• El Infierno (20)

    [Apocalipsis 20:15]

    20-12-2009 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      Apocalipsis 20:15,
      "El que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

      Apocalipsis 20:1-3,
      "Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo."

      Éste es el sermón 20vo de la serie sobre el Infierno.
      Este sermón junto al próximo son los últimos de la serie sobre el Infierno.
      Creo que ustedes asistirán con una sonrisa mayor a los servicios ya que no tendrán que escuchar más sobre el Infierno.
      El Infierno es verdaderamente un lugar espantoso, y no podemos evitar el tenerle miedo.
      Pero al menos sí pueden distanciarse lo más posible de aquel lugar.
      Eso puede lograrse por medio del establecimiento del reino de los cielos en sus corazones.
      Si se despojan de toda clase de pecado en sus corazones y viven conforme la Verdad, el miedo a ser castigados por el pecado desaparecerá.
      Ya no tendrán miedo de caer en el Infierno. Así que de ese modo, podrán tener paz.
      Aunque incluso se hallen en algún tipo de dificultad en lo natural, sus corazones estarán el Cielo mismo.
      Hermanos y hermanas, Esta serie sobre el Infierno acabará en tanto nos aproximamos al final de este año.
      A medida que van acabando este año, los animo a que se despojen de todo pecado del que aún no se hayan librado.
      Si consideran que han dejado demasiadas cosas de las que deben despojarse, entonces piensen en abandonar aquellas que son como las raíces principales de esos pecados.
      Si ustedes logran quitar esas raíces de pecado primeramente, entonces podrán despojarse del resto de los pecados del mismo modo.
      Nuestro Señor tomó la cruz en nuestro lugar para que fuésemos a parar al Infierno.
      Es por eso que cuando nosotros intentamos despojarnos de los pecados, definitivamente Él nos da la gracia y el poder para lograrlo.
      Él se deleitará en nosotros y nos fortalecerá.
      Poniendo la confianza en el Señor, y a medida que ustedes se vayan despojando de sus pecados, espero puedan experimentar Su obrar que hace "posible lo imposible y lo posible aún mejor."
      Es mi anhelo que esperen con ansias el nuevo año, con corazones más limpios, y también con mayor esperanza por las bendiciones que Dios derramará sobre ustedes el próximo año.
      Oro en el nombre del Señor para que ustedes den un paso de fe con corazones renovados y se acerquen cada vez más a la Nueva Jerusalén.

      [Principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, retomando el último sermón de esta serie, continuaré compartiéndoles sobre el Infierno de fuego y azufre.
      Cuando el Señor regrese por los aires, el banquete de las Bodas se celebrará en los cielos, y entonces comenzarán los 7 años de la Gran Tribulación.
      Luego que este período de 7 años acabe, el Reinado de los Mil años comenzará.
      Cuando haya acabado el Milenio, entonces vendrá el Gran Juicio Final, el cual completará y acabará con el proceso de la cultivación humana.
      El Juicio de Castigo comenzará primero con las alma que no han hubiesen sido salvas y que tengan pecados relativamente más pesados.
      Como si estuviese midiendo, Dios podrá la vida de cada uno de ellos sobre el estrado y la medirá con la Palabra de Dios, el espejo de la verdad.
      Entonces, conforme las palabras y obras de maldad de cada uno, se ordenará que sean arrojados al lago de fuego o al lago de azufre.
      Aquellos que sean juzgados serán arrojados juntos al lago de fuego o al de azufre.
      Los que vayan a recibir los castigos del 1er y 2do nivel en el Hades Inferior serán arrojados al lago de fuego. Y aquellos que reciban los castigos del 3er y 4to nivel, al lago de azufre.
      Luego, los que han sido salvos recibirán su Juicio de Recompensa.
      Conforme la medida de su fe, irán al Paraíso, o al 1er, 2do, o 3er Reino de los Cielos, o entrarán a la Nueva Jerusalén.
      Del mismo modo, recibirán su recompensa conforme su fidelidad hacia Dios.
      Al poco tiempo que inicié esta iglesia, Dios me mostró el Infierno.
      El infierno que vi en ese entonces era verdaderamente inmenso. No tenía fin.
      Estaba cubierto de cierta clase de niebla o vapor como el de las aguas termales.
      Apenas si podía divisar a las personas por causa de esa niebla.
      A algunos se los podía ver sólo de la cintura para arriba y a otros únicamente la cabeza.
      Para algunos, puesto que era conforme sus obras, sólo la mitad de su cuerpo estaba en ese lago de fuego; mientras que otros tenían su cuerpo entero dentro de aquel lago.
      Ciertamente, las torturas en el Hades Inferior son dolorosas, pero el dolor que se padece en el Infierno cobra otra dimensión diferente al del Hades Inferior.
      Cuando están todavía en el Hades Inferior, ellos pueden pensar el por qué llegaron a ese lugar y cómo tratar de alejarse de esos insectos, animales o de los mismos mensajeros del Infierno.
      Pero estando en el lago de fuego o en el de azufre en el Infierno, ellos no tienen ni siquiera un instante para descansar o poder pensar sobre tales cosas.
      Sólo dejarán ver un como reflejo espontaneo frente al dolor, saltando y sacudiéndose bruscamente mientras se lamentan y sus dientes rechinan. No hay espacio alguno para pensar.
      En Marcos 9:47-49, Jesús nos cuenta cuán espantoso es el Infierno.
      El pasaje dice, "Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal."
      La sal se usa para resaltar el sabor, pero también se la emplea para purificar aquello que está sucio.
      Así como nosotros salamos las cosas sucias, las llamas se devorarán las almas sucias por el pecado y sus cuerpos se quemarán.
      Las almas en el lago de fuego saltarán y se retorcerán a causa de ese dolor insoportable.
      Aquí, en este mundo, las personas cuando se divierten con algún juego, quizás saltan de alegría.
      En los clubes nocturnos, muchas personas que van a bailar, sacuden sus cabezas y cuerpos constantemente.
      Pero aunque puedan divertirse mucho, igualmente se cansan tanto que deben parar y descansar.
      Sin embargo, en el Infierno, no saltan de alegría o por estar divirtiéndose, sino más bien de dolor. Y para peor, no pueden parar.
      Incluso sus gritos serán tan fuertes hasta el punto en que la cabeza les dolerá.
      Sus ojos se amoratarán, y las pequeñas venas de sus ojos reventarán.
      Intentando escapar de las llamas, pisotearan a los demás, pero jamás podrán lograrlo.
      Las llamas y el fuego del lago mantienen la misma temperatura en cualquier lugar.
      Aunque intenten hallar algún lugar menos ardiente, nunca podrán encontrarlo.
      Siempre es lo mismo, aunque se paren sobre otros, el calor se mantiene.
      Tal como Jesús lo dijera, "donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga," jamás se podrá extinguir el fuego del Infierno.
      Incluso con el pasar del tiempo, la temperatura siempre se mantiene igual.
      Hasta tanto llega el Gran Juicio, los castigos en el Hades Inferior son infligidos por el poder, y autoridad de Lucifer, él es quien está al mando.
      Pero luego del Gran Juicio, el lago de fuego y el de azufre son operados de manera automática por medio de la dispensación de Dios.
      Todo el lago de fuego mantiene la misma temperatura por medio del poder de Dios. No existe ni un grado de diferencia.
      Y tal como está escrito que, "donde el gusano de ellos no muere..." el fuego sólo causa dolor a las almas. Nunca las matará o las extinguirá.
      En el Hades Inferior, cuando se les amputaban las partes de sus cuerpos o eran comidos por los gusanos, los cuerpos rápidamente se recuperaban y eran reconstruidos.
      Del mismo modo, en el Infierno, el cuerpo que se quema, luego será reconstruido.
      Y este proceso de quemarse y reconstruirse es continuo.
      Permítanme darles un ejemplo para que puedan comprenderlo mejor.
      ¿Han visto en los dibujos animados o en otras películas cuando se muestra a las personas que reciben una descarga eléctrica de alto voltaje?
      En el mismo momento que reciben la descarga, podemos ver su esqueleto como dentro de una figura oscura, y luego que se acaba la descarga, volvemos a ver al cuerpo como era originalmente
      Es parecido a las radiografías.
      Cuando se toma una radiografía, se puede ver una silueta oscura, y los huesos que resaltan en un color claro.
      De ese modo, logramos ver el interior del cuerpo humano.
      De la misma manera, se podrá ver a aquellos que se encuentran en el lago de fuego. Primero se podrá ver sus cuerpos, y por un momento su espiritu cuando el cuerpo entero se haya quemado.
      Pero en un instante, podrán volver a verse los cuerpos como eran anteriormente.
      En un abrir y cerrar de ojos, ambas formas logran verse repetidamente.
      De este modo, todo el cuerpo se quema, desaparece y se reconstruye una y otra vez.
      No logramos comprender con nuestra mente humana el tremendo dolor que sufre el cuerpo mientras se está quemando por ese fuego ardiente.
      Resulta casi insoportable el tan sólo sufrir quemaduras de primer grado.
      Aún así, ese dolor no puede compararse con las quemaduras de 3er grado. En cuyo caso, existen casos de personas que han llegado a cometer suicidio por no poder soportar semejante dolor. ¿Pueden llegar a imaginarse cuán desesperante debe ser ese dolor?
      Y en el Infierno, cuando la piel por complete, los músculos y nervios, los intestinos y hasta los huesos se queman, ¿pueden realmente imaginarse tal dolor?
      La palabra "ardiente" ni siquiera os sirve para describir tal dolor.
      Es un dolor total, se puede sentir el dolor del desgarro del cuerpo, de cuando se es cortado y hasta cuando los mensajeros del Infierno los atraviesan y son comidas por los gusanos.
      Hace calor y quema, es doloroso, y debido a ese calor insoportable, sólo gritarán a causa de su maldad.
      En especial, cuando el cuerpo se quema, rápidamente se recuperará.
      Y luego serán quemados nuevamente y sus cuerpos se reconstruirán de nuevo, y así sucesivamente; como un ciclo que nunca tiene fin.
      Se encontrarán tan cansados de ese dolor interminable al que no logran sobreponerse o sobrellevar. Pero nada pueden hacer, ni desmallarse ni fallecer.
      Deberán pasar el resto de la eternidad padeciendo ese dolor, sin tener un segundo tan sólo de descanso.
      Ahora bien, quizás algunos puedan preguntarse si de verdad tendrán un cuero físico que sufra los castigos en el Infierno.
      En el caso de los que son salvos, cuando el Señor regrese en las nubes, los cuerpos de estos serán cambiados por cuerpos resucitados.
      Y tras el Gran Juicio, ellos tendrán cuerpos celestiales perfeccionados.
      Pero en el caso de los que serán arrojados al Infierno, sus cuerpos no serán resucitados puesto que no tienen vida.
      En cambio, estos tendrán cuerpo cuando vayan al Infierno después del Gran Juicio porque de esa manera podrán sufrir el dolor de los castigos.
      Tendrán un cuerpo que durará para siempre.
      Hasta ese entonces, estando en el Hades Inferior, ellos recibían los castigos sólo como espíritus, sin un cuerpo.
      Si bien el dolor en el Hades es espantoso, el dolor en el Infierno será mucho mayor puesto que ellos tendrán un cuerpo que sufrirá el lago de fuego y azufre.
      Hermanos y hermanas, aquellos que estén recibiendo los castigos del 1er y 2do nivel en el Hades Inferior, serán arrojados al Lago de fuego.
      Mas aquellos cuyos pecados hayan sido mayores y estén recibiendo los castigos del 3er y 4to nivel, serán arrojados al lago de azufre, el cual es 7 veces peor que el anterior.
      Estos últimos son los que cometieron pecados de muerte, cuyas consciencias fueron cauterizadas, o bien, los que se opusieron a Dios por estar directamente incitados por el Diablo.
      Pues bien, ¿cuál es la diferencia entre el lago de fuego y el de azufre?
      El lago de fuego tiene un color todo rojizo, mientras que el de azufre es más bien de color amarillo azufre.
      En muchos lugares de este lago amarillo azufre, surgirán burbujas tan grandes como calabazas gigantes.
      En el lago de fuego, algunas de las personas se hallan como a la mitad del lago; en cambio, en el de azufre, no se ve ni una sola persona.
      Ya que todos allí estarán completamente sumergidos en ese lago.
      Ya que todo el cuerpo se halla inmerso en un lago 7 veces más caliente que el de fuego, ¿habrá palabras para poder describir semejante dolor?
      Imagínense que ustedes tomaran acero fundido líquido de una fundición e hiciesen que una persona se lo bebiese.
      Cuando el calor que derritió el acero pase por la garganta de esa persona, ¿qué creen ustedes que le sucederá a sus órganos internos?
      No solo el esófago, sino el corazón, hígado y todos los demás órganos se derretirán y el cuerpo entero se quemará.
      De cierta manera, ese dolor sería algo similar al constante dolor que se sufre en el lago de azufre.
      En el lago de fuego, los que estén allí saltarán y gritarán por no poder soportar el dolor.
      Pero en el de azufre, ni siquiera pueden emitir ni el más suave lamento.
      Están tan comprimidos por el dolor que no pueden pensar ni mover al menos un dedo.
      No podemos describir lo que se siente estar en el lago de azufre. Ninguna palabra alcanzaría, ni ardiente, doloroso, espantoso, miserable o estremecedor.
      ¿Por qué no intentan ponerse en el lugar de esas almas?
      No sufrirán diez, cien o mil años. Ni siquiera mil millones de años, sino que por toda la eternidad.
      Es mi anhelo que ninguno de los que escuchan este mensaje jamás tenga que sufrir esa realidad del Infierno.
      Amados hermanos y hermana en Cristo, hasta ahora les he hablado sobre el Hades Inferior, y sobre el Infierno, o sea del lago de fuego y del de azufre.
      Ahora bien, para terminar, permítanme hablarle sobre el Abismo.
      Abismo significa "hoyo sin fondo".
      Esa es la parte más baja del Infierno.
      El Abismo, a diferencia del Hades Inferior o del lago de fuego y el de azufre, no es un lugar para seres humanos.
      Sino que es un lugar para los demonios.
      En el pasaje de lectura del día de hoy, podemos leer que dice que un ángel descendió, prendió a los demonios, los arrojó al Abismo, y los encerró y puso su sello sobre ellos por mil años.
      Esto sucederá cuando los 7 años de la Gran Tribulación haya terminado.
      Durante esos 7 años de la Gran Tribulación, los demonios tendrán el total control sobre la tierra.
      Es por eso que habrá tantas catástrofes, incluyendo la Tercera Guerra Mundial, diversas pestes y desastres naturales.
      Cuando la tribulación acabe, Dios atará a Lucifer y a sus demonios en el Abismo.
      Luego de eso, el Señor descenderá a esta tierra.
      Y desde ese momento, comenzará el Reinado del Milenio, en el cual el Señor reinará junto a los creyentes que fuesen salvos.
      No solo los que fuesen salvos, es decir personas espirituales, sino también junto a aquellos que hayan sobrevivido a los 7 años de la Gran Tribulación.
      Y durante ese periodo, Satanás y todos los demonios que hacen sufrir a la personas y que las matan, serán atados en el Abismo. Así que se podrá disfrutar de paz y consuelo como si estuviese en el mismo Jardín del Edén.
      Pero allí no termina todo con los demonios que atados y arrojados al Abismo.
      Apocalipsis 20:3 dice, "... y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo." Apocalipsis 20:7 dice, "Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,"
      Luego, volverán a la tierra y engañarán a los hombres carnales.
      Durante el Reinado del Milenio, los hombres espirituales les enseñarán a los carnales sobre las cosas que acontecerán.
      Insistirán en enseñarles que no deben permitir que Satanás los engañe.
      Pero llegado el momento, la verdad es que la mayoría de los hombres carnales serán engañados por Satanás e intentarán atacar la ciudad donde viven los hombres espirituales.
      Serán fácilmente engañados porque no son nacidos del Espíritu Santo. No pudieron despojarse de toda la maldad de sus corazones durante la cultivación humana.
      Al ver esto, los creyentes que fueron salvos lograrán darse cuenta en profundidad cómo fue que Adán y Eva pudieron comer del árbol del conocimiento del bien y del mal en el Jardín del Edén, y por qué Dios tuvo que cultivar a los seres humanos.
      Serán capaces de comprender cabalmente la providencia de la cultivación humana, pudiendo darse cuenta que únicamente los verdaderos hijos de Dios, que han experimentado Su amor y se han despojado de toda maldad durante el período de cultivación humana, jamás traicionarán a Dios, sino que compartirán el verdadero amor junto a Él por la eternidad.
      En cambio, los hombres carnales intentarán atacar a los creyentes siguiendo las obras de los demonios. Pero Dios, en ese momento, destruirá a todos los que fueron engañados mediante fuego.
      Apocalipsis 20:9 dice, "Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió."
      Luego de eso, el Juicio delante del Gran Trono Blanco de Dios tendrá lugar, y allí los demonios volverán a ser atados y arrojados al Abismo.
      Pero esta vez, permanecerán allí para siempre.
      Ahora bien, entonces, ¿el Abismo está vacio ahora? Claro que no.
      La mayoría de los ángeles y querubines que se rebelaron y cayeron junto con Lucifer están confinados en ese lugar ahora.
      Mas, ¿qué clase dolor se inflige en el Abismo?
      Les explicaré eso en detalle en el próximo sermón.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, aquellos que no recibieron la salvación lo lamentarán o intentarán de cierta manera arrepentirse mientras están padeciendo los sufrimientos en el Hades Inferior.
      Su lamento diría, "Debí haber creído en Dios. Debería haber vivido conforme Su Palabra."
      Porque aunque ellos saben que no tienen salida, quizás por el dolor tan grande que deben soportar, clamen a Dios esperando tener otra oportunidad
      Ellos clamarán que Dios tenga misericordia de ellos, y que los perdone y los salve.
      Una de las razones por las cuales Dios creó el Hades Inferior, y les permite sufrir hasta tanto son arrojados al Infierno es para ellos recapaciten en sus vidas pasadas.
      Claro está, aunque ellos se den cuenta de sus faltas y se lamenten, ya no tiene la oportunidad de ser salvos.
      Pero entonces, ¿por qué Dios les permite que miren hacia atrás en sus vidas?
      Es porque Él no desea que ellos entren en el castigo eterno del fuego y del azufre sin comprender por qué están siendo castigados.
      Dios anhela que al menos se den cuenta de sus pecados, ya que fueron creados a la imagen de Dios.
      Por supuesto, aunque ellos se arrepientan de una manera miserable en el Hades Inferior, la mayoría de ese arrepentimiento no es verdadero.
      Si se dan cuenta de que resulta inútil implorarle a Dios, volverán a entregarse a la maldad.
      Una vez que son arrojados dentro del lago de fuego o del de azufre, ni siquiera logran tener esa clase de sentimientos.
      Sólo existen como cera, inmersos en un dolor sin fin y un tormento insoportable.
      Si ustedes miran hacia atrás en este año, o en sus vidas, ¿hay algo de lo que puedan lamentarse?
      Entonces, deberían dar gracias. Puesto que eso significa que todavía tiene oportunidad.
      Espero logren darse cuenta que es tremendamente valioso el poder darse cuenta de sus faltas y que aún tienen la oportunidad de arrepentirse.
      2 Corintios 6:2 dice, "Porque dice:
      En tiempo aceptable te he oído,
      Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación."
      Oro en el nombre del Señor para que ustedes puedan abrazar esa oportunidad, la vida misma, y alcancen la vida eternal y el hermoso reino de los cielos.

      [Amén]


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