrimientos en la cruz para así librarnos de todas las enfermedades y padecimientos del Infierno.

      Y de ese modo, si verdaderamente creemos en el Señor, podremos vivir una vida libre de todo dolor de enfermedad o sufrimiento del Infierno.

      Oro en el nombre del Señor para que todos ustedes vivan una vida bendecida en el Señor.

      [Principal]

      Amados hermanos y hermanos en Cristo, en el ultimo sermón, les hablé sobre Pilato, como uno de los que están recibiendo castigos de tercer nivel.

      Como retribución por haber entregado a Jesús a los azotes y crucifixión, también él está siendo azotado en el Sepulcro Inferior.

      Despiadados mensajeros del Infierno lo azotan con látigos espantosos cada vez que el nombre de Pilato es pronunciado.

      Él no puede ni siquiera rogar por su dolor.

      Y eso es porque se le arrancó la lengua como una maldición porque fue ella la que sentencio a la cruz a Jesús.

      El Rey Saúl, el primer rey de Israel, también se halla entre los que están recibiendo los castigos de tercer nivel.

      Él está colgado con su abdomen atravesado por un arpón.

      El arpón no sólo es filoso, también tiene muchos clavos como en punta.

      Es difícil para un ser humano estar colgado, ¡cuánto más debe ser estarlo con el abdomen atravesado por un arpón!

      Además del dolor por estar atravesado con un arpón, se suma que el cuerpo ira cayendo por el mismo peso y la herida se rasgará.

      El abdomen se rasgará a causa de los clavos como punta del arpón, y se podrá ver los músculos, huesos e intestinos.

      No hay manera de poder sacar este arpón.

      Sólo los mensajeros del Infierno pueden mover este arpón. De vez en cuando, algunos mensajeros con espantosas mascaras de animales vendrán y retorcerán el arpón.

      Entonces, el arpón y las puntas romperán aún más dentro del abdomen.

      Los mensajeros disfrutarán viendo a la persona sufrir de dolor. Así que, moverán el arpón de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda con fuerza.

      A medida que se retuerce el arpón, todos los órganos, no sólo el abdomen también los pulmones el estomago, el corazón y los intestinos se romperán.

      Tan pronto como el interior del abdomen es partido y despedazado, la herida luego se cierra.

      Entonces, vendrán los mensajeros del Infierno a clavar más profundamente el arpón nuevamente.

      Hermanos y hermanas, ¿por qué Saúl tuvo que caer en el Sepulcro Inferior? ¿Por qué razón tiene que recibir ese tipo de castigo tan miserable?

      ¿Qué recuerdan cuando piensan en Saúl?

      Probablemente, se acuerden de él yendo detrás de David para matarlo.

      David era un hombre amado por Dios.

      Además, también fue ungido rey para sustituir a Saúl.

      Y tomando en cuenta ese hecho de Saúl tratando de matar a David, podemos entender que era muy arrogante.

      Mas si nos remontamos a los comienzos de Saúl, podemos ver allí que en ese entonces no era tan arrogante.

      Cuando Saúl sube al trono, era una persona humilde ante Dios.

      Cuando Dios señala a Saúl como rey de Israel, Samuel dice lo siguiente de Saúl:

      1 Samuel 9:20 dice, "…mas ¿para quién es todo lo que hay de codiciable en Israel, sino para ti y para toda la casa de tu padre?"
      Y Saúl contestó de manera muy humilde en el versículo 21, "… ¿no soy yo hijo de Benjamín, de la más pequeña de las tribus de Israel? Y mi familia ¿no es la más pequeña de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me has dicho cosa semejante?"

      Cuando echaron suertes para elegir rey de entre el pueblo, Saúl, hijo de Quis, fue elegido, tal como Dios lo había dicho.

      Pero no encontraban a Saúl por ninguna parte. Entonces el pueblo preguntaba dónde andaba. Dios dijo que él se estaba escondiendo tras el equipaje.

      El equipaje era lo que las personas llevaban para el viaje. Saúl era una persona muy tímida.
      Cuando Saúl fue elegido rey, pero algunos insolentes protestaron: "¿Y éste es el que nos va a salvar?" Y fue tanto su desprecio por Saúl, que ni le ofrecieron regalos. Saúl, por su parte, no les hizo caso.
      Poco tiempo después, cuando los amonitas subieron contra Jabés de Galaad, Saúl luchó por Jabés de Galaad y su nación.

      Él venció a los amonitas y salvo al pueblo por poner su confianza en Dios y por amor al pueblo.

      Dios estaba con Saúl, y así fue obteniendo victoria tras victoria.

      Dios tuvo en cuenta el corazón de Saúl y lo ungió rey.

      Sin embargo, el corazón de Saúl comenzó a cambiar.

      Él debería haber sido más humilde ya que conseguía la victoria sólo con la ayuda de Dios, pero pronto él se volvió arrogante.

      Por ejemplo, él mismo ofreció un sacrificio, lo cual era trabajo estrictamente para un sacerdote. Desobedeció a Dios y cometió pecado constantemente.

      En Samuel capitulo 15, ustedes saben muy bien que él desobedeció el mandamiento de Dios de destruir todo lo de Amalec.

      Fue Dios quien dio ese mandamiento de destruir a Amalec, y Dios también le dijo que debían destruir a cada persona, joven o viejo e inclusive todo el ganado.

      Eso incluso ya estaba decidido en los tiempos del Éxodo.
      Éxodo 17:14 dice, "Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo." Dios ya había anunciado el castigo.
      Es decir, Amalec había acumulado tanto pecado hasta el punto tal de no hallar más perdón.

      Si se hubiera dejado a Amalec, éste podría haber influenciado a Israel con sus prácticas idolatras.
      Esa era la razón por la cual debía ser totalmente destruido. Pero Saúl no obedeció la palabra de Dios.
      Sino que capturó vivo a Agag, rey de Amalec, y regresó triunfante. Además también regresó con el ganado bueno.
      Entonces Dios le dice a Samuel que se arrepentía de haber ungido a Saúl como rey.

      Nunca fue la voluntad de Dios ungir un rey para Israel.

      Dios quería que Su pueblo confiara solamente en Él.

      Pero el pueblo pedía un rey que los protegiera y gobernara sobre ellos.

      Fue a causa de este pedido del pueblo que Dios unge a Saúl, quien era el más calificado del pueblo en ese momento.

      Y cuando Saúl desobedece los mandamientos de Dios, Dios se dolió mucho.

      Porque Samuel conocía bien el corazón de Dios en eso, clamó a Dios toda la noche.

      Y con cierta angustia, Samuel le dice lo siguiente a Saúl;

      1 Samuel 15:17 dice, "Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha ungido por rey sobre Israel?"

      Luego le dijo lo que Saúl había hecho mal, y cuál era la voluntad de Dios en detalle.
      1 Samuel 15:22-23 dice, "Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey."
      Ahora, Saúl parecía que se había arrepentido. Él admitió que había pecado. Pero luego le siguieron palabras de diferente naturaleza.

      En la última parte del versículo 24 de 1 Samuel 15 dice, "Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos…"

      Lo que es más, le hace un pedido a Samuel.

      1 Samuel 15:30 dice, "Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios."

      Básicamente, lo que él quería decir es, "yo admito mi pecado, pero por favor hónrame delante del pueblo como rey."

      A Samuel le dolía cada vez que veía actuar así a Saúl.

      Desde ese incidente y hasta el su muerte, Samuel no volvió a ver a Saúl.

      Tras no haber escuchado el consejo de Samuel repetidas veces, Saúl finalmente fue abandonado.

      Hermanos y hermanas, si alguien tiene una falta, y se le señala esa falta, ¿de qué manera debería reaccionar esa persona?

      Esa persona debe admitir su falta de inmediato. No debe tratar de esconderla con excusas.

      Debe volverse de ese camino rápidamente, y mostrar el fruto del arrepentimiento.

      Sólo entonces, Dios le perdona y puede transitar el camino de la vida.

      Si Saúl se hubiese apartado de sus pecados y arrepentido en el momento en que se señaló su falta, su destino habría sido diferente.

      Pero Saúl sólo dio excusas y culpó a otros.

      Él debería haberse humillado ante Dios, pero la fama lo cegó. Sólo quería que los demás lo honraran.

      Saúl había olvidado que no había sido elegido rey por su habilidad, sino que fue Dios quien lo escogió.

      Su orgullo fue cegando cada vez a Saúl mientras trataba de guardar su fama y autoridad.

      Luego hasta comenzó a oponerse a David, quien había sido ungido por Dios.

      David mató a Goliat, el palestino y obró con sabiduría donde quiera que fuera enviado. Saúl lo reconoció y lo hizo jefe del ejército.

      Pero cierto día, algunas mujeres iban cantando, "Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles."

      Desde ese momento, Saúl comenzó a sentir celos en su corazón. Comenzó a centrarse en David con el pensamiento de que era una amenaza para su trono.

      Pero en David no existía el mínimo deseo de subir al trono. Él sólo permanecía fiel a Su pueblo y a su país.

      David salvo a la nación de grandes crisis, alcanzando logros sobresalientes.

      David estaba dispuesto a sacrificar su vida por la nación y por su pueblo, al igual que por el rey David.

      Como rey del país, Saúl debería haber estado agradecido con David.

      Pero a causa de su envidia y codicia, consideró a David como un enemigo e intentó matarlo.

      Y sólo por haber ayudado a David, Saúl mató a 85 sacerdotes de Dios en Nob, y casi destruye toda la ciudad.

      Eso vino a ser lo mismo que oponerse directamente a Dios mismo.

      Oponerse a un siervo de Dios es lo mismo que oponerse a Dios mismo.

      Dios jamás va a aceptar semejante cosa, y hará a esa persona responsable.

      Ahora bien, ¿por qué razón Dios no destruyó inmediatamente a Saúl, a pesar de que él estaba constantemente en desobediencia y haciendo lo malo?

      Dios estaba esperando porque Él sabía que David, por medio de las pruebas que padecía por las persecuciones de Saúl, llegaría a ser como oro refinado. .

      Y al mismo tiempo, Dios le estaba dando oportunidad a Saúl para que se arrepintiera.

      David tuvo dos oportunidades de matar a Saúl mientras estaba siendo perseguido, pero en ambas ocasiones lo dejó vivir.

      Cuando David mostró su verdadero corazón hacia Saúl salvándolo, Saúl fue conmovido en su corazón.

      Saúl fue conmovido por el corazón puro de David, y hasta gritó a gran voz llamando a David, "mi hijo".

      Pero fue por ese momento solamente. No se arrepintió de corazón, y luego comenzó a perseguir a David para matarlo.

      Saúl no entendía el corazón de Dios que lo estaba soportando. Tan sólo siguió su codicia sin volverse de su camino de pecado.

      Tuvo que enfrentar un final miserable en el campo de batalla. Cuando estaban a punto de perder, él tomó su espada y cayó sobre ella.

      Eso fue para evitar una muerte nefasta en manos de los gentiles.

      A Saúl sólo le importaba su orgullo y honor, antes que seguir la voluntad de Dios, aún en el momento mismo de su muerte.

      Esta es la parte que nos permite entender el por qué él está colgado en el Sepulcro Inferior con su abdomen atravesado por un arpón.

      También se debe a que una vez mientras David tocaba el arpa para Saúl, éste intentó clavar a David con un arpón.

      Como pago por ese acto de maldad, él está sufriendo el dolor en su abdomen, que está siendo todo desgarrado por ese arpón filoso.

      Se queja de dolor y colgado, recuerda las oportunidades que tuvo para arrepentirse.

      Piensa, "¿por qué tuve que desobedecer? ¿Por qué tuve que oponerme a Dios?

      Por supuesto, que eso ya no tiene sentido porque está en el Infierno, pero no puede parar el gran arrepentimiento que siente.

      Pero cuando el dolor aumenta, el remordimiento desaparece de inmediato, y luego comienza a quejarse lleno de maldad.
      Mientras está haciendo eso, los mensajeros del Infierno se le acercan para retorcerle el arpón.
      Mientras está viendo que los mensajeros del Infierno se dirigen hacia él y lo miran, nuevamente se vuelve preso del miedo.

      Ya para ese momento ha sido golpeado por los pensamientos puesto que sabe lo que le espera.
      Ni siquiera sirve que él les diga, "¡por favor, déjenme a solas, por favor deténganse!
      Viendo la mirada de miedo en Saúl, el mensajero del Infierno muestra una sonrisa de satisfacción y clava el arpón y lo hace girar.
      Mientras hace girar el arpón una y otra vez, Saúl tiene que padecer el dolor detener el cuerpo retorcido.

      Conclusión

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, siempre debemos estar atentos por si nos estamos poniendo más en alto nosotros que a Dios.
      Mientras más alta posición tengamos, y mayor reconocimiento y amor, debemos recordar la gracia del primer amor.
      Todos somos pecadores.

      Si Jesús no hubiera tomado la cruz, nosotros sufriríamos los mismos padecimientos que Saúl en el Infierno.

      Y Dios nos salvó de esa miseria.

      Él nos ha dado la gracia, la salud, el dinero y el servicio, de modo tal que podamos convertirnos en obreros fieles de Dios.

      Y ¿cómo podemos afirmar que hicimos eso y que eso es mío?".

      Por lo tanto, siempre debemos ser humildes ante Dios y ante los hermanos en la fe.

      No debe existir en nosotros el deseo de ser servidos.

      Nosotros debemos despojarnos por completo de nuestra lujuria, arrogancia, y codicia de fama, poder social y dinero por medio de la circuncisión del corazón.

      Si cometemos cualquier acto pecaminoso, debemos arrepentirnos de inmediato.

      Al principio, quizás nos afija en el corazón, y hasta puede haber cierto castigo por amor a Dios.
      Pero si nos empeñamos en seguir pecando, luego no sentiremos ni el más mínimo cargo de consciencia.
      Quizás hasta empecemos a difamar y acusar injustamente a siervos de Dios u obreros de Dios que aman Dios. Podemos comenzar a generar contiendas y división en la iglesia.

      El rey Saúl era un modelo de ese tipo de persona.
      Nosotros vamos a aprender de su ejemplo, para no tener que recorrer el mismo camino que él hizo.
      Especialmente, démonos cuenta de cuán gran pecado es oponerse a un siervo de Dios. Por lo tanto, nosotros no vamos a hablar ni pensar nada en contra de él.
      Hermanos y hermanas en Cristo, aquellos que son reconocidos por Dios, se humillarán más aún mientras ellos son reconocidos y amados.
      Del mismo modo, aquellos que aman con fervor y verdad a Dios, no tiene tiempo para amar a este mundo.
      Oro en el nombre del Señor para que ustedes siempre se ubiquen en el lugar más humilde hasta tanto Dios Padre los lleve a un lugar más alto, a la Nueva Jerusalén


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