[Juan 4:23-24]
04-10-2009 | Rev. Jaerock Lee
Pasaje bíblico
Juan 4:23-24
[23] Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
[24] Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
Introducción
Este es el último día del feriado de Chuseok; algunas personas en el mundo no desean que termine este feriado, otros dicen que hoy van a disfrutar más ya que es el último día del feriado, mientras que otros piensan que necesitan descansar porque están cansados por el viaje a sus lugares de origen.
Ustedes en cambio no han escogido el descanso o los deleites humanos, sino que están guardando el Día del Señor como un día santo, en la iglesia.
El Salmo 84:4 dice: "Bienaventurados los que habitan en tu casa; perpetuamente te alabarán". Como está escrito, están adorando a Dios y anhelando las bendiciones espirituales, en lugar de los placeres humanos.
Por lo tanto, para que ustedes puedan recibir todas las bendiciones que Dios ha preparado, voy a predicar este mensaje titulado "Servicio de Adoración en Espíritu".
Nuestro servicio de adoración es un ritual para alabar y dar gloria a Dios; es un tiempo en el que exaltamos a Dios con nuestra gratitud y amor, en el que podemos tener un encuentro con el Todopoderoso Dios, así como comunión amorosa con Él.
Además podemos recibir bendiciones materiales y espirituales concedidas por Dios en Su amor.
Los hijos de Dios deben guardar el Día del Señor como un día santo, y una parte esencial de este acto es el servicio de adoración. Debemos guardar el Día del Señor para estar protegidos por Él durante el resto de la semana.
Existen además otros servicios de adoración, incluyendo el Servicio del miércoles, la Vigilia Entera del viernes, los Servicios de Grupos Celulares, Servicio de Oración de Madrugada, Servicio de Adoración en los Hogares, y Servicio de Visitación.
Estas son oportunidades por medio de las cuales se agrada a Dios y se recibe respuestas a los deseos del corazón.
Abraham entendió la importancia de los servicios de adoración, por eso construyó un altar en cada lugar al que acudió para ofrecer un sacrificio para Dios. Salomón asimismo agradó a Dios por medio de mil sacrificios, y recibió sabiduría como nunca antes se ha visto además de riquezas, fama, y largos días de vida.
Pero para recibir estas respuestas y bendiciones debemos ofrecer servicios de adoración en espíritu.
Algunas personas sufren accidentes o percances a pesar de decir que guardan el Día del Señor como día santo. Cuando esto sucede, deben examinar si lo han guardado verdaderamente, es decir, si han ofrecido servicios de adoración en espíritu.
Un servicio de adoración verdadero no es simplemente el acto de asistir al servicio de adoración; podemos recibir bendiciones que provienen de la adoración solamente si ofrecemos a Dios adoración en espíritu.
En el libro de Génesis vemos que Caín y Abel ofrecieron un sacrificio a Dios, pero Él aceptó solamente el sacrificio de Abel. Caín no ofreció el tipo de sacrificio que agrada a Dios, sino un sacrificio de acuerdo a su conveniencia, por tanto su aroma no fue aceptable ante Dios.
Levítico 10:1-2 nos relata que Nadab y Abiú fueron consumidos por el fuego que ofrecieron ya que se trataba de fuego extraño que Dios no les había enviado; es decir, ellos ofrecieron un sacrificio de una manera que a ellos les parecía buena.
El Rey Saúl también ofreció un sacrificio inapropiado que infringió las responsabilidades de los sacerdotes, y por eso fue olvidado por Dios.
Todos estos pensaron que estaban ofreciendo sacrificios a Dios, pero en sus corazones no había ningún temor reverente, ni amor por Dios.
Un sacrificio debe ofrecerse con un corazón que está limpio ante los ojos de Dios de acuerdo a lo que Él anhela, no de la manera que agrada a los ojos de los hombres.
Hoy, cuando ofrezcamos servicios de adoración a Dios, podremos recibir bendiciones solamente cuando entendamos lo que es un servicio de adoración y lo ofrezcamos en espíritu.
Anhelo que a través de este mensaje ustedes examinen si el servicio de adoración que están ofreciendo a Dios es en espíritu.
Mensaje
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Adán, el primer hombre, tenía comunicación clara con Dios, pero luego de haber pecado esa comunicación se rompió.
Mas Dios preparó el camino de salvación para Adán, quien pecó, y para sus descendientes; Él abrió el camino para que ellos pudieran tener comunión con Él nuevamente. Este pasadizo de comunicación se daba a través de los sacrificios, en el Antiguo Testamento.
En especial en el tiempo del Éxodo de Egipto, Dios dio instrucciones específicas para el ofrecimiento de sacrificios a través de Moisés. Como está escrito en el libro de Levítico, Dios les permitió conocer métodos para dar varias ofrendas, incluyendo la ofrenda ardiente, la ofrenda de grano, la ofrenda de paz, la ofrenda por el pecado, y la ofrenda de arrepentimiento.
Lo que debemos recalcar en cuanto a las ofrendas del Antiguo Testamento es que estas debían ofrecer un sacrificio de sangre. No obstante, en el caso de las ofrendas de grano, las cuales no involucran sangre sino grano simplemente, hablamos de una excepción utilizada para ofrendas de gratitud.
Los demás tipos de ofrendas estaban asociados con el perdón de los pecados, por lo tanto, debían incluir sacrificios de sangre. Levítico 17:11 dice: "Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona".
Para que los humanos pecadores pudieran comunicarse con Dios, primeramente debían ser perdonados de sus pecados; debido a que la paga del pecado es la muerte, ser perdonados de los pecados significa ser redimidos de la muerte y recibir vida.
Para poder ser perdonados de los pecados y recibir la vida era necesario ofrecer la vida del animal en sacrificio en lugar de la del pecador. Es decir, debían adquirir el animal para el sacrificio y dar la ofrenda de sangre, que es la fuente de la vida.
Los sacrificios de ganado vacuno y ovino, así como de aves, solamente proporcionaban perdón momentáneo. El perdón completo de los pecados de un hombre solamente era posible mediante la vida de un hombre.
1 Corintios 15:21 dice: "Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos". Como está escrito, Jesús, quien no tuvo pecado, llegó a ser el sacrificio para salvar a los pecadores; Él vino a este mundo en forma de humano, murió en la cruz, y derramó Su sangre.
En Hebreos 9:12 leemos: "...y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención".
Como se indica, Jesús obtuvo redención eterna a través de su sangre una vez para siempre. Aquellos que creen en este hecho son perdonados de sus pecados del pasado, presente, y futuro.
Pero esto no significa que los sacrificios del Antiguo Testamento han sido abolidos; por el contrario, estos sacrificios fueron una sombra de Jesús quien era de venir, y en el Nuevo Testamento, las ceremonias externas del Antiguo Testamento llegaron a ser el servicio de adoración.
Ahora, nosotros no ofrecemos sacrificios con animales, pero en lugar de eso asistimos a los servicios de adoración en la iglesia. Los significados espirituales contenidos en el libro de Levítico se aplican aún, de la misma manera, en los servicios de adoración actuales.
Los procesos, los varios tipos de ofrendas, y las maneras de dar ofrendas tienen una relación cercana con las ceremonias asociadas con los sacrificios en el Antiguo Testamento. En este momento no me es posible explicar todos esos significados, pero por favor examinen los estudios del libro de Levítico.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
El pasaje bíblico de hoy se encuentra en Juan 4:23-24 y dice: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren".
Cuando Dios aceptó los sacrificios en el Antiguo Testamento, Él no percibió el aroma del ganado vacuno u ovino, sino el aroma del corazón de aquel que ofrecía el sacrificio. Él examinaba cuánto lo reverenciaban y amaban aquellas personas, y aceptaban su devoción y el amor de sus corazones.
Lo mismo sucede con los servicios de adoración en el Nuevo Testamento.
Dios acepta el aroma del corazón que proviene de cómo nos preparamos sinceramente para el servicio de adoración, de cuánto anhelamos la Palabra de Dios, y de la porción de amor con la que le adoramos.
Si en realidad anhelamos los servicios de adoración, lo demostraremos con nuestras acciones. Por ejemplo, desde que llegué a ser un nuevo creyente, cada domingo en la mañana tomo un baño con corazón sincero, me visto con ropa interior y calcetines limpios, y me pongo mi mejor traje.
No estoy diciendo que debemos adornarnos de manera brillante en lo externo, sino de la actitud de nuestro corazón cuando venimos ante Dios. Siempre me he preparado temprano para venir al servicio de adoración jamás he llegado tarde, y aunque el mensaje haya sido predicado por un pastor muy joven, siempre he escuchado con un corazón reverente.
He escuchado el mensaje con el sentir de estar de pie delante de Dios mismo, y he cantado alabanzas con todo mi corazón. Cuando vengo ante Dios para adorarlo, siempre preparo mis ofrendas y no vengo con las manos vacías.
Siempre preparo los mejores billetes para la ofrenda. Hace tiempo atrás no era fácil obtener billetes nuevos, por eso escogía los billetes más limpios y los planchaba. Separaba las ofrendas de mis ingresos personales y jamás usaba ese dinero, ni siquiera en casos de emergencia.
He seguido las enseñanzas que recibí cuando era un nuevo creyente, hasta la actualidad. No estoy diciendo que usted debe entregar a Dios una cantidad grande como ofrenda, a lo que me refiero es a la actitud del corazón.
Lo que Dios anhela es su corazón. Si ustedes realmente temen y reverencian a Dios, le darán lo mejor en todo, incluyendo su actitud, tiempo, vestimenta, y ofrendas. Ustedes no simplemente asisten al servicio de adoración de manera inconsciente, pues la adoración es aceptada por Dios solamente cuando se ofrece el aroma desde el fondo del corazón.
Hay personas que no agradan a Dios cuando vienen a adorarlo, sino que construyen muros de pecado ante Él. Por ejemplo, si ustedes vienen a adorar en la iglesia pero tienen peleas, ejercitan su ira, dicen mentiras, o compran y venden artículos en la iglesia, ¿cómo podrá Dios aceptar esa adoración?
Algo muy vergonzoso es estar adormitado, soñando despierto, murmurando con la persona a su lado, comiendo o bebiendo algo durante el servicio de adoración. Es además una falta de respeto y un acto descortés ante Dios el hecho de salir de la iglesia por razones personales antes de que el servicio haya terminado oficialmente con la bendición o con la oración del Padre Nuestro.
Algunas personas comúnmente llegan al servicio de adoración muy de prisa y justo a tiempo. Si ustedes estuvieran reuniéndose con alguna autoridad de este mundo, se vestirían de la mejor manera y tendrían la actitud y pensamientos correctos.
Si ustedes le dieran a esa persona un obsequio, prepararían algo muy lindo y sin defecto. Dios es el Creador de todas las cosas en el universo, Él debe ser honrado y alabado por sobre todas las criaturas.
Por lo tanto, ¿qué tipo de actitud deben tener ustedes cuando vienen a alabar y adorar a un Dios como éste?
Considerando todas estas cosas, pienso que ustedes entienden el tipo de pensamiento, actitud y apariencia que deben tener cuando vienen a adorar.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
El ofrecimiento de un servicio de adoración no solamente se trata del la adoración en la iglesia, pues tiene un significado mucho más profundo y amplio.
Es decir, nuestra vida entera debe ser un servicio de adoración que glorifica a Dios.
En Romanos 12:1 dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Como está escrito, podemos ofrecer a Dios adoración en espíritu perfecta cuando nos ofrecemos a nosotros mismos como un sacrificio vivo.
¿De qué manera nos ofrecemos a nosotros mismos como un sacrificio vivo, santo, y agradable a Dios? Simplemente viviendo de acuerdo a la Palabra de Dios escrita en los 66 libros de la Biblia.
Más específicamente, debemos obedecer la Palabra escrita en 1 Tesalonicences 5:16-18 que dice: "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús".
La mayoría de ustedes conocen bien este pasaje bíblico, pero examinémoslo brevemente; para poder ofrecer nuestras vidas en sacrificio vivo espiritual, primeramente debemos estar siempre gozosos.
Los hijos de Dios que son salvos deberían estar rebosando de gozo en todo tiempo por el simple hecho de ser salvos. Son salvos de los castigos del infierno, y son liberados de las enfermedades, de la pobreza, y de todo tipo de dolor.
Al pensar en esta gracia del Señor deberíamos rebosar de gozo en todo tipo de circunstancia.
En segundo lugar, para que podamos presentarnos como un sacrificio vivo de adoración en espíritu debemos orar sin cesar. Esto implica tres cosas:
Primero: Tener y mantener el hábito de orar.
Jesús siempre oraba sin cesar en lugares apartados durante Su ministerio en este mundo, incluso cuando estaba muy ocupado.
Daniel oraba tres veces al día y de manera regular, y Pedro, al igual que los demás discípulos, mantenían sus momentos de oración. Ustedes asimismo deben completar la cantidad de oración como una rutina, de modo que la unción del Espíritu Santo no se desvanezca.
Al hacer esto escucharán la Palabra de Dios en los servicios de adoración, y ganarán fortaleza para vivir por la Palabra.
Segundo: Orar en todo tiempo en el Espíritu Santo.
En ciertos momentos el Espíritu Santo mueve fuertemente nuestro corazón para que oremos en tiempos fuera de los establecidos para orar. Si ustedes obedecen aquel llamado del Espíritu, podrán evitar problemas grandes o estarán protegidos de accidentes inesperados; a menudo escuchamos este tipo de testimonios.
Tercero: Meditar en la Palabra de Dios día y noche.En otras palabras, significa que ustedes siempre deben tener en ustedes la verdad que está activa y viva, en todo lo que hagan y en cualquier lugar al que vayan.
La oración es el aliento del espíritu.
Si nosotros dejamos de respirar, morimos. Asimismo, nuestro espíritu se debilita y muero si dejamos de orar. No solamente debemos clamar continuamente en oración, sino que también debemos meditar en la Ley de Dios día y noche; esta es la manera de orar sin cesar.
Algunas personas claman bien en oración, pero una vez que terminan de orar y salen al mundo, regresan a sus viejos hábitos. Aunque se clame en oración por un largo tiempo, si se continúa viviendo en los pensamientos y falsedad del mundo, no podremos ofrecer una oración con todo el corazón.
Si en realidad claman con todo el corazón en oración, podrán darse cuenta de la Palabra de Dios y recibir la fortaleza para vivir en la verdad. Tanto usted, como las personas a su alrededor, sentirán el cambio.
La Palabra de Dios permanecerá siempre en su corazón y vivirá en comunión con el Espíritu Santo, de este modo podrá ser guiado por el Espíritu Santo y ser próspero en todas las cosas.
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Por último en orden, aunque no en importancia, para poder ofrecer un servicio de adoración en espíritu debemos dar gracias en todo.
El Dios Todopoderoso tiene cuidado de nuestras vidas y responde a todo lo que pedimos en el nombre del Señor. Si simplemente vivimos en Su Palabra, Él siempre nos concederá Sus respuestas y bendiciones, y aunque estemos en dificultades, Dios hará que todas las cosas nos sean para bien.
La mayoría de ustedes sabe bien lo que dice la Palabra con respecto al gozo, a la oración, y a la gratitud. ¿Cuánto han cultivado realmente en sus vidas? ¿Qué tipo de actitud han mostrado a sus familiares durante estas festividades?
¿Se entristeció su rostro pensando en el cansancio causado por todas las preparaciones que ha tenido que hacer en estos días festivos? ¿Acaso sobresalió la falsedad que estaba reprimida en usted al encontrarse con personas no creyentes?
O piense si quizás no sirvió a sus familiares de la manera que merecían por el simple hecho de tener creencias diferentes a las suyas.
Si ustedes ofrecen adoración en espíritu en cada momento de sus vidas, no será difícil ganarse el corazón de sus familiares y amigos.
Podrá alcanzar a muchas personas a su alrededor con su gozo y gratitud constantes, y con su rostro resplandeciente. Y al predicar el Evangelio con la guía del Espíritu Santo en oración, la evangelización a sus familiares será solamente una cuestión de tiempo.
Conclusión
Amados hermanos y hermanas en Cristo,
Ustedes estarán siempre llenos del Espíritu Santo cuando se regocijen siempre, oren sin cesar, y den gracias en toda circunstancia.
Las cosas del mundo no podrán acercarse a ustedes, y al vivir aquella vida serán fácilmente llenos con la inspiración del Espíritu Santo en cada oración y adoración, y así podrán tener comunicación profunda con Dios.
Podrán adorar en espíritu y en verdad bajo cualquier situación; si adoran de este modo se darán cuenta del amor y bondad de Dios el Padre cuando escuchen Su mensaje en los servicios de adoración.
Y no solamente entenderán con entendimiento humano, sino que el amor y la bondad serán colocados en sus corazones, y ganarán el poder para adentrarse en niveles espirituales más profundos.
Por lo tanto, el tiempo de adoración en espíritu y verdad es un tiempo muy precioso en el que cultivamos la santidad y perfección de Dios. Esa adoración será nuestra recompensa celestial y el callejón a las respuestas y bendiciones en este mundo.
Si ustedes ofrecen este tipo de adoración en todo momento, serán muy felices y llenos del Espíritu en cada servicio de adoración. Aunque ustedes tengan alguna dificultad física, ganarán nuevas fuerzas y poder en los servicios de adoración, y cuando termine el servicio, sentirán que terminó muy rápido.
Aún no logro olvidar la felicidad del día en que fui a la iglesia por primera vez para asistir al servicio de alabanza con los miembros de mi familia. Nunca jamás perdí esa felicidad, ni siquiera por un instante en los siguientes 36 años.
Cada semana me preparo para el servicio con mucha felicidad y expectativa, como si estuviese dirigiéndome a encontrarme con alguien a quien he amado mucho por un largo tiempo. Y en especial cuando se trata de festividades o celebraciones especiales, ¡ni siquiera logro dormir!
Mientras continúe teniendo este anhelo por estas cosas, Dios el Padre siempre derramará Su amor y nos dará más gracia e inspiración durante el servicio de adoración.
Yo anhelo que ustedes también consideren el servicio de adoración como algo muy precioso y que ofrezcan adoración en espíritu y en verdad todo el tiempo, con todo su corazón, mente y alma.
Les animo además a que ofrezcan sus vidas en sacrificio vivo y santo, regocijándose siempre, orando sin cesar, y dando gracias en toda circunstancia.
Yo ruego en el nombre del Señor que Dios acepte su adoración con agrado, que los guíe hacia lo espiritual y hacia la perfección de espíritu, y que los bendiga diciendo: "¿Qué puedo darte?".
[Amén]