• Demuelan la arrogancia y los patrones de pensamiento (2)

    [Isaías 55:8-9]

    14-02-2010 | Rev. Jaerock Lee

    • Pasaje

      [Isaías 55:8-9]
      "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos", dice Jehová. "Como son más altos los cielosque la tierra, así son mis caminos más altosque vuestros caminos y mis pensamientos másque vuestros pensamientos"

      Nosotros vivimos en un mundo donde hay muchas calamidades. Recientemente las personas alrededor del mundo han perdido sus vidas o sus propiedades a causa de tormentas de nieve extremadamente fuertes, de terremotos y por la lluvia. Siempre hay peligro de desastres y de accidentes. Es por eso que tenemos que morar en la protección de Dios especialmente en tiempos como estos.
      Éxodo 15:26 dice, "Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador".
      Pero, ¿Hay alguno de ustedes que guarde muy bien la palabra de Dios pero que tenga dificultades en la vida? Entonces, me gustaría que revisaran si realmente están haciendo lo que es correcto a la vista de Dios.
      Cuando Dios dijo hagan lo que es correcto, Él oviamente se refería a que nosotros tenemos que hacer lo que es correcto a Sus ojos. Por lo tanto, si estamos haciendo lo que es correcto según nuestra opinión, la promesa de Dios, que Él nos guardaría de toda calamidad, podrá no aplicar a nosotros.
      En este Año Nuevo Lunar, Dios nos está dando una gracia especial para que reconozcamos y derribemos nuestra arrogancia y nuestros patrones de pensamiento.
      Continuando con el Servicio del Domingo por la mañana, les hablaré sobre la arrogancia y sobre los patrones de pensamiento.
      Cuando les de ejemplos específicos, yo espero que que tengan el entendimiento para que hagan lo que realmente es correcto a la vista de Dios. Yo oro en el nombre del Señor para que se conviertan en hijos verdaderos a quienes Dios proteje todo el tiempo, quienes siempren reciben los deseos de su corazón, y que comprenden muy bien el corazón de Dios.

      [Cuerpo]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, en el Servicio del Domingo por la mañana, les expliqué el concepto de la arrogancia y de los patrones de pensamiento.
      La arrogancia consite en insistir en que las opiniones de alguien son las correctas. Es insistir y demandar lo que no es correcto a la vista de Dios, sino a la vista propia.
      Luego, "los patrones de pensamiento".
      es la solificación de ideas, creyendo que cierta cosa es correcta.
      Basados en su conocimiento y experiencia, la gente piensa, 'Esto es moralmente correcto', 'Esta es la forma adecuada de actuar', y 'Esta información es correcta'. Cuando estos pensamientos se solidifican y no cambian con facilidad, esto es unos patrones de pensamiento.
      Entre los esquemas, también están los esquemas de la verdad. Esto se refiere a los esquemas que los recién convertidos hacen con la verdad que aprenden en una vida cristiana. Si nosotros tenemos los patrones de pensamiento.
      de la verdad, no podemos discernir claramente la voluntad de Dios. Nuestro crecimiento espiritual se detiene, e incluso podríamos llegar a hacer lo opuesto a la voluntad de Dios y de esta forma crear una barrera. No podemos llegar al espíritu, pues tendremos un bloqueo espiritual y no recibiremos ninguna bendición relevante.
      Para que ustedes se examinen, les hablaré sobre tres casos importantes donde una persona no agrada a Dios a causa de su arrogancia y de sus patrones de pensamiento.
      El primero es juzgar y condenar a otros con su arrogancia y sus patrones de pensamiento.
      Al ver a las otras personas, podrán pensar, "¡Él no debería estar haciendo eso! ¿Por qué está actuando de esa forma?", o con facilidad dan consejos o reprenden a otros diciendo, "Usted debería hacer esto".
      Ustedes realmente no comprenden el corazón de esa persona, ni la situación en la que se encuentra, pero precipidamente le juzgan y le dan consejo.
      Y ustedes creen que tienen discernimiento.
      Sin embargo esto es juzgar con su arrogancia y con sus esquemas. Un juicio provocado por la arrogancia es, "Esta es la forma correcta de llevar una vida en Cristo", o "Yo conozco bien la verdad y mi idea es correcta".
      Los amigos de Job también juzgaron a Job con su arrogancia y sus esquemas. Viendo a Job afectado por las llagas en todo su cuerpo, precipitadamente lo presionaron para que se arrepintiera diciendo que su enfermedad era causada por su pecado. Pero Job no tenía las llagas porque había pecado. Dios permitió para él una prueba de refinamiento para que pudiera reconocer la maldad en su naturaleza y pudiera desecharla.
      Dios estaba enojado con ellos y dijo que sus palabras no eran correctas. Más tarde, Dios hizo que Job ofreciera un sacrificio y a través de la oración de Job Dios los perdonó.
      En ocasiones ustedes ven a otros a su alrededor que se enferman. En esas ocasiones, deberían ser cuidadosos de no juzgar pensando que tienen discernimiento.
      Por ejemplo, ven a alguien que está recibiendo oración para sanar de una enfermedad. Y piensan, 'Las enfemedades son ocasionadas por el pecado, y recientemente él no parecía estar muy bien espiritualmente. Me pregunto qué habrá hecho mal'. Entonces, ¿Es esto verdaderamente discernimiento? Este pensamiento ya tiene juicio en él.
      Cuando pensaron que él no estaba en una buena condición espiritual, solamente pudo haber sido su propio sentir. Además, no todas las enfermedades son ocasionadas por los pecados personales. Las enfermedades pueden venir cuando alguien está conectado espiritualmetne con sus antepasados y con miembros de la familia, o cuando el orden físico no es guardado adecuadamente cuando una persona trabaja demasiado.
      Por supuesto, si ustedes están cuidando espiritualmente de esta persona, hasta cierto punto podrán sentir la condición de esta alma. Pero si el Espíritu Santo no se los dice claramente, no pueden conocer apropiadamente lo profundo de su corazón o la situación en la cual él se encuntra.
      Yo siempre he tenido una muy clara inspiración del Espíritu Santo, sin embargo no juzgo precipitadamente, pues primero le oro a Dios. Trato de discernir la razón por la cual la persona se enfermó con mi sincero deseo de guiarlo a recibir rápidamente la sanidad.
      Santiago 4:11 dice, "Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez.
      Por lo tanto, nosotros nunca tenemos que juzgar a ninguno de nuestros hermanos o hermanas con nuestra arrogancia y nuestros.
      patrones de pensamiento.
      Y en ocasiones, ustedes no juzgan solamente a sus compañeros o a los que están bajo su autoridad, sino también a los que están más arriba en el orden. Piensan así, "Eso no parece estar bien realmente, y ¿cómo puede un pastor, o un líder hacer tal cosa?"
      Ustedes tienen su propio esquema creyendo que un líder espiritual tiene que actuar de cierta forma, y si el líder no actúa de esa forma, se sienten incómodos.
      Pero pensemos cómo los hombres de Dios actúan.
      Por ejemplo, aun cuando el Rey Saúl lo estaba persiguiendo para matarlo, David ni pensó siquiera en matar a Saúl. Debido a que Saúl también fue ungido por Dios como rey, David cumplió todo su deber como un súbdito, aun cuando él sabía que Saúl no estaba haciendo lo correcto a la vista de Dios. Es más, él sirvió a Saúl como servía a su padre.
      Podemos ver en la Biblia que aquellos que amaron a Dios y conocían Su voluntad sirvieron a sus líderes en cualquier circunstancia. Además, podemos ver que Dios no olvidó a los que juzgaron y condenaron a los que eran amados por Él.
      Por ejemplo, cuando Moises tomó a la mujer etíope, Aarón y María lo criticaron. Y Dios estaba enojado con ellos por esto, y como consecuencia María se volvió leprosa.
      Sucedió lo mismo con Simei, quien maldijo a David. Cuando David estaba en una situación difícil, Simei maldijo a su rey quien había sido ungido por nadie más que Dios Mismo. Sin embargo David, aún cuando Simei lo maldijo diciendo, '"¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso!", él solamente se quedó callado. Él incluos detuvo a sus hombres que deseaban matar a Simei.
      David perdonó a Simei, pero eventualmente, Simei pagó el preció por su mala acción cuando salomón se convirtió en el rey.
      ¿Quién fue más justo a la vista de Dios?
      Salmos 37:1 dice, "No te impacientes a causa de los malignos ni tengas envidia de los malhechores".
      Sin importar la clase de falta que ustedes vean en una persona, yo espero que solamente orarán por ella para que puedan volverse justos delante de Dios.
      Amados hermanos y hermanas en Cristo, el segundo caso en el cual nosotros no agradamos a Dios a causa de nuestra arrogancia y de nuestros patrones de pensamiento, es con nuestra desobediencia.
      En la Biblia, podemos leer sobre el profeta Jonás quien desobedeció a Dios a causa de su arrogancia y de sus patrones de pensamiento.

      Dios le ordenó a Jonás que fuera a Nínive, la cual era una ciudad que pertenecía una nación hostil contra el Norte de Israel en ese tiempo. Dios le ordenó que proclamara que el juicio de Dios estaba cerca. Pero como ustedes saben muy bien, Jonás huyó a bordo de un barco hacia Tarsis. Tarsis estaba ubicada al lado opuesto de Nínive.
      Jonás sabía que si él proclamaba la voluntad de Dios en Nínive, la gente del lugar se arrepentiría, y Dios los perdonaría. Él conocía muy bien la voluntad de Dios, pero debido a que su opinión era diferente, él desobedeció a Dios. Jonás pensaba que los Asirios merecían ser castigados y destruidos porque actuaron con maldad y le ocasionaron problemas a Israel, el elegido de Dios.
      Este era el esquema de Jonás sobre la bondad y la justicia.
      Especialmente, en los tiempos del Antiguo Testamento, ellos consideraban que 'ojo por ojo y diente por diente' era lo más correcto y apropiado. Jonás también tenía esta clase de patrones de pensamiento de la ley. Sin embargo, la voluntad de Dios era mostrar perdón y misericordia más allá de la Ley. Dios no quería que la gente en la ciudad de Nínive fueran destruidos, a pesar que eran gentiles. Dios permitió que Jonás reconociera el cuidado de Dios por la gente de Nínive a través de una calabacera que creció. Pero Jonas más bien se enojó contrá Dios. Él dijo, "Mucho me enojo, hasta la muerte". Él continuaba insistiendo que estaba en lo correcto. Esto significa que él no comprendía para nada el corazón de Dios.
      En ocasiones, yo pido que algunos líderes de la iglesia hagan ciertos trabajos. Y entonces, algunos de ellos desobedecen porque tienen sus propios esquemas.
      Además, hay algunos miembros que vienen a consultarme sobres sus negocios, sus planes futuros o sobre como cumplir con sus deberes. Ellos me preguntan, "Yo estoy en esta clase de situación, y ¿Qué debo hacer?".
      En ocasiones, doy un consejo de acuerdo a la medida de fe de esa persona, o según me parece más apropiado. Pero cuando les doy una respuesta, algunos de ellos no siguen el consejo, porque mi respuesta no está de acuerdo con sus propias ideas. Además, algunos de ellos hacen cosas muy distintas a mis recomendaciones. Ellos interpretan mi respuesta según sus patrones de pensamiento
      y por lo tanto mal interpretan mis palabras.
      O, algunas personas me piden que les diga lo que tienen que cambiar, y yo les doy mi consejo. Ellos responden, "Sí, yo cambiaré esa parte", pero continúan actuando de la misma forma. Debido a que no derriban sus patrones de pensamiento, la misma clase de acción es repetida una y otra vez, y por consiguiente desobedecen a su pastor.
      El tercer caso en el cual nosotros no agradamos a Dios, es cuando otros a nuestro alrededor, sufren situaciones dolorosas y difíciles a causa de nuestra arrogancia y de nuestros esquemas. Es decir, nosotros quebrantamos la paza.
      Por ejemplo, el Señor nos enseñó a que nos humillemos y a que sirvamos a otros. Pero algunas personas hacen esquemas con esta palabra sobre el servicio a los demás. Ellos haces algunos esquemas y enseñan a otros diciendo, "El más pequeño en orden tiene que someterse incondicionalmente en obediencia a sus líderes. Cuando una persona de mayor posición visita a los miembros, se espera que otros sean los llamados a servirle de cierta forma. En los días de fiesta nacional, ellos tienen que servir a los líderes de cierta forma".
      Por supuesto, no es erróneo enseñar las formas de servir a otros. Pero el problema es que algunas personas tienen otras intensiones cuando eseñan estas cosas.
      Por ejemplo, un líder pide a sus subordinados que le sirvan porque tiene motivos egoístas y porque quiere ser servido.
      Y sin embargo, se cubre a sí mismo diciendo, "esto está de acuerdo a la verdad, que los subordinados me sirvan y yo les estoy enseñando la verdad".
      Pero, él se está engañando incluso a sí mismo.
      Aun cuando sus subordinados sufren, él piensa, "yo solamente tengo que enseñar la verdad, y ellos me mal interpretan".
      Él solamente piensa que ellos no pueden aceptar la verdadera enseñanza porque la medida de su fe es pequeña. Es decir, forma un esquema de la verdad de acuerdo a sus propias situaciones y les ocasiona dificultades a los demás.
      También están los siguientes casos. Algunos obreros sirven no solamente a los que están en posiciones altas sino también aman a otras almas y cuidan muy bien de ellas. Ellos ahorran de lo que deberían usar para su propia ropa y comida, y lo usan para ayudar a los necesitados y para darle a Dios. Ellos también son muy elogiados por otros.
      Es muy bueno actuar de esta forma, pero el problema es que ellos forman esquemas pensando, que los que aman a Dios tienen que actuar justamente como ellos actúan. Entonces, si ven a otros que no están actuando de esta forma, determinan que esas personas están haciendo algo incorrecto.
      Por ejemplo, cuando ven a otras personas que frecuentemente salen a cenar o que cambian su telefono celular con frecuencia, se sienten incómodos por ello. Piensan que esto es lamentable y dicen, "Si esta persona realmente ama a Dios, no debería gastar su dinero de esa forma sino ahorrarlo y entregarlo a Dios".
      Sin embargo cada uno tiene diferentes medidas de fe y diferentes situaciones. Si ellos no pueden aceptar a tales pesonas con una mente abierta, ¡Cuán difícil será para los miembros de la iglesia!
      Si ustedes tienen tales esquemas, otros los notarán, y no podrán sentirse aceptados. Aún cuando ustedes no les digan directamente, "Si aman a Dios, no deberían actuar de esa forma", ellos sienten que algo como un muro se levanta delante de ellos.
      Supongan que yo haya ayudado a algunas personas que están en una situación difícil, y que ellos usan ese dinero para salir a cenar. ¿Me sentiré bien con esto? Yo ni siquiera pienso en lo que ellos hacen con ese dinero, pero si lo llegaran a hacer, me sentiría feliz. ¿Estarían sus padres felices también?
      Por supuesto, si esa persona ahorra el dinero para ayudar a otros y entregarlo a obras misioneras, yo estaría mucho más feliz porque también almacenarían recompensas en el Cielo.
      Debido a que yo siento cuánto nuestro Señor ama las almas, siempre llego a aceptar el rebaño con una actitud generosa.

      [Conclusión]

      Amados hermanos y hermanas en Cristo, el agua da vida. Pero si esta agua existe solamente en la forma de un cubo de hielo, ¿Podrá ésta dar vida? El agua en ocasiones tiene que convertirse en vapor, solamente entonces puede volverse rocío y lluvia para mojar la tierra. También tiene que convertirse en agua líquida que pueda fluir, para que las plantas puedan obsorberla. Además, el agua que fluye puede lavar la suciedad y permite que llegue el oxígeno a ella para que los peces puedan respirar.
      La palabra de Dios también da vida. Pero si cada persona tiene un esquema rígido, y piensa, "Esta es la verdad, por eso tenemos que actuar de esta forma", entonces, ésta no puede realmente dar vida.
      La verdad no es como un cubo de hielo que tiene una forma establecida la cual puede ser visualizada por el hombre. Incluso la misma palabra puede ser aplicada en diferentes formas a diferentes personas. Ésta será diferente de acuerdo a la medida de fe de cada uno y a las situaciones en que se encuentren.
      Por supuesto, esto no significa que podemos cambiar y distorsionar la verdad. Aun cuando el agua cambia su forma en vapor, agua fluida, o hielo, las características reales de la misma se mantienen. De la misma forma, las características reales de la verdad nunca tienen que cambiar.
      Si la verdad obra apropiadamente, definitivamente y consecutivamente dará vida.
      Ahora, entonces, ¿Cómo podemos aplicar la verdad en cada situación sin cambiar sus características reales?
      La clave es amar a Dios a un grado extremo. Así como el calor puede derretir el hielo, el amor también puede derribar la arrogancia y los fuertes esquemas.
      Si amamos a Dios, nosotros podemos derribar nuestra arrogancia y nuestros esquemas y practicar la verdad de acuerdo a la voluntad de Dios.
      Dios está derrmando Su amor para que podamos comprender Su amor y podamos sentirlo como si los estuviéramos tocando con nuestras manos. Nosotros no podemos evitar amar a Dios si sentimos este amor. Si realmente amamos a Dios, solamente queremos darle gozo a Él, y trataremos de pensar en las cosas que le agradan a Él. Teniendo esta clase de pensamientos, y como siempre escuchamos atentamente la palabra de Dios y oramos fervientemente, Dios nos permitirá conocer lo profundo de su corazón.
      Y si negamos nuestra voluntad y solamente obedecemos la voluntad de Dios cada vez que Él nos permita conocer Su corazón y voluntad, nuestra arrogancia y nuestros patrones de pensamiento serán demolidos.
      Entonces, cuando ustedes practiquen y enseñen la verdad, ésta dará vida. Y las bendiciones de Dios seguirán de forma natural a tales personas. Esto es porque ellos usan sus cuerpos sanos y su dinero solamente de acuerdo a la voluntad de Dios.
      Abrahaam, quien fue llamado amigo de Dios, era de esa clase de personas.
      Yo espero que ustedes amen a Dios apasionadamente, que derriben toda su arrogancia y sus esquemas, y se conviertan en amigos de Dios que puedan obedecer comprendiendo Su corazón.
      Yo oro en el nombre del Señor para que ustedes se conviertan en hijos de Dios que sean como amigos, que más adelante puedan caminar junto a Él en la Nueva Jerusalén.

      [Amén!]


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