• División de Espíritu (6)

    [Génesis 1:1]

    28-08-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Génesis 1:1
      [1] "En el principio creó Dios los cielos y la tierra".

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Este es el noveno estudio del libro de Génesis.
      Continuaré hablando acerca de los Siete Espíritus, los cuales constituyen una de las entidades divididas de Dios el Padre.
      Les dije que los Siete Espíritus son el corazón de Dios que pesa siete atributos de las personas, y que las respuestas a las oraciones se conceden dependiendo del peso de fe determinado por el peso de los Siete Espíritus.
      Hasta el momento les he explicado acerca de 4 de los 7 espíritus: fe, gozo, oración, y gratitud. El quinto atributo que pesan los siete espíritus es cuán bien guardamos los mandamientos de Dios.
      En la Biblia existen palabras de instrucción concernientes a lo que se debe o no se debe hacer, a lo que se debe guardar y a lo que se debe desechar o eliminar. Todos estos son mandamientos que todos los hijos de Dios deben guardar.
      Dios el Padre compendió todos estos mandamientos en un grupo de diez, y nos dijo que esos correspondían a los esenciales que se deben guardar, los mismos que son conocidos como los Diez Mandamientos.
      Los Siete Espíritus de Dios pesan precisamente el modo en que hemos guardados los Diez Mandamientos, y cuando Dios desea responder a nuestra oración, Él se fija en los resultados de dicho peso.
      Dios responde y bendice a aquellos que guardan correctamente los Mandamientos. Por otro lado, Él no puede responder a las oraciones de quienes no viven de acuerdo a los Mandamientos.
      ¿Por qué el hecho de guardar los Mandamientos se convierte en una condición para recibir una respuesta a una oración?
      El hecho de recibir respuestas y bendiciones de parte de Dios prueba que uno es amado por Él.
      No obstante, Dios el Padre obra en todo de acuerdo a la justicia. Él no concede respuestas y bendiciones a cualquier persona, sino solamente a aquellos que son dignos de recibir amor en la justicia, y sólo estos reciben aquel amor de Dios.
      En Proverbios 8:17 leemos: "Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan". Además en Éxodo 20:6 dice: "y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos".
      ¿Cuál dice la Biblia que es la evidencia más clara del amor de una persona hacia Dios?
      Es "guardar los Mandamientos de Dios".
      Nuestro Señor dice en Juan 14:15: "Si me amáis, guardad mis mandamientos".
      En Juan 14:21 dice además: "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él".
      Como pueden ver, aquellos que aman verdaderamente a Dios guardan Sus Mandamientos, y no lo hacen porque se sienten obligados a hacerlo sino que se alegran y gozan de guardarlos porque aman a Dios.
      Por supuesto que si una persona tiene fe muy débil le será difícil vivir dentro de los Mandamientos de Dios ya que no podrá guardarlos completamente a causa de su fe débil. No obstante, Dios el Padre tiene compasión de las personas de fe débil.
      Aunque estos no guarden los mandamientos de vez en cuando, Dios considerará compasivamente sus esfuerzos siempre y cuando continúen intentando vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
      Sin embargo, aquella compasión no debería ser necesaria para aquellos que se supone deben tener fe firme después de sus muchos años como cristianos; mientras más largo sea su tiempo como cristianos deberán guardar los mandamientos de forma más completa.
      No deben solamente adherirse estrictamente a los Mandamientos, sino que deben llegar a ser perfeccionados en un "comportamiento reverente más sincero". Permítanme darles un ejemplo para explicar lo que es el "comportamiento reverente más sincero".
      De entre los Diez Mandamientos, ¿cuál es el noveno?
      Éxodo 20:16 dice: "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio".
      "Dar falso testimonio" es decir algo opuesto a la verdad, por ejemplo, decir que se hizo algo que no se ha hecho en realidad, o viceversa.
      Este hecho de dar falso testimonio quizás tenga un gran efecto sobre la toma de ciertas decisiones, especialmente en un juicio, donde un falso testimonio puede causar que una persona inocente sea acusada como culpable, o lo opuesto.
      ¿Acaso no dirían ustedes la verdad absoluta si tuviesen que testificar en una corte?
      ¡Por supuesto que sí lo harían!
      Al hacer la comparación con este ejemplo, ¿pueden decir que guardan completamente el noveno mandamiento? Aquellos que no dan falso testimonio bajo ninguna circunstancia, no mentirán, aunque sea una mentira trivial.
      Una mentira que se dice en contra de otra persona, aunque esta no le cause daños serios, es una falsedad. Adicionalmente, cuando uno se mantiene callado ante una situación en la cual se debería decir la verdad, también se considera como un acto que da falso testimonio.
      Digamos que (un hombre llamado) Jerry ha sido injustamente acusado de algo que en realidad fue hecho por (un hombre llamado) Tom. Usted decide callar a pesar de lo que sabe a causa de su relación cercana con Tom.
      Este acto no podrá pasar el peso de los Siete Espíritus de Dios quien analiza todas las cosas con sus ojos vehementes. Mientras crece la fe, su corazón también se torna veraz, y ya no tolerará ni siquiera una mentira trivial de su parte, por tanto no pronunciará ni una "mentira piadosa".
      Una "mentira piadosa" es una mentira pronunciada en consideración por los demás, no obstante, mientras crece su fe, usted no dirá este tipo de mentiras tampoco.

      Amados hermanos y hermanas,
      Cuando ustedes comunican un mensaje, si aumentan o sustraen algo a sus palabras, eso constituye un falso testimonio.
      Cuando se aumenta o sustrae algo que debe ser comunicado, utilizando sus propias opiniones o ideas en lugar de comunicar lo que dicen los demás, eso es decir un falso testimonio.
      No obstante, este tipo de falso testimonio también disminuye mientras crece su fe. La razón de esto es la desaparición de dichas opiniones y sentimientos personales mientras aumenta la fe, de modo que ustedes logran hablar con la verdad según lo que han visto, escuchado, y sentido.
      Si ustedes llegan a ser así, no juzgarán a los demás como deseen, ¿no es así? Pues juzgar a los demás y hablar de ellos sin conocer su corazón o situación también es un falso testimonio.
      Mientras crece la fe, este tipo de falso testimonio también desaparecerá. Asimismo, cuando consideren el mandamiento que dice: "No hablarás falso testimonio", el nivel de acción podrá variar de acuerdo a la fe de cada individuo.
      Una persona no será contada como alguien que guarda el noveno mandamiento por el simple hecho de no dar falso testimonio en una corte. El nivel de comportamiento también debe mejorar de acuerdo a la medida de la fe.
      Este principio se aplica a todos los Diez Mandamientos. En mi libro titulado "La Ley de Dios" expliqué los Diez Mandamientos muy detalladamente. Por favor aproveche esta oportunidad una vez más para hacer de la información en este libro su pan diario, examinando cuánto ha madurado su fe y cuán bien ha guardado los Diez Mandamientos.
      Al iniciar este año prediqué unos mensajes titulados "Diezmo y Ofrendas completas", y "Guardar el Día del Señor como un día santo". ¿Cuántas respuestas y bendiciones han recibido desde que escucharon esos mensajes y los aplicaron?
      Al guardar y obedecer completamente tan solo estos dos mensajes, Dios el Padre ha concedido muchas bendiciones maravillosas, como si hubiese estado ansiosamente esperando hacerlo.
      Si ustedes guardan por completo los Diez Mandamientos, ¿cuánto más responderá y bendecirá Dios? Él no tardará en derramar sus bendiciones, no solamente sobre cada uno por individual, sino también sobre las oraciones generales de la iglesia.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      En sexto lugar los Siete Espíritus pesan la "fidelidad".
      Ellos pesan cuán fieles son cada uno de ustedes a las responsabilidades que se les han confiado.
      Por lo tanto, en calidad de siervo de Dios, un obrero levita, un anciano, una diaconisa principal, un diácono, o un maestro de escuela dominical, ustedes deben ser fieles a sus responsabilidades.
      Además deben atesorar sus responsabilidades y ser fieles a ellas, ya sea en la posición de líderes de grupo o célula, o en cualquier posición que se les ha confiado. No obstante, si ustedes son fieles solamente a sus responsabilidades encargadas por parte de Dios, no podrán ser contados como personas de fidelidad perfecta.
      Ustedes deben ser fieles no solamente a sus responsabilidades en la iglesia, sino también a las de lugar de trabajo y a las de su hogar, sólo entonces su fidelidad será llamada "perfecta".
      En calidad de esposo, esposa, hijo, o padre, ustedes deben ser fieles en la verdad a cualquier responsabilidad, y en el caso de tener que decidir entre la obra del Señor y la del mundo, si ustedes tienen fe por supuesto que elegirán la obra del Señor, pero eso no significa que deben ignorar sus responsabilidades seculares.
      Por último, no deben convertirse en personas parciales. Para gloria de Dios deben ser fieles a cualquier responsabilidad que les sea confiada en la verdad.
      Algunas personas tienen serios problemas, a pesar de haber sido cristianos por un largo tiempo, y de ser obreros de alto nivel en la iglesia. Ellos se me acercan y solicitan mi oración por la solución a sus problemas, y hacen confesiones de arrepentimiento.
      ¿Por qué se da esto? Por que solían ser fieles a sus responsabilidades, solían tener pasión, pero de pronto empezaron a ignorar sus responsabilidades. Dicen haberse dejado absorber mentalmente por los asuntos y negocios del mundo, y por ende, llegan a descuidar la obra del Señor.
      Algunos no superan las dificultades de sus vidas, o se comprometen con el mundo para evitar la persecución. Estos fueron fieles en algún momento, ¿cómo es posible que su corazón haya cambiado de esa manera? Es debido a que desatienden la fidelidad espiritual, a pesar de que confiesan ser fieles.
      ¿Qué es la fidelidad espiritual?
      Es circuncidar el corazón continuamente; es la obra de lavar las vestiduras del corazón sin cesar. Aquellos que tratan de ser fieles espiritualmente de este modo, también podrán ser fieles a sus responsabilidades.
      Aunque enfrenten dificultades, no se darán por vencidos en el cumplimiento de sus responsabilidades; aunque tengan serios problemas en casa, o aunque enfrenten serias dificultades financieras, no renunciarán a sus responsabilidades.
      Esto es así porque la fidelidad a sus responsabilidades es la promesa hecha ante Dios, y no importa el tipo de problema en el que se encuentren, nunca romperán esa promesa.
      ¿Qué pasaría si no circuncidaran sus corazones?
      Cuando se enfrenten a algo que sea desafiante en lo físico, los atributos malignos o una forma de maldad que resida aún en sus corazones se agitarán y no podrán guardar sus corazones, y podrían terminar rompiendo la promesa ante Dios.
      Por lo tanto, para que su fidelidad sea completa e inmutable, ustedes deben recordar que la fidelidad debe ser espiritual. He visto a personas manejando sus responsabilidades con dificultad cuando están bajo presión a pesar de no estar llenos del Espíritu Santo, pero no se dan por vencidos.
      A veces las personas renuncian a sus posiciones, o las mantienen con dificultad. Cuando los Siete Espíritus pesen este tipo de personas, ¿cómo podrán ellas pasar el peso?
      Por lo tanto, para poder manejar sus responsabilidades fielmente y a plenitud ustedes deben desechar toda forma de maldad mediante la circuncisión de sus corazones, pues la llenura de sus corazones no es arrebatada por otra persona, o por un mal ambiente, sino por la maldad que aún reside en el corazón.
      Es por esto que les animo a mantener en mente la importancia de la fidelidad espiritual una vez más. Si Dios hubiera deseado solamente la fidelidad física, no habría creado al hombre.
      Él tiene innumerables ángeles y huestes celestiales a Su alrededor, quienes le obedecen bien y trabajan con fidelidad. No obstante, Dios anhela encontrar hijos que sean fieles desde el fondo del corazón a causa de su amor por Él.
      Nuestro Jesús vino a este mundo para ser fiel al punto de morir por causa de Su amor por Dios. Elías, Moisés, el Apóstol Pablo, el Apóstol Pedro, el Apóstol Juan también fueron completamente fieles hasta la muerte.
      ¡Yo anhelo que sus corazones reflejen el corazón del Señor y el de los patriarcas de la fe, para que lleguen a ser más fieles que antes!
      Desde que fundé esta iglesia, jamás he descuidado la obra por el Reino de Dios el Padre, ni siquiera por un día. El 25 de julio de 1982, 13 personas, es decir, 4 niños y 9 adultos, estuvimos presentes en el servicio de apertura.
      Antes de iniciar la iglesia ofrecíamos vigilias de oración, y ese fuego de oración no se apagó en el templo una vez que iniciamos. En aquellos días no existían las reuniones de Oración de Daniel, orábamos desde la media noche hasta las cuatro de la mañana, y luego dirigía una Reunión de Oración de la Madrugada.
      Nunca falté a una reunión; no dejé de asistir por el hecho de estar cansado, ni delegué mi trabajo a otras personas por no sentirme bien. Luego de la Reunión de Oración de la Madrugada, tomaba un ligero descanso, y luego me dirigía al Seminario.
      Al regresar cuidaba de mis ovejas enfermas; muchas personas que padecían enfermedades habían escuchado acerca de mí y venían a esta iglesia para recibir sanidad, y se quedaban en el santuario.
      Al regresar del seminario yo cuidaba de los enfermos o visitaba a los miembros. ¡Con cuánto fervor he servido a cada uno de los miembros! Por ejemplo, entre los estudiantes de escuela primaria y secundaria ha habido muchos que tomaban varios autobuses para venir a esta iglesia.
      Algunos no tenían dinero, sin embargo venían desde muy lejos. ¡Que almas tan preciosas! Yo he servido a estos estudiantes con amor. Los sábados y domingos los acompañaba hasta la parada del autobús luego del servicio, al momento de regresar a casa.
      Les daba fichas para el autobús y me despedía, pero no sólo eso, también les daba fichas para que regresen la siguiente vez. A los que cambiaban de autobús una vez, les daba cuatro fichas; a los que cambiaban autobuses tres veces, les daba seis fichas.
      En ese entonces, ya que la cantidad de ofrendas era muy pequeña, yo no hacía eso con dinero de la iglesia, sino con el dinero que lograba ahorrar.
      Cuando se evangelizaba a las almas para que vinieran a la iglesia, éstas eran como joyas preciosas, por eso siempre he orado por ellas con ferviente amor, a fin de no perderlas. En ese entonces, cuando un alma llegaba a la iglesia, jamás dejaba de asistir.
      Cada semana llegaban nuevas almas a esta iglesia, y yo las servía con mucho fervor; ninguna abandonaba la iglesia, la cual se mantenía creciendo. Ya que esta iglesia ha crecido con tantos miembros, ¿se ha apagado mi fidelidad?
      ¡Claro que no!
      ¡Mi corazón por las almas jamás se ha apagado! No ha habido suficiente, hemos tenido falta de todo, sin embargo me esforcé al máximo.
      En la actualidad tenemos más de 9 mil iglesias filiales alrededor del mundo, y hay innumerables siervos de Dios y obreros levitas.
      ¿Acaso está descansando mi corazón? ¿Acaso mi fidelidad y fervor se han apagado?
      Mi amor por las almas, por la oración, y por todo asunto se ha avivado más que nunca; el fervor jamás se ha apagado.
      En ese entonces separaba tiempo para cenar fuera con mi familia una o dos veces por año, pero ahora no dispongo ni siquiera de ese tiempo. En aquel entonces me era posible salir con mi familia en Año Nuevo o el Día de Acción de Gracias, pero ahora no puedo.
      ¡Todo mi tiempo está destinado para la obra de Dios el Padre! Siervos de Dios, obreros levitas, y todos quienes tienen una posición, ¡por favor examinen sus vidas! Con respecto a sus posiciones, ¿cuán diferente es su fidelidad actual de la que tenían antes de conocer a Dios?
      Ustedes solían anhelar sus responsabilidades y ser fieles a ellas, pero ¿acaso no se les ha confiado una responsabilidad ahora?
      Si su responsabilidad ha sido la misma desde hace tiempo, ¿se ha apagado su fervor por la responsabilidad de alguna manera?
      Si ustedes tienen fe verdadera, mientras más experimentados sean como cristianos, más fieles tienen que ser, pues solamente así lograrán pasar el peso de los Siete Espíritus.
      El séptimo atributo que pesan los Siete Espíritus es el "amor".
      Por supuesto, se trata del amor espiritual que nunca jamás cambia. El amor juega el rol de una banda o cinta que une perfectamente a los seis atributos anteriores en plenitud.
      En otras palabras, el "amor" une "fe, gozo, oración, gratitud, obediencia a los mandamientos, y fidelidad" en un solo elemento y lo hace completo.
      ¿Qué significa esto?
      Primero: Si la fe tiene falta de amor, es inservible.
      1 Corintios 13:2 dice: "...y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy".
      Lo mismo sucede con el gozo que carece de amor. Por ejemplo, si alguien se regocija cuando por el sufrimiento de otra persona, este tiene un corazón muy malvado.
      Además se debe orar con amor ya que es muy difícil que una oración sin amor llegue a Dios como incienso de grato olor.
      Con la gratitud sin amor sucede lo mismo; cuando Dios busca el corazón de las personas, la gratitud sin amor no podrá conmover Su corazón, y tampoco el corazón de las personas.
      Anteriormente les dije que al guardar los mandamientos de Dios con amor por Él, el amor se convierte en verdadero.
      Y les dije también que Dios el Padre anhela verdaderamente que ustedes le sean fieles en su amor por Él.
      De igual manera, el "amor" es como una banda que une perfectamente todos estos seis atributos en entereza; esta es la razón por la que se pesa la final. Los Siete Espíritus de Dios pesan completamente cuán plenamente manejan las personas todos estos atributos con corazón verdadero y con amor.
      1 Corintios 13:4-7 explica bien lo que es el verdadero amor:
      "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".
      Les animo a que recuerden con fe este estándar del amor espiritual sin importar lo que hagan. Por ejemplo, cuando oren o sean fieles, si lo hacen de acuerdo a las Palabras del "Capítulo del Amor", su oración y fidelidad serán perfectas.
      De este modo, aquellos que hacen todas las cosas en amor son quienes aman verdaderamente a Dios, quien anhela ganar este tipo de hijos verdaderos que lo amen con este amor verdadero.
      Esa es la razón por la que inició la Cultivación Humana, por lo tanto, anhelo que ustedes cumplan con este amor verdadero y lleguen a ser verdaderos hijos de Dios. Anhelo además que ustedes hagan todas las cosas en amor de modo que puedan pasar perfectamente el peso de los Siete Espíritus y recibir las respuestas a los deseos de su corazón.

      Amados hermanos y hermanas,
      Ahora ustedes entienden bien cuál es el rol que juegan los Siete Espíritus, ¿no es así?
      Ustedes pueden comparar los siete atributos que pesan los Siete Espíritus a las partes de un artefacto eléctrico; si falta cualquiera de estas partes el artefacto no funcionará, aunque usted lo encienda.
      Asimismo, si ustedes carecen de cualquiera de los siete atributos que pesan los Siete Espíritus, no podrán recibir respuestas a sus oraciones.
      No obstante, les dije anteriormente que el Dios de justicia y amor pesa primeramente la fe, y establece un estándar de acuerdo a la medida de la fe. Dios el Padre dice en Éxodo 33:19: "Yo tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente".
      La razón por la que Dios el Padre establece este estándar detallado mediante la medida de los Siete Espíritus es Su anhelo de conceder más respuestas por todos los medios posibles, y en todo lo posible.
      Él no establece un estándar tan alto de modo que no puedan pasar y así evitar dar respuesta a sus oraciones, pues ya que Él anhela que cada uno de ustedes reciba respuestas y bendiciones de acuerdo a la medida de fe, Dios el Padre establece el estándar a través de los Siete Espíritus.
      Por lo tanto, yo ruego en el nombre del Señor Jesucristo, que ustedes obren aún más en pleno amor y que reciban gracia y bendiciones sobreabundantes de parte de Dios el Padre.

      [Amén]


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