• Corazón Sincero - Ceremonia de Dedicación

    [Hebreos 10:22]

    20-09-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Hebreos 10:22
      "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".

      Introducción

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, miembros de más de nueve mil iglesias filiales en Corea y alrededor del mundo incluyendo los Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay, Argentina, Chile, Japón, Mongolia, China, Taiwán, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia, Nepal, India, Sri Lanka, Pakistán, Kazajstán, Israel, Palestina, Egipto, Sudán, Etiopía, Kenia, Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania, R. D. de Congo, Gabón, Angola, Botsuana, Suazilandia, Sudáfrica, Burkina Faso, Liberia, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Reino Unido, Irlanda, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Italia, Grecia, Rusia, Suecia, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, Daguestán, miembros de los santuarios locales, miembros quienes están asistiendo a este servicio a través del Internet, y televidentes de GCN y Manmin TV.
      Este año, un total de 89 personas están siendo dedicadas; entre estas tenemos 13 Pastores Asistentes, 17 Ancianos, 2 Ancianos Honorarios, 42 Diaconisas Principales, 3 Diaconisas Honorarias, y 11 Diaconisas Principales Asociativas.
      Felicito a todos ustedes que hoy son dedicados como obreros preciosos del Reino de Dios.
      Agradezco a todos los visitantes que están aquí para celebrar este evento.

      Amados hermanos dedicados y miembros de la iglesia,
      El título del mensaje de hoy es "Corazón Sincero".
      Un corazón sincero es un corazón lleno de verdad, y sin falsedad alguna.
      Es un corazón que no cambia a fin de buscar su beneficio o ventaja personal en una situación dada, o bajo ninguna circunstancia.
      Este es el corazón que está completamente lleno de confianza plena en Dios, la cual nunca cambia, sino que es santa y noble.
      Este tipo de corazón es como un tesoro precioso.
      El verdadero valor y dignidad del hombre no provienen de gran honra, conocimiento, fama, apariencia, o ninguna cosa externa.
      Aunque una persona posea muchas cosas, si su corazón está lleno de astucia, deseos egoístas, codicia, arrogancia, y cualquier otra cosa inmunda, sin duda alguna este corazón no tendrá ningún valor ante Dios.
      Nosotros podemos recobrar la verdadera dignidad del hombre creado a imagen de Dios, solamente si cultivamos un corazón sincero, limpio, y noble.
      Es por eso que en el pasaje bíblico de hoy escrito en Hebreos 10:22 dice: "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".
      Cuando aceptamos al Señor, nos damos cuenta de nuestra maldad por medio de la obra del Espíritu Santo.
      Incluso aquellos que piensan que son relativamente buenas personas, se dan cuenta de la maldad de su conciencia cuando se examinan a sí mismos por medio de la Palabra de Dios.
      Luego empezamos a limpiar nuestro corazón con el agua, la cual es la Palabra de Dios; la que es nuestra vida, en calidad de cristianos.
      Mientras limpiamos nuestro corazón con la Palabra, podemos acercarnos confiadamente a Dios, con corazón sincero y fe perfecta.
      Podemos recibir respuestas a cualquier cosa que pidamos con fe.
      Podemos establecer un ejemplo para todos los creyentes, y podemos llegar a ser guerreros espirituales, que cuidan la iglesia y el rebaño del Señor.
      Anhelo que ustedes, miembros dedicados, tengan este tipo de corazón sincero.
      Yo ruego en el nombre del Señor que todos ustedes lleguen a ser obreros fieles, exaltados por el Señor por tener este tipo de corazón.

      Mensaje

      Amados hermanos dedicados,
      Para que ustedes puedan cultivar un corazón sincero, primeramente deben cultivar obediencia perfecta.
      2 Corintios 1:19 dice: "Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él".
      Como está escrito, Jesús solamente obedeció la voluntad de Dios.
      Él dejó de lado el glorioso trono en calidad de Creador, y vino a este mundo, y nunca desobedeció a Dios hasta llegar a tomar los sufrimientos de la cruz.
      Yo anhelo que ustedes obedezcan la voluntad de Dios con "Sí" y "Amén", al igual que Jesús.
      Sobre todo debemos obedecer la Palabra de Dios escrita en los 66 libros de la Biblia.
      Además debemos obedecer al Pastor que está a cargo de la iglesia, así como el orden de la misma.
      Más específicamente, por ejemplo, es obvio que debemos obedecer los Diez Mandamientos.
      No solamente los Pastores, sino también Ancianos y Diaconisas Principales, son líderes y maestros de los miembros laicos.
      Y si ustedes no guardan los Diez Mandamientos, que son los más básicos, ¿cómo podrán enseñar a los miembros la Palabra de Dios, y decirles que obedezcan el orden de la iglesia?
      Es obvio que deben obedecer la Palabra de Dios primero; deben hacer las cosas que Dios manda que hagamos, y no hacer las que manda que no hagamos.
      Deben desechar las cosas que Dios ordena que desechemos, y guardar las cosas que Dios ordena que guardemos.
      Si Dios nos manda que cultivemos la bondad, entonces debemos esforzarnos al máximo para descubrir y desechar la maldad, y cultivar la bondad.
      Asimismo, si Dios mueve su corazón a hacer algo por la iglesia, ustedes también deben estar dispuestos a obedecer.
      A veces, Dios quizás nos pida que hagamos algo que la sabiduría y el conocimiento de este mundo no puedan entender.
      Incluso en esas ocasiones, no deben quejarse o desobedecer insistiendo en sus propios pensamientos, conocimiento y experiencia.
      No deben pensar diciendo: "Obedeceré esto porque es algo que entiendo, pero ignoraré aquello porque no me beneficia en nada".
      1 Samuel 15:22 dice: "Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros".
      ¡Ustedes han escuchado esto innumerables veces!
      Aunque algo tenga una excelente apariencia según su opinión, si Dios dice que no es bueno, ustedes deben escoger lo que Dios anhela.
      Por supuesto que quizás no sea fácil obedecer al 100% desde un comienzo.
      Al principio ustedes quizás insistan en considerar sus propias opiniones e ideas, y posiblemente tengan conflictos si algo no les es de beneficio.
      Pero si ustedes se mantienen diligentes, obedeciendo con disposición para continuar obedeciendo, entonces finalmente podrán obedecer por completo.
      Dios mirará sus corazones y obras, y Él cambiará sus corazones con la verdad; también les dará fe y entendimiento espiritual.
      Y además les ayudará a obedecer por completo.
      Solamente cuando obedezcan de esta manera su fidelidad podrá producir buenos frutos y podrán recibir recompensas celestiales.

      Amados hermanos dedicados hoy y demás miembros de la iglesia,
      Para que ustedes cultiven corazones verdaderos, en segundo lugar, no deben guardar ningún resentimiento.
      La mayoría de personas guardan resentimientos al pensar que no son tratados de la manera que debían serlo, y cuando no son amados o reconocidos.
      También sufren resentimientos si consideran que han sufrido una pérdida, o que han sido tratados injustamente en comparación con otras personas.
      Por ejemplo, supongamos que hay algún hermano que está bajo su cargo en su parroquia, o en su grupo misionero, quien parece estar sirviendo a otros pastores, y no está sirviéndole a usted en la manera que usted considera apropiada.
      O quizás usted observa que los miembros de otras parroquias sirven bien a sus pastores, pero que sus miembros carecen de ese servicio a su pastor.
      Al pensar de este modo, ustedes quizás guarden resentimiento o sentimientos contrarios hacia sus propios miembros.
      Algunas veces pueden guardar resentimiento al pensar: "Yo soy un (Anciano/Diaconisa Principal), pero mis opiniones no son aceptadas, mientras las opiniones de otras personas, incluso de las Diaconisas, son bien recibidas".
      Algunas de estas personas simplemente dan la espalda a la iglesia si sus políticas no son de beneficio para ellos.
      Algunos también tienen resentimiento hacia su pastor.
      Estos piensan: "Me esfuerzo tanto haciendo el trabajo, pero el Pastor Principal no se da cuenta. Él trata tan bien a las personas, pero no me reconoce a mí".
      Existen algunas personas que incluso guardan resentimientos hacia Dios.
      Estos dicen que oran mucho y que trabajan muy duro por el Reino de Dios, pero que no reciben respuestas a sus oraciones.
      Ustedes podrán llegar a ser verdaderos obreros de Dios, con corazones verdaderos, solamente cuando desechen todo resentimiento.
      Para ser libres de cualquier resentimiento, hay que desechar los motivos egoístas.
      No se debe dar cabida a nuestro propio ego, nuestro anhelo de beneficio, nuestro orgullo, nuestra familia, nuestro trabajo, o cualquier cosa de este tipo.
      No se debe pensar que es uno quien ha logrado algo; se debe considerar que solamente el Señor y Dios lo han hecho, porque son ellos quienes lo hacen todo.
      Incluso luego de hacer alguna buena obra o de esforzarse mucho, no se debe pensar en recibir algo a cambio pensando que se lo merece.
      Por supuesto que está bien tener esperanza en las recompensas que recibiremos por lo que hemos logrado con fe y amor.
      Pero tener la esperanza de las recompensas con fe, y desear algo a cambio con motivos egoístas, son dos cosas muy diferentes.
      Si ustedes esperan en las recompensas de Dios con fe, no se preocuparán por recibir algo en este mundo.
      Aunque no reciban una recompensa en el momento que lo desean, su fidelidad y amor no cambiarán; seguirán dando más y más con gozo.
      Si ustedes desechan el atributo de la carne llamado "resentimiento", tendrán gran fortaleza para cultivar un corazón verdadero.
      Muchas de las demás naturalezas de maldad que están relacionadas con el resentimiento, son el odio, las peleas, la envidia, los celos, el juicio, la condenación, y los malos entendidos; todo esto será desechado.
      Y ustedes recibirán amor espiritual para humillarse a sí mismos y buscar el beneficio de los demás.
      Si ustedes tienen este amor, sentirán el amor de Dios el Padre en sus corazones con mayor fuerza.
      Y a ese punto, amarán a Dios con mayor fuerza.
      Y amar a Dios el Padre profundamente es la tercera condición para cultivar un corazón verdadero.
      Aquellos que aman a Dios profundamente también amarán a sus hermanos.
      En 1 Juan 4:20 dice: "Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?"
      Amaremos a las demás almas, así como al pastor que las guía al espíritu, a la medida que amemos a Dios.
      Mientras guarden la iglesia y cuiden de las almas con este amor, crecerán para llegar a ser obreros más poderosos.
      Y producirán fruto espiritual verdadero en todo lo que hagan.
      Pero el amor espiritual es diferente al amor humano.
      Amor humano es dar simplemente consuelo o algo que tiene buena apariencia ante los ojos, cuando en realidad se debería enseñar a alguien con la Verdad.
      Si usted intenta enseñar de qué manera vuela el viento entre la gente, y trata de ganarse su corazón en lugar de enseñarles la voluntad de Dios, eso es amor humano.
      El amor espiritual es aquel que causa que las demás almas prosperen y que se engrandezca el Reino de Dios.
      Ustedes podrán cultivar un corazón verdadero y cumplir con sus hermosas responsabilidades solamente cuando amen a Dios y a las almas con este amor espiritual.

      Conclusión

      Amados hermanos dedicados hoy,
      Hasta este día de dedicación, posiblemente todos ustedes han estado esforzándose durante un largo tiempo para ser santificados, y para trabajar para el Reino de Dios.
      Y cuán emocionante debe ser para ustedes ser dedicados hoy como Pastores, Ancianos, y Diaconisas Principales, después de todos esos años.
      Ustedes deben haber decidido una y otra vez, que serán fieles hasta la muerte, porque Dios les ha dado tan preciosas posiciones.
      Pero aunque tengan planes muy buenos y sean diligentes, no servirá de nada si no lo hacen de acuerdo a la voluntad de Dios.
      Por lo tanto, les animo una vez a que cultiven un corazón verdadero para llegar a ser verdaderos obreros de Dios de quienes Él pueda estar complacido.
      La parte final de Hechos 13:22 dice: "He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero".
      Ustedes podrán cumplir la voluntad de Dios por completo solamente cuando tengan un corazón conforme al corazón de Dios.
      Su fe será como un fruto perfecto cuando ustedes sean totalmente devotos a ser obedientes, y esto será guardado en los cielos como recompensas.
      Para mí sería de gran fortaleza que todos ustedes, quienes están siendo dedicados hoy, cultiven este tipo de corazón sincero.
      Les aliento a que lleguen a ser obreros conforme al corazón de Dios, y a que lleguen a ser obreros similares a pilares que cumplen la voluntad de Dios.
      Yo ruego en el nombre del Señor, que al hacer esto, ustedes brillen como el sol en el Cielo eterno, en la Nueva Jerusalén.

      Amén


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