• El Infierno (14)

    [Mateo 27:1-5]

    18-10-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      Mateo 27:1-5
      "Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó".

      Éste el 14to sermón de la serie sobre el Infierno.
      Ya les expliqué anteriormente hasta el 3er nivel de los cuatro niveles de castigo que existen el Sepulcro Inferior.
      Entre los algunos ejemplos importantes de quienes están recibiendo los castigos del tercer nivel, hallamos a Poncio Pilato y al Rey Saúl.
      En el día de hoy, les hablaré sobre el cuatro nivel de castigo, y para ello, permítanme recordarles la escena donde Poncio Pilato estaba interrogando a Jesús.
      Jesús no intentó dar ninguna excusa con respecto a las acusaciones de los judíos.
      Entonces Pilato le pregunta in Juan 19:10, "¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y que tengo autoridad para soltarte?"
      Y Jesús luego le respondió, "Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene."
      Es decir, eso significa que llegado el momento, Dios lo permitió, y que Pilato tampoco tenía autoridad alguna para arrestar o liberar a Jesús, para matarlo o dejarlo vivir.
      Entonces, Jesús agregó algo muy significativo diciendo, "el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene".
      ¿Quién fue el que entregó al inocente Jesús a la corte de Pilato?
      Fueron los hombres de los sumos sacerdotes y Judas Iscariote quien vendió a Jesús a esos hombres.
      Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de Jesús, entregó por dinero a su Maestro a los hombres de los sumos sacerdotes por 30 monedas de plata.
      Pilato, por su parte, está recibiendo el castigo del tercer nivel.
      Entonces, ¿qué tipo de castigo está recibiendo Judas Iscariote?
      Tal como lo dijera Jesús, el pecado de Judas Iscariote fue mayor que el de Pilato. Por lo tanto, está recibiendo el 4to nivel de castigo.
      Si el 1er, 2do y 3er nivel de castigo son tan espantosos que ni siquiera queremos hablar de ellos, ¿cuánto más terrible debe ser el 4to nivel de castigo?
      Y ¿qué clase de actos malvados tienen que haber cometido las personas para tener que recibir semejantes dolores?
      Ustedes no deberían albergar en sus corazones ninguna clase de maldad como la que hizo que esas personas estén recibiendo el 4to nivel de castigo.
      Oro en el nombre del Señor para que este mensaje se convierta en una semilla de cambio y en una chispa de luz para sus vidas.

      Principal

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, si clasificáramos los cuatro niveles de castigo en el Sepulcro Inferior en dos grandes grupos, podríamos decir que el 1ero y el 2do nivel son castigos relativamente menos gravosos, y que el 3ero y el 4to son castigos mucho peores.
      Hay muchos no creyentes entre aquellos que reciben los castigos de 1er y 2do nivel.
      Muchas de esas personas fueron al Infierno porque vivieron sus vidas sumidas en el pecado por no haber escuchado del Señor, por no conocer la Verdad.
      Mas muchos de aquellos que están en el 3ero y 4to nivel de castigo fueron creyentes den el Señor.
      Entonces, ¿por qué razón ellos están recibiendo peores castigos pesar de haber creído?
      Es porque ellos cambiaron de opinión, y traicionaron a Dios.
      Incluso después de haber experimentado al Espíritu Santo, ellos blasfemaron contra Él. Sabiendo que eso es un pecado, siguieron cometido ese pecado imperdonable.
      Afirmando que eran hijos de Dios y que conocían la Verdad, cometieron mayores actos de maldad que los propios inconversos que no conocen al Señor.
      Lucas 12:47 y la primera parte del 48 dice, "Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco..."
      Tal como está escrito, es un gran pecado cometer intencionalmente pecado, conociendo la voluntad de Dios.
      Dios perdona la mayoría de nuestros pecados cuando nosotros nos arrepentimos, pero tales pecados son difíciles de perdonar.
      ¿Qué consecuencias acarrea el pecado no perdonado?
      Conforme a las reglas del reino espiritual que dicen que la paga del pecado es muerte, esos pecados enfrentan muerte.
      En otras palabras, las personas que cometen esos pecados deben ir al Infierno, el cual es la muerte eterna.
      Dios mencionó los pecados imperdonables, los pecados que llevan a la muerte en la Biblia.
      1 Juan 5:16 dice, "Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida."
      Aquellos que cometen tales pecados que conducen a la muerte son quienes están recibiendo los castigos del 3ero y 4to nivel.
      Es decir, si los pecados son relativamente menos espantosos, entonces recibirán castigos del 3er nivel; pero si son aún más atroces, recibirán los del 4to nivel.
      Por lo tanto, no debemos cometer ninguna clase de pecado, y menos aún aquellos que conducen a la muerte.
      Ahora bien, ¿cuáles son los pecados que llevan a la muerte que no pueden ser perdonados?
      En primer lugar están aquellos que luego de haber recibido salvación, se corrompen, lo cual es como crucificar a Cristo nuevamente.
      Hebreos 6:4-6 dice, "Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio."
      Creo que ustedes deben haber visto a esta clase de personas alrededor de ustedes.
      Antes de conocer al Señor, esas personas estaban en pobreza, sumidos en enfermedades, problemas familiares y muchos otros problemas.
      Pero luego aceptaron al Señor, escucharon la Palabra de vida y se arrepintieron de todo lo malo del pasado.
      Y el Señor de amor resolvió todos sus problemas con gracia y por medio del poder del Espiritu Santo.
      Todas sus enfermedades fueron sanadas con sólo una oración.
      Sus vidas pobres fueron cambiadas a vidas ricas. Tuvieron luz en vez de tinieblas.
      Estaban muy agradecidos por la gracia recibida y prometieron ser fieles con toda su vida con el reino de Dios, la iglesia y con el pastor.
      Se avocaron a las obras de Dios, y pronto fueron reconocidos por la iglesia y alcanzaron posiciones de reconocimiento dentro de la iglesia.
      Pero en algún punto de sus vidas, el mundo volvió a sus vidas y siguiendo a ese mundo, abandonaron la iglesia.
      Y se volvieron al mundo peor que antes de haber creído en el Señor, siguiendo sus propias lujurias, incluso peor que los inconversos.
      2 Pedro 2:20 dice, "Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero."
      Algunos intentan justificar ese cambio acusando a la iglesia, calumniando al pastor y a los miembros de la iglesia. Incluso la maldad en ellos va cada vez en aumento.
      Algunos de ellos llevan adelante obras de Satanás para destruir la iglesia a través de diferentes tipos de conspiración.
      Y al ver a estas personas, los inconversos critican a la iglesia diciendo, "los cristianos son peores".
      ¡Cuánta deshonra trae eso a Dios!
      Es como si se escupiera a la iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo.
      Es por esa razón que los que se corrompieron nuevamente serán condenados por el pecado de crucificar a Jesús una y otra vez, avergonzándolo en público.
      Antes de conocer al Señor, éramos hijos del diablo, en amistad con el mundo. Y de esa manera, ya hemos crucificado a Cristo una vez.
      Jesús nos amó primero, cuando todavía éramos pecadores, Él murió en la cruz por nosotros.
      Si los hijos de Dios que han recibido tal amor se corrompen nuevamente y se vuelven amigos del mundo, eso como si crucificaran a Cristo de nuevo.
      Como consecuencia, esas personas no pueden ser renovadas para llegar al arrepentimiento.
      En especial, si no son creyentes nuevos sino que ya han experimentado muchos dones y el poder el Espiritu Santo, y han gustado de muchas cosas espirituales, han escuchado la Palabra de verdad y hasta cierto punto, la conocen, es mucho más difícil que hallen perdón.
      Por último, ellos terminan en la muerte eterna, y los castigos del Infierno.
      Hermanos y hermanas, la segunda clase de pecados que llevan a la muerte son aquellos que se cometen intencionalmente después de haber conocido la Verdad.
      Hebreos 10:26-27 dice, "Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios."
      Cometer intencionalmente un pecado significa que saben que es pecado y aún así lo cometen deliberadamente.
      Ustedes, miembros de Manmin han escuchado la Verdad muchas veces. Lo han hecho una y otra vez.
      Y aún así, hay algunos que cometen pecados que llevan a la muerte y luego me escriben pidiéndome perdón.
      Cuando recibí una carta así una vez, tuve que aferrarme a Dios con lágrimas como su pastor por muchos días.
      Pero hay muchas personas que cometen tales pecados un sinnúmero de veces, y aún así me escriben.
      A pesar de que expliqué que tal camino es un camino directo al Infierno, ellos siguen pecando una y otra vez.
      Si sólo ha sucedido una vez, y si ellos se arrepienten de todo corazón, cuando yo intercedo por ellos, pueden hallar perdón.
      Pero cuando pecan reiteradamente, ¿qué puedo hacer yo?
      Por supuesto, algunas personas tratan de arrepentirse y volverse de sus pecados porque tienen miedo al escuchar los mensajes sobre el Infierno.
      Sin embargo, no se lo proponen y no se despojan de cosas que son de la naturaleza pecaminosa, tales como una mente adultera y la codicia. Entonces, el arrepentimiento es en vano.
      Y pasado un tiempo, vuelven a cometer el mismo pecado.
      2 Pedro 2:22 dice, "Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno."
      Si endurecen sus corazones e intencionalmente cometen pecados siguiendo su lujuria a pesar de conocer la Verdad, ni siquiera han de sentir un cargo de consciencia. El espíritu de arrepentimiento no puede venir sobre ellos.
      Y si no hay arrepentimiento, no puede haber perdón. Es por ello que la Biblia afirma que sólo el espanto del fuego del Infierno les espera a tales personas.
      La Biblia dice que solo les queda esperar llenos de miedo el Día del Juicio.
      Hermanos y hermanas, la tercera clase de pecados que conducen a la muerte es la blasfemia contra el Espíritu Santo.
      En los cuatro Evangelios, los cuales relatan el ministerio de Jesús, nosotros podemos leer muchas veces que la blasfemia contra el Espíritu Santo no puede ser perdonada.
      Entonces, ¿qué es la blasfemia contra el Espiritu Santo?
      Por ejemplo, hubo muchas personas en los tiempos de Jesús, que viendo las señales y Milagros que Él hacía, decían que eran hechas por Belcebú, el rey de los demonios, o que eran obras del diablo.
      Pero fue por el poder del Espiritu Santo que Jesús hizo esas obras maravillosas.
      Por consiguiente, los que criticaban a Jesús, en realidad, estaban blasfemando contra el Espíritu Santo. Incluso en la actualidad, todavía existe esa clase de personas.
      A pesar que afirman creer en Dios, cuando ven algunas Iglesias en las que las obras del Espiritu Santo se manifiestan, ellos sostienen que son obras de Satanás o que esa iglesia es hereje.
      Sin tener ninguna base solida bíblica o evidencia en firme, juzgan por no entender las obras o porque tiene un mal sentimiento con respecto a eso.
      Pero si el Espíritu Santo, enviado por Dios no realice esas obras, ¿cómo es posible que se manifiesten obras tan poderosas que ningún hombre puede hacer?
      Es más, si Jesucristo es predicado y el reino de Dios se expande a través de esas obras poderosas, no hay duda alguna que son obras del Espíritu Santo.
      Y oponerse a las obras del Espiritu Santo, es oponerse a Dios mismo.
      Y a pesar de estar oponiéndose a Dios, algunas de esas personas sostiene que todavía son hijos de Dios.
      Pero Dios nunca los reconocerá como Sus hijos salvos.
      Aquellos que se oponen al Espíritu Santo o los que traicionan a Dios después de haber experimentado las obras del Espiritu Santo, no recibirán el espíritu de arrepentimiento.
      Aunque se arrepientan de labios, los muros de pecado no pueden ser demolidos.
      Después de que mueren, serán condenados como peores pecadores que los mismos inconversos, y recibirán los castigos del 3ero y 4to nivel.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, ahora bien, ¿cómo se el 4to nivel de castigo en el Sepulcro Inferior?
      Al igual que el 3er nivel, son los mismos mensajeros del Infierno quienes infligen el castigo, pero la magnitud del dolor y la crueldad son diferentes.
      Es el lugar donde los peores pecadores de la historia de la humanidad están recibiendo su castigo; así que pueden imaginarse ¡cuán espantoso debe ser!
      Por ejemplo, en el 4to nivel, hay personas que son torturadas mientras están colgadas de una cruz.
      ¿Por qué colgados de una cruz?
      Es porque ellos tienen que pagar el precio de la maldición que dicta la paga del pecado.
      Ya que todos éramos pecadores, cada uno de nosotros tuvo que ser colgado en la misma cruz que Jesús.
      Sólo que ¿quién estuvo verdaderamente colgado de una cruz?
      Gálatas 3:13 dice, "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)."
      Jesús nos redimió de la maldición del pecado al morir en ese madero.
      Mas aquellos que han ido a parar al 4to nivel de castigo no tiene nada que ver con esa gracia de redención.
      1 Timoteo 4:1-2 says, "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia."
      Como está escrito, son aquellos cuya conciencia está cauterizada como con un hierro candente, y que se han convertido en siervos del demonio para oponerse a Dios.
      Son los que crucificaron a Jesús.
      Esa es la razón por la cual están colgados de un madero, el símbolo de la maldición, para recibir los castigos correspondientes.
      Uno de esos ejemplos es Judas Iscariote, quien fue marcado como un traidor.
      El era un discípulo de Jesús, y Jesús lo amaba. Judas aprendió la Palabra de verdad y bondad directamente de Cristo.
      Él no solo escuchó las asombrosas señales y maravillas, sino que las vio y las experimentó de primera mano.
      Pero debido a que Judas no se despojó de su codicia, Satanás lo incitó en su naturaleza pecaminosa.
      Judas vendió a Jesús, el Hijo de Dios, el Maestro de los judíos.
      Por supuesto, él se dio cuenta de su pecado cuando Jesús ya había sido entregado para ser crucificado y lo lamentó, pero ya era demasiado tarde.
      Él tiene que haber intentado arrepentirse. Incluso devolvió el dinero que le habían dado.
      Pero aunque quiso arrepentirse, no le fue dado el espiritu de arrepentimiento.
      El peso del pecado era tal que no pudiendo soportar más el dolor en su corazón, se ahorcó. Hechos 1:18 dice, "Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron."
      Judas Iscariote está colgado y sangrando al frente de todos aquellos que también están colgados en maderos den el 4to nivel de castigo en el Sepulcro Inferior.
      Comenzando por Judas Iscariote, luego están todos lo que se opusieron a Dios, se hallan colgados y ordenados en hileras.
      Esa espantosa escena nos recuerda algún cementerio después de la guerra, o algún matadero donde podemos encontrar muchos animales colgados.
      Hermanos y hermanas, la crucifixión es una de las formas más crueles de ejecución sobre la tierra.
      Aquellos que son colgados en una cruz, son abandonados en vergüenza y dolor por horas e incluso por días.
      Mientras están colgados de sus manos y pies desnudos, ellos sienten el dolor de cómo su carne desgarra y también el dolor de la picadura de los insectos.
      Sangran hasta morir lentamente bajo el sol abrazador, y pierden todas sus fuerzas.
      Es así que el convicto sólo desea morir lo antes posible.
      La crucifixión fue concebida como una manera de advertir a las personas haciéndoles ver el miserable fin de los delincuentes.
      El más grande de los horrores.
      Incluyendo a Judas Iscariote, aquellos que están colgados deben permanecer así incluso por miles de años, hasta el Juicio Final.
      Judas tiene en su cabeza una corona de grandes espinas.
      Las espinas crecen continuamente alrededor de toda su cabeza y perforan la piel, el cráneo hasta el cerebro.
      Bajo la cruz, hay cosas como si fuesen animales que se arrastran, pero en realidad, son otras almas que también han caído en el 4to nivel de castigo.
      También están los que acumularon gran maldad, oponiéndose a Dios y terminando en el Infierno.
      Han adquirido, después de tantas series de torturas, un aspecto y forma espeluznante.
      Bajo la cruz de Judas, estos son torturados por los mensajeros del Infierno y son atravesados por lanzas.
      Cada vez que ellos son atravesados por lazas, ellos también atraviesan a Judas que no para de gritar.
      Mientras más doloroso sea para ellos, más se clavan las lanzas a Judas Iscariote.
      Tratan de librarse de su ira de esa manera, mostrando su gran maldad.
      También, los mensajeros del Infierno, los ángeles caídos, se burlan a una voz de Judas Iscariote.
      Se ríen de él diciendo, "Él que vendió a su Salvador, el que habría de salvarlo. Todo nos fue de beneficio. Lo hizo tan bien. ¡Qué divertido!
      A parte del dolor físico, Judas tiene que soportar la tortura mental de las burlas.
      Él debe recordar a cada instante que es el maldito que vendió al Hijo de Dios.
      Lo recuerda más claramente cada vez que las espinas crecen y perforan su cabeza con esas puntas filosas.
      Quizás ustedes se hagan una pregunta.
      Aquellos que cometen suicidio se convertirán en demonios y vagarán por la tierra, entonces, ¿por qué razón Judas ya está en el Sepulcro Inferior?
      Les explicaré eso en el próximo sermón, junto con los casos del Rey Saúl y de Pilato.

      Conclusión

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, debido a que él fue llamado para estar entre los doce discípulos de Jesús, Judas Iscariote debería haber estado muy apasionado cuando conoció a Jesús.
      Hechos 1:17 dice, "y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio," y tal como está escrito, él habría tenido su parte como apóstol y como uno de los doce.
      Pero a medida que el tiempo pasaba, Jesús se dio cuenta de que Judas no era la persona que Él creía que era.
      Judas creyó que ganaría muchas cosas materiales siguiendo a Jesús, pero eso nunca pasó.
      Él alimentó su codicia al robar poco a poco del tesoro, el cual tenía a su cargo.
      El creerse justo, su codicia y su maldad lo fueron distanciando cada vez más de Jesús.
      Por último, Judas vendió a su Maestro e Hijo de Dios, Jesucristo, por treinta monedas de plata, lo cual equivalía al precio de un esclavo.
      Él no se arrepintió a pesar de que Jesús lo esperó bastante. Él abandonó el camino glorioso de ser un discípulo y se convirtió en el primer ejemplo de un traidor.
      Él rechazó la oportunidad de gozar la gloria junto a Jesús luego en Su reino.
      Hermanos y hermanas, Gálatas 6:6 dice, "El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye."
      Me gustaría poder compartir mi felicidad, no la felicidad que el mundo puede dar, con todos ustedes,
      ¿Hay alguno entre ustedes que no se haya despojado de su justicia propia, codicia u otra forma de maldad?
      Oro en el nombre del Señor para que puedan despojarse por complete y así puedan disfrutar de la verdadera paz y felicidad, y de todas las cosas buenas en la Nueva Jerusalén conmigo.

      [¡AMÉN!]


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