• División de Espíritu (8)

    [Génesis 1:1]

    16-10-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje bíblico

      Génesis 1:1
      [1] "En el principio creó Dios los cielos y la tierra".

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,

      Este es el 11ro estudio del libro de Génesis.
      En el estudio anterior les expliqué acerca de los nombres de Dios el Hijo.
      También les expliqué la diferencia entre el hecho de enfocarse en la forma externa y enfocarse en el corazón.
      También les hablé de las palabras del Antiguo Testamento que son profecías acerca de la venida del Espíritu Santo.
      Entre estas tenemos la de Ezequiel 36:26-27, la cual explica claramente el tipo de ministerio que haría el Espíritu Santo al venir al corazón de los creyentes.
      Este verso dice que el Espíritu Santo "quitará de nuestra carne el corazón de piedra y nos dará un corazón de carne", lo cual significa que el Espíritu Santo nos ayudará a cultivar el corazón.
      Además de esto, ayudar a los hijos de Dios a guardar los mandamientos es la obra más importante del Espíritu Santo.
      Cuando Dios el Hijo fue separado de Dios el Origen, Él recibió la responsabilidad de ser "el Salvador".
      Del mismo modo, cuando el Espíritu Santo fue separado, recibió la responsabilidad de ser "el Espíritu que consuela".
      En otras palabras, Él fue separado de Dios el Origen para ayudar a aquellos que llegan a ser hijos de Dios al creer en Jesucristo.
      Esta noche voy a hablar acerca de los nombres que se refieren a tales roles y atributos del Espíritu Santo.
      En primer lugar, existe un nombre que enfatiza Su rol como "el Espíritu que consuela", lo cual representa su tarea original.
      Este es "el Consolador".
      "El Consolador" significa que Él es Aquel que protege y ayuda a los creyentes.
      Jesús también hizo el papel de Consolador mientras estuvo en este mundo.
      Jesús dijo en Juan 14:16: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre".
      Ya que Jesús estaba hablando de que Dios enviaría al Espíritu Santo, Él se refería a Sí mismo como "otro Consolador".
      Adicionalmente Jesús dijo en Juan 14:26: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho".
      Jesús explicó el tipo de obras que haría el Espíritu Santo quien vendría como el Consolador.
      Él dijo que el Espíritu Santo enseñaría y haría recordar todas las cosas que Él había dicho.
      Todo lo que Jesús ha dicho es verdad.
      De este modo, el Espíritu Santo nos enseña en la verdad, y nos guía hacia toda verdad.
      Esto es así debido a que la verdad misma es el atributo del Espíritu Santo, tal como está escrito en 1 Juan 5:6 que dice: "...porque el Espíritu es la verdad".
      Hay un nombre que se enfoca en los atributos del Espíritu Santo. Es "el Espíritu de verdad", como está escrito en Juan 14:17.
      Jesús dijo: "el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros".
      Dios el Espíritu Santo fue separado de Dios el Origen quien es la verdad misma.
      Les dije que Dios el Espíritu Santo se separó con el mismo corazón, mente, pensamiento, sabiduría y poder de Dios el Origen.
      Lo mismo sucede con el Espíritu Santo quien es la entidad dividida de Dios el Espíritu Santo.
      La gente del mundo no puede ver, conocer, ni recibir al Espíritu Santo.
      No obstante, los hijos de Dios que son perdonados de sus pecados por creer en Jesucristo, sí conocen al Espíritu Santo.
      Es así ya que el Espíritu Santo mismo mora en sus corazones.
      Ahora voy a hablarles acerca de cómo el Espíritu Santo, quien es el Espíritu de Sabiduría, obra como el Consolador.
      Primero: el Espíritu Santo ayuda a los hijos de Dios a tener certeza del amor de Dios el Padre.
      Romanos 5:5 dice: "y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado".
      Esta es la manera en la que el Espíritu Santo permite que los hijos de Dios reconozcan el amor de Dios el Padre todo el tiempo.
      Y además los hace abundar firmemente en amor con Dios el Padre.
      Sin embargo, hasta que los hijos de Dios se den cuenta apropiadamente del amor de Dios el Padre, el Espíritu Santo trabaja mucho.
      Romanos 8:26-27 dice: "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos".
      El Espíritu Santo atesora a los hijos de Dios quienes han sido comprados con la sangre de Jesús.
      Por tanto, Él los cuida tan delicadamente a fin de no perder ni una sola alma de entre ellos.
      Si existen almas que son como un pábilo que humea, Él se mantiene intercediendo ante Dios para que reavive esas almas.
      Él pide la misericordia y bondad de Dios por esas almas con mayor gemir y compasión que las almas mismas.
      Además el Espíritu Santo derrama el espíritu de arrepentimiento sobre las almas que no tienen la fuerza suficiente para dejar el pecado.
      Él les ayuda a darse cuenta profundamente una vez más cuán grande es en realidad el amor que Dios les ha otorgado a través de Jesucristo.
      En otras palabras, Él les ayuda a recordar el amor y a abandonar el pecado.
      El Espíritu Santo conoce bien la debilidad de las almas.
      A través de la inspiración conmovedora del Espíritu Santo, Él ayuda a esos corazones débiles.
      La tarea original del Espíritu Santo es conmover los corazones de las almas hacia el arrepentimiento, y cambiar sus corazones para que amen a Dios el Padre.
      Esta es la tarea más importante y mayor de todas.
      A causa de esta tarea, cuando el Espíritu Santo fue separado de Dios el Origen, se enfatizó más la calidad de Su humanidad que la de Su divinidad.
      Esto es para entender mejor los corazones de las almas y para ayudarlos en toda situación.
      El Espíritu Santo es justo y correcto. No obstante, al mismo tiempo Él consuela los corazones de las almas con mucha misericordia, bondad, amabilidad, virtud, y amor.
      A través de este tipo de obra del Espíritu Santo, los hijos de Dios pueden sentir y aprender el amor de Dios con mayor profundidad.
      Mientras llegan a amar mucho más a Dios en sus corazones, ellos pueden esforzarse más por vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
      Este es el primer rol del Espíritu Santo quien obra en nuestros corazones.
      Segundo: el Espíritu Santo ayuda a los hijos de Dios a escuchar Su voz, y supervisa sus corazones para guiarlos hacia la verdad.
      En Juan 16:13 Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad".
      ¿De qué manera podemos escuchar la voz del Espíritu Santo?
      El Espíritu Santo en calidad de ser con personalidad que mora en el corazón, nos habla acerca de algo en concreto, o nos recuerda la Palabra de Dios quien es la verdad.
      Estas cosas se pueden escuchar en el corazón.
      Por ejemplo, en ciertas situaciones, el Espíritu Santo nos recuerda Palabras de Dios tales como: "Da a los que te piden", "Ama a tus enemigos", o "Mayores son quienes sirven".
      O también nos recuerda la Palabra de verdad que hemos escuchado durante el servicio de adoración.
      En otra situación, el Espíritu Santo nos dice con detalle lo que debemos hacer o decir.
      Por ejemplo, en Hechos 8:29 dice: "Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro".
      En ese momento había un eunuco en el carro, alguien de gran autoridad encargado de todos los tesoros de Etiopía.
      El Espíritu Santo conocía eso e hizo que Felipe le predicara el Evangelio al eunuco.
      ¿Qué significa el decir "ser inspirado por el Espíritu Santo"?
      Significa que el Espíritu Santo que mora en su ser le permite tener cierto sentir en su corazón de "hacer algo".
      Él le permite tener un sentir como por ejemplo: "Deseo orar", "deseo ayunar", o "me gustaría ayudar a alguien".
      Además, al decidir algo, él le permite pensar diciendo: "De este modo será de mayor beneficio para el Reino de Dios".
      Tal como está escrito en Hechos 16:6, el Apóstol Pablo dijo: "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia".
      ¿Qué significa ser "guiado por el Espíritu Santo"?
      Cuando se obedece la voz del Espíritu Santo que se ha escuchado, o cuando se hace aquello que el Espíritu Santo lo ha inspirado a hacer, hablamos entonces de haber sido "guiado por el Espíritu Santo".
      Digamos que usted tiene el anhelo de recibir una respuesta, y que siente con fuerza el deseo de hacer un voto de oración durante cierto período de tiempo.
      Si usted piensa diciendo: "Ah, es la inspiración del Espíritu Santo", y obedece con todo su corazón y fuerzas, entonces está siendo guiado por el Espíritu Santo.
      Del mismo modo, escuchar la voz del Espíritu Santo, y ser inspirado y guiado por el Espíritu Santo es algo a lo que generalmente se llama "comunicación con el Espíritu Santo".
      Por cierto, el nivel de comunicación con el Espíritu Santo puede variar dependiendo de la extensión en la que se cultive la verdad en el corazón.
      Por ejemplo, no importa cuán bueno sea un profesor de matemáticas, al enseñar a los niños de la escuela primaria, él solamente puede enseñar al nivel que los niños pueden captar.
      Lo mismo sucede con los profesores de lenguas extranjeras.
      Aunque conozcan bien la lengua extranjera, solamente podrán enseñar al nivel apropiado de sus estudiantes.
      Ellos hablan la lengua extranjera solamente al nivel que sus estudiantes puedan entender, y los estudiantes responden solamente al nivel que pueden entender.
      Esto es igual cuando se trata de escuchar la voz del Espíritu Santo y de recibir Su inspiración y guía en comunicación con Él.
      El Espíritu Santo enseña solamente lo que podemos entender, y guía solamente a la extensión en la que podamos escuchar y obedecer.
      Por lo tanto, para escuchar Su voz y recibir Su guía, es importante escuchar, además de leer y entender la Palabra de Dios quien es verdad, y cultivarla en nuestro corazón.
      El Espíritu Santo supervisa la verdad que está en el corazón de las almas.
      No podremos escuchar la voz del Espíritu Santo a la medida que tengamos falsedad en el corazón.
      Aquellos que tienen más falsedad que verdad en sus corazones, pueden escuchar la voz y dirección de Satanás mejor que la voz y dirección del Espíritu Santo.
      No obstante, aquellos que obedecen inmediatamente hasta el mínimo decir del Espíritu Santo podrán rápidamente cambiar sus corazones hacia la verdad.
      Mediante las obras de obediencia de la verdad, su fe crecerá.
      Por otro lado, aunque escuchen la voz del Espíritu Santo, si no la reconocen, o si no la obedecen, el cambio espiritual no tendrá lugar en ellos.
      Ellos no avanzarán a niveles espirituales más profundos en el Reino espiritual, sino que se estancarán.
      Les animo a todos ustedes a obedecer la voz del Espíritu Santo y a adentrarse rápidamente en lo espiritual y en la plenitud de espíritu.
      Tercero: el Espíritu Santo, que es el Espíritu que consuela, puede enseñar a los hijos de Dios como si fuese un instructor personal; además puede instruirlos en algún asunto, o puede hablarles acerca del futuro.
      Por ejemplo, Lucas 2:26 dice que el Espíritu Santo había revelado a Simeón que no vería la muerte antes de que viese al Ungido del Señor.
      Además, nuestro Señor Jesús dijo a Sus discípulos en Lucas 12:11-12: "Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir".
      Un caso que pone estas palabras en evidencia está en el capítulo 4 de Hechos.
      Después de que Pedro y Juan sanaron a un hombre que había sido lisiado de nacimiento, cuando predicaron el Evangelio, el número de hombres que creyeron en el Evangelio fue de alrededor de 5.000.
      Con el incremento del número de creyentes, los sacerdotes, gobernantes y ancianos encarcelaron a los apóstoles.
      Luego, aquellos que eran de alta ascendencia sacerdotal se reunieron y criticaban a los apóstoles diciendo: "¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?"
      Entonces, en Hechos 4:8-9 leemos: "Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado".
      El Apóstol Pedro proclamó valientemente que Jesús es el único Cristo.
      Él dijo en Hechos 4:10-12: "Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es LA PIEDRA REPROBADA por vosotros LOS EDIFICADORES, la cual HA VENIDO A SER CABEZA del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos".
      De este modo, según lo que el Espíritu Santo le había guiado a decir, el Apóstol Pedro proclamó valientemente que Jesús es el Cristo.
      Ahora, ¿cómo reaccionaron aquellos que arrestaron a Pedro y al otro Apóstol?
      Hechos 4:13-14 dice: "Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. 14Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra".
      Asimismo, si usted recibe el poder del Espíritu Santo, podrá predicar valientemente el Evangelio sin importar cuán amenazadora sea la situación en lo humano.
      Ejemplos de esto son el discurso del Diácono Esteban descrito en Hechos 7, y los testimonios del Apóstol Pablo descritos en Hechos 22 y 26.
      Como ustedes habrán leído, incluso ante los ojos de los judíos quienes estaban sedientos de sangre, Estaban predicó el Evangelio con mucha valentía.
      El Apóstol Pablo, a pesar de haber sido arrestado, también predicó acerca de Jesucristo cuando estuvo ante el gobernador de Roma y ante el rey de Judá.
      Esteban y el Apóstol Pablo no lograron hacer esto por su sabiduría y habilidad personales.
      Lograron hacerlo valientemente gracias al poder y sabiduría del Espíritu Santo.
      Por lo tanto, si para usted es muy difícil hablar ante las personas porque no tiene la habilidad para hacerlo, o debido a que es una persona introvertida, ¡no se preocupe!
      Si usted recibe el poder del Espíritu Santo también podrá predicar valientemente el Evangelio al igual que Esteban y el Apóstol Pablo.
      No es usted quien lo hará, sino que será el Espíritu Santo, quien mora en usted para hacerlo.

      Amados hermanos y hermanas,
      El Espíritu Santo también nos puede hablar acerca del futuro.
      Jesús dice en Juan 16:13: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir".
      Solamente Dios el Padre conoce lo que ha de venir en el futuro.
      Algunas veces Dios el Padre dice a Sus hijos, a aquellos que son puros de corazón, acerca de las cosas del futuro.
      Amós 3:7 dice: "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas".
      Ya que el Espíritu Santo comparte el mismo corazón con Dios el Padre, Él también conoce acerca de las cosas por venir.
      Por lo tanto, aquellos que pueden comunicarse claramente con el Espíritu Santo, pueden conocer el futuro.
      Las profecías que se han dado en esta iglesia se han cumplido por completo, ya que esa es la obra del Espíritu Santo.
      Las profecías que aún no se han cumplido, ciertamente se cumplirán en el tiempo que Dios establezca para ello.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Cuarto: en calidad de Espíritu que consuela, el Espíritu Santo concede dones y poder apropiadamente de acuerdo a la vasija de cada hombre.
      Un don es un obsequio de gracia que se concede gratuitamente. En 1 Corintios 12:8-10 se enlistan nueve dones del Espíritu Santo.
      Estos son palabra de sabiduría, palabra de ciencia, fe, dones de sanidades, el hacer milagros, el don de profecía, discernimiento de espíritus, diversos géneros de lenguas, e interpretación de lenguas.
      Estos son los dones de Dios. Mientras alguien que busca se prepara como vasija de corazón perfecto, el don le puede ser concedido ya sea temporal o permanentemente.
      No obstante, el poder de Dios está en un nivel diferente.
      En Hechos 1:8 vemos que Jesús dice: "pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".
      Este "Poder de Dios" es como una espada de doble filo, y se lo concede solamente a aquellos que lo pueden usar con bondad.
      Una vez que alguien recibe este poder de Dios, este puede hacer volver a la vida a los muertos, e incluso cambiar el clima.
      Poder y autoridad espiritual de gran magnitud lo seguirán.
      Aquel poder solamente debe ser usado por la voluntad de Dios.
      Si es que es utilizado por motivos egoístas, incluso en lo más mínimo, el mundo se volverá caótico en extremo.
      Por lo tanto, el poder de Dios se otorga solamente a aquellos que pueden obedecer perfectamente la voluntad de Dios.
      Adicionalmente, este poder no se puede conceder de manera incondicional, ni siquiera a quienes pueden obedecer perfectamente la voluntad de Dios en bondad.
      Solamente se lo puede otorgar cuando alguien ha almacenado innumerables oraciones fervientes.
      Aquellos que aman las almas del mismo modo que el Señor, y aquellos que son devotos del Reino de Dios, necesitan desesperadamente el poder de Dios.
      Ellos se dan cuenta que "el Reino de Dios no consiste de palabras sino de poder".
      Por lo tanto ellos no tendrán ninguna otra alternativa aparte de buscar fervientemente el poder.
      Cuando su oración de amor y de fe alcance el nivel que se ha establecido por la justicia, Dios finalmente podrá conceder el poder para ellos.
      Una vez que se concede este poder de Dios, es algo permanente.
      Esto es posible porque este poder se puede otorgar a la gente de espíritu que nunca cambiará su corazón.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Hablemos ahora acerca del último nombre que se refiere al Espíritu Santo.
      Es el nombre de "el Espíritu de Su Hijo" descrito en Gálatas 4:6.
      Dice: "Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!"
      En este verso "Su Hijo" se refiere a Dios el Espíritu Santo.
      Al igual que Dios el Hijo, el Espíritu Santo también fue separado de Dios el Origen.
      Desde esta primera división del Espíritu, Dios el Origen llegó a ser Dios el Padre, y Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo llegaron a ser Sus Hijos.
      Por esto, el título más fundamental de Dios el Espíritu Santo es "el Hijo de Dios el Padre" según lo que explica el tercer estudio de Génesis.
      Les dije que "el Espíritu de Su Hijo" se refiere al Espíritu Santo quien es el Espíritu de Dios el Espíritu Santo.
      No obstante, hay otra razón por la que el Espíritu Santo es llamado "el Espíritu de Su Hijo".
      En Gálatas 4:6 leemos: "Y por cuanto sois hijos".
      Esto significa que los creyentes son todos hijos de Dios; ellos son hijos de Dios.
      Juan 1:12 dice: "Mas a todos los que le recibieron (recibieron a Jesús como el Cristo), a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios".
      Como está escrito, una vez que se llega a ser hijo de Dios, se puede llamar "Padre" a Dios.
      No obstante, para poder llamar a Dios "Abba, Padre" de manera perfecta, se debe entrar en la plenitud de espíritu y llegar a ser Su hijo verdadero.
      Aquellos hijos verdaderos que se internan en la plenitud espiritual pueden llamar a Dios "Padre" confiadamente, y también pueden llamarlo "Abba, Padre" con mayor intimidad.
      De este modo, el Espíritu Santo nos enseña en verdad hasta que nos internemos en la plenitud espiritual y lleguemos a ser verdaderos hijos e hijas de Dios.
      Él nos ayuda a entender el corazón de Dios el Padre y a reflejarlo a Él.
      De este modo, al enfocarnos en la obra del Espíritu Santo quien exalta a los hijos de Dios que llegan a ser hijos verdaderos, la Biblia llama al Espíritu Santo como "el Espíritu de Su Hijo".
      En el próximo estudio empezaré a explicar acerca de cómo Dios la Trinidad creó seres espirituales que son necesarios para el Reino espiritual.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Nos ha tomado cierto tiempo explicar cómo Dios el Origen se dividió en un Dios Trino.
      Sin embargo yo creo que ustedes han llegado a entender bien los roles y responsabilidades de Dios Trinidad.
      ¡Con cuánta fidelidad y sin descanso ha trabajado Dios Trinidad desde el momento de la Creación hasta ahora!
      David canta en el Salmo 36:5 diciendo: "Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes".
      Además él canta en el Salmo 121:4 así: "He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel".
      Por un largo período de tiempo, Dios Trinidad ha estado cumpliendo con sus roles y responsabilidades respectivas, fielmente y sin cambiar.
      Lo han hecho solamente para adquirir hijos verdaderos con los cuales puedan compartir el amor verdadero.
      Por esto pido a todos ustedes que circunciden sus corazones fielmente y sin cambio.
      Y luego, ruego en el nombre del Señor Jesucristo, que ustedes vengan ante Dios el Padre como hijos verdaderos que son agradables para Él.

      [Amén]


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