• La Vida Cristiana es Fácil

    [Deuteronomio 30:11-14]

    10-01-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • [Pasaje]

      [Deuteronomio 30:11-14]
      [11] "Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
      [12] No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
      [13] Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
      [14] "Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas".

      ¿Sienten ustedes que es difícil llevar una vida cristiana en fe, o les es fácil?
      La mayoría de ustedes dirán que es fácil, pero quizás algunos digan algo diferente.
      El libro de Mateo 7:14 dice: "Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan". Entonces, están intentando aunque sea duro.
      ¿Hay alguien entre ustedes que piense de esta manera? Entonces deben desechar los pensamientos de que la vida cristiana es difícil.
      Una vida en fe de ninguna manera es algo difícil o duro, al contrario, ¡es algo fácil!
      Por favor escuchen cuidadosamente y entiendan por qué es algo fácil.
      Al comenzar este nuevo año 2010, ruego en el nombre del Señor que ustedes lleven una vida fácil, de gozo y felicidad en el cristianismo.

      [Mensaje principal]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Desde que comencé mi vida con Cristo, nunca pensé que fuera nada difícil.
      Inclusive cuando era muy pobre, viví una vida cristiana feliz. Siempre estaba gozoso, aun en las pruebas.
      También, una vez que fijaba una meta en la fe, nunca me daba por vencido a la mitad, sino que corría hacia la meta hasta el final.
      Ya que he vivido la vida cristiana de este modo, naturalmente he podido dirigirme al espíritu y a la plenitud de espíritu rápidamente.
      Inclusive luego de estar en la plenitud del espíritu mi actitud no cambió.
      Mientras me dirigía incluso a niveles espirituales del Reino más profundos y más extensos, nunca pensé que algo fuera difícil.
      Es por eso que cuando alcancé la plenitud del espíritu pude tornar todo en nada y también logré sobrellevar todas las preparaciones espirituales.
      Pero, ¿por qué será que nunca sentí que ninguno de estos pasos fueran duros o difíciles?
      ¿Cómo podemos llevar una vida cristiana fácil?
      Primero, debemos tener una meta clara.
      Dios está vivo, y el Reino de los cielos ciertamente existe.
      Dios nos recompensa de acuerdo a lo que hemos hecho en este mundo. Él nos permite cosechar lo que hemos sembrado.
      Por lo tanto, desde un comienzo siempre tuve una meta bien clara.
      Esta meta no es algo ambiguo; no es algo que se podría lograr "con suerte".
      Si tan solo seguimos las maneras que Dios nos ha enseñado, verdaderamente alcanzaremos esa meta al final del camino.
      Por lo tanto, ni siquiera tendríamos que pensar si en realidad debemos tomar o no ese camino.
      Hermanos y hermanas,
      Sólo piensen acerca de los estudiantes que deben prepararse para ingresar en la universidad.
      Invierten aproximadamente 12 años desde la primaria hasta el colegio.
      Ponen mucho esfuerzo al estudiar cada día.
      Invierten tanto tiempo y energía sólo para alcanzar la meta de ingresar en la universidad.
      Ahora, ¿cuántas horas en la semana invierten ustedes para alcanzar la meta del Reino celestial y la Nueva Jerusalén?
      La meta que tenemos en frente de nosotros no puede ni siquiera compararse con el ingreso a la universidad.
      Es más, no tenemos que preocuparnos si en realidad podremos lograrlo o no.
      Si simplemente seguimos el camino que Él nos ha mostrado, cada uno de nosotros podremos lograrlo.
      El resultado será dado exactamente según lo que ustedes hayan hecho. ¿Entonces, por qué dudar en tomar este camino?
      ¿Por qué se da por vencido en la mitad mientras tenemos una meta tan evidente? No tenemos razón para ser perezosos.
      Por ejemplo, en el caso de los vendedores, ellos trabajan día y noche para alcanzar sus metas.
      Aunque son constantemente rechazados y hasta escuchan palabras desagradables, hacen su máximo esfuerzo.
      Es debido a que ellos tienen una meta clara que quieren alcanzar, y también porque tiene una fe y esperanza segura acerca de las cosas que conseguirán al alcanzar su meta.
      Por lo tanto, no lo consideran duro aunque trabajan arduamente.
      Ellos se esfuerzan en gran manera por alcanzar algo natural, ¿cuánto más nosotros debemos esforzarnos cuando tratamos de alcanzar algo espiritual?
      Debemos esforzarnos para alcanzar una meta espiritual, y no deberíamos decir que es difícil o duro mientras hacemos algo que es tan natural.
      Además, la meta de la Nueva Jerusalén no se puede comparar con ninguna cosa física.
      Estamos tomando este camino para ganar algo tan bueno, entonces ¿cómo podremos conseguirlo sin trabajo o esfuerzo?
      Por supuesto, tiene que haber trabajo y esfuerzo, pero no tendríamos que decir que es difícil.
      Por lo tanto, ustedes deberían tener una meta clara para que puedan tener una vida cristiana sin preocupaciones.
      Ustedes no deberían pensar de la siguiente manera: "Si es que puedo, entonces lo lograré". Tiene que ponerse una meta que definitivamente sabe que la alcanzará.
      Y debe correr hacia ella vigorosamente.
      Por ejemplo, supongamos que está escalando una montaña. Pero justo antes de comenzar a escalar usted piensa: "Oh, esta montaña es muy difícil de escalar".
      Tenemos que mirar a la meta en sí y pensar que sin duda la alcanzaremos.
      Hay un dicho entre aquellos que escalan precipicios; dicen que nunca tienen que mirar hacia abajo, lo que significa que sólo tienen que seguir subiendo.
      Mientras ellos escalan paso a paso, finalmente alcanzarán la cima.
      Yo anhelo que ustedes corran hacia la meta en su fe este año, y aún más hacia la Nueva Jerusalén, mirando hacia adelante todo el tiempo.
      Para llevar una vida cristiana sin dificultades, en segundo lugar, deben ir hacia la meta sin dudar.
      Es decir, no debemos darnos por vencidos a medio camino.
      El dudar es un gran obstáculo en la vida cristiana.
      La razón por la cual yo puedo estar en el espíritu y en la plenitud del espíritu e incluso en la profundidad del Reino espiritual, es porque no hay duda en mi mente.
      Es decir, yo nunca me rindo a la mitad del camino. Puedo entrar hoy en lo más profundo del espíritu porque yo no dudo ni me doy por vencido.
      En Corea hay un pastor que intentó adentrarse en el Reino espiritual por medio de las oraciones por un largo período de tiempo.
      Pero Dios dijo que aunque él se esforzó mucho, se dio por vencido a medio camino y por eso no pudo entrar al Reino espiritual.
      No es fácil profundizarse en el área espiritual.
      Usted no lo puede lograr simplemente pensando: '¡Si no puedo, quiere decir que no puedo!'.
      Con relación a entrar en el Reino espiritual y recibir revelaciones del Cielo, nunca me di por vencido ni me desalenté.
      Aun ni siquiera pensé acerca de darme por vencido.
      Ya que nunca he dudado en mi mente o me he dado por vencido, no fue difícil para mí entrar en el Reino espiritual.
      Por supuesto, físicamente hubo muchas adversidades y tuve que invertir mucho trabajo y esfuerzo con ayuno y oración, pero nunca pensé que esas cosas fueran difíciles.
      Si no tenemos ánimos de cambiar los planes o prescindir del esfuerzo para lograr nuestra meta, no sentiremos que la manera de alcanzarlo sea dura.
      En el caso de un alpinista, si piensa que debe descansar en la mitad o quiere regresarse, entonces desde ese momento él sentirá que es difícil.
      Por el contrario, aquellos que prosiguen hacia la meta no piensan que nada es difícil en ninguna situación.
      El niño de unos de nuestros pastores asistentes estaba muriendo de una enfermedad muy seria.
      El amado niño estaba en el umbral de la muerte.
      Pero cuando vi el rostro de la pastora, ella se encontró siempre a gusto sin ningún cambio de actitud.
      Ella nunca cambió su actitud para amar a su pastor, y siempre derramó sus lágrimas al verlo.
      Debido a que ella tenía este tipo de corazón, nunca se dio por vencida en ninguna situación sin tener ningún pensamiento de duda.
      Dios tomó en cuenta su actitud y su corazón y finalmente sanó a su hijo.
      Como mencioné anteriormente, un corazón invariable y no rendirse son dos cosas cruciales.
      Lo mismo sucedió con una creyente que dio recientemente su testimonio.
      Antes de que su marido llegue a ser un creyente, ella tenía que traer a sus dos hijos pequeños a la iglesia por sí sola para poder asistir a la iglesia, pero ella siempre tenía un rostro resplandeciente.
      Y cuando llegó el momento adecuado, Dios sanó la enfermedad de su marido y lo hizo un creyente, bendiciendo a la familia en general.
      Aparte de este caso, ¿por qué no le pregunta a aquellos que van por este camino de fe sin un cambio en su actitud?
      Si usted les pregunta, "¿es esta vida en la fe dura?" Entonces nunca dirán que es dura, ni siquiera piensan que es así.
      La causa principal que nos hace sentir que es dura, son las cosas en nuestros corazones.
      Sentimos que la vida cristiana es dura y difícil porque tenemos el deseo de rendirnos en la mitad del camino y cambiar nuestras actitudes.
      Si usted tan sólo se despoja de la duda en su mente, la vida cristiana le será mucho más fácil. También podrá desechar otros pecados fácilmente.
      Por lo tanto, si usted piensa que la vida en la fe es difícil, le animo a que examine su corazón.
      Debe examinar cuánto deseo tiene usted de rendirse y cuántas dudas tiene.
      Hermanos y hermanas,
      Obtener un ascenso en el empleo no algo fácil.
      Si usted es promovido tan sólo al siguiente cargo, ¡cuán feliz se siente!
      Pero si usted se rinde después de unos pocos años sólo porque no ha sido ascendido, o si cambia de trabajo muchas veces con actitud distinta, será más difícil que obtenga un ascenso.
      De hecho, para nosotros es más fácil cambiar e ir a la Nueva Jerusalén que ser ascendidos en el trabajo.
      Dependiendo de cómo usted se comporta, no tendrá que esperar por mucho tiempo. De acuerdo a sus esfuerzos, puede cumplir los requisitos para entrar a la Nueva Jerusalén rápidamente.
      Así, le animo a que nunca se de por vencido o que cambie sus actitudes en la mitad de la marcha hacia la Nueva Jerusalén.
      Si desechamos la duda de nuestra mente y seguimos esforzándonos, nunca será difícil.
      Pero más bien, no hay otro camino que sea más fácil que este.
      Así que espero que usted rápidamente se deshaga de las actitudes variables y de querer darse por vencido.
      Entonces, el pensamiento en sí de que es difícil seguir en este camino de la fe desaparecerá.
      En este año 2010, le animo a que deseche todos los pensamientos de darse por vencido o de dudar en el medio del camino para que usted siempre pueda estar feliz y cómodo con su vida cristiana.
      Para poder llevar una vida en fe sin dificultades, en tercer lugar, debemos estar gozosos y felices mientras vamos hacia la meta.
      Hermanos y hermanas,
      Permítanme darles otro ejemplo de un alpinista.
      La razón por la cual las personas escalan las montañas, aunque es algo difícil, probablemente sea la felicidad que ellos consiguen luego de escalar la montaña.
      Por lo tanto, algunas personas, luego de escalar una montaña alta buscan una más alta y más áspera para escalar.
      Al sentir la felicidad de conquistar cada montaña, no piensan que sea difícil escalar las montañas.
      Más bien se sienten cada vez más y más felices.
      Lo mismo sucede con la vida en Cristo.
      Mientras llevamos una vida en fe en Cristo, hay diferentes metas que debemos alcanzar en diferentes momentos.
      Por ejemplo, en el principio tenemos la meta del 1er reino de los cielos, y el 2do reino, luego el 3er reino de los cielos; y por último entrar a la Nueva Jerusalén.
      Mientras conquistamos cada nivel uno por uno, finalmente alcanzaremos la Nueva Jerusalén.
      ¿Entonces, cuánto gozo y felicidad nos causa el alcanzar cada una de las metas?
      Pero alguno de ustedes dice que siente que es duro descubrir los defectos en sus vidas cristianas.
      Pero más bien debería ser todo lo contrario.
      Desde que fui un nuevo creyente, estaba feliz de encontrar mis defectos y de despojarme de ellos.
      Nunca pensé que fuera duro enfrentar mis propias limitaciones, ni tampoco sentí que desecharlas fuera de alguna manera un derroche.
      ¿Por qué sería duro descubrir estas cosas y desecharlas cuando podemos en realidad alcanzar nuestras metas y acercarnos a la Nueva Jerusalén?
      Por ejemplo, supongamos que usted está escalando una montaña, y está cargando una mochila muy pesada.
      Mientras escala la montaña, la mochila se torna más y más pesada.
      Entonces usted abre su mochila y encuentra que hay muchas cosas innecesarias en ella. ¿Entonces, qué haría?
      Obviamente las sacaría de su mochila. Nadie diría que "es una pérdida el despojarse de esas cosas".
      Intentaría despojarse de todas las cosas innecesarias que sean posibles. ¿A quién le gustaría estar cargando un equipaje innecesario?"
      Lo mismo se aplica al descubrimiento de sus limitaciones y a desecharlas de su vida cristiana.
      Si usted encuentra algo de lo cual debe despojarse, usted puede hacerlo lo antes posible.
      Por lo tanto, ¿no se sentiría feliz si encuentra más cosas de las cuales despojarse?
      Usted entrará a una mejor morada celestial solamente si se despoja de esas cosas, y mientras más se despoje, más feliz será.
      Por lo tanto, anhelo que usted se regocije y sea grato cuando descubra su propia maldad.
      Usted debería pensar: "Si mantengo esto en mí, me será algo muy difícil. Estoy muy agradecido por haberme dado cuenta y por despojarme de esto. Lo desecharé lo más pronto posible".
      Si ustedes tienen este tipo de actitud, entonces el descubrir sus pecados y el despojarse de ellos será algo que les cause felicidad y no les será difícil.
      Ustedes se sentirán muy gozosos y felices de poder alcanzar la santificación.
      Este tipo de personas siempre tendrán gozo y gratitud incluso en medio de las pruebas y dificultades.
      Ellos se descubrirán a sí mismos aún más e intentarán llegar a la perfección.
      Ellos se alegrarán de descubrirse a sí mismos, de poder desechar lo malo, y de ser transformados.
      Esta es la razón por la que siempre podemos ser felices en nuestro caminar de fe frente a toda situación.
      Todos podemos ser felices como aquellas personas.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo,
      Al escuchar este mensaje, ¿dirían ustedes que la marcha de la fe es difícil?
      ¿No les parece correcto decir que es fácil, llena de felicidad y gozo?
      Si ustedes han pensado que vivir la vida cristiana es un poco difícil, les animo a que cambien de parecer ahora mismo.
      Les insto a que cambien esa actitud.
      Ustedes deben pensar que la vida en la fe es algo muy fácil y de mucha felicidad.
      El pasaje bíblico de hoy escrito en Deuteronomio 30:11-14 dice lo siguiente:
      [11] "Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
      [12] No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
      [13] Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
      [14] "Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas".
      Como está escrito, vivir la vida cristiana de acuerdo a la Palabra de Dios no es algo difícil.
      En especial en esta iglesia, a ustedes se les enseña y muestra claramente la manera de caminar hacia la Nueva Jerusalén.
      Yo escuché a un creyente decir esto:
      "Pastor Principal, en el camino al Cielo usted a pavimentado pistas y caminos a fin de que sean avenidas por las que los miembros de Manmin podamos transitar con felicidad y comodidad".
      ¡Así es! Ustedes tienen una visión muy clara de lo que es la Nueva Jerusalén.
      Les insto a correr esta carrera con gozo y felicidad, sin darse por vencidos ni dudar jamás.
      Entonces ciertamente podrán alcanzar su meta: la Nueva Jerusalén.
      En el 2010 anhelo que ninguno de ustedes sienta que la vida en la fe es difícil o gravosa.
      En este año debemos realizar esta marcha de fe con gozo y felicidad, para que podamos acercarnos más a nuestra meta, la Nueva Jerusalén.
      Yo anhelo que muchos de ustedes cumplan los requisitos para entrar en la Nueva Jerusalén.
      Yo ruego en el nombre del Señor que este año 2010 muchos de ustedes confiesen ser felices y gozosos en este caminar de Cristo en fe.

      [Amén]


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