• El Infierno (16)

    [Mateo 12: 31-32]

    01-11-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Mateo 12: 31-32]
      "Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero."

      Éste el 16to sermón de la serie sobre el Infierno.
      ¡Cuán bendecidos somos porque el Señor nos envió al Espíritu Santo!
      Incluso después de haber aceptado al Señor, hasta que nos volvemos sin macha, es probable que no vivamos conforme la Palabra de Dios.
      Entonces, el Espíritu Santo nos ayuda a arrepentirnos.
      Cuando los creyentes no vivimos conforme la Palabra de Dios, el Espiritu Santo nos hace sentir ese pesar en nuestro corazón y nos da el espíritu de arrepentimiento.
      La última parte del versículo de Ezequiel 36:26 dice, "...y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne."
      Tal como se nos prometió, el Espíritu Santo rompe con nuestras estructuras, con nuestro sentido de justicia propia, y con nuestra terquedad y así podemos admitir nuestros pecados.
      Él también derrama el amor de Dios en nuestros corazones para que podamos confesar nuestros pecados y pedir perdón.
      Podemos sentir esta ayuda de parte del Espiritu Santo de manera más viva cuando nos arrepentimos por completo y con lágrimas.
      Sobre todo, el Espíritu Santo nos fortalece para que podamos dar fruto de arrepentimiento; es decir, volvernos por complete de nuestros pecados y vivir de acuerdo con la Palabra de Dios.
      Como lo he mencionado, el Espiritu Santo y el Señor trabajan juntos como pacificadores entre Dios y nosotros.
      Es justamente por eso que la blasfemia contra el Espiritu Santo no se puede perdonar.
      Jesús dijo que jamás se podría perdonar esa blasfemia.
      Pero la lamentable realidad es que hay tanta gente que no se da cuenta de lo grave que es este pecado, y entonces, blasfeman contra el Espíritu Santo.
      La paga que han de recibir por ese pecado quienes blasfeman es realmente grave.
      Es por ello, que es mi esperanza que ustedes siempre estén en paz con el Espíritu Santo.
      Asimismo, los exhorto a que oren para que muchas almas estén en paz con el Espiritu Santo.

      Principal

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, en el último sermón les hablé acerca de una pareja que pecaban juntos en la tierra y que juntos estaban recibiendo los castigos en el Sepulcro Inferior.
      Se trata de un espantoso castigo que están recibiéndolo por turno dentro de una olla de agua hirviendo. En ocasiones, en el Sepulcro Inferior, una familia entera recibe el merecido castigos todos juntos.
      Existe un caso de una hija que se opuso al Espiritu Santo gravemente, y sus padres junto a su hermano también formaron parte de eso con ella.
      Esa hija era una líder importante dentro de la iglesia; y por otro lado, también su familia pensaba que estaba llevando una buena vida cristiana.
      Sin embargo, la verdadera realidad era diferente.
      Ellos también trabajaron algo para Dios. Sin embargo, debido a que la hija era una autoridad en la iglesia, ellos usaron eso contra otros en la iglesia.
      Debido a que no circuncidaron sus corazones, la ira y la codicia afloraron de sus corazones en estas formas de mal.
      A pesar de que ustedes puedan creer en Dios si no circuncidan sus corazones, es probable que muestren las mismas acciones que los inconversos, quienes están llenos de maldad y que no conocen a Dios.
      Finalmente, el castigo cayó sobre toda la familia debido a sus malas obras. El padre se enfermó gravemente, estuvo al borde de la misma muerte.
      Sólo fue entonces que la familia se arrepintió hasta las lágrimas y se aferraron a Dios para que el padre se recuperara.
      Dios aceptó el arrepentimiento de ellos junto con la oración intercesora de su pastor, y permitió que el padre siguiera viviendo. Entonces, Dios me permitió entender algo inesperado.
      Eso fue que si Dios hubiese llamado a esa alma en ese momento, el padre al menos hubiera recibido una salvación con vergüenza, pero si se le extendía la vida, él ni siquiera habría recibido la salvación.
      Y de repente, tal como Dios lo dijo, algo me hizo pensar, "fue mejor que él muriese cuando estaba enfermo".
      Por su parte, la hija que era una líder importante en la iglesia sirvió en gran manera a Satanás, y traicionó a la iglesia
      Después de eso, todos los miembros de la familia abandonaron la iglesia junto a ella. Y no sólo se fueron, sino que cometieron pecados imperdonables al blasfemar contra el espiritu Santo.
      Poco tiempo después de eso, el padre de la familia, cuya vida Dios mismo había extendido, finalmente falleció.
      Si él hubiese muerto cuando aún tenía un poco de fe, él podría haber sido al menos salvo.
      Pero luego de que por la gracia de Dios, él recobrara la vida, perdió su fe y terminó cayendo en el profundo infierno.
      Del mismo modo, los miembros de su familia irán al Sepulcro Inferior conforme el pecado de ellos. El alma de la madre y la del hijo recibirán el mismo castigo que la del padre.
      ¿Qué tipo de castigo han de recibir?
      Están recibiendo su castigo en un lugar sonde hay un acantilado tan alto que la cima no puede verse.
      En el espacio turbio lleno de olor a sangre, resuenan lamentos y sollozos como de demonios, y agudos gritos.
      En el medio de ese acantilado alto se hallan las tres almas que se parecen a tres manchas.
      Ellos están escalando algo que virtualmente es vertical. Escalan un acantilado áspero con sus manos y pies desnudos.
      Se les destroza la piel de las manos, pies y rodillas, y la sangre brota como si se les hubiese pasado una lija.
      Sin embargo, ellos continúan escalando el acantilado porque tienen a los mensajeros del infierno volando detrás de ellos.
      Están tan nerviosos a causa de que los mensajeros del infierno levantan sus manos en contra de ellos.
      Eso es porque al momento que los mensajeros del infierno levantan sus manos, muchas criaturas parecidas a los insectos se esparcen por todo el acantilado.
      Al igual que unas pequeñas gotas de agua salen de un pulverizador, del mismo modo, un sinnúmero de insectos cubre todo el piso dejándolo todo de color negro.
      Estos insectos, mostrando sus dientes, comienzan a perseguir a estas tres almas.
      Trepan por el acantilado muy rápidamente.
      Supongamos que ustedes abren la puerta de entrada, y cientos de cucarachas del tamaño de un dedo pulgar cubren todo el piso de su sala de estar. Ustedes estarían espantados.
      Ustedes estarían aún más espantados si fuesen arañas venenosas o escorpiones.
      Si pueden escuchar los sonidos de tantos insectos crujiendo a medida que se mueven, probablemente se horrorizarían.
      ¡Qué espantoso debe ser si esos insectos se les suben encima, suben por sus pies y piernas y cubren todo su cuerpo!
      Pero en el Sepulcro Inferior, no sólo hay cientos de cucarachas, sino también un sinnúmero de insectos que van en busca de las almas como simple presas.
      Sólo pueden pensar en salir huyendo, tanto que se trepan unos por encima de los otros.
      El hijo pude treparse encima de las otras dos almas que eran sus padres, o bien los ex esposos se pisan el uno al otro. Se pelean y se maldicen entre ellos.
      Ellos escalan el acantilado demostrando su maldad, pero pronto son atrapados por los insectos.
      Cuando los insectos atrapan a su presa, comienzan a mordisquear sus cuerpos; manos, cabeza, y todas las demás partes.
      En ese momento, no pueden hacer nada porque tampoco quieren caerse del acantilado, pero tampoco pueden sacudirse los insectos.
      No pueden hacer otra cosa que permitir que los insectos mordisqueen sus cuerpos.
      Lloran por el dolor de estar siendo comidos por los insectos, se retuercen y dejan ver aún más toda su maldad. Continúan maldiciéndose pero todavía.
      A medida que se maldicen y se pisotean los unos a los otros para propio beneficio, los mensajeros del infierno que están a su alrededor disfrutan al ver la espantosa maldad que sale de ellos.
      Y en un punto, el mensajero que controla el castigo estira sus manos para atraer a todos los insectos.
      Pero estas almas no pueden dejar de trepar por el acantilado, Ellos saben que pronto el mensajero del infierno permitirá que los insectos los muerdan.
      El dolor que se siente por estar escalando el acantilado con las manos y pies desnudos no es menor, pero es mucho peor el nerviosismo por ser atacados por los insectos.
      Es por esa razón que continúan trepando el acantilado llenos de miedo, aunque tengan las manos y pies destrozados y llenos de sangre.
      A parte no existe otro lugar donde huir de los insectos. Por supuesto, que por más que continúen trepando el acantilado, nunca va a deshacerse de los insectos.
      Ellos saben que eso nunca va a pasar, pero se aferran a la mínima esperanza que quizás el acantilado tengo fin, y por eso continúan trepando.
      Hermanos y hermanas, ahora les explicaré sobre el castigo que recibe una persona que ha blasfemado con sus palabras al Espiritu Santo.
      La Biblia hace un especial énfasis en la importancia de nuestras palabras reiteradas veces.
      Proverbios 18:21 dice, "La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos."
      Aquellos que sólo hablan palabras de verdad y bondad comerán el buen fruto de sus palabras. Pero aquellos que hablen palabras de maldad y faltas de fe comerán el fruto de la maldad.
      El fruto de las palabras es muy preciso, y nosotros podemos llegar a enfrentar serias dificultades por causa de sólo un par de palabras.
      Por ejemplo, algunos creyentes son perseguidos por sus familiares de tal modo que quizás puedan llegar a decir u orar para que los familiares se arrepientan aunque eso pueda significar que sufran un accidente.
      Entonces, Satanás escucha esas palabras de inmediato, y comienza a desafiar a Dios con respecto a eso.
      Satanás insiste en que lo que ellos dijeron es lo que debería pasarles.
      Y si ese desafío de Satanás concuerda con la justicia, es probable que se enfermen o se accidenten tal como lo habían expresado en palabras.
      A lo mejor, hasta sufran cierta discapacidad. Aunque los familiares a causa de eso se puedan arrepentir, ¿por qué causar semejante adversidad?
      ¿No puede el Dios Todopoderoso salvar a esos familiares empleando otras maneras mucho mejores que esas?
      Por supuesto, Él puede salvarlos mediante muchas otras buenas maneras.
      Algunos pronuncian palabras que no son verdad, y sin saberlo acarrean pruebas sobre sus vidas.
      Estas pruebas pueden acabar rápidamente si se arrepienten, pero a veces ni siquiera recuerdan lo que dicen.
      Por lo tanto, espero que con certeza siempre tengan presente que todas sus palabras tiene sus consecuencias.
      Los exhorto a poner guarda sobre sus bocas para que de ese modo estén alertas y controlen sus palabras.
      Hermanos y hermanas, incluso si dicen algo con buena intención, si no es una palabra de verdad y bondad, eso puede acarrearles una prueba.
      Y si intencionalmente se dice una mentira para blasfemar a la iglesia y a un siervo de Dios e insultarlo, ¡cuán espantosa será la paga por eso!
      Es más, calumniar y acusar injustamente a una iglesia que da muestra de las obras del Espiritu Santo y del siervo amado por Dios es igual que blasfemar e insultar al Espíritu Santo.
      Por eso, esas personas serán interrogadas de seguro por sus palabras cuando sean juzgadas ante Dios.
      En Mateo 12:36, Jesús dijo, "Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio."
      Aquellos que blasfeman contra el Espíritu Santo son sus palabras se convertirán en instrumentos de Satanás, causando disturbio en el Reino de Dios, y por último, ser reconocidos como hombres de las tinieblas.
      Y después del juicio, caerán en el nivel más profundo de castigo en el Infierno.
      El caso del que les voy a hablar entra en esta categoría.
      Esta alma había servido voluntariosamente por bastante tiempo en la iglesia.
      Desde afuera, podía verse que era un obrero que estaba lleno del Espiritu. Él amaba a Dios y a su pastor, y a la iglesia y a sus miembros mucho.
      Uno de los miembros de su familia también había sido curada de una enfermedad incurable que la habría dejado discapacitada.
      A través de la oración, algunos de los miembros de su familia volvieron a vivir después de estar casi al borde de la muerte.
      Él y su familia recibieron tanta gracia y bendiciones de parte de Dios por ser miembros de una iglesia amada por Dios.
      Se los veía servir con mucho entusiasmo debido a la gracia que había recibido. Sin embargo, lo más importante no lo hicieron, no circuncidaron sus corazones.
      Y como resultado de eso, todos se desilusionaron tras una prueba y se fueron de la iglesia.
      Fueron sus hijos los primeros en recibir las obras de Satanás, luego esta alma fue engañada a su vez por sus hijos.
      Él olvidó toda la gracia que había recibido y abandonó la iglesia. Luego de eso, comenzó a causar problemas al ministerio de la iglesia.
      Él no sólo dijo un par de palabras, sino que visitó a cada miembro de la iglesia y los instaba a que se fueran de la iglesia también.
      Incluso llamó a algunos miembros en otras partes del país o los visitó para desilusionarlos.
      Él podría haber dejado la iglesia por falta de fe. Pero si hubiese recordado la gracia recibida, no habría creído ningún rumor infundado sin cerciorarse primero.
      Él debería haber tratado de ver cuál era la verdad completa.
      Si hubiese hecho eso, podría haber tenido una oportunidad de recibir la misericordia de Dios.
      Pero esta alma no se sobrepuso a su maldad, y siguió cometiendo un sinfín de pecados con sus labios.
      Como resultado de sus pecados, él recibirá castigos espantosos en el Sepulcro Inferior.
      Cuando esta alma vaya al Sepulcro Inferior, los mensajeros del infierno sellaran con un hierro hirviendo su boca por haber blasfemado contra el Espíritu Santo.
      La forma de la boca se le borrará y únicamente le quedará el sello como si fuese una mancha.
      Luego se lo colocará en un tubo de vidrio que es justo del tamaño de una persona.
      Ambos lados, del lado de la cabeza y el de los pies será cubierto con una tapa.
      En esa tapa, se coloca algo así como un mango.
      Sería más fácil de visualizar si se imaginan el mango que se coloca en la tapa de la botella de champagne.
      Uno de los mangos está conectado a la cabeza de esta alma, y el otro a las piernas.
      Los mensajeros del infierno sujetarán cada mango y comenzarán por darle vueltas. Entonces, el alma que está dentro del tubo comenzará a retorcerse como si fuese un churro.
      Constantemente, se lo retuerce, y en un punto, la sangre comienza a brotar por todos lados, ojos, nariz y boca.
      Al igual que con un trapo con agua sucia cuando se lo retuerce, así sale la sangre de todo el cuerpo.
      Tan sólo piénselo.
      No es tan fácil torcer el dedo de un apersona hasta el punto que comienza a sangrar.
      Únicamente se logra con gran fuerza. Y aquí no sólo es un dedo, sino que todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, se retuerce hasta que agua y sangre salen.
      Los huesos se fracturan y rompen, y además se esparcen. Los músculos y la piel se desgarran.
      Los órganos internos estallan.
      Sólo en este punto, la sangre y el agua comienzan a brotar.
      Resulta difícil imaginar cuánta agua puede escurrirse de un cuerpo, y aún más difícil imaginarse cuánto sufre esa alma.
      El tubo de vidrio se llena de un líquido sangriento del cuerpo como si fuese una botella de vino
      Cuando ya no sale más liquido del cuerpo, los mensajeros del infierno lo dejan por un momento.
      Lo dejan para que de ese modo, su cuerpo se reconstruya por completo.
      Pero, ¿cuál es el significado de la reconstrucción para esta alma?
      Significa que desde del mismo momento que se recupera, vuelve a ser retorcido y estrujado nuevamente.
      Incluso el momento de la reconstrucción es sólo un tiempo de preparación para la próxima ronda de tortura.
      A partir del aproximo sermón, les explicaré sobre otra clase de castigos que las almas que se oponen a Dios sufren.

      Conclusión

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, es una ley espiritual que dice que lo que sembramos, eso mismo cosechamos.
      Tal como se los mencioné en los ejemplos anteriores, esas almas están recibiendo el castigo conforme lo que cosecharon.
      La primer familia que les presenté, fueron arrogantes por tener títulos importantes dentro de la iglesia.
      Y como resultado, ellos tienen que escalar un alto acantilado
      También como resultado de oponerse a Dios como familia, por beneficio propio se maldicen y pelean unos contra otros.
      El segundo caso fue el que perturbó al Reino de Dios con tantas palabras visitando a los miembros de la iglesia.
      Y como resultado, su boca fue sellada. También como consecuencia de haber obrado bajo la instigación de Satanás, la sangre y el agua de su cuerpo están siendo estrujadas.
      Cuando amaron a otras personas, sembraron carne, y cosecharon carne. Es decir amaron con un amor carnal.
      Si un miembro de la familia está en oposición a Dios, lo correcto por amor verdadero es corregirlo por todos los medios.
      No es amor el cometer juntos los pecados simplemente por el afecto carnal que los une. Sino más bien, eso es aborrecer a la persona.
      Asimismo, cuando se ama a Dios y a la iglesia, al pastor y a los miembros, debemos tener un amor verdadero, inmutable.
      Y si alguna vez ustedes dijeron amar a Dios pero luego lo maldicen y a la iglesia cuando las cosas no les salen bien, eso de verdad es sucio y carnal.
      Por lo tanto, es mi anhelo que únicamente siembren buenas palabras y semillas y un corazón espiritual ante Dios.
      Oro en el nombre del Señor para que ustedes disfruten y den gracias por siempre por la abundante recompensa que estará atesorada en los Cielos conforme lo que ustedes hayan sembrado.


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