• El Infierno (15)

    [Mateo 12: 31-32]

    25-10-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Mateo 12: 31-32]
      "Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero."

      Éste el 15to sermón de la serie sobre el Infierno.

      En la última sesión, les hablé sobre el cuarto nivel de castigo en el Hades Inferior.

      Aquellas almas que están recibiendo el cuarto nivel de castigo son las que cometieron graves e imperdonables pecados que conducen a la muerte.
      Judas Iscariote es un claro ejemplo de aquellas personas que están recibiendo ese tipo de castigo.

      Judas vendió a Su maestro a los sumos sacerdotes por 30 monedas de plata.

      Finalmente, Jesús fue crucificado, y Judas se ahorcó por no poder cargar con la culpa y el cargo de consciencia.

      Ahora bien, quizás se estén preguntando algo en este momento.

      Si Judas Iscariote se suicide, entonces, ¿por qué está sufriendo los castigos en el Sepulcro Inferior, en vez de convertirse en un demonio?

      Antes de explicarles el por qué de eso, comenzaré por darles detalles sobre algunos de los castigos que están recibiendo aquellos que blasfemaron en gran manera contra el Espiritu Santo.

      Proverbios 15:32 dice, "El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento."

      Mientras esté compartiendo este mensaje sobre los castigos del Hades Inferior, si ustedes lo aceptan como disciplina y reprensión, entonces obtendrán entendimiento espiritual.

      Es así que podrán tomar mejores moradas en el Cielo.

      Oro en el nombre del Señor para que ustedes sean creyentes sabios que no menosprecian su alma, sino más bien que la atesoran.

      [Principal]

      amados hermanos y hermanas en Cristo, algunos de los que fueron al Infierno habían cometido suicidio, como en el caso del Rey Saúl y de Judas Iscariote.

      ¿Cuándo van al Hades Inferior?

      Permítanme brevemente explicarle este punto ya que hay algunos entre ustedes que tienen preguntas al respecto.

      Judas Iscariote se ahorcó porque no podía soportar el cargo de consciencia de haber vendido a Su Maestro.

      Las almas de aquellos que cometieron pecado se convierten en demonios y vagan por toda la tierra.

      Ellos caerán al Hades Inferior cuando el Reinado del Milenio comience.

      Es decir, los demonios deambularán por esta tierra hasta que finalice el periodo de 7 años de la Gran Tribulación.

      Como se lo explicara en el último sermón, Judas Iscariote no se convirtió en un demonio, pero él sí ya se halla en el Hades Inferior recibiendo su castigo.

      ¿A qué se debe eso?

      Sencillamente, no se le permitió ni siquiera convertirse en demonio y vagar por esta tierra.

      Eso se debió a que él cometió un pecado tan grave que ya está recibiendo un castigo peor por eso.

      Por supuesto, es un castigo espantoso convertirse en demonio y vagar por toda la tierra.

      Si un alma abandona el cuerpo físico y aún así permanece en el espacio físico, sufre un gran dolor.

      Han de sufrir tanto que hubiesen preferido caer en el Sepulcro Inferior y recibir allí su merecido castigo.

      Sin embargo, el dolor que Judas Iscariote está sufriendo en el cuarto nivel en el Sepulcro Inferior no puede compararse con lo que sufren los demonios.

      Las torturas que él está recibiendo en la cruz, claro que son dolorosas, pero el sólo hecho de estar en el cuarto nivel de castigo del Sepulcro Inferior significa que el dolor es indescriptible.

      Eso se debe a que mientras más profundo sea el nivel del Infierno, más espesa la "densidad" que llena el Infierno.

      Por ejemplo, cuando bajamos a las profundidades del mar, todo el cuerpo se comprime por la presión.

      El cuerpo es aplastado.

      No podríamos ni siquiera respirar. Las venas en nuestro cuerpo reventarían y moriríamos desangrados.

      Del mismo modo, mientras más abajo se vaya en el Infierno, mayor presión sufrirá el alma debido a la espesura de la energía. Es así que, los que estén allí sufrirá en gran manera por el sólo hecho de encontrarse allí abajo.

      El espacio donde Judas Iscariote está recibiendo su castigo tiene una gran densidad de energía muy espesa.

      Por lo tanto, aunque él no se convirtió en un demonio, ya está pagando suficiente por su pecado, el dolor que está sufriendo es realmente grande.

      Existe otra razón por la cual él es la excepción, y que a pesar de haberse suicidado, cayó en el Hades Inferior.

      Él está establecido como el "maestro" del cuarto nivel de castigo en el Sepulcro Inferior.

      Pero aquí la palabra "maestro" no tiene nada que ver con el significado de dueño o señor. Sino más bien, significa que él es una persona representativita allí.

      Judas Iscariote continuamente está siendo castigado, permanece como el principal entre aquellos que se hallan en el cuarto nivel de castigo en el Hades Inferior.

      Entonces, cuando los que conocen sobre los castigos en el Sepulcro Inferior, como es el caso de ustedes y de mí, piensa en los castigos del cuarto nivel, siempre nos acordamos de Judas Iscariote.

      Como acabo de mencionarles, Judas permanece como la figura representativita del cuarto nivel de castigo en el Sepulcro Inferior, para que de ese modo las personas en los tiempos postreros no sigan su ejemplo.

      Ahora bien, quizás algunos de ustedes todavía se pregunten sobre el Rey Saúl o sobre Poncio Pilato, de cuándo cayeron al Hades Inferior, ya que se sabe que ellos también se suicidaron.

      En el caso del Rey Saúl, él esta vagando como un demonio y caerá en el Hades Inferior para recibir los castigos del 3er nivel cuando el Reinado del Milenio comience.

      Hasta ese entonces, al igual que otras almas que cometieron suicidio, estará vagando por esta tierra.

      En el caso de Pilato, la teoría más convincente es que él cometió suicidio.

      Existen ciertas historias que se centran en el Monte Pilato.

      Mas la verdad es que no existe evidencia cierta o documento alguno que nos relate el final de la vida de Pilato. No existe manera alguna de saber cómo murió.

      El Imperio Romano, país de Pilato, comenzó a escribir la historia del Cristianismo luego de que ellos aceptaran el Cristianismo.

      Eusebio del Imperio romano escribió sobre la historia en los primeros tiempos del cristianismo. Y en su libro "Historia de la Iglesia", él presume que Pilato cayó en la tragedia de castigarse a sí mismo debido a que el mismo castigo de Dios lo seguía de cerca.

      Las personas, tiempo más tarde, también asumió que Pilato había cometido suicidio basándose en este registro.

      Pero tal como Eusebio lo escribiera, es tan sólo una suposición.

      Nosotros solamente podemos presumir que Pilato sufrió una muerte trágica de acuerdo con las historias escritas sobre él.

      Las historias nos dicen que fue llevado a Romay ejecutado, u otra versión es que tropezó y cayó por el Monte Pilato. En fin, cualquiera de las historias afirma que ciertamente enfrentó una muerte trágica.

      Pero nosotros podemos inferir por los sermones sobre el Infierno si Pilato cometió o no suicidio.

      Dios nos ha hecho saber que cada vez que alguien lo nombra e la tierra, él es azotado.

      Mediante esto es que podemos entender que él ya está recibiendo los castigos en el Hades Inferior.

      En otras palabras, podemos inferir que él no cometió suicidio.

      Hermanos y hermanas, y televidentes, jamás debemos llegar al suicidio.

      Únicamente Dios tiene autoridad sobre la vida.

      Ya sea que se trate de nuestra vida o de la de otras personas, no podemos disponer de ella como bien nos parezca.

      Por lo tanto, el cometer suicidio significa desafiar la soberanía de Dios. Es un pecado grave que se opone o desafía la Palabra de Dios.

      Como está escrito en Éxodo 20:13, "No matarás." Matar está estrictamente prohibido por Dios.

      Éste es uno de los Diez Mandamientos. Aquí se abarca no sólo el matar intencionalmente a otra persona, sino también el quitarse la vida propia. Por otro lado, el cometer suicidio también constituye un gran pecado contra nuestros padres.

      Es un pecado contra nuestros padres terrenales, y también contra nuestro Padre Celestial, quien es el Padre de nuestro espiritu y cuerpo.

      Dios Padre nos creó como seres humanos a Su imagen y semejanza para brindarnos Su amor.

      Si esos hombres terminan con sus vidas por su propia cuenta, ¡cuán doloroso debe ser para Dios!

      Una cosa que deberíamos saber es que nuestro enemigo, Satanás, incita a las personas a que cometan suicidio.

      El enemigo, el diablo, se acerca a aquellos que se encuentran desesperados y los asalta con pensamientos pesimistas y depresivos.

      Y si esas personas están atadas completamente por esos pensamientos puestos por Satanás, eligen el suicidio como la medida extrema para acabar con su agonía.

      Por lo tanto, nunca debemos dejarnos envolver por ese engaño.

      Filipenses 4:13 dice, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece." Y tal como está escrito, nosotros podemos salir de la peor de las situaciones mediante el poder de Dios.

      Antes de encontrarme con Dios, hubo un momento en mi vida en el cual desee acabar con mi vida.

      Yo me hallaba sumido en la desesperación, sin esperanza debido a la enfermedad que padecía hacia tiempo y a la pobreza, y mis seres amados me descuidaban.

      Pero Dios se acercó primero a mí.

      Él me libró de la atadura de las enfermedades que me realmente me tenían incapacitado. Prosperé económicamente, y la paz llegó a mi familia.

      Esencialmente, Él me libró de las ataduras del pecado. Y ahora, yo me he convertido en un pastor que ayuda a que las personas sean libres de la desesperación y que se acerquen a Dios.

      El Salmo 40:2 dice, "Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
      Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos." Esa también es mi confesión.

      Nunca es la voluntad de Dios que acabemos con nuestras vidas. Eso sólo haría feliz a nuestro enemigo, el diablo.

      Asimismo, el objetivo del suicidio no es la libertad. Eso sólo nos llevará al Infierno, donde enfrentaremos la tristeza eterna y un dolor muchísimo más agudo.

      Por lo tanto, debemos dar a conocer esta verdad a nuestras familias, parientes y vecinos.

      Claro está, no todo caso que parece ser un suicidio, lo es en realidad.

      Les explicaré esos casos especiales más adelante cuando les hable sobre los espíritus de maldad.

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, y televidentes, ahora permítanme explicarles sobre algunos de los castigos que sufren aquellos que blasfeman en gran manera contra el Espiritu Santo.

      Debido a que su pecado es grave, cuando mueren estos blasfemadores, ellos van al Hades Inferior y reciben castigos de 3er y 4to nivel.

      Como leíamos en el pasaje de hoy en Mateo 12:31-32, la blasfemia contra el Espiritu Santo no puede ser perdonada.

      El Espiritu Santo es nuestro Ayudador, enviado por el Señor luego que Él ascendiera al Cielo.

      Él es quien nos guía hacia nuestra salvación, no el Señor.

      El Espíritu Santo es quien nos infunde fe para creer aunque no veamos.

      Él es quien nos revela la palabra espiritual en la Biblia, y lo secreto para que podamos conocer cuál es la voluntad de Dios.

      En otras palabras, Él es quien nos guía por el correcto camino para alcanzar la salvación.

      También, Él nos da diversos dones para poder experimentar las cosas espirituales. Por ejemplo, Él nos da el don de hablar en lenguas.

      Por lo tanto, el Espiritu Santo manifiesta las señales y maravillas con Su poder.

      Él nos permite experimentar el poder del Todopoderoso y el mundo espiritual donde se halla el reino celestial.
      Él nos permite darnos cuenta del amor de Dios para que de esa manera nuestros corazones sean renovados.

      Él nos permite nacer de nuevo como ciudadanos del reino celestial.

      Es por eso que negar al Espíritu Santo es lo mismo que decidir personalmente apartarnos del camino de la salvación.

      Y aún así, algunas personas niegan las obras del Espiritu Santo incluso después de haberlas experimentado.

      Esas personas reciben la sanidad de sus enfermedades mediante el poder del Espiritu Santo, y estando a las puertas de la muerte, tiene nueva vida. Pero aún así, deciden ir por el camino de la muerte.

      Aquellos que están llenos de maldad intentan destruir la iglesia oponiéndose a Dios.

      Resultará difícil, incluso para los inconversos, que se les perdone semejantes pecados. ¡Cuánto más para aquellos que han gustado de la gracia de Dios y aún así, lo cometen!

      Oponerse al Espiritu Santo es oponerse al Señor, y es oponerse a Dios Padre. Es por eso que resulta tan difícil de perdonar.

      Entre esas personas que blasfemaron al Espíritu Santo, se halla una pareja casada que están recibiendo su castigo juntos.

      "¡Lamento haberme casado con este hombre! Lo lamento y me arrepiento, y lo maldigo una y otra vez. ¿Por qué tuve que venir a este lugar despreciable? ¿Cómo fue que acabé en un lugar como este? Me dejé engañar por él. Él fue quien me engañó.

      Ese es el lamento de una mujer que resuena en la oscuridad del Hades Inferior.

      Esta mujer fue engañada por su esposo, y juntos se opusieron a Dios.

      Y como resultado de ello, ella acabó en el Hades Inferior. Y ahora se queja y maldice a su esposo.

      Ambos son malos, pero la mujer no podría haber blasfemado al Espiritu Santo y haberse opuesto a Dios por su propia cuenta.

      Ella se alió con su marido y sus obras de maldad para oponerse a Dios debido a su amor carnal por él.

      Esta pareja que juntos blasfemaron al Espiritu Santo, juntos están recibiendo el merecido castigo.

      Tiene que turnarse para ir a una gran olla llena de líquido hirviendo.

      Esta olla está llena de un líquido que no se sabe qué es pero tiene un olor nauseabundo y está todo sucio.

      La olla está sobre un constante fuego que mantiene el líquido todo el tiempo hirviendo.

      Una vez que entran en esa olla, la piel de ellos se ampolla como si fuera la de un sapo.

      Sus ojos se salen, y todo su cuerpo se deforma.

      El cuerpo se retuerce y se asfixian debido a ese olor espantoso.

      Tratando de evitar el dolor, se retuercen y contorsionan, sacando la cabeza fuera del agua.

      Pero entonces, un gran pie los pisa y empuja sus cabezas nuevamente dentro de la olla.

      Es el pie del mensajero del Infierno que está torturando a esta pareja.

      En la planta del pie, se hallan uñas muy filosas que presionan fuertemente.

      Esta alma al ser pisoteada tendrá muchos cortes y volverá su cabeza a la olla, al calor asfixiante y al olor nauseabundo.

      Pero pronto, no pudiendo soportar más el dolor, salen del agua. Luego, se los vuelve a empujar dentro de la olla y todo el ciclo comienza nuevamente.

      Pero el castigo se inflige a una persona a la vez. Cuando es el esposo el torturado, la mujer debe observar la escena dese fuera de la olla.

      Y cuando es el turno de empujar a la mujer dentro, es el esposo quien observa desde afuera.

      A diferencia de lo que sucede en el mundo físico, ellos pueden ver lo que está pasando dentro de la olla desde afuera.
      Al principio, sienten tristeza por el otro cónyuge que está sufriendo.

      Hasta ese entonces, todavía hay algo de amor entre ellos.

      Implorarán por su cónyuge diciendo, "¡mi esposo/a se encuentra allí. Por favor, sáquenlo/a. Ya no le pisen la cabeza. Por favor sáquenlo/a!

      Pero luego de un tiempo, ya no implorarán más a favor del otro, y ¿a qué se deberá eso?

      Luego de recibir varias veces los castigos, se dan cuenta que mientras más sufre su cónyuge, menos sufren ellos.

      Y desde el momento en que se dan cuenta de esa realidad, le piden al mensajero del Infierno algo totalmente diferente.
      Viendo que su cónyuge está sufriendo en la olla, gritan, "Déjenlo/a mas tiempo. Así podré descansar. Sólo déjenlo/a allí."

      Y el que está en la olla padeciendo sólo se llenará de odio al escuchar que su cónyuge pide eso desde afuera de la olla.

      Y a medida que pasa el tiempo, ambos esposos se maldecirán el uno al otro. Eso es amor carnal.

      La esposa debe haber permanecido con su esposo hasta que ella traicionó al Señor de su vida por amar más a su esposo.

      Pero ¿cuál es el resultado de este amor carnal? Que juntos fueron a parar al infierno y están recibiendo el castigo merecido.

      Cuando la esposa se queje de su esposo argumentando que está sufriendo por causa de él, él no sólo la escuchará.

      Él la maldecirá a gran voz. La maldecirá por haberse aliado con él.

      Cuando se casaron, decían amarse el uno al otro.

      Pero debido a que el dolor es insoportable, prefieren que sea el otro el que sufra y no ellos mismos.

      Así de sucia es la carne y el Infierno.
      Los que eran esposos en la tierra, acaban maldiciéndose el uno al otro, y le piden a los mensajeros del infierno que mantengan más tiempo en la olla al otro. Y entonces, los mensajeros sólo disfrutan todo eso.

      Los mensajeros los observan como si estuviesen viendo una película, "¡en este lugar sólo se maldicen! ¡Cuán felices nos hace su maldad!

      Y para lograr que todo empeore, aumentan el calor al fondo de la olla.

      Cuando las almas sacan las cabezas fuera de la olla, la pisotean con mayor firmeza.

      A medida que el líquido se vuelve más caliente y hierve, se escuchan que las almas maldicen cada vez más.

      Y mientras eso sucede, los mensajeros del Infierno sólo ríen más fuerte.

      En la próxima sesión, les seguiré explicando sobre los castigos que sufren aquellos que blasfeman al Espiritu Santo.

      Conclusión

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, cuando las almas que sufren los castigos en el Hades Inferior sacan afuera toda la maldad que hay en ellos, eso sólo trae mayor regocijo a los mensajeros del Infierno.

      Lo mismo sucede en esta tierra.

      Cuando las personas cometen maldades, los espíritus malvados se regocijan.

      Si al enfrentar dificultades nos comprometemos con este mundo, o nos quejamos y expresamos resentimiento, entonces nuestro enemigo el diablo viene sobre nosotros.

      Y así se nos dará mayores dificultades.

      Así que aquellos que conocen las reglas del mundo espiritual, no se quejen ni guarden resentimiento por nada.

      Den gracias y hagan confesiones de fe hasta el final para mostrar amor y fe por Dios.

      Incluso si los malvados les hacen pasar malos momentos, no le devuelvan mal por mal; más bien, reaccionen con bondad, dejando todo en manos de Dios.

      Romanos 12:21 dice, "No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal." Sólo obedezcan esta palabra.

      Si obedecen la palabra de Dios, actuando sólo en amor y bondad, entonces tendrán poder y autoridad para vencer toda fuerza del enemigo.

      Y Satanás ya no podrá acusarlos, entonces las pruebas y problemas se irán.

      Por lo tanto, en cualquier tipo de adversidad, es mi anhelo que sólo piensen en la verdad y que actúen en fe agradando a Dios.

      Oro en el nombre del Señor para que le den la gloria a Dios, al obtener la victoria en el nombre del Señor en todo lo que hagan, y así se conviertan en luz que brilla en todo los lugares oscuros.

      [Amén]


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