• La Medida de Fe

    [1 Juan 2:12-14]

    03-01-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      1 Juan 2:12-14
      [12] Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.
      [13] Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre.
      [14] Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.

      Estamos iniciando un nuevo año, el 2010.
      Démosle todas las gracias y gloria a Dios el Padre quien nos ha dado la fe para venir a la iglesia y edificar un altar delante de Dios en este primer domingo del año.
      El 2010 será un año en el cual Manmin enfrentará una nueva época.
      Hasta ahora Manmin ha sembrado la semilla de fe diligentemente.
      Las semillas han retoñado y han madurado, y ahora es tiempo de cosechar.
      ¿Pero cómo cosecharemos el fruto?
      Primero: Cosecharemos numerosas almas, así como los granjeros cosechan abundantes cultivos de sus campos.
      Hasta este momento hemos estado esparciendo el Evangelio de la santidad y el poder de Dios alrededor del mundo por medio de muchas cruzadas internacionales, la radiodifusión y las publicaciones.
      Salvaremos a muchas almas a través de estos ministerios.
      En este proceso ustedes han sembrado con sus oraciones fervientes, fidelidad y devoción.
      Y cada uno de ustedes cosechará la bendición de todas estas cosas que ustedes han sembrado.
      Por supuesto, Dios ya nos ha dado muchos frutos.
      Pero la cosecha desde ahora en adelante será en una dimensión diferente.
      Será como si estuviéramos recogiendo incontables granos que son tan numerosos como la arena en una playa. Es la bendición de una cosecha con frutos tan abundantes que jalarán las ramas colgando hacia abajo.
      Pensar en eso me llena de felicidad y expectativas.
      Pero ustedes deben recordar una cosa en este punto inicial de bendición.
      Es que los trabajadores sólo pueden cosechar de acuerdo a sus habilidades, aunque haya mucho para cosechar.
      Mientras mayor sea la vasija en la que ustedes se hayan convertido, y mientras tengan mayor capacidad, mayor será la cosecha que ustedes logren reunir.
      Al contrario, si tienen una vasija pequeña, y menos capacidad, podrán cosechar sólo a la magnitud de sus limitaciones.
      En el espíritu, la fe es la vasija y la habilidad.
      Mientras más grande sea la medida de la fe que ustedes tengan, mayor será el fruto que puedan cosechar.
      Hermanos y hermanas,
      Aunque los niños quieran convertirse en adultos, no pueden hacerlo de la noche a la mañana.
      Lo mismo sucede con la medida de fe.
      No se puede tener una gran medida de fe de la noche a la mañana.
      Por lo tanto, al comenzar este año les animo a que examinen su medida de fe.
      Se descubren que su medida de fe es menor que la esperada, les insto a que tomen la decisión de incrementar su fe en el nuevo año.
      Ruego en el nombre del Señor que cada uno de ustedes pueda incrementar en gran manera su fe, y que puedan cosechar abundantemente desde el comienzo del "Año de la Cosecha".

      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      ¿Qué debemos hacer para ocasionar que nuestra medida de fe crezca rápidamente?
      Primero: Debemos medir correctamente nuestra medida de fe.
      No deberíamos considerar las condiciones exteriores como la posición o las responsabilidades que tenemos, sino que debemos medir el corazón con la balanza de la Palabra de Dios.
      Cuando medimos nuestra fe, antes que todo, debemos examinar cuánta fe espiritual tenemos y no la cantidad de fe carnal.
      Aquellos que tienen fe carnal sólo creen en lo que está de acuerdo a sus propias ideas y pensamientos.
      Por lo tanto, aunque vean muchas señales y prodigios, algunas veces emiten juicio en contra del predicador que comparte la Palabra.
      Cuanto se enfrentan a dificultades no confían en la Palabra de Dios sino en métodos del mundo.
      Además se quejan y demuestran su resentimiento ante Dios.
      El primer rasgo de aquellas personas que tienen una fe carnal es que no tienen ningún cambio en sus vidas.
      Asisten a la iglesia por muchos años o incluso décadas, pero no son muy diferentes a las personas del mundo. Se comprometen con el mundo y moran en el pecado.
      Por otra parte, sin falta, la fe causa cambios en la vida de una persona.
      Al creer en Dios, y el Cielo, y el Infierno, ¿por qué no cambiamos?
      Definitivamente desecharíamos el pecado y la maldad, nos afanaríamos por las cosas buenas, y también seríamos fieles a Dios.
      Si ustedes descubren en sus propias vidas que tienen una fe carnal, espero que considere todos sus pensamientos y conocimiento como si no fueran nada.
      Esfuércese por decir solamente "Amén" a la Palabra de Dios.
      Entonces Dios les dará fe espiritual.
      Su medida de fe crecerá a la medida que ustedes actúen de acuerdo a la Palabra de Dios.

      Hermanos y hermanas,
      En el pasaje bíblico de hoy escrito en 1 Juan 2:12-14, se compara la medida de fe con los hijitos, los hijos, los jóvenes y los padres.
      En el espíritu, aquellos que recién han aceptado al Señor son como bebés recién nacidos.
      Mientras su fe va creciendo, maduran y alcanza la plenitud; son como "padres" en el espíritu.
      Entonces, ¿qué tipo de persona es usted ante los ojos de Dios?
      ¿Es usted como un niño frágil? ¿O es un hombre joven de confianza? ¿Es usted como un "padre" en quien otras personas pueden depender?
      Cuando ustedes miden su fe, no deben menospreciarla ni sobrestimar su medida de fe.
      Ustedes equivocadamente pueden pensar que tienen una gran medida de fe porque están en puestos de enseñanza o liderazgo en la iglesia, o porque han hecho muchas obras para el reino de Dios.
      O quizás simplemente olviden sus limitaciones y piensen que tienen una gran medida de fe porque han logrado algo.
      En este caso, su crecimiento espiritual será lento.
      Debido a su arrogancia y su deseo de estar a gusto, pueden quizás apartarse de la fe.
      Si ustedes se vuelven pacíficos y piensan que tienen una pequeña medida de fe, su crecimiento espiritual también será lento.
      Por lo tanto, permítanme explicarles el proceso del crecimiento de la fe para que ustedes puedan discernir correctamente la medida de su fe.
      La medida de fe de una persona puede generalmente dividirse en cinco niveles.
      Yo he predicado este mensaje muchas veces e inclusive hay un libro al respecto, así que permítanme explicarles esto rápidamente.
      El primer nivel de fe es la fe para recibir la salvación.
      Ustedes reconocen que son pecadores y aceptan a Jesucristo.
      Al primer nivel de la fe lo llamamos "la fe para recibir al Espíritu Santo".
      En el caso de un nuevo creyente, podemos discernir si tiene fe para recibir o no la salvación al examinar si ha recibido o no el Espíritu Santo.
      En el primer nivel de la fe ustedes no tienen mucho conocimiento de la Palabra, y en realidad no saben lo que son los pecados.
      Aunque cometen pecados, no sienten el gemido del Espíritu Santo muy bien.
      Pero hay otro caso. Quizás piensen que sólo los nuevos creyentes pertenecen al primer nivel de fe, pero no es así.
      Incluso aquellos que han sido creyentes por largo tiempo quizás permanezcan en el primer nivel de fe.
      Si conocen la palabra pero ni siquiera intentan llevarla a la práctica, significa que sólo tienen el primer nivel de fe.
      Hay también otro caso. Alguien que parece tener una buena fe comete obras de la carne.
      También este se encuentra en el primer nivel de fe.
      Las obras de la carne se refieren a pecados cometidos en acciones tales como las mentiras, el robo o el adulterio.
      Justo después de recibir el Espíritu Santo, incluso aquellos en el primer nivel de fe obedecen todas las enseñanzas estando llenos del Espíritu Santo.
      Por lo que les parecerá que tienen gran fe.
      Pero en cierto momento, quizás vean atrás hacia el mundo y pierdan la llenura del Espíritu. Entonces, pueden inclusive seguir sus malos hábitos y cometer pecados.
      Si esto continua, el Espíritu Santo puede incluso ser apagado.
      No es fácil para estas personas mantenerse en el primer nivel de fe.
      Por lo tanto, si ustedes pertenecen al primer nivel de fe, no deberían quedarse ahí.
      Deberían asistir a los servicios de adoración, reuniones de oración, y otras reuniones para aprender la Palabra y practicar lo que aprenden.
      Rápidamente deberían crecer al segundo y tercer niveles de fe.
      En segundo lugar está la fe para intentar llevar a la práctica la Palabra de Dios.
      Mientras continúan su vida en Cristo, ustedes aprenden la Palabra de Dios y llegan a entenderla.
      Aprenden acerca del guardar el Día del Señor como día santo y a dar sus diezmos, a desechar la maldad como el odio, la envidia, el juicio y la condenación a los demás.
      Así se esfuerzan por llevar a la práctica la Palabra, pero no lo hacen completamente.
      Por ejemplo, quizás algunas veces no vienen al servicio del domingo por cualquier circunstancia.
      Quizás cometan obras de la carne también.
      En el segundo nivel, el deseo del Espíritu Santo y el deseo de la carne se confrontan el uno al otro aún más, por lo que ustedes sienten los momentos más difíciles en la vida cristiana.
      Pero algunas personas que están en el segundo nivel de fe piensan que están en el tercer nivel o más.
      Piensan que asisten a todos los servicios del domingo en la mañana y en la noche y oran y cumplen con sus obligaciones.
      Pero si examinamos minuciosamente sus vidas, algunas veces se enfadan y causan contiendas.
      Dicen mentiras, pero ni siquiera se dan cuenta. Estas personas pertenecen al segundo nivel de fe.
      Por supuesto, ya que no cometen grandes obras de la carne, están cerca del tercer nivel.
      Pero aunque desechen el 99% de las obras de la carne, todavía están en el segundo nivel de fe ya que todavía tienen el 1%.
      Luego, el tercer nivel de fe es la fe para llevar a la práctica la Palabra de Dios.
      Si ustedes están en el tercer nivel de fe, entenderán la Palabra de Dios dentro de sus corazones y la practicarán.
      Por ejemplo, ustedes escuchan que es de bendición guardar el Día del Señor como día santo y dar los diezmos.
      Pero en realidad es muy difícil obedecer la Palabra.
      Pero aquellos que se encuentran en el tercer nivel de fe seguirán guardando el Día del Señor y darán sus diezmos.
      Es porque ellos creen desde sus corazones que esa es la manera de ser bendecidos, al guardar el Día del Señor y dar sus diezmos.
      También, cuando reciben grandes bendiciones y la cantidad de sus diezmos es grande, no dudan en darlos.
      En el tercer nivel de fe ustedes no cometen las obras de la carne.
      Debido a que comprenden en su corazón cuán sucios son los pecados.
      Pero no han desechado las obras de la carne, las cuales son los pecados que usted comete en su mente, tales como: odio, mente adúltera, pensamientos de juicio y condenación.
      Están en el proceso de desechar estas cosas de la carne al punto de derramar sangre.
      Si ustedes no cometen ninguna obra de la carne pero siguen teniendo algunos pensamientos deshonestos como el odio, el juicio y la condenación, ustedes se encuentran en el tercer nivel de fe.
      Cuando ustedes desechan la mentira y alcanza el 60% del tercer nivel diligentemente, decimos que se encuentran 'Parados en la roca de fe'.
      Una de las evidencias de estar parados en la roca de fe es el obedecer la Palabra en 1 Tesalonicenses 5:16-18 que nos dice: "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo...".
      Por lo tanto, si ustedes no se gozan o dan gracias en algunas ocasiones, significa que no están parados en la roca de fe.

      Hermanos y hermanas,
      Si ustedes desechan todos los asuntos de la carne, es decir los pecados del corazón, entonces alcanzarán el cuarto nivel de fe.
      No hay maldad para desechar aunque se sacudan mucho.
      Entonces, si ustedes alcanzan el cuarto nivel de fe, decimos que son 'hombres de espíritu'. Ustedes son verdaderos hijos de Dios que se asemejan a Él.
      El cuarto nivel de fe es la fe para amar al Señor al máximo grado.
      Es el nivel en el cual ustedes guardan los mandamientos de Dios porque lo aman.
      No obedecen la Palabra sólo por el consejo o instrucción de alguien, o sólo para demostrarlo a los demás.
      Obedecen con amor verdadero que proviene del corazón.
      Por lo tanto, si ustedes dirigen sus costumbres religiosas por otras personas, aunque sea un poco, dense cuenta que ustedes todavía son personas carnales.
      Por ejemplo, por favor examinen si su comportamiento es el mismo cuando se encuentran conmigo, y cuándo interactúan con un pequeño.
      Algunas personas siempre parecen ser humildes, llenos del Espíritu, y amables delante de mí, y yo estoy agradecido por ello.
      Pero en algunas ocasiones escucho acerca de comportamientos muy diferentes de esas personas.
      Si su comportamiento varía de acuerdo a la persona con la cual interactúa, no está actuando en fe verdadera.
      Dios siempre lo esta observando aunque nadie más lo haga.
      Los ángeles están escribiendo cada una de sus palabras y acciones.
      De esta manera, lo más importante es hacer que su corazón invisible sea perfecto.
      Aquellas personas que aman a Dios al grado más alto vivirán dentro de la Ley de Dios.
      Si es que alguien los está observando o no, ellos actúan de la misma manera amable.
      También, no practican la verdad en un intento de ser reconocidos y amados, o esperando algo a cambio.
      Tan sólo trabajan fielmente con corazones agradecidos por la salvación y su amor por Dios.
      Finalmente, el quinto nivel de fe es la fe para agradar a Dios.
      Es la fe que va más allá de amar a Dios al mayor nivel. Usted llega a comprender la profundidad del corazón de Dios y lo complace al mover Su corazón.
      Es el nivel de fe de Jesús quien comprendió el corazón del Padre profundamente y le obedeció hasta la muerte.
      Aquellas personas que tienen el quinto nivel de fe no tienen ningún "egoísmo "o "ego" en sus corazones.
      Ellos sólo tienen a Dios el Padre, al Señor y a otras almas.
      De esta manera, si ellos acumulan una gran cantidad de oraciones, pueden manifestar señales y prodigios.
      Pueden actuar con el poder de Dios.
      También son fieles en todos los asuntos de la casa de Dios.
      Cumplen con sus deberes rebosantes de gozo, y son fieles en todas sus responsabilidades.
      Creo que a los obreros de la iglesia les gustaría convertirse en tales obreros fieles.
      Pero a pesar de tener aquel anhelo, por favor examinen si habrán permanecido callados en alguna situación en la que debían levantarse y defender la iglesia.
      Además, se supone que los líderes deben cuidar de todos los miembros de la iglesia con un corazón generoso, así como también deben cuidar de las obras de la iglesia.
      Por tanto les animo a examinar si tienen visión amplia o si aún permanecen en sus patrones de pensamiento limitados.
      También me gustaría que examinen si ustedes insisten en su propia sabiduría, sus habilidades, y su voluntad en lugar de obedecer en calidad de obreros de Dios.
      Aunque ustedes posean aquellas cosas, Dios los ha llamado creyendo que cada uno cambiará.
      Yo anhelo que ustedes vivan de acuerdo a la expectativa de Dios y que lleguen a ser siervos fieles y dignos de confianza, al igual que Moisés.

      Hermanos y hermanas,
      ¿Qué sintieron mientras intentaban examinar la medida de su fe?
      ¿Fue un sentimiento satisfactorio?
      Dios permite examinar el nivel de fe para poder incrementar la fe de cada uno.
      Él jamás desea que perdamos el ánimo.
      Lo importante es el tipo de actitud que tengamos de ahora en adelante.
      Algunas personas intentan santificarse, pero si las cosas no resultan como ellas desean, dejan de intentar, piensan que son personas carnales, que han nacido con malos atributos, o que fueron educados en ambientes no favorables.
      Algunos incluso causan dificultades para los demás diciendo: "¡Soy así porque soy carne!"
      Tienen sentimientos adversos e imprudentemente pronuncian palabras duras si los demás no los complacen o alcanzan sus expectativas.
      Pero ustedes jamás deben actuar así.
      Esta es una actitud necia. El resultado de ella es el endurecimiento de su ser con más carnalidad cada día.
      La regla del reino espiritual indica que "cosecharemos el fruto de nuestras palabras".
      Para ellos es más difícil cambiar ya que están hablando palabras negativas que los desalientan y acumulan mayor carnalidad.
      Aunque uno haya nacido con algunos malos atributos o haya sido criado en un ambiente no favorable, ciertamente se puede cambiar por el amor de Dios.
      Lo importante es la fe y la confesión de que se puede lograr el cambio.
      También se debe hacer el esfuerzo por practicar la bondad al máximo.
      Por lo tanto, al iniciar este nuevo año, les animo que decidan una vez más almacenar la bondad y tener el deseo de agradar a Dios. Y particularmente, les animo a refrenar su lengua.
      Sus labios deben expresar solamente cosas buenas.
      Si ustedes continúan orando fervientemente pueden desechar el pecado y la maldad que parece imposible desechar, y pueden cambiar.
      Estén atentos y oren siempre con esperanza, fe y amor.
      También les animo a que almacenen diligentemente la confianza y las obras de bondad tales como la lectura y meditación de la Palabra para descubrir las áreas que necesitan cambiar. Y que además sean serviciales a los demás y al Reino de Dios.
      Mientras se mantengan haciendo esto ciertamente verán los cambios en su ser al finalizar el año.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Una de las maneras más fáciles de examinar la medida de nuestra fe es analizando si tenemos paz.
      Por favor intenten discernir si ustedes causan felicidad o momentos difíciles y de incomodidad a los demás.
      Entonces entenderán qué tipo de fe tienen.
      Hebreos 10:22 dice: "Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura".
      Los obreros que tienen paz con todos, los que no cambian bajo ninguna circunstancia, y los que dicen "Amén!" sinceramente a las palabras que se les habla, son los obreros que tienen corazones verdaderos y fe perfecta.
      Anhelo que muchos de ustedes se conviertan en este tipo de obreros y que creen olas de cambio, siendo una influencia positiva para los demás.
      Ustedes deberán cuidar de las innumerables almas que pronto vendrán.
      Por tanto, el nivel de su fe debería estar por lo menos en el tercer nivel, en el que no se cometen obras de la carne.
      Además, los líderes deberían estar sobre la roca de la fe y alcanzar el cuarto y quinto niveles de fe.
      Sobre todo tenemos la tarea de ayudar a que se llene la ciudad de la Nueva Jerusalén.
      De hecho, una de las razones principales por las que se debe llegar a la medida plena de fe es justamente esta.
      Por lo tanto anhelo que ustedes alcancen un rápido crecimiento de la medida de fe y que le den gloria a Dios grandemente a través de los ministerios que tenemos para este Año Nuevo.
      Yo ruego en el nombre de nuestro Señor que al hacer esto ustedes participen de mayor gloria, tanto en la tierra como en la Nueva Jerusalén.

      [Amén]


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